Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 9

Capitulo 51: Despertar en la Noche

Parte 1

En contraste con lo ruidoso que había sido durante el día, ahora había un silencio absoluto. La llegada de la noche había absorbido todo el sonido cuando el ajetreado día llegaba a su fin.

A medida que la noche se asentaba, el número de estudiantes que seguían en la calle se iba reduciendo. Las luces del campo de entrenamiento y del auditorio se habían apagado hacía tiempo, y las calles del campus estaban iluminadas con unas pocas farolas. Los vestigios que quedaban de la fiesta del campus eran algunos puestos que se mantenían en pie.

Sin embargo, una luz brillante seguía encendida en un rincón del edificio de investigación. Desde el interior, se oían las voces de las chicas que reían, como si la fiesta continuara para ellas. Probablemente estaban disfrutando de su juventud, dejándose llevar por su vigor durante la noche. Olvidando el cansancio, charlaban hasta la saciedad.

Todos juntos prepararon la cena y abrieron la bolsa de caramelos que habían comprado con el dinero del festival… pero antes, brindaron por la ocasión con un poco de zumo. Después, comenzaron su charla de chicas que no tenía fin.

Alus y Loki estaban más o menos obligados a pasar el tiempo con las chicas, pero se distraían.

Finalmente, el reloj pasó la medianoche y dio la bienvenida a un nuevo día. Las chicas ignoraron cualquier idea de toque de queda que pudieran tener, y durmieron en el sofá, en la mesa o en cualquier lugar del laboratorio que se les antojara. Fue entonces cuando Alus abrió los ojos.

Loki se había despertado primero, y el sonido de ella abriendo suavemente la puerta lo había despertado a él. “Sir Alus, he decidido hablar con la señora Felinella por si acaso.” Realmente era considerada cuando se trataba de este tipo de cosas. Debió haber hecho arreglos con Felinella, que era la supervisora del dormitorio, para que las tres chicas no fueran castigadas por romper el toque de queda.

“Ya veo. Le hice una llamada rápida ayer, pero nunca volvieron a la residencia.”

“Bueno, esta vez es una excepción.”

“Puedes repetirlo. Sin embargo, Feli lo tiene difícil. Debería hablar con Sisty sobre ello más tarde.” Con una sonrisa irónica, Alus miró a las tres chicas que aún dormían. “Muy bien, vamos a prepararnos sin despertarlas.”

… Quince minutos después. “¿Estás cansado?” Le preguntó Loki con consideración en la puerta principal. Tesfia y las demás también la habían mantenido despierta hasta tarde, así que no había dormido más que Alus.

“No te preocupes. Podremos descansar cuando lleguemos. No me gustaría ir al Mundo Exterior medio dormido.” Contestó Alus bromeando.

“Sí, con mucho gusto. Estoy un poco cansada después de lo de ayer.” Dijo Loki con una sonrisa seca, a lo que Alus respondió brevemente con un “Yo también” mientras se preparaban para dejar atrás el laboratorio.

En realidad, marchar sin dormir no era raro en el Mundo Exterior. Loki también se había entrenado para poder estar sin dormir durante dos o tres días. El cansancio que sentía no era probablemente por agotamiento, sino por haber conseguido saciarse. Los dos últimos días le habían aportado un montón de experiencias nuevas y frescas.

Dicho esto… Tras el ataque y la aparición de Lilisha, la vida de Alus en el Instituto era cada vez más inestable. Había muchas preocupaciones que no iban a desaparecer, y había cosas de las que tendría que ocuparse en el futuro. Parecía que nunca se libraría de esos problemas.

Aun así, el Segundo Instituto Mágico era un lugar donde podía olvidarse temporalmente de todo eso. Después de mirar los pacíficos rostros dormidos de las tres chicas a través del hueco de la puerta, Alus dejó la escena atrás.

Dos figuras se mezclaron con la oscuridad y luego corrieron en dirección al cuartel militar.

***

No importa lo tarde que sea la noche, o lo cerca que esté el amanecer, este lugar nunca duerme.

Este era el alcance más lejano del dominio humano. Más allá de la barrera protectora absoluta proyectada por la Torre de Babel se encontraba el mundo en el que la humanidad vivió alguna vez.

