Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 1

Capitulo 7: Del Vizconde Para El Conde

El proceso de eliminación de los pequeños señores circundantes continuó con una falta de dificultad casi aterradora. Cuando hay muchas autoridades más pequeñas y una de repente sube a los poderes, las cosas se convierten en una lucha unilateral. Ahora que había tomado el control de tres condados por mí mismo, las invasiones y la unificación de la prefectura por venir se habían vuelto instantáneamente más fáciles.

Primero, se me ocurrieron algunos planes para reunir más vasallos enemigos a mi lado. Los que temían un ataque mío generalmente se unieron sin problemas. Luego, cuando atacaba, estos vasallos traicionarían a sus gobernantes, y el enemigo, que ya era menos en número, sería fácilmente destruido. Incluso suponiendo que lo descubrieran de antemano y purgaran sus vasallos, debilitaría su influencia, lo que funcionó para mi ventaja.

Finalmente, obtuve el control de siete de los doce condados en la prefectura de Fordoneria en los seis meses después de derrotar al vizconde de Marle. Como en ese momento tenía suficiente tierra para llamarme razonablemente un conde, envié dinero a la familia real en conflicto, solicitando la aprobación para adquirir el título formalmente.

Presentar este tipo de apariencias también era importante. Por ejemplo, para un vizconde era bastante fácil someterse a una demanda de lealtad de un conde, pero si era de otro vizconde, algunos señores no podrían estar de acuerdo por orgullo. Los señores en el campo eran esencialmente nobles rurales. Rural o no, la nobleza era noble, por lo que había muchos que se preocupaban por salvar la cara. Y por eso necesitaba elevarme tanto en poder real como en forma.

Sin ningún problema, la familia real me dio permiso para usar el título de conde. Ahora podría tomar el nombre de la prefectura y llamarme el conde de Fordoneria, pero como no controlaba toda la prefectura, llamarme el conde de Nayvil probablemente me sentaría mejor con la mayoría. Si usara el nombre de la prefectura, provocaría a los gobernantes que aún permanecían en el poder.

Una vez que me convertí en un conde, decidí pasar un tiempo mejorando mi territorio recién adquirido. Primero, en los lugares que quería desarrollar económicamente alrededor de Nayvil, creé áreas donde era libre de establecer una tienda. Me extendí a todas partes el mismo sistema que había usado en el mercado de mi ciudad natal. Además, cambié el sistema para que las personas pudieran abrir tiendas sin unirse al gremio comercial. Oda Nobunaga afirmó que esto se llamaba rakuichi-rakuza, que sonaba como una especie de encantamiento de culto, pero según él, el za en este caso se refería al gremio comercial.

Experimenté una reacción violenta del gremio comercial, como se esperaba, pero forcé el nuevo sistema a través de una orden. Cuando el gremio comercial se había establecido hace siglos, tenía valor como algo que protegía a los comerciantes, pero gradualmente se había convertido en una organización que protegía sus intereses creados. Como resultado, muchos comercios se hicieron difíciles de ingresar para nuevos comerciantes. Además de eso, la presencia del gremio aumentó los precios de los bienes.

Debido a mi apoyo a los mercados, las ciudades se desarrollaron rápidamente. Me di cuenta fácilmente de que la población de la capital del condado, Nayvil, estaba aumentando, y los ingresos fiscales definitivamente también. El desarrollo de las ciudades fue una ventaja para mi país. (En el dominio, las leyes establecidas por el clan Nayvil eran lo que importaba, por lo que podría llamarse un país).

Los comerciantes de tierras lejanas también comenzaron a venir. Deben haber puesto sus ojos en nosotros, dándose cuenta del tipo de dinero que podrían ganar. El dinero que gastaron aquí también fue bueno para mí. A medida que las ciudades florecieron, incluso decidí contratar a un oficial financiero.

“Mi señor, te ves muy bien”.

Un hombre lobo de orejas de perro inclinó la cabeza ante mí. Era un comerciante rico llamado Fanneria que aparentemente había ganado su riqueza como vendedor de petróleo y luego se diversificó para hacer negocios en una variedad de productos.

“Cierto. Mi territorio se ha expandido, así que no puedo cuidar todo por mí mismo. Cuento con usted.”

“Si mi señor. También será más fácil para mí hacer negocios con su abolición efectiva del gremio comercial. Esta era de pequeños comerciantes en el gremio debe llegar a su fin”.

