Slayers (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Problemas Con El Seguimiento De Un Culto

Parte 6

“¿Lina-san?” El tono normalmente optimista de Amelia sonaba más preocupado y serio de lo habitual.

Ella y yo jadeamos en un denso bosque de árboles. Era un pequeño lugar apartado, uno que parecía lo suficientemente seguro como para refrescarnos los talones. Nos dirigimos hacia el bosque justo al lado del camino de tierra.

Todavía me sentía muy mal. ¿Cómo podría haber dejado a Gourry solo? Era la única forma, me decía a mí misma, pero eso no calmaba los nudos en mi estómago.

“¿Lina-san?” Preguntó de nuevo Amelia.

“Oh… lo siento”, murmuré.

“Estoy tratando de descubrir el mejor curso de acción para nosotras. Dame un segundo, ¿de acuerdo?”

Repasé los hechos una y otra vez, pero no hubo forma de evitarlo: tengo que vencer a Mazenda para recuperar mis hechizos, pero no tengo oportunidad sin usar esos hechizos. Y si Amelia se enfrentara a Mazenda, probablemente solo sufriría la misma suerte que yo.

Eso dejó a Gourry. Solo él tenía una oportunidad en una batalla contra Mazenda, pero en ese momento, no quería pensar en Gourry. Solo me hizo preocuparme de nuevo.

“Está bien”, dije al fin, tratando de no perder el control.

“Vamos a escondernos un rato, luego buscaremos a Gourry. La cita con él es nuestra principal prioridad”

“Qué lamentable que estará muerto mucho antes de eso”, dijo la voz de un hombre.

Habíamos escuchado esa voz antes. Venía directamente del frente.

“¡Maldición!” Murmuré, apretando los dientes cuando noté la túnica roja y el manto a juego. Su rostro demacrado y sus ojos pálidos no hicieron mucho para intimidar, pero no me arriesgué. Las apariencias engañan.

Por cierto, era el tipo delgado de esa noche, el que había dado un discurso extático a su reunión de idiotas.

“Aunque yo…Balgumon, puede que no lo parezca”, entonó el hombre,

“soy el segundo al mando de la organización. Mientras presido sobre la asociación, no puedo tolerar un asalto como el ocurrido en la noche anterior, por lo que solo me queda una opción: derrotarte y restaurar mi buen nombre, un deber que debe cumplirse en el lugar apropiado”

Hombre, este tipo es una bolsa de viento.

Afirmó ser el número dos del culto. Una cosa era segura: su organización no era muy organizada, teniendo en cuenta lo fácil que era lanzarla en una confusión total.

“Lo siento”, le respondí rotundamente,

“Pero tendremos que rechazar su solicitud”. Saqué furtivamente mi espada corta de mi cadera.

No quieres enredarte con Lina Inverse en una pelea, con o sin mis poderes mágicos. Sin nada más que una espada, podría tomar cuatro o cinco pozos de agua en cualquier callejón de cualquier ciudad en cualquier día de la semana.

¿Significaba eso que tenía una oportunidad contra el delgaducho? Probablemente no, a menos que solo fuera un brujo promedio, en cuyo caso … tal vez.

“¡Amelia!” Llamé por encima de mi hombro. “¡Cúbreme!”

Y con eso, cargué a Balgumon con mi espada. Podía escuchar a Amelia lanzar un hechizo detrás de mí.

“Bah,” Balgumon gruñó.

“Ven, entonces.” Comenzó a recitar su propio hechizo.

Lástima para él, Amelia ya estaba lista. Ella dejó que su hechizo volara.

“¡Toma esto!” Grité con mi espada en alto. El segundo antes de mi corte previsto, me dirigí bruscamente hacia un lado y cerré los ojos con fuerza.

Podía sentir el hechizo de iluminación de duración cero y brillo máximo de Amelia envolviendo el claro con luz brillante. Me alegré de haber adivinado su estrategia, y aún más me alegraba oír a Balgumon maldecir.

¡Ahora es mi oportunidad! En el instante en que la luz se desvaneció, me di la vuelta y corrí directamente hacia Balgumon. Le acuchillé con un grito, cronometrando mi ataque tan precisamente como pude.

Imagínate lo molesto que estaba cuando mi espada solo tomó aire.

“¡¿Qué?!” Grite.

Balgumon debería haber estado completamente cegado por el hechizo de iluminación, pero aún esquivó mi ataque con una vergüenza. Recuperé mi equilibrio y rápidamente lo perseguí.

¿Había fingido? Me di cuenta de que estaba recitando un hechizo incluso mientras atravesaba la maleza detrás de él. El tipo era muy astuto, así que no estaba dispuesto a dejarlo en paz. Cargarle directamente y darle el menor tiempo posible para una maniobra evasiva seguía siendo el mejor plan que se me ocurría.

“¡Lina-san!” Gritó Amelia, con un inusual pánico en su voz.

Tan pronto como ella habló, sentí que otro atacante se paseaba por encima. Gruñí y salté a un lado tan

rápido como pude, viendo como una luz plateada se encendía hacia abajo y abría la tierra en la que había estado de pie un momento antes. Si mi evasión hubiera sido una fracción de segundo más tarde, mi cabeza se habría sido dividida como una sandía.

