Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 24

Capítulo 4: Abuelos Y Nietos

Parte 4

Estaba a punto de interponerme entre el príncipe y el señor supremo para evitar que sucediera algo terrible, pero Yoshino se colocó allí antes de que pudiera moverme.

“¡No pelear!”

Los dos hombres retrocedieron de inmediato en respuesta al estallido repentino de Yoshino, casi como si ella los hubiera obligado a la fuerza.

Wow, eso da un poco de miedo… Es pequeña, pero seguro que tiene un gran impacto.

“¡Abuelo, todavía tienes que hacer tu trabajo! ¡Causarás problemas si abandonas las reuniones!”

“Oh, lo sé… Lo siento…”

“¡Y tío Faron, eres como un mono cuando empiezas a gritar! ¡Un simio inútil! ¡¿Así es como quieres ser?!”

“A-Ah, no… no estoy… yo… lo siento…”

La diatriba de Yoshino había reducido a los dos hombres más fuertes de todos los Xenoahs a encogerse de hombros y pedir disculpas. Había traído a Fiana para mantener al señor supremo bajo control, pero aparentemente, ella no era necesaria.

“Ella es casi como una madre regañándolos… No hay manera de que puedan desafiarla… Viene en la familia…”

“¿E-En serio? Yo no soy así, ¿verdad?”

Sakura simplemente sonrió en respuesta a la pregunta de Fiana, dejándola sin palabras. Sin embargo, definitivamente sabía a qué se refería Sakura. Fiana podía dar mucho miedo cuando regañaba a los niños traviesos en la escuela. Después de todo, no se puede educar a los niños solo con amabilidad. A veces necesitabas asegurarte de que aprendieran de sus errores. Sin embargo, no estaba tan seguro de poder regañar a mis propios hijos así… Honestamente, el solo pensamiento me hizo sentir incómodo.

Un golpe repentino en la puerta me alejó de la vista de Yoshino regañando a su tío y abuelo. Un elfo oscuro entró en la habitación. Era Sirius Frennel, comandante del ejército de Xenoah y guardaespaldas personal del señor supremo.

“Disculpe la interrupción, mi señor, pero debemos irnos a nuestra reunión…”

“¡De ninguna manera! ¡Voy a jugar con Yoshino!”

“… ¿Abuelo?”

“Quiero decir… podemos… jugar más tarde…”

Una mirada de Yoshino hizo que el señor supremo temblara en sus botas. Era difícil decir que era un adulto en absoluto.

El señor supremo parecía terriblemente abatido, así que levanté la voz de mala gana y dije: “Yoshino puede usar [Teleport], para que pueda pasar más tarde”.

“¿En serio…? Farne también puede usarlo, pero nunca aparece…”

“…Soy una gran duquesa. No puedo volver a casa por capricho… No es personal…” Sakura habló casualmente, pero en realidad no lo estaba comprando. En todo caso, Sakura consideraba que su hogar estaba con Sirius y la familia Frennel, ya que allí fue donde se crio.

“Ugh… Es desafortunado, pero no hay forma de evitarlo, supongo… Te llamaré más tarde, ¿de acuerdo, Yoshino?”

“Puedes llamarla… pero solo una vez al día… Tampoco llamadas largas. Verificaré sus registros… Ah, y nada de llamadas después de las siete de la noche. Ese es el tiempo de madre e hija… Y si empiezas a ser una mala influencia para ella, no más llamadas para ti…”

“¡E-Eso es tan cruel!”

Los términos de Sakura parecieron molestar al señor supremo. Sin embargo, pensé que eran lo suficientemente razonables. Sin ellos, la estaría llamando a todas horas del día y probablemente también de la noche. Sería un dolor en el culo. Demonios, tampoco tenía planes de permitir que Yoshino visitara a Xenoah por su cuenta, incluso si pudiera teletransportarse. Si quería verlos, tenía que pedirme permiso y le asignaría Kohaku o uno de los otros como escolta.

“¡Tenemos que irnos, padre! Estás a cargo en el ínterin, Farese.”

“Por supuesto, hermano”.

“Ugh… ¡¿No puedo tener un poco más de tiempo con ella?! ¡Solo un poco más!”

“¡Es suficiente, viejo!” Faron gritó mientras arrastraba al señor supremo fuera de la habitación por su capa.

