Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 12

Capitulo 3: Algunas Cosas Cambian, Pero El Destino De Un Villano Está Escrito En Piedra

Parte 3

Kuroka había caído en la trampa del espadachín. No podía leerlo en absoluto, viendo que se había rendido de inmediato. Las cosas podrían arreglarse rápidamente si ella lo mataba, pero ya no era una asesina. Más importante aún, Shax no deseaba eso.

“Kurosuke, no te preocupes por mí”, dijo Shax con una sonrisa. “Al menos tengo suficiente talento para que el jefe confíe en mí, ¿sabes?”

Corrió hacia adelante como para atrapar el guantelete carmesí del chico de frente.

“¡Ese es el espíritu!” Gritó Asura.

“¡Whoa!”

En el momento en que pareció que Shax cargaba con vigor, sus piernas se enredaron y cayó espléndidamente. El chico se congeló por completo, su guantelete todavía en alto, incapaz de creer lo que acababa de ver.

“¿Qué diablos estás haciendo…?”

“¡Espera! ¡Dame un segundo! ¡Empecemos de nuevo!” Gritó Shax. “¡Deja de joderme!”

Shax se retiró lastimosamente, todavía sentado en su trasero. Esto pareció frotar aún más los nervios de Asura. El rostro del niño estaba rojo brillante de rabia. Obviamente, se acercó para golpear a Shax, pero para hacerlo, tuvo que perseguir al hechicero que se retiraba. Y así, su pie cayó justo donde Shax había caído de manera tan antinatural.

“¡Vete a la mierda!” gritó el chico. “Oblígame”, respondió Shax.

El suelo explotó bajo los pies del chico. Al parecer, Shax había preparado una trampa improvisada allí. Cualquier hechicero normal habría sido manejado con facilidad por la explosión, pero cuando el polvo se asentó, el chico parecía estar completamente ileso. Resultó que la forma de su guantelete podía manipularse libremente. Se había dispersado en pedazos y formado un escudo para resistir la explosión.

“¡Tch! ¡No creas que ese tipo de basura puede derribarme!”

“Oh, te derribaré bien”.

“¡¿Que—?!”

Shax usó el polvo para deslizarse detrás de Asura. Luego agarró el brazo izquierdo desarmado del chico, lo torció y lo empujó hacia abajo.

“¡Ow, ow, ow, ow, ow!”

“Está bien, es mejor que no te muevas. Las articulaciones humanas no están destinadas a doblarse de esta manera. Se romperá si no tienes cuidado”.

Gracias a su especialización en tratamiento médico, las artes de Shax se basaron en una comprensión completa de la estructura del cuerpo humano. Con esto, las cosas se resolvieron… o eso quería creer Kuroka, al menos.

“¿De verdad crees que voy a terminar con una mierda tan solapada?”

El chico agarró el suelo con su guantelete, levantando su cuerpo del suelo con el otro brazo todavía torcido detrás de él.

“¡O-Oye!”

“¡Raaah!”

Sorprendentemente, Asura los levantó a ambos del suelo con una parada de manos con un brazo. Luego hizo rodar su cuerpo hacia adelante y escapó del agarre de Shax.

“¿Seriamente…?” Shax murmuró. Luego, sin siquiera esperar a que aterrizaran, usó el cuerpo del chico como un trampolín para saltar lejos de él.

“¡No voy a dejarme atrapar por ese tonto truco de nuevo!”

“Apuesto a que no…”

Shax había querido terminar las cosas con ese truco, pero Kuroka sabía que eso no era todo lo que había en su fuerza. Podía ver múltiples círculos mágicos envueltos alrededor de su brazo mientras se preparaba.

¡No puede ser! ¡Esos son…!

Shax se abalanzó sobre el chico de nuevo. Esta vez, sin embargo, realmente estaba cargando directamente desde el frente. Su puño chocó con el guantelete del chico. Mana se convirtió en una onda de choque, extendiéndose por los alrededores. El pie de Shax se hundió en el suelo… y las ventanas de cristal de la zona se hicieron añicos.

“¡¿Qué diablos—?!”

