Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 2

Capítulo 28: El Ex-Señor Demonio Y Un Giro Inesperado

En resumen, el primer día transcurrió sin contratiempos, aparte del lío que hizo Sylphy. Y cuando amaneció, las cortinas se levantaron el segundo día del festival escolar. El sol caía a raudales, iluminando la tierra, mientras dábamos la bienvenida a otro cielo azul con brisa que se extendía por millas.

Parecía haber más tráfico peatonal en comparación con el día anterior. La gente que paseaba por el festival se estaba volviendo más enérgica a cada segundo.

A través de la multitud de invitados, estaba patrullando solo. Básicamente, me movería de forma independiente a partir de este día. Dado que a Sylphy se le había ordenado que esperara en espera en nuestro puesto de la clase, Ireena tuvo que cubrir las áreas que habrían estado bajo su vigilancia.

No hacía falta decir que estaba vigilando constantemente a Ireena, y ella se pondría en contacto conmigo de inmediato si algo salía mal.

Dicho eso, los demonios no habían mostrado el menor indicio de sí mismos hasta ahora. Quizás la amenaza fuera falsa. Vigilaba el campus, sospechando de sus movimientos.

“Ugh. ¿Una hora de espera? Eso es tan molesto”.

“No podemos hacer mucho. Es comida barata y de calidad. Eso no sucede a menudo”.

“Me atrapaste. Supongo que lo aguantaré”.

El clamor de la conversación llenó mis oídos y llamó mi atención, incitándome a echar un vistazo. Vi una larga fila de personas saliendo de un solo puesto.

En ese momento, me di cuenta de que los chicos que estaban en esa conversación tenían motivos ocultos para entrar a una tienda con una hora de espera: el Bikini Girls Café.

Esos chicos no buscaban una comida de “calidad”. No estaban aquí para saciar su hambre física. No, estaban actuando por puro deseo carnal.

Y los que gestionaron esta obvia imitación de nuestro propio puesto no fueron otros que…

“¿Oh que es esto? Bueno, si no es el hijo de los Grandes Magos. ¿Qué te trae por aquí?” alguien provocó con una voz alegre y burlona mientras yo pensaba.

Los estudiantes de la Clase A.

Era un grupo de cinco estudiantes aristocráticos que me miraban con desbordante animosidad.

“… Sin motivo en particular. Estoy de patrulla y pasó por allí”.

Su líder se burló. “Sí claro. Quiero decir, eres un plebeyo vulgar. ¿Estás seguro de que no viniste aquí para ver nuestra tienda?”

Nuestra tienda. Así es. El Bikini Girls Café fue dirigido por la Clase A.

Tuvieron el descaro de robar nuestra idea justo delante de nuestras narices. Bueno, si eso fuera todo lo que hicieron, no habría tenido un hueso para elegir con ellos. Pero según los rumores, habían contratado a un chef de primer nivel para que encabezara toda la preparación de la comida e incluso eligieron a las mujeres más bellas de la capital real para que fueran sus meseras.

“… Bueno, se lo daré a los miembros de la Clase A por su experiencia en la gestión de préstamos”.

Cada clase tuvo que conformarse con su presupuesto provisto para el festival, pero esa cantidad no sería suficiente si tuvieras grandes ideas para el puesto de tu clase, por lo que sería esencial tener más dinero en efectivo. Esto resultó en que nuestra clase hiciera algunos arreglos, incluida la firma de un contrato a plazo, para duplicar nuestro presupuesto… pero para lograr la magnitud del puesto de la Clase A, imaginé que necesitarían alrededor de ocho veces más de lo que se les dio.

“¿Cómo se las arregló para asegurar fondos sustanciales en tan poco tiempo? Me encantaría aprender un par de cosas de ti”.

“Hmph. Incluso si un plebeyo conociera la forma aristocrática de administrar las finanzas, sería una pérdida de tiempo y recursos por su parte”, respondió con desprecio. Pero pude ver una sola gota de sudor correr por su tranquila fachada.

Fue tan obvio. Básicamente estaba confesando que habían hecho trampa al aumentar su presupuesto.

“… Bueno, me despediré y continuaré la patrulla”.

“Buena suerte. Lo necesitarás. Quiero decir, puedes intentar todo lo que quieras, pero al final saldremos victoriosos”. Se rio entre dientes, burlándose abiertamente de mí cuando le di la espalda.

