Last Round Arthurs (NL)

Volumen 2

Capítulo 5: Verdaderas Intenciones

Parte 2

Rintarou habló desapasionadamente. “Estoy pidiendo la destrucción de tu Excalibur y su Fragmento Redondo. En otras palabras, voy a hacer que rechaces la batalla de sucesión del Rey Arturo… Eso es todo”.

“¿Qué…?” Emma estaba sin palabras.

Mientras hablaban, Rintarou continuó ocultándose en su trabajo, tallando la insignia desapasionadamente en Emma.

La magia ya debe haber tenido algún efecto, porque el cuerpo de Emma comenzó a sentirse como piedra, y no podía moverse.

“¿Por qué… estás… haciendo… esto…?”

“Te lo dije, ¿no? Dije ‘te salvaré’. Esta es la única forma de salvarte ahora”, dijo Rintarou con frialdad. “Lo entendiste hace mucho tiempo, ¿verdad? Es imposible para ti”.

Shrrk. El dolor parecía penetrar profundamente en el fondo del corazón de Emma, sacudiendo todo su cuerpo.

“Es imposible para ti”.

Esta frase… tenía historia, cuando Rintarou había estado entrenando a Emma.

“Voy a salvar el mundo…”, le había dicho Emma con alegría.

Pero así había sido como había respondido… Habían sido las últimas palabras que le había dicho que terminara su relación como maestro y estudiante cuando la había estado entrenando.

“Necesito disculparme contigo… lo siento. Todo esto sucedió porque tuve un lapso en el juicio”. Era inusual que Rintarou diera una disculpa loable. “En aquel entonces, no sabía que te estabas forzando por un camino tan cruel. Tampoco sabía sobre la Batalla de Sucesión del Rey Arturo.”

“Es por eso que cuando vi a esos sacerdotes enfurecidos que te molestaban, quería que te vengaras. Quería ver a esos imbéciles llorando cuando se dieron cuenta de que no podían usarte. Esa fue la única razón por la que te enseñé a luchar en la era legendaria. Fue en parte por diversión. Terminé abriendo esas habilidades en ti.”

“……”

“Por mi culpa, no podías volver atrás. Quedaste atrapada en esta pelea…

Esto en este momento, solo estoy asumiendo la responsabilidad”.

“¡Por favor deje de!” Chilló Emma. “¡Por favor, no me robes mi papel de salvador! ¡No tengo nada más! ¡Si pierdo incluso eso…! ¡¿Cómo voy a poder vivir?!

“Estoy seguro de que se te ocurrirá algo. Terminaste en este lío porque viviste como otros te lo dijeron y no pensabas por ti misma. También soy escoria, pero cosechas lo que siembras”.

“¡No! ¡No! ¡No, no, no! ¡Voy a salvar el mundo! ¡Eso es lo que deseo desde el fondo de mi corazón! ¡Incluso si eres mi maestro, no te perdonaré por robarme eso! ¡Voy a convertirme en rey! Me convertiré en Rey, el salvador, y luego este mundo—” Emma le suplicó desesperadamente.

“Tú… estabas sonriendo”, Rintarou le dijo sin piedad.

“… ¿Eh?” Una voz irregular escapó de la garganta de Emma, e inclinó la cabeza.

“Ese  inframundo  fue  una  proyección  de  tu  corazón.  Cuando  estaba

matando a la gente rogándote que los salvaras… lo viste y sonreíste…

desde el fondo de tu corazón”.

“…Oh.”

Como si hubiera sido golpeada por algo, los ojos de Emma se abrieron de par en par.

“No puedes mentirte a ti misma en un mundo subterráneo. Eso es un reflejo tuyo. Quiero decir, por supuesto que no puedes mentir. Es un espejo que refleja tu propio corazón. Estabas sonriendo. Lo entiendes, ¿verdad? No te importa lo que le pase al mundo, a la gente ni a nada. En todo caso, los detestas.

“Porque ese era el papel que se te asignó… porque se te ocurrió que era lo único que te hacía valiosa… Por eso solo estabas actuando como un Rey, un salvador, un santo. ¿Alguna vez ha habido un Rey tan vacío como tú? ¿Cuál es el destino final de un Rey sin confianza en sí mismo, sin ideales? … La respuesta es la destrucción. Sin excepción. Quiero decir, mira todos los siglos y lugares del mundo.