El chico perdió el choque. La onda de choque lo hizo retroceder, enviándolo a estrellarse contra la pared detrás de él y convirtiendo la casa en ruinas en escombros.

“¿Qué tal? El puño de mi jefe duele bastante, ¿eh?”

Si tuviera que darle un nombre, el Puño del Archidemonio sería apropiado. Este fue el golpe del Archidemonio Zagan, reforzado por comerse sin cesar la hechicería de los demás. Fue un ataque que incluso había derrotado al Purgatorio Barbatos y al Archidemonio Andrealphus. Shax lo había reproducido él mismo sin tener que devorar la hechicería. Sin embargo, el precio de utilizar un ataque de este tipo no fue trivial. Un sonido horrible resonó en cada hueso entre el puño y el bíceps de Shax cuando la sangre estalló en el aire.

“¡Gah! Ugh…”

El Archidemonio Zagan podía mover ese puño porque era el más hábil cuando se trataba de reforzar su cuerpo. Shax también se especializó en cosas como médico, pero no pudo soportar el retroceso. Por otro lado, el niño se levantó de los escombros luciendo bastante bien, su guantelete permaneció intacto.

“¡Ow… hijo de puta! ¡Realmente lo hiciste ahora!”

Shax ya había comenzado a curar su brazo derecho roto. Había llegado lo suficientemente lejos como para volver a apretar el puño, pero si intentaba repetir ese golpe, esta vez perdería todo el brazo. Sin embargo, estaba listo para atacar.

“¡No puedes!” Kuroka gritó, apretando los dientes con fuerza. “¡Vaya, no voy a dejar—!”

El espadachín trató de bloquear su camino, pero sus ojos delgados como una rendija se abrieron de golpe. Cuando Kuroka echó a correr, su cuerpo se derrumbó. Era algo similar a cómo la vampira Alshiera se transformó en murciélagos. La diferencia fundamental era que Kuroka no se había transformado en murciélagos, sino en innumerables mariposas.

Las mariposas estaban hechas de luz, brillando con un brillo de arco iris. Esto no era un arte como Moonlit Night, sino un fenómeno más cercano al misticismo.

Qué está pasando… ¿El Cielo Sin Luna hizo esto?

Esta fue la primera vez, incluso para Kuroka. Sin embargo, a pesar del misterio del fenómeno, Kuroka entendió cómo moverse de esa forma. Las mariposas se reunieron frente a Shax como para protegerlo y reformaron el cuerpo de Kuroka.

“¿Qué?” Asura murmuró desconcertado, pero aún blandía su guante carmesí.

“¡No debe, Sir Asura!” gritó el espadachín, haciendo que el chico se detuviera. “Nos estamos retirando”.

“Bien…” el chico asintió, sonando inesperadamente obediente, luego golpeó el suelo con su guantelete.

Una gran cantidad de polvo voló en el aire, oscureciendo a los dos mercenarios. Para cuando el polvo se asentó, ambos se habían ido. Claramente eran bastante astutos, ya que incluso la espada rota que Kuroka había pateado a un lado se había desvanecido.

“Se escaparon… ¿O supongo que nos dejaron ir?” Dijo Shax, la sangre aún corría por su brazo.

Al ver eso, Kuroka declaró en voz baja: “Voy a cazarlos”.

***

“Probablemente estemos bien hasta aquí”.

Asura y Bato se detuvieron cerca de las ruinas de una iglesia porque no parecía haber nadie en los alrededores. Había paredes por todas partes que podían usarse como cobertura, pero los edificios de la zona se habían derrumbado, dejándola bastante abierta. Era imposible acercarse a veinte pasos de ellos sin que lo vieran.

Imposible si no hubiera ido por detrás delante de ellos, claro está.

Incluso después de recuperar la vista, los sentidos del olfato y el oído de Kuroka habían superado con creces a los de cualquier persona normal. Es más, había investigado el área de antemano, por lo que podía predecir de inmediato a dónde se retirarían. Se escondió detrás de una pared, borró su presencia y aguzó el oído.

“Entonces, ¿qué, la habilidad de esa mujer era tan difícil para bailar tango?” Preguntó Asura.

