Jimi na Kensei (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Que Reclama Los Cielos

Parte 1: Insatisfacción

Varios días después de que Sansui partiera hacia la casa de la familia de Blois, Saiga y sus compañeros regresan a la capital real de su viaje a la Villa Tempera, deteniéndose en la mansión Batterabbe para dar un resumen de su viaje a Lord Batterabbe. Informan que la Villa Tempera rechazó el regreso de Ran, que la Villa Tempera les proporcionó los textos secretos de los cinco estilos y que los compañeros de Ran fueron puestos bajo el cuidado del maestro actual del Estilo Testudo.

El hecho de que fueran capaces de precisar la ubicación de la aldea secreta de los usuarios de las artes raras contra la que el gran Suiboku incluso había luchado fue todo un logro en sí mismo. Aun así, los participantes en el viaje no parecían complacidos con el resultado. Todos, menos Eckesachs, estaban extremadamente tristes. Ran, en particular, estaba sumido en el arrepentimiento por algo que nunca podría recuperarse.

“Me alegro de que todos hayan regresado”, dijo Lord Batterabbe después de escuchar su informe, comenzando por ofrecerles palabras de agradecimiento. “Sé que puede ser agotador reunirse con aquellos que te tienen en poca consideración. Eso es particularmente cierto si la culpa es de su propio lado. Fue una tarea difícil, pero lo hiciste bien”.

Desde el punto de vista de Lord Batterabbe, los resultados fueron más o menos los que esperaba. Fue un encuentro que no prometía alegría ni a los tempranos ni a los Arcanianos. Pero no hacer algo porque es desagradable es la lógica de un niño, y además un niño petulante. El hecho de que fueran lo más rápido posible a presentar sus respetos podría tener resultados valiosos en sí mismos, en algún momento.

“Pero… no pude hacer nada”.

“No, eso no es verdad. No debe esperar que todo salga a la perfección desde el principio. Al ir a presentar sus respetos, pudo expresar nuestro deseo de interactuar con ellos. Si alguna vez sienten la necesidad de corresponder, es posible que acudan a usted para encontrar un oído receptivo”.

Existe una enorme diferencia entre conocer a completos extraños y renovar la amistad con personas que ha conocido antes. Después de todo, es imposible reconocer o incluso saber visitar a alguien que es un completo extraño en lugar de incluso a un conocido de paso.

“Ran, estoy seguro de que sabes lo que tienes que hacer ahora. Debes continuar tu entrenamiento, por tu propio bien. Deja de lado por un momento las maquinaciones e intereses de los adultos que te rodean”.

“…Si.”

El cabello de Ran era su castaño natural en lugar de su plateado característico, y en este momento ella era solo una chica con las emociones sensibles de alguien de su edad. También había sido una berserker que, debido a sus habilidades de clase mundial, nunca había conocido el fracaso, la decepción o la derrota. Lord Batterabbe eligió deliberadamente colocar la carga del entrenamiento sobre Ran, mientras la niña luchaba con un pasado pesado que no podía superar simplemente usando su fuerza física.

“No importa que todavía estés desmoralizado o que no sepas cómo expiar tus pecados. Lo único que puede hacer por ahora es pensar en cómo puede controlarse. Si comete un error, no tendremos motivos para dudar”.

No hacer nada cuando no sabe qué hacer es la peor opción posible. De hecho, el momento en el que no estás seguro de qué hacer es el mejor momento para hacer algo, cualquier cosa. Incluso si puede estar retrasando un ajuste de cuentas o simplemente superando ese momento, incluso si está siguiendo un camino equivocado o resolviendo el problema equivocado, la acción es la clave. A veces se toma un giro equivocado tras otro para finalmente encontrar el camino.

“Saiga. Tienes tu promesa al Apóstol de la Espada que cumplir. Apóyala lo mejor que pueda. Si parece que está a punto de cometer un error, debes detenerla. Piense en eso como su deber”.

“…Si mi señor.”

