Heavy Object (NL)

Volumen 14

Capítulo 2: Acción Independiente Tomada tan Casualmente como una Donación en una Tienda de Conveniencia >> Dominación de la Línea Desmilitarizada del Centro de Norteamérica

Parte 5

“¡Oigan, es el sheriff!”

“¡Es el sheriff que se ha puesto todo obeso sin ningún trabajo que hacer!”

Después de comprar el habitual set de donas y café en el lugar de siempre, el hombre escuchó a los niños burlándose de él. Su estómago había engordado bastante y sus dedos se habían hinchado demasiado como para usar su viejo anillo. Por esa razón, en lugar de eso, él lo usó en una delgada cadena como un collar. Cuando los miró, los niños desaparecieron en el callejón, pero él no tenía tiempo de preocuparse por ellos.

No era que a Thomas Goldenclipper no le gustara la atmosfera de esta ciudad. Esta ciudad silo era llamada la Pizza Gigante.
Centrándose solo en la superficie, parecía una base de camiones formada por una gran estación de servicio rodeada de supermercados e instalaciones de alojamiento.

Pero eso no condujo a un ingreso estable porque tenían que depender de las caravanas que viajaban de norte a sur a través de Norteamérica. Había una gran diferencia entre los buenos tiempos y los malos tiempos, y era la comida y el empleo temporal de la Organización de la Fe lo que los salvaba durante esos tiempos desesperados. Además de pagarles, la Organización de la Fe seleccionaría a las personas como un técnico o un jefe de fábrica si adquirían las habilidades adecuadas, de modo que todos estuvieran enfocados en ellos.

La posición de autoridad debe haberse vuelto una pesada carga porque cualquiera que se apegaba demasiado a ella tendía a enfermarse, pero aparentemente la Organización de la Fe había construido un hospital para atender a quienes trabajaban demasiado y se enfermaban. Era un desastre para las personas afectadas, pero mientras sobrevivieran, ellos podrían reírse de todo como unas largas vacaciones eventualmente.

Este lugar fue construido sobre la buena voluntad de la Organización de la Fe. Cuanto más profundo estabas, mayor era tu estatus en esta ciudad.
En la superficie, no podías protegerte de la intensa luz solar ni de las nubes de arena, sin embargo, aún tenías que dedicarte a tu trabajo y sonreír agradablemente a los conductores que llegaban de otros lugares. Y a pesar de todo Thomas se sentía más cómodo en la superficie que con aquellos con un estatus lo suficientemente alto como para ignorar las estaciones e incluso el hecho de si era de día o de noche. Él prefería el terreno aquí arriba y también prefería el tipo de personas de aquí. Esta ciudad estaba hecha de personas que se habían reunido en un viejo silo de misiles cuando no tenían a dónde ir, así que ¿qué sentido tenía construir su propia jerarquía y despreciar a los demás? Los hombres machos y musculosos que habían sido elegidos como trabajadores temporales de la Organización de la Fe estaban comiendo hamburguesas más grandes que sus cabezas en un restaurante, una camarera sonreía mientras los observaba, las amas de casa y el dueño de un puesto de recuerdos estaban haciendo negocios y disfrutando de una conversación, y los niños corrían y jugaban donde podían encontrar un espacio pequeño y una pelota.

Él vio aquí algo mucho más digno de proteger que aquellas personas de alto estatus que tenían la piel viscosa como una especie de reptil nocturno.

Es por eso que Thomas Goldenclipper se mantenía en la superficie como un sheriff y veía a todos vivir sus vidas. Y él prefería por mucho no tener nada que hacer.

Pero la realidad era cruel.

Si hubiera sido un poco más denso, él podría haber pasado por alto la rareza. “…?”
Su curiosidad fue atraída por un área pavimentada con asfalto más grande que un campo de fútbol.

Era un autocine. Debe haber sido demasiado anticuado incluso cuando los principales clientes de la ciudad eran conductores de camiones porque no tenía mucho trabajo y la pantalla, que parecía un cartel gigante en blanco, estaba manchada por toda la arena y la luz solar directa.

