Slayers (NL)

Volumen 6

Epilogo: Calma

La brisa nocturna traía el leve aroma de flores y árboles de un prado cercano. Si hubiésemos estado en alguna ciudad bulliciosa esa noche, el aire habría olido a cerveza y especias … y orina, tal vez, si la ciudad hubiera estado lo suficientemente sucia.

Pero no estábamos en una ciudad. Desde que nos fuimos de Vezendi, nos habíamos quedado en las carreteras secundarias de camino al Reino de Dilse. La ciudad en la que habíamos parado era remota y pacífica, con una taberna vacía y una posada sin invitados. El posadero se veía sorprendido cuando le pedimos que pasara la noche.

Supongo que eso es bastante normal en estas partes, pensé. Honestamente, me alegré por la calma: las ciudades están muy bien, pero cada chica necesita algo de paz y tranquilidad de vez en cuando.

Pero todavía me faltaba un poco por hacer. Tranquilo y silencioso no significa aburrido, ya sabes.

Deambulé por los terrenos detrás de la posada, abriéndome camino a la brillante luz de la luna. Por primera vez en mucho tiempo, no me había escapado de los demás para hacer caza de bandidos; Había otras cosas que debían ser atendidas esa noche.

“¿Dando un paseo?” Preguntó una voz familiar.

Giré. Xelloss se apoyó contra una valla de madera, su silueta contra la luna. Junto a él había un carrito lleno de lo que parecían cajas de madera.

“No exactamente”, le contesté, deslizando mis manos en mis bolsillos.

“Te estaba esperando”

“Hmm.” El sacerdote de túnica oscura zumbó, inclinando su cabeza hacia un lado.

“¿A qué se debe?”

“Quería decir gracias por salvar mi vida en el albergue, por una cosa”

“¿Querías agradecerme?” Preguntó Xelloss con curiosidad.

“Una vez que terminamos todo el asunto de Radok, comencé a entender qué era lo que estabas haciendo”. Le miré fijamente.

“Mantuviste a Raltaak a raya, ¿verdad? Y me estabas poniendo a prueba, si tuviera que adivinar”

Xelloss sonrió. Se levantó de la cerca, luego se fundió en la oscuridad y desapareció por completo.

“¿Cuándo lo resolviste?” Preguntó después de un momento.

Me asomé a la oscuridad y vi su forma tomar forma contra la luna; ahora estaba sentado en una de las cajas del carrito.

“¿Quieres decir que eres un Mazoku?” Aclaré.

“Desde el principio, para decirte la verdad”

Xelloss se limitó a sonreír, y esperó.

“Comenzó con Mazenda sellando mi magia. He investigado lo suficiente sobre la magia para saber que ningún humano podría hacer eso. Desde que la golpeaste, eso significa que tampoco puedes ser humano”

Xelloss se echó a reír.

“Vaya. Parece que nunca tuve una oportunidad contra ti, ¿verdad? Tienes razón, Lina-san. Soy un Mazoku, como lo fue la Mazenda-san”

“Pero la derrotaste,” señalé.

“Lo que significa que debes tener algo bastante complicado pasando. Tengo la sensación de que tampoco te aliaron con Raltaak”

“Vaya”, dijo Xelloss con una sonrisa, golpeando su dedo índice contra sus labios.

“En cuanto a eso, me temo que es un secreto”

Si él hubiera sido un humano, le habría quitado el secreto. Pero sabía que no tenía ninguna posibilidad contra este chico.

No todavía, de todos modos.

“Tenía que ser astuto con Raltaak”, admitió Xelloss.

“Él conocía mi verdadera forma tanto como yo conocía la suya. Así que acordamos no arruinar la cubierta del otro y dejar que las cosas sigan su curso; Mi objetivo, como tu dijiste, era simplemente mantenerlo a raya”

“Pero como ya sabes de mí, parece que había pocas razones para mantener las apariencias”

“No es como si los demás se han dado cuenta todavía”

“Uhm… Ciertamente no lo creo de Gourry-san”

Entrecerré los ojos incómodamente.

“Gourry no se da cuenta de casi nada”, murmuré.

“Creo que Amelia y Zel saben que hay algo contigo, pero dudo que hayan descubierto que eres un Mazoku”.

Xelloss se encogió de hombros.

Por cierto, Xelloss. ¿Cuál es tu nombre real?”

Xelloss miró a la luna, el perfil de su rostro iluminado en la luz plateada.

“Xelloss el Sacerdote”, respondió simplemente.

“Al servicio de la Greater Beast Zelas Metallium. Aunque”, agregó con una sonrisa dolorida,

“Ese es otro asunto. Mi misión siempre ha sido eliminar el la Biblia de Claire de este mundo”

No me gustó el sonido de eso. Si Zelgadiss supiera que alguien en su grupo estaba intentando destruir la única cosa que quería, las cosas podrían ponerse muy feas. Xelloss probablemente reconoció la expresión de mi cara, porque continuó explicando.

“Piensa en nuestra última pequeña aventura. Si ese manuscrito hubiera llegado a las manos equivocadas, Lina-san, las quimeras como Zanaffar podrían haber sido producidas en masa. Aunque eso no hubiera importado mucho para un Mazoku de alto rango como yo, hubiera sido un gran inconveniente para todos los Lesser Demons”

“Por supuesto, el manuscrito que obtuve era limitado, incompleto y ahora no es más que cenizas. Y esa quimera, como has demostrado tan acertadamente, todavía podría ser manejada por humanos” Hizo una pausa y luego añadió:

” Pero si esa pieza manuscrita hubiera sido la descrita en el palacio real de Dilse. ..”