“Una persona que no ama a las personas, como tú, que salva a las personas y al mundo de la obligación, siempre será infeliz.

“Eventualmente, lamentará el mundo, se lamentará a sí mismo, y cuando se pierda toda esperanza, maldecirá el planeta y todo lo que hay en él. Te molestará, miserablemente, lamentablemente, y morirás solo. Ese es tu destino”.

“Ah… Aaah… Ah…”

“En ese punto, Luna… y su capacidad como Rey… son abrumadoramente mayores que tú como salvadora. Durante ese enfrentamiento… hubo un claro vencedor. Ella… realmente luchó contra esa imagen de la muerte y destrucción del mundo por su propia voluntad”.

“¿D-De su propia voluntad…?”

“Así es. Ese mundo era tu mundo. Lo que provocó la destrucción fue tu propio corazón. Por eso eres el único que podría haber ganado contra el espejismo. Pero no trataste de combatirlo… y Luna fue quien lo enfrentó… por su propia voluntad.

“¿Te das cuenta de lo increíble que es en realidad? Ella se probó a sí misma. Incluso si este mundo está al borde de la destrucción, incluso si está temblando de miedo, lo enfrentará de buena gana… Ahora esa es la fuerza. A veces, creo que es solo una niña estúpida y toda la boca, pero…

realmente es mi Rey”.

“¡¿Pero, maestro?! Yo también derroté voluntariamente la destrucción… “, comenzó a decir, pero Emma quedó atrapada en sus palabras.

¿Qué había hecho ella entonces?

Ciertamente  había   dejado   que   Rintarou   tomara   las   cadenas  que

conectaban su cuello… y que él tirara de ella…

En otras palabras, ¿eso realmente contaba como su lucha por su propia voluntad?

“Lo entiendes, ¿verdad, Emma? No puedes hacerlo… Es imposible para ti. Tienes una pequeña habilidad para pelear… pero por lo demás, eres una chica normal”.

“……”

“Eres diferente de Luna, Felicia o Kujou. Tienen su propia voluntad clara y su propia forma de lograr su objetivo de ser Rey. No eres como los ‘fuertes’… Eres débil”.

“……”

“Regresa. Aún tienes tiempo. No necesitas estar de este lado”, Rintarou escupió fríamente, continuando con su indiferente trabajo de tallar el sello.

“… No…”, Emma le suplicó con su último poco de resistencia. “No… No… ¡Por favor detente…! ¡No me robes esta posición real…!”

“No puedo oírte”.

“¡Nooo!” Emma lloró y le gritó a Rintarou como una niña, mientras él arrastraba los dedos por su piel.

“¡¿Señor Lamorak?! ¡Ayúdame! ¡Por favor ayuda! Mi aura, guía a mi caballero. El cuarto asiento de la Mesa Redonda…”

“Eso es inútil. Ya he aislado en secreto este lugar con un límite. Sir Lamorak no puede responder su llamada”.

“¡No! ¡No, no, no! Si no puedo ser rey… si ya no soy el salvador, ¿cómo viviré? ¡¿Qué se supone que debo hacer ahora?!”

“Tendrás tiempo de sobra para reflexionar… No te preocupes. Estoy en la misma posición que tú. Podemos pensarlo juntos…”

“¡Mentiroso! ¡No hay otra forma de vida para mí! ¡Todos me dijeron eso! ¡Dijeron que esa fue la razón por la que nací! ¡Por eso mi única opción es convertirme en el Rey de la salvación! ¡Si no lo hago, no tengo valor! ¡Perdóname! ¡No me quites mi razón de vivir! ¡Ya no quiero que me azoten! ¡Ya no puedo soportar que me sellen en una mazmorra oscura! ¡Moriré si me empujan de vuelta a esa extraña jaula de hierro, colgada para evitar que me mueva! ¡No quiero ser privado de comida hasta que esté al borde del hambre o despierta durante días para leer la Biblia! ¡P-Por favor, maestro! ¡Te lo ruego!” Gritó Emma.

Rintarou estaba horrorizado.

“… ¿En serio…? ¿Por eso te hizo pasar la Orden Religiosa de Santa Juana…? ¡Esos bastardos! ¡Debería haberlos matado a todos en aquel entonces!”

Le habían lavado el cerebro por completo, una “maldición” que ataba a Emma, la niña lamentable y débil.