Pero por primera vez muchas personas se habían reunido en ese lugar de entretenimiento olvidado.

De hecho, el autocine era al aire libre y no podía proyectar una película hasta que cayera la noche. No había una buena razón para reunir un puñado de vehículos con tracción en las cuatro ruedas bajo el sol ardiente.

Thomas pensó que este era un caso ultra raro de estacionamiento ilegal. En una ciudad del desierto, no muchos conductores se arriesgarían a que les quiten su vehículo.

Ya que él inclinó su cabeza y se acercó, la sensibilidad de su antena aparentemente estaba un nivel demasiado débil. Incluso cuando vio los diseños de camuflaje pintados con colores caqui, no se le ocurrió una cierta posibilidad.

Y justo cuando se preparaba para llamarlos, él sintió que alguien le sujetaba el hombro por detrás. Entonces sintió un golpe en la parte posterior de su rodilla derecha. A partir de ahí, él no tenía idea de lo que pasó. Su visión giró alrededor, su espalda se estrelló contra algo, y sus dos pulmones sorprendidos olvidaron cuál era su trabajo.

Solo después de esforzarse por respirar un poco fue cuando se dio cuenta de que había sido arrojado al suelo.

Algunos hombres en uniformes militares que no reconoció lo estaban mirando. Todos tenían miradas de total y absoluta molestia.

“… ¿Qué hacemos con él?”

“A la ciudad no le queda mucho tiempo. Está acabada si no resolvemos todos sus problemas con la Organización de la Fe y el cromo hexavalente. Tenemos que salvar a todos, incluso si eso significa ser un poco rudo con algunos de ellos.”

“¿Qué era lo que necesitábamos de nuevo? La estación de policía, el centro de control de tráfico, la estación de transmisión, la central telefónica…”

Cuando escuchó la lista de instalaciones, Thomas se olvidó de sus problemas para respirar y abrió los ojos. Él tenía la sensación de que esto era muy malo. La lista sonaba muy peligrosa para él.

Ellos no estaban con la Organización de la Fe. ¡Estos eran uniformes del Reino de la Legitimidad! Y ellos tenían una cosa más que decir.
“Esto es un desastre por todos lados, pero no te preocupes porque no estamos obligados a simpatizar contigo. Tenemos que ocupar esas instalaciones y ganar el control de las funciones de la ciudad. Lo sentimos, pero recibiremos un poco de ayuda de ti.”

 * * *

Quenser, Heivia y los otros soldados del Reino de la Legitimidad no estaban exactamente entusiasmados al escuchar las llamadas energéticas por clientes y los gritos de los niños que perseguían una pelota.

Pero no importaba cuanto quisieran negarlo, el Jack in the Box estaba en camino. Después de atacarlos, nunca dejaría que el Baby Magnum abandonara la zona de combate. Era seguro que este tomaría acción en el instante en que hicieran cualquier intento obvio de ir a otro lugar.

…Esta ciudad pronto sería un campo de batalla.

En primer lugar, era imposible evacuar a los cientos de miles de personas de la ciudad silo en tan poco tiempo. Ni siquiera los diez mil en la superficie serían capaces de descender a la zona resistente a bombas nucleares a gran profundidad a tiempo. El batallón solo tenía vehículos suficientes para su propio personal de menos de mil y ni siquiera todos los vehículos personales y de transporte de la ciudad podían transportarlos a todos. Además, incluso si tuvieran suficientes vehículos, enviarlos a todos a la vez solo causaría un atasco de tráfico gigante antes de llegar al desierto. Era seguro que la Organización de la Fe actuaria antes de que lograran salir.

Entonces, como comandante de la base, la Mayor Frolaytia Capistrano grabo esa idea básica en sus cabezas.

Quenser, Heivia y los demás repitieron sus órdenes.

“¡Necesitamos construir una zona base de mantenimiento lo más rápido posible! ¡¡Una vez que hagamos eso, los tratados internacionales nos permitirán proteger la ciudad del fuego del Jack in the Box!!”

Ellos debían colocar la base de mantenimiento móvil justo encima de la ciudad silo.

