Heavy Object (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: La Policía es un Medio para Detener la Guerra >> Batalla de Liberación en Oceanía

Parte 2

Después de que la formación de enormes helicópteros viajara por un tiempo, encontraron los restos de la terminal en donde se reunían varias tuberías. Esas instalaciones habían sido usadas para reunir agua de los mantos subterráneos en vez de petróleo.

Pero pronto localizaron unos cuantos camiones con cúpulas estacionados cerca de las instalaciones.

Quenser frunció el ceño.

“¿Acaso son exploradores intentando encontrar algo de valor?”

“No debe haber maquinaria funcional. Y mira esas cúpulas. Son de la Cruz Azul. Son la organización médica humanitaria más grande del mundo. Viajan a la Antártida y a la selva para encontrar muestras de bacterias mortales, dan dinero a los grupos que investigan nanotecnología, y todo tipo de cosas. Probablemente estén dando comida.”

“¿Nanotecnología? ¿Oh, te refieres a las técnicas tomadas de la ciencia militar que puede ser usada como un nuevo método para regular los cuerpos de los Élites? Insertan gotas de medicina en una membrana como una pequeña burbuja, hacen que esa burbuja pase los filtros hacia el cerebro o los riñones, y provee la medicina directamente en su objetivo. Usan ondas ultrasónicas para romper la capa externa en el punto deseado, ¿cierto?”

“Te emocionas bastante con cualquier cosa que tenga una mínima relación con los Objects, ¿cierto? ¿Puedes dejar de respirar pesadamente? Da miedo.”

“Como sea, ¿qué estará haciendo la Cruz Azul en estas ruinas abandonadas?” En ese momento, las memorias de Quenser perdían coherencia repentinamente.

Mientras permanece recostado sobre su espalda con una mano en su sudorosa frente, deja escapar un gemido.

“Es cierto. Esos bastardos no eran de la Cruz Azul. Alguien pintó sus camiones para engañarnos. Retiraron las cúpulas y había misiles dentro.”

“¿Eres del tipo que necesita café y pan tostado para despertarse en la mañana? ¡¡Si no, muévete!!¡¡Seremos rodeados!!”

El olor a quemado proviene de los restos de su helicóptero estrellado.

La lluvia de balas no proviene únicamente de una dirección. Están prácticamente rodeados por una formación en C.

No queda claro quién es el enemigo o cuántos son.

Su grupo debe ser al menos dos o tres veces mayor al grupo de Quenser y Heivia. Más de veinte personas se encuentran protegiéndose detrás de la duna como Quenser. Todos tienen sus brazos o piernas vendados para detener el sangrado, algunos están usando la culata de un arma para mantener un hueso roto en su sitio, y muchos están inconscientes. El área se ha vuelto un hospital temporal.

Quenser mira hacia el cielo azul que parece continuar eternamente.

“¿En dónde están los demás helicópteros? ¿¡Por dónde podemos escapar!? Solamente seremos desgastados poco a poco de esta forma. ¡No podemos pelear en el desierto sin un método para movernos!”

“¡Todos los helicópteros funcionales se han retirado temporalmente! No podemos superar sus misiles tierra-aire con el poder de la amistad. ¡Si vinieran a rescatarnos, serían derribados! ¡¡No recibiremos ayuda hasta silenciar a éstos!!”

“Tal vez sean helicópteros de transporte, pero tienen misiles equipados a la puerta, ¿¡cierto!?¡¡Atacar con ellos hará una gran diferencia!!”

“En esta era limpia, nadie quiere comenzar un duelo como del oeste usando armas pesadas. No llegaremos a ningún lado deseando algo que no sucederá. ¡¡Concéntrate en la realidad!!”

No hay nada más que arena en todas direcciones y hasta donde la vista alcanza.

No hay escapatoria sin algún tipo de vehículo. Incluso si comenzaran a escapar a pie, serían superados rápidamente y llenados de agujeros. Retroceder no mejoraría su situación y la mayoría de los heridos en el choque no están en un estado pertinente para caminar por su cuenta.

El enemigo está avanzando.

Una vez que el enemigo supere la duna de arena, simplemente se ahogarán en un charco de sangre.