“Sí. Su forma era bastante diferente a la que conozco, pero… probablemente era Azazel,” respondió el espadachín con cautela.

Kuroka casi hace ruido al escuchar el nombre inesperado salir de sus labios.

“Tienes que estar bromeando…”, dijo Asura, poniéndose en guardia también. “¿No es ese el nombre del dios de esos malditos serafines?”

Kuroka ya no pudo ocultar su agitación debido a la serie continua de palabras sorprendentes.

Ojalá pudiera haber traído al señor Shax conmigo…

Al menos poseía alguna habilidad como agente de inteligencia, pero Shax podría haber obtenido mucha más información de esta conversación que ella. Kuroka lo había perseguido por su cuenta porque estaba herido, pero debería haberlo hecho lanzar algún tipo de brujería de comunicación sobre ella.

“Ya veo,” respondió el espadachín, levantando la cabeza y dándose cuenta de su propia irreflexión. “En tu época, eso es lo que era Azazel”.

“Hablas como si fuera algo más en tu época”.

Kuroka frunció el ceño ante la extraña conversación. Era como si los dos hubieran venido de diferentes edades y fueran conscientes de ese hecho.

¿Significa eso que son realmente los héroes de hace mil años…?

Brazo del Maleficio Asura y Clarividente Bato eran nombres que aparecían en las leyendas del Rey de Ojos Plateados. De vuelta en su ciudad natal, Kuroka había leído muchos de esos cuentos con Lilith. Sin embargo, según las leyendas, los dos no vivieron en épocas diferentes.

Decidiendo que dejaría descubriendo la autenticidad de sus identidades a Zagan y Shax, Kuroka se centró en escuchar bajo la suposición de que eran, de hecho, esos mismos héroes.

“Sí,” respondió el espadachín. “En mi época, Azazel fue dividido en dos por el Rey de Ojos Plateados. La mitad siguió siendo el dios terrible, mientras que la otra se convirtió en una espada. Lo llamamos la Espada Seráfica”.

La Espada Seráfica Azazel… ¿lo que significa que era la espada de un serafín? Sin embargo, Zagan había estado buscando a Azazel bajo el supuesto de que era la decimotercera Espada Sagrada. Kuroka bajó la mirada hacia el cielo sin luna en su mano. Según Alshiera, esta espada había sido empuñada una vez por el Rey de Ojos Plateados.

Entonces, ¿qué es exactamente esta espada?

Si la aldea de Adelhide todavía estuviera por ahí, podría haber quedado algún tipo de leyenda por investigar, pero nada de esto le sonaba familiar a Kuroka.

“Si ella es su portadora actual, supongo que eso la convierte en el Rey de Ojos Plateados de esta generación”, continuó el espadachín. “Incluso si ambos la aceptamos a la vez, creo que esa carga es demasiado pesada para nosotros”.

Sin que ellos lo supieran, alguien más se llamaba con ese nombre en este momento, pero Kuroka sintió que no podía ignorar eso como un simple malentendido. Tarde o temprano se enteraría de los detalles completos. En cualquier caso, estos dos asumían que Kuroka era el actual Rey de Ojos Plateados.

“Tiene los ojos rojos y es una chica, ¿sabes?” Asura murmuró dubitativo. “Podría haberse convertido en un título simple después de mil años”.

“Por Rey de Ojos Plateados, te refieres a——, ¿verdad?” Asura preguntó solo para estar seguro. “Esa mujer no tiene ojos plateados, pero ¿tal vez sea una de sus descendientes?”

Kuroka no pudo escuchar muy bien el nombre que dijo.

No, no es que no pudiera escucharlo… Se siente más como si estuviera bloqueado por algún tipo de brujería.

“Lo siento, ¿cómo lo llamaste? Realmente no pude escucharte”, preguntó el espadachín, aparentemente bloqueado para escucharlo también.

“¿Eh? Yo dije——. Nuestro líder.”

El espadachín se hundió en sus pensamientos y murmuró: “Esto puede sonar extraño, pero no puedo percibir el nombre que está diciendo, Señor Asura”.

“¿Qué significa eso…?”

