Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 9: La Novia del Señor Demonio

Capitulo 9: La Ausencia del Rey Negro de los Hombres Lobo y la Melancolía de la Embajadora Demoníaca

Parte 7

Centrémonos en las cosas que tengo que hacer ahora y preocupémonos de todo lo demás más tarde. Mi mayor prioridad era cumplir con los deberes de Airia como virreina en su lugar. Por el momento, eso significaba poner a salvo a la gente de Ryunheit.

Me volví hacia un guardia cercano y ordené, “Que todos en el antiguo distrito de la ciudad sean evacuados. Las alcantarillas fluyen hacia el sur, así que evacuen a la gente de la sección sur del nuevo distrito también. Asegúrense de que nadie se quede atrás.”

“¡Sí señor!” Saludó y salió corriendo.

Unos segundos más tarde, regresó Melaine. Iba vestida con ropa formal, lo cual era una rareza para ella.

“Veight, el cáliz no ha extendido ninguno de sus zarcillos todavía. Probablemente esté siendo cauteloso, ya que mantener cada uno requiere mucho mana.”

“Bueno, eso es un alivio.”

“Además, Parker se llevó a todos los espíritus de la zona con él para atacar las minas de Boltz, por lo que prácticamente no queda ninguno en Ryunheit para que pueda usar su nigromancia. Estamos a salvo por ahora.” La expresión de Melaine se suavizó un poco. “Así que por favor deja de poner esa cara.”

“¿Qué tipo de cara estoy poniendo?”

Todavía estaba en mi forma de hombre lobo, así que me sorprendió que incluso pudiera leer mi expresión.

“No tienes que preocuparte tanto. Tengo todo bajo control.” Ella me dio una sonrisa tranquilizadora y palmeó su pecho. “El cáliz no está tan bajo tierra como para que mi magia no pueda alcanzarlo. Si intenta algo, podré detenerlo. No dejaré que ponga una mano sobre la gente de la ciudad.”

Cuando la discípula más antigua de la Maestra dijo eso fue difícil no sentirse un poco reconfortado. En este momento, Lacy estaba usando sus ilusiones para engañar al cáliz y evitar que Airia lo encontrara. Mis hombres lobo también vigilaban cada rincón de la ciudad.

Cuando conquisté Ryunheit por primera vez, había hecho que los caninos arreglaran el sistema de alcantarillado, por lo que tenía un mapa actualizado de los túneles que corrían debajo. Además, Kite sabía exactamente dónde estaba el cáliz y lo estaba vigilando en todo momento. Y en la remota posibilidad de que intentara algo, Melaine podría contrarrestarlo de inmediato.

El problema era que todavía no sabía cómo iba a salvar a Airia. La Maestra me había dicho una vez que expulsar por la fuerza a una entidad de la mente de otra persona podría causar un daño permanente a la personalidad y los recuerdos del anfitrión. Lo había comparado con cómo descuidadamente arrancar una flecha del hombro de alguien solo empeoraba la herida. Desafortunadamente, aquí no teníamos especialistas en control mental.

“Veight. Oye, Veight, ¿me estás escuchando?” La voz de Ryucco interrumpió mis cavilaciones. Estaba tirando de la pierna de mi pantalón de nuevo, con sus ojos redondos mirándome. “Hombre, estás realmente preocupado por Airia, ¿eh?”

“Claro que lo estoy. Es una consejera y la aliada humana más importante del ejército demoníaco.”

“Por favor, como si eso fuera lo importante aquí.” Ryucco negó con la cabeza. “Si Airia fuera solo una ciudadana común que no tiene nada que ver con el ejército demoníaco, ¿la abandonarías?”

“¡Absolutamente no!”

Estaba intentando mantenerme lo más calmado posible, pero no podía evitar la vehemencia de mi voz. Ryucco gritó y saltó hacia atrás. Los hombres lobo eran uno de los depredadores naturales de los lagomorfos, por lo que mis gritos probablemente habían despertado algún miedo instintivo en él. Sin embargo, Ryucco no soltó mis pantalones incluso cuando retrocedió.