La Orden Religiosa de Santa Juana había atrapado la sangre del Rey Arturo y promocionaba la salvación mundial como su dogma… ¿Cómo habían adoctrinado a Emma? Enfureció a Rintarou, que ya era herético y consciente de su código de ética roto. Tenía náuseas.

“… Tú… realmente necesitas ser salvada. Necesitas ser liberada. Incluso un villano como yo cree eso en el fondo de su corazón”.

“Tú traidor… nunca te perdonaré… Rintarou Magami… ¡Te puedo prometer eso…! Si me quitas mi papel… ¡nunca… nunca…!” Emma maldijo con resentimiento.

Pero Rintarou no se molestó.

Por supuesto, estaba convencido de que esta era la única forma de salvar a Emma del hechizo que la ataba.

Rintarou trató de completar el sello en la piel de Emma —

De repente, la habitación se partió por la mitad longitudinalmente. La mitad superior explotó.

***

“¡¿Gah?!”

Rintarou rompió la ventana y saltó afuera, rodando por el suelo en el jardín interior de los terrenos de la iglesia.

Si no hubiera saltado, habría sido dividido en dos, punteando el lugar con sus entrañas.

Usando su impulso, Rintarou recuperó el equilibrio para ponerse de pie nuevamente y miró hacia atrás.

“Me pregunto qué demonios podría estar pasando aquí… Merlín”.

En una repisa ante el desmoronado segundo piso se encontraba una joven que cargaba un arcón y miraba a Rintarou con ojos enloquecidos que la fulminaban.

“¡¿Lamorak, tu-?!” Rintarou gritó, y el segundo piso cayó detrás de él, colapsando ruidosamente.

“Me has subestimado. Tuve un mal presentimiento y volví corriendo a casa. Y aquí estamos, con mi amado señor en este estado de desorden… Esto va a ser difícil de pasar por alto”.

Sir Lamorak sonrió como si hubiera estado esperando esto todo el tiempo.

“Mierda…” Rintarou apretó los dientes, inusualmente descompuesto.

¡¿Por qué?! ¡¿Por qué está Lamorak aquí?! ¡Mi límite secreto era perfecto! ¡Incluso un mago de la era legendaria no podría romperlo, y mucho menos un caballero como Lamorak! Pero entonces, ¿por qué está ella aquí? ¿Cómo se abrió paso? Rintarou pensó mientras rechinaba los dientes.

“… Sir Lamorak… usted… me salvó…”

Mientras recogía su ropa, Emma se dirigió hacia Sir Lamorak… y se acurrucó junto a ella.

El Sello de Control Tallado había desaparecido. Debe haber sido porque su sesión fue interrumpida.

“Oh, debe haber sido tan aterrador, Emma… lo siento. Esto sucedió porque era descuidada… ”

Había algo desvergonzado en la amabilidad externa de sir Lamorak.

“Pensé que… podría dejarte Rintarou Magami. Pero… no podría haber adivinado que esto sucedería. Nunca hubiera pensado que jugaría con tu corazón y te traicionaría… ¡Ni siquiera podía imaginar eso! Lo siento mucho, Emma… Soy un fracaso como caballero”.

Expresó pesar y expiación por su propio error, pero definitivamente había algo detrás de ellos.

Pero Emma ni siquiera se dio cuenta de eso.

“… Está bien… estoy bien… así que…” Humedecida por las lágrimas, sus ojos ardían con odio y rabia.

“Mi amado señor, por favor dame la oportunidad de expiar mis pecados. Permíteme usar mi arma para arreglar mi error. Ahora… ¿qué quieres que haga, Emma? ¿Qué te gustaría que hiciera con ese traidor, ese alimentador de fondo, ese chico vulgar?” Sir Lamorak preguntó.

“… Por favor… mátalo…”

Fwoosh. Algo fantasmal y negro surgió del cuerpo de Emma…

“¡Rintarou Magami! ¡Me traicionaste…! ¡No te perdonaré… nunca lo haré…! ¡Esta es una orden real…! Mata a ese feo traidor… ¡Mata a Rintarou Magami! ¡Asesinato Rintarou Magamiiii!” Chilló Emma, liberando su ira.

“Lo tienes, mi amado señor— ¡ah-ha-ha-ha-ha-ha!” respondió Sir Lamorak.

Rebosante de indescriptible deleite y euforia divina, se dirigió hacia Rintarou con una sonrisa: degenerada, mórbida y demente.

