Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 13

Capítulo 9: La Fiesta

HABÍAMOS PROGRAMADO la fiesta de cumpleaños sorpresa para un día en que Norn se quedara en casa y Roxy no trabajara. Sylphie normalmente habría estado trabajando como guardaespaldas, pero Ariel le había dado un día libre especial.

Todos los preparativos estaban terminados; ahora sólo era cuestión de ejecutarlos.

Para empezar, llamé a Norn, Aisha y Roxy al salón.

“Hey, tengo algo en mente para hoy. ¿Qué les parece si vienen las tres?”

“¿Venir… para qué?”

Mis hermanas inclinaron la cabeza con curiosidad.

El objetivo principal de esta salida, por supuesto, era sacarlos de la casa por unas horas para que mis cómplices pudieran recoger los regalos y preparar toda la comida.

“Por supuesto, Rudy. Estaré encantada de ir”.

Lo habíamos planeado todo de antemano, así que Roxy no perdió tiempo en aceptar la propuesta.

No sabía que ella misma iba a ser sorprendida. ¡Mwahaha!

“Oye, mamá, ¿puedo ir?”, preguntó Aisha, dirigiéndose a su madre. “Todavía me queda trabajo por hacer”.

“Has sido invitada por el propio maestro Rudeus. Por supuesto que puedes ir”, respondió Lilia. Aisha asintió contenta.

Norn, en cambio, no respondió inmediatamente. Miraba a Sylphie con una expresión de ansiedad en su rostro. Después de un momento, se volvió hacia mí y habló. “¿Invitas a Roxy, pero no a Sylphie?”

“¿Eh?”, dijo Sylphie, moviendo la cabeza hacia nosotras. Parecía un poco alterada por este repentino giro en la conversación. “Uh, bueno, ya sabes… ¡tengo que cuidar de Lucie!”

“¿No salisteis los dos con Rudeus el otro día? ¿Realmente estás bien con esto?”

“Uhhh…” Sylphie me miró con incertidumbre. Pero luego miró a Roxy, y pareció dar con una idea de algún tipo. “En realidad, todo esto fue idea mía”.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“Bueno, Norn… aún no has calentado a Roxy, ¿verdad?”

“Supongo que no, no”.

“Sí. Y no es muy divertido tener ese tipo de tensión en la casa. Pensé que podría ayudar si pasaban algo de tiempo juntos, ¿sabes? No puede hacer daño conocerse mejor”.

“…Oh, ya veo. De acuerdo entonces”.

Norn parecía convencida con esto, pero Aisha parecía un poco dudosa. Después de todo, ella ya se llevaba bien con Roxy. La había visto llevarle a Roxy té y bocadillos cuando se dormía tarde para preparar las clases del día siguiente.

Sin embargo, después de unos momentos, Aisha pareció decidir que esos detalles no eran demasiado importantes. Se encogió ligeramente de hombros y luego sonrió para sí misma.

Por favor, no me digas que ya se ha dado cuenta…

“Así que eso es todo”, dijo Sylphie con una sonrisa de satisfacción. “Vayan a divertirse, ¿de acuerdo?”.

“¡De acuerdo!”, corearon mis hermanas.

“Agradezco su consideración”, añadió Roxy.

Había sido un poco difícil, pero habíamos superado el primer obstáculo.

Los preparativos para esta fiesta iban a llevar algo de tiempo.

Sólo había dos personas para recoger los regalos, cocinar la comida y montar toda la decoración. Para darles un respiro, mi objetivo era matar el tiempo con las niñas hasta primera hora de la tarde.

Sin embargo, no podía arriesgarme a llevarlas al Distrito de Comercio. Existía la posibilidad de que se toparan con Sylphie mientras recogía los regalos.

Todavía quedaba el Distrito del Alojamiento, el Distrito del Taller y la propia Universidad, pero tenía otra idea en mente.

“¿Pescar, eh…?”

Los cuatro estábamos fuera de la ciudad por completo. Aquí fuera, había suficiente silencio como para escuchar el pequeño arroyo debajo de nosotros gorgoteando suavemente. Y el agua era lo suficientemente clara como para ver a los peces corriendo bajo la superficie.

“Sí. Parece una buena actividad de unión familiar, ¿no crees?”

