Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 12

Capitulo 4: Una Fiesta De Té Entre Demonios Y Ángeles Es La Imagen Misma Del Infierno

Parte 2

También fue entonces cuando el Archidemonio Marchosias había sufrido sus heridas fatales. Parecía que el padre de Ginias había estado entre los fallecidos. Sintiéndose algo mal por abordar este tema, Zagan dejó caer su mano sobre la cabeza de Ginias una vez más. Stella, e incluso Lisette, colocaron sus manos sobre sus hombros para ayudarlo.

“Umm, cierto. Perdón por ese tiempo en Raziel”, dijo Zagan. “No lo estés. Al final, estoy bastante en deuda contigo”.

Los malos sentimientos del pasado se habían desvanecido hacía mucho tiempo.

Hmm… Un reloj, ¿eh? Zagan se hundió en sus pensamientos. No fue mala idea. Hasta ahora solo había considerado ropa y cosas por el estilo, pero también podrían funcionar artículos más prácticos como bolígrafos y relojes.

“Ummm, aunque puede ser algo presuntuoso de mi parte decir esto, ¿te gustaría ir a buscar algo con nosotros ahora?” Preguntó Ginias tímidamente.

“Ah… me gustaría, pero debo ir a encontrarme con mis subordinados”.

Zagan le dio a Stella una señal visual. Ya había recibido un informe de que Shax tenía a Dexia bajo custodia. ¿Estaba realmente bien para ella conocer a Lisette? Sin embargo, nada de esto le llegó a Stella, así que simplemente le devolvió la mirada confundida. Como tal, Zagan se puso en cuclillas frente a Lisette para igualar la línea de sus ojos.

“Alguien que podría estar relacionado contigo está con los chicos que voy a conocer. Sin embargo, es solo una posibilidad. Es muy probable que no te conozca en absoluto. ¿Qué es lo que quieres hacer?”

“Yo-yo realmente no sé…”

“Nada bueno puede resultar de desenterrar tu pasado. Si eso es lo que crees, entonces pasa el tiempo con Stella por aquí. Pero si quieres saber más, puedes venir conmigo”.

La mirada de Lisette vagó desconcertada debido a la repentina pregunta, pero aun así le devolvió un firme asentimiento.

“Quiero… intentar conocerla. No sé qué resultará de ello, pero quiero saber más”.

“Entiendo. Entonces ven conmigo.”

Lisette asintió rígidamente cuando Ginias se acercó a ella. “¿Qué quieres?” ella preguntó.

“Stella y yo somos tus aliados. No importa quién sea usted o lo que suceda, eso no cambiará”.

“¡H-Hmph!”

Era difícil saber si se llevaban bien o no, pero al menos, había menos tensión en la expresión de Lisette después de escuchar eso. Los cuatro comenzaron a caminar cuando, de repente, Zagan se volvió hacia Stella.

“Oh sí. Stella, escuché que terminaste convirtiéndote en Arcángel. ¿Cómo van las cosas realmente?”

“¿Mmm? Bueno, mi maestro desapareció después de dejar atrás su Espada Sagrada, así que sucedió muy rápido. Soy una completa aficionada con una espada, así que me pregunto si esto está realmente bien”.

Ese Archidemonio aparentemente le había enseñado a Stella cómo usar la hechicería, pero no el manejo de la espada. Que le dijeran que era libre de elegir en ese estado seguramente la confundiría. Y, sin embargo, Ginias intervino como si hubiera escuchado algo impensable.

“Stella. Eso no es modestia. Estás confundiendo la realidad”.

“¿Qué? ¿Quieres decir que en realidad puede usar una espada bastante bien? Preguntó Zagan.

“Por supuesto. Los Caballeros Angélicos estamos clasificados de acuerdo con nuestras habilidades con la espada. Solo un mes después de haber sido estrenada como Arcángel, Stella ha alcanzado el segundo lugar en el ranking. Ese es el mismo rango que tenía Lord Diekmeyer. Hasta donde yo sé, ningún Caballero Angélico activo puede mantener su posición contra ella”.

