Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 13

Capítulo 1: El Nuevo Trabajo De Roxy

Parte 2

Encontramos a Jenius enterrado bajo una montaña de papeles, como siempre.

“Bueno… Dios mío”.

Al ver a Roxy, nos ofreció una sonrisa que parecía más bien una mueca.

Las sonrisas incómodas eran básicamente su expresión por defecto, pero esta era definitivamente más incómoda de lo habitual.

“Siento interrumpir, vicedirector Jenius. ¿Podría dedicarnos un poco de su tiempo?”

“Por supuesto, Rudeus. ¿Por qué no pasamos a la otra sala?”

Sin embargo, a pesar de que estaba obviamente ocupado, Jenius accedió de buena gana a hablar con nosotros. El hombre siempre tenía mucho que hacer, pero nunca me había rechazado cuando necesitaba ayuda. En el fondo no era un mal tipo.

“Siéntese, por favor”.

Después de dirigirnos a la sala de recepción, Roxy y yo nos acomodamos en un sofá frente a Jenius.

¿Cuándo fue la última vez que estuve aquí? ¿Después de mi duelo con Badigadi, tal vez? Definitivamente había pasado mucho tiempo.

“En primer lugar… me alegro de verte de nuevo, Roxy”.

“…Ha pasado demasiado tiempo, Maestro Jenius.”

“Hm. ¿No dijiste que yo, ah… no era digno de ese título?”

Roxy dejó caer su mirada al suelo. “Lamento todo eso. Era joven y arrogante, supongo”.

La conversación había comenzado de forma tentativa. Estaba claro que ambos pensaban que una palabra equivocada podría provocar una explosión de ira.

“Creo que eso va para los dos. Yo también fui demasiado orgulloso”.

Sin embargo, una vez que se disculparon mutuamente, ambos se relajaron visiblemente.

Hacía tiempo que se consideraban obstáculos, pero en algún momento habían desarrollado una especie de respeto mutuo. Y sólo ahora, años después del hecho, eran capaces de admitirlo ante sí mismos.

No tenía forma de saber por qué habían discutido en el pasado, pero después de todo este tiempo, parecía que era agua pasada. Una o dos décadas son suficientes para cambiar a la mayoría de la gente.

Tras unos segundos, Jenius levantó la cabeza y se aclaró la garganta. “En cualquier caso…¿qué puedo hacer por ustedes dos hoy?”

“Bueno, maestro Jenius… en mis viajes después de dejar la Universidad, llegué a comprender las alegrías y recompensas de la enseñanza. Esperaba convertirme en instructora aquí, si fuera posible”.

“Bien,

“Bueno, bueno”, dijo Jenius con una ligera sonrisa. “¿No considerabas a los profesores como ‘totalmente inútiles’ en un momento dado? Ciertamente has cambiado, Roxy”.

¿Nos va a dar problemas por esto?

Me sentí un poco nervioso y miré a Roxy, pero descubrí que ella también sonreía ligeramente. Tal vez ambos habían encontrado algo gracioso en la situación. Me sentí un poco excluida.

Si Jenius había rechazado la idea, yo había planeado ponerme bastante insistente a favor de Roxy, pero no parecía que fuera a ser necesario. De hecho, mi presencia aquí era probablemente inútil.

“Profesor, ¿estaría bien si los dejo a ustedes dos para que resuelvan los detalles?”

“¿…Eh? Um, está bien. Aunque no me importa que te quedes por aquí”.

“Bueno, estaba pensando en visitar a un amigo mío”.

Roxy y Jenius eran viejos conocidos. Probablemente tenían mucho que hacer para ponerse al día. Y de alguna manera, sentí que Roxy podría ser reacia a dejarme escuchar demasiadas historias embarazosas de sus días de juventud.

Eso me entristeció un poco, pero me pareció que lo mejor era salir de la habitación.

***

Me dirigí directamente al laboratorio de Zanoba.