“Ya veo. Así que Sylphie no estaba inventando todo eso antes…”

Charlando tranquilamente con Roxy, empecé a desempacar el equipo de pesca que había preparado para esta expedición. Por desgracia, no teníamos nada tan cómodo como un carrete o un señuelo. Nuestras cañas eran simples cosas de madera, con líneas hechas de seda de Araña Gigante trenzada. También teníamos flotadores hechos con sacos de rana radiata, anzuelos de hierro y lombrices de tierra como cebo.

“Nunca he pescado antes, sabes”, dijo Norn un poco nerviosa.

“¡Yo tampoco!”, dijo Aisha. “Sin embargo, siempre quise intentarlo”.

A pesar de su inexperiencia, las dos no dudaron en coger su parte del equipo. Aisha puso rápidamente el flotador y el anzuelo en su sedal, clavó una lombriz en él y salió corriendo hacia el arroyo. En cuestión de segundos, había lanzado el sedal al agua con un movimiento exagerado.

Estaba un poco impresionado a pesar de mí mismo. ¿Era realmente la primera vez que lo hacía?

“Um, ¿Rudeus? ¿Cómo me pongo esto correctamente?”

Norn, por su parte, miraba su flotador y su anzuelo con una expresión de incertidumbre.

“Je, je. Yo tampoco lo sé. No he pescado en mi vida, ya ves”.

En mi anterior encarnación, había sido un tipo estrictamente de interior. Nunca había ido a pescar y nunca había sentido ningún interés por hacerlo. Y, por supuesto, tampoco había sentido la necesidad de intentarlo en este mundo. Cuando quería peces, podía conseguirlos fácilmente congelando el agua.

“¿Quieres que te enseñe, Norn?”, ofreció Roxy con dudas.

Parecía que tenía algo de experiencia. Eso fue un golpe de suerte. Siempre podíamos haber ido a tientas por ensayo y error, pero siempre era más rápido aprender de alguien que sabía lo que estaba haciendo.

“Sí, por favor”.

Norn acabó aceptando la oferta de Roxy, pero parecía un poco conflictiva. El chico era un miembro fiel de la Iglesia de Millis. Tenía que suponer que se sentía un poco incómoda con Roxy, ya que era mi segunda esposa.

Sin embargo, no parecía que la odiara activamente. No a nivel personal, al menos.

“…Muy bien, ahora inténtalo tú.”

“¿Así?”

“Así es. Eres bueno en esto”.

“…Gracias.”

Roxy le mostró a Norn las cuerdas paciente y educadamente. Norn le devolvió el favor escuchando atentamente.

Parecía una buena señal. Realmente quería que se llevaran bien, al menos.

Pronto, los cuatro habíamos ocupado nuestros lugares a lo largo del arroyo.

La experiencia de Roxy fue inmediatamente evidente. Sentada en una pequeña “silla” que había hecho con mi magia terrestre, miraba con atención el agua, sujetando la caña con una mano. Cuando percibía la más mínima vibración, tiraba de la caña hacia arriba con una velocidad extraordinaria.

Todavía no la había visto pescar nada especialmente grande, pero había capturado más peces que nadie hasta el momento.

Su postura y su total concentración me recordaban a un monje meditando sobre los misterios del universo.

“Ciertamente es usted buena en esto, señorita Roxy”.

“Bueno, sí. Cuando estaba sola en el camino, era importante encontrar mi propia comida siempre que podía”.

“Ahora que lo pienso… Ruijerd solía pescarnos mucho cuando viajábamos juntos”.

“Oh, ¿también era pescador?”

“No, usaba su lanza. Lo clavaba en el agua y luego lo sacaba con un pez en las tres puntas…”

Norn había tomado asiento junto a ella, y llevaban un rato charlando de forma intermitente. La conversación era todavía un poco vacilante, pero parecía un progreso.

“¡Oh! Norn, tienes ha picado uno. Tira para arriba”.

“¿Eh? ¿Qué…? ¡Bien! Ah…”

“No te preocupes; sucede todo el tiempo. Vamos a poner un nuevo cebo”.

Sin embargo, Norn estaba teniendo algunos problemas para mantenerse concentrada en su tarea. No era el primer pez que se le escapaba.