Ante la gran barrera había una enorme fortaleza, el cuartel general militar de Alpha. Dado que la máxima autoridad del ejército debía permanecer siempre vigilante, se situó lo más cerca posible de la primera línea de fuego dentro de la barrera.

Era una fortaleza en la que se reunían los Maestros Mágicos que se jugaban la vida cada día por la elevada causa del futuro de la humanidad, con la esperanza de poder olvidarse temporalmente de todo y conseguir un merecido descanso.

A su llegada, Alus y Loki se dirigieron inmediatamente a la sala de siesta. Todavía faltaban unas horas para el amanecer, así que tenían tiempo de sobra. Los dos no dudaron en dedicarlo a dormir. Cualquiera que hubiera estado en el ejército durante un tiempo había dominado el truco de entrar en un sueño profundo, aunque breve. Era absolutamente necesario para sobrevivir en el Mundo Exterior.

Por cierto, la sala de siesta podía ser utilizada por cualquier soldado, pero era estrecha, con cada cama apenas lo suficientemente grande para una sola persona. Era un espacio puramente para el acto de dormir.

Siendo la hora que era, no había mucha gente moviéndose por la sede. Los que estaban parecían dirigirse a un turno temprano, o regresar a sus habitaciones mientras contenían los bostezos.

Cuando se dieron cuenta de la presencia de Alus, algunos que no estaban al día lo miraron con desconfianza, mientras que los que estaban al tanto se apresuraron a saludar. En cualquier caso, ahora mismo era molesto.

La sala de siesta estaba dividida en dos habitaciones separadas de camas pequeñas alineadas una al lado de la otra, y de camas tipo cápsula fijadas a la pared. Alus y Loki se decantaron finalmente por las camas cápsula, porque a pesar de lo pequeñas que eran, era menos probable que la gente les molestara allí.

Y los dos dormían como máquinas. Profundamente, muy profundamente, olvidando todo sobre sus vidas pacíficas en el Instituto, sus conciencias cambiando completamente hacia algo adecuado para el Mundo Exterior.

Finalmente, el cielo empezó a aclararse. Alus se despertó en el lado equivocado de la cama, algo inusual para él. Se había despertado prácticamente a la fuerza por la presencia de alguien que se movía cerca de él. Era una de las formas más insoportables de despertarse para él.

Se dio la vuelta en la cama y abrió un poco los ojos con disgusto. “¿Qué crees que estás haciendo?”

“Dándote la mejor manera de despertarte.” Dijo Lettie con una sonrisa traviesa, lo suficientemente cerca como para que sus caras se tocaran.

Alus chasqueó la lengua en su mente, como si se reprendiera a sí mismo por su descuido. Nunca había estado tan profundamente dormido como para no darse cuenta de que alguien se metía en la cama con él. Incluso pensó en la excusa de que tal vez estaba cansado por el festival del campus. Parecía que esos dos meros días le habían agotado más de lo que creía. “¿La mejor manera? Creo que quieres decir lo peor. Y hace demasiado calor.”

“Bueno, a fin de cuentas estamos durmiendo juntos.” Suspiró. “¿Ya es la hora?”

“Así es, es hora de que los niños buenos despierten. Los adultos malos están listos para irse.”

Nunca pensó que haría esperar a Lettie. Mirando el reloj, aún quedaba algo de tiempo. Sin embargo, Alus sólo había sido llamado para ayudar en esta misión, así que pensaba seguir las instrucciones del comandante del escuadrón.

Cuando se incorporó, la sábana se deslizó, dejando ver a Lettie con su habitual uniforme militar. Pero incluso eso era bastante revelador. “Me prepararé ahora mismo. Tú ve a despertar a Loki.”

La cápsula de Loki estaba junto a la de Alus.