“A la mierda con esto. Tienes que estar bromeando. Pensé que esta sería una misión sencilla.”

Mientras Quenser se queja, gira poniéndose boca abajo. Entonces sube la duna y se detiene al lado de Heivia.

“¿Cuántos son?”

“Entre unos 50 y 60. Sólo un samurái o un ninja pueden derrotar a tantos en una pelea directa. Sería una historia diferente si tuviéramos apoyo de los helicópteros, pero necesitamos eliminar esos vehículos blindados para eso.”

“¿Quiénes son, de cualquier forma?”

“No lo sé. Pero saber que son bastardos que no merecen vivir es suficiente para mí,” dice Heivia. “Pero su equipo es relativamente nuevo. Parece como si hubieran reunido armas degradadas que las Corporaciones Capitalistas y la Alianza de la Información venden para obtener monedas extranjeras. Su habilidad tal vez haya sido reducida, pero son caras. Dudo que una banda o residentes que están desesperados por dinero puedan poner sus manos en esas cosas.”

Los repetidos sonidos de disparos causan que Quenser haga una mueca.

“¿Quieres decir que son soldados entrenados? Están disparando prácticamente al azar. Si apuntaran con cada disparo, ya estaríamos repletos de balas.”

“Escucha, flacucho. ¿Nunca has escuchado de tantear a tu enemigo? Cuando no sabes quiénes son, disparas por todos lados y esperas a que reaccionen. …Todo termina una vez que descubren en dónde estás escondido. Ellos tienen un montón de armas y misiles en sus camiones.

Específicamente, tienen más de diez camiones. Este escudo de arena es inútil. Tal vez sean tierra- aire, pero unos cuantos de esos misiles harán volar el terreno en pedazos.”

Quenser deja escapar un suspiro largo y lento. Y entonces pregunta algo más.

“¿Entonces qué se supone que haremos, exactamente?”

“Buen trabajo en poner a tu cabeza a funcionar.”

Heivia retira los sensores del rifle con los que estaba vigilando sobre la duna y usa la arena para escribir la información que obtuvo arriesgando la vida.

“Ellos tienen armas y camiones equipados con misiles tierra-aire listos para proteger la terminal que recoge agua de los mantos subterráneos. Se encuentran a unos quinientos o seiscientos metros de distancia. Sus rifles y pistolas pueden alcanzarnos desde ahí, pero cincuenta o sesenta soldados armados con carabinas y pistolas ligeras se acercan lentamente. Una vez que crucen cierta línea, seremos masacrados. Necesitamos hacer algo antes de que puedan lograr eso.”

“¿No podemos ganar si peleamos? ¿Acaso son demasiados?”

“Como dije, podríamos aniquilar a su infantería con las armas de nuestros helicópteros, pero éstos no pueden acercarse por ahora. Necesitamos eliminar esos contenedores de misiles tierra-aire esperando en sus camiones.”

“Pero…”

Quenser mira a Heivia de reojo.

Lleva un lanzamisiles portátil en su espalda. Eso puede usarse para destruir los camiones blindados, pero hay un problema mayor.

“Así es. Solamente tengo un disparo y son más de diez camiones. Esto no funcionará.”

“…”

Quenser permanece callado por un momento. Mira el mapa que su amigo dibujó en la arena.

“Heivia, mis recuerdos no son perfectos debido al impacto, así que necesito preguntarte algo.”

“No soy tu prometido desde antes de que perdieras la memoria si eso es lo que te preguntas.”

“Es acerca de cuándo atacaron nuestro helicóptero con sus misiles. Sé que no podía esperar a que un enorme helicóptero de transporte evadiera, pero no fuimos derribados sin defendernos, ¿cierto?”

“¿Qué? Bueno, recuerdo una sirena sonando mientras esparcía bengalas y señuelos para engañar a sus radares. Creo que también pudimos activar un interruptor infrarrojo, pero puedes ver lo bien que funcionó. Fuimos derribados y los demás helicópteros fueron obligados a retirarse.”

