Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Capitulo 2: Las Alcantarillas se Tiñen de Rojo

Parte 15

Demasiado cansado para mantener mi forma de lobo, mi cuerpo se transformó en el de un humano.

Esta fue la primera vez que había estado tan cansado. Los efectos secundarios del uso de Fanatic Burn estaban empezando a hacer efecto ahora. Cuando mi visión se volvió borrosa, me tambaleé hacia donde había caído el Señor Demonio.

Mis piernas se sentían como si estuvieran arrastrando una roca con cada paso. Su cuerpo yacía boca abajo y podía decir por la falta de mana que lo rodeaba que su vida ya se había extinguido. Ninguna magia podría salvarlo ahora. Ni siquiera tuve la oportunidad de decirle adiós. Aunque, tal vez tendría la oportunidad de verlo antes de lo que pensaba. Las consecuencias de usar un hechizo prohibido se hicieron más severas y todo mi cuerpo se sintió como si estuviera siendo

destrozado. Apreté los dientes contra el dolor y le dije al Señor Demonio en

japonés, “Te he vengado… Maou-sama…”

Los demonios de esta generación ya no tendrían que vivir con miedo al Héroe. Así que descansa en paz. Te has ganado eso al menos.

Todo se volvió negro. Desde que me convertí en hombre lobo, podía ver en la oscuridad, así que esta fue la primera vez en esta vida que me vi envuelto en la oscuridad. Si muero así, ¿podré volver a verte? Ese fue el último pensamiento que cruzó mi mente antes de que mi conciencia estuviera envuelta en la oscuridad.

***

—Diario de Enfermería de Melaine—

Me volví hacia la cama, donde Veight duerme como un muerto. Él todavía está vivo, ¿verdad? Los vampiros pueden distinguir a los vivos de entre los muertos con bastante facilidad, pero no puedo evitar estar inquieta. Me acerqué y me aseguré de que todavía estaba respirando. Bien, él todavía está vivo. Solo saber eso es un gran alivio.

Pero aun así, han pasado tres días. ¿Por cuánto tiempo planea dormir? Él ha sido propenso a quedarse dormido desde que era un niño, pero esto es realmente demasiado.

He estado vigilando de cerca sus signos vitales utilizando tanto mi conocimiento como nigromante y mis talentos innatos como vampira. Al principio, estaba realmente al borde de la muerte, pero después de tres días de cuidados constantes, su condición se estabilizó. No me llaman la mejor discípula de la Maestra Gomoviroa por nada. No te dejaré morir tan fácilmente, Veight.

El Señor Demonio necesita que termines lo que comenzó. Si comparo el ejército demoníaco con una familia, entonces el Señor Demonio era el padre de todos. La Maestra es como la abue—este, quiero decir, madre. Sí, definitivamente madre.

Ella podría terminar leyendo esto, así que es mejor no escribir nada que la enoje.

De todos modos, eso hace que Veight sea el hermano mayor de todos. El responsable hermano mayor del ejército demoníaco. Todos confían en él. Y no solo porque es un buen general y un buen diplomático. Te necesitan a ti y a tus formas extrañas de pensar, Veight. Muestras compasión por los débiles y aunque eres un hombre lobo no te gusta derramar sangre. Pero cuando las cosas se ponen peligrosas, siempre eres tú el que arriesga su propia vida. Pero todo lo que haces ayuda a llevar a los demonios a un futuro mejor. Cada vez que aparece algo inesperado, la gente espera que te encargues de ello, Veight. Porque saben que puedes manejarlo.

Vaya, se suponía que esto era un diario de enfermería, pero terminó convirtiéndose en mi diario personal. Bueno, lo que sea. La Maestra siempre dice que los escritores insertan su sesgo subjetivo en todo lo que escriben. Solo deseo que ya te hubieras despertado, Veight. Porque, bueno… confío en ti tanto como todos los demás. Por favor, protege a la Maestra y a todos los demás demonios, Veight.

***

Al parecer, dormí unos cuantos días.

“Ah, finalmente estás despierto.”

Lo primero que vi al abrir mis ojos fue a Melaine. Presionó su frente contra la mía, luego asintió para sí misma.