Las guerras limpias tradicionales comenzaban y terminaban con un choque entre Objects, por lo que era raro terminar con los soldados de la zona base de mantenimiento luchando entre sí. Por supuesto, algunas batallas se salían de control y la base de mantenimiento terminaba siendo atacada directamente, pero esto haría que fuera mucho más difícil apuntar a la zona base que si solo la dejaran sola. También aumentaba las probabilidades de supervivencia de las personas.

“No importa si no podemos evacuar a todos antes de que comience la batalla,” coincidió Quenser. “Solo tenemos que mantener la evacuación en marcha durante la batalla y continuar llevando a la población de la superficie bajo tierra. El área debajo del lecho de roca está diseñada para resistir un arma nuclear, por lo que debería aguantar un poco mientras esa cosa se desboca.”

El Reino de la Legitimidad tampoco era exactamente un héroe puro e inocente. Para derrotar al Jack in the Box, ellos tenían que convertir un adhesivo tóxico en neblina, esparcirlo por completo y después hacerlo reaccionar friendo el aire. Si la dirección del viento era la equivocada, su mar de llamas podría alcanzar la superficie de la ciudad.

Ellos tenían que tener éxito aquí y eliminar la amenaza.

Y los soldados actuarían como cojines de carne para ganar suficiente tiempo para eso. Eso era todo lo que podían hacer.
Heivia habló mientras derribaba y restringía a un hombre de mediana edad que parecía ser un policía local…no, un sheriff.

“Vamos a pedirle algo de información. La principal prioridad es la entrada de carga al área subterránea. No podemos simplemente vagar por ahí advirtiendo a las personas con un megáfono,

¿cierto?”

“Sí, eso causaría un gran pánico. En el peor de los casos, tendríamos disturbios y saqueos en nuestras manos. Nuestro plan se derrumbaría y no habría nada que detuviera al Jack in the Box.”

Es por eso que no podían simplemente difundir la información necesaria en línea y dejar el resto a la policía local. Si no sabían cómo se difundiría la información, todos serían asesinados con seguridad.

La “cooperación” en el lugar era absolutamente vital.

Después de todo, había más de diez mil personas en la superficie. Incluso si pudieran protegerlos del Jack in the Box estableciendo su zona base de mantenimiento justo encima de la ubicación de la ciudad silo en el mapa, ellos no tenían tiempo para lidiar con el caos adicional.

Ellos tenían que tomar el control de la estación de policía y otras agencias conservadoras de la paz, explicar la situación a las autoridades y convencerlos de que cooperen. Huir fuera de la ciudad solo pondría a uno en más peligro, por lo que podrían abandonar los vehículos en las carreteras principales para crear un atasco de tráfico y evitar que alguien se apresurara a salir en sus autos privados. La información del centro de control de tráfico y la ayuda de las estaciones de radio y televisión eran cruciales para que las personas evacuaran el subterráneo.

Su enemigo era el tiempo. El fusible ya había sido encendido.

Así que no tenían tiempo para discutir. Si se tratara de ello, ellos “convencerían” a las personas con el cañón de un arma. Cada segundo u hora desperdiciada podría significar game over y el Jack in the Box convertiría todo en cenizas.

“Ser un héroe no es fácil…”

“Nunca podría confiar en un idiota que se presenta a sí mismo como un héroe con mallas de cuerpo completo que es perfecto e irreprochable. Solo puedo asumir que han ido matando a todos los que tuvieron un problema con ellos.”

El sheriff atado estaba pálido y tembloroso, pero él logró forzar una voz.

“¡N-no voy a hablar! No voy a ayudar a algunos berserkers del Reino de la Legitimidad. ¡¡Incluso si la Organización de la Fe nos ayuda con comida y trabajo temporal en fábricas, todavía somos una ciudad pacifista gobernada por civiles!!”

“Este tipo es un verdadero aliado de la gente. Pero, ¿cómo se supone que vamos a convencerlo, Heivia? Sin violencia, quiero decir.”