“Estoy de acuerdo. Por eso te contraté. No me decepciones”.

“Sí señor. Creo que, con toda probabilidad, hay lugares en las ciudades portuarias fluviales que se pueden desarrollar más. Permítame investigar. Sospecho que llegará un momento en que el comercio se llevará a cabo utilizando grandes barcos”.

“Muy bien. Cuando las circunstancias lo permitan, financiaré la renovación de los puertos”.

Necesitaba dejar la gestión del comercio a Fanneria por el momento, ya que tenía que considerar mi relación con el gran poder del oeste — Mineria, gobernada por el Conde de Brantaar, donde había luchado con mi vida para proteger Fuerte Nagraad.

El Conde de Brantaar y su familia, el clan Caltis, habían controlado la totalidad de la Prefectura de Brantaar durante generaciones. La ciudad más grande era Mineria, por lo que el dominio en sí se llamaba Mineria. Los lugareños mismos usaron Mineria como el nombre de su país.

Tuvimos una tregua con Mineria por ahora. El acuerdo se había formalizado poco después de que saliera del fuerte. Aproveché esa oportunidad para expandir mi poder, así que seguramente Mineria ya debe haber comenzado a preocuparse.

Y luego, justo en el momento justo, nos enviaron un mensajero, no un vasallo real, sino un sacerdote. Usar a un sacerdote como mensajero era una práctica común en todo el mundo. No habíamos tenido un mensajero de Mineria durante mucho tiempo, por lo que todos en el castillo estaban nerviosos.

Laviala en particular estaba mirando al mensajero como para exigir qué demonios estaba haciendo aquí. El sacerdote mensajero, sin embargo, parecía no desanimarse. Quizás estaba acostumbrado a tal trato.

“He venido a felicitar a nuestro señor por obtener el rango de conde”, me dijo.

“Ya veo. Me alegra escuchar eso de alguien que ha mantenido el título más tiempo que yo”. Ser instantáneamente combativo pondría en evidencia mis orígenes rústicos, así que decidí responder amablemente.

“Actualmente, nos estamos preparando para avanzar nuestras tropas hacia el norte. Como tal, nos gustaría establecer una relación más fuerte con Nayvil que nuestra tregua actual: una alianza. ¿Sería posible celebrar una conferencia de cuenta a cuenta solo una vez? En cuanto a la ubicación, ¿quizás sería más apropiado un templo cerca de la frontera Mineria-Fordoneria?”

Interesante. Parece razonable escuchar su propuesta.

“Lord Alsrod, podrían estar planeando un ataque sorpresa. Por favor tenga cuidado.” Laviala me recomendó inmediatamente que tenga cuidado. Yo era igual de escéptico, yo mismo.

Por otro lado, el mensajero tenía una sonrisa plasmada en su rostro. Un diplomático astuto, de hecho. Por lo menos, no podía imaginar que un hombre como este fuera capaz de llevar a las personas al cielo cuando murieran.

“Es comprensible que tengas tus dudas. Te dejo la decisión a ti. Sin embargo-”

“Formar una alianza nos liberaría de tener que preocuparnos por nuestro flanco oeste, por lo que esto también podría ser bueno para nosotros”, interrumpí. “Si Mineria nos atacara ahora, no tendríamos las tropas de sobra para derrotar a otros señores”.

“Me alegro de que hayas visto la luz”.

Eso podría interpretarse fácilmente como una amenaza al efecto de solo intentar atacarnos. Mineria todavía era claramente más poderosa que nosotros. Tenían aproximadamente el doble del área de tierra, una población más grande y un ejército superior para arrancar. Habiendo controlado una prefectura durante tanto tiempo, probablemente también estaban más unidos que nosotros. En resumen, Mineria todavía no pensaba mucho en mí. Simplemente me vieron como un niño con ambiciones que solo había logrado abrirse camino hacia un título.

Aparentemente, Laviala también se había dado cuenta rápidamente de esto; Un ceño fruncido había aparecido en su rostro. ¿Viniste aquí solo para insultar a Nayvil y Lord Alsrod? Sabes que podríamos lanzar un ataque en cualquier momento, ¿sí?

El mensajero rechazó la réplica de Laviala con indiferencia. “Si se tratara de la guerra, creo que podríamos aliarnos con los vecinos de Nayvil y luchar juntos”. Estoy seguro de que no podrías reunir suficientes tropas para resistir un ataque en todos los frentes.