Venir aquí probablemente fue una mala idea, ¿eh? Hombre, ese tipo es ruidoso cuando se queja.

“Lo siento por mi padre…”

“No te preocupes por eso. No es tu culpa.”

“Es tan molesto…”

Farese inclinó la cabeza, con una mirada incómoda en su rostro. A pesar de que había sido despojado de su derecho a suceder al trono debido a todo el incidente con Sakura, todavía estaba muy involucrado en los asuntos de estado. Cada vez que Faron ascendiera al trono, seguramente estaría allí para servir como la mano derecha de su hermano. Era un poco cerebrito, por lo que probablemente terminaría trabajando duro para su hermano… Después de todo, claramente estaba trabajando duro incluso ahora. Una parte de mí quería hacer algo para recompensarlo.

“Oye, te prometí que te mostraría mi biblioteca hace un tiempo, ¿no? ¿Qué tal si vienes con nosotros ahora?” Recordé que Farese había mostrado interés por los libros hace un tiempo, así que le extendí esa oferta. No me refería a la biblioteca de Babylon, sino a la normal de mi castillo. Era menos esotérico, pero tenía muchos libros raros.

“¡¿Eh?! ¡¿E-Está bien?! ¿No estaría imponiendo?”

“Para nada. Si encuentra un libro que le gusta, incluso puede tomarlo prestado. Haré que Yoshino te muestre los alrededores. ¿Está bien, Yoshino?”

“¡Mhm! ¡Quiero mostrarle los alrededores al tío Farese!”

“Ha ha ha… Tío, ¿eh? Eso me hace sentir bastante viejo”, dijo Farese mientras sonreía, algo incómodo, por la forma en que Yoshino se refería a él. Definitivamente podría relacionarme.

Con eso, el negocio de Yoshino terminó por hoy. Ahora solo tenía que llevar a Frei a conocer a su familia en Lestia y a Arcia a conocer a su familia en Regulus. Seguramente esos países no serían tan molestos como este. Seguramente…

***

“¡Oh! ¡Qué rico! ¡Es casi tan bueno como el de Lucía!”

“¡Bueno, eso es natural, abuelo!”

“… ¿Tu sentido del gusto se ha embotado, padre?”

El emperador de Regulus se zambulló alegremente en la comida que Arcia le había cocinado, sin importarle poco las duras palabras que su hija le había lanzado. Como madre y cocinera, claramente encontró sus elogios demasiado generosos.

“¡Wow! ¡Esa es la Espada Sagrada Lestia! ¡¿Puedo tocarlo, abuelo?!”

“¡Oh por supuesto! Sólo sé cuidadosa.”

“¡Y-Yo el siguiente! ¡Frei, déjame tocarlo a continuación!”

El ex rey de Lestia entregó su espada a Frei mientras el rey de Felsen miraba con ojos envidiosos.

La razón por la que el rey de Felsen estaba aquí era porque su novia, Ellicia, era la segunda hija del emperador de Regulus. En otras palabras, él y su esposa eran tío y tía de Arcia… lo que también los convertía en mis cuñados.

Sin embargo, definitivamente estaba en una longitud de onda más similar a Frei que a Arcia. Los dos eran maníacos de las armas. Realmente tampoco sabía cómo sentirme acerca del ex rey pavoneándose con la Espada Sagrada de Lestia… Esa era técnicamente la propiedad del rey actual, Reinhard, después de todo.

Hilde y Ellicia miraron a los dos entusiastas de las armas con ojos exhaustos.

“… Supongo que estoy acostumbrado en este momento”.

“Aquí igual.”

Me pregunté si estaban hablando del pasatiempo de coleccionar armas en general, o simplemente de cómo se estaban comportando los dos.

Estábamos todos reunidos en el castillo de Brunhild. Del grupo de Regulus, estaba el emperador de Regulus, el príncipe heredero Lux, la segunda princesa Ellicia y su esposo, el rey Felsen. Luego, de Lestia, estaban el ex rey y la reina de Lestia, el rey Reinhard y el viejo Galen. Era básicamente toda la familia cercana de Frei y Arcia.

Lu tenía otra hermana llamada Felicia. Aparentemente, estaba casada con algún noble en Regulus. No la invité porque no era muy cercana a nuestra familia y realmente no venía a nuestras conferencias. De hecho, solo la había visto una vez en mi vida… Por eso pensé que sería un poco impactante para ella conocer a su sobrina del futuro sin previo aviso. Según Arcia, apenas interactuaron incluso en el futuro.

