Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 5: El Imperio de Hielo

Capitulo 5: Señor Demonio

Parte 14

Llegó el día señalado y traje a todo mi pelotón de hombres lobo al banquete.

“Hamaam, tu escuadrón está a cargo de proteger a ser Lekomya. Jerrick, ustedes a sir Shawch. Monza a sir Mottemo. Fahn, Vodd, ustedes nos protegerán a mí y al grupo de Eleora. Eso incluye a sus asistentes como Borsche y Natalia.”

Gracias a los incesantes esfuerzos de Lekomya, teníamos algunos aliados más en el palacio. Sin embargo, eso también significaba que necesitábamos proteger a más personas. En este momento había un total de 14 personas en la facción de Eleora. Todos eran nobles de bajo rango sin tierras, pero eran vitales para proporcionar a Eleora información actualizada del palacio.

Además, si no pudiéramos protegerlos, la gente pensaría que Eleora no era alguien que valiera la pena seguir. Era posible que el objetivo de lord Doneiks fuera socavar la confianza en Eleora, por lo que no podíamos permitirnos ser laxos.

No tenía idea de cómo lord Doneiks planeaba atacar, pero en el peor de los casos, nos atacaría con todo lo que tenía a su disposición. Los hombres lobo no podían exhibir toda su fuerza sin transformarse, pero sus sentidos mejorados funcionaban incluso en modo humano. Y éramos especialmente sensibles a las reacciones humanas.

“Oye, jefe. Esa señora de allí no parece estar demasiado bien. Su respiración es un desastre. Deberíamos llamar a un médico o un curandero.”

“Gracias por el aviso, Jerrick. Kite, llama a alguien.”

Un buen ejemplo. Los hombres lobo evolucionaron para cazar humanos, por lo que nuestros sentidos estaban especializados en leer sus emociones y deseos. Afortunadamente, cualquier habilidad que te ayudaba a tender emboscadas contra un objetivo inevitablemente también te ayudaba a evitar emboscadas de ese mismo objetivo. Será mejor que protejan a todos con sus vidas, chicos.

***

La fiesta de hoy se llevó a cabo en una mansión rural ubicada dentro de uno de los bosques en el dominio de lord Doneiks. La mansión en sí estaba cerca del tamaño del palacio imperial y sus vastos terrenos eran quizás incluso más grandes. Y cada centímetro de ese espacio se estaba utilizando de alguna manera para la fiesta. Después de una doble y triple verificación para asegurarme de que la comida no estuviera envenenada, comencé a devorar todo lo que pude.

“Veight, ¿no crees que estás comiendo demasiado? Ninguno de los otros nobles ha tocado la comida.”

“En Rolmund es costumbre no comer en una fiesta estilo buffet. Pero eso es porque están preocupados por ser envenenados y ya me he asegurado de que la comida sea segura. Entonces está bien.”

“¿Realmente tenías tantas ganas de comer?”

Kite observó con incredulidad. Pero para los hombres lobo, la comida era una cuestión de vida o muerte. Necesitábamos comer una cantidad enorme para mantener nuestros metabolismos. Afortunadamente, la comida en una fiesta organizada por el hermano menor del emperador era tan buena como se esperaba. En otras palabras, increíble. Había algo terriblemente mal en este país si toda esta deliciosa comida se desperdiciaba en todas las fiestas.

Masticando un trozo de carne, subí al segundo piso del atrio de la mansión. Desde aquí, podía ver la totalidad del banquete. Revisé el resto de la comida en mi plato mientras disfrutaba de la vista. En este mundo, no tendría muchas oportunidades de comer tanta carne asada como quisiera. Como toda la comida se iba a tirar de todos modos, realmente le estaba haciendo un favor a lord Doneiks.

Los invitados de hoy eran principalmente los principales miembros de las facciones de Eleora y Doneiks. Sin embargo, algunos miembros de las facciones de Ashley también estaban aquí.

Los nobles de la facción de Eleora, en otras palabras, nuestros aliados, estaban todos agrupados en una esquina de la habitación. O tal vez sería más exacto decir que todos fueron llevados a una esquina.

Los miembros de la facción de Doneiks los habían rodeado. Había unos pocos miembros de la facción de Doneiks para cada uno de los nuestros y parecían estar dando algún tipo de discurso a nuestros nobles. Era difícil escuchar conversaciones individuales desde aquí, pero me di cuenta de que estaban planeando algo grande.

Lo estaban haciendo a propósito abiertamente para mostrar que no me tenían miedo. Supongo que debería ir a detenerlos. Pero antes de que pudiera dar un solo paso, el príncipe Woroy se acercó a mí.

