Heavy Object (NL)

Volumen 9

Capitulo 3: Fe Obsesiva >> Batalla en el Océano de Lost Angels

Parte 1

Frolaytia Capistrano fumaba de su largo y delgado kiseru en la sala de mando de un pequeño portaaviones esperando en el Océano Indico.

Ella estaba comparando la situación rodeando a Lost Angels con los informes de los agentes de inteligencia encubiertos en la escena.

El tráfico de talento era la venta de potenciales genios a las corporaciones y laboratorios.

Se pensó que el Flyaway formaba parte de tal plan, por lo que había sido derrotado, pero ellos no tenían ninguna prueba de que este fuera el líder o de que todos los involucrados habían sido destruidos.

Putana Highball, quien se les había unido de parte de la Organización de la Fe, les había informado de algunos hechos adicionales.

La mayoría de los niños habían sido trasladados a otro lugar.

Ellos supuestamente fueron a la “Estrella”.

Y el nombre Nataraja estaba involucrado.

“Esto no es suficiente para decir mucho de nada.”

Frolaytia lleno la habitación con humo de dulce olor mientras hablo.

La información en su laptop se amplió de un mapa de Lost Angels a uno del mundo entero. Un numero de marcas de X rojas cubrió el mapa.

Estas no eran las ubicaciones de guerras.

Todas ellas fueran ubicadas en las grandes ciudades pertenecientes a países seguros.

Las personas fueron desapareciendo de las grandes ciudades del Reino de la Legitimidad, la Alianza de la Información, las Corporaciones Capitalistas, y la Organización de la Fe. Además, estos no eran simplemente personas normales.

Todos ellos eran genios que conducían un campo de la investigación y sus talentos estaban en una variedad de campos: bioquímica, ingeniería mecánica, química de bajas temperaturas, física de la aviación, e investigación del ambiente extremo.

Las víctimas eran hombres, mujeres, niños y niñas de todas las edades.

Quenser y los otros habían mencionado que el tráfico de talento se limitaba solo a jóvenes “genios potenciales”. Esta serie de incidentes incluía a ancianos que ya habían alcanzado una posición estable en la vanguardia de su campo, por lo que esto se sentía como algo más.

(Esto significa que el accidente del teleférico puede solo haberse parecido al estilo del tráfico de talento de las Corporaciones Capitalistas. Puede haber sido algo completamente distinto. Ellos tal vez apuntaban a los adultos y ancianos, pero estos objetivos terminaron siendo jóvenes.)

Además de eso, los genios extraviados eran expertos en sus campos, pero al combinar sus especialidades y juntarlas, centrarían un género realmente interesante.

En pocas palabras…

“Espacio exterior. ¿La Estrella, eh?”

Ella pensó sobre la ubicación de Lost Angels. Esta contenía una importante base para la construcción y mantenimiento de Objects. Eso atrajo incontables subsidios y espías a la zona que había arruinado el estado de derecho de allí, pero hubo un solo proyecto que había llevado el desarrollo inicial a la ciudad.

(Creo que era un sitio de lanzamiento a gran escala. Aunque cambiaron sus planes una vez que ellos lograron importar una catapulta electromagnética de las Corporaciones Capitalistas.)

De acuerdo a Putana Highball, uno de los niños secuestrados había dicho que los demás se habían

ido felizmente a la “Estrella”.

“…”

Por supuesto, no había forma de que la red de vigilancia del Reino de la Legitimidad fallara en detectar el lanzamiento de un cohete o transporte no identificado. Si un punto en el radar podría no ser identificado, nadie se quejaría si este fuera derribado por los lasers anti-aéreos de un Object.

Sin embargo, era demasiado pronto para reírse de esto.

Algo molesto a Frolaytia.

(Honestamente, ese lugar realmente es una ciudad de libertad y desastre. Se mantiene buscando nuevas formas de darme un dolor de cabeza.)

Al final, ella centro el mapa en el Océano Indico.

Un gran círculo rojo fue dibujado allí.

“Y todo tiene que suceder cuando un nuevo Object se dirige hacia nosotros.”

 * * *

Quenser y Heivia aún no habían recibido la orden de regresar al resto del batallón.

Eso significaba que algún tipo de problema iba a surgir a la superficie pronto.

