Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: Narissa de la Costa Oeste

Parte 5

Tenía la piel rojiza y tenía los ojos afilados. Él era alto y lleno de músculos.

Regis habló con calma.

“Si bien soy un soldado, mis puntos de vista son diferentes de los de la armada. Parece que han ocurrido algunos problemas… … ¿Es posible que me cuentes al respecto?”

Los aldeanos se miraron.

Si fuera el pasado Regis quien se encontrara con estos hombres agresivos, habría estado asustado hasta el punto de que no podría hablar o incluso escaparía un poco. Sin embargo, él estaba acostumbrado a esto después de experimentar varias cosas.

Si Regis les diera tiempo para discutir, sería problemático más adelante. Si bien podía adivinar qué querían hacer, era necesario tener claro de qué estaban descontentos.

Sin esperar a que el jefe del pueblo hablara, Regis continuó sus palabras.

“Eso me recuerda… Hace casi un mes que la armada ha venido a esta aldea. Creo que te trajeron muchos problemas. ¿Recibieron alguna compensación?”

“¿Compensación?”

El jefe de la aldea mordió el anzuelo. Regis asintió.

“Para pedir prestado artículos, proporcionar alimentos o ayudar con el trabajo manual. La compensación se pagaría de acuerdo con su valor equivalente”.

“No recibimos nada en absoluto”.

“Si ese es el caso, permíteme comunicarme con ellos en su lugar. Está bien, se les pagará correctamente”.

“Ugh… …”

Los aldeanos susurraban entre ellos.

La intención asesina de antes se había aligerado un poco. Esta vez, Regis esperó a que hablaran.

Finalmente, el jefe del pueblo se sentó correctamente y dijo: “Sir soldado, ¿realmente nos darías el dinero?”

“Seguro.”

El ambiente finalmente era apto para hablar con calma. Regis suspiró con alivio en el corazón.

Si no fuera por el dinero… Por ejemplo, los soldados maltratando a los aldeanos, ni siquiera aceptarían la compensación. Afortunadamente, no se deterioró hasta ahora.

“La región occidental de esta área está bajo la jurisdicción del Cuarto Ejército Imperial. El comandante es la Teniente General Marie Quatre Argentina du Belgaria. ¿Han oído sobre ella? Ella es la cuarta princesa de Belgaria”.

“Sí, he oído hablar de ese nombre antes”.

“Como ella fue reconocida por sus logros, Field Marshall Latreille la designó. Como Su Alteza es una persona inteligente y justa, pensaría a fondo si le explican las cosas con claridad”.

Regis mezcló una pequeña mentira allí.

El que considerará la situación sería el propio Regis.

El trabajo administrativo volverá a aumentar… Regis suspiró en su corazón.

***

La tarde del día siguiente–

Regis tomó el bote de Narissa una vez más para ingresar al mar y finalmente concluyó su observación.

Al regresar, se dio cuenta de que el pueblo parecía rodeado de un gran ejército. La bandera era verde con un escudo blanco.

“Parece que Su Alteza ha llegado”.

“¡Es cierto!”

Abidal Evra asintió feliz.

Como era de esperar, ver a sus camaradas en un lugar desconocido les hizo más relajados.

Al llegar a la orilla, Fippo tomó una cuerda del bote y saltó hacia abajo. Corrió hasta el terraplén para atar el bote a una pileta.

Regis bajó del bote con su equipo de medición.

Quería posarse solo, pero todavía tenía un poco de mareo, así que se sentía débil.

¡Te lo dije! Dijo Narissa mientras ayudaba a Regis.

“¿Estás bien, Gis?”

“Ahh, gracias”.

Su mano que era delgada y suave bajo el sol poniente era tan fuerte como una enorme rama de árbol.

Finalmente, Regis llegó a la costa.

Dejando a un lado si la arena entraría en sus zapatos, ella no se movió en absoluto mientras apoyaba a Regis, lo que mostraba lo confiable que era.

Regis quería recoger el equipaje que tiró al suelo, pero Narissa ya lo había recogido. “Sostendré eso por ti, ¿no estás todavía un poco mareado?”

“Jaja… … Es mejor que ayer… … pero eres de gran ayuda”.

“¿Qué planeas hacer después de esto?”

“Parece que su alteza ha llegado. Debería estar discutiendo con el vicealmirante en este momento… … Lo más probable es que tengamos que enfrentar al enemigo pronto… …”

“Eso… …”

Narissa, quien siempre hablaba enérgicamente, habló suavemente, lo cual fue algo raro.

“¿Hm? ¿Qué ocurre?”

“Lamento lo de ayer. Para que te mostrara una apariencia tan aterradora… …”

“Debería ser yo quien se disculpe. Como el país continuó recaudando impuestos,

¿cómo podemos permitir que los ciudadanos lleven una carga tan grande simplemente porque el país está siendo invadido? Esta es una falla por la que debemos fruncir el ceño”.

“Es genial que todos te acepten por tus palabras”.

“No es algo sorprendente”.