Al no decir ningún Caballero Angélico activo, probablemente estaba excluyendo a Rafael. Zagan nunca la había visto empuñar una espada, por lo que no tenía forma de medir sus habilidades por sí mismo.

Sin embargo, supongo que tiene sentido, considerando que tiene los poderes de un hechicero y un Caballero Angélico.

Andrealphus / Michael también había sido llamado el más fuerte debido a eso.

Al ver que Zagan lo entendía, Ginias continuó con orgullo: “Incluso Lady Lilqvist, que es alabada como una mujer de talento aterrador, solo ocupa el puesto número cuatro, por lo que esto no es normal bajo ningún estándar”.

Al escuchar eso, Zagan le lanzó a Stella una mirada de sorpresa.

“Si fueras a hacerlo con Chastille con una espada, ¿cómo resultaría?”

“¿Mmm? ¿Solo una espada? Creo que sería un encuentro parejo”.

Puedo ver por qué todos los Caballero Angélico se enojarían con ella por llamarse a sí misma una aficionada…

Stella aparentemente estaba a la par con Chastille incluso sin el uso de sus habilidades de hechicería y artes marciales.

“Dejando eso a un lado, tienes a esa chica Kuroka en tu casa, ¿verdad?” Stella continuó con un escalofrío. “Incluso si hiciera todo lo posible, dudo que pudiera vencerla”.

Por supuesto, estaba insinuando el uso de la Espada Sagrada, sus artes marciales y su hechicería. Aparentemente, esa fue la razón de la mala autoevaluación de Stella.

“Ella está más en el lugar de Chastille… Espera, ¿es realmente tan fuerte?”

“Mhm. Quiero decir, no solo sus ojos están curados ahora, sino que incluso le hiciste la Armadura Ungida, ¿verdad? En ese caso, ella podría estar un poco fuera de mi alcance”.

“¿Alguien que supera con creces a Stella? ¿Quién es ella?” Preguntó Ginias en estado de shock.

Ahora que Zagan lo pensaba, se dio cuenta de que Ginias nunca había conocido a Kuroka. No pudo encontrar las palabras adecuadas para explicarlo.

¿Sería un problema decir que es la hija de Raphael?

Durante el incidente en Raziel, quedó claro que Raphael había matado a un cardenal. Los Arcángeles parecían comprender las circunstancias, pero la iglesia en general no podía considerarlo inocente. Si Zagan declaraba que Kuroka era la hija de Raphael, podría traer problemas innecesarios a su puerta. Y honestamente, ya tenía suficientes desgracias con las que lidiar debido a su disposición.

“Ella es un caballero de Liucaon”, dijo Zagan, decidiendo que esa era la respuesta más segura. “Uno al que se refieren como samurái. Actualmente trabaja para Chastille como miembro de la iglesia”.

“Liucaon…” murmuró Ginias con un ligero temblor. “Ya veo. Es precisamente porque poseen tal poder que pueden ser iguales a todo el continente”.

“Si estás interesado, en realidad estamos en camino para encontrarnos con ella ahora”.

Ginias se sacudió en el acto y se estremeció violentamente. Bueno, en verdad, la independencia en curso de Liucaon se debió principalmente a los tres Tesoros Sagrados y la protección que Marchosias les había estado brindando.

Por cierto, el Arcángel Jefe Ginias ocupaba el primer lugar en este ranking de ellos, mientras que Valjakka aparentemente había sido tercero. Dejando a un lado a Ginias, que podía usar la Confesión, Zagan no tenía idea de que el traidor realmente poseía tanta habilidad.

Acabar con él podría haber sido una mala idea…

Ya había recibido el informe de la desaparición de Valjakka de parte de Shax. El idiota había ignorado la advertencia de Zagan, por lo que esencialmente fue un suicidio.

El grupo continuó caminando y hablando mientras se dirigían hacia su destino.

“¡Nooo! ¡No más! ¡Que alguien me salve!”

Al llegar, fueron recibidos por los gritos de una chica completamente desconsolada.

