Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 17

Interludio 1: Una Conversación Entre Gobernante Y Santa

En el castillo de Proxia, en la arena donde Rio una vez cruzó espadas con Nidoll mientras se infiltraba en busca del paradero de Lucius…

Había un chico bajito con una alabarda y un hombre flaco. El chico era Kikuchi Renji, que había trabajado como aventurero después de que fue convocado a este mundo hasta hace poco. El hombre delgado no era otro que el embajador del Imperio de Proxia, Reiss.

Renji blandió sus Armas Divinas, la alabarda, mientras corría por el campo de arena. “¡Ha!”

Renji estaba actualmente en medio de un entrenamiento de combate. Reiss se había colocado en los asientos de los espectadores en un lugar con buena vista, creando innumerables esferas de luz y disparándolas a Renji desde lejos.

“¡Haaagh!”

Renji corrió a través de la red de luz circundante, balanceando ocasionalmente su alabarda para cortar a los que se acercaban demasiado.

Hmm… Ahora puede moverse bien. Su evaluación de la situación también se ha vuelto más precisa.

Reiss pensó en elogios del crecimiento de Renji mientras controlaba la lluvia de luz. Sólo entonces— “Sir Vulfe”.

Un caballero corrió hacia Reiss. Parecía tener prisa, ya que jadeaba levemente. Por cierto, “Vulfe” era el apellido de Reiss cuando trabajaba como embajador del Imperio de Proxia.

“¿Qué es?”

“El emperador te ha convocado. Por favor diríjase a la sala de audiencias de inmediato”.

“La sala de audiencias…” Reiss se tapó la boca con la mano, pensativo.

No me dieron ninguna advertencia por adelantado, por lo que debe ser un visitante inesperado. Alguien a quien esté dispuesto a conocer cuando no le interesen los asuntos gubernamentales… Ya sea un invitado muy importante o uno raro e inesperado.

Reiss lo adivinó en un instante y sonrió. Lo más probable es que Nidoll quisiera que Reiss estuviera presente en esa reunión.

“Entiendo. Me dirigiré allí de inmediato. Por favor, infórmele a Renji que por ahora debe entrenar solo”.

Con esas palabras, Reiss dejó de lanzar los innumerables orbes de luz y se fue.

¿Qué…? ¿Terminó el entrenamiento por hoy? Finalmente también me estaba calentando…

Sorprendido por el repentino final de los ataques, Renji miró hacia arriba del campo y vio a Reiss irse con una expresión decepcionada.

***

Diez minutos después, Reiss había llegado a la sala de audiencias del castillo de Proxia. En el extremo más alejado de la habitación, frente a la puerta, estaba la plataforma donde el emperador Nidoll Proxia estaba sentado en el trono, mirando al visitante en el pasillo debajo de los escalones.

Solo había dos personas en la habitación además de Reiss. Reiss se escondió en una posición que el visitante no podía ver para ver la escena.

Bueno, este es un invitado bastante raro. Reiss miró al visitante y torció la boca en un rayo torcido. Era una mujer de cabello negro con un vestido estilo hábito. Normalmente, a uno no se le permitiría levantar la cabeza ante Nidoll sin permiso, pero…

“¿Qué tipo de nación ni siquiera puede ofrecer una silla a un invitado? Qué grosero debe ser este llamado Imperio de Proxia”.

La mujer no mostró una reverencia particular hacia Nidoll y expresó fuertemente su disgusto en su lugar. Su tono era tranquilo y educado, pero el contenido de sus palabras era tremendamente provocativo. Un ejemplo de libro de texto de cortesía superficial.

“Bwa ha ha, ¿la maleducada que irrumpió en una audiencia sin cita previa está predicando modales? Qué absurdo”. Nidoll no pareció molestarse por las palabras y la actitud de la mujer, y se río a carcajadas.

Se está divirtiendo.

Habiéndolo conocido desde hace mucho tiempo, Reiss podía rastrear los pensamientos de Nidoll algo bien. Nidoll normalmente lamentaba el aburrimiento de quedarse dentro del castillo todo el tiempo, por lo que probablemente encontró divertida la repentina aparición de un compañero de conversación agresivo.

“Desde que aceptaste un encuentro repentino con una extraña, tenía grandes esperanzas de que el Emperador Proxia fuera una persona de mente amplia… Supongo que estaba equivocado. Eres solo un pequeño alevín que ni siquiera puede mirar a tu interlocutor desde el mismo nivel de ojos”, dijo la mujer con tristeza, provocando intencionalmente a Nidoll.