La razón por la que el Reino de Arcana estaba dispuesto a dejar que Ran permaneciera en medio de ellos era porque aún tenía que reclamar víctimas entre su gente. Si Ran iba a infligir una violencia injustificada a la gente del Reino de Arcana, entonces la desterrarían como lo había hecho la Villa Tempera, o tomarían la recomendación de Sansui y simplemente la ejecutarían. Lo importante no es qué hacer una vez que ocurre un problema. Lo importante es asegurarse de que no haya ocurrido un problema en primer lugar.

“El Apóstol de la Espada está ausente en este momento, por lo que eso supone una mayor carga para ti”.

“¿E-Espera, de verdad?”

“Si. Ha ido con Lain y la señorita Blois a reunirse con la casa Wynne e informar sobre su compromiso”.

Sansui y Blois habían comenzado a hacer realidad su matrimonio. No había nada particularmente sorprendente en eso, pero Saiga no puede imaginar qué tipo de vida matrimonial tendrían esos dos. No conoce muy bien a Blois, pero sí conoce bien a Sansui. Para Sansui actuar como un hombre en lugar de un espadachín… La idea en sí era difícil de imaginar para Saiga. Saiga tampoco estaba sola; Happine, Zuger y Sunae sentían lo mismo.

“Los deberes de guardaespaldas que los dos habían estado cumpliendo han sido asumidos por el príncipe Tahlan”.

“¿Mi hermano es su guardaespaldas?”

Douve era odiada por todos a su alrededor, y eso incluía a Sunae. Que Tahlan fuera el guardaespaldas de Douve… eso fue difícil de aceptar para Sunae.

“Yo, ya veo…”

Al mismo tiempo, Sunae también sabía que bien podría ser inevitable. Para su hermano mayor, que no tiene derecho al trono, terminar viajando a una lejana tierra extranjera, distinguirse como un espadachín y casarse con una poderosa familia local es una opción honorable. No dañaría a la familia real magia y sin duda haría feliz al propio Tahlan.

“Sabes, Sunae, tu hermano tiene un gusto terrible para las mujeres”. “Estoy de acuerdo.”

Claro, era un hombre maravilloso que podía amar a una mujer a pesar de sus defectos, pero el hecho de que Tahlan estaba profundamente enamorado de Douve, una mujer con una personalidad verdaderamente horrible, me hizo cuestionar el gusto de Tahlan por las mujeres. Si bien

Happine y Sunae querían desearle felicidad, no pudieron evitar pensar que tal vez Tahlan debería explorar otras posibilidades primero.

“B-Bueno, de todos modos… Actualmente, el Príncipe Tahlan también se ha hecho cargo de la instrucción de espada de Sansui. Ha sido muy animado, así que te sugiero que vayas a verlo”.

Lord Batterabbe realmente no podía negar la observación hecha por Sunae y Happine, pero también era cierto que la pareja real en cuestión parecía bastante feliz y estaba encontrando satisfacción en su vida diaria.

Había un terreno cerca de la Academia que la Regente le había prestado a Sansui para usarlo como campo de entrenamiento. Los campos de entrenamiento originalmente tenían estudiantes y miembros de la facultad que participaban en las lecciones diarias, pero ahora estaba poblado únicamente por aquellos que se tomaban en serio el oficio de la esgrima.

“Vaya, eso es realmente impresionante…”

Aunque todo lo que hacían era hacer swings de práctica, había un grupo de hombres que gritaban a todo pulmón, como si estuvieran realmente en combate. En otra sección había hombres que, aunque llevaban equipo de protección, intentaban afanosamente derrotar a sus oponentes con todas sus fuerzas. Casi todos los presentes tenían sangre corriendo por las empuñaduras de sus espadas de madera. Estaban sangrando de sus palmas mientras agarraban firmemente sus espadas de madera. Este ya no era un espacio donde las personas que estaban allí para meras “lecciones” en el manejo de la espada pudieran visitarlo.

“E-Estoy bastante segura de que no fue tan intenso la última vez que estuve aquí… ¿Por qué todos están más motivados sin Sansui?”

La observación de Happine fue correcta: los campos de entrenamiento eran bastante más pacíficos cuando Sansui estaba presente. Si bien todos habían estado recibiendo la instrucción de Sansui, nadie en ese momento parecía tan involucrado en el combate que parecían listos para golpear a sus compañeros de entrenamiento hasta la muerte.

