Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 6.5

Capitulo 1: La Melancolía de la Heroína Pre-Perfecta

Parte 2

Más tarde ese día, los dos se separaron de su grupo habitual y caminaron juntos a casa.

Hinami había estado dándole vueltas sobre decirles a todos que estaban saliendo, pero su nuevo novio se lo había dicho a los otros chicos del equipo como si no fuera gran cosa. Al final, todos los del club lo sabían.

Hattori creía que eso era lo que los chicos deberían hacer, pero cuando Hinami consideró los cambios que causaría en varias relaciones, no estaba segura de que fuera el enfoque más sensato. No podía decidir qué hacer con eso.

Después de la práctica, la nueva relación había sido todo de lo que sus compañeros de equipo podían hablar en la sala del club.

—¿Estás saliendo con Hattori?

—Uhm, sí.

—¡¿Por qué?! ¡¿Cómo sucedió?!

—Uh, me envió un mensaje pidiéndome para que nos encontráramos y luego me dijo que le gustaba…

—¡Oh Dios mío!

Las chicas habían estado rebosantes de emoción, a pesar de que la relación de Hinami realmente no era de su incumbencia. Ahora, ella tenía múltiples situaciones que no estaban completamente bajo su control.

Para Hinami, quien trató de dar un paso inexorable a la vez, esto no era exactamente lo ideal. Aun así, se dijo a sí misma que era muy valioso saber que así era como iban inevitablemente las relaciones románticas.

Definitivamente, esta era una nueva arena para ella—un mundo nuevo que ni siquiera se había dado cuenta de que existía. Probablemente sería una clase obligatoria para su vida futura, por lo que saber esto desde el principio no fue una mala idea.

—No me sorprende. ¡Eres tan linda!; Ese comentario estaba teñido de celos.

—N-No, para nada…; Dijo Hinami con modestia, ganando un segundo para pensar. —P-Pero … él es mi primer novio.

—¿De verdad? ¡No puede ser!

—Sí. Has tenido novio antes, ¿verdad, Mayu?

—Solo por un tiempo en mi primer año.

—¿Me darías algunos consejos?

—¡Sí, seguro!

Ella cabalgó hábilmente la ola de la conversación.

Las novias de chicos mayores populares tendían a convertirse en objetos de envidia, por lo que Hinami había cedido la ventaja en estas relaciones al admitir que él era su primer novio.

No solo se había convertido en una amenaza menor, sino que había enfatizado la posición superior de la chica que había tenido novio antes. Al pedirle un consejo a futuro, Hinami alimentó su orgullo y sentido de camaradería.

Por otro lado, Hinami todavía estaba saliendo con un chico mayor popular, por lo que no tenía que preocuparse por la caída de su posición dentro del equipo. El cambio drástico había sacudido sus relaciones, pero pudo hablar desde un lugar lo suficientemente seguro como para plantar una nueva y sólida columna de apoyo.

Y entonces Hinami mantuvo la distancia justa, esquivando cualquier potencial celo y destruyendo cualquier semilla de odio.

Esa también fue una nueva lección para Hinami, y un escenario emocionante para flexionar sus músculos.

***

Hinami y Hattori caminaban a casa desde la escuela.

—Lo siento; Dijo él. —No sabía que todos iban a darle tanta importancia.

—¡No, está bien! Yo tampoco lo creía.

Por supuesto que le darían importancia. Fuiste y se lo dijiste a todos, ella estaba pensando eso, pero también sospechaba que los chicos eran menos perceptivos cuando se trataba de relaciones. Ella no estaba especialmente molesta, simplemente estaba experimentando su primer día como “novio y novia”.

Se preguntó si debería cambiar de tema, entonces ella decidió mantenerlo informal, como antes de que comenzaran a salir.

—¿Cómo te fue en los exámenes parciales, Hattori-senpai?; Preguntó ella.

—Regular. Estoy más enfocado en los exámenes de ingreso a la preparatoria en este momento.

