Ore Seikan Kokka Akutoku (NL)

Volumen 1

Capítulo 11: Tesoro

Los piratas en el buque insignia corrieron alrededor en consternación. Algunos de sus caballeros todavía estaban luchando, pero la mayoría de ellos fueron superados en número y abatidos por el enemigo. Incluso los caballeros tenían sus límites cuando estaban rodeados de soldados entrenados.

En primer lugar, los caballeros piratas más hábiles ya se habían desplegado, y los únicos que quedaban eran los que no habían querido salir a luchar. No tenían ninguna fuerza real, por lo que fueron eliminados demasiado rápido cuando fueron invadidos por los soldados de Liam.

Con su entrenamiento y la calidad de su equipo, el ejército privado de la Casa Banfield operaba como si fuera el ejército regular del Imperio.

El ayudante de Goaz empezó a maldecir mientras huía a través de la nave. ¡Maldito seas, Goaz! ¡Cómo se atreves a huir solo!

él había ordenado a sus lacayos a que se ocuparan de la fuerza abordando y luego se levantó y desapareció. El ayudante había abandonado el puente y estaba tratando desesperadamente de encontrar alguna forma de salir de esta situación.

Él se detuvo y se escondió en una esquina para revisar una terminal y averiguar qué estaba pasando en la nave. —¡Mierda! Estamos encerrados. ¡No hay forma de salir de la

nave! ¡Maldita sea! No quiero morir aquí.

Mientras caía de rodillas, un escuadrón enemigo liderado por un caballero con espada lo vio. Él se levantó rápidamente y trató de alejarse a toda velocidad, pero no importaba en qué dirección fuera, los enemigos estaban a su alrededor. Finalmente, el ayudante levantó ambas manos en señal de rendición.

—¡E-Esperen! ¡Por favor, escúchenme!

El pequeño caballero, con la espada apoyada en el hombro, se detuvo y ordenó a sus subordinados que no dispararan. Por su voz, parecía un caballero bastante joven.

Esta es mi oportunidad. No me importa si tengo que llorar y suplicarle, voy a encontrar la manera de seguir con vida.

—Y-Yo solo estaba siendo usado por Goaz. Por favor déjenme ir.

Este caballero usaba un casco entero, por lo que el ayudante no podía ver su expresión.

—¡Ya sé! Puedo decirles dónde está el tesoro. No puedo abrir la cerradura por ustedes, pero al menos puedo llevarlos allí, así que déjenme vivir… ¡Por favor!

El ayudante se puso de rodillas, pero el caballero no dijo nada. Uno de sus subordinados, sin embargo, tocó una tablet e informó, —Lord Liam, parece que este hombre es el segundo al mando de la Banda Pirata de Goaz. Dudo mucho que alguien en una posición tan alta esté siendo utilizado.

Al escuchar el nombre de Liam, el ayudante levantó la cabeza. —¿Liam? Tú eres… quiero decir, por supuesto que eres tú, joven lord. Cuando te vi por primera vez, pensé que tenías el aire de un gobernante. ¿Qué hay acerca de contratarme, mi lord? Piénsalo. Como comandante de la Banda Pirata de Goaz, seguramente podría proporcionar… les…

De repente, la vista frente a él cambió. Su cuerpo no se había movido en absoluto, pero su campo de visión giraba terriblemente. En gravedad cero, él vio su propio cuerpo… sin cabeza.

—¿Eh?; Fue lo último que pensó el ayudante.

 * * *

Mientras observaba la batalla, el Guía se quedó sin palabras. Estaba en el espacio encima de una nave pirata destruida.

—Esto es imposible. ¿Qué es esto? ¡¿Qué es ese poder?!; ÉL estaba desconcertado por la fuerza de Liam. No existía en este mundo ninguna escuela de esgrima llamada el Camino del Destello; era solo una mentira que Yasushi había inventado. Y, aun así, Liam, sin saberlo, lo había creado él mismo.

—Incluso si desarrolló algún talento, ¿qué diablos es ese poder que está usando? ¿Qué le enseñó ese hombre?; Durante el tiempo que el Guía no lo había estado monitoreando, Liam se había vuelto más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado. Esta fue una batalla que Liam nunca debería haber podido ganar.

