Campione (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Diablesas Inquietas

Parte 3

Existen personas que siempre mantienen su teléfono a su lado, y también los que no lo hacen.

Mariya Yuri pertenecía fundamentalmente a la última categoría. Por lo general mantiene su teléfono en su dormitorio, y nunca lo tocaba a menos que sonase, olvidando muchas veces llevarlo con ella al salir.

Alguien tan tecnológicamente analfabeta como Yuri no se pondría a jugar ni usaría su celular sin motivo alguno.

“Ayer, mientras onee-chan estaba fuera de la habitación, lo tomé y le envié ese mensaje de texto.”

Mariya Hikari confesó con honestidad.

Ellos ya se habían ido a un parque cerca de la escuela, se reunieron alrededor de su banco mientras ellas les explicaba. Un grupo que incluye a Godou, Erica, Liliana y a las hermanas Yuri y Hikari, esa escena realmente era algo digno de ver.

“Desde que oí de Onii-sama por parte de Ena-neesama, siempre he querido conocerlo. Ayer finalmente tomé la decisión, pero lo siento, lamento haber usado un método engañoso.”

“Está bien, pero, ¿me puedes decir algo?”

Godou le hizo una pregunta a la amigable, extrovertida e inocente Mariya Hikari.

“¿Por qué me sigues llamando Onii-sama?”

“Si usted es el marido de Onee-chan y de Ena-neesama, entonces usted es ‘Onii – sama’ para mí… ¿O sería mejor que lo llame ‘Su Majestad’?”

“¡No, sólo llámame de forma normal, ‘Kusanagi-san’ está bien!” Se refería a eso después de todo.

Hikari sacudió la cabeza ante la sugerencia de Godou.

“Eso no está bien, usted es el esposo de mis hermanas mayores, ¿cómo podría yo referirme a usted tan impersonalmente? Es de mala educación, por favor, déjeme llamarlo ‘Onii – sama’.”

Las razones que generaban una conclusión tan indignante eran explicadas con una sonrisa perfectamente pura.

Al oír el nombre de Ena y la forma de referirse a él como parte de la realeza, Kusanagi Godou reconoció que ella estaba bastante informada acerca de él.

Sentada junto a tal hermana menor, Yuri dijo tímidamente:

“Mis disculpas, Godou-san… Anoche sentí una especie de atmósfera inestable, pero nunca esperé que Hikari hiciera algo tan absurdo, la culpa es de mi inadecuada supervisión.”

Ella se inclinó disculpándose varias veces.

Yuri llevaba un suéter de lana de color cereza, con un vestido largo, y parecía tan elegante como la hija de una familia aristocrática. Debido a su excelente visión espiritual, pudo darse cuenta de los planes de su hermana.

“Suena bastante embarazoso, pero Hikari tiene un don con las palabras mucho mayor que el mío, y una personalidad mucho más audaz. Incluso cuando yo le preguntaba, ella cambiaba el tema. Es por eso que la he seguido desde que salió de la casa con la esperanza de atraparla en la escena del crimen.”

“Sí~ Pero cuando Onee-chan se pone como loca, no tengo manera de oponerme a ella…”

Al lado de la avergonzada hermana mayor, la más joven protestó.

Viendo a las hermanas Mariya, Erica habló con sentimiento.

“Las comisuras de sus ojos son muy parecidas, por lo que me preguntaba si ella era la hermana de Yuri… Pero sus personalidades son muy diferentes, y me recuerda más a Seishuuin Ena.”

“Ah, soy muy amiga de Ena-neesama. ¡Nos llevamos muy bien!” “¿Podría ser que seas una Hime-Miko también?”

Esta fue la pregunta de Liliana, y Hikari asintió con la cabeza vigorosamente.

“Sí, eso es correcto… Bueno, sólo soy una aprendiz en este momento.”

Después de haber comprado café y té de la máquina expendedora del parque, todos se sentaron en el banquillo para comer el pastel hecho en casa de Liliana.

“Lo siento de verdad, a pesar de que a menudo actúa fuera de la raya, Hikari es en realidad una niña muy obediente. Probablemente pensó que nada importante iba a pasar… Es por eso que ella hizo esto…”

Sosteniendo la botella de té, Yuri se puso cada vez más tímida al hablar.