Suspiré con tristeza. Sabía que encontraría esqueletos en sus armarios si pudiera abrirlos, lo que llevaría a su posible descalificación. Pero… me propondría no hacer eso.

Continuaríamos la batalla a pesar de su ventaja. Y ganaríamos. De lo contrario, no estaría satisfecho.

… Supongo que yo también me estoy cabreando. Dejé que mis pies me llevaran instintivamente a nuestro puesto.

El letrero anunciaba THE EROTIC MAID CAFÉ, que no podía ser más fácil de entender. La cola afuera no era menos inferior a la cabina de la Clase A.

“Mmm. Pasará un tiempo antes de que pueda entrar “, observé.

Quería ver a todos en el trabajo, pero eso no parecía posible. Como les había dicho a los estudiantes de la Clase A, estaba patrullando, lo que significaba que no tenía tiempo que perder. Estaba lo suficientemente satisfecho al confirmar que el negocio estaba en auge.

“¡Raaaaaaah! ¿Qué crees que estás haciendo, amigo?” resonó una voz demasiado familiar, resonando a nuestro alrededor en toda su estúpida gloria.

A través de la pared del puesto, un torrente dorado estalló con furia.

Cambio de planes. Al perdonar el alboroto, hice cola para entrar y me disculpé con los invitados en la cola. Tan pronto como entré en la cabina, una chica apareció ante mis ojos, una idiota con un traje de sirvienta rediseñado y molesta…

Sylphy. Estaba de puntillas, su diminuta estatura extendida a su máxima altura, con la espada sagrada Demise-Argis contra un invitado.

“¡Tuuuuuuu! ¡Tocaste mi trasero ahora mismo! ¡Los pervertidos reciben la sentencia de muerte!”

“¡¿Eeeeek?!”

Deja vu. Ayer vi esta misma escena.

…De todas formas. Interrumpí y reprimí su estampida sin sentido, luego expulsé de la tienda al invitado que había causado el alboroto y lo acompañé fuera.

En cuanto al agujero gigante en la pared creado por esta tonta… no tuve más remedio que hacer algo al respecto con magia.

“¡W-Wow…! ¡Parece como si estuvieras rebobinando el accidente…!”

“¡P-Para manipular el tiempo! ¡Ard, eso es están enfermo…!”

“¡Oh, quiero casarme con él…! ¡Lo digo en serio…!”

Las chicas que lucían sus trajes de sirvienta rediseñados me lanzaron miradas llenas de pasión.

“… Esto no es nada por lo que emocionarse. Es solo magia de avivamiento que modifiqué y cambié. Cualquiera puede hacer este pequeño truco,” afirmé antes de darle a Sylphy una severa lección.

Después de asegurarme de que había reflexionado lo suficiente sobre sus acciones, suspiré. “Bueno, entonces, me despediré…”

“¡Oh, no digas eso! ¡Has venido hasta aquí! ¡Permítanos mimarlo con nuestra hospitalidad!” Ginny se acercó al trote, brindándome una amplia sonrisa, deslizando su brazo a través del mío y presionando sus enormes pechos contra mí… Vi como mi brazo se hundía entre esos picos gemelos enrojecidos y sentí su incomparable suavidad que erosionó mi alcance sobre toda razón.

“O-Okay. Solo un momento…”, solté, lo cual era peculiar.

Ginny dejó que una oscura sonrisa se dibujara en sus labios. “¡Está bien! ¡Tal como ensayamos! ¡Piense en esto como el lugar donde se seleccionarán las cien mujeres del harem de Ard!”

“””¡Sí señora!””” Gritó un grupo de chicas, como si fueran parte de un ejército bien entrenado. Y no eran solo los intermediarios para ayudar a los clientes. Incluso los que estaban al servicio de otros abandonaron sus deberes en el acto mientras se movían colectivamente con elegancia y precisión infalible. Todas para darme la bienvenida.

Cuando pude vislumbrar sus expresiones concentradas, ni siquiera pude bromear diciendo que pensaba que abandonar a los otros clientes era una mala idea. Me miraba con la intensidad de un carnívoro que rodea a su presa.

“Primero, ¡saludos! ¡Tres dos uno!”