“Han comenzado a tomar el aire de soldados de élite. Todos dignos de los hombres que han estado entrenando con mi hermano”.

Sunae había estudiado las artes de la lucha ella misma. Había visto escenas similares en su tierra natal y no se sintió particularmente intimidada por la escena que tenía ante ella. Por eso también conocía la diferencia en la atmósfera alrededor de un grupo de soldados comunes y la de un grupo de soldados de élite. Incluso si estuvieran haciendo los mismos ejercicios, el aire era completamente diferente. Los espadachines que habían recibido la instrucción de Sansui definitivamente habían logrado ese tipo de elite.

“A-Ah, ¿dónde está el príncipe Tahlan, de todos modos…?”

Zuger, quien estaba más intimidado por la atmósfera despiadada, comenzó a buscar a Tahlan, mientras hacía todo lo posible para evitar mirar demasiado de cerca a los espadachines practicantes.

“Él está por allá.”

Al igual que Sunae, Ran no se inmutó por la pantalla y rápidamente encontró a Tahlan entre la multitud. Tahlan, que era aproximadamente el equivalente a un instructor asistente, estaba ocupado entrenando con otros estudiantes. Quizás estaba un paso o dos más adelante en su entrenamiento que los demás y se notaba. A pesar de que toda el área estaba ocupada por combatientes sedientos de sangre, Tahlan todavía parecía un hombre entre los niños.

“…Ahí está ella.”

Happine también había localizado a Tahlan, y al mismo tiempo había encontrado a Douve, quien estaba sentado elegantemente observando la práctica mientras los hombres literalmente sudaban sangre.

“…Wow.”

Douve parecía completamente imperturbable, con la misma sonrisa levemente burlona de siempre; esa pequeña sonrisa arrogante que parecía despreciar a todos los que miraba. La situación no había embotado su actitud en lo más mínimo, y en todo caso, el contraste hizo que su inquebrantable confianza se destacara aún más.

Zuger dejó escapar un asombrado murmullo de respeto ante lo que, sinceramente, fue una notable muestra de indiferencia. Por supuesto, la oración, si Zuger la hubiera completado, habría estado en la línea de: “Wow, ella es realmente un trabajo”.

“… Parece que todos están ocupados en este momento, así que ¿por qué no vamos a hablar con la señorita Douve?”

Ninguno de ellos quería acercarse a ella, pero también dudaban en hablar con nadie más. En ese sentido, el único que no estaba ocupado en este momento aquí era Douve. Y ella era probablemente la única que felizmente entablaría una conversación con ellos. Ahora, si el grupo podía o no escuchar el lado de la conversación de Douve era otro asunto completamente diferente.

“Oh, ¿has vuelto?”

“Sí, acabamos de regresar”.

Douve, que parecía estar de muy buen humor, saludó a Happine sin burlarse de ella. Pero la mirada de Douve permaneció fija en Tahlan, que estaba ocupado practicando su habilidad con la espada.

“Ciertamente están entusiasmados”. “Sí, los chicos son chicos, ¿no es así?”

Todos ellos estaban completamente inmersos en su entrenamiento, abrochando el cinturón a pesar de la tensión en sus cuerpos. La intensidad de su entrenamiento mostró cuán seriamente se acercaron a su oficio y cómo todos estaban completamente comprometidos con el esfuerzo. Era difícil entender de dónde venía esa motivación, dado que no estaban en guerra.

“No los animaste diciendo algo ridículo, ¿verdad?”

“No seas tonta. No estarían tan motivados incluso si yo les dijera”. “Cierto.”

El grupo Batterabbe asintió con la cabeza ante su comentario. No importa cuánto Douve se burlara de ellos, ella no habría podido levantarles la moral de esa manera. Con su terrible personalidad y su inclinación por burlarse constantemente de la gente, no es capaz de tener una motivación positiva. Que ella sea muy consciente de esto es quizás una buena síntesis del carácter de Douve.

“Es posible que lo hayas escuchado, pero Sansui va a hacer la transición de su papel como mi guardaespaldas a ser un instructor de batalla. Una vez hecho esto, Tahlan se convertirá en mi nuevo guardaespaldas y contratará a sus subordinados entre la gente de aquí. Por supuesto, no serán todos. Solo los pocos seleccionados que cumplen con sus criterios”.