“En otras palabras, teníamos contramedidas, pero no fueron efectivas,” dice Quenser enfatizando cada palabra. “Ellos tenían algún equipo de radar como apoyo para la localización de su objetivo. Fue así como superaron nuestros engaños y nos derribaron. ¿Pero qué tal si todas las armas anti- aéreas dependen de eso? Podríamos eliminar su ‘red en el cielo’ destruyendo sólo esa parte del equipo. Las pistolas y los misiles son esencialmente lo mismo. Sin una manera de apuntar, no causan daño.”

“Tiene sentido,” dice Heivia. “Todos los camiones tienen antenas extrañamente grandes equipadas. Definitivamente es posible que estén usando datos precisos desde un vehículo de comando que se especialice en reunir información. Pero…”

“¿Pero?”

“¿En dónde está?” Heivia inserta la culata de su rifle en el centro de su mapa en la arena. “¿Me escuchaste, cierto? Ellos tienen más de diez camiones blindados y nosotros sólo un misil. Si no destruimos el vehículo de comando en el primer disparo, todo acabará. ¡¡Una vez que perdamos nuestro as bajo la manga, no nos quedará nada!! ¿¡Hay alguna manera de saber cuál es!?”

“Es una buena pregunta.”

Quenser cruza los brazos y toca suavemente sus labios con los dedos. Parece como si estuviera revisando el menú para cenar.

“¿Heivia, cuántas balas de rifle y de tu pistola te quedan?”

“¿Qué?”

“Si no son suficientes, hay que tomar algunas de los que están demasiado heridos como para moverse. De cualquier forma no les beneficiará mucho tenerlas.”

“¡Espera, espera! Tal vez hayan sido pintados como los de la Cruz Azul, pero sus camiones probablemente estén reforzados por dentro. ¡¡No puedes destruir camiones blindados con balas!!”

“No intentaré destruir los camiones. Las balas en sí no me interesan para nada.”

“¿¿¿…???”

Quenser ignora la expresión confusa de Heivia y reúne algunos rifles de asalto y carabinas. Las desarma sin usar herramientas y retira el cañón que parece un tubo largo y delgado. “¿Qué piensas hacer?”

“Algunos fuegos artificiales gigantes.”

Quenser dobla y aplasta un extremo de los tubos largos y delgados, retira las balas de rifle de los cartuchos, y las esparce por la arena.

“Hace mucho tiempo, usaban este tipo de cohete simple en Asia. Se usaban para incendiar castillos o barcos. …¿Dijiste que la distancia es de quinientos o seiscientos metros? Introducir tanta pólvora militar debería alcanzar incluso con el explosivo plástico y un fusible equipados al frente.”

“¿Estás diciendo que podemos oponernos a todos esos camiones blindados si pasamos por este problema extra?” Heivia no parece convencido. “¿Has olvidado lo que más importa con la mayoría de las armas, Quenser? Apuntar. ¡Alcanzarlos y dañarlos son cosas muy diferentes! ¡¡Un cohete de fuegos artificiales hecho metiendo pólvora a un tubo y pegándolo a un palito para darle estabilidad no impactará!!”

“No tiene que impactar.” Quenser responde rápidamente a los pensamientos de Heivia. “Ellos creen estar totalmente a salvo ahí, así que si empiezan a caer bombas demasiado lejos como para haber sido lanzadas, definitivamente perderán la tranquilidad. Intentarán evacuar las cosas más importantes primero. No sé qué tan estúpidos sean, pero son lo suficientemente inteligentes para saber que no pueden permitirse perder su vehículo radar. Mientras estén moviendo en secreto esa importante carta, simplemente tendrás que hacerlo volar con tu misil.”

Heivia parece impresionado, pero Quenser continúa con su ingeniosa explicación. “Mencionaste tantear a tu enemigo, ¿recuerdas? Mostrémosles cómo se hace realmente.”

***

Como lo planeó, los cohetes improvisados fueron lanzados hacia el cielo de Oceanía.

Heivia disparó su misil portátil contra el camión de comando con la enorme antena de radar equipada y el contraataque unilateral del Reino de la Legitimidad comienza.

Una vez que la amenaza de las armas anti aéreas es eliminado, los normes helicópteros de transporte regresan.

Éstos poseen pistolas automáticas de bajo calibre equipadas directamente en el suelo cerca de la puerta.

Mientras el sonido de disparos explota sobre ellos, Quenser cubre su boca con una mano.

