Ore Seikan Kokka Akutoku (NL)

Volumen 1

Capítulo 12: La princesa caballero

—No lo creo; Le sonreí a Goaz.

Goaz me miró sin comprender por un segundo. —¿Eh? Er…

—Dije que no.

Un hombre enorme con una cara aterradora se arrastraba ante mí, temblando de miedo. La vista fue realmente divertida. Con sus músculos y tatuajes ridículamente voluminosos—ya sea por moda o por intimidación, no lo sabía—me recordó a los cobradores de deudas que había temido en mi vida pasada. Francamente, me molestaba solo con mirarlo, pero también disfrutaba mucho tener su vida en mis manos y rechazar sus súplicas de misericordia.

Vaya, realmente soy un monstruo, ¿no? Bueno, no tiene sentido volver a ser una buena persona en este momento.

Goaz una vez más suplicó por su vida. —¡Por favor! ¡Haré cualquier cosa, solo perdóname!

Las tropas más cercanas a mí rodearon a Goaz con sus armas apuntadas hacia él mientras el resto se llevaban a nuestros heridos y muertos. Mis hombres miraron a Goaz con una mirada fría. Prácticamente podía oírlos pensar, Después de todo esto, ¿está suplicando por tu vida?

Un capitán de una enorme banda de piratas lloraba y suplicaba piedad ante una persona que parecía un niño. El poder de la violencia realmente fue algo increíble. Bueno, tenía mis razones para no concederle su súplica, una de las cuales era que él era el tipo de matón depredador que siempre me había molestado en mi vida anterior, pero él también estaba operando bajo un malentendido fundamental.

—Hay algo que no estás entendiendo aquí. ¿Dices que harás cualquier cosa y que me darás un tesoro increíble? Tu tesoro ya es mío, y lo único que puedes hacer por mí ahora es ser una entrada en mi lista de logros y ser entregado al Imperio por la recompensa por tu cabeza.

Los ojos de Goaz se agrandaron en estado de shock, pero para mí no hubo sorpresa alguna. No había nada que pudiera proporcionarme que fuera más valioso que la recompensa que recibiría por entregarlo al Imperio.

—¡Espera! ¡Le prometo que le seré útil si me deja vivir! Puedo haber perdido, pero vio lo fuerte que era, ¿verdad? ¡Esos soldados ni siquiera podían hacerme rasguño alguno! Podría tener a un tipo así trabajando para usted. ¡Así que, por favor, no haga esto! ¡Tengo un tesoro escondido que vale mucho más que la recompensa por mi cabeza! ¡También le daré los bienes que he guardado en otros lugares!

Probablemente no fueran todas mentiras, pero estaba seguro de que se estaba inventando algo solo para salir de esta situación. Estaba seguro de que este tipo me traicionaría si lo dejaba vivir. Habiendo visto a mucha gente como él en mi última vida, había decidido no volver a confiar en nadie de su calaña.

—¿Qué? ¿Todavía estás escondiendo más? Entonces puedes contárselo a un interrogador imperial. Estoy seguro de que emplearán muchas técnicas divertidas y emocionantes para sacarte esa información y poder reclamar ese tesoro por sí mismos.

Yo estaba seguro que no quería saber qué tipo de cosas harían en esa investigación, pero Goaz inevitablemente soportaría todo ese interrogatorio y luego la ejecución. No habría concesiones por “circunstancias atenuantes” para este sujeto.

Finalmente, al darse cuenta de que no había nada que pudiera salvarlo, Goaz dejó de suplicarme. —¡N-No me jodas, mocosooo!

—¿Ahora muestras tu verdadera personalidad? ¿Por qué no cooperas un poco más?

De alguna manera, Goaz logró ponerse de pie, a pesar de tener solo un pie. Él avanzó pesadamente hacia mí, con un humo negro saliendo de él.

Le apunté con mi espada y le dije con frialdad, —Tranquilízate; Le corté un poco más, lo suficiente para no matarlo, y le corté la última extremidad mientras estaba en ello.

Goaz se deslizó en el suelo, luciendo como si no tuviera idea de lo que acababa de suceder. Después de un momento, la realidad finalmente lo golpeó, y comenzó a llorar y a suplicar por su vida de nuevo.

—¡P-Por favor, déjame ir! ¡Se lo ruego! ¡Suéltame! ¡No quiero morir!