Sin embargo, su expresión era bastante alegre. Parecía estar disfrutando de su conversación con Roxy en sí misma.

“Hee hee hee. ¿Qué pasa, Rudeus? No has enganchado nada”.

Por otro lado, Aisha ya estaba produciendo resultados impresionantes. Había perdido algunas piezas de cebo, pero también había traído a casa tres peces.

“¡No olvides nuestra pequeña apuesta! El perdedor tiene que hacer todo lo que diga el ganador, ¡no importa qué!”

Un rato antes, había accedido tontamente a competir con ella sobre quién pescaría más peces. De momento, mi puntuación era un gran cero. Esto no parecía prometedor.

Ambos éramos primerizos, ¿verdad? ¿Por qué ella era mucho mejor que yo?

“Bien, niña. Sólo trata de hacer algo que realmente pueda hacer”.

“Hmm, ¿qué elijo? Tal vez haga que me abraces toda la noche mientras me susurras lo linda que soy. Oh, o podrías enseñarme algunas de las cosas que haces con Roxy y Sylphie…”

“Sí, nada demasiado adulto, por favor. No quiero que papá se enfade conmigo”.

“¡Oye! ¡No es justo sacar a papá a relucir!”

No estaba muy preocupada, en realidad. A pesar de sus escandalosas burlas, probablemente se conformaría con pedirme una baratija un poco cara.

Dicho esto… ¿perder con mi hermana pequeña no era un problema en sí mismo? ¿No era demasiado pronto para que me superara así?

En efecto, lo era. Tenía mi dignidad como cabeza de esta casa, ¡y tenía que defenderla!

Era bueno ser un querido hermano mayor, sí. ¡Pero era mejor ser un hermano mayor temido!

“Muy bien, Aisha. Ahora me quito los guantes de seda”.

“¿Qué? ¿Estabas siendo suave conmigo o algo así?”

“Así es. A partir de ahora, ¡voy a usar mi Ojo de Demonio!”

“¡Hey! ¡Eso no es justo!”

Quéjate todo lo que quieras. ¡Esto es de lo que realmente soy capaz! Al mirar un segundo en el futuro, ¡destruiré a todos los peces de este arroyo!

Con una pequeña sonrisa, activé mi Ojo Demoníaco de Previsión y miré fijamente mi flotador.

No hay movimiento.

No hay movimiento.

El flotador se mueve ligeramente.

“¡Peces!”

Gracias a mi menú de práctica habitual, mis brazos eran fuertes y estaban acostumbrados a balancear cosas hacia arriba y hacia abajo. Y ahora tenía el poder añadido de mi mano artificial para trabajar. Ningún pez conocido por el hombre podría resistirse a mí.

Con un movimiento rápido y violento, saqué a mi presa del agua.

“¡Sí! Es un gran…”

Mi presa era, en este caso, una gran bota.

“…”

Casi todos en este mundo llevaban zapatos y botas, por supuesto. Y este arroyo estaba conectado a un río que pasaba por la bulliciosa Ciudad Mágica de Sharia.

Los habitantes de la zona utilizaban ese río regularmente para lavar su ropa o llenar sus cubos de agua. Los aventureros también lo utilizaban a lo largo de su recorrido. Probablemente alguien se caía en él y perdía su calzado de vez en cuando.

Dicho todo esto…

“Rudeus…”

Aisha me miraba con lástima en los ojos.

Hmm. Tal vez tenía que cambiar la forma de ver esto. Esta cosa no era una bota. ¡No era una bota en absoluto!

Sí, ahora empezaba a parecer algo totalmente distinto. ¿Tal vez incluso un pez? Quizás… Se parecía a uno, en cierto modo. ¿Y no era eso suficiente? ¿No era eso un pez, en algún sentido?

En efecto, lo era. ¡Esto era un pez!

Asintiendo para mí mismo, arrojé la bota en mi cubo.

“Muy bien, Aisha, esa es una. Te alcanzaré en poco tiempo”.

“¿¡Qué!? ¡Eso era una bota, Rudeus!”

“Estoy seguro de que te pareció eso, pero en realidad es un organismo parecido a una bota que vive en el agua. Lo llamo… el pez bota”.

“¡Ni siquiera creativo! Eso no cuenta, ¿de acuerdo? Eso sí que no cuenta”.