“¿Por qué la gente tiende a inclinarse por aquellos en desventaja? ¿En dónde quedó mi odio hacia ellos?”

“Creo que realmente estás menospreciándolos con un sentido de superioridad. Pero no te preocupes. Estás disfrutando tu vida bastante.”

Quenser y Heivia permanecen boca abajo en la pendiente de la duna de arena mientras los sonidos de destrucción continúan.

Los camiones blindados han sido relativamente bien modificados, pero son llenados con agujeros, sus tanques de gasolina y armamentos se encienden, y explotan violentamente. La intensa destrucción de las armas cae desde el cielo equitativamente sobre el grupo de infantería que había intentado acorralar a Quenser y los demás. No hay gritos. En vez de eso, un líquido rojo es esparcido sobre la gigantesca sartén que es el desierto.

Quenser entra en un humor filosófico. “¿Qué es la paz?”

Heivia se pica la nariz con el su dedo meñique. “Es cuando seguimos con vida.”

Después de unos diez minutos, los sonidos de disparos se detienen por completo.

Unos cuantos de los helicópteros de transporte permanecen listos en el aire mientras otros descienden lentamente para recoger a los heridos.

Un soldado que sale del helicóptero grita sobre el sonido de las hélices.

“¡¡Gracias por su trabajo!! Tenemos permiso para llevarnos a los heridos. ¡¡Déjenlos con nosotros y se recuperarán en camas que apestan a desinfectante!!”

“Sí, sí. ¡Ya entendimos! Pero mira a tus espaldas antes de decir eso. Los helicópteros aún no están listos para irse. ¡¡No podemos irnos hasta que se haga la investigación!!”

Quenser y Heivia miran mientras el equipo de investigación y sus guardias comienzan por las instalaciones de extracción que conectan con la enorme estructura subterránea.

El techo de la estructura subterránea se derrumbó durante la batalla anterior, así que está abierta a la superficie. Sin embargo, nadie quisiera bajar por un acantilado de diez metros cuando hay unas escaleras en perfecto estado.

Quenser usa la manga de su uniforme para secar el sudor de sus cejas y alza la mirada hacia el intenso sol que se siente como el fin del mundo.

“¿Qué hacemos ahora? No quiero quedarme aquí esperando. Nos secaríamos antes de que terminaran.”

“Por allá hay una tubería. Está oxidada y cayéndose a pedazos, pero podemos descansar detrás de ella. La humedad debe ser menor y bloqueará el sol.”

La tubería es una estructura metálica de más de dos metros de diámetro, así que produce suficiente sombra para sentarse.

Los dos chicos se acercan y descubren que la mayoría de los soldados ya se encuentran recargados contra la oxidada tubería metálica como una línea de hormigas.

“Esto es horrible.”

“¿Estás seguro que aquí está más fresco? Siento que si nos reunimos concentraremos el calor.”

Quenser saca la botella de agua equipada en su uniforme y toma un trago. Se ha calentado por el sol y su temperatura corporal, así que la escupe.

“¡¡Yuck! ¡¡Siento como si estuviera bebiendo mi propio sudor!!”

“Usa la cabeza, estudiante. Necesitas enfriar el agua con el spray de enfriamiento usado para las armas.”

El comentario en broma de Heivia hace comprender a Quenser que el peligro realmente ha pasado. “¿Entonces, qué fue eso? Estas instalaciones de extracción están en ruinas y todo el equipo útil fue retirado. Los misiles cuestan 10,000 euros cada uno. ¿Por qué defenderían este lugar con sus vidas?”

“Mira esto, Quenser.”

Heivia se asoma por una parte rota de la tubería. Ésta mide más de dos metros de ancho, así que parece más un túnel metálico.

De hecho, es eso.

“Hay arena amontonada en el suelo y hay una gruesa línea dibujada en medio. Parece el rastro de una llanta. Por el ancho, yo diría que es de motocicleta.”

“¿El rastro de una llanta?”

Con expresión confusa, Quenser se asoma a través de la tubería rota. Y entonces lo comprende.