“¡N-No me asustes así, maldita sea! ¡Sé que no eres un tipo que da miedo, pero te ves muy aterrador cuando estás así!”

“Lo siento, intentaré tener más cuidado.”

“B-Bien. De todos modos… Esto es un poco difícil de decir para mí, pero…” Vaciló durante unos segundos y luego dejó escapar un pequeño suspiro. Resuelto, saltó a una silla cercana y me miró a los ojos. “Escúchame y escucha bien. Lo que voy a decir va en contra de todo lo que representa un artífice.”

“¿S-Sí?”

Me senté frente a Ryucco y le presté toda mi atención.

“Si ese maldito cáliz es realmente una máquina de hacer Héroes con la capacidad de pensar por sí misma, entonces no se rendirá hasta que logre su objetivo. Obviamente, fue creado para seguir funcionando incluso después de la muerte de su creador.”

“Eso ciertamente suena como un problema.”

“Sí. La única forma de solucionar este problema es destrozarlo. Pero si lo aplastamos ahora mismo, Airia también podría verse afectada. Por eso…” Ryucco frunció el ceño y comenzó a pisotear el suelo con el pie. “Si recuperar Airia es tan importante para ti, entonces tenemos que correr el riesgo. Tenemos que dejar que ese estúpido cáliz termine su trabajo y convertir a Airia en una Heroína.”

“¡Espera, ¿qué?!”

“Cállate y escucha, todavía no he terminado. Si tiene éxito en hacer de Airia una Heroína, será libre. Con la cantidad de poder que tendrá, no podrá controlar su mente, aunque quisiera. Sería como intentar atar un toro salvaje con un hilo de seda.”

Ryucco comenzó a pisotear el suelo aún más fuerte. Era obvio que solo decir esto lo estaba estresando.

“En este momento, el cáliz no tiene forma de obtener el mana para hacer de Airia una Heroína, así que intentará encontrar algún otro método. Después de todo, tiene suficiente inteligencia para pensar por sí mismo.”

“Entiendo a qué te refieres, ¡¿pero no es esto demasiado peligroso?!”

“¡Lo sé, maldita sea! ¡Normalmente, nunca sugeriría algo como esto! ¡Ningún artífice en su sano juicio lo haría! Pero ya sabes, yo…” Ryucco desvió la mirada y murmuró, “No puedo soportar verte tan triste.”

“Ryucco…”

Está realmente preocupado por mí, ¿no?

Ryucco agregó en voz baja, “Dado que ese maldito cáliz tiene poderes de nigromancia, cualquier método que se le ocurra para recolectar mana probablemente implique matar gente. Es por eso que tenemos que encontrar una gran cantidad de mana y dársela.”

“Una gran reserva de mana… Espera, estás sugiriendo que usemos…”

El legendario tesoro de Ason estaba actualmente en Ryunheit. Ryucco se rascó la cabeza y me dio una sonrisa traviesa. “Sí, así es. ¿Por qué no dejamos que la cosa se encuentre con su amigo? ¿Qué piensas? Es una idea loca, ¿verdad?”

“Oh, es una locura, eso seguro. Iremos en contra de la voluntad del consejo y romperemos el tratado que firmamos con Wa. Este será un gran problema diplomático.”

Fumino y los Observadores del Cielo estaban a cargo de mantener a salvo el legendario tesoro de Ason. Es decir, tendríamos que pasar por ellos para robarlo. Lo que estábamos a punto de hacer era una infracción capital, por lo que no podía pedirle a nadie que lo hiciera en mi lugar.

La expresión de Ryucco se puso seria y preguntó, “¿Qué dices? ¿Te unes?”

Todavía tenía mis dudas, pero en mi corazón, ya había tomado una decisión. Reuní mi determinación y respondí, “Hagámoslo. Es el plan perfecto para un villano como yo.”