“Alguien del ejército vino esta mañana. Parece que vinieron a discutir sobre la compensación. ¡Todos parecían tan impacientes recientemente, pero ahora, la expresión de todos se ha vuelto mucho mejor!”

“En primer lugar, el vicealmirante tenía la intención de pagar. Es solo que estaba demasiado ocupado como para olvidarlo”.

“¡Aun así, es gracias a ti!” Narissa se acercó a Regis. Regis retrocedió un poco. “De ningún modo… …”

En realidad, la armada no tenía la intención de pagar.

Regis hizo un llamamiento al vicealmirante Bertram anoche.

“Creo que sabes esto… Que Su Alteza Marie Quatre Argentina du Belgaria es una filántropa que se preocupa profundamente por sus ciudadanos. Lo que más odia es el país y los nobles que secan a los ciudadanos. Si se da cuenta de que no les pagó a los aldeanos mientras está a cargo de la región occidental, ¿no empeorará su posición como almirante? Ser generoso con los aldeanos ahora también es para el futuro. Además, esta remuneración es un pequeño precio para complacer a una realeza… … Si le paga a los aldeanos para resolver el problema, aún puede recuperar un reembolso”.

Mientras que Bertram era un soldado de estilo antiguo, no era un necio terco.

Más bien, agradeció a Regis quien consideró su posición y rápidamente envió a alguien a pagarles a los aldeanos

Para Regis, era más importante ganar la confianza del almirante que ganarse la gratitud de los aldeanos.

Con el fin de llevar a cabo la batalla para hundir los buques de suministro de High Britannia, obtener la cooperación de la armada era necesario y más efectivo que la carta de nombramiento.

Sin embargo, Narissa no sabía tales cosas. Entonces ella continuó expresándole su gratitud.

“¡Eso! Para decir verdad, mi primera impresión de ti fue alguien que es débil y poco confiable… … ¡Sin embargo, parece que eres alguien confiable!”

“J-Jajaja… …”

Fippo, quien acaba de regresar de cargar el equipo, habló con impaciencia. “Narissa, deja de seducirlo”.

“¿¡Ha!? ¡No lo estoy! ¿Que ~? ¿Podría ser que estás celoso?”

“¡P-para de bromear!”

De repente, Abidal Evra señaló a una cierta dirección. “¿Esa, no es esa Su Alteza?”

Regis desvió la vista hacia donde apuntaba Abidal Evra.

Había un gran grupo de caballeros en la playa más allá del terraplén del pueblo. En el frente de ellos estaba una chica con cabello y ojos rojos.

“¡Regis–!”

“¡Ah! Alt… … Hm…”

Sin darme cuenta, casi la llamo por su apodo. Hay aldeanos y soldados a su alrededor… Lo mejor es usar un discurso educado.

 Los guardias de Altina corrían tras ella y gritaban “¡Espere! ¡Su Alteza!¡¡Espérenos…!!”

Aunque Altina estaba ligeramente equipada, solo Jerome podría alcanzar a Altina quien corría a toda velocidad en todo el Cuarto Ejército Imperial.

Justo cuando Regis todavía estaba pensando en eso, Altina ya lo había alcanzado. “¡Regis!”

“Su Alteza, me alegra ver que está llena de energía”. Regis lo dijo mientras bajaba la cabeza.

Sin embargo, Narissa quien estaba al costado tomó el brazo de Regis. Sentía una suave y confortable sensación en su codo.

“¿Quién es esta persona, Gis?”

“¿¡Ahh!? E-esta persona aquí es el comandante del Cuarto Ejército Imperial, Teniente General Marie Quatre Argentina du Belgaria. Ella tiene el rango militar más alto en esta región occidental y también es la cuarta princesa imperial”.

“No es eso. ¿Me pregunto qué es ella para ti?”

“¿¡Yo!? Erm… … ¿Ella es mi empleadora?”

“¡Ahh, es así! ¡Entonces esta noble princesa de aquí, no es amante de Gis! ¡Ella es solo una persona noble que contrató a Gis!”

El único que se asustó al escuchar las palabras de Narissa fue Regis, mientras que Altina solo abrió los ojos.

Después de eso, Altina habló fríamente.

“¿Regis…?”

Parece que está bastante enojada… 

Nunca antes ella tuvo– No, esto probablemente sea lo mismo cuando Eleanor bromeó besándome.

 Regis estaba sudando cubetas.

“¿S, su Alteza? ¿Hay algo mal? Erm, esta persona de aquí es Narissa, quien me está ayudando a investigar el área”.

“Eh ~~”

Regis tuvo una mirada fría.

Altina giró y se alejó sin decir nada.

Regis apartó el brazo de Narissa en un ataque de pánico y persiguió a Altina.

“E-eso… … ¿Su Alteza? ¿Se siente mal en algún lado? ¿O es que he hecho algo mal? Como fue demasiado repentino, todavía hay muchas cosas que aún tengo que informar… …”

“Está bien. ¡Solo hay trabajo al hablar conmigo!”

“¿Eh? Bueno, es correcto llamarlo trabajo… …”