Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Hasta Ahora, la Llave que Nunca he Tocado

Parte 5

Isshiki respondió con una cara desentendida a pesar de haber puesto rechazo en mis palabras y mi mirada. No me quedaba más que suspirar.

—Sería totalmente imposible planear algo así desde ahora. Por sobre todo ese tipo de cosas no me agradan, así que sería peor para mí.

—S-Sí… Pienso que sería divertido pero… también creo que está difícil.

—Es cierto…

Yuigahama sonrió amargamente mientras Yukinoshita ponía una de sus manos en su frente y cerraba sus ojos. Al parecer los tres coincidíamos en opinión. Parecía que Isshiki de igual manera no tenía más opción que quedarse tranquila tras escuchar la opinión negativa de las otras dos.

—Ahh, bueno, ya sabía bien eso, pero igual quería hacerlo… ¿En verdad no será posible?

Su voz ya no estaba cargada con la presión de antes. Había hecho esa pregunta con su vista ligeramente inclinada hacia arriba como aferrándose a nosotros mientras sostenía las puntas de su chaqueta. Su actitud era manipuladora pero con el mismo poder destructivo de siempre, por lo cual me hacía querer cumplir su pedido.

Sin embargo, era evidente que las cosas se pondrían bien feas si no rechazábamos su deseo de realizar un baile de promo.

A pesar del nudo en mi garganta por sentir cierta culpa, logré formar mis palabras de rechazo de alguna forma.

—Más que no queramos acceder, es porque realmente parece imposible… Hay varias razones de por qué… pero bueno, imagino que sí entiendes.

Sentí que no había la necesidad de explicarlo. Hacían falta muchas cosas como tiempo, presupuesto, personal, experiencia, información, entre muchas otras  más. Estaba seguro que Isshiki también comprendía esto sin necesidad de que yo se lo dijera.

Tal vez haya tenido alguna buena razón que la hizo venir a pedir algo tan absurdo pero… Probablemente sería más realista escuchar lo que tenía que decir y llegar a un acuerdo mutuo.

Isshiki parecía pensar en algo mientras internamente traté de llegar a una solución.

—Ya veo… Lo entiendo. Entonces lo haremos nosotros solos entre el consejo estudiantil.

—Sí, eso es lo mejor… ¿Espera qué?

Miré nuevamente a Isshiki pensando en que había escuchado algo mal. Sin embargo, parecía que no había sido el caso ni se trataba de ningún malentendido.

Isshiki elevó su rostro un poco y me observó firmemente. Sus ojos tenían una determinación clara en ellos.

—…¿Escuchaste lo que te dijimos?

—Sí. Por eso decidí hacerlo entre nosotros. Isshiki sonreía atrevidamente.

No había nada que pudiera hacer tras escucharla decir eso. No deteniéndola ni alentándola, las palabras surgieron de mi boca como un suspiro. Lo formado como suspiro no era para tratar de detenerla ni alentarla.

—O-Oh… Ya veo…

No  era  el  único  sorprendido,  Yuigahama  también  parecía  estarlo.  Nos  habíamos  volteado  a mirarnos perplejos.

Preguntar «…¿Qué querrá decir?» con mi vista, hacía que Yuigahama inclinara un poco su cuello mientras respondía «No lo sé…» con esa acción. Yukinoshita estaba con los ojos cerrados por lo que no participó entre nuestro contacto visual.

Debido a eso solo Isshiki podía explicarnos lo que quería hacer así que la observamos fijamente.

—No  sé  qué  decirles  si  me  ponen  esa  cara  extrañada…  Sí  pienso  que  será  difícil.  Ya  había considerado que se negaran también. No soy tan tonta.

Isshiki había hablado irritada pero tanto Yuigahama como yo parecíamos finalmente entenderla.

—Ah, ya veo. ¿Planeabas entonces intentarlo de todas maneras?

—Ya veo. Así por eso viniste sin ninguna preparación a tratar de negociar.

Isshiki sonrió débilmente mientras apartaba su mirada tratando de decir algo difícil.

—A-Al menos pensé que hacerles ver ese drama les daría ganas de hacer un baile de promo…

Eso es igual a no tener nada preparado… Al menos qué bueno que sea honesta. Isshiki tosió un poco como para limpiar su garganta mientras la observaba cálidamente.

—Bueno, si cambian de opinión vengan a pasar el rato al  consejo estudiantil. ¡Son más que bienvenidos! ¡Tanto que ni los dejaría volver a sus casas!

—Se notan tus intenciones de explotarnos… Así que de todas maneras planeas realizar el baile de promo…

—Sí.