“Ah… Tal vez debería haber llegado antes”, dijo Zagan con un tremendo suspiro.

***

Casi al mismo tiempo, Nephteros se encontró en la plaza frente a la iglesia, mirando al cielo aturdida.

Me ame a mí misma… ¿eh?

No creía que hubiera abandonado por completo el cuidado personal. Tenía la intención de esforzarse por vivir correctamente. ¿Era eso quizás diferente de amarse a sí misma? No podía encontrar una respuesta pensando en ello, pero aún recordaba su conversación con Alshiera el otro día.

Solo pasa mí tiempo como de costumbre… Esa también es una opción,

¿verdad?

Esa era una de las opciones que le había presentado Alshiera. Y, sinceramente, parecía más productivo que perder el tiempo aturdida.

Nephteros atravesó la entrada lateral de la catedral y se dirigió a la oficina de Chastille. El Arcángel había pasado todo el día ayer fuera de modo de trabajo. La pregunta era, ¿ya se las había arreglado para recuperarse? El papeleo iba a empezar a acumularse si no lo había hecho.

¿Chastille? Voy a entrar”, dijo Nephteros, llamando a la puerta. “Oh. Por favor, hazlo”, respondió Chastille con seguridad.

Nephteros entró en la oficina y vio la montaña de trabajo sobre el escritorio que había estado esperando a Chastille. Nephteros ya lo había resuelto hasta cierto punto, pero tampoco había podido poner en orden sus sentimientos, por lo que era difícil decir si lo había hecho bien.

A juzgar por el leve rubor que aún se reflejaba en el rostro de Chastille, sería más apropiado decir que el trabajo que tenía ante sí la había devuelto a la realidad en lugar de decir que se había recuperado. Después de pensarlo un poco más, Nephteros se dio cuenta de que Barbatos no estaba por ningún lado. Habiendo dicho eso, probablemente se estaba escondiendo en las sombras. Incluso podía ver la sombra de Chastille ondeando de forma antinatural.

Parece que será inútil pedir consejo aquí.

Después de enterarse de su vida por parte de Zagan, la primera persona que Nephteros pensó en consultar fue Chastille. Sin embargo, no era una hechicera, por lo que no tenía forma de saber cómo salvar a un homúnculo y seguramente terminaría preocupándose por eso incluso más que la propia Nephteros. Cuando ese pensamiento le vino a la mente, Nephteros había decidido no preguntarle.

Aun así, ver que las cosas siguen igual que de costumbre es algo relajante.

Sintió que estaba bien para ella estar aquí, para pasar su tiempo como siempre, y eso fue un gran alivio. Por eso Nephteros forzó una sonrisa como siempre hacía.

“Cielos. Haz tu trabajo correctamente hoy, ¿de acuerdo?” ella dijo. “Ugh… lo siento.”

Nephteros pasó a dividir la montaña de documentos en cosas que necesitaban la firma de Chastille, cosas que tenía que confirmar y cosas que no requerían ninguna de las dos. Cuando solo necesitó confirmación, Nephteros le leyó el contenido en voz alta. Nephteros manejaba documentos que no requerían la atención de Chastille por su cuenta.

“Oh, sí, Nephteros”, dijo Chastille, levantando la cabeza de los documentos. “Perdí la oportunidad de preguntarte ayer. ¿Paso algo?”

Nephteros se estremeció debido al repentino ataque sorpresa. “¿Qué quieres decir…?”

“Oh, no me hagas caso si no es nada. Pensé que tenías algo en mente los últimos días. Si puedo ser de alguna ayuda, no dude en hablar conmigo al respecto”.

Esta chica realmente era aguda en momentos como estos a pesar de su comportamiento habitual. Nephteros sabía que tratar de ignorar esto mal en realidad haría que Chastille se preocupara más. Y al final, ella se enteraría de todos modos, así que después de dudar un poco, Nephteros negó con la cabeza.

“Me he estado preocupando por algo… pero es un poco difícil de expresar con palabras en este momento…”

“Y-Ya veo… Mmm… Eso sucede de vez en cuando, supongo”.