Laviala parecía furiosa. Sin embargo, me alegraba que ella tuviera esa actitud, y que el mensajero tuviera la suya.

“Muy bien. Discutiré todo esto con Lord Ayles Caltis de Mineria.” Establecí el día y la hora de la conferencia y envié al mensajero de camino a casa.

Laviala tenía mucho que decir cuando estábamos solos juntos después.

“Lord Alsrod, ¿por qué estuvo de acuerdo con tal cosa? Ese hombre puede haber sido cortés en la superficie, ¡pero realmente era bastante pomposo! ¡No eres menos conde que su señor!”

“Como dije, está bien. De esta manera, si puedo mostrarle que su impresión de mí fue incorrecta en esta reunión, el conde se avergonzará de habernos menospreciado. Ganarlos a nuestro lado vale la pena. Todavía no es hora de entrar en conflicto con Mineria”.

“Pero, ¿cómo vas a cambiar la impresión de alguien que te menosprecia?”

“Yo tengo mis maneras.” Yo sonreí. “Primero entrenaré a las tropas que me acompañan. No físicamente, sino en disciplina”.

En este punto, la gran mayoría de los ejércitos en todas partes eran solo una mezcolanza de intrusos de segunda clase. La mayoría de las unidades realmente eran una mezcolanza de campesinos y similares. Sin embargo, si esas tropas vinieran con sus pasos sincronizados, crearían una imagen completamente diferente.

“Dicen que en los viejos tiempos, la guardia real era bellamente disciplinada; sus pasos incluso hicieron un solo sonido juntos. Quiero crear una fuerza como esa”.

“¿Puedes hacerlo en tan poco tiempo?”

“Estoy seguro de que puedo. No soy uno para poner excusas, ya sabes”.

En realidad, había ganado una nueva habilidad especial.

Como señor con el rango de conde, has ganado la habilidad especial Orientación del conquistador.

La confianza y el enfoque de los soldados bajo su mando aumentan en un cincuenta por ciento.

Usando esta habilidad especial, debería ser capaz de entrenar tropas incluso en poco tiempo. Por supuesto, confiar solo en habilidades especiales sería una mala idea. Finalmente, los bonos de profesión se aplicaron a tu habilidad original. Alguien sin experiencia solo vería un pequeño efecto sin importar qué bonificación tuviera. En mi caso, si mis hombres no estuvieran razonablemente motivados para comenzar, mi habilidad especial que tanto me costó ganar casi no tendría ningún mordisco.

“¿Un ejército masivo que se mueve uniformemente con un solo comando…? Incluso conocerte tan bien como yo, eso todavía suena como un cuento de hadas…”

“Laviala, nunca dije nada sobre un ejército masivo”.

“¿Oh?” Ladeó la cabeza hacia un lado como una niña pequeña.

Lo que iba a crear era una unidad más pequeña con solo tropas selectas de élite. No importa cuán poderosa pueda ser mi profesión de Oda Nobunaga, había un límite en lo que podía hacer con las tropas campesinas que nunca antes habían recibido un entrenamiento real. Después de todo, eran campesinos, no soldados.

Por lo tanto, decidí organizar una unidad de guardia hecha de soldados profesionales. Si se especializaran solo en la lucha, naturalmente deberían ser más disciplinados. Al menos podrían tener suficiente tiempo para entrenar. Mientras lo hacía, decidí hacer dos unidades:

Los Osos Rojos, con sus armas y armaduras envueltas en tela roja.

Las Águilas Blancas, adornadas de manera similar con tela blanca.

De esta forma, podrían ser reconocidos como algo especial incluso desde lejos, y los seleccionados estarían orgullosos y motivados. Recluté voluntarios de personas que seleccioné a mano y que aceptaron someterse a un entrenamiento intenso.

Los hombres se reunieron rápidamente. Cualquiera querría ser alguien especial, especialmente estos individuos.

 Esto es como mis Capas Negras y Capas Rojas. Fascinante. Forme las Capas Negras de mi caballería y las Capas Rojas de mis páginas.

Aparentemente, Oda Nobunaga había creado unidades similares en su vida. Pero los Osos Rojos y Águilas Blancas seguían siendo mi creación original, por supuesto.

 Ahora lo entiendo. Descubrí por qué yo, un conquistador, fui elegido como tu profesión.

Y quieres tanto que te pregunte por qué, ¿no? ¿Bien? ¿Cuál sería esa razón?