“Si el nombre que dices es el del Rey de Ojos Plateados, entonces eso significa que había derribado a un dios. Debe haber pagado algún tipo de precio, lo que significa que es muy probable que estuviera cargado con algún tipo de maldición”.

“Una maldición… Ese tipo dijo lo mismo cuando vio mi Brazo del Maleficio”.

“Después de todo, Marchosias aniquiló total y completamente a los serafines después de que perdieron sus poderes,” dijo el espadachín con una sonrisa irónica. “Los maleficios de los serafines empezaron a ser llamados maldiciones por odio”.

“¿Tu espada de maleficio también?”

“Así que te diste cuenta, ¿eh? Sí, esto también”.

Su espada, de hecho, había sido un arma con una historia interesante. Si Kuroka no lo hubiera obligado a dejarlo, podría haber sido empujada a una dura pelea.

“Entonces, si no podemos escuchar su nombre, entonces el Rey de Ojos Plateados tendrá que hacerlo, ¿no?” Dijo Asura. “¿Tienes idea de por qué terminó así?”

“No… quiero decir, nadie regresó de ese lugar con vida, después de todo.”

“Así que fuiste aniquilado…” murmuró Asura, luego agregó con una voz afligida, “¿Eso significa que Ashy también murió…?”

“Por Ashy, ¿te refieres a Lady Alshiera?”

Kuroka casi dejó escapar un sonido de nuevo al escuchar la mención de un nombre familiar.

“Puede descansar tranquilo. Ella todavía estaba viva en mi época. O al menos, todavía lo estaba cuando morí en la batalla”.

“Ya veo… Mmm. Eso es bueno, entonces…”

Había un alivio genuino en la voz de Asura, pero Kuroka podía sentir que el espadachín todavía estaba escondiendo algo en su silencio. Los dos hombres hablaron como si ya hubieran muerto. Hizo que a Kuroka le doliera la cabeza. Había demasiada información para que ella pudiera transmitir a sus aliados.

“Organicemos toda la información que hemos obtenido por ahora”, dijo el espadachín, volviendo a armar las cosas. “Primero, este es el mundo mil años después de nuestra muerte”.

“¿Significa que tengo otros veinte o treinta años contigo? Bueno, entonces supongo que tiene sentido que el mundo sea totalmente diferente”.

Asura realmente había venido de una era anterior a la del espadachín.

¿Cuánto había cambiado el mundo durante mil años? Kuroka ni siquiera podía imaginarlo, pero las diferencias deben haber sido asombrosas.

“Sí,” continuó el espadachín. “En segundo lugar, las técnicas de espada no han avanzado mucho desde nuestra era”.

“¿Eh? Solo la vi dar un solo golpe, pero parecía que tenía la habilidad suficiente como para que sea un desperdicio que sea una chica, ¿sabes?”

“Acordado. Incluso si ella luchó contra el Rey de Ojos Plateados de mi época, no creo que él la supere. Sin embargo, ella tampoco lo superaría mucho. Con toda probabilidad, las técnicas de espada ya se habían completado en nuestra época”.

Lo que significa que mientras las herramientas que usaban no cambiaran, el desarrollo de un arte tenía sus límites. Escuchar que no había habido ningún progreso entristeció a Kuroka, pero esa emoción no importaba en este momento, así que la sacó de su mente.

“Tercero,” dijo el espadachín, la tensión ahora espesa en su voz. “En completo contraste, la hechicería ha avanzado a un nivel aterrador”.

“¿Esa cosa que usó el tipo? Bueno, a pesar de chocar de frente con mi Brazo del Maleficio, parecía que el combate era en realidad el punto débil de ese tipo”.

“Eso no es lo que quiero decir. El potencial destructivo de su puñetazo fue asombroso, sí, pero me refiero a su velocidad de curación. Su brazo fue casi arrancado por el choque con su Brazo del Maleficio, pero en unos pocos segundos, casi volvió a la normalidad. ¿Es realmente humano? Si puede lanzar la misma curación sobre otros, no habrá forma de derrotarlos”.