La respuesta de Isshiki no cambiaba. Al parecer ya se había decidido. Sin embargo, no había mostrado ni una sola cosa que podría haber usado para llegar a esa decisión. Esto será bien molesto…

Yukinoshita comenzó a hablar mientras seguía preguntándome qué hacer.

—¿Puedo preguntártelo? ¿Por qué te empecinas en hacer un baile de promo a ese extremo?

Los hombros de Isshiki saltaron ligeramente tal vez habiéndose sorprendido por la repentina pregunta de Yukinoshita. Su forma de hablar si parecía estar dirigida hacia Isshiki, ya que Yukinoshita al parecer había estado pensando en otras cosas por lo cual se demoró un poco en reaccionar.

Debido a eso, Isshiki también se demoró en responder.

—Eh, pero les dije, para ser la reina del baile…

—¿Pero eso todavía será dentro de dos años verdad?

Como queriendo escabullirse por la grieta de debilidad que mostró Isshiki al quedarse sin palabras, Yukinoshita continuó sus preguntas. Isshiki respondió mientras rascaba su mejilla ocasionalmente o pasaba su mano por su nuca.

—Iba a preparar todo a partir de ahora.

—Aunque el baile de promo se llevara a cabo dentro de dos años, igual serías elegida la reina sin necesidad de llevar a cabo ninguna preparación desde ahora.

—Y-Ya veo… ¿Qué?

Isshiki miró sorprendida a Yukinoshita incapaz de entender lo que le habían dicho. Yo y Yuigahama nos habíamos visto mutuamente pero pensábamos lo mismo que ella. Yukinoshita suspiró levemente frente a la sospechosa mirada que recibía.

—Hablo de que no hay ninguna razón para definitivamente hacerlo este año.

—No, pero no estuve hablando de eso…

Isshiki hablaba dudosa, pero Yukinoshita no le prestaba atención a esas palabras. Tan solo le daba una mirada sagaz como esperando sólo a la respuesta de su incógnita. Isshiki parecía contraerse tras ser abrumada por esa mirada. Después de un momento, Isshiki dió una palmada con sus manos como habiendo encontrado cómo responder.

—¡Ah, pero mira, no hay ninguna garantía de que vaya a ser la presidenta del consejo estudiantil el próximo año! Por eso no queda otra alternativa que planearlo ahora…

—Pero si quisieras probablemente serías elegida de nuevo. Para empezar, no hay muchos candidatos en primer lugar, y así hubiera una segunda vuelta en las elecciones probablemente ganarías de todas formas por tus méritos y experiencia acumulada hasta ese entonces. Como lo veo, no hay ningún problema con que planees todo esto el próximo año.

El significado de cada palabra que Yukinoshita ponía en su boca era gentil, pero su tono de voz perspicaz hacía parecer que estuviera culpando y acorralando a  Isshiki. La conversación, que parecía más un interrogatorio, hacía que Isshiki quedara cada vez más sin palabras.

—Bueno eso… uhmm…. Sí, tienes razón, pero…

—De igual forma, el año siguiente al que viene–

—Eso sí que no.

Las palabras de Yukinoshita fueron interrumpidas a la mitad. Hasta hace un rato había estado siendo abrumada por las palabras de Yukinoshita, pero las palabras que había emitido justo ahora no contenían ni una pizca de duda. Yukinoshita miró detenidamente a Isshiki, tratando de entender su intención.

—…Probablemente así proponga hacer un baile de promo el próximo año, de igual forma será imposible. Al igual que ustedes, simplemente terminará siendo negado o me terminarán diciendo que no alcanzará el tiempo y terminaré rindiéndome… Así que no importa cuán difícil sea o así termine fracasando, debo seguir planeando todo para lo que venga después…

Las palabras que Isshiki venía formando se detuvieron allí. Sólo podía escuchar levemente su respiración temblante que firmemente trataba de contener.

Traté de preguntarle si se encontraba bien, cuando repentinamente su cabello color castaño se sacudió fuertemente.

—Debo hacerlo ahora. Puede que esté a tiempo si empiezo ahora.

Tras levantar su rostro vigorosamente, Isshiki nos dirigió su fuerte y clara mirada. Sin embargo, a pesar de recibir esa mirada directamente, la expresión de Yukinoshita no variaba.

—…¿Por qué lo harías? ¿Para quién?

Isshiki parpadeó sorprendida tras escuchar las palabras compuestas de Yukinoshita. Su expresión con su boca abierta tras pensar un momento era de alguna forma inocente. Isshiki, sin embargo, sonrió llena de confianza después de una breve pausa.

—¡Por supuesto que para mí misma!

Isshiki Iroha declaró en voz alta en tono de altivez; su pecho ligeramente sacado hacia adelante.