Alcanzando el cubo, Aisha agarró mi premio y lo lanzó de nuevo al agua.

“¡Nooo!” Se supone que no puedes tirar la basura al río.

Bueno, que así sea. Diremos que fue una captura y liberación. Esa bota era todavía un bebé, ¿verdad? Ahora que la hemos devuelto a su hábitat natural, nadará hasta el océano y regresará bonita y regordeta.

Sí. Vamos con eso.

“¡Ah! ¡Hngh… sí! ¡Ese es el número cuatro!”

Mientras reflexionaba sobre estos asuntos, sin embargo, Aisha pescó su cuarto pez del día.

Tal vez no iba a ganar esta batalla después de todo.

Lo siento, Sylphie, Roxy… Supongo que esta noche seré el juguete de mi hermana pequeña…

“¡Eso es, Norn! ¡Ese es el camino! ¡Tira de ella! ¡Tira de ella!”

“Ugh…hnngh… ¡Ah!”

“¡Sigue! ¡Con cuidado, ahora!”

Las cosas se estaban volviendo ruidosas a mi otro lado. Miré justo a tiempo para ver a Norn sacar un pez.

Era uno grande, también – del tamaño de una carpa de color.

“¡Sí! ¡Lo hice! He pescado mi primer pez”.

“¡Vaya, míralo! ¡Ese también es grande!”

Norn lo celebró con una gran sonrisa en la cara, y Roxy aplaudió con alegría.

Fue un momento reconfortante. Dejando todo lo demás a un lado, me alegré de haber venido.

***

Seguimos así un par de horas más, pero una vez que el sol empezó a hundirse, llegó el momento de poner fin a nuestra expedición.

“Bien, todo el mundo. Creo que es hora de volver a casa”.

Sin embargo, mis hermanas no se tomaron muy bien este anuncio.

“¿Qué? ¿Ya?”

“…Esperaba coger sólo uno más”.

El tiempo vuela cuando te diviertes y todo eso. Podía entender cómo se sentían. Sin embargo, la verdadera diversión estaba llegando un poco más tarde.

“Lo siento, chicas. Los monstruos podrían empezar a husmear una vez que oscurezca”.

“¡Podríais hacerlos explotar por nosotras!”

“Tenemos a la señorita Roxy aquí, también…”

Era un punto justo. Los monstruos de esta zona no eran una gran amenaza, ni siquiera en grupo. Con Roxy y yo aquí, era difícil imaginar un escenario en el que Norn o Aisha pudieran resultar heridas.

Sin embargo, eso no era razón para ceder a sus demandas. Estaríamos aquí toda la noche.

Incluso si no hubiera planeado algo para esta noche, los habría arrastrado a casa ahora.

“Lo siento, pero la respuesta es no. Siempre podemos volver otro día”.

“Hmph. Sólo estás enfadado porque no has cogido ninguno”.

“Oye, vamos. Si me pusiera serio, podría pescar todos los peces que quisiera…”

Esto era cierto, en cierto sentido. Quizás no era el mejor con la caña, pero siempre podía electrificar el agua o provocar una explosión submarina.

Definitivamente no estaba siendo un mal perdedor.

“De todos modos, la decisión es definitiva. Pongámonos en marcha”.

“Muy bien…”

“De acuerdo.”

Antes de irnos, me tomé un momento para congelar los peces que habíamos capturado con mi magia. Podríamos llevarlos a casa para más tarde. Había pensado en asarlos para picar algo a la vuelta, pero se supone que hay que llegar a una fiesta con hambre, ¿no? El pescado podía esperar un día o dos.

***

Mientras volvíamos a casa, Norn y Aisha charlaban alegremente, presumiendo de la cantidad de peces que habían pescado y de su tamaño. Roxy y yo las seguíamos justo detrás.

Roxy también tenía una expresión de tranquila satisfacción en su rostro. Las cosas habían sido incómodas entre ella y Norn durante mucho tiempo, pero hoy se sentía como un gran paso en la dirección correcta.

“¡Estamos en casa!”

“¡Felicidades!”

En el momento en que pusimos un pie dentro de la casa, fuimos recibidos por un estallido de aplausos. Fue una ovación escasa pero entusiasta. Sylphie, Lilia y Zenith habían estado de pie en el vestíbulo, esperándonos.