“Parece que tanto tu mana como tu espíritu están bien. Y tampoco parece que estés sufriendo efectos secundarios.”

“¿Dónde estoy?”

En retrospectiva, esa era una pregunta innecesaria. Me di cuenta de que esta era la habitación que me habían asignado en Grenschtat.

“Así que sobreviví…”

Solté un suspiro de alivio. Si realmente hubiera muerto aquí, no tenía ninguna duda de que el Señor Demonio me habría regañado en la otra vida. Melaine me miró con el ceño fruncido y dijo, “¿Ser imprudente con tu vida es un rasgo que todos los hombres lobo comparten, o es así como es tu personalidad, Veight?”

Ella se acercó y me pellizcó las mejillas. Oww, eso duele, Melaine.

“Entonces, ¿qué pasó después de la pelea?”

Escapé de las garras de Melaine y le pregunté lo que más me interesaba. Ella me dio unas palmaditas en el hombro y me dijo con voz suave, “Está bien. No tienes que preocuparte. La Maestra se encargó de todo.”

Después de haber perdido la conciencia, los guardias imperiales sobrevivientes habían tratado mis heridas. Una vez que habían hecho todo lo que podían por mí, llamaron a los otros dragonantes y limpiaron los cuerpos del Señor Demonio y el Héroe. Casi al mismo tiempo, la Maestro recobró la conciencia. Supuestamente ella había sentido la muerte del Héroe y el Señor Demonio, y la muerte de tan grandes conjuntos de mana había sido lo que la había despertado. A pesar de que apenas podía moverse, se había obligado a teletransportarse a Grenschtat.

A partir de ahí, ella había tomado el cargo. Lo primero que había hecho era pasar una noche entera tratando de revivir al Señor Demonio.

Desafortunadamente, ni siquiera sus poderes fueron suficientes para devolver a alguien que había cruzado completamente el umbral hacia la muerte.

Exhausta, ella había anunciado con lágrimas la muerte del Señor Demonio.

Su cuerpo había sido sepultado en el mausoleo debajo del castillo.

Aunque los demonios enterraban a sus muertos, tradicionalmente no tenían servicios funerarios elaborados. La mayoría de las razas vivían en tierras salvajes, y si no se deshacían de sus muertos rápidamente, era probable que los restos fueran devorados. Sin embargo, parecía que el Señor Demonio al menos iba a tener un funeral apropiado.

En cuanto al Héroe, la Maestra llevó sus restos al ejército meraldiano que esperaba su regreso. Quería darles a los humanos la oportunidad de llorar a sus propios muertos, pero cuando el ejército que acampaba fuera de las nieblas la había visto llevar el cadáver del Héroe, habían huido aterrorizados. Cuando vieron las marcas de mordidas en el cuello del Héroe, asumieron que el Héroe no había logrado matar al Señor Demonio y que había sido masacrado por un hombre lobo en su camino hacia el castillo. Creyendo erróneamente que el Señor Demonio todavía estaba vivo, el ejército había abandonado el cadáver de Arshes, temiendo que ellos fueran los próximos. La Maestra se había sentido mal por haber dejado el cuerpo del Héroe allí, así que lo había traído de vuelta al castillo para ser enterrado. Sin embargo, ella esperaba poder devolverlo a su ciudad natal.

Después, los exploradores confirmaron que el ejército meraldiano se había retirado a Bahen. La mayor parte de la milicia había desertado, mientras que el ejército permanente estaba demasiado aterrorizado para abandonar la seguridad de los muros de Bahen. Aparentemente, hubo algunos rumores muy exagerados circulando alrededor del ejército meraldiano con respecto a mis acciones. Por lo que parece, mi cartel de ‘Se Busca’ estaba a punto de recibir varios datos nuevos.

Al final, ningún ejército ganó algo de esta batalla. Ambos bandos perdieron a sus mejores guerreros sin que nadie obtuviera una ventaja táctica.