“Eso ya suena más a ti, Veight.”

Ryucco sonrió felizmente y yo incliné mi cabeza hacia él. “Lo siento, sé que debe haber sido difícil para ti decirlo.”

“Sí, será mejor que estés agradecido. Una vez que todo esto termine, córtame algunas manzanas, ¿de acuerdo?”

“Por supuesto. Te gusta cuando las corto en forma de conejitos, ¿verdad?”

Le devolví la sonrisa, abrí la ventana y salté.

***

Regresé a mi forma humana y corrí hacia un edificio de piedra en el antiguo distrito. En el papel, este era un almacén que no tenía nada que ver con el Consejo de la Mancomunidad, pero en realidad era una bóveda donde se almacenaba el legendario tesoro de Ason. Como era de esperar, Fumino y los otros Observadores del Cielo salieron cuando me acerqué. No eran meraldianos, por lo que no estaban obligados a escuchar nuestra orden de evacuación.

“Lord Veight, ¿qué te trae aquí en medio de una crisis?”

Fumino estaba sonriendo dulcemente, como siempre. Pero sabía que era una ninja experta que usaba sus poderes precognitivos y sus alambres afilados para enterrar a cualquiera que se opusiera a la Corte de los Crisantemos. Aunque no podía verlos, no tenía ninguna duda de que ya había instalado cables por todas partes. Los tres Observadores del Cielo que estaban detrás de ella parecían simples ciudadanos meraldianos, pero podía decir que estaban escondiendo armas en sus bastones o debajo de sus ropas. Decidí que sería mejor ser franco aquí.

“Necesito usar el legendario tesoro de Ason.”

“Pero lord Veight, el tratado estipula que…” Fumino no parecía sorprendida, pero parecía más confundida que hostil. “¿Realmente no hay otra manera?”

Era obvio por su tono que quería que reconsiderara mi decisión. Nada bueno vendría de mí y los Observadores del Cielo peleando aquí. Aun así, ya había tomado mi decisión.

“Lo siento, lady Fumino. Pero ahora mismo soy solo un delincuente común. Me temo que no tengo tiempo para justificar mis acciones.”

En el momento en que dije eso, pude oler una mezcla de miedo y hostilidad proveniente de los Observadores del Cielo detrás de ella. Supongo que tengo que luchar. Si bien los Observadores del Cielo eran todos luchadores altamente entrenados, seguían siendo humanos. No había forma de que cuatro de ellos pudieran vencer a un hombre lobo. En ese momento, Fumino sonrió con tristeza.

“No somos lo suficientemente tontos como para creer que podríamos derrotarte en una pelea, lord Veight. Los ninjas no somos caballeros, no estamos interesados ​​en precipitarnos hacia la muerte.”

Fumino hizo un rápido gesto con la mano y sus tres subordinados desaparecieron en las sombras. Sus olores empezaron a desvanecerse, por lo que debieron haberse retirado. Parecía que no tendría que luchar, al menos. De hecho, un momento. Son ninjas, así que tal vez solo buscan tenderme una emboscada. Sin embargo, Fumino no mostró signos de atacar y, en cambio, se inclinó.

“Como no tengo ninguna esperanza de vencerte, te dejaré pasar sin luchar. Sin embargo, ¿me permitirás al menos informar a mis superiores de lo que pasó?”

“Por supuesto. Hazles saber que también tengo la intención de enmendar el incumplimiento del tratado.”

Yo era el que estaba equivocado aquí, después de todo. Solo esperaba poder conservar mi puesto el tiempo suficiente para hacer algo para compensarlo. Por alguna razón, Fumino sonrió feliz ante eso.

“En ese caso, digamos que me debes un favor, lord Veight.”

Con eso, Fumino también desapareció en las sombras. Su olor se desvaneció unos segundos después. ¿Por qué tengo la sensación de que, para empezar, nunca planeó pelear?