 Creo que incluso en mundos diferentes, existen personas con pensamientos e ideas similares. Naturalmente, tienes ideas que se aproximan a las de Oda Nobunaga. Las cosas que has experimentado no son del todo iguales, pero algunas partes son muy similares. Por eso se le otorgó la profesión de Oda Nobunaga. Todo sobre esto ha sido inevitable, no por casualidad.

Es cierto — los libros de historia claramente hablaban de personas en países completamente diferentes que tenían creencias comparables. Por supuesto, todavía es extraño que alguien similar a mí se convierta en mi profesión. Pero los dioses otorgan profesiones, así que tal vez eso no sea para que los humanos lo sepan.

 Entonces crees en los dioses. Solo tenga cuidado de no meterse tan profundo que lo consuma o lo vuelva suave. Los dioses son para que los uses.

Mi voz interior parecía particularmente hablador ese día, pero aparentemente, eso era prueba de que estaba de buen humor. No tuve quejas.

 En mi juventud, especialmente, sobreviví a tiempos caóticos usando varios cientos de tropas de élite. Las luchas entre grupos más pequeños de soldados se deciden por el entrenamiento de los hombres. Es necesario un buen plan para que diez mil venzan a veinte mil, pero para trescientos para vencer a seiscientos, solo necesitas hombres buenos.

Me encontré asintiendo inconscientemente. Con mil tropas de élite, tomar una prefectura difícilmente sería un problema.

Reuní a los Osos Rojos y las Águilas Blancas para llevar a cabo su entrenamiento real. Todos se pusieron las tiras de tela que les proporcioné, sus expresiones severas. Por supuesto, no se veían tan severos por las críticas para mí, eran caras llenas de determinación. Me había hecho un nombre no solo en la batalla del Fuerte Nagraad, sino también tomando la cabeza del vizconde de Marle. Sin lugar a dudas, me había convertido en el héroe más grande entre las prefecturas vecinas, por lo que nadie aquí subestimó mis habilidades.

Se sintió bien tener mi habilidad de combate en equilibrio con mi rango como conteo. Por lo general, cuanto más arriba subía alguien, menos directamente se involucraban en la batalla. Eso era natural, ya que no siempre podían estar en la línea del frente, pero a medida que pasaba el tiempo, comenzarían a olvidar cómo se sentían sus tropas. Eso podría conducir a decisiones erróneas en el campo de batalla. En otras palabras, cuanto más aristocrática se volvía una persona, más difícil era para ellos mantener la mentalidad de un soldado. En mi caso, me hice fuerte solo después  de  experimentar  una  gran  miseria  en  el  campo  de  batalla.

Comprendí perfectamente el sufrimiento y la desesperación de la guerra.

“Escuchen. Me levanté de ser el segundo hijo de un señor menor hasta mi rango ahora como contar al hacerme un nombre en la batalla. Pero ya ves, debido a mi repentina expansión del territorio, el entrenamiento de mis soldados ya no es adecuado para un recuento. Esto es una pena para mí, y es una pena para todos ustedes”.

Alcé la voz para dirigirme a las tropas sentadas delante de mí.

“Y así, a partir de hoy, aprenderás a moverte y comportarte de una manera acorde con los guardias de un conde. Esto no es solo por las apariencias. Movimientos perfectamente coordinados generarán miedo en los señores enemigos, mostrándoles que nuestro poder es real. ¡El entrenamiento será difícil, pero quiero que lo superes y sean más fuertes!”

“”¡Hooraaaah!”” Gritaron mis hombres.

Fue refrescante escucharlo. Pensar que tanto había cambiado, en comparación con el momento en que el único soldado a mi lado era Laviala, se conmovió profundamente.

Pero esto todavía no era lo suficientemente bueno. Si me detuviera aquí, también lo haría mi campaña.

Con toda probabilidad, llegaría un momento más tarde cuando tendríamos que luchar contra las grandes potencias que controlan una o dos prefecturas. Si no fuéramos lo suficientemente fuertes como para ganar contra tales fuerzas, entonces seríamos eliminados de todos modos.

“¡Primero está marchando! ¡Los guardias de honor que desfilan por la capital real se ven más fuertes que los soldados que avanzan; eso debería ser obvio!”

Les hice practicar la marcha a fondo, ya que estaba seguro de que esa sería mi arma más importante en la conferencia con Mineria. Eran un gran poder, y el poder militar siempre llamó la atención de tales personas. Por supuesto, no se puede saber cuán fuerte es una unidad militar solo por las apariencias. Sin embargo, si observa cómo se mueven sus soldados, puede determinar claramente si su líder es competente.

