Campione (NL)

Volumen 2

Capítulo 7: Tú, Nacido de la Luz en Medio de la Oscuridad

Parte 5

El humo blanco que cubría al viejo Campione finalmente se disipó.

A pesar de que Godou utilizó toda su fuerza y lo atacó con un relámpago de gran alcance, Voban no fue vencido. Tres siglos de diferencia en cuanto a experiencia en verdad no eran sólo para presumir.

— Sin embargo, ese ataque era suficiente para agotar a sus límites.

El anciano estaba esforzándose para preparar sus defensas y recibir el rayo, él tomó su Sturm und Drang e invocó todo el poder de esta autoridad que gobernaba al viento, a la lluvia, y a los truenos y relámpagos, causando que el poderoso ataque eléctrico se desviarse de su objetivo.

Erica y Liliana arrojaron sus espadas mágicas como si fueran lanzas.

Con el fin de esquivar las armas mortales, el viejo rey perdió su concentración y fue engullido por el enorme trueno como si fuera un maremoto, reduciéndolo a nada.

Sin embargo, después de eso.

En el lugar en donde estaba Voban parecía estar formándose un montículo de arena ― no, era polvo ― aumentando lentamente y formando la figura de un hombre, finalmente volvió a tomar el aspecto intelectual del viejo Marqués.

¿Era ésta su carta de triunfo oculta?

Resucitando al igual que su Carnero, Voban ha utilizado una autoridad para evadir su inevitable muerte. Godou no podía evitar sentirse nervioso.

“¿Empezamos la tercera ronda, niño?”

“Si eso es lo que quieres, tengamos dos o tres más, seré tu oponente hasta el final.” El revivir de ahora parecía haber cobrado un alto precio en Voban.

Su respiración era irregular, su poder mágico era claramente mucho menor. Godou sintió esto y se preparaba para forzar a su muy cansado cuerpo a convocar más relámpagos.

¡Ahora estaban iguales y la victoria podría ir en cualquier dirección!

Detrás de los dos Campiones enfrentándose el uno al otro, la Torre de Tokio se estaba quemando espectacularmente.

El último ataque de Godou no sólo golpeó a Voban, también le dio a la torre un golpe final. La estructura de acero de 300 metros de altura estaba ardiendo como una antorcha gigante.

La turbulenta noche aún no había terminado, ¿qué tanto sería dañada esta ciudad? Godou sintió que lo rebasaban los nervios, y en ese instante.

“… ¡Por favor, basta! ¡Gran Marqués, si no se retira, entonces, incluyéndome a mí y a Kusanagi Godou, así como a los demás, seremos mandados a volar!”

Enojada mirando a los dos Reyes, Yuri gritó.

Por alguna razón se veía muy debilitada, y estaba recostada en los brazos de Erica. La Hime-Miko totalmente empapada por la lluvia estaba poniendo su vida al límite de tal manera.

“Mientras yo me haya ido, usted no tendrá ninguna razón para pelear, así que por favor tome una decisión.”

Y pensar que Yuri diría tales palabras.

Como si fuera regañado ligeramente por la imponente expresión de Yuri, Godou iba a hablar, pero Voban respondió primero.

“¿Es en serio, Miko? ¿Estás queriendo decir que estará bien para ti sacrificarte aquí mismo?”

“Correcto. Si la ciudad están peligrosamente amenazada debido a mí, entonces no tengo más remedio que sacrificarme.”

Viendo a Yuri hablar con una expresión severa, Voban se quedó sin habla por un segundo.

“Una señorita que no entiende la alegría de la caza, acabas de matar mi estado de ánimo… Muy bien, habiendo llegado a este punto, voy a declarar en mi nombre, Dejanstahl Voban.”

Los ojos de Voban ― los malignos ojos ardiendo como los de un tigre.

Es incapaz de suprimir su ira y su pasión ardiente. ¿Al final seguiremos luchando? Godou empujó su cuerpo hacia adelante.

“¡Mocoso! ¡Kusanagi Godou, la victoria es tuya! ¡Esta vez tú ganas!” Declarado vencedor con un tono tan lleno de odio, Godou se sorprendió. “¿Estás diciendo que he ganado?”

“¡Ya lo dije antes de esta cacería! ¡La única regla era que te iba a matar y a capturar a la chica! Sin embargo, juzgué mal tu poder. Ahora estoy cansado… si continuase la lucha en estas condiciones, no tendría suficiente energía para garantizar la seguridad de la pequeña dama. Por lo tanto, has ganado.”

Voban explicó impacientemente.

Ahora que lo pensaba, él dijo algo por el estilo. Al darse cuenta de que el anciano había estado tratando al actual combate a muerte como un simple juego, Godou sintió que no era capaz de hacer realmente nada.

“¡Si no puedo siquiera cumplir con la regla que me puse, entonces he perdido! ¡He subestimado tu poder, fui derrotado por mi propia ingenuidad!… Puede que me haya vuelto senil, fallar al ver qué tipo de sujetos era durante la primera vez que puse mis ojos en ti.”