Douve no estaba diciendo nada extraño, pero los demás no pudieron seguir su explicación. Ella acababa de declarar claramente que ella no estaba detrás de su motivación, por lo que no estaban entrenando con el propósito de convertirse en sus guardaespaldas.

Pensando en ello, es bastante impresionante que se desvíe de su camino para que la gente se resienta con ella cuando es tan consciente de ello.

Saiga sintió otra punzada de incomodidad ante las palabras de Douve, pero no hicieron nada para responder a su pregunta.

“Entonces, ¿por qué están trabajando tan duro?” Ran preguntó bastante sin rodeos, probablemente porque no tenía ninguna conexión particular con Douve.

Douve miró a Ran y dijo, sonriendo: “Oh, para que usted entre todas las personas pregunte”.

Ran se dio cuenta de que se burlaban de ella, pero la mantuvo a raya al comprender lo que Douve estaba insinuando. Si Ran hiciera un alboroto aquí, escupiría no solo en la cara de Saiga, sino también en la de sus amigos tempranos.

“¿Recuerdas que mi guardaespaldas Sansui te hizo llorar en público?” “Sí, no pude hacer nada para detenerlo”.

Ran tenía una ventaja abrumadora en la habilidad física y sus habilidades eran casi iguales. Sin embargo, a pesar de esas desventajas, Sansui había combinado sus artes y tácticas inmortales, junto con su moderación, para derrotarla fácilmente.

“Sansui es fuerte, pero es tan fuerte que no hay nadie que pueda igualarlo en un duelo. No tiene muchas oportunidades de pelear frente a la gente, así que fue su duelo contigo lo que difundió su nombre por todas partes”.

“¿Y?”

“Significa que los estudiantes de Sansui son vistos con altas expectativas por parte de quienes los rodean. Después de todo, Sansui es fuerte. La gente, naturalmente, esperaría lo mismo de sus estudiantes”.

Douve había explicado lo suficiente como para que los demás pudieran llegar a la conclusión natural. Todos los estudiantes sintieron la presión de ser estudiantes de Sansui y, de hecho, estaban desesperados por mostrar resultados.

“Sansui evidentemente también es bueno enseñando, así que esos espadachines se han vuelto más fuertes. Incluso recientemente se distinguieron en combate real. Desafortunadamente, no son tan fuertes como la gente espera”.

En cierto modo, esas expectativas poco realistas eran inevitables y, sin importar cuánto practicaran los espadachines aquí, nunca alcanzarían a Sansui. Si una cantidad desesperada de esfuerzo fuera suficiente, Sansui no habría necesitado pasar quinientos años entrenando.

“Verá, cómo estos espadachines se desempeñan en sus trabajos en los territorios de Sepaeda determinará la reputación de Sansui. Si un estudiante de Sansui es derrotado por algún retador al azar, eso es una mancha en el honor de Sansui”.

No importa cuán fuerte fuera Sansui, no podía pelear frente a todos en el reino. La gente de las regiones rurales solo sería testigo de sus habilidades a través de las de sus estudiantes. Si terminaban siendo un poco más fuertes que el promedio, eso dañaría la reputación de Sansui. Al mismo Sansui probablemente no le importaría, pero los propios estudiantes eran otro asunto.

“Los espadachines aquí respetan profundamente a Sansui. Es tan fuerte como dicen las historias, es amable con otros espadachines y, al final, incluso encontró trabajo para ellos. Que ellos hagan daño a la reputación de Sansui con sus propios fracasos es algo que quieren evitar a toda costa. Por eso están tan motivados”.

Luego, el grupo se tomó el tiempo para observar a los espadachines y su intenso enfoque del entrenamiento. Se estaban esforzando no solo por ellos mismos, sino por el bien de Sansui. Fue una muestra de respeto y admiración por su maestro.

“No es insignificante, pero su objetivo es inalcanzable”, dijo Douve, luego volvió su mirada hacia Tahlan. Observó al espadachín que era conocido por ser incomparable en su tierra natal mientras seguía derrotando a los espadachines que intentaban desesperadamente seguirle el ritmo.