—Ah, eso tiene sentido.

A ella le gustó que él pudiera estar atento a metas más significativas a largo plazo, no solo a lo que estaba justo frente a él. Se preguntó si ese año extra de vida le daría una perspectiva diferente.

—Uhm, hey.

—¿Sí?

—Relájate un poco—pareces un poco rígida. Puedes dejar de decir senpai.

—Estamos saliendo, ¿verdad?

Los dos estaban solos, y estaban lo suficientemente cerca como para hacerla retorcerse.

Ella podría dar prioridad a la lógica por encima de todo, pero también estaba en el proceso de convertirse en ella misma, y la palabra “citas” le llegó más de lo que esperaba.

—… Sí, tienes razón, senpai.

Hattori enarcó una ceja con arrogancia. —Aún estás nervioso, ¿eh?

—Oh, supongo que sí. Ajaja.

—Jajaja.

El estado de ánimo se relajó de repente. Era como si la pared delgada y transparente entre ellos se hubiera derrumbado nuevamente en un instante, llevándose consigo su tensión. Una cálida brisa de verano pasó junto a ellos.

—¿Entonces puedo llamarte Akira-kun?

—Está bien. Puedes empezar con eso; Había una implicación en sus palabras.

—¿Qué quieres decir? ¿Preferirías que también dejara de decir el “kun”?

—Ahí está de nuevo. Eso dolió; Él sonrió burlonamente, pero también estaba mirando al frente en lugar de a ella. Ella podía decir por la timidez en sus ojos que él solo estaba fingiendo estar muy relajado.

—¿Mmm…?

Ella lo miró a la cara y medio lo obligó a hacer contacto visual.

—Entonces… sin el “kun”, ¿entonces, Akira?

Parecía terriblemente adulta para ser una estudiante de secundaria—y un poco traviesa. Hattori se sonrojó por su franqueza y comenzó a caminar más rápido.

Hinami reflexionó que este tipo de ida y vuelta definitivamente iba a ser una habilidad de vida importante para ella en el futuro.

—¡¿De qué estás hablando?!; Dijo él.

—¡Ooh, mira, te estás sonrojando!

—¡Claro que no!

—¡Espérame, Akira!

—Dios, déjalo ahí.

—¿Por qué?

Esta broma de amantes fue otra lección nueva para Hinami. En silencio, se felicitó a sí misma por asumir el desafío de esta nueva experiencia.

***

Al día siguiente, a la hora del almuerzo, sucedió algo que Hinami no esperaba.

—Hey, quería saber por qué estás saliendo con Hattori.

—Uhm, bueno …

Algunas chicas mayores del equipo de baloncesto habían pedido encontrarse con ella detrás de la escuela.

Hinami estaba sola, frente a tres chicas de tercer año. Básicamente, ella estaba condenada.

No había forma de escapar de esto, solo estaba en segundo año, todavía estaba creciendo y no tenía lo que se necesitaba para cambiar el estado de ánimo a su favor.

—¿No sabías que a Anna le gustaba?

—No, no tenía ni idea.

—Hey, Anna, ¿estás bien? No llores.

—Ten, toma el pañuelo.

Hinami observó de cerca, analizando la situación mientras Mamiko Sudo y Sayumi Hino consolaban a su compañera Anna Mochizuki. Ellas la habían puesto como la mala aquí.

—Estoy bien… lo siento; Dijo Mochizuki, mirando al suelo mientras tomaba el pañuelo de Hino.

Sudo dio un paso hacia Hinami, obviamente molesta. —¿Ves el problema aquí? A Anna le gustaba Hattori durante más de un año. Y luego una de segundo año va y lo aleja de ella. Esto es un desastre, ¿no crees?

—Uhm…

Esa lógica era totalmente absurda, ellas deben saberlo. Por eso, en cambio, ellas estaban usando su ventaja numérica. Al desafiar su tres contra uno, aplastarían las réplicas de Hinami con el poder de la mayoría.

