Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Extra 2: El Campeón Dragonante y la Sabia Inmortal

Después de la ceremonia de coronación de la Maestra, fui a su habitación para cambiarme la ropa ceremonial. La Maestra no se molestó en quitarse su elaborado vestido y simplemente se dejó caer en su cama. Ella me dio una sonrisa cansada.

“Nunca imaginé que me convertiría en la Señora Demonio. Supongo que la vida es realmente impredecible.”

Sonriendo, respondí, “Diría que tu vida era bastante impredecible incluso antes de esto. Naciste como una princesa, viste caer a tu país, te mataron a raíz de esto, luego volviste a la vida y comenzaste a estudiar la nigromancia.”

Comparado con la Maestra, lo único interesante que podía decir acerca de mi vida era que había reencarnado. La Maestra me devolvió la sonrisa y dijo, “Puede que tengas razón. Supongo que mi vida hasta este momento ha sido bastante estimulante, por lo que sería razonable esperar que continúe siéndolo de aquí en adelante. Por lo menos, sé que tengo al menos un discípulo que hará que la vida sea interesante para mí.”

“¿Te estás refiriendo a mí?”

“En efecto. La manera en que percibes el mundo es similar a la de Friedensrichter.”

¿Lo es? La Maestra miró con cariño el casco del Señor Demonio anterior y le dio una pequeña palmadita.

“Mi primer encuentro con Friedensrichter, cuando era un joven Campeón dragonante, es algo que nunca olvidaré.”

Supongo que la Maestra todavía se siente un poco sentimental. Enderecé la espalda y escuché en silencio la historia de la Maestra.

Esto fue alrededor del momento en que me había rendido a la persistencia y pasión de Melaine y la acepté como mi primera discípula. En ese momento, todavía estaba residiendo en el Castillo de Grenschtat. Mis días los pasé investigando, experimentando y entrenando a Melaine. Un día, un escuálido y sucio guerrero dragonante apareció en mi puerta. A menudo me habían visitado otros guerreros demoníacos, todos pidiendo tonterías absurdas, como mi ayuda para conquistar el resto de su clan o el secreto de la inmortalidad. Naturalmente, los había rechazado. Sin embargo, este guerrero dragonante— Friedensrichter—era diferente. No buscaba el poder, ni la fama.

“Oh, Gran Sabia Gomoviroa. Deseo reformar este mundo injusto, regido por la violencia. Deseo crear un mundo nuevo; uno donde los demonios y los humanos pueden vivir juntos en paz. ¿Estarías dispuesta a prestar tu infinita sabiduría a mi causa?”

¿Puedes imaginarte eso? Desde el principio, sus ambiciones habían eclipsado incluso los sueños más salvajes de los simples mortales.

Naturalmente, al principio no confiaba en él, así que lo eché como a todos los demás. Sin embargo, regresó una y otra vez, diciendo, “Si deseo ganarme el respeto de una sabia, entonces debo mostrarte mi sinceridad y resolución.” Aparentemente, también era su forma de mostrarme respeto.

Una vez incluso esperó afuera de mis puertas durante diez días mientras yo estaba de viaje por el bosque.

Además, estaba rodeado por una pila de cadáveres de monstruos. Nunca supe en qué tipo de pelea se metió, pero eso fue suficiente para convencerme, al menos, de su determinación. Dicho esto, siempre había algún tipo de conmoción cada vez que ese hombre venía a mi castillo.

Lo peor de todo fue cuando llegó a mi castillo con una joven dragonante huérfana en sus brazos y un millar de refugiados dragonantes que lo seguían. Por cierto, esa chica era Shure, quien ahora lidera las Escamas Carmesí.

Movido por su impulso, finalmente accedí a ayudarlo en sus batallas. Con el tiempo, nos acercamos. A medida que nuestro poder y fama crecieron, incluso pudimos incorporar a los enemigos del clan de Friedensrichter, los Caballeros Azure a nuestras filas. Fue entonces cuando Kurtz y Baltze se unieron a sus fuerzas. Cuando vi lo mucho que Friedensrichter había logrado, comencé a pensar que realmente podría lograr el cambio que soñaba. Incluso se las arregló para aliarse con los infames dragonantes obsidiana asesinos. Fue entonces cuando estuve segura de que él sería el que transformaría el mundo. ¿Hm? ¿Quiénes son los dragonantes obsidiana? Deberías reconocerlos, esos corpulentos guerreros que siempre sirvieron como sus guardaespaldas. En su día, eran villanos notorios. Sin embargo, míralos ahora, sonríen y bromean con los demás.

En retrospectiva, podría haber estado convencida de que revolucionaría el mundo incluso antes de eso, cuando derrotó al gigante Campeón Tiverit y lo convenció de nuestra causa. Incluso un hombre de fuerza monstruosa como Tiverit se había acobardado al enfrentarse a Friedensrichter. De hecho, la confrontación había terminado sin pelear.

“Nunca he conocido a nadie más fuerte que yo, pero ahora sé que tal hombre existe. No tendría sentido pelear contigo, sé que perdería. Mi vida es tuya para que hagas lo que creas conveniente.” Eso fue lo que Tiverit había dicho.

Aunque me había vuelto mucho más desconfiada de los demás después de los acontecimientos de mi pasado, ni siquiera yo pude evitar poner mi fe en Friedensrichter. Él realmente era un Campeón para todos los demonios. Concentré todos mis esfuerzos en ayudarlo a crear lo que se conocería como el “Ejército Demoníaco” a partir de ese momento.

Después de terminar su historia, la Maestra me miró.

“Al igual que Friedensrichter, parece que tienes una habilidad para pensar más allá del futuro inmediato. Es como si estuvieras mirando el mundo desde arriba y pudieras captar todo lo que ocurre dentro de él.”

Miré a la Maestra con sorpresa. Tanto el anterior Señor Demonio como yo habíamos sido japoneses reencarnados. Supongo que debería haber sido obvio que nuestros valores y procesos de pensamiento serían diferentes, pero nunca me di cuenta de que la Maestra había notado esa conexión. Todavía no quería hablarle de mi reencarnación, así que se me ocurrió otra excusa,

“Supongo que eso es gracias a la guía del Señor Demonio.”

“Me pregunto… Supongo que, si eso es lo que dices, te creeré por ahora.”

¿Ella ya me ha descubierto? Nervioso, cambié apresuradamente el tema,

“¿Fue divertido construir el ejército demoníaco junto con el Señor

Demonio?”

“Supongo.” La Maestra sonrió y se acostó en su cama y continuó, “No puedo permitir que el sueño de ese necio testarudo, o el imperio que él creó, caiga aquí. Su legado debe ser mucho más interesante que eso. ¿No estás de acuerdo, Veight?”

“Por supuesto, Maestra.”

“Fufu.”

-FIN DEL VOLUMEN 02-