“No es como si alguna vez pudieran esperar obtener el injusto nivel de habilidad que posee Sansui. Peor aún, no pueden vencer a nadie con habilidades verdaderamente excepcionales. A lo sumo, sus techos personales son como espadachines de primera clase”.

Los Guardias Reales que estaban allí disfrazados, como Tahlan, abrumaban fácilmente a los otros espadachines. Pudieron hacerlo con solo su habilidad con la espada, sin el uso de ningún tipo de magia.

“Todos los espadachines de primer nivel del mundo pusieron tanto esfuerzo. Es un poco presuntuoso pensar que pueden ser mejores que eso solo porque Sansui les está enseñando”.

“Te estás burlando de ellos cuando dices eso”.

“¿Oh? Todo lo que he hecho es exponer los hechos. Eres tremendamente cínico, ¿no es así?”

Ninguno de los integrantes del grupo podía estar completamente seguro, pero las observaciones de Douve probablemente eran ciertas. Los espadachines que estaban poniendo todo ese esfuerzo intenso frente a ellos estaban frustrados porque sus mejores esfuerzos no fueron suficientes, pero pudieron mantener su dedicación sin dejar que esa frustración se pudriera.

“Por otra parte, hay personas en este mundo que piensan que un mes de intenso esfuerzo es suficiente para vencer al mejor espadachín del reino”.

“¡Urk!”

La verdad apuñaló profundamente a Saiga, Happine, Zuger y Sunae. Saiga y su harén no se habían dado cuenta de esto en ese momento, ya que estaban demasiado atrapados en su propia miseria, pero habían sido increíblemente presuntuosos al asumir que el esfuerzo de un mes era suficiente para vencer la fuerza de Sansui.

“De hecho, me gustan bastante estos espadachines. Despedir a aquellos que están haciendo todo lo posible, a pesar de tener un talento bastante común… no es una actitud digna de una Casa marcial”.

Las bromas de Douve se centraron completamente en Saiga y Ran.

“Aunque estoy seguro de que eso no es algo que ustedes dos, con su abrumadora cantidad de talento, puedan entender. Después de todo, no todo el mundo puede aprender cualquier Arte Raro que quiera, ni puede nacer con una cantidad absurda de sangre contaminada. Dicho esto, supongo que sentirse humillado por depender únicamente de ese talento es algo que solo ustedes dos pueden entender”.

Hubo momentos en que la gente no podía admitir la derrota porque se les veía objetivamente como poseedores de mucho talento. En ese sentido, Saiga y Ran estaban conectados por un hilo común. Pero que Douve pusiera ese hecho en palabras lo hacía insoportablemente doloroso.

“¡Oh, está bien, está bien! ¡Tú guardaespaldas es increíble! ¡Tuviste suerte de poder encontrar un espadachín perfecto para ti!”

Habiendo tenido suficiente, Happine alabó a fondo a Sansui sin alabar a su maestra, Douve.

Al escuchar esas palabras, la expresión de Douve pasó de alegre a preocupada.

“Perfecto, ¿mm?”

Pensaba en el espadachín ausente, que la había protegido desde la infancia.

“Dime, ¿trajiste a Eckesachs contigo?” “Sí, estoy aquí.”

Eckesachs, que había sido cargada en la espalda de Saiga, pasó de su forma de espada a su forma humana y continuó hablando en voz alta.

“¿Qué pasa?”

“… Podría contradecir lo que estaba diciendo antes, pero…”

Lo que vino a la mente de Douve fue el hábito de Sansui de humillarse continuamente cuando el tema era sobre su propia habilidad.

“Yo… no, no podemos imaginar un espadachín que supere a Sansui”.

No importa cuánto lo elogiaran los que lo rodeaban, Sansui se apresuró a señalar que no era nada en comparación con su maestro, Suiboku. No importa dónde estaba, no importa a quién derrotara, no importa cuántos derrotara, Sansui había dicho constantemente que no era nada comparado con su maestro. El espadachín abrumadoramente poderoso tenía una opinión demasiado baja de sí mismo. Quería que el espadachín que servía a la Casa Sepaeda tuviera un poco más de confianza en su habilidad.

“¿Es el maestro Suiboku, el maestro de Sansui… es mucho más fuerte que Sansui?”