Actualmente, el ejército meraldiano no estaba haciendo grandes movimientos. Pero en este momento, el mayor problema era si el Ejército Demoníaco podía sobrevivir. Sin el Señor Demonio, las únicas personas capaces de dirigir el ejército eran los comandantes de los regimientos. Sin embargo, Tiverit también había muerto, lo que significa que la única persona capaz de hacerse cargo era mi maestra, Gomoviroa. Durante el tiempo que estuve inconsciente, la Maestra tranquilizó a los hombres, mantuvo la moral y mantuvo al ejército unido. Si no hubiera sido por sus valientes esfuerzos, el ejército bien podría haber colapsado tras la muerte del Señor Demonio.

En términos de habilidad y experiencia, la Maestra era la más adecuada para suceder la posición de Señor Demonio. Aunque parecía renuente a tomar la posición, así que pensé que tenía que convencerla. Después de todo, la Maestra fue la que convenció al Señor Demonio de comenzar este ejército en primer lugar. Antes de eso, él solo había dirigido una pequeña banda de guerreros dragonantes. Fue gracias a sus esfuerzos que Tiverit se había unido y el ejército demoníaco había crecido al tamaño que tenía ahora. Incluso yo solo me había unido al ejército demoníaco debido a la Maestra. Podría ser cruel por mi parte decir esto, pero ella tenía el deber de ver lo que había empezado. Por supuesto, tenía toda la intención de apoyarla como su vicecomandante.

Aunque estaba preocupado por el futuro del ejército demoníaco, en este momento mi mayor prioridad era visitar la tumba del Señor Demonio. Quería despedirme adecuadamente de él. Me deslicé de la cama y me puse de pie. Aunque todavía estaba un poco adolorido, parecía que me había curado lo suficiente como para moverme.

“Voy a visitar la tumba del Señor Demonio.”

“Iré contigo.”

“Quiero ir solo, si eso está bien.”

Melaine me miró preocupada, pero después de unos segundos, sonrió con tristeza.

“Está bien… No te exijas demasiado, ¿de acuerdo?”

Me apoyé en el hombro de Melaine y me dio unas palmaditas en la cabeza como solía hacer cuando era un niño. ¿Cuántos años han pasado desde que hizo eso por última vez? Al parecer, Melaine había estado preocupada por mí todo el tiempo que estuve inconsciente.

Cuando salí al pasillo, encontré a los vicecomandantes del primer regimiento, todos alineados frente a mi puerta. Incluso Baltze y Kurtz estaban allí, junto con la guardia personal del Señor Demonio. Todos levantaron sus brazos en un saludo silencioso. Comprendí lo que estaban sintiendo, incluso si ninguno de nosotros podía expresarlo con palabras. Les devolví el saludo y me dirigí al mausoleo.

El mausoleo de Grenschtat era un edificio de piedra consagrado en el patio trasero del castillo. Presumiblemente, fue construido para los habitantes originales del castillo, pero por alguna razón desconocida, nunca lo usaron. Quizás algunos enemigos humanos los habían eliminado antes de que tuvieran la oportunidad de hacerlo. Independientemente de su propósito original, ahora el mausoleo era el lugar de descanso final del Señor Demonio. Quemé un palo de incienso frente al imponente edificio de piedra y ofrecí una oración en silencio. Este mundo no tenía los mismos palitos de incienso que existían en Japón, así que tomé prestado el equivalente más cercano que pude encontrar de Melaine. Junté las palmas y susurré, “No es justo, Señor

Demonio. No puedes dejarme así.”

Él fue la primera persona reencarnada que conocí después de venir a este mundo. No solo eso, sino que también había sido de Japón. Había sentido una fuerte conexión con él, incluso si no hubiera sabido demasiado sobre su vida pasada. Incluso si no hablaba de su pasado, todavía teníamos mucho de qué hablar.

“Señor Demonio, ¿alguna vez ha deseado comer arroz? El pan de este mundo no es malo, pero me gustaría poder comer arroz nuevamente.”

“Efectivamente. Un acre cuadrado de arroz puede alimentar a muchas más personas que un acre cuadrado de trigo. Espero que haya una oportunidad para introducir el cultivo de arroz al ejército demoníaco en algún momento.”

“Este, solo quería arroz porque sabe bien…”

“Como eres un hombre lobo, tu cuerpo puede digerir verduras y granos. Sin embargo, soy un dragonante. Desafortunadamente, nuestros cuerpos no pueden manejar bien las plantas.”