Le había dicho que podría estar fuera dos años, y había vuelto en apenas seis meses. Probablemente se sorprendería de verme.

El resultado de mi viaje no había sido especialmente positivo, desde luego, pero no era necesario que yo también lo deprimiera. Tendría que intentar actuar lo más alegremente posible.

“Bien…”

Llamé a la puerta y entré sin esperar respuesta.

“¡Noticias de última hora, Zanoba! ¡Estoy de vuelta!”

“¿¡Qué!?”

Dentro, encontré a mi amigo montado a caballo sobre un maniquí de tamaño natural con una expresión de éxtasis en su rostro.

“…”

“…”

Los dos nos miramos en silencio durante unos segundos.

¿Qué sentía Zanoba en este momento, en este instante? ¿Qué emociones se agolpaban en su mente?

Yo lo sabía, por supuesto. Lo sabía muy bien.

“…”

Desviando la mirada, cerré la puerta sin decir nada.

Inmediatamente, se oyó un gran estruendo desde el interior de la habitación. Esperé unos diez minutos hasta que por fin cesaron los ruidos y una vocecita llamó “Estoy listo”.

Abrí la puerta enérgicamente por segunda vez.

“¡Noticias de última hora, Zanoba! ¡Estoy de vuelta!”

“¡Ohhh! ¡Qué espléndido! Si es mi amado maestro, ¡Rudeus!”

Los dos nos alegramos de nuestro reencuentro y nos abrazamos como si nada hubiera pasado No había razón para que ninguno de los dos se sintiera incómodo. Los dos éramos los mejores amigos. No vi nada. Ni siquiera pasó nada.

“¡Claro que ha vuelto a nosotros rápidamente, maestro! Creía que ibas a estar fuera dos años”.

“Bueno, es una larga historia, pero acabamos volviendo antes”.

“¡Ah, así que han cumplido con una búsqueda de dos años en menos de la mitad de tiempo! Nunca dejas de sorprenderme”.

Eché un vistazo a la habitación. Estaba llena de muñecas y estatuas, muchas de las cuales parecían ser arte popular de algún tipo.

Ya había estado en esta habitación muchas veces, por supuesto, pero me parecía casi nostálgico estar de vuelta. Sin embargo, ciertamente había acumulado un montón de juguetes nuevos mientras yo no estaba. En particular, el escritorio de Julie estaba prácticamente cubierto de muñecos y figuritas de arcilla. Obviamente había estado trabajando mucho en mi ausencia.

“¿Dónde están Ginger y Julie?”

“Las dos están de compras en este momento. Algunas de las cosas que les pedí no estarán disponibles hasta la noche, así que no volverán hasta dentro de un rato”.

Ya veo. Así que por eso le pareció seguro tener una “cita” con su querida amiga muñeca.

Probablemente era una oportunidad poco común para él. Casi me sentí mal por haber interrumpido.

“¿Oh? Maestro, su mano…”

En ese momento, Zanoba se dio cuenta por fin de que había vuelto sin mano izquierda. Estaba mirando el muñón de mi muñeca con una mirada preocupada.

“Sí, ya no está. Me he descuidado un poco ahí fuera”.

“¿…Qué oponente podría ser tan temible como para dañarte tan gravemente?”

“Era una hidra con inmunidad a la magia”.

“¿Una hidra? Hmm, ya veo. No es una amenaza pequeña”.

Cuando recordé esa batalla, era obvio que nos faltaba en el departamento de ataque físico. Si Zanoba hubiera estado con nosotros, tal vez hubiéramos podido derribar a la hidra más fácilmente. Tal vez deberíamos haber retrocedido temporalmente y haberle reclutado a él, o a algún otro, para que nos ayudara.

Sin embargo, no tenía mucho sentido especular sobre ello ahora.

“Si la bestia era resistente a la magia, entiendo que incluso tú hubieras tenido problemas para derrotarla”.