Además, ya le había dado a Mineria una prueba de amarga derrota en el Fuerte Nagraad. Si pudiera hacer que se den cuenta de que fue algo más que suerte de mi parte, la conferencia definitivamente se volvería a mi favor. Probablemente querían sentirse aliviados al ver que este nuevo poder no era una amenaza. Querían pensar que este joven, ni siquiera en sus veintes, era solo un alarde. El mensajero había hecho amenazas de ataques combinados contra nosotros, pero mirarlo al revés, eso significaba que nosotros también podríamos unirnos con las fuerzas alrededor de Mineria.

No podían permitirse ignorar un poder que había llegado a controlar más de la mitad de los condados de una prefectura en menos de un año; ese hecho los molestaría. Por eso querían pensar que no era un enemigo al que temer. Reprimirnos en forma de alianza fue aún mejor.

Esas deben haber sido el tipo de cosas que estaban pensando. Pero no iba a ceder ante sus expectativas tan fácilmente. En cambio, iba a usar Mineria para expandir mi propia influencia.

Después de dos semanas de entrenamiento, los movimientos de mis guardias los hicieron parecer completamente diferentes. Cuando llamé “¡Listo!” rápidamente empujaron su muro de lanzas hacia adelante. “¡Atrás!” devolvió las lanzas a la posición vertical. Era como si estuviera controlando títeres mágicos.

Estaban claramente llenos de motivación. Era fácil decir que estos hombres estaban lejos de las tropas ordinarias. Por supuesto, mi habilidad especial Orientación del conquistador tuvo un efecto, pero su motivación natural jugó un papel importante.

También le mostré el espectáculo a Laviala.

“Esto es absolutamente maravilloso… casi se me olvida respirar…” Inconscientemente se llevó la mano a la boca, claramente asombrada.

“Le mostraré esto a Mineria en nuestra conferencia. No puedo esperar para ver sus caras, no sabrán qué hacer”.

Llegó el día de la conferencia. Lo sostuvimos al otro lado del río desde el Fuerte Nagraad, en un templo clave en el área. No importaba en qué territorio se encontraran, los templos aparentemente no eran propiedad del señor respectivo sino de la iglesia real, incluso de los dioses. Por lo tanto, a menudo se usaban para reuniones. Por supuesto, la casa de huéspedes del señor a veces se usaba, pero como la región central de Mineria estaba muy lejos, no había nada de eso en las cercanías.

Debido a que la conferencia se llevaba a cabo en su tierra, la regla era que nos mostrarían hospitalidad, y su señor estaría esperando recibirnos. Fue la situación perfecta para mostrar mis tropas de élite.

Tomamos un descanso en nuestro lado del río; Me quedé en la Fuerte Nagraad. Eso fue de acuerdo al plan. Naturalmente no había aire de tensión, como lo había habido durante el asedio.

“Disculpe, Lord Alsrod… Si no nos vamos pronto, podríamos llegar tarde…” Laviala entró en mi habitación en el fuerte, tal vez pensando que era extraño que no hubiera dado la orden de partir.

“Está bien, Laviala; siéntate y relájate.” Le ofrecí una silla al lado de la mesa y ella la tomó.

“Perdona mi pregunta, pero ¿podría ser esto a propósito? ¿Quieres demostrar tu superioridad llegando tarde?” Ella era bastante aguda. Pero tenía algo más en mente.

“Incluso después de que lleguemos tarde, la conferencia no comenzará de inmediato. Luego nos quitaremos la ropa de viaje y nos tomaremos más tiempo. Básicamente, tendrán tiempo de sobra para observar a nuestras tropas. Voy a hacer que nos vean muy bien”.

“Así que es por eso…”

“Y como llegaremos tarde, tengo un pequeño show más para ellos”. Verás cuando lleguemos allí”.

Y así nos pusimos en camino con menos de una hora de retraso.

Naturalmente, también llegamos al lugar de la conferencia con menos de una hora de retraso.

Un agente que envié con anticipación me dijo que Ayles Caltis, señor de Mineria y conde de Brantaar, estaba observando a mis tropas mientras se movían, así que me aseguré de que fuéramos al templo en una procesión perfecta. Hoy fue el día. Me di cuenta de que todos estaban de buen humor.

 Mmm, bien hecho. El señor enemigo seguramente se asustará cuando vea esto.