“Esto es a lo que se le llama ‘al estilo de Lost Angels’, Putana,” dijo Quenser mientras tomaba una de las canastas de compra plásticas apiladas en la entrada del supermercado. “Si quisiéramos, podríamos decirle a la flota del Reino de la Legitimidad que nos envié más armas y municiones, pero si causáramos algún problema con ellas, estaremos anunciándole al mundo que nosotros somos del Reino de la Legitimidad. Cuando no sabemos lo que va a pasar ni donde, aparentemente es mejor mantener un suministro de explosivos hechos a mano para borrar

cualquier pista que podríamos dejar atrás.”

“Ya veo. Yo no sé mucho sobre explosivos, pero ¿estos son fáciles de hacer, maestro?”

Heivia no estaba con ellos.

Al parecer era la regla del mundo enviar a ese mil usos a hacer trabajos extraños.

“Los explosivos plásticos no deberían ser tan difíciles. Básicamente, solo tienes que mezclar una goma elástica adhesiva con el explosivo. El problema es el fusible.”

Quenser paso a un lado de los productos perecederos y se movió a la esquina de las especias.

“Un fusible es necesario para detonar un explosivo plástico. Este es un explosivo delicado, por lo que la electricidad estática puede fácilmente hacerlo estallar. Si un aficionado despreocupadamente mezclara todo junto con un exprimidor o una licuadora, este podría hacer volar su propia cara. Encender un dispositivo cerca podría ser un error fatal.”

“¿Es tan difícil?”

“Los ingredientes son fáciles de conseguir. Solo tienes que ser cuidadoso mezclándolos juntos,

pero el ingrediente principal está justo aquí.”

Quenser agarro una bolsa pesada de la estantería y la tiró dentro de la canasta.

“Azúcar. Esos tratados de desarmamiento son completamente inútiles.”

Él tomo varios ingredientes más y ambos se dirigieron a la caja registradora.

Después de salir del supermercado, Putana uso una pistola para ahuyentar a algunos delincuentes que estaban metiéndose con la motocicleta (robada) que ella y Quenser habían estado usando.

“Oh, ¿acaso Millia te dio eso como muestra de su confianza?”

Ellos escucharon una sirena viniendo de algún lugar cercano, pero no tenía nada de qué ver con ellos. Si cada intento de robo fuera reportado, la policía nunca terminaría nada. Al parecer algo había pasado en otra tienda.

Una Oficial de Policía pudo verse escabullendo por la entrada trasera.

“Eso es solo un disfraz,” dijo Putana.

“¿Qué?”

“O ella es el criminal o su trabajo es colarse en la escena del crimen para recoger algunas

evidencias. Ella es algo así como nosotros.”

“Ugh…estaba pensando que sus caderas eran demasiado sexy para una servidora pública.”

“Aún más importante, maestro.”

“¿Qué pasa ahora, Putana?”

“¿Por qué estamos usando trajes de baño?”

“Estaba demasiado asustado de mezclar un explosivo en ese deteriorado motel. Le pregunte a Millia y ella me dijo que utilizara un taller de reparación de automóviles en la playa. Pero la mejor manera de llevar los ingredientes aquí es esconderlos en una hielera y solo los pescadores o los bañistas podrían estar cargando con una alrededor.”

“¿Entonces por qué no nos vestimos como pescadores?”

“¿Un joven chico y una chica? ¿¡Ir a la playa soleada a hacer nada más que pescar!? ¡Si alguien

piensa que eso es realista, debe ser muy malditamente pedante!”

Putana tuvo que ocultar su pistola de las personas, por lo que ella estaba usando una sudadera ligera sobre su bikini verde.

De cualquier manera, Quenser vació los contenidos de las bolsas de compra dentro de la hielera y coloco la correa encima de su hombro. Y como siempre, Putana subió en la motocicleta y él se presionó contra su espalda.

Ellos montaron la motocicleta hasta la playa del sureste.

Quenser estaba acostumbrado a montar sin casco por ahora, así que le hablo a Putana mientras miraba hacia los restaurantes a un lado del camino.

“¿Qué quieres para almorzar?”

“Siento que un curry de espinacas estilo indio estaría bien. Este iría mejor con arroz de azafrán que con pan naan y si se le agrega un poco de margarina derretida al arroz el sabor va…”

“¡Nosotros ya tuvimos curry ayer!”