“““¡Bienvenido a casa, Maestro!”””

Formaron una sola línea y se inclinaron al unísono perfecto mientras la gravedad tiraba de sus pechos hacia abajo, hacia abajo, hacia abajo, enfatizando su forma. Esto tenía que ser intencional.

En circunstancias normales, al ver sus siluetas sexys, no podría evitar sentir el calor en la habitación, pero…

“¡Luego, guíalo a su asiento!”

“””¡Sí, señora! ¡Por aquí, Maestro!””” Todas las chicas tenían los ojos inyectados en sangre que me petrificaron. Me sentí como si me hubieran arrojado a una manada de animales hambrientos.

Claro, sus miradas rebosaban de atractivo sexual, pero… no me sentí estimulado. Tal vez se debió a la transparencia de sus motivos ocultos.

“““¡¿Qué le gustaría ordenar, Maestro?! ¿Una bebida? ¿Un mordisco en la oreja? ¿O tal vez te gustaría ordenarme? ¡Esa es mi recomendación personal, Maestro!”””

“… Está bien, tomaré una copa. Un jugo de naranja, por favor”.

“””¡Entendido! ¡Un vaso de leche extra cremosa, ya viene! ¡Aquí tienes! ¡Sírvete nuestras tetas!”””

“¡Nadie pidió tal cosa!”

Una horda de chicas presionó sus pechos contra mi cuerpo. ¿Hospitalidad? Era más como una caza completa.

Y durante esta escandalosa juerga, Ireena entró en la cabina, como por un cruel truco del destino. “¡¿Qu-qu-qu-qu-qué estás haciendo?!”

“Sirviendo al amo. ¿Qué más?” Provocó Ginny, lista para iniciar un altercado en el acto.

“¿S-Sirviéndole? ¡Yo puedo hacer eso también! ¡Fácil!” Gritó Ireena, desapareciendo en la parte trasera de la tienda por un rato.

“¿Q-Qué piensas? ¿Me veo bien?”

Ir cara a cara contra Ginny era la única razón por la que Ireena se había puesto el nuevo y mejorado traje de sirvienta. Estaba seguro de ello.

Y en el momento en que ella se reveló, todos esos bastardos en el puesto gritaron y vitorearon.

El atrevido atuendo había sido cosido exactamente como Ginny pretendía en el papel. La parte superior era una fusión de vanguardia de un uniforme de sirvienta y el bikini más pequeño… lo que significaba que dejaba al descubierto la piel blanca sedosa de Ireena y los senos flexibles que se volvieron llenos con los años. Un movimiento en falso y sus partes íntimas estarían en exhibición para que el mundo las viera. Fue una situación arriesgada.

La mitad inferior, por otro lado, no se molestó en ocultar nada. Era cuestionable si la falda tenía un propósito, y su trasero carnoso cubierto con una tanga negra estaba completamente al aire.

… Quiero arrancarle el ojo a cada idiota que se le cae la baba y se la mira con los ojos. ¡Como tu padre, no puedo dejar que te vayas con este atuendo inmodesto!

“I-Ireena. Por favor, ponte el traje de sirvienta normal”.

“¡No! ¡Voy a servirte en esto!”

“¿P-Pero no estás avergonzada?” Pregunté, y su cara se sonrojó mientras miraba hacia otro lado.

Sus muslos se rozaron entre sí mientras se movía nerviosamente. “N-No es vergonzoso en absoluto. Si soy sincera… me emociono mucho cuando la gente me mira desnuda, desde que fui secuestrada”.

Con eso, debe haberse estado refiriendo al incidente con Elzard… que fue cuando la desnudaron a absolutamente nada, lo que le dio a la multitud de demonios acceso completo a su piel aterciopelada.

Así que esta es la razón por la que tiene este extraño problema.

Nunca me había enfurecido tanto como cuando pensaba en los culpables, Elzard y los demonios, Elzard en particular. Si nos volviéramos a encontrar, la golpearía hasta convertirla en una maldita pulpa.

“¡I-Ireena! ¡Jefa! ¡Te ves tan sexy…! Geh. ¡Geh-heh-heh…!” gritó algún idiota, acercándose a descubrir una extraña preferencia por ella misma. Pero eso no me importaba.