Lo ignoré. Todas eran líneas que estaba cansado de escuchar. En cambio, miré la espada que había encontrado, bastante complacido. Parecía que esta espada sería incluso más útil de lo que pensaba. Ya no tenía más interés en Goaz, pero uno de mis hombres me preguntó por su destino.

—¿Realmente lo va a llevar vivo, Lord Liam?

—¿Hay algún problema con eso?

—N-No, es solo… que él mató a muchos de mis hombres.

Todos los soldados a su alrededor también parecían consumidos por su odio hacia Goaz. Era natural, viendo que él había matado a sus amigos.

No me gusta que cuestionen mis métodos, pero estos tipos son básicamente una máquina que genera violencia, así que tampoco quiero que me guarden rencor. Supongo que debería andar con cuidado con ellos. No es que tenga la intención de cambiar mi decisión, por supuesto.

—Tengo entendido que la recompensa es mayor si lo entregamos vivo, así que eso es lo que vamos a hacer; O eso pensé que había oído.

—No, no hay diferencia en la recompensa por un criminal tan despiadado como Goaz. De hecho, podrían recompensarlo más si puedes demostrar que los salvó de este problema y acaba con él.

El soldado que había hablado abrió una pantalla holográfica y mostró la información

sobre la recompensa de Goaz, y de hecho decía algo así. Supongo que me equivoqué. Bueno, eso es embarazoso.

—Aah, ¿en serio?

Volví a mirar a Goaz. Él seguía lloriqueando.

No puedo creer que este tipo sea el capitán de una enorme banda de piratas que ha destruido planetas enteros. Que patético. No hay una sola pizca de mí que quiera mantenerlo con vida.

Recordé una frase que había escuchado en mi vida pasada: “Los cobradores de deudas también son humanos”. ¿Quién había dicho algo tan estúpido? Estas sanguijuelas me

chuparon hasta la última gota en mi vida anterior. No tenían ni una pizca de humanidad en ellos, ninguna cantidad de llanto o súplica de alivio los había conmovido en absoluto. Había perdido toda esperanza por ellos, y me preguntaba desesperadamente: “¿Por qué me está pasando esto a mí?” Pero ahora, yo estaba en sus zapatos, y la víctima llorosa a la que estaba amenazando era un criminal diabólico. ¡Se sintió increíble!

Soy más fuerte que esos tipos. Puedo hacer lo que quiera con ellos.

—Por favor, ten compasión. Te lo contaré todo. Si—

La súplica de Goaz realmente estaba empezando a enojarme. —¿Podrías callarte ya?

Para callarlo por fin, le corté la cabeza a Goaz. Luego, mirando su cuerpo con sorpresa, vi que su piel de color negro azulado se había vuelto de un marrón bronceado más natural.

—Su piel ha vuelto a la normalidad. ¿Entonces no era un cyborg?

No sobresalían partes de máquina de los muñones cortados de su cuerpo. Entonces, ¿cómo consiguió ese material metálico? Este mundo está lleno de misterios.

Levanté su cabeza y se la entregué a uno de mis hombres. —¿Será esto suficiente prueba?

—¡S-Sí!; Todos los soldados me saludaron rápidamente.

En ese momento, recibí un informe de que habíamos obtenido el control total de la nave.

—Ya terminó, ¿eh?

Se sentía como si todo hubiera sucedido tan rápido. Había un montón de fuerzas en la banda pirata, pero pocas de ellas habían resultado ser duras. Para mi primera batalla, fue un poco decepcionante.

Uno de mis hombres me trajo un informe adicional. —Parece que hay cautivos a bordo, Lord Liam.

—¿Cautivos?

—Sí. Los piratas los tenían prisioneros.

 * * *

Uno de los piratas capturados nos condujo hacia una habitación cerca de las cámaras de Goaz. Todo este tiempo, yo había estado pensando que esta nave estaba construida de manera bastante sólida para ser una nave pirata, pero aparentemente acababan de robar un

acorazado de alguna nación y lo modificaron. Fue bastante descarado por parte de esos piratas haber hecho algo tan audaz, pero la nación a la que le robaron la nave tampoco salió muy bien.

Le di una patada al pirata que nos guiaba y voló hacia adelante. —¿Todavía no hemos llegado?