“Veo que viniste, héroe de la guerra de Meraldia.”

“Tienes mi más sincero agradecimiento por la invitación, Su Alteza.”

Mierda, no puedo abandonar a un príncipe sin que parezca grosero. El príncipe Woroy examinó los alrededores con una sonrisa.

“Parece que la fiesta se está calentando.”

“Es como dices.”

Pero por mucho que detestara quedarme aquí, estaba atascado. El príncipe Woroy miró a los nobles pertenecientes a la facción de Eleora y murmuró, “La familia Doneiks tiene material de chantaje contra la mayoría de los nobles. Sabemos qué nobles engañan a sus cónyuges y cuáles se dedican a pasatiempos inhumanos. Sabemos quién acumuló su riqueza a través de medios ilícitos y quién tiene montañas de deudas. Ya sabes de lo que hablo.”

Los nobles de nuestra facción eran aliados valiosos, pero no eran necesariamente buenas personas. En su mayor parte, eran nobles normales, por lo que se esperaba que tuvieran uno o dos secretos desagradables. Incluso si no lo hicieran, la familia Doneiks tenía más que suficiente poder e influencia para hacerlos desertar.

Podrían ofrecer tierras o tesoros como incentivo para cambiar de bando, o simplemente amenazarlos con someterlos. Esta era una situación difícil. Si esto fuera Meraldia, simplemente podría usar mi autoridad para contraatacar. Pero en Rolmund, yo era un extraño.

Un sudor frío comenzó a caer por mi espalda. El príncipe Woroy se volvió hacia mí y dijo con una expresión seria, “Si su facción se retira tan fácilmente, entonces Eleora es una estratega inútil. Deberías unirte a mí en su lugar. Será lo mejor para todos.”

El príncipe Woroy no estaba siendo arrogante, realmente creía que ese era el caso. Aunque aprecié la idea, no iba a unirme a él. Mierda, todos en nuestra facción comienzan a parecer asustados. ¿Qué tipo de suciedad desenterró la familia Doneik? Si bien sabía que sería grosero, no tenía más remedio que ir allí ahora mismo. Sin embargo, Eleora apareció justo a tiempo para salvarme.

Como era la invitada de honor, había llegado tarde según la costumbre rolmundiana. En el momento en que entró en la sala principal, inmediatamente se dio cuenta de lo que estaba pasando. Sonriendo débilmente, examinó a los nobles de la facción de Doneik.

“Parece que están teniendo una discusión muy animada. ¿Les importa si me uno?”

Aunque su tono era suave, Eleora implicaba claramente que, si los nobles de Doneiks no retrocedían, los destriparía. Aunque era sexta en la línea de sucesión, seguía siendo una princesa imperial. Además, también se pensaba que era una táctica maestra que había conquistado toda Meraldia solo con sus guardaespaldas personales. Claro, estos nobles tenían el respaldo de lord Doneiks, pero incluso así no se arriesgarían a ofender a una princesa imperial.

Los nobles que habían rodeado a los miembros de la facción de Eleora retrocedieron lentamente. Sin embargo, no todos estaban dispuestos a respetar su autoridad. Al igual que el vizconde Schmenivsky, muchos de ellos la despreciaban. Varios de ellos dispararon miradas desafiantes a Eleora. Ella los examinó fríamente y dijo, “Si intercambiar palabras no es suficiente para satisfacerlos, ¿qué tal algo más práctico? Nuestro estimado esgrimista astral, lord Veight, parece bastante aburrido.”

Todos me miraron. Espera, ¿qué? ¿Estás bromeando, Eleora? Parecía que Eleora quería usarme como una amenaza para mantener a los nobles de la facción de Doneiks a raya. Después de considerar todas mis opciones, ignoré los modales de Rolmund y me apoyé en el pasamanos de la baranda.

Las barandas se consideraban objetos para ser pulidos por los sirvientes, no estructuras de soporte que debían ser tocadas por los nobles. Pero ya había terminado con eso de la etiqueta. Bebí mi copa de vino de un trago y puse una sonrisa salvaje. Ya estaba ignorando la cortesía al comer y beber todo lo que quería, por lo que bien podría seguir hasta el final.

“Un duelo ciertamente animaría este banquete. He estado buscando una excusa para enloquecer sin contenerme. Uno se cansa de batirse en duelo sin derramar sangre después de un tiempo.”

Miré a los nobles que intentaron desafiar a Eleora. Me había acostumbrado bastante a hacer el acto de villano. Adelante. Los enfrentaré en cualquier cosa, desde duelos hasta lucha libre, sumo y quemados.

