Jimi na Kensei (NL)

Volumen 4

Capítulo 5: Acumulación

Parte 4: Papel

Mientras el grupo de Batterabbe se dirigía a la Villa Tempera, Lord Sepaeda y Douve estaban teniendo una reunión familiar. El asunto era lo suficientemente importante como para que Lord Sepaeda hubiera enviado una escolta desde la capital, para que Douve solo viniera a verlo, dejando a Sansui y Blois en la academia. La propia Douve entendió que esto no era simplemente una reunión familiar, sino más bien una discusión importante como miembro de la Casa Sepaeda.

“Otra vez…”

Aunque Douve puede burlarse de su hermano mayor, que es el jefe de la Casa Sepaeda, ella confía mucho en él. Dada su expresión seria, Douve, mientras sonríe, no tiene intención de burlarse de él ahora.

“Sansui lo ha hecho bien con nosotros.”

“Pensando en ello, siempre le hemos pedido lo imposible a Sansui”. “Sí, su lealtad ha sido admirable”.

“Ha empuñado la espada que pasó quinientos años perfeccionando sin dudarlo por el bien de este reino”.

“Estoy de acuerdo.”

“Ahora, ¿Qué crees que podemos hacer por él?”

Ah, de hecho, es un tema sumamente importante. Douve decide entonces aceptar lo que sea que le proponga su hermano.

“Mi Señor, no sé específicamente qué podemos hacer, pero sea cual sea la recompensa que le ofrezcamos, no debemos escatimar gastos para él”.

Ella no está segura de qué planea ofrecerle a Sansui como recompensa. Sin embargo, Douve siente que si hay algo que puedan hacer, incluso una cosa, deberían hacerlo. Si bien no lo diría en su presencia, no tiene reservas en contra de recompensarlo generosamente.

“Sin embargo, Mi Señor, usted es consciente de la personalidad de Sansui. Dudo mucho que desee tierras o laureles”.

No tiene sentido darle a Sansui una recompensa que no agradecería. Como empleador, un empleado humilde es una bendición, pero hace que situaciones como estas sean bastante difíciles.

“Lo he considerado y creo que la mejor recompensa sería un tiempo libre”. “…Estoy de acuerdo. Sansui siempre me acompaña”.

“No solo para Sansui, sino también para Blois”.

Es cierto que Douve siempre está acompañada por Sansui y Blois, no importa a dónde vaya. Una vez que alcanzó cierta edad, incluso hizo que Lain la acompañara también. Por supuesto, para cosas como funciones de sociedad, dejaría atrás a Sansui y Lain, pero Blois siempre había estado a su lado.

“Entonces, su señoría…”

“Si.”

La relación entre Sansui y la Casa Sepaeda, que no había cambiado en los últimos cinco años, estaba a punto de cambiar drásticamente.

“Hasta ahora, los dos han sido asignados para protegerte, pero los relevamos de esa asignación. Le daremos a Sansui otro rol y un rango apropiado, y haremos que se case con Blois”.

“¿Y Blois se retirará, supongo?”

“Creo que esa sería la mejor recompensa que podríamos darles. ¿Tienes alguna objeción?”

“En absoluto, su señoría.”

Douve accede de una manera inimaginable basada en su comportamiento habitual.

“Estoy agradecido con Sansui y Blois por todo lo que han hecho por mí todos los días. Si les hace felices, entonces sería mejor”.

Un leve sentimiento de soledad cruza sus rasgos, pero rápidamente corta ese sentimiento.

“Después de todo, como alguien con un padre y un hermano demasiado cariñosos, al menos debería saber cuándo dejarlo ir”.

“Uh… Hrmph”.

Muy consciente de sus propios defectos, Lord Sepaeda se abstiene de comentar.

“Pero, si puedo preguntar, ¿Su Señoría?” “¿Qué?”

“¿Por qué ahora?”

Ya se habían hablado antes de que Sansui y Blois se casaran. Poco tiempo después, se reveló la edad real de Sansui, pero debido a que Blois todavía estaba apegado a Sansui, el tema nunca desapareció. Pero, aun así, fue bastante repentino. No parecía ser tan urgente, por lo que el momento tomó por sorpresa a Douve.

“Una razón es que ahora sabemos que Sansui es capaz de hacer otras cosas además de servir como guardaespaldas”.

“Eso es verdad.”

“Si no pudiera hacer nada más, no podríamos relevarlo de esa tarea. Pero ahora, podemos asignarlo con confianza como instructor de espada”.

La habilidad de un espadachín no está necesariamente relacionada con sus habilidades como instructor. Al mismo tiempo, la instrucción para la nobleza y para los soldados también son asuntos diferentes. Al hacer que instruyera a varias personas, desde Saiga y Tahlan hasta una variedad de rufianes, habían aprendido que Sansui era capaz de ambas cosas.

En cuyo caso, pueden proporcionarle un papel como instructor. El mismo Sansui ha recibido permiso de su maestro, Suiboku, y ha sido testigo de cómo los que están bajo su tutela adquieren habilidad, por lo que probablemente tampoco tenga ninguna queja en ese frente.

“El otro tiene que ver con el asunto de Ran”. “¿Qué tiene eso que ver con esto?”

“En un nivel básico, la definición de ‘personas que deberían ser asesinadas’ es la misma para nuestra Casa y para Sansui. Por eso no ha habido problemas hasta ahora”.