—¡N-No, señor!; Los otros piratas se referían a este hombre como el “criador” y aparentemente había sido cercano a Goaz. Era bajo, con el estómago abultado y miembros caídos. El hombre era más que un poco espeluznante. Aparentemente, su trabajo en el barco requería conocimientos especializados.

Finalmente llegamos a la habitación y uno de mis hombres abrió la puerta para entrar antes que yo.

El criador parecía nervioso. —P-Por favor no toque ninguno de los dispositivos. Es difícil tener en tus manos cosas como esta, ¿sabes?

—¿Dispositivos?

¿Qué tipo de animales estaba criando en esta nave que requería dispositivos

especiales? ¿Obtuvieron ganancias vendiéndolos? Decidí preguntarle algo que había estado en mi mente.

—Oye.

—¿Sí?

—¿Tienes un perro en este barco?

Los labios del criador se arquearon en una sonrisa repugnante mientras trataba de venderme sus habilidades. —Oh, sé todo sobre lo que les gusta a los nobles. Puedo hacerte cualquier tipo de perro que quieras. ¿Le gustaría uno obediente, o tiene alguna preferencia cuando se trata de apariencia?

No estaba seguro de cómo interpretar su respuesta. Todo lo que le pregunté fue si había un perro a bordo. ¿Este sujeto está bien?

Mientras pensaba esto, los hombres que habían entrado en la habitación salieron furiosos y abrieron las vísceras de sus cascos, vomitando. Al ver su lamentable exhibición, uno de los hombres que me custodiaban gritó, —¿Ustedes, esa es la forma de actuar frente a Lord Liam?

Al ver cómo estos soldados entrenados ahora tenían la cara azul, sentí más curiosidad por saber qué había exactamente dentro de esa habitación.

Otro hombre salió e informó, —Le recomendaría que se quedara aquí, Lord Liam; Su voz era temblorosa y ni siquiera me había dicho lo que había encontrado, por lo que esto apenas contaba como un informe.

—Necesito saberlo. ¿Qué hay ahí?

Mientras mis hombres dudaban en hablar, el criador espeluznante habló en su lugar. —Este también es mi laboratorio, ¿sabe? Pasé la mayor parte de mi tiempo cumpliendo con las solicitudes del difunto capitán. Estoy seguro de que a usted también le gustará mi trabajo, mi lord.

Los soldados que habían salido de la habitación miraron al hombre. —¡Maldito puerco! Él solo sonrió en respuesta. —¿Oh? Entonces, ¿no son de tu agrado?

No me gustaba la actitud de este tipo. —Explícate.

Cuando exigí una explicación, el criador comenzó a describir su trabajo con entusiasmo. Asqueado, pedí prestada una pistola a uno de mis hombres y le disparé en la cabeza.

No hay valor en ninguna de estas personas.

 * * *

Herramientas siniestras se alineaban en las paredes de la habitación oscura. Vi varios dispositivos extraños y una mesa de operaciones.

Los piratas habían llamado a esto el “establo”. Era una exhibición repugnante de los experimentos realizados por el hombre llamado el criador, y los actos abominables que Goaz le había pedido que realizara—cosas que una persona normal no podría haber esperado entender.

Las cosas que se exhibían en esta sala eran todos hombres y mujeres—o más bien, lo que una vez habían sido hombres y mujeres. Aparentemente, a Goaz le había gustado ver a personas hermosas que poco a poco se volvían feas, y el criador había disfrutado en modificar el cuerpo humano. Esta combinación significaba que la habitación ahora estaba llena de escenas trágicas que una vez habían sido hombres y mujeres sanos, a quienes Goaz había capturado de los planetas que había saqueado y encerrado en estos cilindros verticales.

Una de las mujeres en esta cámara de tortura había recibido un trato particularmente malo. Su nombre era Christiana Leta Rosebreia—y una vez había sido una hermosa mujer

caballero. Proveniente de un pequeño planeta en el Imperio Intergaláctico, ella había nacido en la realeza y fue amada por su gente. La habían llamado cariñosamente Tia y reverenciaban su fuerza y belleza como la Princesa Caballero. Cuando Goaz tomó como rehén a todo su planeta, ella se rindió ante él y sobrevivió todo este tiempo como su juguete favorito.

Otros entre los cautivos llevados a esta habitación habían estado en posiciones similares, y su apariencia había sido alterada por la retorcida lujuria de Goaz.