Kuroka estaba asombrada. Estos dos la habían estado observando a ella y a Shax incluso más de lo que ella los había estado observando. Incluso entendieron el nivel de la hechicería médica de Shax de un solo vistazo.

“Cuarto”, dijo Asura esta vez. “Las órdenes de ese caballero no tienen fuerza convincente sobre nosotros”.

“Sí. Ambos podríamos rendirnos y retirarnos. Tampoco hubo efecto cuando mentiste”.

Kuroka entrecerró los ojos al escuchar esa parte.

¿Ese Caballero…? ¿Un Caballero Angelical, quizás?

Algunos caballeros no eran Caballeros Angélicos, pero en esta época, el término normalmente se refería a los caballeros de la iglesia. Los dos hablaron como si estuvieran bajo el mando de este caballero que habían mencionado.

“Odio a ese tipo”, proclamó Asura. “Quiero decir, se siente como si abandonara a sus amigos para escapar”.

“Ha ha ha. ¿Usted también lo cree, Señor Asura? También me resulta difícil que me gusten personajes tan turbios”.

“Odias a la gente que es como tú, ¿eh? Lo entiendo.”

Al ver al espadachín perplejo por su comentario, Asura se rio antes de continuar la conversación diciendo: “Aun así, realmente no entiendo lo que está pasando. Estamos completamente sujetos a las órdenes de Shere Khan, ¿no? Y aquí, Shere Khan nos ordenó obedecer a ese caballero, entonces, ¿por qué podemos desafiarlo? A juzgar por lo que vimos de los demás, esa obediencia absoluta no es algo que puedas ignorar por capricho”.

Kuroka ladeó la cabeza con curiosidad cuando escuchó eso.

¿Significa esto que Shere Khan puede lavar el cerebro de las personas con hechicería?

Parecía que Asura y Bato estaban en una posición en la que no podían desobedecer a Shere Khan.

“Si tuviera que adivinar…” murmuró el espadachín, claramente perdido en sus pensamientos. “Yo diría que no hay efecto a menos que sea una orden directa de la boca de Shere Khan. O quizás…”

“¿Eso no fue un orden para empezar?”

“Precisamente.”

Kuroka no podía entender nada en este punto, así que se aseguró de escuchar. Las cosas serían más fáciles de decidir si supiera un poco más sobre sus circunstancias.

“En ese caso, ¿qué gana Shere Khan?” Asura preguntó dubitativo. “Dependiendo de cómo vayan las cosas, incluso podríamos traicionarlo. Esto no tiene sentido”.

“Tienes un punto ahí. Aun así, parece tener sus propias circunstancias para considerar. Independientemente, puedo pensar en dos posibilidades. Primero, ese caballero comprende la debilidad de Shere Khan”.

“Me pareció más bien al revés. ¿Cuál es el otro?”

“Es necesario que actuemos de forma independiente”.

“Quiero decir, esa es la parte que no entiendo”.

Kuroka podía entender de adónde iba el espadachín.

Si Shere Khan los domina por completo, existe el peligro de que sus acciones sean predecibles.

Eso significaba que Shere Khan esperaba que actuaran de manera imprevista. O, en otras palabras, el Archidemonio se había hecho un enemigo aparte de Zagan del que tenía que desconfiar hasta tal punto. Kuroka acababa de escuchar esto de Shax después de su informe a Zagan.

¿Entonces esta gente está destinada a mantener a raya a Bifrons? Ya veo… Por eso dudaban en reconocernos como enemigos. Oh, entonces la mentira fue que les ordenaron matarnos.

Su atención se había centrado principalmente en la recopilación de información. De principio a fin, no habían hecho nada innecesario. Todas sus acciones tenían un refinamiento aterrador.

“Así que así es”, dijo Asura riendo. “Esa es información más que suficiente para disculparnos por hacernos compañía para averiguar todo eso, ¿no?”

Esas palabras estaban claramente dirigidas a Kuroka. Se habían dado cuenta de que estaba escondida en la zona. En otras palabras, habían hablado de todo esto sabiendo que ella estaba escuchando a escondidas todo el tiempo.

Realmente podrían ser los héroes de hace mil años.

Era irritante, pero ella claramente había estado a la defensiva todo el tiempo.