El Guía sostuvo su cabeza con ambas manos, completamente desconcertado por el poder que había obtenido Liam. —Me duele… Mi pecho arde… ¡Maldita sea!

Sentimientos horribles de gratitud y confianza continuaron fluyendo hacia él desde Liam. Él apenas podía soportarlos.

—Ya no puedo ser exigente sobre cómo hago esto. Goaz, felicitaciones por tu nuevo poder especial; Él agitó su brazo, produciendo una pequeña nube de humo negro. —Esto va en contra de la forma en que hago las cosas, pero ahora no tengo otra opción. Todo esto es culpa tuya, Liam. Honestamente, no me has causado nada más que dolor.

Teniendo en cuenta la mano del Guía en todo esto, este fue un comentario bastante irónico.

 * * *

Goaz se escondió dentro de su nave, apretando la caja de alquimia contra su pecho. Todo lo que podía oír eran los gritos de su tripulación, cada uno de los cuales los sacudía hasta la médula.

—¡No! ¡No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir! ¡No en un lugar como este!

Este hombre, capitán de una banda pirata, había infligido un sufrimiento increíble a otras personas, pero ahora sollozaba de miedo. Su enorme cuerpo estaba acurrucado, con las rodillas en el pecho, mientras se estremecía y se mordía la uña del pulgar.

Toda la fuente de la fuerza de Goaz fue la vasta riqueza que le otorgó la caja de

alquimia. Como luchador, podría haber sido un poco más fuerte que una persona promedio, pero no era un caballero. Si los soldados armados lo descubrían, lo matarían en un abrir y cerrar de ojos.

—¿D-Debería implorar por mi vida? N-No, ellos simplemente me entregarán por mi recompensa. L-Lo sé–si les ofrezco un tesoro que hago con esto…

Si Goaz hubiera dado un mejor uso a la caja de alquimia, él podría haber hecho una gran fortuna y ni siquiera habría necesitado convertirse en pirata. Solo había terminado en esta situación porque se había pasado la vida saqueando. Fue culpa suya. Por supuesto, nadie podría haber predicho que perdería ante Liam.

Mientras Goaz estaba sentado allí, el humo negro comenzó a envolverlo.

—¿Q-Qué diablos—?

Él escuchó una voz en su oído—la voz del Guía. —No pierdas esta oportunidad que te estoy dando, Goaz…

—¿Qu-Qu-Quién está ahí?; Balbuceó, y el humo se vertió en su boca.

En ese momento, el Guía se reveló a sí mismo, y Goaz se agarró la garganta mientras se retorcía de dolor. Él dejó caer la caja de alquimia, pero no tuvo tiempo de preocuparse por eso.

—A quien quieras. Solo sé que te estoy dando la oportunidad de matar a Liam. ¿O quieres perder?

Goaz negó con la cabeza y el Guía mostró una sonrisa como la luna creciente.

—Bien.

Finalmente, liberado del dolor de inhalar el humo negro, Goaz soltó su garganta y miró su mano. Era la misma mano que estaba acostumbrado a ver, pero el color de su piel estaba mal.

—¿Qué es esto? Me siento cada vez más fuerte… ¡Ya no tengo miedo! ¡No tengo nada que temer! Soy fuerte… ¡Soy fuerteeeee!

Su conmoción inicial al ver su carne de color negro azulado había desaparecido. En su lugar hubo oleadas de confianza y poder. Con todo el miedo olvidado, Goaz torció su rostro en una fea sonrisa.

El Guía también pareció complacido. —Tu piel está tan dura como la adamantita ahora. Has superado a la humanidad y nada puede detenerte. ¡Ahora ve!

¡Bastardoooo! ¡Esto realmente te va a doler cuando te mateeeee!

El Guía vio a Goaz salir corriendo y se llevó una mano a la frente. —Me esforcé un poco en esto. Quizás se me paso un poco la mano; ÉL se sentía fatigado por todas las veces que había usado la puerta entre mundos y manipulado las cosas últimamente.

—No importa lo fuerte que sea Liam, él ya no podrá cortar a Goaz. Espero que se arrepienta de abordar esta nave en su arrogancia.