Nephteros no podía decir lo que pasaba por su cabeza cuando el rubor de Chastille se profundizó. Aun así, esto era lo mismo de siempre. Si Nephteros iba a pasar sus últimos momentos con sus seres queridos, entonces este parecía el lugar correcto. Después de pensarlo así, de repente se dio cuenta de que faltaba algo. Miró alrededor de la oficina y llegó rápidamente a la respuesta.

“Oh, qué extraño. ¿Richard llega tarde?”

Richard era el caballero que Chastille había asignado como guardia de Nephteros. Básicamente, siempre estaba con ella, por lo que era extraño no verlo en la oficina.

“Richard pidió un descanso hoy”, dijo Chastille con una expresión sombría y un movimiento de cabeza.

Qué extraño. Por lo general, al menos me decía algo…

Nephteros sintió que algo andaba mal, pero eso rápidamente se transformó en culpa debido a las siguientes palabras de Chastille.

“Parece que también está preocupado por algo…”

“¿Eh?”

Nephteros había estado tan preocupada por sí misma que ni siquiera se había dado cuenta.

Ahora que lo pienso, Richard no volvió después de su entrenamiento con la espada ayer.

Por lo general, venía a la oficina por la mañana, así que eso era extraño. Nephteros estaba avergonzada por solo darse cuenta ahora. Cuando ella colapsó, él también la salvó sin decir nada y permaneció a su lado todo el tiempo. A fin de cuentas, su comportamiento fue demasiado cruel.

“Chastille, ¿sabes dónde está Richard?” Preguntó Nephteros, poniendo el desorden de documentos sobre la mesa.

“Umm, lo siento. Yo no… Oh, espera. Barbatos, deberías saberlo,

¿verdad?” Chastille preguntó mientras miraba sus pies. La sombra se movió en respuesta.

“¿Huuuh? ¿Por qué tengo que…?”

“Por favor, Barbatos. Esto involucra a mi subordinado. También estoy preocupada”.

“Tch… Bien, supongo que puedo ayudar”.

Después de un rato, la sombra regresó con una respuesta, diciendo: “Está en el bosque a las afueras de la ciudad por alguna razón”.

“¿El bosque?”

Nephteros pidió más detalles y se enteró de que estaba en el lugar donde Chastille la había salvado durante el incidente cuando la quimera de Bifrons la atacó.

Ahora que lo pienso, ¿no es también cuando conocí a Richard?

Ese lugar era donde había perdido a varios de sus camaradas, por lo que algo significativo tuvo que haber sucedido que lo hizo tomar un descanso de repente para visitar ese lugar.

Si algo le preocupa, me gustaría ayudar.

Tenía una gran deuda con Richard. Además, todavía no tenía idea de lo que quería hacer con respecto a su propio problema, que quizás era la razón por la que quería intentar ayudar a sus amigos. Sí, fue precisamente porque le quedaba tan poco tiempo que volvió su atención a su entorno.

“Um, Chastille…”

“No necesitas preocuparte por mí. Kuroka regresará por la tarde. Por favor, vete.”

“Gracias… Tú también, greñudo”.

“¡¿A quién diablos llamas greñudo?!”

Con eso, Nephteros corrió hacia el bosque.

***

“Hic… ¿Por qué…? ¿Por qué yo…?”

Después de entrar a la tienda donde se encontraría con sus subordinados, Zagan encontró a una chica agachada en la esquina. La habían utilizado a fondo como muñeca de disfraces. Había ropa interior hecha completamente de cuerda, o tal vez era algún tipo de traje de baño, una especie de traje con orejas de conejo y cola, esa ropa hecha solo de cinturones que Nephy había sido hecha para usar antes, algún tipo de disfraz de animal, y muchos otros artículos similares esparcidos por todo el lugar.

Parecía que el tiempo de juego había terminado por ahora, por lo que la chica vestía un atuendo adecuado. Junto a ella, Kuroka estaba pálida hasta la cara, como si acabara de presenciar algo lamentable, mientras estaba de pie frente a Shax y cubría ambos ojos. Había ropa esparcida que no se podía mostrar a los hombres, así que esto tenía sentido. La cara satisfecha de la aviaria Manuela se destacó en completo contraste con la desastrosa escena.