“Sí. Oh, e incluso cuando logramos cortar una de sus cabezas, volvieron a crecer. No fue un picnic, eso es seguro”.

“¿También era capaz de regenerarse? ¿Cómo te las arreglaste para matarlo, entonces?”

“Mi… Nuestro espadachín le cortó las cabezas, y luego quemé los muñones con fuego”.

***

“Ah, ahora lo veo. La propia carne era vulnerable, ¡aunque su piel no lo fuera! ¿Supongo que usted mismo pensó en esta estrategia, Maestro?”

“Sólo recordé haber escuchado a alguien decir que esa era la manera de hacerlo”.

Pensar en esa batalla no estaba haciendo maravillas con mi estado de ánimo. Había ido conociendo la forma de matar a ese monstruo, pero aun así Paul acabó muerto. Cuanto más elogiaba Zanoba nuestra victoria, más deprimido me hacía sentir.

“Debo decir, Maestro, que se ve bastante sombrío”.

“Bueno… ganamos, pero fue a un precio muy alto”.

“Ah, ya veo”. Mirando mi mano, Zanoba asintió para sí mismo. “En ese sentido, creo que tengo una idea”.

Con una sonrisa, se dirigió a su propia mesa de trabajo y empezó a rebuscar en el cajón inferior. Al cabo de unos instantes, sacó un modelo a escala de una mano.

Tal vez no fuera la forma correcta de describirla. Tenía un aspecto un poco tosco para ser una “mano”. Quizá fuera un prototipo de algún tipo de guante.

“Echa un vistazo a esto, por favor”.

“¿Qué es esa cosa, Zanoba?”

“Heh heh. Es el fruto de unos seis meses de trabajo”.

“¿Oh?”

“Efectivamente”, dijo Zanoba con orgullo, con una significativa sonrisa en su rostro. “No me he quedado de brazos cruzados en su ausencia, maestro”.

Es cierto. También has estado haciendo el amor con objetos inanimados… Ups. No, no he visto eso. ¡No he visto nada!

“Bien, entonces. Entonces, ¿qué es exactamente?”

“¡Observa!”

Con el rostro lleno de confianza, Zanoba cerró su mano libre en un puño y luego la metió dentro del guante modelo.

En ese momento, gritó algo que parecía un conjuro: “¡Tierra, sé tú mi mano!”

De repente, la maqueta empezó a moverse. Se había fijado en forma de puño, pero ahora sus dedos de arcilla se extendieron lentamente. Volvió a cerrarse, luego se abrió, y después dobló los dedos uno a uno.

Todos estos movimientos eran sorprendentemente suaves y naturales.

“Es un instrumento mágico con forma de mano. Se mueve exactamente como su portador quiere”.

“…”

“Seguí su consejo, Maestro, y continué mi estudio de esa misteriosa muñeca con la ayuda de Cliff. Esta es mi primera aplicación práctica de mis descubrimientos”.

“…”

“¿Maestro? Er… ¿Maestro?”

“Eh, sí. Lo siento por eso”.

La verdad es que me había quedado mudo de sorpresa por un momento. Recordé haberle dicho a Zanoba que se concentrara en estudiar las manos y los brazos de esa muñeca, pero ciertamente no había esperado que hiciera algo tan impresionante en cuestión de meses.

“Es increíble, Zanoba. Estoy sinceramente impresionado”.

“Heh heh heh. Oh, pero aún no he llegado a la mejor parte. Usando este dispositivo, ¡soy capaz de controlar mi temible fuerza!”

“Espera, ¿en serio?”

“En efecto”.

Zanoba asintió con una sonrisa de auténtica alegría en su rostro. Su felicidad era evidente y contagiosa.

Si Zanoba podía controlar su fuerza, eso significaba que podía hacer figuritas él mismo. Por fin había encontrado la forma de crear las cosas que más le gustaban. Me resultaba difícil imaginar cuánto significaba eso para él.