“Esta red de tuberías abandonadas se extiende a lo largo de todo el desierto. No se transporta agua ni petróleo por aquí, así que es un espacio seguro. Quieres decir que…”

“Cuando el gobierno militar dominaba Oceanía, a través de la región viajaban fondos secretos, armas y drogas como si los transportaran fantasmas. Superaban los puestos militares de revisión y la vigilancia satelital. Se decía que lo hacían sobornando o amenazando a los soldados locales, pero esta debe ser la respuesta.”

“¿Un túnel secreto? ¿Entonces tan fácil como viajar bajo tierra por la alcantarilla, ellos podían moverse libremente a través de Oceanía sin ser revisados?”

No es la instalación de extracción o las tuberías lo que importa.

Alguien estaba intentando ocultar la enorme red de contrabando que usa esas tuberías.

“¿Personas armadas con lo último en equipo militar estaban peleando para proteger una red de contrabando? Esto me huele mal. ¿Acaso es una agencia de inteligencia reuniendo fondos al vender drogas o algo así?”

“¿Pero quiénes eran exactamente?” Heivia parece irritado mientras mira los cadáveres que fueron casi totalmente destruidos. “Su equipo parece un conjunto de cosas de las Corporaciones Capitalistas y la Alianza de la Información. Y son las versiones degradadas vendidas por monedas extranjeras en vez del equipo militar oficial. Les dicen que rebajan la calidad, pero mantienen los precios altos. Dudo que una banda local o la mafia quisiera usarlos.”

“¿A qué te refieres?”

“No estoy seguro. ¿Eran soldados o gente contratada para ayudar? Bueno, de cualquier forma debieron mezclar a algunos profesionales para que tomaran el mando.”

De pronto, un soldado vigilando el exterior de la instalación de estación habla con Quenser y Heivia. “Si están discutiendo sobre teorías de conspiración, deberían ver esto.”

“¿Qué?”

Heivia parece confundido mientras el hombre le lanza un aparato portátil rectangular.

Sin embargo, no es del tipo usado por los soldados del Reino de la Legitimidad. También tiene manchas rojas en algunos lugares.

El soldado se encoge de hombros.

“Estaba buscando cosas de valor. Esos criminales fueron masacrados por todos lados, así que reuní todo lo que pensé que podría vender.”

“¿En serio? ¿Te adentraste en ese pantano venenoso?”

“Y a cambio, encontré información interesante. Es menos como información oficial y más como si alguien de los de abajo reuniera información para comprender en qué estaba metido.”

“…”

Quenser enciende el aparato y ni siquiera está protegido por una contraseña.

Algunos de los archivos de datos están llenos con números de unos diez dígitos. Él no puede leer hexadecimales al momento de verlos, así que no puede deducir nada de ellos.

“Espera un segundo,” dice Heivia mientras mira desde un lado. “Los primeros cuatro dígitos son iguales. Pensé que se me hacían conocidos. Son números de cuenta bancarios, ¿no es cierto? Creo que pertenecen a alguien importante de la Alianza de la Información.”

“¿Por qué un noble del Reino de la legitimidad sabe eso?”

“No seas estúpido. En esta era de guerras, nunca sabes qué impuestos serán creados.

¿Realmente crees que un noble avaro mantendrá todo su dinero en una sola cuente? Tenemos montones de maneras de dividir nuestros bienes. Mi familia tiene un grupo de contadores especializados trabajando para nosotros.”

Quenser ladea la cabeza mientras inspecciona los datos en el aparato con olor a hierro. Parece ser que hay más de cien números de cuenta.

“¿Entonces qué es esta lista de cuentas bancarias?”

“Probablemente una lista de depósitos. En otras palabras, estos se relacionan con los nombres de las personas cooperando con las personas que manejan las cosas desde las sombras. Mira, los números al final de las cuentas también son iguales. Probablemente eso se refiera a una sucursal en un asilo de impuestos en una isla tropical. Probablemente estén usando cuentas secretas para lavar dinero.”

“¿Las personas manejando todo desde las sombras? Aún no sabemos si esto realmente sea una conspiración.”

“Si sacamos al aire los nombres e identidades de los MVP de esta semana, tal vez encontremos alguna conexión. Ellos disfrazaron sus camiones como los de la Cruz Azul y los cargaron con armas y misiles para ocultar el pasadizo secreto a través de las tuberías. Definitivamente no están planeando nada bueno.”