“Debe ser difícil vivir así…”

Habíamos tenido un montón de conversaciones inútiles como esa. Al final, nunca había aprendido qué tipo de persona había sido el Señor Demonio en su vida pasada, pero a juzgar por su personalidad, probablemente había sido un adicto al trabajo. Después de todo, él literalmente había trabajado hasta la muerte en este. Pensando en eso ahora, él realmente había sido un tipo incómodo. Ni siquiera me había dicho cuál era su antiguo nombre en Japón. Mi viaje de nostalgia fue repentinamente interrumpido por una voz detrás de mí.

“Así que aquí es donde estabas, Veight.”

Era la voz de la Maestra. Me di vuelta y la vi sonriéndome como siempre lo hacía. Sin embargo, su rostro estaba pálido y estaba tan agotada que necesitaba apoyarse en su bastón para ponerse de pie.

“¿Estás bien, Maestra?”

“No tienes que preocuparte por una vieja como yo. He oído que vengaste a Tiverit y al Señor Demonio por mí. Gracias, Veight.”

“Simplemente derribé al Héroe cuando aún estaba herido, no es nada de lo que estar orgulloso.”

El Héroe Arshes, ¿eh? Él mencionó a alguien llamada Meltia—al menos asumí que era una persona. Probablemente había estado luchando para vengarse por ella. ¿Había sido un miembro de su familia? ¿Tal vez su amante? O tal vez su maestro o su discípulo. Tal vez él también había sido reencarnado en este mundo. No había forma de saberlo ahora.

La Maestra sacó un sobre de su bolsillo y me lo entregó.

“Encontramos esto en el testamento del Señor Demonio. Está dirigida a ti.”

“¿Él me escribió una carta?”

“Él también me escribió una. Una vez que la hayas leído, ven a mi habitación.”

La Maestra se volvió hacia el mausoleo y agachó la cabeza en silencio.

***

—Testamento del Señor Demonio Freidenrichter—

Veight. Si estás leyendo esta carta, significa que el Héroe me ha derrotado. Y que has derrotado al Héroe en mi lugar. Incluso sabiendo de tus habilidades diplomáticas ejemplares, dudo que puedas negociar la paz con él. Sin embargo, debería ser imposible para ti haber derrotado a un enemigo que me mató incluso a mí. Soy plenamente consciente de lo raro que es escribirte una carta cuando es muy probable que hayas muerto conmigo. Sin embargo, al mismo tiempo, tengo la sensación de que eres capaz de lograr lo que incluso yo no puedo. Por eso te dejo esta carta.

Primero, dejemos unas cuantas cosas claras. He grabado todos los conocimientos que poseo de mi vida anterior en japonés. Hay cuatro tomos encuadernados en rojo en el cajón de la derecha de mi escritorio personal, todo lo que sé está escrito en ellos. Dejaré a tu discreción los pasajes que creas que deberían traducirse y difundirse a través de mis oficiales técnicos y que son demasiado peligrosos para ser revelados.

En cuanto a la cuestión de mi sucesor, si no hay objeciones, deseo que Gomoviroa se convierta en la próxima Señora Demonio. Ella tiene tanto la experiencia necesaria como la habilidad para liderar. En realidad, había considerado convertirte en mi sucesor oficial, pero sé que no deseas el puesto. Aunque puedo entender por qué rehusarías convertirte en el Señor Demonio.

Comprendes mejor que la mayoría el peso de la responsabilidad que conlleva ser un gobernante. Un solo comentario descuidado puede sembrar las semillas del miedo y la desconfianza entre tus súbditos y tus rivales. Quien se sienta en el trono debe elegir sus palabras sabiamente. Además, siempre habrá quienes deseen manipular a un gobernante para su propio beneficio. Por eso, el nuevo Señor Demonio debe ser alguien que no se dejará engañar fácilmente.

No sé si fui un gobernante tan prudente y sabio como aspiraba a ser. Pero sí sé que hay ocasiones en que un gobernante se ve obligado a tomar una decisión cruel; cuando quizás tengas que matar a todo un ejército, o ejecutar a los que se rindieron. Tales atrocidades eran comunes en la era Sengoku. Puede que algunos comandantes lo hayan ordenado por malicia, pero creo que muchos se vieron obligados a tomar tales decisiones tan desagradables.