Se sentía casi como si finalmente hubiera tenido la oportunidad de cumplir un deseo de larga data.

Ya veo. Todavía hay cosas que no puedo entender, pero… Estoy empezando a ver detrás de esta farsa. Rintarou miró a Emma junto a Sir Lamorak.

El aura débil y extraña que envolvía a Emma no podría haber sido discernida sin visión espiritual.

Era negro rojizo, como si se concentrara en la malicia humana. Fue nauseabundo.

… Eso es… una maldición de un Corazón Cambiado…

Una maldición de un Corazón Cambiado era una de las maldiciones más perversas, y podía cortar escalofriantemente lazos irremplazables entre los lazos platónicos de un rey y un caballero o los románticos entre un hombre y una mujer.

La maldición fue simple. Los malditos experimentarían diez veces más odio, asco y resentimiento si la parte designada los ‘traicionaba’.

Pero las relaciones sin ninguna traición o mentira no existían en este mundo.

A veces, era necesario mentir u ocultar la verdad por el bien de la otra persona. Sin embargo, la Maldición de un Corazón Cambiado hizo que esas cosas triviales fueran imperdonables.

Este no es el trabajo de Lamorak. Ella no sabe lo primero sobre la magia. No sé quién lo hizo, pero parece que Emma fue seleccionada específicamente para este propósito. ¿No hubo una bruja malvada durante la antigüedad que utilizó esa maldición para interferir con la Mesa Redonda y otros países…?

Ahora no era el momento para que él tomara eso en consideración.

Fwsht. Frente a Rintarou, Sir Lamorak saltó del segundo piso con armadura completa.

“La escuchaste. Lucha conmigo, Merlín.”

“¡Por qué tú! … ¡¿Ese fue tu verdadero objetivo todo el tiempo?!”

“¿Hmm? No tengo idea de qué podrías estar hablando,” dijo Sir Lamorak, una mentira descarada… Desenvainó su claymore y caminó tranquilamente hacia Rintarou.

Entonces, el Rothschild se formó a su alrededor…

Ha-ha. Esto es malo… ¡No hay forma de que pueda ganar! Rintarou no pudo evitar reírse.

Tomó la postura, el espíritu, el aura de Sir Lamorak… y sabía que esto era un hecho.

Era casi exactamente lo mismo que cuando se había enfrentado a Sir Lancelot y Kujou el otro día.

Una cosa era si él fuera Merlín en su apogeo, pero como Rintarou Magami, esto estaba fuera de su alcance.

Lamorak con los escudos rojos, el Rothschild: Sir Lamorak de Gales.

En el pasado, ella era la mejor del alto mando y una de los caballeros más fuertes que dieron fama a la Mesa Redonda.

“Vamos… Date prisa y muéstrame ese poder de antes…”, dijo Sir Lamorak, acercándose a Rintarou.

Con eso, ella debe haber querido decir su transformación de Fomoriana.

“Merlín, tienes algo especial en ti, ¿no? Parece que todavía no puedes usarlo en toda su extensión, pero… está bien. Seré gentil mientras te enseño lo básico, como si fuera tu primera vez. Muéstrame la versión más dinámica de ti mismo que puedas… ¿De acuerdo?”

Maldición, ¿qué hago? Rintarou trató desesperadamente de pensar en una forma de sobrevivir mientras saboreaba la adrenalina.

Si iba a luchar contra Sir Lamorak, la Transformación de Fomoriana sería esencial, pero aun así, estaría lejos de lo que necesitaba.

Si intentara usar la Transformación de Fomoriana para luchar en esta situación, solo se acercaría a una lenta derrota.

…¿Qué debo hacer?

Simplemente no tenía sentido pelear aquí. No era ancho. Quería hacer un retiro estratégico, pero Sir Lamorak no lo dejaría escapar tan fácilmente.

En ese caso, necesitaba encontrar una oportunidad para alejarse de la pelea, pero necesitaría la Transformación de Fomoriana para hacerlo. El único problema era que supondría una carga inmensa para el cuerpo de Rintarou.

Después de todo, todavía se estaba recuperando del daño reaccionario de la pelea con Kujou. Si activara sus poderes ahora, no podría continuar, incluso si lograra escapar.

“¿Hmm? ¿No lo vas a hacer? Bueno, realmente no me importa… ”

Ni siquiera le dio a Rintarou la oportunidad de descubrir qué hacer…

“… Estamos empezando ahora”.