“¡Ho ho ho! Nunca pensé que conocería a mi bisnieta tan pronto. ¡Me siento lo suficientemente vigorizado para vivir otros veinte años!” Galen exclamó mientras tomaba una foto de Frei en su teléfono.

Por lo que había oído, le estaba yendo bien en el futuro. Tal vez estaba de tan buen humor porque sabía que no iba a morir pronto… Tal vez ser un gran pervertido era de alguna manera el secreto de la longevidad. Todos estábamos felices comiendo comida preparada por Lu y Arcia y jugando con los niños del futuro. Me alegré de que todos hubieran tomado la noticia tan fácilmente.

“Sin embargo, estoy bastante sorprendido de tener una sobrina del futuro… Supongo que cuando se trata de tu grupo, el sentido común se va por la ventana”.

“Ha ha ha… Supongo que sí, lo siento…”

No sabía muy bien qué decirle a Reinhard, quien probablemente estaba un poco preocupado por todo esto.

“Bueno, no importa. Tenía la intención de hablar contigo sobre un incidente en Lestia… Algo similar a tu historia sucedió en una de nuestras aldeas pesqueras del sur. A saber, un pueblo llamado Evra.”

La historia a la que se refería Reinhard era mi incidente con los Hombres- pez. Quería averiguar hasta dónde podría haberse extendido esto, así que se lo mencioné a los otros líderes mundiales, solo para descubrir que había historias similares de todo el mundo. Incluso Lestia, al parecer.

“El asentamiento de Evra fue acosado por un puñado de estas criaturas de peces de las que hablaste. No hubo víctimas, pero varias de las personas atacadas estaban infectadas y, después de un corto tiempo, se transformaron en criaturas parecidas a peces y se metieron en el agua”.

Aquellos que son mordidos o arañados por los Hombres-pez se convierten ellos mismos en Hombres-pez… Suena como una trama de una película de terror de zombis, pero desafortunadamente es real. Esos pobres aldeanos…

Me pregunté qué esperaba lograr los devotos malvados. ¿Estaba el Arca que habían robado en algún lugar bajo el mar? ¿Tal vez lo estaban usando como base para desplegar a los Hombres-pez…? Pero entonces, ¿por qué transformar a las personas? Solo podía suponer que estaba relacionado con su necesidad de emociones negativas. El miedo y la desesperación eran sentimientos negativos comunes, y estarían maduros en las personas que sabían que sus cuerpos estaban a punto de convertirse en algo horrible e inhumano. Tal vez planearon tejer confusión masiva y miedo en el mundo…

Hice una nota mental para enviar advertencias a todos los pueblos costeros, pero no pude evitar sentirme frustrado. Cuando era el dios malvado, solo tenía que preocuparme por los esqueletos dorados, pero ahora estaban estos irritantes Hombres-pez.

Brunhild era una nación sin salida al mar, así que al menos no tenía que preocuparme por mi nación. Claro, teníamos islas de mazmorras que estaban rodeadas de aguas abiertas, pero no me preocupaba que fueran atacadas porque tenía un Kraken que patrullaba regularmente las aguas.

Fui sacado de mis pensamientos por el sonido de niños riendo. “¡Abuelo, esta comida es buena para tu salud!”

“¡Ohhh, qué linda! Déjame probarlo… ¡Ah, delicioso!”

“¡Abuelo, cuéntame sobre la leyenda de nuestro antepasado!”

“Mmm… Cuando nuestro poderoso antepasado levantó la espada sagrada, escaló la montaña y encontró el nido del dragón, y luego…”

No pude evitar reírme cuando vi al emperador de Regulus y al ex rey de Lestia adorando a sus nietas. Claramente no pudieron resistir la ternura, y no podía culparlos. Recordé a mi propio abuelo adorándome de la misma manera.

Probablemente haría lo mismo con los hijos de Arcia y Frei… Aunque, eso seguramente sería en el futuro. La idea me asustó.

“No voy a dejar que se casen pronto, eso es seguro…”

“Cielos, Gran Duque… ¿Ya estás pensando en eso?” Reinhard preguntó mientras levantaba una ceja en respuesta a mi murmullo.