Lisette jadeó ante la espantosa vista, luego de repente levantó la voz al ver el rostro de la chica agachada.

“¿Eh…? ¿Se parece a mí…?”

Reaccionando a su voz, la cabeza de la chica se levantó de golpe y sus ojos se abrieron de golpe.

“¡Aristella! ¿Estás bien?” dijo, poniéndose de pie como si no pudiera creerlo. Caminó hacia Lisette y la abrazó con lágrimas en los ojos. “¡Gracias a Dios… pensé que no podría salvarte!”

Incluso fue tan lejos como para frotar su mejilla contra la de Lisette, pero Lisette solo pudo mirarla con desconcierto.

“U-Um, lo siento. Probablemente estés equivocado… Mi nombre es Lisette…”

La chica probablemente se había dado cuenta al abrazarla. Soltó a Lisette aturdida y la miró a la cara.

“¿Eres… alguien más?”

“Perdón.”

La chica parecía que estaba a punto de caer de rodillas al llegar a este entendimiento, y Lisette la atrapó en pánico.

“¿E-Estás bien…?”

“Sí… lo siento. Te pareces a mi hermana pequeña”.

Mirándolas a las dos, Ginias tenía su mano en la gran espada en su espalda, pero Zagan le indicó que se retirara y negó con la cabeza. Ginias luego bajó la mano.

“Está bien, entonces, ¿qué tal si también te pruebas algo de ropa?” Dijo Manuela, acercándose a las dos chicas para consolarlas.

“Contrólate,” le advirtió Zagan.

Creía que las personas que no podían leer el estado de ánimo eran una necesidad a veces, pero esta no era una de esas ocasiones.

Honestamente, tenía ganas de buscar algo aquí que pudiera funcionar como el regalo de Nephy, pero decidió volver más tarde.

El grupo de Zagan ya eran habituales en esta tienda, por lo que fácilmente se les prestó el uso de la oficina en la parte de atrás. Era una habitación bastante espaciosa. Había dos sofás uno frente al otro con una pequeña mesa entre ellos. Escudos y otros adornos similares decoraban las paredes como una tienda de equipo adecuada, junto con algún tipo de certificado.

“Mi nombre es Dexia. Soy… era… la subordinada de Shere Khan”, dijo la chica después de lograr calmarse.

Zagan, Shax, Kuroka, Dexia, Lisette, Stella y Ginias estaban en la habitación. Estaba un poco abarrotado con todos los presentes, pero la habitación era suficiente para sus necesidades. Zagan y Stella se sentaron en un sofá, mientras que Dexia y Lisette se sentaron en el que estaba frente a ellos. Desafortunadamente, Zagan tuvo que hacer que Shax, Kuroka y Ginias se pusieran de pie. Esto era técnicamente un interrogatorio, por lo que este orden de asientos era un requisito.

Después de escuchar su sencilla introducción, Zagan se volvió hacia Kuroka y Shax.

“¿Les siguieron?” preguntó.

“Sí, fuimos seguidos apropiadamente aquí,” respondió Kuroka.

Por supuesto, había una razón para que los dos regresaran en carruaje en lugar de usar Transferencia a pesar de tener la custodia de una figura clave como Dexia.

No puedo descartar la posibilidad de extraer información de los perros de Shere Khan.

Kuroka y Shax, naturalmente, le habían informado a Zagan de los dos hombres con los que se habían enfrentado y que parecían ser subordinados de Shere Khan. Sus objetivos y habilidades eran un misterio, por lo que existía el peligro de que el carruaje pudiera haber sido atacado, pero era una oportunidad demasiado valiosa para pasarla por alto.

Por eso los hizo regresar de una manera que facilitó que cualquiera los persiguiera. Una vez que llegaron a Kianoides, estaban en la barrera de Zagan.