El propio conquistador también parecía feliz como una alondra.

No son enemigos. Todavía no es hora de luchar contra ellos.

 Cuando me reuní con Saitou Dousan, señor de la provincia de Mino, traje deliberadamente tropas de segunda clase y manché mi apariencia, solo para luego sorprenderlo al asistir a nuestra reunión con vestimenta formal. Dousan, después de haberme subestimado, vino vestido informalmente y se sintió decepcionado al verme con un atuendo tan digno. Pero hacer una exhibición de grandeza al principio también funciona. Tu no estas equivocado.

Era intimidación de todos modos, después de todo.

¡Thud, thud!

Los simples pasos, cuando estaban al unísono, tenían un peso significativo. Me di cuenta de que la gente del templo y los vasallos mineros estaban estupefactos mientras nos veían marchar.

“Son tan ordenados…” Incluso pude captar lo que probablemente no querían que escuchara.

Mi habilidad especial La guía del conquistador hizo que la confianza y el enfoque de mis hombres fueran un 50 por ciento mayores. Incluso los soldados al servicio de la familia real no podían marchar así.

Llegué sano y salvo al templo; Sin embargo, tuve otro acto para jugar.

“Buen trabajo, todos”. Me di vuelta para enfrentar a mis hombres con una expresión dominante. “Sin embargo, había un individuo en las Águilas Blancas que no llegó a tiempo, lo que provocó que nuestra llegada se retrasara. Que el delincuente dé un paso adelante. No había sucedido tal cosa. Naturalmente, lo había inventado todo.

“¡Señor! ¡Fue mi culpa!” Un joven soldado dio un paso adelante sin miedo.

Me paré frente a él…

¡Smack!

… y lo abofeteé ligeramente en la cara, mi expresión no cambió.

“No dejes que esto vuelva a suceder. Ten más cuidado la próxima vez. Si llegas tarde a una batalla, puedo tomarte la cabeza”.

“¡Sí señor! ¡Entendido!”

“De vuelta en la fila”. Volvió a su lugar con una expresión estoica similar.

Todo fue una fabricación completa. Un comandante que trataba a los recién llegados con imparcialidad, un soldado que informaba sin temor de sus errores: me había mostrado más que presumido de la disciplina de mis tropas. Sin embargo, no estaba seguro de si alguien estaba viendo esta pequeña actuación. Laviala parecía haber descubierto la razón del retraso.

Ahora, hora de esta reunión.

Cuando entré en la habitación, Ayles Caltis ya estaba esperando. Era un hombre que aún no tenía cuarenta años, con ojos ardientes. Sería demasiado llamarlo héroe, pero tal vez la palabra villano encajaría. Mineria había crecido aún más durante su reinado. No se parecía en nada a ninguno de los desesperados señores menores que había conocido hasta entonces. Este hombre deseaba expandir su territorio y hacer próspera su tierra; Pude verlo en su cara.

Detrás de mí estaban Laviala y el veterano comandante Kivik. Detrás de Ayles había dos hombres que parecían ser parte de los altos mandos de su ejército.

“Sinceramente me disculpo por el retraso, Lord Brantaar. Calculé mal mi momento en estas tierras extranjeras”. Antes de tomar asiento, le di las disculpas necesarias. Había una tensión especial en el aire como nunca antes había experimentado. Nunca había conocido a nadie de esta talla, después de todo.

 Sí, es como mi suegro, Dousan, aunque mucho más guapo. ¡Pensar que se sentirían tan similares!

Oda Nobunaga seguía hablando de otra persona, pero no podía ser tan tolerante en este momento. Sin embargo, no me sentía nervioso; de hecho, estaba bastante cómodo.

“Por favor, tome asiento allí, Lord Nayvil”, dijo. Había suficientes sillas vacías para todos frente a la mesa.

“No me importa si lo hago”.

“Lord Nayvil, como solo tenemos presentes nuestros asesores, seamos francos. Al escuchar que tus tropas llegarían tarde, tuve la oportunidad de verlas.”

“Muy bien, los entrenamos tan apresuradamente, qué vergonzoso. Verán, apenas ha pasado tiempo desde que tuve éxito como jefe de la familia, y mucho menos se convirtió en conde”. Mi boca estaba sonriendo, pero mis ojos no estaban… probablemente. Había muchos héroes graciosos en mi tiempo, pero yo no era uno de ellos.