“Ese fue curry keema,” casualmente respondió Putana mientras conducía por la carretera a un lado de la costa. “Es completamente diferente.”

Lost Angels estaba en plena forma como siempre. Un vistazo rápido alrededor mostró a unos hombres con medias sobre sus cabezas salir corriendo de un banco.

“Ahh, ahh. Ellos lo están haciendo demasiado obvio. Ese tipo gordo es el Joyero que perdió todo,

¿no es así? Él realmente cayó bajo.”

“Pero, maestro, hay un Trabajador arriba de ese poste telefónico.”

“Oh, lo he visto por ahí, pero supongo que él es el encargado de cortar las líneas de alta tensión y de las cámaras.”

Nada en esa escena mostraba el más mínimo indicio de interés en el Reloj Mundial o en la esperanza de vida de la humanidad. Por supuesto, eso tenía sentido cuando ellos no tenían ninguna garantía de sobrevivir tres minutos en el futuro.

Ellos se dirigieron a lo largo de un puente de tierra que cruzaba una línea de metro la cual corría paralelamente a la carretera y finalmente llegaron al taller de reparación de automóviles. El edificio parecía un conjunto de concreto y láminas de metal. Putana condujo la motocicleta adentro después de que ellos abrieron la persiana del garage.

Un hombre musculoso en una camiseta sin mangas y pantalones de trabajo los estaba esperando.

“Millia ya me pago y me explico la situación. Pueden usar lo que ustedes quieran, pero si destruyen algo, les va a costar algo extra.”

“Entendido.”

“¿Debería encender algunas máquinas al azar para hacer un montón de ruido?”

“Nuestro trabajo no será tan ruidoso. Vamos a estar en silencio mezclando algunos ingredientes

como alguien disfrutando algo de música clásica, así que ustedes pueden dejar el lugar tranquilo.”

Escuchando eso, todos los trabajadores del taller de reparación se fueron.

Quenser bajo de la motocicleta y esparció los contenidos de la hielera en una mesa de trabajo al azar.

Él se puso unos guantes especiales resistentes a la estática y utilizo copas y escalas para medir los ingredientes que coloco en un mortero. Entonces cuidadosamente los mezclo juntos.

Putana al parecer no tenía nada que hacer.

“Maestro.”

“Si estas sintiendo que un estornudo se aproxima, contenlo. Si tiro esto en el piso, seremos volados en pedazos.”

“Eso es perfecto. ¿Qué tal si tenemos una importante platica?”

Él escucho un sonido metálico.

Putana Highball se puso de pie justo en frente de él y le apunto con una pistola en su pecho a tres metros de distancia.

Estaba a una distancia corta, pero aun así demasiado lejos para alcanzar y tomar el arma.

Además, sus manos estaban llenas de una delicada mezcla explosiva.

“Hey, Putana… Esto es una broma, ¿cierto?”

“He estado esperando por este momento,” ella respondió en una monótona voz.

Cuando él escucho eso, un desagradable sudor finalmente comenzó a brotar de todo su cuerpo.

“Espera. ¡Espera, Putana! ¡Ya no hay más lugar para ti en la Organización de la Fe! ¡Si quieres que el Reino de la Legitimidad te proteja, entonces tú no puedes hacer esto!”

“¡¡Eso no importa!!”

Quenser se tensó ante su explosivo grito.

El mortero en su mano se sacudió un poco.

“¿Si quiera lo entiendes? ¡¡Ese Object siendo desmontando en el océano es mi Sarasvati!! ¡Él era

parte de mí! ¡Era mi vida! ¡Y ahora está siendo desmantelado bajo mi propio consentimiento!

¿¡Tienes idea de que tan humillante es eso!?”

Quenser tuvo problemas para respirar.

Él miro hacia el cielo y confirmo que ese bastardo conocido como Dios no iba a ayudar a un mentiroso como él. Solo entonces le quedo abrir su boca de nuevo.

“Dispararme no traerá de vuelta al Collective Farming.”

“Ya te lo dije. Eso no importa. Mi Sarasvati está siendo atormentado sin siquiera ser dejado morir y

la causa de todo esto está de pie justo en frente de mí. ¿Qué hay de malo en querer al menos

tomar su cabeza como una ofrenda?”

La mano de Putana temblaba mientras sostenía el arma.

