Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)
Volumen 3
Epilogo: El Asesino Da Un Beso
Nuestro carruaje no se dirigía a Tuatha Dé, sino a la capital real. Necesitaba explicar lo que pasó con el demonio en persona.
Envié una carta por adelantado con una paloma mensajera. En él había un relato del demonio y cómo lo había derrotado. Tenía poco que ocultar, así que también le expliqué a Demonkiller y escribí sobre Railgun en términos vagos.
Decidí decirles que había recibido Demonkiller de una diosa que apareció en mis sueños. Esbocé las características y la apariencia de esa deidad con todo lujo de detalles, basándola en la que me envió a este mundo. Si en verdad era una diosa, era muy probable que las leyendas sobre ella se hubieran transmitido a lo largo de los siglos, lo que aumentaría la credibilidad de mi historia.
Mi esperanza era que Demonkiller se extendiera por toda la tierra, y la idea de que era magia de los dioses se adaptaba bien a ese propósito. Atraería a más personas a usarlo.
Esa afirmación también funcionó como una especie de cebo. Si todo saliera según lo planeado, llamaría la atención de cierta persona.
Paramos en una gran ciudad camino a la capital. Si bien podríamos haber dormido en el carruaje, el gobierno nos brindó el trato VIP y se aseguró de que estuviéramos lo más cómodos posible.
A Dia, Tarte y a mí nos dieron una habitación especial en el mejor hotel de la ciudad. Comimos una comida deliciosa y luego disfrutamos de un baño muy satisfactorio.
El personal recogió la ropa que llevábamos puesta para poder lavarla, y tomamos prestada una cómoda ropa de dormir. El servicio de este establecimiento fue realmente de primera categoría.
Después de comer, nos retiramos a nuestras habitaciones. El trato fue tan espléndido que incluso a Tarte, una sirvienta, se le dio su propia habitación.
Escuché un golpe y cuando dije que entrara, Tarte entró. Su vestimenta cómoda y delgada me recordó lo atractivo que era su cuerpo.
“Lord Lugh, um, buenas noches.”
“¿Has decidido qué recompensa vas a pedir?” “Sí, vine aquí para contártelo”.
La dulce fragancia que emanaba de Tarte me estaba mareando.
Fue un efecto secundario de la Beastification. Tarte permaneció un poco apagado durante un día después de usar la habilidad. Cualquier hinchazón de excitación sexual hizo que se aflojara el control sobre sí misma. También lanzó una dulce fragancia y algo así como feromonas que atraían a los hombres y los ponían nerviosos.
En pocas palabras, después de que Tarte usó Beastification, se volvió irresistible para todos los hombres a su alrededor, lo cual era peligroso.
Sin embargo, yo era la única persona que le interesaba. Eso era una fuente de consuelo. Hubiera tenido que prohibirle el uso de Beastification si hubiera comenzado a agredir indiscriminadamente a los hombres. Tarte era lo suficientemente capaz de ahuyentar a un atacante, pero las cosas podrían ponerse peligrosas si ella fuera la instigadora.
Los dos estábamos solos en mi habitación. Dia estaba en el suyo, trabajando en un nuevo hechizo. Tarte había dicho antes que quería estar a solas conmigo cuando pidió la recompensa, por lo que Dia estaba haciendo algo con tacto y dándonos algo de espacio.
Tarte juntó tímidamente las puntas de sus dedos índices frente a su pecho. Mirarla me estaba secando la garganta y mi corazón latía rápido. Esto estuvo mal. A este paso, su fragancia y sus feromonas me iban a acabar.
“Nada de lo que pidas me va a enojar, así que no tienes que preocuparte. Cuando estés lista”, le dije.
“O-Okay”.
¿Qué diablos podría ser si ella es tan tímida al decirlo?
Mis pensamientos se estaban volviendo confusos. Aun así, hice todo lo posible por esperar pacientemente. No quería asustarla. Después de dos o tres minutos, Tarte recuperó el valor y habló.
“¡Por favor, bésame, Lord Lugh! ¡Quiero besarte de verdad, no solo para reponer mi maná!” declaró con convicción, su rostro se puso lastimosamente rojo mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
La miré sin comprender. Fue bastante decepcionante. Pensé que iba a pedir algo más grande.
No, eso está mal, pensé. Necesitó todo el coraje que tuvo para solicitar esto. Tarte quería un beso de verdad.
Hubo momentos en los que presioné mis labios sobre los de ella para restaurar su poder mágico, pero un beso adecuado claramente significaba algo diferente para ella. Su llamado fue una declaración de amor, y quería que le devolviera esos sentimientos.