Al oír eso, Lettie estalló en una sonrisa. “Jeje, parece que todavía puedo disfrutar un rato más.” Cubrió su sonrisa con la mano, pero era muy evidente. Mirando hacia la pared donde Loki dormía al otro lado, movió los dedos con anticipación…

Al momento siguiente, la puerta de la cápsula se abrió de golpe. Desde el interior, una pequeña figura, una apurada Loki, saltó. Parecía que se había puesto ropa de dormir antes de ir a dormir, ya que llevaba una gruesa camisola y unos pantalones cortos. Había sido lo suficientemente sensible como para captar las perversas intenciones de Lettie, y saltó a la acción a gran velocidad. Agitando su cabello plateado, se volvió inmediatamente hacia Alus, pero sus ojos se encontraron con los de Lettie, que estaba sentada en el borde de su cama.

“Buenos días, Pequeña Loki.”

“¡¡!! Buenos días, Lady Lettie. Por cierto, ¿por qué estás en la cama de Sir Alus?”

“Eso es un secreto de adultos.” Sonrió Lettie, pero al momento siguiente fue empujada por Alus fuera de la cama-cápsula.

“¿No querrás decir… una incursión nocturna?”

“No seas tan poco refinada… Además, ya no es de noche, es de madrugada.”

“¿Supongo que sí…?” Loki aún tenía un poco de sueño, así que se devanó los sesos mientras miraba por la ventana y veía algo de luz. Se sintió un poco aliviada, pero sorprendida al mismo tiempo. Sisty había dicho que Lettie no tenía valor para ello, pero al menos era lo suficientemente audaz como para colarse en su habitación…

Ahh, no puedo pensar bien… Por mucho que sacudiera la cabeza, no iba a despertarse, pero aun así se esforzó por organizar sus pensamientos e intentar una refutación. “P-Pero Lady Lettie, meterse en la cama de Sir Alus es bastante imprudente. Hay un botón de llamada en la pared.”

“Sabes, tengo que hacer mi control regular de los miembros de mi escuadrón que duermen. Si te lo pierdes, tiene un efecto en nuestro trabajo en equipo.” Dijo Lettie, como si fuera de sentido común, a pesar de ser una simple excusa llena de agujeros. “Tú también lo haces, ¿no?”

“… No, no lo haría…”

“Si no puedes negarlo de inmediato, supongo que somos como pájaros de un mismo plumaje.”

La confusión de Loki no hizo más que aumentar cuando Lettie le sonrió, y no se le ocurrió ningún contraargumento. Bueno, era cierto que estaba familiarizada con el concepto, así que no habría sido capaz de rebatirlo de inmediato aunque hubiera estado completamente despierta.

“Aun así.” Dijo Lettie, “esta sala de siesta es tan estrecha como siempre. No se puede evitar que la gente siga chocando entre sí.”

“¿Chocando entre sí?” Loki se sonrojó cuando le vinieron a la cabeza pensamientos indecentes. Era un comentario que no podía pasar por alto, pero al mismo tiempo, su curiosidad adolescente se desbordaba. “¿A-A-A-A qué te refieres con ‘chocar’?” Con su cabeza adormilada rebotando hacia arriba y hacia abajo, Loki se acercó a Lettie con pánico.

Mientras tanto, Lettie sólo murmuró. “Jeje. ¿Me vas a hacer decirlo en voz alta?”

Sin embargo, Alus puso fin a la farsa. “¡Oye! Deja de hacer ruido en la sala de siesta, estás siendo un estorbo. Y Loki, date prisa y prepárate ya, o te dejaremos atrás.”

“Oh, vaya de mal humor. ¿Siempre te pones así por la mañana, Allie?”

Alus miró hacia atrás desde la puerta, lanzando una fría mirada a Lettie. “No quiero oír eso de ti. ¿Quién mata su presencia para colarse en la cama de alguien? Normalmente, te habría dado un puñetazo.”

“Parece que estabas muy cansado. ¿No te diste cuenta de que rocé mi mejilla contra ti y acaricié tu cabeza?”

“… Si lo hubieses hecho, definitivamente te habría dado un puñetazo.”

Si Loki hubiera escuchado esto, se habría sentido aliviada por el hecho de que la mentira de Lettie quedara al descubierto, pero desgraciadamente se había ido. Tras la advertencia de Alus, se había metido en su cama-cápsula y se había preparado a toda prisa.