Cuando el Guía se marchó, una pequeña luz flotó hacia la caja de alquimia olvidada. Era la misma que se había colado en Avid, vigilando al Guía todo este tiempo. La luz se transformó en un perro con pelaje negro y marrón, este entonces corrió por el pasillo hacia Liam.

 * * *

Mientras yo caminaba por los pasillos de la nave, sentí una presencia familiar. Miré en la dirección en la que lo había sentido y descubrí que la presencia no era humana. Solo pude vislumbrar algo que pasaba corriendo, pero pude distinguir una cola marrón, la cola de un perro.

—¿Eh?

—¿Sucede algo, Lord Liam?; Uno de mis hombres me preguntó.

—Ah… ¿Había un perro allí hace un momento?

—¿Un perro? No, no hay señales de vida a nuestro alrededor, y de todos modos no podría haber un perro aquí. No puedo imaginar que también tendrían un traje de gravedad cero para un perro.

¿Me había equivocado? Después de pensarlo un poco, caí en la cuenta de porque la vista me había parecido tan familiar. Tenía que ser mi perro de mi vida anterior. A pesar de que no había venido a mi encuentro en mi lecho de muerte, él todavía había sido increíblemente importante para mí. Y aun así, de alguna manera me había olvidado de él después de reencarnarme en este mundo.

—No puedo creer que me haya olvidado de ti; Supongo que no puedo culparlo por no aparecer. Sin embargo, está bien—no quiero que vea cómo estoy ahora. Era uno de mis pocos amigos verdaderos en mi vida pasada que nunca me había traicionado.

Mientras meditaba, un soldado llamó mi atención. —¿Le sucede algo?

—No, no es nada. De todos modos, echemos un vistazo allí.

Fui en la dirección donde pensé que había visto la cola. Este pasadizo no estaba limpio como los demás, estaba lleno de basura. Parecía que probablemente se usaba como espacio de almacenamiento. Había muchos lugares donde esconderse, así que mis hombres se movieron a través de ellos con cuidado, pero no sentí a nadie adentro. De hecho, me decepcionó un poco, ya que tampoco había ningún perro. Había planeado rescatarlo si realmente encontraba uno.

Suspiré y miré hacia abajo, y entonces vi algo ante mis pies. —¿Qué es esto?

Era una caja dorada, lo suficientemente pequeña como para sostenerla en una mano. Lo levanté para verlo más de cerca. Tenía todo tipo de patrones y ornamentación, así que sentí que podría haberme tropezado con un buen hallazgo.

—Oye, esto se ve bien. Creo que me lo quedaré.

Uno de mis hombres me lanzó una mirada poco amable. —Así que es cierto que le gusta el oro, Lord Liam.

—¿Qué pasa con el oro? Me encanta.

—¿Qué pasa con el mithril y la adamantita?

—¿Hm? Claro, a mí también me gustan, pero para mí, el oro es lo mejor.

No me gustan esas miradas exasperadas con la que me miran mis hombres, pero el mithril es plateado, ¿verdad? Creo que la adamantita es algo con lo que se fabrican armas. Claro, son valiosos, pero el valor de esas cosas está en cómo los usas.

Mientras examinaba la caja, vi una vez más la cola de un perro por el rabillo del ojo.

—De nuevo…

—¡Lord Liam, por favor no se adelante de nosotros!

Dejé a mis hombres atrás y perseguí al perro, pero llegué a un callejón sin salida. Sin embargo, había algo en este muro que me molestaba. Cuando lo toqué, descubrí una puerta oculta.

—No encontré al perro, ¡pero huelo un tesoro! ¡Hay una puerta secreta aquí, chicos!

Hice que mis hombres destruyeran la puerta oculta y, cuando entré por ella, fui recibido por una montaña de tesoros. Sin embargo, no era el oro y la plata que esperaba. En cambio, la habitación estaba llena de curiosidades y antigüedades.

—No hubo suerte, ¿eh?; Estaba decepcionado, pero mis hombres estaban sorprendidos y encantados.

—¡N-No, esto es una gran suerte, ¡mi lord! ¡Todos estos parecen ser objetos caros!

—Estoy seguro de que todos son falsos, como esta caja. Es solo una falsificación, ¿verdad?

—N-No hay forma de saberlo sin evaluarlos.

—Lo que sea. Bien, llevémoslo a casa al menos. Vaya, esto es tan decepcionante.