Christiana—Tia—residía en la habitación como un trozo de carne, sin ningún rastro de su apariencia anterior. Pasó sus días lamentando su patria ahora destruida y deseando que llegara el día en que finalmente moriría. Una vez había sido una persona de mente noble, pero ahora el corazón de Tia estaba más allá del punto de romperse.

Sintiendo el cambio que ocurría dentro de la nave, sus sospechas se confirmaron cuando una unidad de combate desconocida entró en la habitación. Las tropas vestían equipos diferentes a los piratas y seguían órdenes organizadas y por lo tanto tenían que ser soldados pertenecientes a alguna nación. Cuando estos soldados entraron en la habitación y vieron a las criaturas atormentadas dentro, ellos no pudieron evitar vomitar.

Tia se dirigió a un soldado tembloroso. —¿Qué le pasó a Goaz?

Una vez había poseído una hermosa voz, pero ahora no había rastro de belleza. Esta voz distorsionada proveniente de la fea criatura en la que se había convertido solo sirvió para aterrorizar aún más al soldado. Él la apuntó con su arma, asustado. —¡Ahh!

Al ver su reacción, Tia recordó la monstruosidad en la que se había convertido. Pensar en eso la entristeció de nuevo, pero al mismo tiempo, se sintió aliviada de que finalmente sería liberada.

—Por favor, no tengas miedo. A pesar de mi impactante apariencia, no soy tu enemigo. Déjame preguntarte de nuevo: ¿qué le pasó a Goaz?

Sin embargo, el soldado estaba tan asustado que no pudo responder. De hecho, parecía como si estuviera a punto de apretar el gatillo en cualquier momento. Sin embargo, esto solo trajo alivio a Tia y a los demás como ella que se habían transformado. Ah, finalmente podemos morir, pensaron. Para cerrar, ellos querían saber qué había sido de Goaz y el criador al final, pero Tia apenas podía preocuparse por más. Ella solo quería que todo terminara.

En ese momento, ella escuchó un solo disparo desde fuera de la habitación. ¿Qué ha pasado? Mientras ella se preguntaba esto, los soldados se alinearon y un solo caballero entró en la habitación. Era pequeño, aún joven, y sostenía una espada. No podía decir si él había

alcanzado la mayoría de edad todavía. A pesar de esto, Tia sintió por la actitud de los soldados hacia él que debía haber ocupado una posición bastante alta.

—¿Goaz fue capturado?; Ella le preguntó.

El chico pareció sorprendido de que ella pudiera hablar, pero él rápidamente le respondió. — Lo maté; Él parecía poseer una compostura más allá de su edad. —También le disparé al criador.

Ante las palabras contundentes del chico, Tia sintió felicidad por primera vez desde que la habían encarcelado aquí. —¿Es así?

Las criaturas en los otros cilindros de la habitación comenzaron a emitir sonidos de alegría, gratitud y felicidad a la vez que lloraban. Estaban abrumados de que sus torturadores finalmente estuvieran muertos.

Mientras los soldados estaban asustados, el niño miró a Tia. Uno de los hombres que había estado registrando la habitación le llevó una tablet al niño.

Tia estaba agradecida desde el fondo de su corazón. Para ella, este chico era como un mensajero del dios al que había rezado todos los días, enviado aquí para liberarla de su sufrimiento infernal.

—Finalmente se acabó. No sé quién eres, pero si tienes compasión, por favor… sálvanos; La salvación por la que suplicó Tia fue la muerte a manos del niño y sus hombres. En su cuerpo actual, ella no era capaz de conceder este deseo por sí misma, pero a través de estos otros su pesadilla viviente finalmente terminaría.

—¿Salvarte?

—Sí. Estoy seguro de que comprenderás lo que quiero decir cuando veas cómo estamos ahora. Nunca más podremos vivir como humanos. Así que, por favor, por tus manos…

Ellos se habían convertido en repugnantes parodias y nunca podrían volver a ser ellos mismos. No tenía sentido que permanecieran con vida un minuto más.

Pero la respuesta del niño no fue la que esperaban. —Muy bien, los salvaré… Y espero que me

devuelvan el favor. Que alguien consiga un médico y transporte a esta gente.