Sin embargo, sé que no tienes la capacidad de ser tan insensible. Es por esa razón también que no te nombraré mi sucesor. La bondad que demuestras hacia tus enemigos es una de tus debilidades, pero también es tu fuerza. Tu deseo de paz es una rareza no solo entre los demonios, sino también entre los humanos de este mundo. Sin embargo, creo que son esos valores tuyos los que son la clave para revolucionar la sociedad. Deseo que permanezcas como un vicecomandante sin cargas, por lo que eres libre de hacer lo que quieras.

Ahora bien, hay algo por lo que debo disculparme, Veight. Anteriormente dije que era mejor no hablar de nuestros pasados. Y que no me gustaría entrometerme demasiado en tu propia vida pasada. Sin embargo, en realidad, pude adivinar qué tipo de persona eras sin tener que preguntar. Estoy seguro de que vienes de un Japón de décadas, o quizás de un siglo más lejano que el mío. A juzgar por tu personalidad, habías crecido en un Japón lleno de maravillas tecnológicas, disfrutando de una era de prosperidad.

Muchas personas, incluido yo mismo, hemos aprendido mucho de tu forma progresiva de pensar. Por eso, tienes mi más profundo agradecimiento. Aunque sospecho que tú mismo no eres consciente de la influencia que has tenido.

Además, creo que el Japón en el que viviste era mucho más pacífico que el mío. Solo un tiempo de paz podría haber cultivado un alma tan misericordiosa como la tuya. Si eso es cierto, entonces el futuro por el que pasé mi vida luchando finalmente ha bendecido a Japón. Mis disculpas por ser tan desconfiado de ti al principio. Tengo la mala costumbre de asumir lo peor de todo.

Sin embargo, gracias a ese hábito pude vivir una vida tan satisfactoria en este mundo. Bueno, supongo que todavía estoy vivo ahora, así que quizás no debería ser tan fatalista. No tengo intención de perder contra el Héroe. Porque yo soy Friedensrichter, Señor de los Demonios y Defensor de la Paz.

En este momento, no me arrepiento. Tanto en este mundo como en el último, fui capaz de abrirme paso a través de cualquier obstáculo que se me presentara. El territorio del ejército demoníaco se está expandiendo gradualmente. Tengo docenas de personas talentosas que pueden llevar adelante el futuro del ejército demoníaco. Y no necesito preocuparme por quién será mi sucesor. En este punto, si sobrevivo o no a esta batalla es un asunto trivial. Tengo tan pocas oportunidades de divertirme, así que también puedo disfrutar de esta pelea.

Aunque supongo que desde que hice todo el esfuerzo de escribir esta carta, tal vez debería dártela incluso si sobrevivo a la batalla contra el Héroe. Me gustaría mucho ver qué reacción tendrás ante estas revelaciones.

***

Después de leer la carta, volví a mirar la tumba del Señor Demonio. A pesar de toda tu confianza, aun así perdiste al final. No es justo que salgas feliz mientras el resto de nosotros tenemos que vivir con tu muerte.

Tal vez ya se reencarnó. De hecho, tal vez fue reencarnado en algún lugar de este mundo. Si eso fuera cierto, haría lo que fuera necesario para encontrarlo. Pero, por supuesto, no había forma de saber qué había sido del alma del Señor Demonio.

Guardé la carta y me limpié las lágrimas de los ojos. Luego aspiré profundamente y me incliné ante la tumba del Señor Demonio. Si pasaste toda tu vida como el Señor Demonio, entonces pasaré la mía como tu leal comandante. Con esto, perdí cualquier oportunidad de cambiar de trabajo o ser promovido. Pero estaba bien con eso. Déjame el resto, Señor Demonio. Puede que solo sea un vicecomandante, pero haré todo lo posible para que tu sueño se haga realidad.

Regresé al castillo y me dirigí directamente a la habitación de la Maestra.

“Maestra, por favor conviértete en la próxima Señora Demonio.”