Bien, Isshiki. Así sea la verdad lo que hayas dicho ahora, o haya sido una simple mentira para ocultar otra cosa, avanzar fielmente a tu pensamiento era digno de elogiarte. Sería extremadamente desconsiderado pedirte más razones o explicaciones a estas alturas.

Yukinoshita parpadeaba seguidamente tal vez por sorprenderse de igual manera, pero sonrió después de un momento.

—Ya veo. Gracias por responderme.

La sonrisa de Yukinoshita era realmente una sonrisa contenta, como si hubiera escuchado justo lo que más quería escuchar. Era probable también que haya preguntado por simple curiosidad. Al menos las siguientes palabras que Yukinoshita parecía tener preparadas, hacían imposible evitar pensar que no fuera así.

—Entonces, hagámoslo.

—¿Ah? ¿Eh? ¿En verdad en serio? ¡Vaya! ¡Yukinoshita-senpai, te quiero mucho! Entonces, ¿qué fue lo de hace un rato? FueBienAterradorRealmenteDesearíaQueDejesDeHacerEso. Mientras lo dice, Isshiki caminó hacia Yukinoshita para abrazarla. «Espera…» Fueron las palabras frías que Yukinoshita mencionó en voz baja con una cara molesta mientras separaba a Isshiki de su cuerpo.

Tras ver esa cálida escena, tanto yo como Yuigahama suspiramos casi al mismo tiempo.

—Bueno, ni modo. Si los superiores ya decidieron eso. A trabajar…

—…Sí, tú lo has dicho.

Yuigahama asintió en respuesta a mi comentario con tonos de queja junto a una sonrisa un poco forzada.

De todas formas, esto decidía el próximo objetivo del Club de Servicio. Si surgió una tarea solo quedaba cumplirla. Tras levantarme, estirarme y girar un poco mi hombro, Yukinoshita nos llamó con una voz reservada.

—…¿Les molestaría escucharme un momento?

—¿Hm?

Yukinoshita arregló su postura un poco nerviosa mientras Yuigahama y yo volteamos a verla.

—Lo de hace un momento fue algo que yo decidí personalmente, así que no tengo intención de obligarlos a ayudarnos.

—…O-Oh. ¿A qué te refieres?

Tras mirarla fijamente a los ojos preguntándome qué quería decir, Yukinoshita enderezó  su postura firmemente tras respirar profundamente.

—Pues, lo que quiero decir es que… No es una decisión que tomé como la líder de este club, así que pienso que no hay ningún tipo de autoridad en lo que dije. Por eso pueden tomarlo como algo que no es parte de las actividades de nuestro club. Por supuesto que se los agradecería si pudieran ayudarnos. Sólo quería que supieran que planeo tomar responsabilidad sobre este baile de promo y llevarlo a cabo adecuadamente. En otras palabras…

Las palabras de Yukinoshita se hacían menos claras y su tono de voz más bajo mientras más hablaba. Tal vez frustrada por su forma de transmitir sus palabras, las manos que tenía sobre su regazo agarraban firmemente su falda mientras ella misma mordía ligeramente sus labios con su rostro mirando hacia abajo.

En duda por un momento, incliné un poco mi cuello. Sin embargo, recuerdo que ya había escuchado un sofismo parecido a este una vez. Probablemente Isshiki Iroha también ya lo había notado.

No obstante, las palabras de ahora parecían tener una fachada mucho más amplia que las palabras de aquella vez.

—Así que somos libres de participar si queremos.

Yukinoshita me miró de entre ojo tras escucharme mientras estaba por decir algo llena de inseguridad. Entonces, una voz mucho más gentil resonó antes de que pueda continuar.

—Te equivocas, Hikki.

Estaba definitivamente resaltando mi error, pero su tono de voz no parecía querer culpar, advertir o reprenderme. Como siendo atraído por su tono que vibraba tan suavemente como una pluma cayendo en el aire, miré a Yuigahama mover su cabeza ligeramente, bajar su mirada hacia el escritorio en su delante y suspirar débilmente.

Al cabo de un momento, Yuigahama le mostró una sonrisa gentil a Yukinoshita.

—Yukinon… tú quieres hacerlo sola, ¿verdad? Yukinoshita asintió sin ningún tipo de duda.

Ah, ya veo. Puedo sentir una comprensión que me alivia. Ciertamente estaba mal, estaba equivocado.

En cualquier momento y siempre, después de repetir y juntar sus palabras, siempre omitía decir lo más importante. Yuigahama había resaltado lo que quería decir con sus escasas palabras y gentil voz.

Yukinoshita aspiró suavemente con sus labios temblantes.

—No tenemos otra opción que hacerlo ahora, si empezamos ahora probablemente lo logremos… Yo también, probablemente pienso lo mismo.