¡Cállate! ¡Tienes que pensar en estas cosas cuando tienes hijos!

“¿Y tú, Reinhard? ¿Algún niño en el horizonte?”

“Oh, bueno… Todavía no…”

Conocí a su esposa, Sophia, en la boda… pero ella no estaba aquí hoy. Aparentemente, ella no se sentía muy bien. Era un poco una mujer frágil.

“Los niños son los mejores… ¡especialmente las hijas!”

“Puede que seas un poco parcial en ese frente, Gran Duque…”

“Creo que lo es. Pero sé lo que quiere decir. Ver a mi propia hija me inspira”.

“¡Supongo que sí! Ah, ¿eh? ¡¿E-Espera, príncipe heredero?! ¡¿Cuándo llegaste aquí?!” El estallido de sorpresa de Reinhard me hizo girar hacia un lado. Allí, sosteniendo una copa de champán, estaba el príncipe heredero Lux de Regulus. Tenía un pequeño ceño fruncido en su rostro por lo demás simple.

“He estado aquí todo el tiempo…” murmuró Lux. Sonaba como si estuviera a punto de llorar.

No lo había notado en absoluto. Reinhard tampoco lo había notado, aparentemente. El hombre simplemente no tenía presencia, así que no fue culpa nuestra. Francamente, me preguntaba si le iría bien como próximo emperador.

Me sentí un poco incómodo, así que rápidamente traté de cambiar el tema. “Entonces, príncipe heredero… ¿tienes una hija?”

“Sí, con una de mis concubinas. Fue gracias a esa peculiar medicina que me diste.”

Ah, las pastillas que les di al rey de Belfast y al duque Ortlinde… Ahora recuerdo que el emperador Regulus quería algunas para su hijo. Pero maldita sea, tres bebés salieron de esas píldoras… Es algo bastante efectivo. Debería considerar venderlo.

“Cuando veo a mi hija sonreír, me siento inspirada para trabajar duro. Después de todo, me gustaría mantenerla a salva.”

“Sí, lo entiendo. Entiendo completamente. Es lo mismo para mí.”

“Tch… Ustedes dos…” Reinhard gruñó un poco a Lux ya mí hablando de nuestros hijos.

… Whoops, tal vez lo llevé un poco lejos.

En ese momento, el teléfono de Reinhard comenzó a vibrar. Parecía que había recibido un mensaje de texto.

“Oh, es de mi esposa… Veamos h— ¡Aaah!”

Todos los ojos se posaron en Reinhard al escuchar su peculiar grito. No tenía idea de lo que estaba mal.

“¿Pasa algo, Reinhard?”

“P-Padre… Sophia… Está embarazada…”

“¡¿Qué?! ¡¿En serio?!”

“¡Cielos! ¡Dios mío!”

“¡Eso es increíble, Reinhard!”

“¡Felicidades hermano!”

Wow, los Lestianos seguro que están emocionados. Sophia va a tener un bebé. ¡Eso es genial! Reinhard va a ser padre.

El ex rey de Lestia sostuvo una copa de champán en lo alto. “¡Salud por mi segunda nieta!”

“¡Abuelo, soy tu segunda nieto! Bea nació antes que yo, ¿recuerdas—? Ah… ¡Eek!”

“¡¿Bea?!”

Frei accidentalmente dejó que su boca se extendiera demasiado, lo que provocó que el grupo de Lestian estallara en un caos.

“U-Uhm… ¡Padre! ¡Ayuda!” Frei gritó mientras me miraba. Pero realmente,

¿qué se suponía que debía hacer?

“Bueno… Tokie definitivamente no está aquí, así que probablemente esté bien… De todos modos, ¿quién es esta Bea?”

“La hija del tío Reinhard y Sophia… Su nombre es Beatrice… Ella es mi prima…”

En otras palabras, ese era el niño que Reinhard estaba esperando… Acababa de arruinar el nombre y el género.

“Beatrice… Beatrice… Sí, qué nombre… Hija mía… ¡Oh, hija mía!”

Reinhard estaba feliz, que era todo lo que realmente importaba. Además, presumiblemente él mismo la llamaría así en el futuro… así que probablemente sería un nombre que le gustaría de todos modos.

“Gran Duque, debo disculparme… pero ¿puedo irme a casa ahora?”