Zenith no se unió a los aplausos en sí, por supuesto, pero me pareció ver un atisbo de sonrisa en su rostro.

“¿¡Eh!?”

Norn soltó un pequeño grito, y Aisha se quedó completamente congelada.

Tomando eso como nuestra señal, Roxy y yo nos unimos al aplauso desde atrás.

Norn se volvió para mirarnos, con los ojos muy abiertos por la sorpresa, y murmuró “¿Eh?” por segunda vez.

Estaba claro que aún no se había dado cuenta de lo que estaba pasando.

“¡Muy bien, todos! Vamos al comedor”.

Adelantándome con una sonrisa, empujé a una confundida Norn y a una dudosa Aisha hacia adelante.

El comedor estaba lleno de decoraciones simples pero atractivas. No había grandes estandartes colgados por la habitación ni nada por el estilo, pero sí unas flores muy bonitas en las paredes, y había velas brillando por todo el lugar.

La mesa estaba cubierta con un bonito mantel blanco, con platos y jarrones de flores encima. Ya se habían servido las bebidas, pero aún no había comida. Es de suponer que la sacarían un poco más tarde.

En el extremo más alejado de la mesa -el asiento de honor habitual- había dos sillas cómodamente colocadas una al lado de la otra. Llevé a Aisha y a Norn hasta allí y les ofrecí sus asientos.

“Espera, pero… ¿Eh? ¿Qué está pasando?”

Norn seguía con la mirada perdida.

“Ahaha. Así que de eso se trataba…”

Aisha, en cambio, sonreía con complicidad. La chica era astuta, sin duda. Debía de intuir que estábamos tramando algo.

Después de que mis hermanas tomaran asiento, Lilia ayudó a Zenith a sentarse en el suyo. Sylphie y Roxy siguieron su ejemplo.

Una vez que todas se acomodaron en sus lugares, me aclaré la garganta en voz alta, y luego comencé a hablar.

“Ya han pasado siete años desde el Incidente del Desplazamiento. No fue fácil ni mucho menos, pero nuestra familia por fin ha vuelto a estar unida. Perdimos a nuestro padre, sí, y puede que los recuerdos de nuestra madre nunca vuelvan. Pero no creo que a papá le haga mucha gracia que nos quedemos de brazos cruzados para siempre”. Hice una pausa para mirar la habitación. “Y por eso quiero que intentemos volver a sonreír. Cuando podamos, al menos. Puede parecer casi una falta de respeto, en cierto modo… pero papá quería que hiciéramos una fiesta una vez que llegáramos a casa, ¿sabes? Creo que le debemos pasar un buen rato esta noche”.

Todo esto había sido idea de Paul, en cierto sentido. Incluso lo había puesto en una carta para nosotros.

Era triste que no estuviera aquí con nosotros para verlo. Me dolía el pecho al pensar en ello. Pero por su bien, así como por el nuestro, realmente quería que disfrutáramos.

Norn y Aisha tenían toda la vida por delante. No quería que se quedaran colgadas del pasado para siempre. Por supuesto, dar un largo sermón sentimental no era la forma correcta de crear el ambiente que buscaba. Podíamos guardar nuestros recuerdos de los momentos dolorosos y difíciles que habíamos pasado para los momentos más oscuros que nos encontraríamos más adelante. Si no hay nada más, puede ayudar a saber: He pasado por cosas peores antes.

Sin embargo, ahora era el momento de mirar hacia el futuro. Y así, me corté y levanté mi copa.

“¡Salud, todos!”

“¡Salud!”

Todos, excepto Norn, que seguía mirándome con los ojos muy abiertos, levantaron también sus copas en silencio. Aisha sonreía aún más que antes. Evidentemente, se había dado cuenta de todo el asunto.

En cualquier caso, no estaba seguro de lo bien que había salido el brindis. Mi objetivo era establecer un tono alegre, pero terminó sonando un poco… emocional.

Eso no era nada bueno. Necesitaba que todos sonrieran.

“¡Sylphie!”

“¡Ah! Claro”.

Simplemente llamé a Sylphie por su nombre, y ella se agachó para recoger algo de debajo de la mesa. Eso se sintió bastante bien. Estábamos operando en la misma longitud de onda.