Tarte era familia. Eso es lo que siempre le había dicho. Sin embargo, ella siempre me había admirado mucho, y en algún momento del camino, llegué a atesorarla. Darme cuenta de eso aclaró mi mente de la neblina provocada por los efectos secundarios de la Beastification.
“Claro, no me importa”, respondí.
Me levanté, abracé a Tarte y presioné mis labios contra los de ella.
Otorgar la solicitud de Tarte fue más allá de tocar nuestros labios, también significaba que correspondía a los sentimientos de Tarte. Sin embargo, era demasiado vergonzoso decirlo en voz alta.
“Mmm, mmm”.
Tarte me devolvió el beso. Era hermosa más allá de las palabras y se veía más linda que de costumbre. No era de las feromonas de Beastification. Este fue un sentimiento cálido que brotó de mi corazón y que sabía que era genuino.
El afecto brotó de mi pecho y estaba empezando a pensar que iríamos más lejos. Sin embargo…
“Vamos a detenernos ahí”, decidí.
“Muchas gacias”, respondió Tarte, arrastrando un poco su discurso.
Ella me miró con ojos húmedos. Sabía que estaría bien si continuaba, y tampoco pensé que Dia se enfadaría.
Pero por ahora, detenernos donde hicimos fue lo mejor. Ir más lejos habría sido demasiado para Tarte. Tenía su propio ritmo y yo quería respetar eso.
“Un beso de verdad… Estoy tan feliz que podría morir. Lord Lugh, muchas gracias”.
“No se necesita gratitud. Fue una recompensa y estaba feliz de complacer. Aun así, me sentiría mal si esto fuera todo lo que tienes. Antes de que nos vayamos mañana, vayamos al mercado. Te compraré un regalo”.
“P-Pero el beso fue suficiente. No es necesario que vayas tan lejos”.
“Es lo que quiero hacer. Intenta vestirte un poco para ello. Eres tan linda. No dejes que eso se desperdicie”.
“… M-Me llamaste linda…”
Tarte prácticamente se estaba sobrecalentando. Ella dio las reacciones más divertidas.
Mañana, podríamos buscar un accesorio que resaltara aún más su belleza. Por ahora, sin embargo, necesitaba descansar.
Las cosas prometían ponerse problemáticas una vez que llegáramos a la capital real. Los tres necesitábamos relajarnos mientras podíamos para estar listos.
***
Como le había prometido a Tarte, todos fuimos al mercado al día siguiente.
Dia no perdió el tiempo y se puso a trabajar burlándose de Tarte de inmediato. Aun así, era capaz de leer la habitación y sabía que no debía decir nada que la molestara seriamente. Las dos chicas se habían vuelto muy cercanas.
“Entonces, ¿qué le pediste a Lugh?”
“¡E-Eso es un secreto!”
Tarte comenzó a sonrojarse y sonreír al recordar lo que sucedió ayer. Parecía feliz y probablemente se alegraba de que Dia hubiera preguntado. Después de un momento, susurró que había solicitado un beso, y Dia sonrió y la felicitó.
Fue divertido verlas así.
El foro de compras estaba lleno de actividad. Los puestos flanqueaban ambos lados de la calle y nos detuvimos a mirar uno que vendía accesorios. A juzgar por sus productos, el artesano era hábil y tenía buen gusto. Cualquiera de estos acentuaría realmente el encanto de Tarte y, además, parecían duraderos.
Hablé con el comerciante y me dijo que trabajaba en un famoso taller. Todavía no se le permitía poner a la venta sus propias artesanías en la tienda, por lo que utilizó sus días libres para perfeccionar su trabajo y practicar la venta ambulante en un puesto. De esa manera, podría aprender de las reacciones de sus clientes, ahorrar dinero y comprar materiales para ayudar a mejorar. Teniendo en cuenta lo apasionado que estaba por su trabajo, el día en que sus creaciones se exhibieron de manera prominente en el taller probablemente no estaba lejos.
“Tarte, ¿cuál de estos te gusta más?” Yo consulté.
“Mmm. Me gusta este adorno para el cabello con forma de flor blanca”, respondió, señalando el objeto en el que había puesto su mirada.
“Eso es tan propio de ti. Hay tantos artículos más elegantes aquí”, comentó Dia.
Ella tenía razón. Había muchas chucherías con colores más brillantes, decoraciones más caras y diseños más únicos. Sin embargo, Tarte había tomado una decisión.
“Pensé que esto era bonito y elegante, y realmente me gusta”.
Volví a mirar el adorno para el pelo que había elegido. Era una cosa preciosa, hecha de un cristal blanco al que se le había dado la forma de una flor. Aunque discreto, su artesanía era innegablemente de buen gusto.