Ante aquellos malignos ojos mirando hacia el frente y ardiendo con luz esmeralda, Godou le devolvió la mirada sin retroceder.

Sentía que no iba a perder aunque la lucha continuase, pero si la otra parte quería parar, estaría bien. Ya era hora de resolver las cosas.

“La próxima vez que nos encontremos uno al otro, te voy a cazar con todas mis fuerzas. Prepárate para ese día. Mejora tus habilidades, experimenta batallas más adversas. No seré tan fácil de manejar si fuera en serio contigo.”

Dándole la espalda a Godou y al resto, el viejo Campione se adelantó.

La carretera se tiñó con un brillo de color naranja por la ardiente Torre de Tokio, y las profundidades de la oscuridad fueron violentadas por los remolinos de viento y lluvia.

“¡Ten esto en cuenta, entre Reyes como nosotros, sólo puede existir una de las siguientes relaciones ― ignorarse uno al otro, pactos de no agresión, o eternos enemigos en duelo hasta el final de los tiempos! ¡Y desde ahora tú serás mi enemigo!”

Estas fueron las últimas palabras dejadas por Voban.

Una vez que su figura desapareció, los Sirvientes Muertos, que habían vuelto a materializarse se convirtieron de nuevo en el polvo, y finalmente comenzaron su camino hacia la paz eterna.

Que descansen en paz, sin embargo ―

Al mismo tiempo, mientras oraba, Godou perdió su fuerza, después de todo, fue realmente agotador.

A pesar de que no sabía sobre su futuro, al menos sobrevivió a todo. Sin embargo, esto no significaba que todo había terminado.

“Esa torre en verdad arde bien, esta es una escena única.”

“Estás hablando como un demonio, como de costumbre. Ese estilo sin duda hace que uno quiera suspirar.”

“Eso debe ser de acero, ¿verdad? Ya que está lloviendo, creo que no estará así por mucho tiempo… Ah, hice algo malo otra vez…”

Mientras Godou sujetaba su cabeza entre sus brazos, Erica, y también Liliana, se relajaron.

También estaban en su límite, y con su conciencia turbia, los tres se asomaron a la torre de color rojo y blanco de Tokio que estaba ardiendo de forma espectacular.

La altura de la Torre era de 332,6 metros.

Originalmente construida como una torre de comunicaciones, más tarde se convirtió en un hito de Tokio y una famosa atracción turística. Construida hace más de cincuenta años atrás, era un espacio muy familiar para los residentes locales.

“En ese caso, ¿estás bien Mariya?… ¿Qué pasó?, te ves muy cansada.” Godou le pregunto a Yuri, que lucía casi sin vida.

Mentalmente era entendible, pero no debería haberse esforzado físicamente. Este nivel de fatiga era incomprensible. En ese momento, las tres chicas suspiraron juntas.

¿Qué está pasando?, están muy sorprendidas, Godou tuvo esta sensación. “Godou, ¿te has dado cuenta lo que has hecho?”

Erica fue la primera en responder, luego Yuri y Liliana comenzaron a explicarle los efectos secundarios de la encarnación de la Cabra.

Al enterarse de que él había sido fortalecido con la fuerza vital de todo el mundo que le rodeaba, Godou fue afligido con intensa vergüenza y preocupación.

“¿Habrá muerto alguien debido a esto? ¿Cuál es la situación? ¡Qué encarnación tan peligrosa…!”

“Creo que probablemente no sucederá nada así. Después de todo, incluso alguien tan débil como yo sólo colapsó como si tuviera anemia… Tal vez sólo unos cuantos informes.

Cuando Godou-san liberó ese ataque eléctrico final, sentí que mi conciencia se desvanecía, y luego me caí.”

“¿E-estas bien, Mariya? espero que los demás estén bien también―”

Godou trató desesperadamente de buscar en los alrededores iluminados de la Torre de Tokio.

…Él esperaba que las personas en la torre estuvieran a salvo también. Aunque fuera de noche, era imposible que no hubiese nadie.

“Parece que cuando Voban estaba invocando las tormentas, la Torre de Tokio emitió un aviso de evacuación. Amakasu-san acaba de confirmarlo, por lo que a pesar de todo fuimos bastante afortunados…”

Las palabras de Yuri aliviaron un poco al arrepentido Godou. Pero aun así, sabiendo que él fue responsable del desastre, se sintió muy incomodado.

Siempre era así, y esta vez no fue a una escala ordinaria. Mirando al deprimido Godou, Yuri suspiró y se acercó.

“Godou-san, la responsabilidad de este incidente no se basa únicamente en usted. Yo soy su cómplice, así que por favor levante su ánimo. Si hay algún problema, con mucho gusto acepto el castigo juntos.”

“Mariya…”

“¿No le dije que lo seguiré a dónde quiera que vaya? ¿Lo ha olvidado?”