Un momento después, Sylphie volvió a aparecer con dos grandes cajas, ambas bellamente envueltas. Le pasó una de ellas a Roxy. Rápidamente se levantaron de sus asientos, se acercaron a la cabecera de la mesa y entregaron las cajas: Roxy a Norn y Sylphie a Aisha.

“¡Feliz décimo cumpleaños, Norn y Aisha!”

“Feliz cumpleaños”.

Ninguna de las dos pareció entender al principio. Ni siquiera Aisha. “Um, pero… ya tenemos once años, ¿sabes?”

Tenía que ser la primera vez que veía a esa inteligente niña tan desconcertada. Puede que se haya imaginado el plan general, pero está claro que no esperaba un regalo.

Esta era exactamente la expresión que esperaba ver.

“Sí. No pudimos estar allí contigo en tu verdadero décimo cumpleaños, ¿verdad? Sé que es un poco tarde para celebrarlo ahora, pero Rudy dijo que un año más o menos no es gran cosa”.

“¿Él lo hizo…?”

Lagrimeando un poco, Aisha apretó la caja con fuerza entre sus brazos. Después de un momento, miró a Lilia, que sonrió y asintió suavemente.

Una gran sonrisa de felicidad se extendió por su cara mientras se volvía hacia Sylphie.

“¿Podemos abrirlos?”

“Por supuesto que sí”.

Aisha se puso en marcha antes de que Sylphie terminara la frase. Norn, que había estado mirando de su caja a mí cara y viceversa con una expresión de asombro en su rostro, rápidamente siguió su ejemplo.

Al principio, se lanzaron con fuerza, dispuestas a arrancar el papel de regalo. Pero luego ambos se detuvieron, recapacitaron y se tomaron las cosas con más calma. Desataron las cintas y abrieron el papel con cuidado, intentando no romperlo.

Era un poco extraño lo sincronizados que estaban sus movimientos. No se parecían mucho, pero a veces se notaba que eran hermanas.

“¡Oooh! ¡Es un nuevo par de botas! ¿Qué te han comprado, Norn?”

“¡Mira, Aisha! Tengo un abrigo”.

Las dos compararon sus regalos alegremente. Era agradable ver que habíamos hecho un trabajo decente al elegir los regalos.

“¡Dios mío! Las dos han recibido regalos muy bonitos, ¿verdad?”

Lilia, que había estado observando de reojo con una sonrisa, se acercó a los dos con Zenith a su lado.

“¡Oh, mamá! Mira esto”.

Norn extendió su abrigo para mostrar a Zenith, con una sonrisa de oreja a oreja. Ella no reaccionó de forma evidente, por supuesto. Eso hizo que me sintiera un poco deprimido a pesar de mí mismo.

Zenith siempre había sido de las que se ponían nerviosas con este tipo de cosas. Todavía recordaba lo entusiasmada que había estado en la fiesta de mi quinto cumpleaños y lo orgullosa que me había obsequiado con un libro cuidadosamente seleccionado. Si no fuera por su estado, probablemente estaría gritando de emoción con su hija ahora mismo. Verla tan inexpresiva me entristecía.

Por supuesto, si se recuperaba y se enteraba de que Paul había muerto, no había garantía de que volviera a sonreír como antes. Sin embargo, era doloroso verla así, ni triste ni feliz, sólo sin emociones.

Pero justo cuando este pensamiento cruzó mi mente…

Zenith sonrió.

“¿Qué…?”

La expresión desapareció rápidamente. Sólo había estado ahí un instante. ¿Estaban mis ojos jugándome una mala pasada?

“¿Acaba de… sonreír?”

No. Todo el mundo lo había visto.

Lilia, Aisha, Sylphie y Roxy miraban a Zenith con sorpresa.

“¿…Mamá?”

Y Norn, a quien se había dirigido la sonrisa, estaba a punto de romper a llorar.

“…”

Zenith se agachó y acarició a Norn en la cabeza, y luego hizo lo mismo con Aisha. Sus movimientos eran aún más suaves que de costumbre. Estaba feliz, feliz de ver crecer a sus hijas.