“¿Otro?” Grité. Me puse de pie e intenté poner algo de distancia entre Balgumon y yo.

“¡Hmph!” Resopló el nuevo atacante. “Ella lo esquivó!”

Era otro hombre bestia, solo más peludo que Vedur y armado con una espada larga. A primera vista, parecía un hombre lobo ordinario, pero sospechaba que una inspección más cercana, que no tenía intención de hacer, revelaría sutilezas físicas que demostrarían que estaba equivocado. Como Vedur, probablemente era un híbrido.

“Eso no fue necesario, Feltis”, espetó Balgumon. La aparición de Feltis había interrumpido su hechizo.

“¿Están bien tus ojos, entonces?”, Preguntó Feltis. “Sí”, respondió Balgumon con impaciencia.

“Puedo ver lo suficientemente bien como para cuidar de estos tontos”

Mientras hablaba, el hombre bestia se acercó, plantándose entre Balgumon y yo. Levanté mi espada en preparación para cualquier ataque que tuviera en mente.

“¡Oye!” Grite.

“¡Amelia! No tengas piedad, ¿me oyes ?!”

“¡Entendido!” Amelia gritó de nuevo. Con eso, ella comenzó a recitar otro hechizo.

De la forma en que lo vi, solo tuvimos una oportunidad de ganar esa pelea, y tomaría todo lo que Amelia tenía. Desafortunadamente, Balgumon era lo suficientemente inteligente como para no solo quedarse de pie y esperar a ser golpeado. Antes de que Amelia pudiera terminar de recitar, ¡él comenzó a correr directamente hacia ella!

“¡Amelia!” Grite. El hombre bestia me bloqueó el camino para que no pudiera interceptar a Balgumon; Amelia estaba sola. Al ver a Balgumon cargando hacia ella, rápidamente adoptó una postura de lucha.

“No te preocupes, Lina-san”, gritó ella. “Un villano o dos, no importa; al final, todos conocerán el poder de la justi … ¡Woof!”

Balgumon golpeó una rodilla contra el plexo solar de Amelia. Ella rápidamente se dobló, su cara se torció de dolor, y cayó al suelo como un saco de ladrillos.

“¡No te muevas!” Ordenó Balgumon mientras luchaba con Amelia por detrás.

Comencé a sudar. Tranquila, Lina, me dije. Solo piensa por un segundo ¡Piensa!

Me pregunté si podría salir de la situación repentinamente delicada. Me decidí a probarlo.

“Sí, claro”, le espeté.

“¿Qué diferencia haría si yo cooperara contigo? Mi compañero y yo nos matarían al final. En todo caso, debería soltar mi espada en este momento, ¡sin restricciones!”

Balgumon sonrió ante mis palabras.

“Ahora, espera un momento”, dijo con cuidado.

“Tal vez pueda ofrecerle una mejor opción. Déjame preguntarte primero, ¿eres la hechicera cuya magia Mazenda selló?”

No había manera de evitarlo.

“Lo soy”, admití, bajando mi espada.

No tenía sentido esconder ese hecho bastante deslumbrante. Alguien tan familiarizado con la magia como Balgumon probablemente había sido capaz de resolverlo fácilmente.

“Luego otra pregunta”, continuó Balgumon.

“Esta chica se refirió a ti como “Lina” ¿Eres Lina Inverse?”

“Sí” gemí.

“Probablemente soy esa Lina Inverse”

Puede que este no sea el mejor momento para mencionarlo, pero me estaba convirtiendo en una especie de hechicera famosa. La noticia de mi nombre y de mis hechos, tan notorios como eran, había llegado muy lejos. Perdona la falta de modestia aquí, pero había desarrollado una gran reputación por mis aventuras locas, tanto mágicas como no relacionadas con la magia.

“Hmm”, murmuró Balgumon.

“En ese caso, te perdonaré la vida y le diré a Mazenda que retire el sello”

Yo parpadee ¡¿Qué…qué?! “Pero a cambio …” continuó.

Oh aquí vamos. Siempre hay un problema cuando los malos ofrecen favores.

“… Te convertirás en una de nosotros”

Está bien, demonios no. Sabía que preferiría morir antes que unirme a un culto que adoraba a Ruby Eye; no solo la tropa era mala, sino que cada miembro con el que había estado en contacto había sido insoportablemente molesto. Pero tampoco quería que mataran a Amelia y a mí en particular, eso significaba que las dos moriríamos de forma insignificante, muertes triviales infligidas por enemigos mezquinos. Creo que merezco morir mucho más gloriosamente que eso, ¿no es así?

Me hicieron retroceder en una esquina. Suspiré con profunda resignación, pero antes de que pudiera aceptar sus términos, una voz gritó desde los árboles.

“¡Ah! ¡Feltis-san! ¡Finalmente te he encontrado!”

La voz era despreocupada e incluso agradable. Era la voz más amigable que había escuchado en mucho tiempo.

“¡T-Tú!” Feltis se enfureció.

“¡Tú sacerdote sucio! ¡¿Viniste tras de mí hasta aquí?!”

Obviamente, Feltis no estaba feliz; él y el sacerdote, cualquiera que fuera su nombre, tenían algo de mala sangre entre ellos. ¡Todo lo mejor para mí! Me gire para ver al chico que esperaba que fuera mi aliado por defecto.