Pero los nobles que habían sido tan beligerantes momentos antes se volvieron dócilmente al recibir mi mirada. Los nobles de la facción de Doneiks habían sido completamente intimidados. Por otro lado, todos los aliados de Eleora dieron suspiros audibles de alivio.

Incluyendo al vizconde Schmenivsky, había roto las costillas y los dientes de cualquier noble que me había batido en duelo con la intención de matarme. Por eso los nobles que realmente me odiaban también me tenían mucho miedo. Eso ayudaba a lidiar con amenazas como estas. Pero esto hace que parezca que soy un fanático loco y amante de los duelos. ¿Era esa realmente la reputación que quería cultivar? Oh, lo que sea.

El príncipe Woroy interrumpió el silencio aplaudiendo. Él sonrió con tristeza y dijo, “Aunque un poco de esgrima estimulante ciertamente animaría la fiesta, no quiero ser grosero con el general más grande de Meraldia. Nuestras dos naciones son amigas después de todo. Músicos, toquen ‘Las vides de Romka’.”

La canción que el príncipe Woroy había solicitado era una melodía alegre que era una de las favoritas entre los plebeyos. A menudo se tocaba durante la temporada de cosecha cuando el vino se fermentaba. La atmósfera helada que había creado se relajó un poco y el príncipe Woroy se volvió hacia mí con una sonrisa triste.

“Por favor, no los asustes demasiado. Pueden ser cobardes impotentes, pero nuestra familia los necesita.”

Sonriendo, me incliné ante el príncipe.

“Mis disculpas, Su Alteza. Tengo un temperamento fácilmente malentendido.”

“Malentendido, ¿eh?” La sonrisa del príncipe Woroy se hizo más clara. “En ese caso, me gustaría ver tus verdaderos colores algún día. Estoy seguro de que me sorprenderá.”

Para alguien que parece un fortachón sin cerebro, sí que es perspicaz.

“Oh sí, mi hermano mayor también está aquí en la fiesta. Déjame presentártelo mientras todavía tengo la oportunidad. Normalmente está lejos manejando sus territorios. Espera aquí.”

El príncipe Woroy se alejó.

***

Pasé el tiempo que se había ido mirando a los nobles de Doneiks para asegurarme doblemente de que no intentaran nada. Finalmente, el príncipe Woroy regresó con un hombre con gafas. Si bien el recién llegado tenía una construcción y características similares a las del príncipe, parecía mucho más serio. El príncipe Woroy le susurró unas palabras y luego se acercó a mí.

“Lord Veight, este es mi hermano, Iván.”

“Es un honor conocerte finalmente, príncipe Iván. Soy Veight Gerun Friedensrichter.”

Ivan asintió solemnemente.

“Y es un placer conocerte también, lord Friedensrichter. Esta fiesta se celebra en tu honor. Por humilde que sea, por favor disfrútala a tu gusto.”

Su tono era cortés, pero también formal y rígido. Por su olor, me di cuenta de que era receloso de mí. Supongo que no le dejé una buena impresión. Me comprometí con el príncipe Iván en una pequeña conversación y después de unos minutos de conversación inofensiva, se excusó. Pero antes de irse se dio la vuelta y dijo, “Mi padre, lord Doneiks, estaba destinado a ser el anfitrión de hoy, pero de repente cayó enfermo. Está descansando en su habitación, pero si lo deseas, podría llevarte a saludarlo.”

No estaba muy seguro de lo que decían las costumbres de Rolmund sobre una situación como esta, pero estaba bastante seguro de que era importante saludar al anfitrión. Lo más probable es que lord Doneiks estuviera tramando algo, pero no podía rechazar una solicitud directa del príncipe.

“Por supuesto. Esperaba tener la oportunidad de presentarle mis respetos a lord Doneiks.”

Mantuve mi tono agradable mientras respondía. Como lord Doneiks era el segundo en la línea de sucesión, sería emperador si algo le sucedía al príncipe Ashley. Naturalmente, esto significaba que todo Rolmund suponía que estaba tramando algo. Me inclinaba a pensar lo mismo.

Seguí a un sirviente hasta la mansión. Los sonidos de la música y la risa se hicieron distantes, reemplazados por el viento que susurraba entre las hojas de otoño. Esta era una parte tranquila de la mansión. El sirviente me llevó a una puerta y llamé.

“Adelante.”

La voz tranquila de un anciano me llamó. Al entrar, lo primero que noté fue la cantidad de guardias ocultos en la habitación. El interior de la habitación era lo suficientemente silencioso como para que pudiera captar sus respiraciones. Parecía que el ostentoso armario colocado contra la pared tenía más espacio en él del que sugería su construcción rolmundiana.