Cuando regresó, con un poco de nerviosismo, se había cambiado de ropa y llevaba el bolso colgado del hombro. También parecía estar un poco sin aliento.

“Oye, siento haberte despertado un poco antes. Todavía tienes tiempo de prepararte.” Dicho esto, Lettie no mostró signos de arrepentimiento.

Con una mirada resentida, Alus parecía decir que no se podía tener demasiado cuidado con ella.

Por indicación de Lettie, Alus y Loki se dirigieron al vestuario, donde hicieron los últimos preparativos para el Mundo Exterior. Tal vez por la hora, no había nadie más alrededor. Sin embargo, no era el vestuario compartido que utilizan los Maestros Mágicos de menor rango, sino uno preparado específicamente para el escuadrón de Lettie. Había habitaciones privadas con duchas para cada uno de ellos, e incluso venían con una gama completa de artículos de aseo. Teniendo en cuenta la dificultad de sus misiones, era natural, y la habitación no dejaba nada que desear.

Como nota adicional, muchas de estas habitaciones para la tropa eran compartidas por hombres y mujeres. Por lo que sabía Alus, las divisiones de las salas de ducha de hombres y mujeres se basaban sobre todo en los arreglos hechos por las propias escuadras.

Por otra parte, los hombres y las mujeres estaban prácticamente siempre separados para los baños grandes, pero teniendo Lettie la personalidad que tenía, las distinciones entre hombres y mujeres en su escuadrón eran bastante flojas.

Así, Alus y Loki acabaron en la misma habitación. Para los civiles eso sería una cosa, pero para los militares no era nada del otro mundo. Como ambos se habían criado en el ejército, lo trataron como algo normal y cada uno se preparó con las mudas de ropa que había traído, y luego entraron en las duchas, una al lado de la otra.

Tampoco intercambiaron palabras, simplemente abrieron las puertas de sus duchas. A continuación, se oyó el crujido de la ropa que se quitaba y, al cabo de un rato, los pasos y el sonido de las duchas al abrirse.

El agua tibia llovía sobre el suelo de baldosas, y el vapor salía por los ligeros huecos en la parte superior de las puertas de la ducha. A pesar de estar tan acostumbrado, esta vez Alus se sentía extrañamente inquieto. El sonido del agua procedente de la cabina de al lado llegó a sus oídos, haciéndole sentir una ligera frustración, y combinado con el silencio le hizo sentirse incómodo.

Al mismo tiempo, le entraron ganas de decirle algo a Loki. Era extraño, porque eso nunca había ocurrido en ninguna de las muchas misiones en las que había estado, pensó, mientras se duchaba.

“Sir Alus, ¿por qué aceptó esta misión? Dijiste que era una promesa con Lady Lettie.”

Cuando la voz llegó desde el otro lado de la pared, Alus se quedó un poco sorprendido. Tal vez ella sentía lo mismo, o tal vez se había abierto porque estaban los dos solos aquí. En cualquier caso, no esperaba que ella le llamara.

Pero pensándolo bien, no había ninguna regla que dijera que no se podían tener conversaciones en la ducha.

Alus se sorprendió un poco, pero no tenía motivos para ignorarla. Mientras se restregaba el cuerpo, le dedicó un simple: “Sí…”

No lo había pensado mucho, por lo que aún necesitaba tiempo para pensar en una respuesta. No era que él y Lettie fueran extraños, pero en el pasado no habría ayudado sin esperar algo a cambio. Además, el escuadrón de Lettie había recibido la orden de ayudar a Alus a derrotar a Demi Azur, así que en realidad no tenía una deuda que pagar.

Sólo se le ocurrió una cosa. No estaba ayudando a Lettie porque fuera una Única, o porque ambos fueran soldados de Alpha. Probablemente era porque se sentía atraído por Lettie como persona.

Sin embargo, cuanto más desgranaba ese pensamiento, más avergonzado y reacio se sentía a expresarlo con palabras. Así que decidió ser directo. “No es que nos debamos nada. Diría que… ella y su equipo me recuerdan a los viejos tiempos.”

“¿…?” Loki se quedó sin palabras.

Alus se limpió el cuerpo y levantó la vista, mirando las gotas de agua que corrían por la pared, mientras que en realidad su mente estaba en algún lugar lejano.

