Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 2

Capitulo 7: Alojamiento y Pasión

Parte 3

Después de eso, comenzamos a discutir de nuevo, pero al final Ta-kun se rindió y se acostó conmigo en la cama doble.

Por supuesto, no dormimos pegados como amantes. Aunque compartíamos la misma cama y la misma manta, cada uno estaba acostado en un extremo de la cama.

La cama era lo suficientemente amplia para que dos personas durmieran en ella sin que sus cuerpos entraran en contacto.

Pero aun así…

Mi corazón latía demasiado rápido y no parecía que fuera a calmarse.

“~~”

¿Qué hago, qué hago, qué hago?

Estoy durmiendo, ¡estoy durmiendo con Ta-kun…!

Argh, ¿cómo sucedió esto…? Bueno, yo fui quien lo invitó. Sé que es extraño que me altere a pesar de que yo lo invité, pero… Uh~, ah~.

Por supuesto que confío en Ta-kun. Creo en él, pero… ¡Pero hay momentos en que los hombres no pueden controlarse! ¡Lo saben en su cabeza, pero su cuerpo no les obedece!

Y además, Ta-kun… está enamorado de mí.

Así que, desde su punto de vista, está durmiendo en la misma cama con la mujer que le gusta… ¡Y en tal situación, un hombre puede no sea capaz de contenerse…!

Y encima de eso… yo lo invité esta vez.

Incluso si la parte inferior de su cuerpo se sale de control… no tengo derecho a quejarme.

Y pensándolo bien… ahora mismo estamos sin ropa interior, lo que es aún más peligroso.

En qué estaba pensando, invitando a un hombre a entrar en la cama vestida así… Si algo sale mal, no puedo actuar como si fuera la víctima.

Bueno, si algo sucede… sucederá.

No… ¡Eso no significa que quiera que me ataque ni nada!

Es solo que, bueno… si su mitad inferior se sale de control, me pregunto si tengo el derecho a negarme… Si fuera una adolescente sería una cosa, pero que una treintañera como yo, que lo invité yo misma a entrar en la cama, se negara diciendo “No lo decía en ese sentido” cuando él se acercara… me preguntaba si esa excusa realmente funcionaría…

Su parte inferior.

La parte inferior de Ta-kun… ¡Uwaaaaa! ¡Esto es malo, lo he recordado! ¡He recordado vívidamente lo que pasó cuando fui a visitarlo el otro día!

El símbolo de un “hombre” empujando la tela de su pijama y elevándose violentamente hacia el cielo…

Uuh… No, no, no pienses en eso… Argh, la imagen no desaparece. ¡Ahora que soy consciente de eso, no desaparece de mi cabeza~~!

“Ayako-san…”

“¡¿H-Hyah?!”

La voz de Ta-kun me llamó desde atrás. Mi cabeza estaba llena de imágenes obscenas, así que grité con una voz extraña.

“¿Q-Qué pasa?”

“No, nada.”

Después de borrar desesperadamente la imagen de mi cabeza, traté de responder con una voz tranquila.

“Ta-kun… ¿Qué pasa?”

“No, simplemente no podía dormir. ¿Estabas despierta también?”

“…Sí. Estaba perfectamente despierta.”

“Igual yo.”

“Ajaja, cuesta dormir, ¿no…?”

Cuando miré atrás por un momento, Ta-kun seguía dándome la espalda. Me volví al otro lado de nuevo.

De espaldas, comenzamos a hablar.

Seguía lloviendo fuera de la ventana. Pero como era de esperar de un motel… había una excelente insonorización y casi no se oía el sonido de la lluvia.

Por eso.

Incluso si hablábamos suavemente… podíamos escucharnos claramente.

“Ahora que lo pienso… antes solíamos dormir juntos.”

“Cierto. Junto con Miu.”

“Sí. Los tres juntos…”

No lo recuerdo del todo, pero creo que ocurrió varias veces. Cuando Ta-kun venía a jugar a nuestra casa y a Miu le entraba sueño después del almuerzo, los tres nos echábamos una siesta juntos.

“…Solía ser normal. Podía dormir tranquilamente contigo.”

Pero… ahora todo es diferente.

Dormir juntos así me daba mucha vergüenza.

“Haah… Muchas cosas han sido así últimamente.”

Ahora soy plenamente consciente de cosas que antes solía hacer con total normalidad.

Darle de comer, tomarnos de las manos… Eran cosas que podía hacer naturalmente cuando Ta-kun era pequeño, pero ahora no puedo.

Y no solo porque Ta-kun ha crecido… sino por otra razón más importante.

Porque sabía sobre sus sentimientos.

Porque sabía cómo me miraba.

“…Lo siento.”

“¿E-Eh? ¿A qué viene eso de repente?”

“Es por mi culpa, ¿no? Te he causado muchos problemas con mi confesión.”