A su lado, Hikari estaba comiendo felizmente el pastel lleno de frutas. La segunda hija de la familia Mariya tiene actualmente doce años, estudia en el sexto grado en la escuela primaria, y es una señorita intrépida.

“No hay problema. A pesar de que fue una gran sorpresa, no estoy enojado en realidad. No te preocupes por eso, Mariya.”

Godou dijo mientras comía el pastel.

“Por cierto, ya que ella también es una Hime-Miko, ¿tiene alguna habilidad interesante?”

“En realidad, eso es lo que yo también quería preguntar. Siendo una Hime-Miko como Seishuuin Ena y Mariya Yuri, ha de ser muy talentosa de alguna manera, ¿es correcto?”

Al oír la pregunta de Erica, Liliana también expresó su interés.

Godou recordó en este momento que todas las chicas seleccionadas como Hime-Miko podían hacer uso de poderes espirituales especiales.

“Ah, es cierto, puedo usar un poco de mis poderes, pero debido a estar en medio de mi etapa de entrenamiento―”

Cuando Hikari terminó su pastel y estaba a punto de explicar, una melodía ritmo rápido con un se escuchó.

Muy probablemente era un ring tone, Hikari abrió su bolso y sacó su teléfono. Después de ver la pantalla, mostró una expresión llena de preocupación.

“Sí, soy Mariya… H-hola, ha pasado un tiempo. ¿Eh?, ¿Hoy? Umm, es cierto, no tengo nada importante…”

Ella estaba respondiendo frenéticamente. Mirando a Godou en ese momento, de repente dijo: “¡Lo siento, te llamare después!” y colgó el teléfono.

“Umm, Onii – sama, ¿puedo pedirle un favor?”

“¿Un favor? ¿Qué puede ser?”

Godou miró a Hikari, que parecía muy vacilante.

“¡Onii – sama. Dado que usted es el amado esposo de Onee-chan y Ena-neesama, le estoy pidiendo esto!”

“¡Espera un minuto, hay algo equivocado en esta introducción!”

“¡En verdad, algo me ha estado molestando últimamente. Cuando lo discutí con Ena-neesama antes, ella me sugirió pedirle ayudar a Onii-sama…!”

Aunque Godou había pedido que cambiara su manera de dirigirse a él, Hikari ignoró por completo al rey demonio.

(¿Ella se ve muy preocupada?)

Yuri parecía haberse dado cuenta de algo también, y mostraba una expresión de incredulidad.

“¡¡Hikari!! ¿¡De verdad piensa discutir este asunto con Godou-san!?”

“Sí, es cierto. El joven maestro de la familia Kuhoudzuka me llamó hace un momento, preguntándome ‘¿Podríamos vernos más tarde?’…”

Luciendo un poco angustiada, parecía que una especie de oscuro personaje había aparecido, haciendo que la alegre chica se preocupase.

Impulsado por un sentimiento de heroísmo, Godou respondió de inmediato. “Mientras esté en mi poder, sin duda te ayudaré ― pero ¿Qué quieres que haga?” Después, Hikari pasó varios minutos explicando todo el asunto.

“¡¡Cómo!! ¿¡Quieres que haga ese tipo de papel!?”

Godou expresó gran conmoción, mientras que Yuri se disculpó profusamente.

“L-lo siento, estoy realmente muy apenada. Antes de regresar a su hogar ancestral, Ena se había quedado en mi casa y yo la oí hablar de esto con Hikari, pero nunca hubiera pensado―”

“Pensar que realizarías una solicitud de este tipo al invencible Campione… No, ¿tal vez sería una gran oportunidad para promover su poderosa reputación…?”

“Sí, yo también creo que es una idea interesante, me gusta mucho.”

Liliana estaba murmurando para sí misma con seriedad, mientras que Erica se reía a carcajadas. Treinta minutos más tarde, una lujosa limusina negra se detuvo frente al parque.

El pasajero junto al conductor que acababa de bajar era un joven de más o menos veinticinco años. Muy masculino en apariencia, llevaba un traje a medida y despedía una impresión muy gentil y elegante de un joven consumado.