Todas las curiosidades que la Casa Banfield había tenido anteriormente habían resultado ser falsas, así que simplemente asumí que la mayoría de ellas serían iguales. Aun así, hurgué en los artículos para ver qué podía encontrar y tropecé con una espada.

—Oh, aquí hay algo interesante al menos.

Parecía muy antiguo y como algo que encontrarías en un juego de fantasía—especialmente el diseño de su empuñadura y funda. No era demasiado llamativo, pero la hoja tenía un bonito aspecto cuando la desenfunde. Al apreciar cómo la luz brillaba, me sentí un poco

extraño. Pensé que todo en la habitación había objetos falsos, pero esto parecía perfectamente utilizable, lo que me puso de buen humor.

—Muy bien, me gusta. Creo que usaré esto.

—Quizás no debería; Dijo un soldado. Claramente, él pensó que sería un desperdicio poner en acción esta antigüedad. —Parece que podría valer mucho.

—Tsk; Murmuré. —Las armas solo tienen significado si las usas. No es como si lo hubiera comprado, se lo robé a los piratas, quienes lo robaron primero.

Deslicé la caja dorada en una bolsa grande en la parte de atrás de mi traje, entregué mi rifle y mi espada a uno de mis hombres y tomé la vieja espada. Ahora que la batalla ha terminado, no necesito otras armas. Esta espada me basta.

—Ahora, ¿a dónde deberíamos dirigir—?

—¡Lord Liam, tenemos una transmisión de emergencia!; Gritó uno de mis hombres.

Parece que mi búsqueda del tesoro ha terminado.

 * * *

Uno de los equipos de la fuerza de abordaje había encontrado a Goaz, pero él estaba enviando a volar a los soldados con trajes con un solo brazo. Su piel era brillante y negra.

—¡Maldita sea! ¡Nuestras balas simplemente rebotan en él!

—¡Las armas con rayos tampoco funcionan!

—¡Retrocedan!

Uno de los soldados levantó un lanzacohetes y le disparó a Goaz, pero él salió de la explosión y el humo como si nada hubiera pasado. Los soldados palidecieron.

Goaz giró el cuello y sus ojos brillaron con un color rojo. —¿Cómo se atreven a hacer un desastre en mi nave? No piensen que van a regresar a casa sano y salvo.

Él estaba ebrio con poder que había obtenido, la embriagadora sensación de que podía hacer cualquier cosa. En su mente, ni siquiera el caballero más fuerte podría derrotarlo ahora. Él apretó el puño y emitió un sonido que no debería hacer ninguna mano humana: El de un metal raspando contra otro metal.

—¡Haré de todos ustedes mi juguete!

Goaz derribó a los soldados con la fuerza que le dio el Guía. Las balas, los rayos láser y los explosivos no tenían ningún efecto en su contra. Uno de los soldados más astutos manipuló la presión del aire en el pasillo, pero ni siquiera eso tuvo efecto.

—¡¿Qué se hizo este tipo a sí mismo?!

—¿Es un cyborg?

Ellos intentaron correr, pero él los alcanzó en un instante. Los agarró y los arrojó por el aire, haciendo una demostración de su poder. Estos soldados altamente entrenados no eran rival para él.

—¡Tráiganme al chico! ¡Lo mataré yo mismo!

Uno de los soldados ordenó a los hombres que lo rodeaban, —¡Saquen a Lord Liam de la nave! ¡No dejes que esta cosa lo encuentre!

Los soldados siguieron atacando a Goaz a pesar de que sabían que no tendría ningún efecto, y Goaz continuó destrozándolos.

—¿Qué ocurre? ¿Eso es todo lo que tienen?; Goaz golpeó a un hombre con tanta fuerza que aplastó la cabeza del soldado, con el casco y todo, y luego lo arrojó a un lado. El cuerpo del hombre estaba doblado de una manera antinatural. Él usó a un hombre como escudo y los disparos cesaron.

—Esta vez, yo voy a—; Él dejó a un lado al soldado que había estado usando como escudo y dio un paso hacia adelante, pero de repente apareció una herida dentro de su cuerpo. —¿Q- Qué?

Goaz se miró a sí mismo y descubrió que tenía varias heridas. Mientras trataba de averiguar qué le había sucedido, una persona cayó desde arriba.