Dado lo fuerte que era Sansui, sin duda Suiboku también era bastante poderoso. Todos creyeron eso. Aplicando la lógica de antes, Sansui siempre había protegido la reputación y el honor de Suiboku. Pero Sansui era demasiado fuerte para los estándares mortales. No solo no había nadie que pudiera derrotarlo uno a uno, sino que incluso los Guardias Reales, la élite de la élite, no podían vencerlo cuando luchaban contra él todos a la vez.

“A veces termino pensando, ¿podría ser que Sansui es… el más fuerte del mundo?”

Quizás era menos una pregunta y más una esperanza. Era el presuntuoso deseo de la privilegiada princesa querer que el leal espadachín que la servía fuera el más grande del mundo.

“Douve…”

Pero, Happine sintió una cierta lástima por Douve en ese momento. Parecía menos un amo que tenía quejas sobre un sirviente y más una hermana menor que deseaba que su hermano mayor se portara un poco mejor. Así parecía ser como Douve consideraba a Sansui.

“Suiboku y Sansui, ¿cuál es el más fuerte?”

Los espadachines presentes habían hecho una pausa en su entrenamiento. La pregunta que Douve había hecho era una que todos los estudiantes de Sansui se habían preguntado en sus corazones, por lo que esperaron las palabras de Eckesachs, las palabras de la espada legendaria que una vez había sido blandida por el mismo Suiboku.

“Sansui, en este momento, podría ser un espadachín superior al Suiboku que yo conocía.”

Todos los presentes escucharon la voz de la espada legendaria definitiva.

“Pero no hay forma de que pueda medir cuán fuerte es Suiboku en este momento. Me duele admitirlo, pero ni siquiera pude obtener la medida completa de la fuerza de Sansui”.

A pesar de su inmenso cuerpo de experiencia, Eckesachs había juzgado mal la habilidad de Sansui con la espada. Ese error de juicio había llevado a su actual maestro, Saiga, a sufrir una humillante derrota a manos de Sansui. Incluso ella ya no podía comprender adecuadamente el alcance total de la habilidad de Sansui.

“Sin embargo, hay una cosa que sé con certeza. Que quien mejor conoce al Suiboku actual es el mismo Sansui”.

Incluso cuando estaba crudo y sin pulir, Suiboku había sido el Inmortal tan poderoso que incluso Dios le había temido. Si bien Sansui no sabía nada sobre Suiboku de esa época, él era quien mejor conocía al Suiboku actual.

“Si ese Sansui dice que no puede derrotarlo, no importa lo que intente, no hay razón para dudar de él”.

En términos de juzgar la capacidad de combate, Sansui fue casi innecesariamente honesto. Tal era su honestidad que cuando derrotó al mejor espadachín del reino, el Caballero del Rayo, sin darse cuenta había dicho que también podía vencer a toda la Guardia Real a la vez.

“La fuerza de Suiboku es probablemente mucho más allá de lo que podamos imaginar”.

Había cierta credibilidad en las palabras de Eckesachs. Dada la típica honestidad directa de Sansui, es casi seguro que no fue un halago cuando habló sobre Suiboku. Por supuesto, eso no significaba que todos pudieran aceptar esas palabras al pie de la letra.

“Honestamente, no puedo creerlo”, dijo Ran, expresando su insatisfacción.

“De dónde vengo, Suiboku es tratado como un dios, y los usuarios del Estilo Testudo que pueden ver el pasado estaban completamente asustados por él. Pero, habiendo peleado contra Sansui… creo que sigue siendo el más fuerte”.

Si bien ninguno de ellos lo diría en voz alta, todos no pudieron evitar estar de acuerdo. No querían creerle a Eckesachs. Entendieron que era de mala educación no creerle después de preguntarle directamente, pero simplemente no podían aceptarlo.

Los individuos eran llamados los más fuertes porque los que los llamaban no podían imaginar a nadie que pudiera superarlos. Incluso si Sansui, la encarnación misma de ese nivel de fuerza, afirmaba lo contrario, nadie quería dudar de su fuerza.

“Perdón por hacer una pregunta tan extraña”.

La expresión de Douve pareció levemente triste por un momento, y luego se apartó de Eckesachs.