“No eres completamente extraña para mí. Eres la famosa santa, ¿no es así?” Nidoll sonrió con la tranquilidad de un emperador, adivinando su identidad sin dejarse engañar por sus provocaciones. De hecho, la mujer era la Santa Erica.

“Oh, ¿has oído hablar de mí?” Los ojos de Erica se abrieron con sorpresa.

“Recibí la noticia de que uno de mis estados vasallos remotos fue derrocado y se estableció una nueva nación”.

“Seguro que te llegó rápido la palabra”.

“Fue un cambio interesante en el aburrido estado de la política internacional. Me dejó una impresión. ¿Cuál es tu objetivo? Visitando al gobernante del estado soberano a la nación que derrocó con una revolución, todo por su cuenta. Fue un movimiento bastante caprichoso, de verdad”, dijo Nidoll con una sonrisa.

“Simplemente vine a observar esta nación y encontrarme con su gobernante”, respondió Erica, con valentía pero con calma.

“¿Observar qué, exactamente?”

“El estilo de vida de la gente en esta nación y si están siendo oprimidos por el gobernante, que serías tú”.

“¡Ha ha, ha ha ha!”

“¿Qué es tan gracioso?”

“Una mujer sospechosa que dice ser la santa llega repentinamente y declara que está juzgando si el emperador mismo está oprimiendo a la gente. ¿Quién no se reiría de eso? Ciertamente no es el trabajo de alguien en su sano juicio. Sin embargo…” Nidoll miró a Erica, reprimiendo su risa.

“Sin embargo, estoy perfectamente cuerda”. Erica ladeó la cabeza con curiosidad.

“Muy bien… Entonces, ¿Qué te pareció esta nación a los ojos de ti santa?”

“No miro a la nación, sino a las personas que viven en ella. En otras palabras, los ciudadanos y su gobernante”.

“Considero que eso es lo mismo. ¿Y?”

“Permítame ir directo al grano. Abdica del trono y entrega la nación al pueblo de inmediato. Eso conducirá a la salvación del pueblo”. Erica miró fríamente a Nidoll, quien se reclinó en su trono con arrogancia.

“No puedo ver cómo abdicar al gobernante de su trono conducirá a la salvación del pueblo. ¿Y si me niego?”

“Justicia punitiva”, declaró Erica sin dudarlo.

“¿Oh? ¿Le gustaría probar eso aquí y ahora?” Nidoll sonrió desafiante, dando la bienvenida a una pelea. Agarró la empuñadura de la espada que llevaba consigo a todas partes, incluso a la sala de audiencias. Sin embargo…

“No, ahora no es el momento adecuado. No hay revolución sin la voluntad del pueblo. La gente de esta nación debe aprender primero”. Erica negó con la cabeza con calma.

“¿No es el momento adecuado, dices? Después de llegar al corazón del imperio y declarar la guerra, ¿esperas marcharte libremente?” Nidoll señaló su espada, amenazando con levantarse y desenvainarla en cualquier momento.

“En ese caso, no tengo otra opción”.

Erica no vaciló. Una hermosa maza parecida a un khakkhara apareció aparentemente de la nada, la cual tomó en su mano. Ella miró fijamente a Nidoll de manera rotunda, como si no pensara nada de él, como si ni siquiera valiera la pena su atención, y asumió una postura de lucha.

El aire entre los dos estaba a punto de estallar, cuando Nidoll de repente habló.

“Te creí una mujer tonta borracha de poder más allá de tus posibilidades, pero parece que no eres un simple bufón. Eres más una bruja malvada”. Después de mirar el rostro de Erica con sospecha, Nidoll bajó la mano de la empuñadura de su espada. Consideraba a Erica una bruja, no una santa.

“Heh. Heh heh heh. ¿Llamar bruja a una santa? Qué duras palabras”.

Fue en este momento que Erica mostró una emoción similar a la humana por primera vez. Su boca se torció en una sonrisa de éxtasis.

“¿Oh? Esa es una expresión bastante notable. No es algo que uno pueda imaginar de una santa”, señaló Nidoll con alegría.

“Bueno, discúlpame”. Erica se tapó la boca para volver a aplicar su sonrisa de santa.

“Hmph. Realmente eres una bruja malvada”.

“Si así es como me ves, entonces eso es lo que debo ser para ti. Apunto a tu cuello, así que es razonable. No hay forma de que un emperador arrogante pueda entender las formas en que un santo lleva la salvación a la gente.”

“Piensas en la gente, guías a la gente y les traes la salvación. Entiendo que es tu imagen de santa”.

“Vaya, estoy tan contenta de que me entiendas”.