Un poco más tarde, sintió que Loki también había terminado su ducha. Aquel silencio no hizo más que amplificar su vergüenza, así que se movió incómodamente de la cabina de ducha al vestuario mientras esperaba su respuesta.

Sin embargo, no hubo respuesta de Loki. “¿Qué pasa? Tú eres quien ha preguntado.” Después de ponerse la mitad de la ropa, finalmente no pudo aguantar más y le preguntó. Mientras la hebilla de su cinturón sonaba, su voz llenó el vestuario. Y entonces…

“Sir Alus, ¿tiene curiosidad por Lady Lettie?”

“¿Qué?” Su pregunta se debía probablemente a lo ocurrido antes, pero seguía siendo demasiado brusca. Alus se revolvió el cabello mojado y miró con consternación en sus ojos. “No es curiosidad. Es todo lo contrario. Lleva una vida completamente diferente a la mía y, sin embargo, parece que se lo está pasando muy bien.” Dijo con calma, antes de añadir estoy seguro en su mente. “Así que tal vez a lo que debería aspirar como Maestro Mágico es al lugar en el que está Lettie.” Consiguió envolver la esencia de la situación en un tono evasivo.

Eso era todo lo que podía hacer. Nunca había dicho lo que pensaba con tanta franqueza. Todavía no estaba acostumbrado, pero sentía que últimamente reflexionaba mucho sobre las cosas. Su resistencia a decir estas palabras parecía desaparecer misteriosamente cuando estaba con Loki.

Una vez más, no hubo respuesta. La incómoda pausa hizo que el ambiente en el vestuario fuera incómodo. Ser franco significaba no dejar que las opiniones de los demás o la propia autocontención filtraran lo que uno decía. Era como un niño que dice lo primero que se le ocurre.

Alus se dio cuenta de repente de que quería que alguien le escuchara. No quería que ella le dijera si sus pensamientos eran correctos o no. Sólo quería que ella simpatizara. “No, es un estilo de vida al que renuncié hace tiempo… Aunque no estoy seguro de que eso sea una respuesta.” Dijo interrogativamente, porque él mismo no lo tenía claro.

Era como un vago deseo en un sueño, un ideal que no podía expresarse con palabras. Pensó que Lettie y las tropas que dirigía debían estar llenas de eso. Así que no era a lo que debía aspirar, sino a lo que quería aspirar.

Mientras se ponía la camisa, sintió un sentimentalismo del que no podía deshacerse, lo que le hizo sentirse muy molesto. Inesperadamente, poner sus pensamientos en palabras no fue tan refrescante como esperaba. De hecho, se sintió muy cohibido, y después de decirlo, se sintió tímido.

Como resultado, más que un cambio de humor, Alus se quedó con una sensación de amargura… pero poco después, pudo oír el sonido de pasos apresurados detrás de la puerta de la ducha.

“… ¿Has terminado de cambiarte?”

“¿Hm? Sí, básicamente.”

Loki abrió ligeramente la puerta y asomó la cabeza. Llevaba una sonrisa brillante, como si no pudiera contener su alegría, y con una expresión relajada miró fijamente a Alus.

Dejó de ponerse la ropa y la miró fijamente. El cabello plateado de Loki estaba empapado, ya que acababa de terminar su ducha. Los mechones mojados se le pegaban a la cara y el agua goteaba sobre el suelo de baldosas. La figura que se asomaba por el pequeño hueco parecía desprevenida, lo que le daba una ingenuidad infantil. Probablemente tampoco llevaba nada envuelto en su cuerpo. Aunque no había nadie más alrededor, nunca había hecho nada tan atrevido en el laboratorio donde vivían juntos.

Al mismo tiempo, Alus no sabía qué había dicho que le había tocado la fibra sensible de esa manera. Sus mejillas tenían un hermoso tono rosado. Con los ojos muy abiertos, Loki lo miró fijamente. “¡Sir Alus!”

“¿Q-Qué?” Le sorprendió su contundencia.