“Viola las regulaciones militares, pero mostrarle todas las fotos del Jack in the Box probablemente sería lo más rápido. O tal vez, contarle sobre el cromo hexavalente o sobre lo que el detector de minas siguió registrando. Apostemos cuántas fotos tomara antes de que cambie de opinión.”

“Iré con 10. El perdedor toma la próxima tarea de limpieza de inodoros del ganador.”

“En verdad que crees en su conciencia pacifista. Yo estaba pensando que solo tomaría 5.”

El sheriff debió haber pensado que le iban a mostrar un montón de cadáveres chamuscados porque él se puso tan blanco como una sábana. Heivia lo levantó por el cuello y suspiró.

“Oye, anciano. Mencionaste el trabajo de fábrica temporal, ¿cierto?” “…No voy a hablar.”
“Entonces cállate y escucha. La Organización de la Fe ha instalado carpas gigantes como de circo para que la población local trabaje en fábricas temporales. Es un trabajo simple que crea partes de Objects. Sí, los han tenido haciendo esos enormes resortes gigantescos.”

“…”

El sheriff parecía estar al borde de las lágrimas mientras volteaba a ver hacia Quenser esta vez. Quenser también sacudió su cabeza.
“Sólo escucha. Las propiedades del acero cambian según las impurezas mezcladas. Por ejemplo, el cromo. Obtén la proporción correcta y tienes acero inoxidable, pero la Organización de la Fe está usando cromo hexavalente. Lo hemos encontrado en el suelo por aquí, así que no hay duda.”

“¿Q-qué…qué importa eso…?”

“¿No sabias? No, probablemente no te lo dijeron.”

Quenser escupió las palabras hacia alguien que no estaba aquí. Él arrugó su frente como si le doliera la cabeza mientras continuaba.

“El cromo hexavalente causa daños graves al medio ambiente. La mayoría de los países seguros tienen límites de emisiones. Es por eso que ellos están haciendo sus partes aquí, donde no cuenta. Y contaminando sus cuerpos todo el tiempo.”

La garganta del obeso sheriff se atascó, pero ninguna voz salió.

Su rostro estaba empapado de sudor. No, ¿esa cosa alrededor de sus ojos siquiera era sudor? “¿Han desaparecido de repente alguna de las personas que trabajan en las fábricas?”
La revelación de pesadilla continuó.

“No sé cómo lo han estado explicando para ustedes, pero la verdad es simple: cuando el cuerpo de alguien se contamina demasiado, este colapsa.”

“Eso no puede ser verdad…”

“Desafortunadamente, nuestros detectores de metal no paran de sonar. No sé si son monedas en

sus bolsillos o relojes de pulsera, pero definitivamente no son minas ni latas vacías. No nos gustaba conducir sobre ellos, así que intentamos evitar las áreas donde estaban enterrados los cuerpos tanto como pudimos.”

“¡¡Están mintiendo!!”

El sheriff interrumpió con un súbito grito. Él tomo algo en su cuello y apretó sus dientes. ¿Qué llevaba puesto allí el hombre que ahora actuaba como un animal herido? Quenser lo recordó.

Era un collar hecho de un anillo en una cadena delgada.

Algo así produciría una reacción de metal. Entonces, ¿podría ser…?

“Eso no puede ser. ¡¡Eso no puede ser, eso no puede ser, eso no puede ser!! ¡¡Quiero decir…eso es…esta ciudad está construida sobre la buena voluntad de la Organización de la Fe…ella era… y los técnicos…y los jefes de fábrica…ellos solo están en el hospital…es por eso que no están
aquí…uuh…pronto la veré de nuevo…ella estará mejor en cualquier momento…ahhh…waaahhhh!!” Él estaba tan confundido que ni siquiera pudo producir un lenguaje inteligible hacia el final.
Demasiados ejemplos pueden haber venido a su mente. Pero si los aceptaba, algo se rompería dentro de él, por lo que el sheriff estaba luchando por negarlo con todas sus fuerzas.

“Oye, ¿es esto realmente lo correcto, Quenser?”

“Lo es. Es lo correcto, pero no es nada más que eso.”