“Por el contrario, si fueron entrenados apresuradamente, eso sería mucho más desconcertante. Veo que nuestra derrota en el Fuerte Nagraad no fue casualidad. Eres un genio táctico. En mi sincera opinión, preferiría evitar luchar contra ti”.

Fuerte

Decidí averiguar cuidadosamente cuáles eran las verdaderas intenciones de Lord Caltis. En este punto, dudaba que tuviera una mala impresión de mí.

“La victoria y la derrota tienen que ver con la suerte. Que no perecí durante el asedio fue mera coincidencia”, respondí. “Si hubiera perdido, estaría seis pies debajo ahora”.

“Aun así, es raro ver a un señor que pueda pensar así de pie. Todavía no quiero pelear contigo, y aún no tienes veinte años. A esa edad, todavía tienes mucho espacio para crecer”.

“Tampoco quiero pelear con Mineria. Eso es lo que tenemos en común.”

“Si solo hubieras sido un imitador, me hubiera gustado deshacerte de ti de inmediato, pero entonces no te habrías convertido en un conde en primer lugar, ¿verdad?”

Laviala y Kivik de repente parecían querer matarlo.

“¿Tienes tus asesinos listos?”

“Sería difícil matarte aquí. Incluso suponiendo que pudiera, en el momento en que te confrontara, me matarían. No eres un señor que también es un soldado; eres un soldado que se convirtió en señor. Si cruzáramos espadas, no tendría ninguna posibilidad. Así que unir fuerzas firmemente es lo mejor después de todo”.

Realmente era un hombre imperturbable. Y parecía admirar mis capacidades lo suficientemente bien.

“Todavía no tienes esposa, ¿verdad?” preguntó.

“No. Nunca he tenido la oportunidad de encontrar una entre batallas”.

“En ese caso, ¿puedo sugerirle que tome a mi hija como su esposa?”

Un matrimonio político para mantener la paz con un vecino amenazador, un medio clásico pero digno. Para ser sincero, supuse que podría decir eso, aunque pensé que sería una vez que la conferencia hubiera ido bien.

“¿Crees que un advenedizo como yo soy lo suficientemente bueno?”

“¿Qué tiene de malo que la esposa de un conde sea la hija de otro conde? Me parece una buena propuesta; ¿Qué dices?”

Eché un vistazo a mis dos vasallos sentados a cada lado de mí. Laviala parecía un poco triste. Ella había sido como mi esposa durante bastante tiempo, después de todo. También me sentí mal por eso, pero estaba seguro de que ella lo entendió.

Laviala asintió levemente antes de decir con confianza: “Lord Alsrod, por supuesto, debe casarse. Es importante ahora que ambas casas se unan”. Ella fue mi vasallo hasta el final. Si ambos hubiéramos sido plebeyos, no habría tenido que hacerle pasar por esto. Ella habría podido pedirme que no engañara, con confianza. Quería hacer algo para pagarle, incluso un poco.

“Lord Brantaar, hay una cosa que debo mencionar de antemano. Debido a mi posición, no puedo estar sin hijos. Tengo la intención de apreciar a mi esposa, pero me gustaría que tu licencia también tenga concubinas.”

“No te preocupes. También tengo varios hijos con mis amantes. La falta de un heredero puede conducir a una guerra civil. Tener hijos es otra forma honorable de proteger su país”.

Ayles era famoso por tener muchos amantes. Aunque en su caso, muchas de ellas eran hijas de señores que había derrotado. Esto fue ventajoso al asimilar a la gente de una región conquistada, pero por otro lado, existía la posibilidad de que esos niños quisieran vengarse de Ayles por su clan, por lo que también era arriesgado.

“Si puedo obtener el consentimiento de su hija, lo aceptaré con gusto”.

Ayles asintió profundamente. “Muy bien. ¿Puedo sugerirte que le preguntes directamente, entonces?” Luego aplaudió en voz alta dos veces.

Las puertas de atrás se abrieron y apareció una joven con un vestido. Tenía unos quince o dieciséis años. A diferencia de su padre rubio, ella tenía el pelo liso negro azabache. Tal vez ella era de ascendencia oriental.

La expresión determinada en su rostro me dijo que estaba rebosando de confianza. Era dulce pero no delicada, como un girasol que florece en un páramo. Podía sentirme perderme en sus grandes y redondos ojos.

“Soy Seraphina Caltis, hija de Ayles Caltis”.