“Bueno, la otra parte ha llegado, ¿Están todos listos?” De alguna manera, Erica terminó tomando el mando.

Cuando apareció la hermana de Yuri, había estado en silencio durante un tiempo, pero ahora ella era partícipe con gran interés.

Por otro lado, Godou tenía una sensación de depresión. Era evidente que no había necesidad de actuar según esta farsa. Sin embargo, era con el fin de ayudar a Hikari. Renunciando a toda esperanza, se sentó en el banquillo abatido.

“Godou, no está bien como te ves. Debes lucir un poco más impresionante, cruza las piernas, levanta la cabeza en alto y saca pecho.”

Debido a su postura jorobada, Erica le dio instrucciones de actuación.

No tenía más opción que hacer lo que le ordenó y, a continuación, Yuri tuvo que apoyarse en el lado derecho de Godou.

“La expresión de Yuri es demasiado rígida, sí, si es posible, ¿podrías actuar como la hermosa amante apoyada en el jefe de la mafia, y hacer algunas expresiones seductoras propias de una mujer fatal?”

“¡¡Cómo es eso posible!! ¡¡Definitivamente yo no puedo!!”

Nuevamente, bajo la dirección de Erica, Yuri frenéticamente negó con la cabeza. Aun así, ella se acercó a Godou y creó un ambiente muy íntimo.

“Lily sólo tiene que mantenerse como siempre, después de todo, no puedo esperar talento alguno de tu parte para la actuación. Sin embargo, por favor, muestra un frío ambiente, como el de un guardaespaldas que es también su amante.”

“¡¡Que yo sea guardaespaldas de Kusanagi Godou es un hecho, no necesito actuar!!” Respondiendo a Erica con un fuerte tono, Liliana se puso de pie a la derecha de la banca.

Tenía los brazos cruzados frente a su pecho, su violenta mirada era definitivamente como la de un guardaespaldas, pero no mencionemos la parte de ser su amante.

“Hikari, ponte al lado de Godou también. Sí, tienes que apoyarte en el pecho de Godou, actuando como si estuvieras siendo mimada… Además, muéstrate un poco complacida por esto.”

“¿A-así? ¡Gracias!”

Hikari hizo honestamente lo que le dijo Erica, e incluso le dio las gracias.

En este momento, con la hermosa jovencita apoyándose fuertemente en él, Godou pudo sentir su calor corporal, por dentro estaba sujetando fuertemente su cabeza con ambas manos.

(De verdad, ¿por qué tiene que pasarme esto a mí?)

Y, por último, Erica se puso detrás de la banca, abrazando a Godou desde atrás.

Sus delgados brazos se envolvieron alrededor de los hombros de Godou, podía sentir algo muy elástico y agobiantemente caliente sobre su cabeza. Godou se juró a sí mismo que ni siquiera iba a tratar de pensar en qué tipo de objeto era.

“Por cierto, Godou, sostén a Yuri por los hombros fuertemente, como expresando ‘esta es mi mujer’, ¿De acuerdo? Y luego acaricia la cabeza de Hikari con la misma delicadeza que a un gatito, inténtalo.”

“¡¡Quién va a hacer ese tipo de cosas!!”

Godou enfadado gruñó en protesta a las indignantes instrucciones de Erica.

Justo cuando habían alistado sus papeles, el joven que vestía un traje se acercó. El encuentro fue decidido con un simple mensaje   ‘Entonces encontrémonos de una vez, ve a este parque en una hora.’ “

Al parecer se llamaba Kuhoudzuka, pero Godou no podía recordar el resto de su nombre.

Godou conocía de las familias Sayanomiya y Seishuuin, además de las otras dos: Kuhoudzuka y Renjou. Todas juntas se conocen como las Cuatro Familias.

En el mundo de la magia japonesa, eran las cuatro prestigiosas familias que se remontan a tiempos antiguos. Este era el joven maestro de la familia Kuhoudzuka, quien se dice será el jefe de la familia algún día.

“Tú debes ser el joven maestro que obliga a Mariya Hikari a estar contigo, ¿Es correcto?”