Los jóvenes soldados tenían una mirada compleja en sus ojos mientras observaban a un hombre de más de dos veces su edad sufrir una crisis completa. Ambos habían hecho y visto algo que no deberían. Así fue como se sintió para ellos.

Pero ambos no pudieron poner una mano sobre esos temblorosos hombros. Porque algo más pasó primero.
Una explosión ensordecedora estalló en un rincón de la ciudad y un humo negro de aspecto enfermizo manchó el cielo.

No estaba tan lejos. Sólo fue a dos o tres edificios de ellos. El ruido los golpeó como una pared sólida, por lo que Quenser casi fue derribado de sus pies así que se aferró al costado de un camión cercano.

Un sonido monótono de tono agudo resonó en sus oídos mientras que Heivia abría la puerta del camión a prueba de balas, lo usaba como escudo y movía su boca. Quenser no podía escuchar su voz, pero según los movimientos de sus labios, parecía preguntarle qué idiota había hecho eso.

“Eso provino del mercado en el hangar. Y este hubiera estado lleno de amas de casa a esta hora.”

Cuando el sonido volvió a él, la primera voz que escuchó Quenser fue la del obeso sheriff que aún debería haber estado en el suelo.

“Oh, cierto. La Organización de la Fe lo sabrá. ¡¡Ellos sabrán el secreto detrás del cromo hexavalente y las fábricas!!”

“¡¡Ah, imbécil!!”

Heivia extendió su mano, pero fallo en sujetar el hombro del hombre apenas por un centímetro. Con un misterioso estallido de energía, el civil se escabulló y corrió hacia la explosión. El anillo se balanceó mientras colgaba de su cuello como placas de identificación.

¿Acaso quería aprender la verdad, o negarla?

“Oh, diablos. ¿Qué hacemos aho-…? ¡¡Argh, detente, maldita sea!!”

El horrible amigo de Quenser apuntó con su rifle de asalto al hombre, pero la amenaza era impotente contra alguien que estaba desechando su vida. Retener a alguien a quien no podías permitirte matar no tenía ningún efecto.

Heivia chasqueó su lengua y echó un vistazo al camión con tracción en las cuatro ruedas, pero entonces Quenser salió corriendo detrás del hombre de mediana edad.

Él no estaba exactamente confidente en su capacidad atlética, por lo que fue principalmente su falta de una licencia de conducir lo que le ayudó a tomar una decisión.

“¡Vamos, Heivia! ¡¡Ese tipo puede ser un estúpido, pero no ha hecho nada malo!! ¡¡Ni una sola cosa!!”

“¡¡Okay, está bien!!”

Heivia renunció a regañadientes al camión y corrió tras el sheriff.

Él puede haber decidido que correr a toda velocidad era más rápido que girar la llave para arrancar el motor a una distancia de solo dos o tres edificios.

“Pero ¿¡qué fue esa explosión!? ¿¡Acaso alguien de nuestro 37mo Batallón se volvió loco!?” “¡¡Eso no sonó como algo de nuestro equipo!!”
¿Así que fue la Organización de la Fe? ¿O alguien había adquirido armas de ellos? Una voz amplificada por un megáfono llegó a ellos desde más allá de los edificios.
“¡¡Amadas ovejas perdidas!! ¡Nuestro odiado enemigo, el Reino de la Legitimidad ha llegado! ¡Sus padres e hijos, sus amantes y familias, sus amigos y maestros! ¡¡Si desean proteger todo lo que aprecian, tomen un arma y protejan esas vidas amenazadas!!”

“¿¡Acaso los bastardos fingieron un ataque para provocar hostilidad contra nosotros!?”

“Incluso si no tiene éxito total, podría crear una zona gris donde nadie sabe qué lado lo hizo. En ese caso, cualquier disturbio podría ser dirigido a nosotros también. ¡Tenemos que hacer algo y pronto!”

Todas las casas de los alrededores cerraron sus puertas y ventanas.

Un teléfono celular cayó desde arriba cuando alguien lo soltó mientras cerraba una ventana del segundo piso. Vibraba en modo silencioso y, cuando ambos lo tomaron para ver la pantalla pequeña, vieron un correo electrónico de emergencia de la Organización de la Fe.