“¡Serviré a Ard y atenderé todas sus necesidades! ¡El resto de ustedes, retrocedan!”

“¡Señorita Ireena! ¡Eres tan agresiva! ¡Tienes que entender que Ard es el maestro de todas!”

“””¡Sí, es cierto!”””

“¡Ugh! ¡Basta ya! ¡Sois todos tan molestas! ¡Ard es mío! ¡Y mi amo solo!”

“¡No deberíamos estar peleando! ¡¿Qué tal si dividimos la diferencia… y dejamos que yo haga el servicio?!”

“No, Sylphy. Le agradecería que esperara tranquilamente al margen”.

“¡¿Gweh?!”

En el Erotic Maid Café, las peleas entre las chicas se prolongaron durante algún tiempo.

… La Guerra por el Servicio terminó por fin, y la paz se instaló nuevamente en el puesto. El tráfico comenzaba a disminuir.

“Um, Ard. ¿Puedo tener un momento?” Gritó Ginny.

Hubiera usado patrullar para disculparme si hubiera pensado que ella quería capturar un momento tórrido juntos… pero parecía completamente seria.

Me dejé llevar a la parte trasera a su voluntad. Ireena y Sylphy nos siguieron de cerca, pero Ginny toleró esto sin quejarse cuando entramos en la sala de descanso. Sin nadie más alrededor, era el escenario adecuado para una conversación real.

“… Tengo noticias sobre nuestra competencia y ventas superiores a la Clase A. Si no tomamos las medidas adecuadas, estoy seguro de que perderemos”.

“¡¿Que—?!” Sylphy gritó cuando Ginny nos miró con ansiedad.

Ireena me miró con expresión preocupada.

“Mmm. ¿Cuál es tu base?” Yo pregunté.

“Cierto. Envié a varias personas para un reconocimiento… y desafortunadamente no pueden evitar admitir la calidad superior de su comida y sus chicas. Y eso se correlaciona directamente con su número de clientes”.

“Lo que significa que ya hay una discrepancia en las ventas”. “¡E-E-E-E-E-E-Esto es malo! ¡¿Qué hacemos…?!” “¿Y qué tan grande es la brecha?”

“No puedo decirles las cifras exactas… pero estimaría que sus ganancias son una vez y media mayores que las nuestras”.

Mmm. Una diferencia considerable.

“¡Tenemos que hacer algo…! ¡Oh, yo… lo sé! ¡¿Quizás podríamos usar la obra para publicitar?! ¡Entonces obtendríamos más invitados!”

“Eso es verdad. Como sugirió Sylphy, nuestra actuación será una oportunidad ideal para promocionarnos… Pero…”

“Los muchachos de la Clase A ya han planeado con eso en mente”.

“Oh sí. No hay duda de que tienen un as bajo la manga”.

Lo que significa que nosotros mismos necesitábamos otra contraestrategia.

“… Supongo que aquí es donde debo revivir la tradición confiable de erock tic-papel-tijeras”, sugirió Ginny, soltando una serie de palabras extrañas.

“¡Para todos en el campus! ¡El Torneo de Batalla del Rey Espada ha vuelto este año! ¡Es un festival de luchadores con espada dedicado al legado del tercer rey de Laville! Como siempre, los participantes de todos los paseos están invitados a postularse, ¡incluidos los de fuera! La fecha límite es hoy a las dos de la tarde. No te lo pierdas—”, gritó una transmisión por los parlantes, haciendo eco a través de la sala de descanso.

Sylphy se puso de pie de un salto con un fuerte estrépito. “¡E-Eso eeeeees!” Rugió, mirando al cielo como si fuera un sabio golpeado por la revelación divina. “¡Todos estarán en el Torneo de Batalla del Rey Espada! ¡Arrasaremos por completo en la competencia! ¡Y podemos promocionar la tienda en cada pelea!”

Mmm. Habíamos hecho algo muy similar en los viejos tiempos: en las arenas, los combatientes participaban en sus batallas diarias vistiendo prendas adornadas con nombres de empresas como anuncios ambulantes. Había sido supereficaz.

“Suena bien para mí. Estaba pensando en unirme”. Ireena parecía estar recordando el pasado. “Papá también entró antes. Se veía tan genial sosteniendo su recompensa, la réplica de la Espada Sagrada, luciendo como una pintura épica… “

“¿Réplica de la Espada Sagrada? ¿Qué es eso?”