“Y también sé que en realidad no estás pensando en la gente. Una santa a nivel de la superficie”.

“No estoy segura de lo que estás hablando…” Erica ladeó la cabeza, desconcertada por lo que Nidoll se refería.

“Así que continuarás con tu tonto acto de bufón, ¿eh? Bien. Veamos quién puede robar más vidas de la gente”.

“¿Robar la vida de la gente? Realmente no sé de qué estás hablando”. Erica suspiró cansada.

“Seguro que puedes hablar por alguien que busca pelea tan descaradamente. Digo que estoy dispuesto a llevarte a la guerra que tanto deseas, y donde hay guerra, la muerte es inevitable. No me estás diciendo que no lo sabes, ¿verdad? No después de haber cobrado tantas vidas durante la revolución que refundo la nación”.

“Es un mal necesario para salvar a más personas, pero aún es lamentable. Sin embargo, si se trata de la guerra, estaré al frente. Reprimiré los sacrificios civiles al mínimo absoluto”.

“Qué confianza. En ese caso, no tenemos nada más que discutir. Apártate de mí vista.”

“Oh, ¿me dejarás irme así?”

“¿Querías quedarte?” Nidoll respondió a la curiosa pregunta de Erica con otra igualmente dudosa.

“…No.”

“Entonces vete. Sal de esta habitación y muéstrate por la puerta principal”.

La próxima vez que nos veamos será en el campo de batalla, dio a entender Nidoll. “Entonces adiós.”

Erica giró sobre sus talones y salió por la puerta abierta de la sala de audiencias. Esto dejó a Nidoll y Reiss solos en la gran sala.

“No hay duda de que es una heroína. El khakkhara que reveló era un Arma Divina”, dijo Reiss, apareciendo ante Nidoll.

“Por su flagrante provocación, claramente no le importaba causar un incidente aquí y ahora. Parecía tener mucha confianza en sus habilidades, pero era demasiado agresiva incluso considerando eso. Parecía loca, pero tranquila. Una mujer problemática para un héroe”. Al contrario de las palabras de Nidoll, su tono parecía emocionado con los eventos.

“Dependerá de la cantidad de poder del Arma Divina que pueda extraer, pero puede ser mucho más problemática que el Caballero Negro que actualmente reescribe la estructura de poder de Strahl con sus llamativas acciones. Los héroes tampoco se pueden matar fácilmente, así que tanto más… ”

Reiss suspiró inquieto.

“Con Lucius muerto, no puedo hacer nada contra él en el corto plazo. Aprovecharé esta oportunidad para seguir los movimientos de la santa”.

Con eso, comenzó a caminar hacia la puerta por la que había salido Santa Erica. Nidoll lo vio marcharse en silencio.

“Llevar la salvación a la gente no es obra de los cuerdos, pero esa mujer habló de la salvación mientras entendía eso. Ese comportamiento hostil… ¿Cuál podría ser su verdadero objetivo al establecer un movimiento religioso…?” murmuró para sí mismo.

***

Mientras tanto, la Santa Erica salió de la sala de audiencias y salió al jardín del Castillo de Proxia, acompañada de varios caballeros. Una vez que llegó a la puerta…

“Esta es la salida”. Los caballeros que la acompañaban se detuvieron y le hicieron un gesto a Erica para que se fuera.

“Gracias”, dijo Erica con una brillante sonrisa, luego marchó directamente hacia la puerta, pasando a través de ella mientras estaba bajo la atenta mirada de los caballeros y guardias. Después de caminar lo suficiente para que el castillo imperial se encogiera de tamaño detrás de ella, se detuvo y se dio la vuelta, mirando al castillo con una mirada fría.

Como se esperaba del gobernante de un gran imperio, no es tonto. Quizás debería probar un enfoque diferente la próxima vez. El problema es adónde ir…

Galarc, Beltrum, Centostella. Esas naciones fueron los candidatos que se le ocurrieron a Erica. Todas eran naciones conocidas con grandes poblaciones.

Ahora que lo pienso…

Erica recordó algo después de una pausa.

El Gremio Ricca se encuentra en Galarc, si mal no recuerdo. Un gremio de comerciantes con tanta influencia sobre otros reinos podría usarse con ventaja. Quizás pase antes de visitar al rey. Mi próxima parada será el Reino de Galarc. Primero, programaré una reunión con la presidenta del Gremio Ricca. Es hora de reunirse con los demás.

Erica decidió su próximo destino. Su boca se torció en una sonrisa mientras se distanciaba del castillo de Proxia con pasos ligeros.