“No es tu culpa, Ta-kun. Todo es simplemente cosa mía…”

“Satoya también lo dijo. Confesarse es una bomba que puede destruir una relación. Y de hecho… creo que lo es. Nosotros ya… no podemos volver a ser como éramos antes.”

“……”

Sí, supongo que sí.

No podemos volver a ser como éramos antes.

A ser solo unos vecinos que se llevan muy bien.

Por mucho que lo intentemos, nada volverá a ser como antes.

“…Me he estado arrepintiendo todo el tiempo. De haberme confesado. Si no lo hubiera hecho, nuestra relación habría seguido como antes…”

Pero, continuó.

Con una voz apagada, pero llena de determinación.

“Ahora… me alegro de haberme confesado.”

“¿Eh…?”

“Debido a mi confesión… pude conocer a una Ayako-san que desconocía.” Su voz sonaba muy feliz. “Te pusiste muy alterada y avergonzada con mi confesión… y me siento culpable por eso… pero al mismo tiempo, pensé que te veías muy linda así.”

“Qué… ¡¿P-Pensaste eso?!”

“Lo siento, pero es lo que pensé…” dijo disculpándose, pero no lo negó.

¡N-No sé qué pensar…!

¿Que me veo linda alterada y avergonzada…? ¿Q-Qué demonios?

No sé si debería estar feliz o enojada…

“Gracias a mi confesión, pude ver muchas facetas tuyas que no había visto antes… Y sobre todo, comenzaste a mirarme… Aunque sea un poco… comenzaste a ser consciente de mí como hombre. Y eso… me hizo muy feliz.”

“Ta-kun…”

Nuestra relación ha cambiado drásticamente desde su confesión.

Como si hubiera caído una bomba, cambió completamente.

Pero no todo cambió para mal…

“Y-Yo también me alegro… en parte…” dije por reflejo, aunque al final no soné tan convincente. “Después de tu confesión… me rompí la cabeza pensando en muchas cosas… La pasé muy mal… ¿Pero sabes? No creo que hubiera sido mejor si no te hubieras confesado.”

“……”

“Porque soy muy densa… no había notado tus sentimientos hasta que te me confesaste. Si no te hubieras confesado… nunca los habría notado.”

Lejos de notar sus sentimientos, estaba alentándolo a enamorarse de mi hija.

Mirando hacia atrás ahora… creo que fui cruel.

No pude notar los sentimientos del hombre que se enamoró de mí, y por el contrario, traté de apoyar un romance con otra mujer.

“Por eso… me alegro de que te me hayas confesado. Gracias a eso, pude darme cuenta de tus verdaderos sentimientos”, dije. “Gracias, Ta-kun. Por tener el valor de confesarte.”

“Ayako-san…”

“Y sin embargo… l-lo siento. Por no haber respondido todavía… Debido a mi indecisión… todavía estamos en el limbo.”

“No, no te preocupes por eso. Como dije antes… estoy bastante feliz con la situación actual. Voy a esperar tu respuesta.”

“……”

Ah, qué buen chico es Ta-kun.

No.

Es grosero llamarlo un buen chico.

No es un buen chico… Es un buen hombre.

Un hombre asombroso.

En la cita de hoy, su respuesta al accidente de la llanta pinchada y la forma en que se comportó una vez que entramos al motel… siempre fue genial y confiable, y sobre todo, cordial.

Podía sentir cada vez más su amor por mí… y por eso, cada vez más me sentía atraída por él.

No podía quitarle los ojos de encima, y estuviera o no cerca, no podía dejar de pensar en él.

“…Si”, dije.

De espaldas a él, como hablando conmigo misma en el vacío.

“Si fuera más joven, ¿habría tomado una decisión más rápido?”

Eso… ni siquiera tenía sentido preguntarlo. Era más que obvio. Pero no podía evitar pensar en eso.

“Si tuviéramos la misma edad… si fuera una universitaria igual que tú, no estaría dándole tantas vueltas, no tendría tantos problemas, todo sería mucho más fácil…”

Si fuera más joven.

Si fuera una niña.

Si… no tuviera a Miu.

Creo que probablemente saldría con Ta-kun.

Después de todo… no habría razón para negarse.

Diría que sí a su confesión y nos convertiríamos en una pareja feliz que todos envidiarían.

Pero… la yo actual no podía hacerlo.

Una restricción adulta me impedía dar ese paso.

—Todavía eres demasiado joven para usar tu edad como un pretexto.

Eso es lo que me dijo Oinomori-san… pero es imposible.

No soy joven.

Ya no soy joven, Oinomori-san.

Ya no tengo edad para dejarme llevar por mis sentimientos y enamorarme… Además, tengo a Miu. Mi preciada hija.

Ah…

Solo pensar en estos “si”… me hacía sentir tan patética. No quería ni imaginarme algo así como “si no tuviera a Miu”. Era como si considerara a Miu un obstáculo… y estaba furiosa conmigo por esto.