Erica preguntó al joven mientras continuaba apoyada en Godou. A pesar de que no tuvieron una elección democrática, el papel de la negociación, naturalmente, cayó en ella. Lo que sea, lo más importante es dejar que la persona adecuada tome el rol que se adapta a sus talentos.

“¿Q-quiénes son ustedes? Sólo vine a hablar con Hikari-san…”

El joven Kuhoudzuka se puso frenético.

Frente a tanta gente, era natural que él se sorprendiera. Así que, dado que Erica estaba a cargo de las principales negociaciones, ¿Qué debería decir él? Godou comenzó a dudar.

“Tú en particular, el que está en el centro, sí, tú, no importa lo descarado que seas, debe haber un límite. Disfrutar de tantas chicas atendiéndote así… Como un japonés… ¡No, simplemente como un ser humano!, ¿¡no sientes ninguna vergüenza!? ¡Como alguien semejante a mí mismo, siento lástima por ti!”

(¡Qué comentario tan vil!… No, espera, deberíamos ser nosotros los que se estén quejando.)

El santuario sintoísta bajo su dirección había carecido de una Hime-Miko durante bastante tiempo, por lo que quería que Hikari llenara esa posición. Algo tan simple como eso hubiera sido completamente trivial desde la perspectiva de Godou.

Sin embargo, después de enterarse de la ubicación del santuario, no podía más que oponerse.

Razón por la cual, Godou tuvo que participar en esta farsa. Pero las palabras de la otra persona eran muy razonables, ¿tal vez era una persona buena y seria después de todo? Justo cuando Godou comenzó a preocuparse…

“Ah, este joven maestro, tu visión parece ser sorprendentemente pobre, ¿Eh?”

Erica deliberadamente se burló de él.

Fue correcto dejarle a ella las negociaciones, Godou hizo todo lo posible para mantenerse calmado y miró al hombre de una manera condescendiente. Los resultados fueron inmediatos.

“Tienes a la Hime-Miko de la familia Mariya, y te sirven chicas de cabellos rubio y plateado… ¿Podrías ser―”

El rostro del caballero Kuhoudzuka al instante se puso pálido. Este tipo era realmente honesto. Probablemente se dio cuenta de la identidad del Rey rodeado de chicas.

(…Viendo ese tipo de respuesta por su parte, ¿qué clase de persona cree que soy realmente?) Aunque un poco enojado, Godou lo soportó.

“Por fin te has dado cuenta de quién es este VIP, ¿No? ¿No eres un poco lento?”

“M-mis disculpas, soy de la familia Kuhoudzuka, encargado de velar por el Monarca Divino en el Saitenguu en Nikkou, y mi nombre es Mikihiko. Tener la oportunidad de presenciar el esplendor de Kusanagi Godou, es realmente un gran honor.”

Al oír la burla de Erica, el caballero Kuhoudzuka inmediatamente cambió a una actitud de respeto.

Sonaba como una línea de una representación teatral, Godou sentía que era molesto, pero no tenía más remedio que hablar.

“He oído que tu santuario quiere reclutar a esta pequeña de aquí.” Godou puso su mano sobre la cabeza de Hikari.

Se refirió a ella de una manera frívola y actuó como si fuera íntimo con la aprendiz de Hime-Miko.

Desde el período Edo, la familia Kuhoudzuka había estado vigilando el santuario de Nikkou en Tochigi. La posición de la Hime-Miko que sirve al santuario había estado vacante durante un período bastante largo de tiempo, dado que el puesto supuestamente requería capacidades especiales.

Por supuesto, existía una miko con las características adecuadas. Mariya Hikari era la más adecuada aquí.

“Así como ves, esta pequeña es una estudiante de primaria. Entregarle las responsabilidades de una miko, y hacerla salir de su casa para viajar todo el camino hasta Nikkou… ¿No crees que es demasiado apresurado?”

Desde hace aproximadamente un mes, el joven Kuhoudzuka había estado llamándola frecuentemente para reclutarla.

No sólo le enviaba mensajes de texto, sino que se acercó personalmente para persuadirla. A pesar de que Hikari se sentía preocupada y se negaba, él siempre regresaba y volvía después de un tiempo.