“Oh, por supuesto. Adelante.”

“¡Gracias!” Reinhard exclamó mientras cargaba a través de la [Gate]

conectando a Lestia a toda velocidad. Podía entender sus sentimientos. “Qué chico tan inquieto… Debería estar más tranquilo. ¡Viene su hija!”

“¿Estás seguro, querido? Creo recordarte saltando de alegría cuando tuvimos a Reinhard… Eres igual que él, si me preguntas.”

“Hrmph…”

Todos se rieron del intercambio entre el ex rey y la reina.

***

“¡Hmph!”

“¡Gyah!”

Un Hombre-pez con escamas azules metálicas cayó al suelo, derrotado. Otro Hombre-pez apareció por un costado, pero Yakumo lo derribó con un rápido corte horizontal.

Esta era la ciudad portuaria de Zagant, al oeste del Imperio Gardio. En un mapa, estaría frente a la costa de la otrora gran nación de Isengard. Esta ciudad portuaria normalmente tranquila fue repentinamente invadida por misteriosos atacantes parecidos a peces…

Yakumo saltó para salvar a un anciano que estaba a punto de ser destrozado por las bestias. Tenía la esperanza de tomar un carruaje a lo que quedaba de Isengard… aunque la tierra ya no podía llamarse estado. Era más una colección desordenada de ciudades sufrientes que cualquier otra cosa.

Para obtener pistas sobre los devotos malvados, Yakumo pensó que era lógico viajar al lugar donde el dios malvado tocó tierra por primera vez. Se había detenido en Lassei, pero era más fácil llegar a su destino en barco desde las costas de Gardio. Fue durante esta búsqueda de un bote que se encontró en medio del ataque de los Hombres-pez.

“¿Hm?” Yakumo murmuró mientras miraba el octaedro del tamaño de una pelota de béisbol que había surgido del cuerpo del Hombre-pez que ella había matado. Brillaba con un azul opaco. No estaba segura de por qué, pero supo de un vistazo que algo estaba profundamente mal. Algo que no debería estar aquí.

Ella actuó en ese impulso y rápidamente lo destrozó con su espada. No hubo vacilación de su parte. Yakumo había nacido semidiós; instintivamente percibió la fétida emanación de la divinidad embarrada dentro del octaedro.

Ella derribó a dos más de los Hombres-pez, lo que provocó que el resto diera media vuelta y huyera hacia el mar. Yakumo no lo persiguió. En cambio, simplemente envainó su arma. Gracias a sus esfuerzos, nadie en el pueblo se había visto afectado por la maldición que habían llevado los Hombres-pez.

“Algo extraño está pasando aquí, lo es…” Yakumo suspiró en voz baja mientras miraba a uno de los Hombres-pez muertos.

Era probable que la medicina dorada que había estado investigando estuviera conectada con estos Hombres-pez, y que ambos estuvieran vinculados a los devotos malvados. Ella comenzó a reflexionar profundamente sobre esto, solo para recordar de repente que había estado ayudando a un anciano. Salió de su trance y se agachó para ayudar al hombre caído.

“¿Estás bien?”

“O-Oh, sí… Lo siento. Muchas gracias…”

Yakumo ayudó al hombre a ponerse de pie, solo para girarse al escuchar el sonido de los soldados que se acercaban. Todos blandieron sus espadas.

Yakumo instintivamente buscó su propia espada, pero el anciano intervino y dijo: “N-No se preocupe, mi señora. Estos hombres son mis guardias. Los envié a todos a hacer un recado, aunque ahora veo que debería haber tenido uno a mi lado.”

Yakumo sintió que se habría necesitado más de un guardia para defenderse de los Hombres-pez, pero se mordió la lengua.

El anciano extendió una mano para estrechar la de Yakumo y dijo: “Mi nombre es Roger Wilkes. Aunque el mundo me conoce como el profesor.”

“¡¿Eh?!” Yakumo gritó sorprendida, lo cual era natural. Después de todo, el Profesor era el alias de uno de los cinco grandes gollemantes del continente occidental.

Yakumo no estaba exactamente familiarizado con Gollems o su tecnología, pero había escuchado ese nombre de su hermana demasiadas veces. Si Quun hubiera estado aquí, probablemente habría estallado de alegría.