“Oh, señora… me alegro tanto…”

Lilia rodeó suavemente con sus brazos los hombros de Zenith. Su rostro estaba tan emocionado como nunca lo había visto. Con su habitual expresión inexpresiva, Zenith se acercó y le acarició las manos. Lilia tuvo que morderse el labio para no llorar.

Después de llevar a Zenith a su asiento, Lilia volvió para ofrecer a Norn y Aisha otro regalo.

“Esto… es para vosotras dos, de mi parte y de la señorita Zenith”.

Era un juego de pañuelos, bellamente bordados con diseños florales-uno para cada una de ellas.

“Muchas gracias, señorita Lilia”, dijo Norn, aceptando el suyo. “Es precioso”.

Aisha, en cambio, dudó. Probablemente tenía algo que ver con recibir el mismo regalo que su hermana.

“¿Mamá? ¿Estás segura de que yo también puedo tener uno?”

“Sí, estoy muy segura. También eres la hija de Paul, sabes”.

Esto parecía… un cambio. ¿No se había pasado Lilia años metiendo en la cabeza de su hija las palabras “sólo eres una criada”?

“Por supuesto, sigo esperando que muestres a la Señorita Norn y al Maestro Rudeus el respeto que se merecen. ¿Entendido?”

“…De acuerdo, mamá.”

Hmm. Supongo que sigue siendo Lilia después de todo.

Sin embargo… a pesar de lo que decía, no la había visto regañar mucho a su hija últimamente. Ni siquiera por su tono de hablar.

Tenía que suponer que ella misma había estado pensando un poco las cosas estos últimos meses.

Cuando Lilia volvió a su asiento, Zenith se acercó para poner una mano en su hombro.

“Señora…”

“…”

Lilia apretó esa mano en la suya, y pronunció suavemente las palabras “Gracias”.

Casi parecía que acababan de mantener una conversación sin palabras de algún tipo.

Roxy parecía especialmente conmovida por eso.

Sin embargo, mientras estudiaba su rostro, alguien me tiró de la manga por detrás. “¿Hm?”

Miré hacia atrás y vi que era Sylphie. Llevaba una tercera caja, la que no era para mis hermanas. Bien, no puedo olvidar la siguiente parte…

“Roxy”.

Cuando la llamé por su nombre, Roxy se volvió… y parpadeó sorprendida al ver a Sylphie de pie junto a mí con la caja. “Eh… ¿sí?”

Sylphie habló antes de que yo pudiera hacerlo. “Esto es de nuestra parte para ti, Roxy”.

“¿Qué…? ¿Por qué? ¿Para qué?”

“Es un regalo de boda. ¡Felicidades!” dijo Sylphie, entregando la caja a Roxy antes de que pudiera objetar. “Vamos, ábrela”.

Roxy hizo lo que le dijeron. Y cuando sacó el sombrero del interior de su regalo, sus ojos se abrieron como platos. “Um… ¿Sylphie? ¿Rudy? ¿Esto es…?”

“Bienvenida a la familia, Roxy. Intentemos ser como Zenith y Lilia, ¿de acuerdo?”

La sonrisa en el rostro de Sylphie al pronunciar esa frase sólo podía describirse como angelical.

Ante su abrumador poder, Roxy se mordió el labio, bajó ligeramente la mirada y apretó el sombrero contra su pecho. Al cabo de un momento, consiguió decir a gritos: “Gracias, Sylphie”.

Pude ver cómo las lágrimas brillaban en sus ojos.

No me enteraría de ello durante algún tiempo, pero según Roxy, ese fue el momento en que sintió que Sylphie la había aceptado realmente en nuestras vidas.

***

Una vez superado el evento principal, el resto de la fiesta se desarrolló sin problemas.

En primer lugar, Lilia llevó una gran tarta. Era un bizcocho esponjoso, aunque no tenía crema. En su lugar, había frutos secos en el interior. La masa era un poco amarga, pero la dulzura de la fruta la compensaba muy bien.

Ya había comido pasteles así antes, en el Reino de Asura. Me habían hecho uno para mi quinto cumpleaños, y creo recordar que también lo sirvieron en la fiesta de mi décimo.

Ah, eso me trae de vuelta… Me pregunto cómo estará Eris estos días.