Ella solo salió para ponerme en deuda con ella. El hecho de que le debía un favor personal significaba que mi deuda no desaparecería incluso si me despedían de mi puesto. Bueno, no es gran cosa. Si necesitara mi ayuda más tarde, se la daría. Pero ahora mismo, necesitaba salvar a Airia.

El legendario tesoro de Ason estaba guardado en una pequeña habitación con gruesos muros de piedra y una pesada puerta de hierro. Conociendo a Fumino, podría haber puesto trampas explosivas en toda la habitación, pero si su objetivo era ponerme en deuda con ella, entonces no tenía ninguna razón para interferir conmigo.

Cogí con cautela el cáliz que estaba en el centro de la habitación. La cantidad de mana almacenado dentro de esta cosa era una locura. En este momento, estaba comprimido de manera segura, pero si se desataba sin las precauciones adecuadas, podría volar una ciudad entera. Hablando de eso, ¿cómo se supone exactamente que voy a transferir el mana de aquí a Airia? Airia no era una maga y su cuerpo estaba actualmente bajo el control del enemigo. Dudaba que solo darle el legendario tesoro de Ason fuera suficiente.

Supongo que solo hay una forma. Necesitaría llevar el mana dentro de mí por un tiempo. Teóricamente, la habilidad que había heredado de la Maestra me permitiría absorber todo el mana del cáliz. Sin embargo, esta cosa había estado absorbiendo mana de la tierra durante siglos. Tomarlo todo dentro de mi cuerpo sería como intentar beber un océano. Un escalofrío de miedo recorrió mi espalda. Aun así, no había otra forma. Y no tenía tiempo para deliberar.

“Hagámoslo.”

Me llevé el cáliz de brillo apagado a la boca y tragué todo el mana que contenía de un trago. Un segundo después, mi visión se volvió borrosa.

“¡Guh!”

Mi corazón empezó a acelerarse. Mis palmas estaban sudorosas. Mis rodillas se debilitaron y mis brazos se sintieron pesados. De repente, comenzó a aparecer una migraña desgarradora. Esta era la primera vez desde que renací como hombre lobo que me sentía tan mal. Incapaz de mantenerme en pie, caí a cuatro patas. Lo más aterrador fue que ni siquiera sentí mis piernas ceder debajo de mí. Mi respiración se convirtió en jadeos cortos y un sudor frío me corrió por la espalda. Cuando mi conciencia se oscureció, comencé a preguntarme si me estaba muriendo.

Y un cuerno me voy a morir aquí. ¡Tengo un trabajo que hacer! Recordé una de las lecciones que la Maestra me había dado justo después de convertirme en su discípulo.

“Almacena mana con tu cuerpo, manipúlalo con tu mente y libéralo con tu boca.”

“No estoy seguro de que la metáfora tenga sentido, Maestra…”

“Tu mana es parte de tu carne y sangre, pero es tu imaginación la que lo mueve. Los encantamientos que dices son los que ayudan a activarlo.”

“Eso tiene un poco más de sentido.”

“Es imposible de entender con solo una explicación, debes sentir esta verdad por ti mismo.”

No había ningún problema con mi cuerpo. El cuerpo de un hombre lobo estaba construido para soportar cualquier cantidad de mana. En cuanto a mi mente… necesito hacer funcionar mi imaginación.

En las peleas a puñetazos, imaginar que tus golpes salían más rápido en realidad aumentaba la velocidad de tus puños y mantener la imagen mental de agarrar el suelo con los dedos de tu pie pivote hacía que tus patadas fueran más sólidas.

La magia funcionaba de la misma manera. El flujo de mana dependía en gran medida de cómo lo imaginabas. Necesitaba visualizar el mana corriendo a través de mí como un vórtice. La gente de este mundo solo había visto vórtices naturales, como remolinos o nubes arremolinadas. Pero en mi vida anterior, había visto vórtices mucho más abstractos renderizados a través de CG. Podía usarlos como base.