Mirando directamente a la cara Godou, los ojos de Yuri era más gentiles que los de cualquier diosa. Atrapado en esa mirada, Godou no pudo evitar sentirse fascinado, pero en ese momento…

*Tos*

Oyendo una ligera tos detrás de él, Godou dio la vuelta para mirar. Fue Erica, que había bajado la cabeza y tosió ligeramente.

“¿¡Qué te sucedió!? ¿¡Estás bien, acaso es por mi culpa!?”

“Tal vez… Sí, Godou. Acércate un poco. Mi pecho no se siente bien…”

Al ver a su pareja en un raro estado de aparente debilidad, Godou pasó completamente crédulo.

…Pensándolo bien, ese fue su mayor error en toda la noche. “¿Hay algo que pueda hacer? ¡Vayamos al hospital!”

Completamente empapado por la lluvia, el cuerpo de Erica se sentía bastante frío, a la vez que ella estaba exhausta.

Mientras acariciaba su espalda, Godou se acercó más para sostener su delgado cuerpo. En ese momento se produjo el ataque.

Erica acercó sus manos de una manera inadvertida, y levantó la cara de Godou. Godou sintió una hermosa y húmeda mirada seductora hacia él.

“Kusanagi Godou ― por lo que entiendo, incluso Mariya está muy bien. Cómo puede ese demonio, incluso más saludable que un buey, ¿realmente crees que ella sería debilitada? Parece que todavía eres demasiado incauto…”

Liliana comentó con un tono crítico.

Era exactamente como dijo, Godou, que quedó atrapado en las garras de Erica, estaba completamente de acuerdo, pero no podía hacer más. Después de una intensa batalla, cualquiera bajaría la guardia…

“¡E-entonces Erica, podrías parar con tus bromas! ¡Esto es demasiado indecente!”

“Ya que la atmósfera entre Yuri y Godou cambió por completo, me sentí preocupada y tuve que actuar… Oye, ¿qué hicieron exactamente los dos?”

Mostrando la sonrisa de una bruja cuya belleza sacudiría el corazón de cualquiera, Erica siguió preguntando.

Sus suaves manos estaban sosteniendo amorosamente la cara de Godou mientras acariciaban su cabeza, como si estuviera tratando de localizar y recuperar algún secreto con sus delicadas manos.

Si él no respondía adecuadamente, estas delgadas manos probablemente podrían romperle el cráneo en un instante.

De repente, preocupado por alguna inexplicable razón, Godou sintió que trataba de huir, mientras que Yuri a su lado parecía tener la cabeza gacha, como si fuera su culpa.

“Estoy un poco preocupada acerca de cómo prepararon a la Espada en contra del Marqués. Ah, a pesar de que lo pregunté por el teléfono, ¿podrías decírmelo una vez más? Es algo sin importancia, ¿verdad?”

Erica susurró al oído de Godou.

Y entonces ella comenzó a besar su oreja delicadamente, trasladándose a los labios. Inició con un ligero toque entre sus labios, pero pronto se tornó en los labios de Erica lamiendo a los de Godou, luego empezó a chuparlos, procediendo a extender con audacia su lengua para enredarlo ―

“Tú, tú no tienes vergüenza…”

Liliana estaba mirando desde el lado con su cara enrojecida.

A pesar de que hablaba así, ella parecía estar viendo todo con gran interés, y no tenía ninguna intención de desviar la mirada. ¿Qué podría decir? Godou se lamentó profundamente, pero dada la forma en que le permite a Erica que juegue todo el tiempo con él, no estaba calificado para hacer comentarios sobre los demás.

Justo como una pareja idiota en una descarada muestra de afecto en público, con un amante en su regazo, teniendo intimidad sin tener en cuenta a los demás.

Esa era la única manera de describir el estado actual de cosas, pero Godou se sentía como una rana dentro del territorio de una serpiente.

Su corazón estaba lleno de miedo y temor, como si fuera a ser asesinado en cualquier momento.

Incluso Yuri, que solía reprender este tipo de situaciones al instante, se quedó sin habla.

A pesar de que su ruborizada cara parecía querer decir algo, rápidamente se mordió el labio y se tragó sus palabras. Probablemente estaba sintiendo la misma sensación de temor y culpa.

“Aya, todo el mundo, buen trabajo. De todos modos, acaban de salir los bomberos y otros más para limpiar el desastre. Sus cuerpos empapados deben estar fríos, ¿no? Tomemos un buen descanso ― Hey, ¿qué pasó? El ambiente se siente un poco extraño.”

Amakasu apareció repentinamente y habló de forma casual.

Aun así, Godou y Yuri seguían en silencio apoyándose sobre sus cuerpos rígidos mientras que Liliana estaba viendo el desarrollo de las cosas con indignación pero mezclado con bastante interés.

Mientras, Erica estaba balanceándose hábilmente en el regazo de Godou a su antojo.