Cualquiera que pensara que podría escapar de la palma de un Archidemonio podría seguir adelante e intentarlo. Zagan buscó en la barrera a cualquiera que pudiera cumplir con los requisitos y tuvo una comprensión de dos aciertos positivos.

Parecía que estaban mirando esta tienda desde lejos. No tenía ninguna intención de involucrar a la tienda de Manuela, por lo que ya estaba preparado para lanzar un ataque preventivo si parecía que iban a intentar algo.

“¿Entonces? Una vez fuiste la subordinada de Shere Khan, la que merodeaba por esta ciudad hace un mes, ¿verdad?” Zagan le preguntó a Dexia.

“Sí…” respondió Dexia, asintiendo con rigidez.

Esa fue la primera vez que Zagan se enfrentó a Azazel.

“Tengo un montón de preguntas para ti, pero déjame comprobar una cosa primero”, dijo Zagan, esperando a que ella se preparara. Después de un rato, Dexia asintió tímidamente en respuesta a él. “¿Eres consciente de lo que eres exactamente?”

Lisette y Ginias eran las únicas que parecían no tener idea de lo que eso significaba.

“Soy un familiar creado por Shere Khan”, respondió Dexia, llevándose la mano al pecho. “Mi hermana Aristella es igual. Nos llama Nephilim. Fuimos creadas con el propósito de servir como sus brazos y piernas después de que perdió el uso de su cuerpo… O, era nuestro propósito…”

Los ojos de Lisette se abrieron de par en par ante esta revelación, pero Zagan decidió dejar eso para más tarde.

¿Nephilim…?

Era inquietantemente similar al nombre completo de Nephy, Nephelia. La expresión de Zagan se volvió sombría. No creía que Shere Khan estuviera apuntando a Nephy directamente, pero ¿todavía existía algún tipo de relación allí? Era mejor desconfiar de la posibilidad. En cualquier caso, a diferencia de Nephteros, Dexia tenía una idea firme de lo que era exactamente. Aunque, al final, ella estaba prácticamente en la misma situación después de ser abandonada.

“Dijiste que Shere Khan te hizo. ¿Sabes algo sobre ella?” Preguntó Zagan, apuntando sus ojos hacia Lisette.

Dexia negó con la cabeza. “Yo no… nunca he oído hablar de tener predecesores. Si hubiera habido un desertor antes que nosotras, no creo que hubiera podido escapar así tampoco…”

Shere Khan era un Archidemonio. Sería ridículo para él tener cero contramedidas si una de sus mascotas ya había soltado la correa. En ese caso, Lisette era diferente a las gemelas. Independientemente, había sido atacada en Alshiere Imera. Eso seguía siendo un misterio, pero al menos, Dexia no había sido informada de ello.

Supongo que es posible que Lisette se haya utilizado como modelo para crearlas.

Esa fue la única conjetura que Zagan pudo hacer basándose en la información que tenía.

“Lisette. ¿Hace cuánto empezaste a vivir en los callejones?” Preguntó Zagan.

“Umm, realmente no lo recuerdo. Supongo… ¿hace unos cinco años?” Zagan contuvo el ceño.

La respuesta es siempre hace cinco años…

Definitivamente se había involucrado con Shere Khan de alguna manera.

“Próxima pregunta. ¿Cuál es tu objetivo ahora?” Zagan le preguntó a Dexia.

“Quiero… salvar a Aristella”.

Esa era la chica que Zagan una vez no pudo salvar. En ese entonces, apenas había logrado mantener su vida, pero la mayor parte de su cuerpo había sido destruida por el Cazador de Serafines de Alshiera.

“¿Está viva?” Preguntó Zagan. “Creo que sí…”

“Ya veo. Entonces, la siguiente pregunta. Si Shere Khan te dijera, ‘salvaré a tu hermana, así que regresa’, ¿qué harías?”

Dexia se puso rígida. Era una pregunta cruel, pero necesaria. Su respuesta decidiría cómo la trataría Zagan. Apretó los puños con fuerza sobre su regazo y tembló, sus dedos se volvieron blancos por su agarre. Lisette se inclinó y le tendió la mano, estrechando suavemente las manos de Dexia.