Los ojos de Isshiki se abrieron enormemente en sorpresa. Estaba mirando perpleja a Yukinoshita de perfil. Probablemente Yuigahama era la única calmada en esta situación. Yuigahama era probablemente la única persona que siempre escuchaba la voz de Yukinoshita correctamente.

—Por eso me gustaría que este sea el comienzo. …Me gustaría que pudieran observarme hacerlo.

—Está bien. Entonces no diré nada, pero promete algo.

Yuigahama levantó su meñique. Yukinoshita, al parecer un poco confundida, solo extendió su brazo ligeramente. No obstante, tras esperar un momento, comenzó a aproximarse hasta que finalmente ambos dedos se juntaron.

—No hagas nada absurdo. Si necesitas ayuda, avísanos. Indiferentemente de que seamos del Club de Servicio o no, somos amigos. Me gustaría ayudarte si llega ese momento…

—Sí, lo prometo. …Gracias.

Tras hacer su promesa, Yuigahama comenzó a sonreír levemente con su usual inocencia de siempre.

—Hm, bien. Yo lo entiendo. ¿Tú, Hikki?

Cambiar la dirección de la conversación tal vez parecía haber sido algo natural, pero no pude reaccionar al instante.

—Sí…

Por lo cual no pude dar más que una respuesta simple. Ni siquiera tenía claro a qué le estaba dando una respuesta. Yukinoshita me miró preocupada.

—…¿Estoy equivocándome en algo?

—…No. Estas bien así. Supongo.

—No puedes ser más casual que siempre.

Yukinoshita sonrió. Yo también había estado sonriendo en parte. Al fin lo había entendido. Qué había visto en esa hermosa reverencia. Qué habían querido decir esas palabras indirectas. Por supuesto que había sido normal sentirlas familiares. Comprenderlo de igual manera tan solo había sido algo extremadamente natural. Esta tranquilidad y soledad eran algo que ya había experimentado.

—…Ya veo, creo que lo entiendo.

Isshiki susurró suavemente. Su cara parecía un poco cansada. El suspiro que podía escuchar de ella parecía algo doloroso también. Tal vez habiéndolo notado de igual manera, Yukinoshita comenzó a hablar calmadamente.

—Lo siento. …Espero que no te moleste. Probablemente no te sientas muy segura con sólo mi ayuda pero…

—Ah, no. No me preocupa eso para nada.

Isshiki le regresó una sonrisa a Yukinoshita quien había inclinado su cabeza. Tras hacerlo, Isshiki se puso de pie e inclinó su cuerpo tras aproximarse a Yukinoshita como para mirarla a su misma altura.

—En ese caso, ¿podrías venir al consejo estudiantil mañana?

—Sí, esforcémonos.

—Yo digo lo mismo. Esforcémonos, Yukinoshita-senpai.

Tras dar una reverencia en agradecimiento juguetonamente, Isshiki tomó sus cosas y se dio la vuelta.

Dejando de lado a Yukinoshita quien inclinaba su cuello dudosa por haber sentido algo extraño en sus palabras, Isshiki se despidió sacudiendo su mano antes de cerrar la puerta del salón  al retirarse.

Tras verla irse, en el salón nuevamente quedamos solo nosotros tres. Ya había pasado hace mucho el horario normal de salida. Las cosas podrían ponerse muy feas si no nos íbamos también.

—…Ya va siendo hora de que nos vayamos también.

Yukinoshita nos susurró tras confirmar la hora en un reloj. *(le pones ‘su’ reloj si tiene reloj). Tanto yo como Yuigahama asentimos a sus palabras mientras comenzamos a prepararnos para salir. Yuigahama sale del salón tras doblar su manta y sostenerla hacia el costado en sus brazos.

De igual manera, caminé hacia el pasadizo mientras Yukinoshita me seguía por detrás.

La oscuridad total que envolvía a la escuela hacía sentir el pasadizo totalmente helado, como si tras salir del salón hubiéramos entrado a otro lugar.

Sin embargo, el frio que podía sentir en mi piel era de igual manera prueba de que el ambiente en el salón del club había sido agradable.

Ya que el encargo no fue considerado como parte de nuestro trabajo, a partir de mañana no tendré ninguna razón para volver a este lugar. Me es difícil alejarme tras verlo de esa forma.

Habiendo dicho eso, seguramente la autosuficiencia era algo como esto. Podía sentirme un poco desolado pero también orgulloso como cuando Komachi se alejó calmadamente de mí como hermano. Por eso lo que estaba pasando ahora mismo era algo digno de celebrarse.

Como guardando algo valioso dentro, la puerta del club se cerró con llave.

Esa llave siempre la tenía ella y yo nunca la había tocado ni una sola vez.