En el momento en que imaginé el mana dentro de mí como un remolino de luz, el dolor comenzó a desvanecerse. El violento torrente de mana que surgía dentro de mi cuerpo se convirtió en una suave espiral y fue absorbido gradualmente por mi carne. Mis extremidades hormiguearon un poco cuando la gran cantidad de mana se integró con mi cuerpo.

Mi voz era lo último que necesitaba usar. Afortunadamente, tenía mucha experiencia en encuentros deportivos en la escuela. Todo lo que tenía que hacer era dar un grito animado. Respiré hondo y rugí con todas mis fuerzas. Para mi sorpresa, el rugido arrasó el edificio. Para cuando el sonido se desvaneció, no quedaban más que escombros. Me abrí camino entre los escombros y vi que todo lo que me rodeaba también había sido destruido. Todos deberían haber sido evacuados, por lo que probablemente no hubo víctimas, pero esto era un daño serio.

“Qué diablos… ¿Yo hice todo esto?”

Solo había gritado para ayudar a controlar el mana que se arremolinaba a través de mí, pero parecía que había soltado un Soul Shaker de gran poder por accidente. También había dejado completamente seco el legendario tesoro de Ason. No solo le había quitado todo el mana, sino que incluso había succionado el mana que alimentaba su circuito mágico, haciendo que el artefacto fuera inoperable.

De alguna manera había agarrado el marco con tanta fuerza que el metal estaba deformado más allá del reconocimiento. Este era el segundo artefacto antiguo que había arruinado, siendo la primera la Werewolfsbane. Los futuros magos probablemente me recordarían como un bárbaro bufón que había destruido numerosos tesoros invaluables.

A pesar de todo, mi plan había funcionado. Ahora era el anfitrión de la gran cantidad de mana que había almacenado el cáliz. Si la cantidad que normalmente poseía era igual a un Veight, ahora mismo tenía decenas de miles de Veights. Podría usar tantos hechizos como quisiera sin agotar mi suministro de mana y cada uno de mis hechizos ofensivos poseería el poder de alterar la geografía local.

Así que este es el reino en el que viven los Héroes y los Señores Demonios. Este tipo de poder puede cambiar el mundo. Por supuesto, si me quedara con todo este mana, no podría salvar a Airia. Necesitaba dárselo. Podría preocuparme por las posibles consecuencias que se producirían al convertirla en una Heroína después de que fuera liberada de las garras del cáliz. Kite y los otros hombres lobo todavía estaban rastreando a Airia y, según ellos, aún no había vuelto a la superficie. Era hora de perseguirla.

Corrí por las calles desiertas del antiguo distrito y mi cuerpo se sentía sorprendentemente ligero. Aunque estaba tratando de correr a mi ritmo habitual, cada vez que pateaba el suelo, el mundo pasaba borroso. Cada vez que aterrizaba, también dejaba profundas grietas en los adoquines. Además, las ventanas de vidrio se rompían cuando pasaba junto a ellas.

Sabía que se trataba de una emergencia, pero cada vez que rompía algo, no podía evitar pensar en a quién debería contactar para las reparaciones y cuánto me costaría. ¿Qué tan obsesionado estoy con el papeleo? Si ya era así, probablemente no estaba hecho para ser un Héroe o un Señor Demonio. Pero incluso si este poder no me convenía, ahora mismo lo necesitaba para salvar a Airia. Además, este distrito estaba vacío, así que incluso si lo reducía a escombros, nadie moriría. En cuanto a cómo reembolsaré a todos los ciudadanos… me preocuparé de eso más tarde.

Después de llegar al punto donde el rastro de Airia había desaparecido, entré en las alcantarillas y comencé a correr por los túneles. El cáliz era hábil en el sigilo, pero no podía ocultar a Airia. En las alcantarillas negras como la boca del lobo, el aroma persistente del perfume de Airia era como un hilo brillante que marcaba el camino.