“Entonces estos caballeros tuyos…”

“Sí, todos son soldados en Gollems. No son humanos.”

Eso explicaba por qué ninguno de ellos había dicho nada, aunque no era como si ningún Gollem pudiera hablar. Yakumo había hablado con el lobo Gollem y el Gollem blanco en el castillo de su familia varias veces.

“¿Por qué estás aquí, de todos los lugares?”

“¿Hmm? Cuestión de curiosidad, supongo. Escuché que el rey brujo de Isengard había desenterrado un enorme Gollem. Quería verlo, incluso si había sido destruido. Habría bastado con mirar sus partes.”

El Hecatoncheir era un antiguo Gollem que había sido desenterrado y reactivado por el rey brujo de Isengard. Había sido derrotado por el padre de Yakumo, aunque aún quedaban partes debajo de las ruinas de Isenberg. Aunque, sinceramente, el daño catastrófico que el dios malvado había hecho en el área probablemente había causado aún más daño a los restos que aún quedaban.

“Ya veo… Qué terrible desperdicio. Eso es muy desafortunado.”

“Elluka puede haber recuperado algunas de las partes más interesantes, puede”.

“¿Oh? ¿La conoces, de todas las personas?”

“Bueno, algo…” murmuró Yakumo, desvaneciéndose. Todavía no había conocido a Elluka en esta era, pero sí conocía a la del futuro. Había creado un Gollem para que Yakumo entrenara cuando era una niña pequeña, aunque solo había durado tres días contra la pequeña samurái.

“Dios mío… Y ella no pensó en decírmelo… Tendré que darle una buena reprimenda la próxima vez que la vea. ¡Pero no importa! Todavía tengo curiosidad por saber qué ha sido de Isengard.”

“Er, señor… Isengard es bastante peligroso últimamente, lo es. Hay una mayor cantidad de bandidos, monstruos y animales salvajes. Puede que no sea prudente para ti viajar solo, puede que no.”

Yakumo había sido atacada varias veces en el camino, aunque sus atacantes rara vez duraban mucho contra ella. Después de derrotarlos, siempre los arrojaba a través de una [Gate] que conducía directamente a la orden de caballeros más cercana.

“Vamos, vamos, niña tengo mis herramientas Estaré bien”, el profesor sonrió y palmeó su armadura, pero Yakumo no pudo evitar preocuparse. Después de todo, el hombre casi había sido comida de Hombre-pez.

Yakumo sabía cuánto significaba este hombre para su hermana Quun, por lo que se ofreció a acompañarlo a través de Isengard. Iban por el mismo camino de todos modos, y la familia Mochizuki siempre tuvo la costumbre de ser amable con los necesitados.

“Ah, ¿de verdad? ¿Irías conmigo? Bueno, entonces, gracias…”

“Yakumo Mochi— Er… solo Yakumo”.

Yakumo casi revela el apellido de su familia antes de pensarlo mejor. Este hombre fue uno de los mejores ingenieros de Gollem en el mundo. Incluso si no tuviera un teléfono inteligente, podría haber tenido acceso a algún tipo de dispositivo de comunicaciones. Si revelaba su identidad, podría correr el riesgo de que él se pusiera en contacto con alguien en Brunhild.

Estaría bien si se pusiera en contacto con su padre. Tal vez le daría algunas palabras severas y una palmada en la muñeca por viajar sin permiso. Pero el verdadero problema era su madre. Su madre nunca fue de sermones… Era el tipo de persona que castiga sin palabras. Para ser específicos, Yakumo temía recibir una gran paliza. Le había sucedido muchas veces cuando era niña, y no tenía exactamente ganas de que la azotaran a su edad actual.

Yakumo inicialmente había viajado en el pasado para recibir un entrenamiento general, pero ahora se sentía obligada a regresar a casa con algún tipo de pista sobre los devotos malvados. Cuanto más tiempo pasaba fuera, más sentía que su madre Yae estaría enojada con ella, por lo que quería volver con información valiosa para disminuir su ira.

El profesor desplegó un mapa y pasó su dedo sobre él antes de decir: “Si deseamos viajar a Isengard, tendremos que tomar un bote desde la siguiente ciudad. ¿Ves?”

“Oh, eso parece correcto”.

Así comenzó un peculiar viaje. Uno dirigido por una niña, un anciano y cinco Gollems.