“No pidas lo imposible.” Gomoviroa se hundió en su cama, como una niña que hace una rabieta. “Me faltan las calificaciones para ser una gobernante. En primer lugar, soy una investigadora y, lo que es más importante, un ser humano. De ninguna manera puedo aceptar el trabajo.”

“Por favor, deja de quejarte, Maestra. Se supone que eres una adulta. Si no hacemos algo pronto, el ejército demoníaco colapsará. Ya hemos involucrado a otros humanos en nuestros problemas, no podemos simplemente abandonarlos ahora.”

La Maestra abrazó su almohada e hinchó sus mejillas.

“En ese caso, ¿por qué no te conviertes tú en el próximo Señor

Demonio?”

“¡¿Yo?!”

“No solo eres el Campeón que derrotó al Héroe, sino que eres el estimado gobernador de Ryunheit. Nadie se opondría a que tomes el puesto.”

“Sí, bueno, tú eres una fundadora del ejército demoníaco y su miembro sobreviviente más antiguo. Además, eres la maga más fuerte del mundo.” A pesar de mis argumentos, la Maestro se negó a ceder.

“Estaba inconsciente cuando el Señor Demonio me necesitaba más. Si tomo el trono ahora, parecerá un intento de usurparlo.”

“Eso no es cierto. En todo caso, yo era el que estaba inconsciente cuando más me necesitaba todo el ejército”, repliqué.

La Maestra sacudió la cabeza y dijo, “¡No-lo-haré!”

“¡Deja de actuar como una niña!”

“Detesto ser una figura pública. Si me convierto en Señora Demonio, no tendré más remedio que reunirme con otras personas, incluidos los humanos. Es posible que pueda manejar audiencias con otros demonios, pero no puedo soportar a los humanos. ¡Es simplemente imposible para mí ser la Señora

Demonio!”

Olvidé que la Maestra era tímida. Hace mucho tiempo que conozco a

Gomoviroa, así que me di cuenta de que solo estaba actuando malcriada porque yo estaba aquí. Ella había perdido a todos los compañeros con los que había iniciado esta aventura y ahora todos los demás en el ejército demoníaco le suplicaban que se convirtiera en la próxima Señora Demonio. Si bien la Maestra era una maestra talentosa, una investigadora ejemplar y la maga más fuerte del mundo, ella no era de ninguna manera una política. Las negociaciones y la estrategia militar no eran su fuerte. Aunque se estaba quejando, me di cuenta de que todavía estaba tratando de llegar a un acuerdo para aceptar la posición. Por lo menos, eso es lo que me pareció. Así que decidí complacer su rabieta por un poco.

“En ese caso, tengo una idea, Maestra.”

“¿En serio?”

Saqué una muñeca de tamaño natural destinada al entrenamiento mágico del armario de la Maestra.

“Hagamos de esta cosa el Señor Demonio.”

“¿Qué?”

Le expliqué mi plan a Gomoviroa y ella asintió pensativamente, “Ya veo. Así que siempre que tenga que reunirme con humanos, controlaremos a esta marioneta y haremos que parezca que es el Señor Demonio.”

“Exactamente. Podemos hacer que parezca tan imponente como queramos con accesorios y maquillaje, y no tendremos que preocuparnos de que te asesinen de esta manera. Todo lo que tienes que hacer, Maestra, es controlar la marioneta para que se vea imponente y leer un guión.”

Había visto este tipo de escenarios docenas de veces en los manga. Donde el Señor Demonio sentado en el trono era en realidad uno falso y el verdadero Señor Demonio era la hermosa asistente que estaba de pie junto a él. Era un cliché, pero funcionaba. Después de considerarlo por unos momentos, la Maestra dijo, “Ya veo. Los humanos me aterran, pero si no tengo que asociarme con ellos directamente, entonces…”

“Es perfecto, ¿verdad?”

La Maestra vaciló, pero después de otro momento de consideración, ella asintió. Aunque ella se había estado quejando, parecía que había tomado una decisión.

“Supongo que no puedo permitir que el ejército demoníaco por el cual el Señor Demonio apostó su vida se marchite debido a mi propio egoísmo. Me convertiré en la próxima Señora Demonio.”

“Esa es la Maestra que conozco y amo.”

La Maestra se acercó a mí y envolvió sus pequeños dedos alrededor de mi mano.