Xelloss se detuvo antes de terminar su pensamiento.

“Espera un segundo”, le dije rápidamente.

“¿Estás hablando de que … los humanos no pueden controlar al Lord of Nightmares?”

Xelloss realmente me frunció el ceño.

“No vuelvas a pronunciar ese nombre en vano”, espetó.

“Para un Mazoku de mi estatura, escuchar ese nombre dos veces es inaceptable”.

Mi sangre corrió fría. Sabía que se suponía que Lord of Nightmares era “El más poderoso de todos los Señores del demonio”, pero la reacción de Xelloss me sorprendió. ¿Exactamente cuán poderoso fue Lord of Nightmares?

“Pero volviendo al tema”. Xelloss con calma cepilló un poco de pelo detrás de la oreja.

“Después de quemar el manuscrito que encontramos con Zanaffar, informé a Greater Beast. Ahí es cuando me enteré de mi asignación actual”

“Espiarme”, le ofrecí.

“No exactamente. Mi misión es protegerte y guiarte”

Yo parpadee ¿Que dices?

Xelloss se rio entre dientes.

“Antes de su inevitable embestida de preguntas, permítame decir que eso es todo lo que puedo revelar. Tal vez sea mejor que ahorres ese aliento”

“Espera,” protesté.

“¿Qué hay de tus talismanes de amplificación? ¿No me vendiste eso antes de tomar la misión de protegerme?”

“En efecto”

“Entonces, ¿por qué me vendiste tus preciadas posesiones cuando no tenías la obligación de cuidarme?” Xelloss frunció el ceño y lo consideró un momento.

“Bueno, eso fue un trato espontáneo”, dijo al fin, dándome una sonrisa que parecía un poco forzada. Eres extraño, Xelloss.

“Pero, a decir verdad, no estoy muy entusiasmado con este proyecto. Hellmaster fue el que me lo dio en primer lugar”

“¡¿Hellmaster Phibrizzo?!”

¡Maldita sea, Xelloss tenía conexiones!

Xelloss suspiró.

“Hellmaster siempre está buscando a alguien que haga lo que le pide. Perdió a todos sus ministros sacerdotes en la guerra hace mil años, así que eso hace que otros sacerdotes sean un juego justo. Un sacerdote como yo no está encantado con eso”

Extendió la mano en un gesto de disculpa.

“Sé que fue grosero no decírtelo, pero sí, parte de la misión de Hellmaster consiste en protegerte un poco”

“Correcto”, dije con irritación.

“Y es por eso que me has estado probando. Querías ver si la persona que estás protegiendo está a la altura de su reputación; Supongo que sería un gran dolor proteger a alguien que no podría patear algunos culos y tomar algunos nombres”

Miré a Xelloss, esperando al menos hacerle sentir descortés. Pero él solo asintió alegremente. Suspiré.

“¿Y bien?”

“Para decirlo sin rodeos”, dijo Xelloss,

“No estoy tan impresionado. Aparte de tu potencial y la habilidad de tus camaradas, apenas haces una marca”

Le hice una mueca.

“¿No eres un amor?”

“Por cierto.” Xelloss sonrió de nuevo, un poco más escalofriante esta vez.

“¿Qué piensas hacer ahora que sabes que soy un Mazoku? ¿Podrías … desafiarme a un duelo, tal vez?”

Negué con la cabeza y gruñí:

“Tal vez en otro momento”. Hice una pausa un minuto después de eso, considerando mi próximo movimiento.

“Te diré una cosa, Xelloss. Mantendré tu identidad en secreto por ahora. Los otros no tienen que saberlo”

Xelloss parecía sorprendido.

“¿De Verdad?”

“Puede tomar un poco de ventaja, pero parece ser la mejor opción en este momento. Supongo que eso es lo que quieres, ¿verdad? ”

Xelloss enarcó las cejas.

“De hecho”, admitió.

“Eso sería de gran ayuda, Lina-san”. Hizo una pausa.

“Pero si esa fue tu intención todo el tiempo, ¿por qué querías esta conversación? ¿No crees que sería mejor dejar el asunto sin hablar?”

“No”, le contesté rotundamente.

“Todavía había cosas en las que no estaba clara. Además, quería que confirmaras lo que creía saber. Prefiero saber toda la verdad si tengo que bailar a tu alrededor”

Me rasqué la cabeza.

“Y, francamente, no saberlo con seguridad realmente me habría molestado”

Xelloss volvió a mirar a la luna.

“Bueno”, dijo después de un momento.

“Hay algo de verdad en lo que he oído sobre usted, Lina-san…Ciertamente no eres un humano común”

“¿Se supone que eso es un cumplido?”

Xelloss se volvió hacia mí, su expresión seria.

“Sí”, respondió.

“Es uno de los mayores elogios que un Mazoku como yo podría dar a un humano”

Así que se suponía que debía sentirme privilegiada. Genial, Xelloss, pensé. Intenta vender eso en una tarjeta de felicitación.

“Entonces, ¿A dónde vamos desde aquí?”

“Adelante”. Xelloss apuntó su bastón a la luna, que colgaba en el cielo occidental.

“¿A la luna?” Pregunté sarcásticamente.

Xelloss sonrió en la oscuridad.

“Al norte del Reino de Dilse”, dijo con calma.

“A donde se encuentra la Biblia de Claire Original”

-FIN DEL VOLUMEN 6-