—… Lo siento; Se disculpó Hinami.

Él fue quien me invitó a salir.

No sabía que a Anna-senpai le gustaba.

Si en realidad no están saliendo, ¿qué me importa?

Ella tenía muchos contraargumentos, y todos tenían razón. Pero hubiera sido un error decir cualquiera de estos en esta situación. Su única opción era disculparse.

—Decir lo siento no es suficiente; El rostro de Sudo estaba inexpresivo, pero había ira en su tono. —Queremos saber cómo vas a arreglar esto. ¿O no puedes verlo por ti misma?

—… Uhm…

¿Arreglar esto? ¿Qué demonios?

Hinami pensó por un momento antes de darse cuenta de lo que Sudo quería decir. Qué trío desesperado y decepcionante.

Ella se tragó las náuseas y arregló su rostro en una expresión dócil.

Estas chicas le decían que rompiera con él.

Hinami odiaba a la gente así más que a cualquier otra cosa.

Todo fluyó como consecuencia natural de lo que vino antes. Si algo no salió como querías, siempre hubo una razón.

¿Por qué algunas personas negaban la realidad? ¿Por qué culpaban a todos menos a ellos mismos?

Naturalmente, el destino y el azar juegan un papel en los resultados. A veces simplemente no puedes cambiar las cosas y no todo es necesariamente tu propia responsabilidad.

Pero hay una cosa que siempre puede cambiar por su cuenta—uno mismo.

Y aquí estaban ellas, rindiéndose por completo a su propio poder, en lugar de usar sus números contra un estudiante más joven porque la lógica no estaba de su lado.

Conseguir lo que querías de esa manera era sucio. Vergonzoso.

Hinami odiaba estar a punto de ser pateada por este tipo de personas—pero mantuvo la boca cerrada.

Sabía que incluso este predicamento, esta situación que estaba por debajo de ella, se originaba en sus propias acciones. No era una heroína trágica y no quería culpar de todo a su falta de razón.

En cambio, necesitaba reunir todos sus recursos internos, toda su experiencia y habilidades, y escapar.

—… Quieres que me haga responsable de mis acciones.

—Exactamente.

Sudo asintió. El reconocimiento de Hinami de su punto de vista pareció tranquilizarlos, pero solo un poquito.

Hinami aprovechó esa apertura para revisar mentalmente sus posiciones en el equipo de baloncesto.

Mamiko Sudo, Sayumi Hino y Anna Mochizuki.

Entre las de tercer año en el equipo de baloncesto femenino, las tres estaban en algún lugar entre el nivel medio y superior en términos de jerarquía escolar. No estaban lo suficientemente altas en la jerarquía para ser líderes en su clase, pero estaban lo suficiente como para no ser condenadas a los niveles inferiores. Al menos, esa fue la impresión de Hinami.

En términos de su habilidad en la cancha, probablemente estaban ligeramente por encima del promedio. Hinami no había jugado uno a uno con ninguna de ellas últimamente, por lo que no estaba segura, pero suponía que todos iban uno o dos pasos detrás de ella.

Pronto se llevarían a cabo los juegos para escoger a los nuevos jugadores titulares, y después de eso, se elegiría la alineación principal y luego comenzarían los juegos reales.

Para ese momento, pensó Hinami, sería mucho mejor que ellas. Y probablemente las tres también lo sabían.

Cuando eso sucediera, se convertirían en las estudiantes de tercer año que perdieron sus posiciones iniciales por una de segundo año.

Agregue a eso la forma en que la habían llamado a la parte de atrás de la escuela donde nadie podía verlas, y su posición en el club. La experiencia pasada de Hinami le dijo que gente como esta era muy sensible a ser degradada en la jerarquía escolar. A diferencia de los miembros más seguros de los escalones superiores, ellas solían preocuparse mucho por cómo los veían los demás.