O a lo mejor.

Me pregunto si imaginaré más cosas como esta de ahora en adelante.

Cuanto más se profundizaba mi relación con Ta-kun, más pensaba en Miu…

“Hmm. No lo sé…” dijo Ta-kun, después de una pausa.

Estaba respondiendo a mi monólogo de auto-burla.

“Nunca he pensado en ello. Sobre lo que sería… si fueras más joven.”

“¿Eh? ¿En serio?”

“Pensé en lo contrario, sin embargo. Si fuera mayor y más maduro, me preguntaba si podría haber sido un hombre digno de ti. Pero… ni una sola vez he pensado en cómo hubiera sido si tú hubieras sido más joven.”

Después de todo, continuó.

“Me enamoré de ti… porque eres la madre de Miu.”

“……”

“Me sentí atraído por ti cuando acogiste a Miu, la hija de tu hermana, y la criaste con mucho amor y cuidado. Por eso… si tuviéramos la misma edad… si nos hubiéramos conocido como compañeros en la universidad… tal vez no me hubiera enamorado de ti.”

“……”

“Ah, no, por supuesto, ¡creo que habrías sido muy atractiva como universitaria! Pero, este, cómo decirlo…”

“……”

No pude decirle nada a Ta-kun, que estaba en pánico explicándose.

Porque.

Estaba luchando para contener las lágrimas.

Oh…

Ya veo, claro.

¿Por qué estaba tan preocupada por una nimiedad así?

El hombre que dijo que me ama como soy ahora… es Takumi Aterazawa.

El joven que ha estado a mi lado durante los últimos diez años y que me ha apoyado más que nadie.

Y además… el que me ha estado mirando más que nadie.

Esto no es solo una manifestación repentina de sentimientos que apelan al amor. Él sabe todo sobre mí, me acepta como soy e incluso dice en voz alta que me ama.

Estoy muy avergonzada de mí misma por tratar a Miu como un obstáculo incluso por un momento.

Ta-kun… nunca pensó eso.

Nunca consideró a mi hija como un obstáculo o un estorbo, sino como una parte de mi vida.

Él está tratando de aceptar todo de mí…

“…Fufu.” Después de soportar las lágrimas, me reí con naturalidad. “Así que, después de todo, te gustan las mujeres maduras.”

“¿Ehh? No, no estaba hablando—”

“Fufu. Estoy bromeando.”

Riendo, me di la vuelta lentamente.

Al otro lado de la cama, vi su amplia espalda.

No es que tenga un fetiche por las espaldas… pero cuando la vi, mi corazón latió más rápido.

Mi cara se calentó y mi cabeza se sintió vacía.

“O-Oye, Ta-kun”, dije, sintiendo mi corazón latir con fuerza. “¿No hace… un poco de frío?”

“Eh… ¿E-Estás bien? Ciertamente está un poco frío. Llamaré a la recepción y pediré más mantas…”

“¡N-No, no! ¡Tampoco es para tanto!”

Su respuesta fue más sincera de lo que esperaba, así que me apresuré a detenerlo y luego continué.

“Hace frío… pero solo un poco. Probablemente… p-por la brecha. Como hay un espacio entre nosotros, cuando la manta se mueve, el aire frío entra… A-Así que”, dije.

Ni yo misma tenía idea de por qué estaba diciendo esto.

“¿Puedo acercarme allí?”

“¿Eh…?”

“C-Como medida contra el frío. Creo que ambos dormiríamos más cómodos si dormimos pegados, en serio, eso es todo… No tengo ninguna otra intención…”

“A mí… n-no me importa.”

“…¿D-De verdad? Entonces… si me disculpas.”

Me arrastré por debajo de la manta, acercándome a él.

Mi corazón estaba a punto de estallar, pero aun así, me acerqué poco a poco…

Por supuesto, aunque dije que nos pegáramos, no me refería a que nos acurrucáramos directamente.

Únicamente nuestras manos y pies se tocaron un poco.

Pero incluso con un pequeño contacto como ese, pude sentir su calor corporal… Y mi cuerpo se calentó increíblemente.

“…Ciertamente es cálido estar pegados así.”

“Sí… Ah, pero Ta-kun, no te des la vuelta. Quédate así como estás.”

“¿Por qué…?”

“Porque.”

No puedo dejar que veas.

No puedo dejar que veas la cara que estoy haciendo ahora.

La cara de una mujer que está tan contenta hasta el punto de que resulta embarazoso…

Puse mis manos en su espalda.

Su grande, amplia y cálida espalda.

Fue una sensación extraña.

Mi corazón latía muy rápido, pero me sentía muy tranquila.

Esta cálida calma envolvió mi cuerpo y mente.

Y antes de darme cuenta, me quedé dormida lentamente, sintiéndome muy feliz.