Parecía haberla entendido mal. —E-Espera—; Pero él tomó a su equipo de soldados y salió de la habitación. En cambio, ella suplicó a los soldados restantes, —¡Por favor! ¡Mátenme! ¡Sólo mátenme!

Los soldados apartaron la mirada. —No podemos desobedecer las órdenes de Lord Liam. Perdón.

La desesperación volvió a apoderarse de Tia y los demás. Habían pensado que finalmente serían liberados, pero sus expectativas habían sido cruelmente traicionadas.

—¡Por favor! ¡Mátanos! ¡Ya no tiene sentido vivir así!

Los gritos y gritos continuaron resonando en la cámara mucho después de que Liam la dejara.

 * * *

Después de dejar la repugnante vista de allí, me desplacé en una tablet, aprendiendo sobre las formas originales de las desafortunadas criaturas dentro de esos tubos. También había registros de exactamente qué tipo de experimentos se habían llevado a cabo para hacer que esos hombres y mujeres hermosos fueran tan grotescos, aunque no tenía ni idea de qué tenía de divertido semejante búsqueda. El criador incluso había llevado una especie de diario de cada cambio que habían sufrido sus sujetos. Simplemente no puedo entender a estos piratas sádicos.

—Lord Liam, ¿realmente los vas a salvar?; Uno de mis hombres me preguntó. Parecía tener algunos conocimientos médicos. —Por lo que puedo decir, la única forma de ayudarlos sería crear cuerpos completamente nuevos para ellos.

—¿Pero puede hacerse?

—S-Sí. Sin embargo, necesitarías elixires mágicos. Estoy seguro de que podría diluirlos, pero sabe cuánto cuestan, ¿no?

Los elixires en los mundos de fantasía son como un cura todo milagroso. Este mundo también los tiene, por supuesto, pero son un hallazgo raro incluso en el vasto Imperio. Cuando se pueden encontrar en el mercado, se venden a precios ridículos. Francamente, son tan caros que un noble de clase baja ni siquiera puede pagarlos.

—Bueno, Solo tengo que comprarlos, ¿verdad? De todos modos, quería tener algunas a mano para mí.

Si vendo el tesoro que estoy obteniendo de Goaz, debería ganar una cantidad decente. De hecho, Goaz podría tener algunos elixires escondidos en su nave. Soy del tipo que usaría mis elixires justo cuando los obtenga.

—Bueno, eh… también necesitaría un médico especializado. Las instalaciones para su tratamiento también serían caras. Teniendo en cuenta el estado en el que se encuentran, también necesitarían atención psicológica. Llevaría años devolverlos a sus cuerpos originales. Yo, bueno… creo que se necesitaría una cantidad irrazonable de dinero para tratarlos.

Bueno, creo que ganaré mucho dinero con nuestra victoria, así que no debería ser un problema. —Me pidieron que los salvara, así que los estoy salvando. Eso es todo.

—Creo que lo que querían decir con eso era—

—Lo sé.

El soldado guardó silencio.

Comprendí que ya ellos no tenían ninguna esperanza de tener una vida normal. Sin embargo, al mirar las entradas en la tablet, me sorprendió la injusticia de todo. Me sentí como si estuviera mirando a mi antiguo yo—aunque habían pasado por más que yo—y no pude evitar simpatizar con ellos. Casi todas las personas en esa habitación habían tenido su planeta destruido por Goaz. No tenían un hogar al que regresar.

—Estoy de buen humor en este momento. No está de más hacer una buena acción de vez en cuando, ¿no te parece?

Mis hombres no parecían capaces de responder a eso. Tal vez se estaban burlando de mi por dentro por ser un villano que hablaba de buenas obras. Quizás estaban conteniendo la risa.

Bueno, de todos modos, una vez más salí de esto con un buen retorno de mis inversiones. Y como siempre, todo gracias al Guía.

 * * *

De vuelta en el dominio de la Casa Banfield, los medios informaron de la gran victoria de Lord Liam sobre la Banda Pirata de Goaz. Todo el planeta se regocijó al escuchar la noticia.

El cantinero sirvió a sus clientes bebida tras bebida en celebración.

Su cliente habitual en el mostrador propuso un brindis por el cantinero. —Estás haciendo un gran negocio hoy, ¿no?