La mayor parte del espacio restante de la pared estaba decorada con retratos de lo que asumí que eran emperadores pasados. Sin embargo, había una corriente de aire que venía detrás de cada pintura, lo que sugería que había bastante espacio detrás.

El techo era ligeramente más bajo que el del pasillo, lo que significa que probablemente también había un espacio oculto allí arriba. Había un total de ocho guardias ocultos. Al parecer, lord Doneiks era bastante cauteloso. Tengo que tener cuidado de no decir nada tonto.

Analicé la habitación en el lapso de tres segundos, luego me incliné ante el señor.

“Mis disculpas por perturbar tu descanso. Soy un concejal de la Mancomunidad Meraldiana, Veight Gerun Friedensrichter.”

Un anciano de ojos afilados estaba sentado detrás del único escritorio en la habitación. Al igual que sus hijos, tenía una figura alta y músculos impresionantes. Por lo que parece, él seguía con su entrenamiento incluso ahora. Tenía el aspecto de un guerrero endurecido. El señor me miró por unos segundos, luego se puso de pie e inclinó la cabeza.

“Bienvenido, joven héroe meraldiano. Soy el actual jefe de la casa Doneiks, Zweinei Karitov Doneiks Rolmund.” Él entrecerró los ojos ligeramente. “Acércate. El calor del fuego no puede alcanzarte allí.”

Comparado con otros rolmundianos que conocía, no parecía especialmente amable. Tampoco parecía particularmente persuasivo o atractivo.

Pero por alguna razón inexplicable, me sentí obligado a escucharlo. Sus palabras poseían un poder misterioso. Si no fuera por el hecho de que el flujo de mana estaba quieto, habría pensado que estaba usando magia de control mental. Tal vez era solo su fuerza de carácter, pero odiaba dar explicaciones tan vagas para fenómenos reales.

Desconfiando de los guardias a mi alrededor, lentamente me dirigí hacia la chimenea. Aquí, capté el leve aroma a sangre. El aroma era viejo, pero definitivamente era el de la sangre humana. Además, el suelo era alrededor de dos milímetros más bajo aquí que en el resto de la habitación. Claramente había algún tipo de trampa puesta en este lugar. Entonces aquí es donde asesina a las personas. Ah, bueno.

Ya había lanzado la magia de desintoxicación y de protección de flechas sobre mí y tenía la magia curativa preparada en caso de que la necesitara. Mientras pudiera evitar los ataques iniciales de mis enemigos, sería capaz de transformarme y noquear a todos con Soul Shaker.

Si contuviera el aliento mientras me transformaba, podría conjurar el hechizo en menos de dos segundos. Me paré en el centro de la zona de exterminio de lord Doneiks y sonreí casualmente.

“Este es un lugar bastante acogedor. El fuego realmente te calienta.”

“He oído que el sur de Meraldia es bastante cálido, pero los otoños en Rolmund tienden a ser fríos. Sin embargo, espero que esta mansión te resulte cálida y acogedora.”

Ahí va de nuevo una invitación indirecta. “Esta mansión”, ¿eh? Realmente me quieren, ¿no es así? Supongo que haré el vago cambio de tema habitual.

“Muchas gracias. Hablando de chimeneas, mis hombres pasaron un buen rato reparando la de la princesa Eleora. De hecho, se han apegado bastante a su mansión.”

Rechacé la invitación de lord Doneiks de la manera más indirecta que pude. Él sonrió para sí mismo y asintió.

“Veo que los hombres de Meraldia son leales. Eleora debe estar feliz de tenerte.” Pero luego su sonrisa se desvaneció de repente y agregó, “Sin embargo, sé que Rolmund puede ser un lugar frío e implacable. Asegúrate de mantenerte caliente en todo momento.”

¿Se supone que eso es una amenaza? A pesar del hecho de que nuestra conversación fue todo menos placentera, disfruté hablando con lord Doneiks. Ahora que había pasado más tiempo con él, me di cuenta de que no era magia ni una vaga “fuerza de carácter”. Era simplemente un conversador muy hábil. Y él no era como yo, que solo utilizaba algunos trucos de aficionados para arreglármelas. Cada palabra y manierismo era elegido cuidadosamente para atraer al oyente y hacer que simpatizara con el hablante. Así que este es el calibre de un verdadero político imperial.

Había dos cosas que quería preguntarle a lord Doneiks. La primera era cuál era su postura con respecto a Meraldia. La segunda era si había estado detrás del intento de asesinato de Eleora. Supongo que debería comenzar con la menos seria primero.