El soldado se encoje de hombros totalmente exhausto.

“Esas son cuentas secretas de la Alianza de la Información. No nos darán la información si se las preguntamos.”

“Quenser.”

“¿En verdad piensas que soy tan inteligente? ¿Realmente crees que me puedes dejar cualquier problema?”

Quenser parece irritado, pero acepta renuentemente después de que los soldados a su alrededor lanzan su spray helado hacia él.

El chico lo aplica en su botella de agua y habla.

“Saber los números de cuenta es un inicio. ¿Qué tal si filtramos toda la lista en internet haciéndola ver como si hubiera sido hackeada? Con las cuentas en asilos fiscales, lo que más importa es la confianza. Si la información se hubiera tomado directamente de los servidores, los clientes y administradores entrarían en pánico.”

“Sí, ¿pero qué ganaríamos con eso además de causar un alboroto?”

“Podríamos abrir rápidamente un sitio falso pidiendo que revisen si su número de cuenta fue robado. Si añadimos algunos spyware para robar la IP de cualquiera introduciendo su nombre, podríamos ser capaces de determinar quién introdujo qué número. Y entre más sospechosa sea la persona, más rápido responderá.”

En ese instante, todos los que están descansando a la sombra de la tubería miran en silencio a Quenser.

El chico se encoge bajo la presión de ese extraño silencio.

“¿Um, qué es esto? ¿Acaso esa es una forma de reaccionar cuando les doy lo que quieren?”

“Esto lo deja claro. No podría suceder nada bueno si lo dejáramos salir del ejército.”

Contactan a la división de inteligencia de la base de mantenimiento vía radio, pero éstos responden que llevaría días crear una página web apócrifa.

Heivia saca la lengua.

“Malditos trabajadores de oficina. ¿Acaso las manecillas se mueven a diferente velocidad ahí?¿Estarán usando un reloj de vacaciones o algo así?”

“De cualquier forma, me da envidia.”

“Ellos no participarán. Es una molestia, pero los escuchaste. Todos, sugieran cualquier idea que podamos usar para quitarle el crédito al departamento de inteligencia ya que no quieren ayudarnos.”

En resumidas cuentas, terminan con las siguientes ideas: “Diferentes virus de computadora son comprimidos y guardados en cierto servidor extranjero”, “Conozco un conjunto de plantillas para sitios fraudulentos,” y “Mientras tengas la plantilla básica para el sitio, puedes usar un servicio de nube para editar los detalles y crear un sitio falso en sólo unos minutos.”

“¿Por qué todos ustedes saben cosas acerca de esto?”

“Como futuro ingeniero, creo que deberías aceptar alegremente nerds útiles. De otra forma, tu organización terminará como un fósil de dinosaurio.”

Como lo dijeron, los aburridos ayudantes terminan el sitio web falso en sólo unos minutos. En vez de construirlo desde las bases, eligen una plantilla de la base de datos que contiene miles de plantillas para sitios fraudulentos y agregan las decoraciones necesarias. Hacen lo mismo para el spyware.

“¿En dónde deberíamos esparcir la página? ¿En un tablón de mensajes cualquiera?”

“Para el Reino de la Legitimidad, está Blue Blood al que sólo nobles con linajes de más de 300 años de antigüedad pueden acceder. Para la Alianza de la Información, está Rank Literacy, que sólo puede ser usado por personas que administran sitios con más de medio millón de visitas al día. También hay sitios para elitistas de los otros dos poderes mundiales.”

“Todos esos son Servicios de Redes Sociales. Probablemente podamos hacerlo con Blue Blood, pero no usaremos mi ID.”

“No la necesito. Todos usan identidades diferentes en línea. Un refinado noble dejará los ánimos caldeados gritando insultos en un tablón de mensajes anónimo como si fuera una fiesta de antifaces. Si diseminamos la información ahí, se abrirá camino hasta los SRS. Ellos arruinarán sus propios intentos para mantenerse aislados.”

“Suena como el insecticida usado para las cucarachas. Se hace con aspecto de comida deliciosa para que se lo lleven a su nido en donde mata a todas ellas.”

Un soldado se encontraba agachado y manejando un aparato portátil, pero ahora hace una señal de OK con su mano.