Dondequiera que estuviera, tenía que suponer que estaba haciendo su vida felizmente. ¿Tal vez incluso se había casado, como yo?

No, probablemente no. No había un hombre en el mundo que pudiera manejar a esa chica.

Cuando le pregunté a Lilia por la tarta, me explicó que era un dulce tradicional asturiano. Muchas familias comían uno cada vez que había algo digno de celebrarse. Sin embargo, Paul odiaba el sabor, así que casi nunca habíamos hecho uno. Era un poco divertido escuchar que el hombre había sido un comedor quisquilloso a su edad, pero parecía estar en su carácter.

Sylphie había ayudado con este pastel, y parecía estar segura de que podría hacer uno por sí misma la próxima vez. A Norn parecía gustarle mucho, y a mí también me gustaba.

Sin embargo, Aisha no era tan fanática. Pude ver que estaba hurgando en los trozos de fruta mientras comía su porción. Lilia la regañó un poco, pero se desdijo murmurando “Eso me recuerda al señorito Paul” con una sonrisa en la cara.

Al cabo de un rato, Aisha empezó a abrazarse a mí y a rogarme que me comiera el resto por ella. Pero decidí pasarle el trabajo a Roxy, que al parecer era muy golosa. Esperaba que acabaran dándose bocados el uno al otro o algo así.

Desgraciadamente, Roxy se tomó su tarea algo más en serio. Creo que podría haber malinterpretado lo que estaba buscando.

“Escucha atentamente, Aisha. Eres una chica muy afortunada, así que puede que te cueste entender esto… pero a veces, cuando estás realmente desesperada, puedes necesitar comer cualquier cosa que puedas. Incluso un escorpión venenoso”.

“¡Asqueroso! Eh… claro”.

Mi pobre hermana se encontró en el extremo receptor de un sermón.

Me pareció recordar haber recibido una charla similar de Ghislaine en algún momento, en realidad. Tal vez esto era algo que los aventureros sentían fuertemente.

Yo mismo había soportado una comida pésima en mi viaje por el Continente de los Demonios, por supuesto, pero estaba bastante seguro de que nunca había recurrido a comer monstruos venenosos. Tal vez yo también fui “afortunado”.

“Este pastel, por otro lado, es dulce y delicioso. Sería un error dejarlo sin terminar. Cómetelo, por favor”.

“De acuerdo”.

El tono de Roxy no había sido demasiado duro, pero sus argumentos eran lo suficientemente intensos como para que Aisha pareciera realmente un poco asustada por una vez. Fiel a su palabra, comenzó a comer su pastel en solemne silencio.

Parecía la primera vez que la veía limitarse a hacer lo que le decían.

Bueno, no. Eso no era justo. Ella me escuchó… en su mayor parte.

De todos modos. Ahora que lo pensaba, superar el tema de los comedores quisquillosos probablemente era importante. Tal vez fui yo quien manejó mal la situación.

Menos mal que tenía a alguien cerca para aclarar las cosas. ¡Bien hecho, profesor!

“Dicho esto, no tienes que obligarte a terminar si estás tan lleno que no puedes dar otro bocado. Me comeré el resto si es necesario”.

Por cierto, Roxy ya había terminado todo su pastel. Bien hecho, profesor.

“¡Estoy tan llena que no puedo tomar otro bocado!”

La respuesta de Aisha había llegado rápidamente. Demasiado rápido.

“¿Me estabas escuchando? Cómete la tarta”.

Hmm. Tal vez esto sea algo bueno…

Sylphie y yo no regañábamos a Aisha muy a menudo, y me parecía que Lilia se lo tomaba con calma por eso. Aisha era una niña muy inteligente, pero sólo tenía once años. Probablemente necesitaba que alguien la regañara de vez en cuando.

***

En cualquier caso. Roxy parecía hacerse más amiga de mis hermanas. Las dos tampoco se peleaban ya entre sí. Y acabábamos de ver la prueba de que el estado de Zenith estaba mejorando. Sentí que nuestra familia se había unido más en general.

La celebración fue un éxito, en otras palabras. Y había disfrutado cada minuto.

Hice una nota mental para organizar una fiesta aún más elaborada cuando las niñas cumplieran quince años.

Leyendas de la Universidad #9: El Jefe es misericordioso con los peces.