“Mi mano, vuelve a la tierra”.

Con el segundo encantamiento de Zanoba, la mano dejó de moverse. Al parecer, podía encenderla y apagarla a voluntad.

“Ahora bien…”

Sacando su mano del implemento mágico, Zanoba me la ofreció.

“Por favor, pruébelo usted mismo, maestro. Simplemente ordénela con las palabras ‘Tierra, sé tú mi mano’, y se convertirá en parte de usted. Cuando desee retirarla, diga las palabras ‘Mi mano, vuelve a la tierra'”.

“De acuerdo”.

Aceptando la mano de Zanoba, la empujé contra mi muñeca izquierda. La cosa estaba hecha para que cupiera una mano hecha bola dentro de ella, por supuesto; como me faltaba una mano, parecía que se iba a caer en cualquier momento.

“No estoy seguro de si esta cosa se mantendrá en su lugar, sin embargo…”

“No será un problema. Adelante, intenta el encantamiento”.

“Bien, entonces… Tierra, sé tú mi mano”.

En el instante en que dije esas palabras, sentí que el dispositivo drenaba maná de mi brazo.

No hizo falta tanto. Pero por supuesto no lo haría, si Zanoba pudiera usarlo.

“¡Whoa!”

En cuanto absorbió mi maná, sentí que el dispositivo se apretaba con fuerza contra mi muñón.

La sensación de que estaba “usando” algo se desvaneció rápidamente. En su lugar, pude sentir la mano artificial que ahora estaba conectada a mí.

“¿…Qué te parece?”

Con cautela, intenté mover la mano izquierda. La abrí y la cerré, estiré cada dedo empezando por el pulgar y los doblé hacia abajo empezando por el meñique. La arcilla de aspecto tosco respondió como si fuera una parte más de mi cuerpo.

“¡Se está moviendo! Se está moviendo de verdad”.

“Ah, pero hay más que eso. Intenta tocar algo, ¿por qué no lo haces?”

“Bien…”

Extendí la mano para coger una pequeña escultura de madera de la mesa cercana. Era una talla de un caballo, del tamaño de mi puño.

Las yemas de mis dedos artificiales podían “sentir” su peso y textura. La sensación era un poco apagada e indistinta -casi como si llevara un grueso par de guantes de algodón-, pero sin duda estaba ahí.

“¿Incluso puedes sentir cosas a través de esto? Es increíble”.

“Pero por supuesto. Difícilmente se podría esperar hacer una figura sin el sentido del tacto”.

Es cierto. Había que ser muy preciso con la cantidad de fuerza que se utilizaba cuando se tallaba algo. Dado que Zanoba lo hizo con sus propios objetivos, este sentido del tacto habría sido una característica esencial.

Sólo para ver qué podía pasar, intenté lanzar un pequeño hechizo a través de mis nuevos “dedos”. Una pequeña bola de agua apareció delante de ellos. Parecía que la magia tampoco iba a ser un problema.

¿Realmente Zanoba había creado esta cosa en sólo medio año? No podía ser fácil. Su pasión por las figuritas debía mantenerlo increíblemente motivado.

“No estaba del todo seguro de si serías capaz de usarlo sin una mano, pero parece que no hay mayores problemas”, dijo Zanoba con una sonrisa de satisfacción.

“Sí, se mueve muy bien. También puedo sentir los dedos. Y usar la magia”.

“Si quieres aumentar su fuerza, simplemente aliméntalo con más maná. Su poder aumentará en consecuencia”.

“¿Ah, sí?”

“Por supuesto, si le dieras todo tu maná, esperaría que se desmoronara bajo la tensión. Es más resistente que una mano humana normal, pero ten cuidado”.

“Bueno, veamos…”

Mientras hablábamos, alimenté el dispositivo con un poco más de maná. El peso de la escultura en mi mano pareció desaparecer por completo.

“Vaya, esto es realmente…”