“Sin embargo, no podré hacerlo sola. Necesitaré tu ayuda y la ayuda de todos mis otros discípulos. ¿Me prestarás tu fuerza?”

“Por supuesto, Maestra. Juntos, cumpliremos el último deseo del Señor

Demonio.” “Sí, lo haremos.” Ella me miró y sonrió.

Poco después, anunciamos que Gomoviroa era la nueva Señora Demonio. Todos en el ejército demoníaco aceptaron las noticias sorprendentemente fácilmente. Parecía que el anterior Señor Demonio había hecho un buen trabajo al preparar mentalmente a todos para su sucesor. Debido a que siempre había hablado de alguien que lo sucedería, los otros demonios habían empezado a aceptar instintivamente que alguien más ocuparía el puesto si alguna vez moría. Y Gomoviroa era uno de los miembros fundadores del ejército demoníaco. Además, aunque solo podía liberar completamente su poder por un corto tiempo, era invencible hasta que su mana se agotara. Los vicecomandantes del tercer regimiento eran todos discípulos de Gomoviroa, así que estaban más que felices de ver a su respetada maestra convertirse en la Señora Demonio. Los sobrevivientes del segundo regimiento solo estaban vivos gracias a sus esfuerzos, por lo que tampoco tuvieron objeciones a su ascenso a la posición. Después de todo, la mayoría de ellos la llamaban santa. Incluso los miembros del primer regimiento no tenían ninguna objeción a que Gomoviroa fuera la próxima Señora Demonio. Ese había sido el deseo del anterior Señor Demonio y ninguno de ellos tenía la intención de ir en contra de eso. Además, la mayoría de las tropas del primer regimiento eran veteranos que conocían Gomoviroa desde hacía mucho tiempo.

Gracias a todo eso, la Maestra ganó fácilmente la aprobación del ejército demoníaco.

A partir de ahora, Gomoviroa guiaría a las razas demoníacas. Su ceremonia de nombramiento oficial estaba programada para que sucediera durante el funeral del antiguo Señor Demonio. Sin embargo, ahora que la

Maestra era la Señora Demonio, el asiento de comandante del tercer regimiento se había quedado vacío.

“¿Quién va a ser el nuevo comandante?”

“Tú serías la mejor opción.”

“Pero yo soy un vicecomandante del primer regimiento. Lo que significa que ya soy tu asistente personal.”

Si tuviera que administrar el tercer regimiento también, no sería capaz de manejar todas mis responsabilidades. Los dos pensamos en ello por unos segundos, luego levantamos la vista al mismo tiempo.

“¿Y si hiciéramos a Melaine la nueva comandante?”

“Perfecto.”

Todos los otros discípulos de la Maestra estarían dispuestos a obedecer a Melaine. Y así, Melaine fue ascendida a comandante, mientras que yo me convertí en el asistente de la Maestra. A fin de cuentas, esta era la mejor posición para mí desde el punto de vista de un negociador. Melaine no estaba contenta con la promoción, pero como se trataba de un comando imperial de la mismísima Señora Demonio, no podía negarse.

“¡Oye, Veight, ¿por qué tú, el tipo que mató al maldito Héroe, sigue siendo solo un vicecomandante?! ¡Tú deberías ser el comandante!”

“Se sentiría raro ser tu comandante. Tú eres la que tiene más veteranía cuando se trata de ser discípulos.”

Al ver que no obtendría ninguna ayuda de mi parte, Melaine se volvió hacia Firnir.

“¡Sabes, eso no es lindo en absoluto, Veight! Está bien, de acuerdo. ¡Tú serás la comandante entonces, Firnir!”

“¡No hay manera de que pueda ser una comandante! ¡No tengo suficiente experiencia con la magia, o con el mando!”

Simplemente ríndete, Reina de los Vampiros. Esta es tu carga ahora.

Mientras aún estábamos sintiendo los dolores de la pérdida, todos resolvimos continuar con la voluntad del Señor Demonio. Un día, crearíamos una nación donde los humanos y los demonios pudieran vivir juntos en paz.

Un tiempo antes de la ceremonia de coronación, la Maestro vino a pedirme ayuda con algo. Me pregunto qué querrá.