“Esto difícilmente podría empeorar…”

“No tenemos tiempo para quejarnos. Solo tenemos que resolver una cosa a la vez. ¡¡Empezando con ese sheriff!!”

La ciudad silo se había desarrollado en las profundidades, por lo que los edificios altos no parecían actuar como un símbolo de estatus. Ambos persiguieron al sheriff mientras estaban rodeados de pequeños edificios de solo tres o cuatro pisos de altura. Mientras tanto, ellos escucharon más explosiones y lo que sonaba muy parecido a disparos de arma.

“¡Es el Reino de la Legitimidad! ¡¡El Reino de la Legitimidad está atacando!! ¡¡Lleven a las mujeres y niños adentro!! ¡¡Repito, asegúrense de llevar a las mujeres y niños adentro!! ¡¡Nunca se sabe de lo que son capaces de hacer!!”

“¡Vaya que tienen agallas al decir eso mientras que ellos mienten a los rostros de las personas y los contaminan con cromo hexavalente…!”

Un camión blindado cubierto con altavoces (presumiblemente para hacer proselitismo) pasó junto a ellos, de modo que Quenser y Heivia se escondieron rápidamente detrás de algo. El hombre obeso estaba cerca, jadeando sin aliento y tratando de perseguir la masa de acero.

“¿Acaso ese idiota ha perdido la razón por completo? ¡¡Está tratando de detener un camión blindado por su cuenta!! ¿¡Qué no le teme a una ametralladora pesada o a las granadas!?”

“Creo que todavía quiere confiar en la Organización de la Fe. Él tiene miedo de que la realidad lo
alcance. Piensa que todo se derrumbará si siente miedo aquí.”

“¡Si no lo atrapamos pronto, él realmente terminará como carne picada! ¿¡Por qué tengo que perseguir a un obeso sudoroso y derribarlo en el suelo cuando hace tanto maldito calor!? ¡¡Esto es lo peor!!”

“Nosotros fuimos los que lo hicieron sentir tan acorralado, por lo que no podemos dejarlo morir.”

La fuente del humo negro resultó ser un gran centro comercial. El edificio cuadrado parecía tener dos o tres pisos de altura y puede haber tenido un área tan grande como un estadio techado. Y eso significaba que tenía un gran estacionamiento sin nada que usar como cubierta. Solo había una palabra para esta situación en la que ambos podían ser atacados desde cualquier dirección:

miserable.

“¡¡A-ahhh, ahhh, ahhh!! ¡Está corriendo a la mitad del estacionamiento! ¿¡Acaso está tratando de
que lo maten!?”

“No, espera. Hay algo ma-… ”

Quenser fue interrumpido por el ruido de neumáticos gruesos raspando el suelo. Un camión militar del Reino de la Legitimidad paró en seco justo enfrente de los dos idiotas. La masa con camuflaje de colores caqui tenía una gran ametralladora pesada en el techo y la pequeña Myonri estaba sentada en el asiento del conductor.

Ese miembro estrella del 37mo Batallón hizo un gesto y les gritó.

“¡Usen esto como escudo para acercarse! ¡¡Hemos enviado algunos drones, por lo que podemos atraer el fuego enemigo hasta que las imágenes aéreas hayan marcado la ubicación del enemigo!!”

Pero Heivia no escuchó nada en lo absoluto y trepó por el camión hasta la ametralladora en el techo. Él roció rondas de balas que podían perforar armaduras hacia el camión blindado tratando de dar vuelta en el estacionamiento y este fue destrozado como un juguete de plástico.

Pero eso fue lo más lejos que llegó.

El bastardo pateó el reposacabezas del asiento del conductor a través de la abertura en el techo y gritó una advertencia a Myonri.

“¡¡Sal de aquí!!”

Quenser simplemente se quedó allí todo el tiempo. Myonri salió corriendo por la puerta y Heivia saltó desde el techo.

Inmediatamente después, el camión militar blindado fue volado en pedazos.