Si bien Sansui tiene más de quinientos años, mientras vivía en el bosque, no obtuvo ninguna experiencia de combate y, por lo tanto, nunca había matado a nada, ni humano ni de otro tipo. A pesar de eso, Sansui comparte la misma ética de matar que la Casa Sepaeda.

Cualquiera que saque su espada y apunte a otro es un juego limpio. En cuanto a los oponentes que ignoran las advertencias, bueno, han renunciado a su derecho a vivir. Y los oponentes que Sansui ha matado mientras se desempeñaba como guardaespaldas de Douve son básicamente personas que lo han atacado mientras intentaban lastimarla. Incluso dejando de lado el asunto de que Douve es hija de la Casa Sepaeda, no tiene reparos en matar a cualquier cantidad de personas de ese tipo.

Pero si la Casa Sepaeda le había ordenado a Sansui que matara a los oponentes que Sansui no quería matar, y si eso hubiera comenzado a convertirse en la norma… Dada su falta de apego a la sociedad, es muy posible que se haya llevado a Lain y huido.

Para dar algunos ejemplos básicos, podrían haber sido personas que cometieron crímenes que no merecían la muerte, ciudadanos comunes que simplemente no tenían mucho estatus social o quienes habían cometido blasfemia religiosa.

Douve no tiene la mejor personalidad, pero ha evitado cruzar esa línea específica. Puede divertirse sin cruzarlo, por lo que no tiene sentido hacerlo.

“Pero Ran es diferente. Creemos que debería dejarla con vida, pero Sansui cree que debería morir”.

Pero, por otro lado, ¿qué pasa si la Casa Sepaeda le ordena a Sansui que perdone a un individuo que Sansui cree que debería morir? ¿Y, en particular, si se da como una orden específicamente dada a Sansui de capturarlos vivos, en lugar de como un asunto que no lo involucra en absoluto? Esa es la situación en la que se encuentran ahora.

“Es cierto que los berserkers son peligrosos. Desde la perspectiva de proteger a la gente del Reino Arcana, hay razones más que suficientes para matarla. Pero incluso teniendo en cuenta eso, priorizamos la creación de un nuevo arte raro perdonándola y absorbiendo a los otros cuatro artistas marciales”.

“¿Crees que Sansui no está satisfecho con esto?”

“Le hicimos hacer algo que no quería hacer. Como resultado, deberíamos ser más considerados”.

Se volvieron codiciosos y decidieron perdonar a un individuo peligroso. No es una descripción injusta de la situación. Y Sansui, que estaba preocupado por el peligroso individuo, era el encargado de mantenerla con vida. Por supuesto que podría resentirlo.

“Si todo lo que quisiéramos hacer era matar a Ran, simplemente habríamos enviado a Shun para que se ocupara de ella. Ese sería el método más seguro, al menos”.

“Pero eso implicaría tener una deuda con la Casa Disaea”.

“Si algo es realmente necesario, no hay razón para preocuparnos por cosas como deudas y favores. Pero si no lo necesitáramos para estar seguros, podríamos haberle pedido a Sunae o Saiga que se ocuparan de ello. Es posible que no quieran, pero sin duda estarán de acuerdo una vez que se les expliquen las razones”.

Los berserkers están en un estado constante de emoción elevada y les cuesta mucho huir. No pueden ignorar ni las burlas ni los ataques más dóciles. Incluso si ella entiende, racionalmente, que no puede ganar, Ran reaccionaría de la misma manera contra cualquier oponente.

“Pero, esta vez, le ordenamos a Sansui que la hiciera aceptar la derrota, porque Sansui era el único que podía hacerlo”.

No matar. No derrota. Hágales aceptar la derrota, hágales entender que no pueden ganar. Cómo hacer eso con un berserker, incluso los que daban las órdenes no lo sabían.

No tenía sentido noquearlos rápidamente, como hizo Sansui en su primer combate. El método de agotar su sangre contaminada, como había hecho Sunae, tampoco había funcionado. Nunca habían imaginado que la golpearía hasta que ella rompió a llorar.

“Pero eso significa que hicimos que Sansui corriera un riesgo innecesario. Aunque, el mismo Sansui se sintió culpable por dejarla ir la primera vez, así que no pudo objetar demasiado enérgicamente”.

“¿Riesgo? ¿Sansui?”

“Sansui no es particularmente duro. Eres consciente de eso”.

Los berserkers eran, por lo general, monstruos que serían descritos con justicia como las criaturas más fuertes de este mundo. Contra tal oponente, Sansui explicó cómo estaba luchando y continuó demostrando cómo luchaba, evitando apenas el desastre cada vez.

El hecho de que lo haya logrado sin incidentes significa que es fácil olvidar cuán peligrosa era la línea que había estado pisando. Según la mayoría de los estándares, había estado arriesgando su vida.

“El agradecimiento solo significa algo si se expresa mientras vivimos. Si hacer que Blois se retire y se retire de la primera línea es algo que alegra a Sansui, entonces cuanto antes, mejor”.

“Eso también es cierto para Blois y Lain, ¿no?”

“Por supuesto”, declara Lord Sepaeda, de una manera digna del maestro de Sansui. “Sepaeda es una Gran Casa marcial. Debemos ofrecer recompensas adecuadas por el buen trabajo”.