“Por cierto, Su Alteza, ¿qué piensa de Meraldia?”

Lord Doneiks sonrió.

“¿Sería aceptable que respondiera en mi capacidad actual?”

¿Qué se supone que significa eso? Oh, espera. Te refieres a tu capacidad actual como señor de Rolmund Norte. ¿Estás tratando de decir que no tienes nada que ver con la decisión del palacio imperial de invadir? Tu ambición es evidente, viejo.

“Por supuesto, Su Alteza.”

“Entonces todo lo que puedo decir es que seguiré cualquier orden que me dé Su Majestad. El derecho a decidir la política meraldiana reside únicamente en él.”

Lo suponía. Lord Doneiks no tenía intención de informarme de su política. Quizás debería haber preguntado de una manera más indirecta. Aun así, incluso si no estuviera dispuesto a explicar sus planes, podría estar dispuesto a responder preguntas específicas.

“Sin embargo, Su Alteza, escuché que se opuso a la campaña meraldiana. ¿Puedo preguntar por qué?”

Lord Doneiks sacudió la cabeza.

“¿De qué te serviría saberlo? El emperador sigue vivo, al igual que su sucesor, el príncipe Ashley. ¿Hay algún punto en saber lo que pienso?”

“Perdóname por mi descaro, Su Alteza, pero este es mi deber como diplomático.”

Suspirando en resignación, lord Doneiks finalmente comenzó a hablar.

“Me opuse a la invasión porque creía que las recompensas no valían el riesgo o la inversión de tiempo. Sin embargo, Eleora logró triunfar solo con las tropas que tenía a mano.”

Sí, sí, ella es una princesa muy consumada. Lord Doneiks recogió una de las piezas de shougo que estaba sobre su escritorio. Estaba hecha de cristal y era claramente cara.

“Un ejército es más fuerte cuando no está en uso. Una vez desplegado, las bajas comienzan a aumentar y tus oponentes aprenden qué trucos tienes bajo la manga. Además, mientras está en uso para una campaña, un ejército no puede usarse para hacer otra cosa. Es por eso que un líder debe ser extremadamente cauteloso al elegir si comprometer o no sus fuerzas para algo.”

Cierto, si envías todas tus fuerzas para invadir, no te quedará nada para detener posibles revueltas. Eleora solo tenía su guardia personal a su disposición para esta misión, por lo que todos en Rolmund estaban impresionados de que lo hubiera logrado. Especialmente porque lo había hecho con un presupuesto reducido con solo unas pocas docenas de bajas. Lord Doneiks dejó la pieza de shougo sobre el escritorio.

“Mis hijos apasionados querían ver algo de acción, así que apoyaron el plan de Su Majestad. Y si nos fijamos solo en los resultados, parece que mis hijos tenían razón. Supongo que es cierto que la edad nubla tu juicio.”

No, tú eres el que realmente tenía razón. Si ustedes no hubieran tratado de invadir, no estaría aquí ahora. Sin embargo, parecía haber algunas diferencias de opinión dentro de la casa Doneiks. Quería investigar un poco más, pero el tiempo era limitado, así que decidí pasar al tema más importante. Si estaba o no detrás del intento de asesinato de Eleora.

Respiré hondo y endurecí mi determinación. Luego miré a lord Doneiks a los ojos y pregunté rotundamente, “Por cierto, su alteza. ¿Sabes algo sobre la nodriza de Su Alteza Eleora?”

Por supuesto que sabía que intentaría hacerse el tonto, pero tenía unas cuantas maneras de arrinconarlo. Lo más simple sería mentir y decir que Eleora capturó a su nodriza y la torturó hasta sacarle la verdad. Sería obvio para mí si su negación era o no una mentira, por lo que todo lo que quedaría sería encontrar evidencia que encajara con el crimen. Similar a una ecuación de álgebra donde se conoce la solución, pero la variable no. He venido completamente preparado para esta pelea. Que comience la cacería. Sin embargo, contrario a mis expectativas, lord Doneiks ni siquiera trató de negar la verdad.

“Pensando en ello ahora, lamento haber elegido ese método, lord Veight.”

¿En serio vas a admitirlo? Antes de que pudiera recuperarme de mi sorpresa, lord Doneiks vino a mí con un contraataque.

“Pero debo admitir que me desconcierta que un evento tan trivial te parezca tan importante. Los intentos de asesinato no son infrecuentes en Rolmund.”

Bueno… Supongo que eso es cierto. Lo más probable es que fuera este anciano de aspecto amable el que también se había cargado al vizconde Schmenivsky. Si no tuviera cuidado en el futuro, él podría intentar que me mataran también. Sonreí levemente.