Se parecía bastante a la propia Tarte. No era de las que le gustaba disfrazarse, pero tenía su propia marca de ternura.
“Señor, vamos a tomar este”, dije.
“¿Es esto un regalo? ¿Le gustaría una cinta en el empaque?”
“No, está bien como está. Lo usaremos aquí”.
Después de pagar, sujeté la baratija al cabello de Tarte. Tenía un encanto natural que le sentaba muy bien.
“Muchísimas gracias. Lo atesoraré”.
Tarte dio unas palmaditas en el adorno del cabello como si mostrara su afecto por él.
“Por favor, hazlo. Y Dia, no te pongas de mal humor”.
“No lo estoy. Tarte trabajó muy duro, así que entiendo por qué recibió dos regalos y yo estoy con las manos vacías. No me molesta en absoluto que no hayas elogiado mis esfuerzos”.
Su lenguaje corporal traicionó sus palabras. Ella estaba claramente molesta.
“Yo también tengo un regalo para ti, Dia. Solo necesito algo de tiempo para prepararlo”, le aseguré.
“Ah, ¿de verdad? ¡Eso es genial! Será mejor que no lo olvides. Me enojaré si lo haces”.
“No hay forma de que se me pase. Te amo, Dia”.
Asentí para mí mismo. A Dia le iba a encantar lo que estaba preparando. Sin embargo, había tomado un poco de tiempo reunir todos los componentes necesarios. Antes de que nos fuéramos para lidiar con el demonio, había recibido un mensaje de Maha diciendo que había obtenido lo que necesitaba. Con suerte, el regalo de Dia estaría en Tuatha Dé cuando regresáramos.
***
Cuando llegó el momento de partir, los tres regresamos a nuestro carruaje solo para encontrar otro estacionado al lado. Era más grande que el nuestro y lucía una exquisita artesanía de un herrero de élite. Un monstruo con piel de rinoceronte endurecida y músculos abultados estaba enganchado a él.
A través de la red de información de la Compañía Balor, me enteré de dominios que habían domesticado con éxito ciertos monstruos, pero este era el primero que veía en persona. Una sola mirada fue todo lo que necesité para comprender por qué era necesaria una criatura tan corpulenta. Esta criatura rinoceronte estaba a leguas por encima de un caballo en resistencia y fuerza. Te llevaría a tu destino mucho antes.
Se abrió la puerta del ostentoso carruaje y apareció un hombre vestido muy parecido a un noble.
“Señor Caballero Sagrado, enhorabuena derrotando a su primer demonio. Ya se están haciendo los preparativos en la capital real para celebrar su logro. Se llevará a cabo una gran fiesta. Por favor, entre en Sleipnir, mi carruaje”, invitó el aristocrático con una cortés reverencia.
Lo reconocí como Marqués Granvallen. Él se ubicó mucho más alto que yo.
Era una figura bastante impresionante. Solo el comportamiento del hombre delataba lo fuerte que era. Su reputación como uno de los luchadores más hábiles del reino era bien merecida. ¿Por qué una persona de tan alto nivel venía hasta aquí por mí? Y con un carruaje tan elegante, nada menos.
Sin embargo, lo más confuso de todo fue por qué el gobierno estaba celebrando mi victoria tan pronto. Nadie en el castillo real debería haber aceptado mi carta al pie de la letra. Algo inusual estaba sucediendo.
“Marqués Granvallen, estoy profundamente agradecido. Dia, Tarte, vamos”, dije.
“Si mi señor.”
“Este carruaje me asusta un poco”.
Muy bien, ¿en qué me estoy metiendo aquí exactamente?
Si los que estaban a cargo creyeron en mi misiva, ¿fue porque de hecho habían logrado despachar a un espectador invisible, o era que poseían algún tipo de sistema que podría informarles cuando los demonios morían?
Los misterios solo continuaron acumulándose mientras reflexionaba sobre esta extraña situación. ¿Qué se ganó al enviar un carruaje especial y trasladarnos a la capital lo más rápido posible? Sin duda, el poderoso Marqués Granvallen fue enviado para asegurarse de que cumpliéramos, pero no teníamos motivos para negarnos.
Las cosas se volvían más turbias a cada segundo, pero mi única opción era seguir adelante a través de la niebla.
Debe haber algo reservado para mí en el palacio. Mientras consideraba lo que podría ser, subí al carruaje.
“Esto se está poniendo divertido”.
De aquí en adelante, un error podría significar la muerte. Por otro lado, me acercaba cada vez más a completar la tarea que la diosa me había legado.
-FIN DEL VOLUMEN 03-
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