¡Bam! Hubo el sonido de un impacto, como si el aire explotara.

Sir Lamorak pateó la tierra y preparó su claymore mientras se lanzaba hacia Rintarou.

No pudo postergarlo más.

¡Heh! ¡Supongo que no tengo elección!

Preparándose, Rintarou comenzó a invocar su Transformación Fomoriana—

¡Rustle! ¡Rustle-rustle!

De repente, Rintarou fue envuelto por una tormenta de hojas dispersas.

“¡¿Qué?!”

Rintarou, Sir Lamorak y Emma estaban en estado de shock.

Una vorágine de hojas danzantes giraba ante sus ojos y oscurecía su visión.

Sin embargo, Sir Lamorak no dio un respingo, y el destello desencadenante de su claymore se cortó en ese momento.

Debería haber atrapado a Rintarou, pero había desaparecido en la niebla, desapareciendo en las hojas dispersas.

La claymore de sir Lamorak atravesó el cielo y voló toda la cerca que rodeaba la iglesia.

Transcurrieron unos segundos de silencio…

“… Se escapó”, escupió Sir Lamorak molesto. Envainó su espada y retiró a su Rothschild. “Esa fue Blood Sorcery of Elves. Secret Fey Road, ¿eh? Debe ser obra de esa pequeña ninfa Felicia. Hmph… Pensé que era un lacayo sin valor, pero podría haberla subestimado. No puedo creer que me haya puesto una”.

Le habían robado su oportunidad nuevamente antes de que pudiera romper su festín… La expresión de Sir Lamorak puso sus emociones en plena exhibición mientras apretaba los dientes.

“… ¡Sir Lamorak!” Emma llevó su Excalibur en la mano mientras bajaba. “Vamos tras él. El Secret Fey Road es un tipo de magia que lleva a la parte designada al usuario de magia usando un Pixie Guide, pero… su rango no es tan amplio. Ella debe estar cerca. Si seguimos los rastros del aura, definitivamente los encontraremos”.

“Oh, Emma. ¿Tú también vienes? ”

“Si. ¡Me engañó esta noche, y me aseguraré de castigarlo!”

Cuando sir Lamorak miró, Emma estaba llorando de pena, a pesar de que sus ojos brillaban de ira.

“¡Me gusto, pero…! ¡Lo amaba, pero…! ¡Pero Rintarou Magami me rechazó…! ¡Él eligió a Luna…! ¡No puedo perdonarlo…! ¡Soy mucho mejor que ella! ¡Como mujer y como rey! ¡Rintarou Magami debería amarme y estar a mi lado, pero…! ¡Pero…! ¡No hay nada que pueda perdonarlo por ahora!”

Odiaba a Rintarou con la intensidad suficiente para avivar las llamas del infierno.

Al mismo tiempo, ella tenía un amor más profundo que un océano para él.

Las llamas del amor y el odio la abrasaron desde dentro. Por primera vez en su vida, sintió un fuerte impulso.

Era irónico que este fuera el momento en que Emma tuviera claridad sobre su razón para luchar en medio de sus emociones oscilantes.

“¡Ya no me importa salvar el mundo! ¡No me importa un mundo en el que no me quiera! ¡No me importa un mundo donde nadie me cuide, donde nadie sea amable conmigo! ¿Y sabes qué? ¡Lo romperé… destruiré todo sobre Rintarou Magami y Luna…! ¡Haré que se arrepienta de no haberme elegido mientras está en los pozos del infierno…! ¡Esa es la razón por la que me convertiré en Rey! ¡Me convertiré en Rey para destruir su Royal Road!”

Sir Lamorak observó cómo Emma ardía con un fuego infernal oscuro y apasionado.

“Aaah… Bien… Emma… Realmente me gusta… este nuevo tú”, murmuró Sir Lamorak como si estuviera en éxtasis.

“Sí… Por eso arriesgué mi vida para servirte, mi Rey supremo… Emma Michelle. ¡Te dedico mi espada, mi alma, mi vida y todo! ¡Hasta que la muerte nos separe, mi cuerpo estará a tu lado! … ¡Ah-ha…Ha-ha-ha-ha-ha-ha!” Ella juró su lealtad absoluta a Emma.

El rugido de la risa de sir Lamorak se desbordó de alegría. Era casi una oda cantada por el nacimiento de un señor. Se hizo eco de alegría a través de la noche.