Sin embargo, ella no tenía la opción de cortar lazos con el joven Kuhoudzuka de una de las cuatro familias.

Cuando Hikari se sentía muy preocupada, a la más grandiosa Hime-Miko, que por coincidencia estuvo en el hogar de Mariya, se le ocurrió una idea.

‘¡Este tipo de cosas puedes resolverlas fácilmente pidiéndole ayuda a Su Majestad! Sólo pídele que diga: ‘No voy a dejar que toques a la hermana menor de mi mujer.’ Basta una oración como esa, y Mikihiko no tendrá más remedio que renunciar a ti~’

Esta fue la explicación que Godou escuchó en su momento. (¿Quién es mi mujer?)

Aunque Godou quería protestar contra Seishuuin Ena, no podía ignorar a la hermana menor de una amiga en problemas, y así aceptó ser partícipe de esta farsa―

“Sí. Lo que ha dicho es correcto. Sin embargo, esto sólo se aplica a la gente común. Para aquellos profundamente involucrados con las cuatro familias, no sólo para las Hime-Miko, sino también para los aprendices de las artes marciales y magia, es muy común dejar sus hogares a una edad temprana para llevar a cabo su formación―”

“Aun así, creo que el respeto de los deseos de la persona debería ser la máxima prioridad.”

Ante el preocupado caballero Kuhoudzuka, Godou trató de refutarlo tan civilizadamente como le era posible.

“Hikari también dijo que necesitaba tiempo para pensarlo, ¿por qué no le das un poco más de tiempo?”

“…Entendido. Si el Rey lo dice, entonces no tengo nada que objetar.”

El poderoso título de Rey Demonio Campione tuvo su efecto, y el joven Kuhoudzuka aceptó.

―Perfecto. Godou dejó escapar un suspiro de alivio. Por suerte, él era bastante amable, Godou esperaba ser despreciado. De repente, Godou tuvo una idea.

Interactuando con los demás de esta manera pacífica, ¿tal vez sería capaz de limpiar todos esos rumores desfavorables?

Por su reacción inicial, el joven Kuhoudzuka seguramente tenía impresa la idea de que ‘Kusanagi Godou = el gran y terrorífico rey demonio’, este tipo de reputación sin duda necesita ser corregida paso a paso.

Sí, este debe ser el camino correcto. Godou estuvo de acuerdo con ello en su mente, pero el joven Kuhoudzuka le dijo:

“…Por cierto, usted es realmente increíble.”

Estaba ofreciendo su sincera admiración. ¿Qué era tan increíble?

“Mantener a tantas concubinas hermosas a su lado, y hacer todo esto de forma tan abierta. Como dice el refrán, el león en su mejor momento es el rey de las bestias, mientras que la flor del ciruelo es sin duda más fragante que las hojas. Yo le profeso mi mayor admiración. Pensar que fui tan ignorante como para no darme cuenta de que la hermana menor de la familia Mariya estaba también bajo su poder. Yo, Mikihiko, estoy totalmente avergonzado, y le ruego me otorgue su perdón.”

(¿¡¡Quién está bajo el poder de quién!!?)

Al oír las disculpas del joven Kuhoudzuka, que sonaba como si viniera de un antiguo drama, Godou se quedó sin habla.

Apoyada íntimamente contra él debido a la ayuda, Hikari era como una hermana apegada a un hermano mayor, o un gatito mimado por su dueño.

(Oye, no actúes de tal manera que cause malentendidos.)

Aunque Godou quería decir eso, no podía hacer ni un sonido. Junto a él, Yuri se disculpaba repetidamente con las palabras “lo siento, realmente lo siento.” Liliana estaba de pie a su lado diciendo “por supuesto, así es realmente mi señor…” con un profundo pensamiento.

(¡¡Vamos, ‘por supuesto’ no es una palabra a utilizar en esta situación!!) En cuanto a Erica, ella sonreía con una expresión satisfecha.

A pesar de que no quería decir ‘misión cumplida’ exactamente, ella parecía muy feliz. Por supuesto, esa era la sonrisa del demonio que siempre disfrutaba ridiculizando a Godou.