Puede haber sido algo más que solo ira. Puede que realmente ella aún no había decido a donde ir o que hacer después de dispararle a Quenser.

“Mi vida fue tomada de mí. Incluso si voy a llegar a un acuerdo con el Reino de la Legitimidad,

tengo que resolver esto primero.”

“…”

“Si te mato, podría ser castigada por ello. Pero yo soy una ex Élite y tengo una gran cantidad de información clasificada de la Organización de la Fe, mientras que tú solo eres un estudiante. ¿No es obvio a cuál elegirá el Reino de la Legitimidad? …Incluso si yo te mato, puedo llegar a un

acuerdo, así que voy a hacerlo.”

“Tú en realidad no crees eso, ¿verdad? Si así fuera, podrías haber sacado tu arma en el motel. Sea lo que sea que digas, tú en el fondo sientes que sería demasiado peligroso actuar cuando no estas lo suficientemente lejos de nuestra base.”

“¿Entonces qué hay de ti? ¿Puedes darme una simple razón por la que no debería matarte?”

Ella estaba hablando enserio. No estaba claro si sus planes eran tan sólidos como ella creía que eran, pero al menos ella estaba dispuesta a jalar el gatillo.

Una vez que él se dio cuenta de eso, el estudiante insignificante llamado Quenser echo a un lado su propia vacilación.

Él arrojo el mortero altamente inflamable al suelo.

El sonido explosivo fue mucho más fuerte que el de un petardo y el humo blanquecino lleno toda la habitación.

“!?”

Putana se lanzó hacia atrás y el zumbido en sus oídos le impedía escuchar las pisadas.

Pero incluso a través de la cortina de humo ella detecto con precisión a la mirada que se escapaba.

“¡¡Maestro!! ¡¡Maldición!!”

Con su arma en mano, ella corrió frenéticamente hacia delante a través del humo blanco, pero no encontró a Quenser en ninguna parte del taller de reparación. Él debió haber corrido hacia fuera.

Afortunadamente, el andaría a pie mientras que ella tenía su motocicleta. Pero cuando ella miro hacia abajo, encontró un destornillador clavado en la llanta trasera de la motocicleta todoterreno.

(¡¡Él en verdad es minucioso!!)

Ella chasqueo su lengua y se deslizo hacia fuera a través de la persiana.

Ella vio algunas huellas distintivas en la fina arena de la playa a un lado de la carretera de asfalto. Estas habían sido hechas por las sandalias que Quenser llevaba.

Ella corrió alrededor del taller de reparación para buscarlo.

Ella encontró a alguien en el hueco entre dos edificios, pero no era Quenser. Se veía como una Mujer en un Vestido, pero entonces este deshecho una peluca de pelo largo. Basado en el largo estuche recargado contra una pared cercana, él(?) era probablemente un Francotirador.

Putana cruzo el puente de tierra.

Ella escucho el estruendo de un tren en el metro subterráneo.

(Que extraño. Él no puede conducir un auto o una motocicleta. Él no debería ser capaz de correr tan lejos a pie, ¿así que a dónde fue?)

“¡¡Putana!!”

Ella escucho un repentino grito desde atrás.

Ella volteo rápidamente y vio a su objetivo saltar hacia abajo del puente de tierra. O más exactamente, él salto sobre el techo del tren.

Él coloco sus manos alrededor de su boca como un megáfono y grito hacia ella.

“¡¡Hay muchas cosas de las que quiero hablar, pero tendrás que esperar hasta que estemos de

vuelta en la habitación de siempre!!”

“¡¡Por qué tú…!!”

En el momento que ella se subió a la barandilla y trato de apuntar su arma hacia abajo, miradas de intensa ira la rodearon.

Su precaución cambio su atención de su objetivo a su entorno. Los trabajadores del taller de reparación estaban rodeando a la chica en traje de baño.

El hombre musculoso en una camiseta sin mangas hablo con una voz profunda.

“¡Les dije desde el principio que destruir los equipos podría costarles extra! ¿¡No es así!?

Tengamos una charla en la oficina, señorita.”

Quenser lo había planeado todo.

Putana Highball metió el arma de nuevo en el bolsillo de su sudadera, chasqueo su lengua en silencio, e incluso dio un grito sin palabras para liberar el exceso de su ira.