Fue Ginny quien ofreció una respuesta. “Se dice que es un tesoro del propio tercer rey de Laville. Había adorado a Lydia la Champion y había hecho una réplica de ella. Esto se convirtió en un tesoro nacional”.

… Su Espada Sagrada, eh. No era algo que quisiera ver pronto, réplica o no. En cualquier caso, esa espada era…

“Continuando. Cuando se fundó nuestra escuela, el rey confió la réplica de la Espada Sagrada a la academia con la esperanza de que pudiera atraer a quienes la merecieran”.

“… ¿Es prudente ofrecer algo tan valioso como recompensa? El torneo está abierto a todos, ¿verdad? Eso significa…”

“Cierto. Los forasteros pueden ganar y llevarse el tesoro nacional”. Antes de que pudiera terminar mi oración, Olivia había entrado en la habitación en algún momento, aparentemente, y había hablado. “Pero esa réplica tiene historia. Para empeorar las cosas, siempre termina regresando a la academia en muy poco tiempo… como si buscara volver a encajar en su funda”.

Hizo que sonara como si quisiera que alguien fuera de la escuela lo llevara lejos de la academia hasta el final de los tiempos. Esto me pesó, pero según cómo estaba actuando, me di cuenta de que no estaba dispuesta a divulgar la verdad en el corto plazo.

“De todas formas. También planeo estar en el torneo de este año”, agregó.

“Oh vaya… supongo que el ganador ya está decidido, entonces.”

El Torneo de Batalla del Rey de la Espada involucró dos cosas: habilidades con la espada y magia para fortalecer el cuerpo. Si esas fueran las condiciones, podríamos recorrer el mundo entero, y Olivia aún no tendría rival. Lo que debería saber mejor que nadie. ¿Por qué estaría interesada en participar?

“No. Es demasiado pronto para declararme vencedor. En cuanto a por qué… Ard Meteor, tú también entrarás”.

“… ¿Qué?” Dejé escapar de mis labios, revelando mi voz real, golpeada por el golpe de esta bomba. “N-No, no, no, no, no. ¿De qué estás hablando, Lady Olivia? Para que yo participe… “

“Lo siento, pero ya te inscribí”.

¿Qué estás tratando de hacerme, eh?

“P-Pero hacer un espectáculo de mi poder es—”

“Cállate. No me importa lo que sea que tengas. Si planeas negarte… podría decidir tomar cierto asunto en mis propias manos. ¿Te parece bien?”

¡E-Esta maldita…!

Ese asunto en cuestión revelaría mi verdadera identidad, si yo era el Señor Demonio. Básicamente, ella estaba insinuando que para demostrar mi inocencia, ¡no tenía más remedio que luchar en el torneo de una manera que disipara sus sospechas…!

“Hee-hee-hee. Esto será divertido. Finalmente llegaremos a arreglar las cosas de una vez por todas”. Olivia sonrió de una manera demasiado fabulosa, lo que instintivamente me dio ganas de lanzar.

“Yo también podría entrar, si Ard está participando. Enséñame los movimientos de tu espada taladrándome. “

“… Eso suena como una excusa conveniente para que te metas en una confusión y te aproveches de él”, espetó Ireena.

“Cielos. Eso es lo que llaman desconfianza, señorita Ireena”.

“No sé nada de eso. Todos los succubi son de una raza pervertida con la cabeza llena de sexo durante todo el año. No puedo confiar exactamente en ti”.

“… Oye, señorita Ireena. Puedes hablarme todo lo que quieras, pero sé amable y deja de insultar a mi gente, ¿verdad?”

“Nooope. Solo digo la verdad”.

Se dispararon dagas la una a la otra.

“Ahora que lo pienso, no pudimos resolver las cosas en el Evento de Batalla la última vez… te ganaré esta vez. Prepárate.”

“Da lo mejor de ti, sucia súcubo”.

Sus cuerpos estaban envueltos en una intensa determinación de luchar que irradiaba y chocaban entre sí. Pero la situación que ahora se estaba gestando entre ellos estaba más allá de mi interés.

Dentro de mi mente, una frase se hizo eco una y otra vez como un estribillo. Y eso fue—

¿Por qué las cosas resultaron así?