Lo que significa que Hinami sabía cómo responder.

Ella controló el temblor de miedo en sus labios y dijo en voz baja, “… dejaré de decir que

quiero jugar en los juegos este año”. Y luego observó sus reacciones.

Probablemente esta no era la propuesta que esperaban, pero no fue un mal trato para ellas.

¿Cómo aceptarían su oferta?

—… Mmm; Sudo le dio a Hino una mirada interrogante.

Hino vaciló durante unos segundos y luego asintió. —Creo que eso lo compensaría.

Sudo asintió también. “…Sí.”

Los dos presionaron sus labios como si estuvieran listas para enterrar el hacha, dejando que la mayor parte de la dureza se desvaneciera de sus rostros.

Por supuesto, no pudieron mostrar demasiado alivio, porque eso sería lo mismo que admitir que Hinami había sido una amenaza, por lo que dejaron solo una pizca de hostilidad en sus expresiones por el bien de sus apariencias.

—Bien. Lo siento mucho por todo; Aliviada, Hinami se disculpó de nuevo para, con suerte, terminar la conversación. Aunque la disculpa sonó torpe, Hinami en realidad tenía el control. Por supuesto, nadie más que ella se dio cuenta de eso, y la tensión se fue calmando constantemente.

—Espera un segundo. ¿Qué tiene eso que ver con lo otro?; Preguntó Anna Mochizuki, quien supuestamente había sufrido el desaire original.

¿Sí?; Preguntó Hinami, tratando de sonar lo más sincera posible. No quería más problemas cuando todo estaba casi arreglado.

Mochizuki la miró malhumorada. —¿Crees que podrás jugar? Eres sólo de segundo año. Maldita sea.

Mochizuki era la mejor jugadora de las tres y la que tenía más probabilidades de permanecer en la alineación incluso si Hinami se convertía en titular.

Sudo y Hino tenían pocas posibilidades de ser titulares de todos modos, por lo que querían al menos proteger su orgullo de que una estudiante más joven las empujara fuera de la alineación. Ellas saltaron sobre la propuesta de Hinami.

Pero para Mochizuki, realmente no le importaba si Hinami se convertía en titular, por lo que había captado la arrogancia debajo de la suposición de Hinami de que sería titular en su segundo año.

—Uhm…

Hinami cambió de táctica.

La situación exigía que ella expiara visiblemente sus acciones de alguna manera. Pero si cambiaba demasiado su oferta, parecería que estaba tirando de las cosas al azar.

Lo que significaba que necesitaba darles una premisa más atractiva.

—No… es solo que, si estoy saliendo con un chico mayor, puede que me pongan como titular como un favor o algo así.

—… Oh; Mochizuki asintió levemente.

—Así que para que todo sea justo, acepto no jugar mientras estemos saliendo. Para compensar cualquier ventaja potencial, quiero decir.

Ella estaba presentando la misma oferta, pero desde un ángulo diferente. Las apariencias superficiales fueron la clave aquí.

Realmente no importaba si ese tipo de favor era probable que sucediera o no. Solo tenía que encontrar una manera de encubrir cualquier presunción aparente.

—… Supongo que es cierto; Mochizuki parecía en parte satisfecha, pero todavía estaba dándole vueltas a algo.

No había conseguido lo que realmente quería. Hinami prometía hacer las paces, pero Mochizuki no sacaría mucho provecho de ello.

Hinami hizo un movimiento para romper esa vacilación restante. —Lamento mucho no haber hablado con todos antes de decirle que saldría con él; Dijo claramente, agachando la cabeza aún más en disculpa.

Las actuaciones simples de este tipo eran efectivas cuando se luchaba contra un número desigual de oponentes por el control del estado de ánimo. Hinami estaba aprendiendo eso de esta experiencia.

Sudo y Hino se miraron y asintieron.

—Bueno… creo que esto es suficiente, ¿no crees?

—… Sí.

Para ellas, el asunto estaba resuelto.