“Es un honor conocerte”. Me puse de pie para saludarla. Yo mismo me había convertido en un conde, pero ella había nacido como hija de un conde. Elegí actuar humildemente para satisfacer su orgullo, para estar a salvo.

Lentamente se acercó a mí y agarró mi mano con fuerza. “El honor es todo mío. Obviamente eres un héroe”.

“Creo que me das demasiado crédito”.

“Ha sido mi sueño casarme con un héroe. Haría la vida más interesante, ¿no te parece?” Ella sonrió de oreja a oreja, como un girasol en plena floración. “No te pediré que me creas, pero cuando construiste ese fuerte y causaste estragos en mi país, tuve la sensación de que algún día me casaría contigo. Me encantaría verte hacerlo de nuevo, fuera de Mineria. Estoy seguro de que disfrutaré el espectáculo”.

“En efecto. Si va a ser mi esposa, ese sería mi deber natural como esposo”.

“Sí, de lo contrario, tendría que huir o matarte”, respondió provocativamente.

Podía sentir a Laviala balbucear, pero para ser sincera, pensé que podría llevarme bien con esta chica durante mucho tiempo, viva, por supuesto.

“Si me matas, creo que te arrepentirás. Quiero decir, no hay muchos héroes para elegir”.

“Realmente eres un hombre divertido, Alsrod Nayvil. Por cierto, mi trabajo es santo. Es una profesión bastante rara. Me han dicho que puedo aumentar la suerte de las personas cercanas a mí en un treinta por ciento. La fortuna seguramente se convertirá a tu favor. La suerte era difícil de medir en porcentajes, pero era lo suficientemente creíble. Se decía que las habilidades relacionadas con el trabajo hacían tanto desde los tiempos antiguos. “¿Cuál es tu profesión?” ella preguntó. “Te dije el mío, así que me devolverás el favor, ¿no?”

“Creo que estarás familiarizado con eso. Es Hero, por supuesto, “respondí, mirándola a los ojos. Por un momento, Seraphina se sonrojó como avergonzada. Ella pudo haber sido de carácter fuerte, pero no estaba acostumbrada a los hombres. Además, ella era la hija de Ayles, de todas las personas.

No había tal cosa como héroe entre las profesiones típicas. Era más un concepto que un título de trabajo. Aun así, realmente tenía la intención de convertirme en un héroe, y mi profesión de Oda Nobunaga era más o menos lo mismo.

Seraphina se volvió para mirar a su padre. “Padre, me uniré a él en Nayvil.

Gracias por criarme”.

Ayles dejó escapar un suspiro que parecía incluir una gran cantidad de significados diferentes. “Ahora debes tener una idea de la personalidad de Seraphina, Lord Nayvil, pero ella es una chica inteligente. No es un prejuicio de los padres cuando digo que creo que serán buenos juntos”.

“Sí señor. Haré todo lo posible para hacer feliz a tu hija”.

“Sin embargo, por mi parte, estoy feliz de que un hombre controle a mi hija. Les deseo a ambos lo mejor.”

Y así, la conferencia entre Nayvil y Mineria terminó pacíficamente. La alianza se estableció más o menos con la boda planeada. Ambas partes hicieron un pacto de no agresión y acordaron que invadirían solo territorios no relacionados en el futuro. También se hicieron planes para hacer que el comercio sea más conveniente. Para los comerciantes con permisos de viaje, se agregaron protecciones, como prestarles caballos para llegar al otro país y darles prioridad en las posadas a lo largo de la carretera.

La ceremonia formal de la boda se celebraría un mes después, en el mismo templo que la conferencia. Había pasado solo un mes desde que conocí a Seraphina, y no pude evitar decirle: “Te ves hermosa”. Seraphina llevaba puesto su vestido de novia; se veía tan bien en ella, era como si hubiera nacido para usarlo. Ella estaba más vivaz que nunca. “Poco femenina o no, realmente eres la hija de un verdadero conde”.

“¡Me vestí solo para ti, mi querido esposo!” Seraphina se dio la vuelta frente a mí, y la tela se agitó alrededor de sus piernas. “Hazme la chica más feliz del país. Mis habilidades de Santo son aún más efectivas en las personas que amo”.

“Supongo que me harás aún más afortunado, entonces”. Seraphina me abrazó. “¡Realmente, realmente te amo, mi amor!”

Cuando gobernaba la mitad de un pueblo, no había pensado mucho en los matrimonios políticos, pero tal vez esto no sería tan malo.