El camarero vació su propia bebida después del brindis. —Pensé que estábamos perdidos esta vez; ÉL se sintió condenado en el momento en que escuchó que la Banda Pirata de Goaz estaba en camino. No hubo información detallada del gobierno, pero hasta donde el ciudadano medio entendía, no era raro que un planeta fuera aniquilado por los piratas. Así de malignos eran los piratas.

El cliente habitual también bebió felizmente su bebida. —¡Tú lo has dicho! Entré en pánico y abrí una botella que había estado guardando para una ocasión especial.

El camarero se rió de esto. —¡Bah, deberías haberte aguantado! ¡Solo habría mejorado con el tiempo! En lugar de beber mientras temías tu muerte, podrías haberlo bebido mientras rezabas por la victoria.

—Sí; Él estuvo de acuerdo el habitual. —Fue un desperdicio. ¿Es cierto el rumor de que esta fue la primera batalla del conde?

—Eso es lo que dicen las noticias.

Los nobles del Imperio a veces participaban en las batallas por el deseo de tener logros notables, pero incluso entonces, ellos participaban desde la seguridad de la retaguardia. Sin embargo, la noticia informaba que Lord Banfield había entrado en un caballero móvil y había ido al ataque él mismo contra la nave insignia enemiga. De hecho, los informes llegaron al extremo de decir que había abordado la nave pirata y había matado a Goaz personalmente, pero esto probablemente no era cierto.

—Es como un héroe de un cuento de hadas. Si es verdad, claro.

—Tienes razón en eso; Él estuvo de acuerdo con el cantinero. No pudo evitar sonreír. — Prefiero creer que es verdad. Si algo le sucediera a ese hombre, no creo que volvería a ver esto.

El cantinero y el cliente habitual miraron a la multitud de clientes que se divertían en el bar. Antes de que naciera Liam, el cantinero nunca podría haber imaginado una vista como esta.

Su cliente habitual estaba igual de feliz. —Sí. Bueno, sea lo que sea lo que nos depare el futuro, celebremos que nuestro lord haya superado su primera batalla.

Los dos tomaron algunas bebidas más y brindaron de nuevo.

 * * *

Cuando regresé a casa, recibí una cálida bienvenida. Mis súbditos estaban encantados y Brian estaba llorando, tanto que me asustó un poco.

—¡Maestro Liam! ¡Sabía que regresaría sano y salvo!

—Oh, eh, ¿sí?

—Es cierto que él estaba preocupado por usted; Susurró Amagi en mi oído, —Pero no pensó que ganaría.

—¿Es así?; Lancé una mirada sospechosa a Brian, quien desvió la mirada.

Bueno, supongo que debería estar feliz de que estuviera tan preocupado por mí.

—De todos modos, ¿cómo estuvieron las cosas aquí atrás? ¿No hubo problemas, ¿no?

Brian me dio todo tipo de información, pero en realidad no pude entender nada a través de sus sollozos. Al final, tuve que pedirle una aclaración a Amagi.

—¿Recibí una citación de Capital Planet?

—Sí. Será recompensado con una medalla por su triunfo por la Banda Pirata de Goaz. Una citación más oficial debería llegar pronto.

El Guía había dicho algo sobre eso, ¿no? Fama y prestigio y lo que tengas.

Obtuve tesoro y prestigio simplemente por eliminar a una pandilla de piratas de segunda. La caza de piratas puede que no sea un mal pasatiempo.

—También hubo mensajes de la Compañía Henfrey y de la Séptima Fábrica de Armas. El Maestro Thomas deseaba discutir la compra de su botín de guerra.

—¿La Fábrica de Armas también?; Allí era donde trabajaba Nias, aunque no pude evitar pensar que su bonita cara estaría mejor servida en otro lugar. No estaba seguro de lo que querían de mí.

—Muchas de las armas de los piratas se fabricaron en otras naciones; Explicó Amagi. —A la fábrica le gustaría comprarlos para hacer sus investigaciones.

—Supongo que les apasiona su trabajo.

—Es posible que también hayan escuchado que descubrimos algunos metales raros, por lo que es posible que quieran adquirirlos como materiales de producción.

La Banda de Piratas de Goaz estaba en posesión de una gran cantidad de metales preciosos. Sin embargo, no tenían una tonelada de oro, así que no estaba muy emocionado por el resto.

—La reunión con Thomas es lo primero.

—Lo arreglaré de inmediato.

Definitivamente es bueno tener gente competente trabajando para ti.