Los demás miran con curiosidad la pequeña pantalla.

“Este sitio de virus es como crear un robot con una caja vacía y cinta, ¿no es cierto?”

“Sí, pero ya ha obtenido algunas partes de información personal.”

Primero, filtraron la lista en línea y permitieron que se diseminara la información de emergencia. Una vez que los clientes se preocuparon, fueron atraídos al sitio falso en donde introdujeron sus números de cuenta. No queda claro cuándo fue que comenzaron las diferentes olas de ataques.

“Tenemos unos cuantos nombres e identidades relacionadas con números de nuestra lista. Unos diez por ahora. Intentemos encontrar qué conexión hay entre ellos.”

“Espera.” Heivia señala uno de los nombres. “Éste es un ejecutivo de TV satelital internacional. Dice llevar risas y la verdad a las regiones en blanco y dictaduras en donde la información es controlada. Los medios masivos de Oceanía han comenzado a recuperarse, pero siguen siendo inestables. La TV satelital aún tiene mucha credibilidad e influencia aquí.”

Entonces señala otro nombre.

“Éste es un rey del blog. Es conocido como el máximo representante del sarcasmo de Oceanía.” Y otro.

“Éste es un animador famoso por su trabajo voluntario.” Y otro.

“Un ejecutivo de una fábrica de famosas bebidas enlatadas. Pasan anuncios durante todo tipo de espectáculos.”

Mientras cada nombre es descrito, Quenser encuentra algo en común. “¿Todos usan los medios para influir en las impresiones de la gente?”

“¿Sus impresiones sobre qué?”

“Sin importar lo mucho que les paguen, dudo que digan algo que se aleje demasiado de sus ideología y creencias. El dinero no es nada más que el causante que les da un empujón final. En ese caso, ¿en qué creen esas personas?”

Heivia hace una mueca cuando escucha eso.

Ha estado describiendo los nombres, así que tiene una comprensión general de las personas. “Tal vez esto sea un gran problema para nosotros.”

“¿Por qué?”

“Ellos quieren una verdadera independencia para Oceanía haciendo que se vayan los ‘delincuentes’. Son un montón de personas que se niegan a hacer trabajo real mientras pretenden ser pacifistas. Creen que son lo más importante sin importar nada.”

“¿Incluso los ejecutivos corporativos?”

“Sentarse arrogantemente en una silla de piel no es a lo que se le llama normalmente ‘trabajar’.”

Un misterioso grupo en Oceanía está esparciendo intencionalmente información parcial para crear una tendencia para odiar a la coalición militar.

El problema actual es la tubería que están usando para transportar algo en secreto a través del desierto. Incluso comenzaron un tiroteo contra el Reino de la Legitimidad para ocultarlo.

Eso es más que una editorial en un periódico.

Este misterioso grupo está preparado para usar violencia real.

“Esta tubería está siendo usada como red secreta de transporte y grandes cantidades de dinero son entregadas a gente influyente para manipular las opiniones de la gente de Oceanía. ¿Qué están intentando hacer aquí?”

“Hey,” habla el soldado que les ayudó hace un rato. “Revisé unos cuantos aparatos portátiles más y hay un sitio de almacenamiento de sitios al que acceden frecuentemente. Tal vez tengan más información ahí.”

“¿Tiene contraseña?”

“Como los bancos en línea, usa una contraseña que caduca. …Pero eso fue superado y la compañía a cargo de la seguridad ha pasado el firewall unas cuantas veces. Tal vez podamos usar la llave maestra de mantenimiento.”

“¿Realmente usarían la misma llave por varias semanas o meses?”

“No, pero si encontramos el patrón de los cambios en la llave alfanumérica actualizada periódicamente, tal vez sea posible determinar cuál es la llave actual. Aunque llevará tiempo.”

“Intenta trabajar en ello,” dice Quenser mientras su radio emite un tono electrónico. Froleytia está llamándolos.

“Tengo una pregunta para todos ustedes. ¿No están llevando a cabo un combate electrónico no autorizado contra el paraíso fiscal de la Alianza de la Información, cierto? El departamento de inteligencia ha detectado un interesante flujo de datos.”

(¡¡Mierda!!)

Todos enderezan sus espaldas.