Al ver eso, Loki le dedicó una sonrisa que mostraba sus dientes. “Me parece estupendo. Me alegra saber cómo te sientes, pero sobre todo, me alegra mucho que hayas decidido ponerlo en palabras.”

Como ella parecía tan feliz, se sintió un poco tonto; pero pudo entender lo que decía. Alus rara vez hablaba de sus pensamientos internos. Si lo hacía era bajo órdenes, en situaciones de las que no podía escapar.

Esta vez no hubo tales circunstancias. Había tomado su propia decisión. Puede parecer una pequeña diferencia, pero en realidad era una muy grande.

Pero al mismo tiempo, se preguntó si realmente significaba tanto. Las palabras de Loki eran probablemente correctas, y podía entender objetivamente que era una señal de que estaba cambiando. Pero no se sentía real. “¿Es así…?” Preguntó en un tono desganado, como si se tratara de otra persona.

Sin embargo, las palabras de afirmación volvieron inmediatamente hacia él. “¡Así es!”

La resistencia al cambio era algo que todo el mundo conocía. Y ni siquiera Alus era una excepción. Sin embargo, nada cambiaría si simplemente se quedara congelado en su sitio por su indecisión. Si una sola persona, como Loki, que le sonreía ahora mismo, permaneciera a su lado, no acabaría quedándose congelado. Especialmente cuando esa sonrisa estaba llena de compasión.

“Bueno, dejando eso de lado… Loki, si te quedas así te vas a resfriar.”

“¡¿…?! C-Cierto.” No fue hasta entonces que Loki se dio cuenta del estado en el que se encontraba. Volvió a meter la cabeza.

Al poco tiempo, Alus y Loki, ya totalmente preparados, se dirigieron a la sala de espera cercana. También se denominaba sala de escuadra, y era donde se informaba a la escuadra antes de una misión. Además, cuando dicho escuadrón pertenecía a un Único, su escala y equipamiento estaban en una liga propia. Por supuesto, eso costaba bastante, pero el escuadrón de Lettie había logrado más que cualquier otro en la nación.

Aparte de Alus, que rara vez aparecía en público, el principal Maestro Mágico de Alpha era Lettie Kultunca y un símbolo del poder de Alpha. Ella y su escuadrón tenían el poder de apoyar la fundación del ejército.

A su llegada, Alus, dispuesto a ponerse en marcha en cualquier momento, llamó a la puerta. En respuesta a su golpe, la gruesa puerta se abrió. En el interior había veteranos y hábiles Maestros Mágicos por donde quiera que mirara, todos esperando a Alus.

Cuando reconocieron a Alus y a Loki, se levantaron de sus sillas y le dieron la bienvenida con un saludo ordenado.

Todos ellos desprendían un aura feroz. Alus, que había luchado junto a ellos, era una cosa, pero Loki se ponía tensa quisiera o no. Tesfia y Alice probablemente se pondrían rígidas hasta el punto de que no podrían ni moverse ante sus abrumadoras presencias. Si no fuera por los uniformes militares que llevaban, podrían ser fácilmente tomados por un grupo de villanos que se verían paseando casualmente por un mercado negro.

“Oh, estás aquí.” En el fondo había alguien que los llamaba con una voz alegre fuera de lugar. Lettie no estaba sentada en una silla, sino encima de un escritorio, y Alus le dirigió una mirada crítica.

Dejando a un lado la actitud de Lettie, se respiraba un ambiente rígido en el aire. Como escuadrón de élite, Alus los recordaba mucho más relajados cuando luchaban contra los Fiends, pero hoy estaban siendo bastante educados. Formaban filas ordenadas a izquierda y derecha, dejando el centro abierto para recibir a Alus y Loki. Era como si cada uno de sus movimientos fuera observado, lo que le hacía sentirse incómodo, pero continuó por el camino del centro.

No es que conociera a todos los miembros del equipo de Lettie, pero por lo que pudo ver había muchos Maestros Mágicos bastante poderosos.

Había Maestros Mágicos de alto rango que habían ayudado a eliminar al Devorador, incluyendo a Sajik y Mujir. Pero esta vez también había otros. Todos fueron reclutados personalmente por Lettie por su poder, y Alus parecía conocer algunas de sus caras.