El hombre aterrizó y se puso de pie lentamente, mirando la hoja muy astillada que tenía en la mano. —Eres demasiado duro; Su voz sonaba como si se divirtiera.

Goaz no podía ver un rostro debido al casco, pero podía imaginarse a un niño sonriendo. Él extendió su mano para intentar agarrar a su agresor, pero algo cayó al suelo. Después de un segundo, se dio cuenta de que era su propio brazo. Todo, desde el codo hacia abajo, se había ido de su cuerpo.

—¿Eh?; Mientras él estaba allí en estado de shock, el chico frente a él arrojó a un lado la espada dañada que había estado usando. Ahora tenía otra espada en la mano, que Goaz recordaba haber visto antes en algún lugar. Era un arma muy valiosa que había guardado en una habitación secreta con el resto de su botín. Era la segunda cosa más valiosa

entre los tesoros de Goaz, después de la caja de alquimia.

—¡O-Oye, eso es mío!

El chico solo sonrió. —¿Oh, esto? Ahora es mío. Más importante aún, parece que has estado bastante ocupado; Él apoyó la espada en su hombro.

Goaz se acercó a él una vez más. Esta vez, su otro brazo cayó.

—¡Ngh!; Goaz ni siquiera podía decir lo que estaba sucediendo. Todo lo que sabía era que el chico había sacado la espada antigua de su funda en algún momento.

Esta vez, el caballero miró la espada, impresionado. —Eso es bastante sorprendente—ni un solo rasguño en la hoja. Me gusta.

Goaz no tenía brazos ahora. Mientras estaba congelado en un estado de confusión, un humo negro salió de los muñones de sus brazos y se solidificó en tentáculos de carne. En segundos, él tenía algo así como látigos en sus brazos. Antes de que se diera cuenta, estaba embistiendo hacia adelante para atacar.

—¿¡C-Cómo te atreveeeeeessss!?

Pero el chico simplemente lo ignoró. —Esto se ve bien. Creo que esta será mi arma principal a partir de ahora.

Los carnosos látigos que Goaz dirigió sobre el niño fueron destrozados, y esta vez, una de sus piernas también fue cortada. él cayó sobre una rodilla y salió más humo negro de su cuerpo.

—Aaargh…; Goaz tembló, toda su confianza de antes desapareció sin dejar rastro

alguno. Mientras la sangre negra se derramaba de él, sus enemigos se unieron para proteger al pequeño caballero.

—¡Lord Liam!

Cuando escuchó ese nombre, Goaz levantó su cabeza. Miró al chico frente a él, su rostro se torció en una expresión demoníaca.

—¡Tú! ¡Tú Eres Liam!

Liam todavía estaba tan absorto en su nueva espada que ni siquiera miraba a Goaz. —Así es, yo soy Liam. Pero soy “Lord Liam” para ti, escoria. ¿Quién es este tipo de negro azabache, de todos modos? ¿No se parece un poco a un cyborg o algo así?

Uno de sus hombres ofreció una respuesta vacilante. —El color de su piel ha cambiado, pero creo que este es Goaz.

—¿Este sujeto?

En ese momento, un cuerno afilado comenzó a crecer del brazo izquierdo

amputado de Goaz. —¡No me ignores !; Él lo empujó hacia adelante, tratando de perforar el corazón de Liam, y esta vez, todo debajo de su hombro fue cortado.

Liam miró a Goaz, que ahora estaba arrodillado en el suelo. Él apoyó la espada en su hombro de nuevo y miró fijamente el rostro de Goaz. —¿Así que tú eres Goaz?

Goaz temblaba más violentamente ahora, absolutamente aterrorizado por el chico que tenía delante. ¿Qué es él? ¿Qué diablos es él? ¿Cómo puede cortarme cuando las balas rebotan directamente en mí? ¡No lo entiendo! ¡No tiene sentido!

Goaz, estupefacto, le suplicó a Liam por su vida. —Por favor… déjame ir.

—¿Hm? ¿Qué fue eso?

—Nunca te volveré a desafiar. S-Si me dejas ir, te daré un tesoro increíble. Así que, por favor…

¡Déjame vivir!

Liam se rió de la propuesta de Goaz. —No lo creo.