“Tienes mi agradecimiento…” respondió ella.

“Señor Asura, parece que ella estaba detrás de nosotros”.

Kuroka salió de su escondite y vio a Asura mirando en la dirección opuesta. Sabían que se las había arreglado para cortarlos, pero no habían captado su ubicación exacta.

“Ah, claro,” añadió alegremente el espadachín. “Sobre el caballero que nos envió aquí para ganar tiempo… Parece estar persiguiendo a una chica que corre por esta ciudad. ¿Podría ser tal vez una compañera tuya?”

Básicamente le estaba diciendo: “Nuestro empleador es una molestia, así que ¿podrías encargarte de el por nosotros?”

Pero… ¿una chica?

Kuroka no tenía idea de quién podría ser. Si hubiera sido alguien en el campamento de Zagan, definitivamente ya se habría dado cuenta, lo que significa que Shax lo habría oído antes durante su informe regular. En cuanto a las personas que estaban fuera del campamento de Zagan, Kuroka no tenía ni lo más mínimo. No había nadie que viniera a un pueblo tan desolado, y mucho menos una chica.

No, tal vez, solo tal vez…

No tenía pruebas y no creía que fuera posible. Para empezar, le habían dicho que esas chicas poseían una ferviente lealtad a Shere Khan. Incluso si habían sido abandonados por fallar en su misión, había sido hace tanto tiempo, lo que lo hacía aún más dudoso.

Pero si son ellas…

Kuroka realmente no tenía ninguna obligación de salvarlas. De hecho, tenía más motivos para guardarles rencor. Era posible sacarles algo de información si las traía vivas, pero su supervivencia no tenía nada que ver con ella. Además, Shax resultó herido, por lo que Kuroka no quería tener más problemas. O al menos se suponía que ese era el caso.

“¿Quién sabe? Me pregunto sobre eso”.

Después de dejar esas palabras atrás, Kuroka salió corriendo.

***

“¡Le dieron! ¡Para!”

De vuelta en Kianoides, una espada de madera voló alto en el aire en la plaza frente a la iglesia.

“¡Oooh! ¡Alfred perdió!”

Un caballero delgado con una armadura azul brillante se enfrentó a un joven que vestía una armadura ungida. El caballero de azul miró su espada de madera aturdido, luego finalmente recobró el sentido al escucharla golpear el suelo.

“Qué espléndido…” murmuró con un suspiro de admiración. “Te has vuelto fuerte, Richard.”

“¡Muchísimas gracias!”

El nombre del vencedor era Richard. Su oponente era uno de los Tres Caballeros del Cielo Azul, el portador de la espada larga Alfred. Érase una vez, los Tres Caballeros del Cielo Azul habían sido poco más que las élites de Kianoides.

Sin embargo, después de desafiar al Archidemonio Zagan y fallar, se habían elevado al rango de los mejores entre los mejores Caballeros Angélicos de la región. Entre ellos, el Caballero Angélico llamado Alfred fue superado solo por Chastille. En otras palabras, era el caballero más fuerte de la ciudad excluyendo a los Arcángeles.

Por eso Richard le había pedido un gran favor a Alfred para que lo ayudara con su entrenamiento. Y hoy, Richard finalmente le había dado un golpe.

“Hngh…” Alfred gimió, mirando al cielo como si estuviera conteniendo las lágrimas. “¡De ahora en adelante, mi asiento entre los Tres Caballeros del Cielo Azul es tuyo! ¡Protejan a Lady Chastille hasta el final de sus días!”

“¿Eh? No, eso es un poco…” Richard se calló, sonando algo preocupado, pero los otros Caballeros Angélicos no le prestaron atención y se reunieron alrededor de Alfred.

“¡Lo hiciste bien, Alfred!”

“Así es como pasa la vieja guardia, supongo… Se sentirá muy solo sin ti”.

“No digas eso, Torres. Un hombre del calibre de Alfred ha reconocido a su sucesor, ¡así que debemos aceptarlo!”

Se sentía como si Richard ya no pudiera interrumpir su conversación, dejando un sudor frío corriendo por su frente.