Mejoré mis sentidos tanto como pude y fui tras ella. Al usar magia para mejorar mis sentidos de hombre lobo ya intensificados, podía ver perfectamente claramente incluso en la oscuridad. Era extraño poder ver todo como si fuera plena luz del día. Desafortunadamente, un montón de otros olores se mezclaron con los de Airia mientras avanzaba por las alcantarillas. Este túnel en particular no estaba conectado a las líneas de drenaje de desechos, por lo que no era el desagradable olor a basura o excrementos. Aun así, incluso el olor del agua de la lavandería era suficiente para interponerse en mi camino. Tenía el hedor de los humanos, lo que hacía más difícil distinguir el olor de Airia. Afortunadamente, el perfume de Airia era fácil de identificar entre la confusión de olores.

Después de unos minutos de correr, el olor se hizo más fuerte. Finalmente, me acerqué lo suficiente para verla. Airia estaba sentada en una esquina de uno de los túneles. No sabía dónde la había conseguido, pero tenía una pequeña lámpara en una mano. Solté un suspiro de alivio cuando vi que todavía estaba viva y bien. El problema era que tenía el Legado de Draulight agarrado con fuerza en la otra mano.

“¿Estás aquí para interponerte en mi camino de nuevo, hombre lobo?”

Airia se puso de pie lentamente. Su voz era increíblemente fría. Era obvio que el cáliz hablaba a través de ella. Sonreí levemente al cáliz, haciendo todo lo posible por mantener mi ira bajo control.

“Tú eres el que se interpone en mi camino. Ríndete pacíficamente o un hombre lobo malvado te devorará.”

El cáliz y yo comenzamos a dar forma a nuestro mana al mismo tiempo. Un segundo después, desatamos nuestros hechizos el uno al otro.

Mientras luchaba físicamente con Airia, también me vi obligado a pelear una batalla de magos con el cáliz.

“¡Haaaah!”

Airia desenvainó su espada y arremetió contra mi garganta. Se movió rápidamente, pero estaba limitada por su cuerpo humano. Detuve fácilmente la hoja con mis garras, pero luego tuve que lidiar con el cáliz enviándome una poderosa maldición de nigromancia.

Moriría instantáneamente si me golpeaba. El cáliz no pronunció ningún encantamiento ni hizo ningún gesto antes de lanzarla, por lo que era imposible predecir cuándo la lanzaría. Podía leer el flujo de su mana, pero no cuándo se desataría ese flujo. Sin embargo, tenía un suministro casi ilimitado de mana a mi disposición en este momento.

El cáliz me disparó múltiples hechizos prohibidos de muerte instantánea, pero ninguno de ellos tuvo ningún efecto. Cada uno de ellos recortó una pequeña parte de mi mana, pero solo alrededor de 3-4 Veights. Apenas una gota en el balde en comparación con la cantidad que tenía.

“¡Hah!”

Airia no dijo nada mientras luchábamos. Naturalmente, dejó escapar breves gruñidos aquí y allá, pero no dijo palabras. El cáliz no podía hacerme daño usando a Airia, porque su cuerpo no era lo suficientemente fuerte. Sin embargo, podía mantenerme a raya. Esto se está poniendo complicado. ¿Cómo voy a llevar todo este mana a Airia?

Ella no era una maga, por lo que no podría procesar una cantidad tan grande de una sola vez. Habiendo dicho eso, si se lo pasaba poco a poco, nunca tendría suficiente para convertirse en una Heroína. El cáliz solo usaría lo que le diera para atacarme.

Además, no tenía tiempo para hacer esto lentamente. Eso solo dejaba el método extremadamente primitivo de transferencia oral. Ya que principalmente usaba magia de fortalecimiento, era un maestro en la transferencia de varias formas de poder a otros. Eso incluía el mana, por supuesto.