Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Penes

Era media tarde cuando Itsuki, Haruto y Setsuna se reunieron en la estación de Shinjuku para comprar unos pasajes exprés y subir al tren Romance Car de Odakyu.

No pasó mucho tiempo hasta que el vasto paisaje urbano que normalmente los rodeaba fuera sustituido por humildes granjas y campos luego de que se sentaran en sus asientos y empezaran a disfrutar de las cajas de comida que habían comprado en la estación.

“… ¿Se puede llegar así de lejos en el campo, a una hora desde Shinjuku?”, preguntó Itsuki.

“No llames a esto campo”, respondió Haruto con una pequeña risa.

El paisaje de la ventanilla fue cambiando entre bucólicos campos de cultivo y alguna que otra ciudad regional antes de que el tren llegara a la estación Hakone-Yumoto. La atravesaron caminando, pasando por los montones de tiendas de recuerdos, y salieron al exterior, echando un rápido vistazo a la tienda EVA antes de dirigirse al hotel.

Itsuki no paraba de tomar fotos del paisaje de la ciudad de aguas termales mientras avanzaban, dando pequeños saltos con alegría. “Hmm… Tal vez debería usar un lugar como este como escenario del próximo ImoSube”.

“Debe ser agradable tener una serie ambientada en el Japón moderno”, reflexionó Haruto, un poco celoso. “Puedes aprovechar todas tus experiencias vacacionales”.

“¿De dónde obtienes material para una novela de fantasía?”, preguntó Setsuna.

“Bueno, en realidad me gustaría volar a Europa para

investigar, pero ojeo muchos libros, páginas web y Google Earth en busca de ciudades que tengan un aspecto lo suficientemente medieval. Eso y películas de fantasía, anime y juegos. También son útiles los programas de televisión sobre viajes”.

“Eso es justo lo que yo hago cuando escribo fantasía”, Itsuki asintió. “Pero podemos improvisar mucho, al redactar un texto. ¿Cómo se las arregla un ilustrador como tú? Eres bastante bueno con los escenarios”.

La serie Hermanitas fundadoras del nuevo mundo de Itsuki, con las ilustraciones a cargo de Setsuna, estaba ambientada en un mundo que fusionaba elementos de fantasía con ciencia ficción prácticamente futurista, pero Setsuna no pareció tener problemas para plasmar las vagas imágenes de la mente de Itsuki como bellas obras de arte.

Sus ilustraciones tenían una abrumadora sensación de fotorrealismo, a pesar de retratar ciudades que no existían en el planeta Tierra. El verlas después de presentar su primer borrador para el primer volumen lo ayudó a construir los detalles del mundo en su mente, mejorando enormemente la historia en futuras revisiones.

Si los diseños de Setsuna no hubieran estado disponibles antes de la publicación del libro, éste habría sufrido en consecuencia, pudiendo hacer que las ilustraciones fueran lo único destacable. Eso habría hundido las ventas del segundo volumen con toda seguridad.

“¿Escenarios?” respondió despreocupadamente. “Ahh, prácticamente dibujo cualquier cosa”.

“¿Cualquier cosa…?”.

“No pienso demasiado sobre el tema. Es como si leyera  la historia y pensara apuesto a que es algo así, y entonces lo dibujo”.

“…Gracias por no explicar nada”. Itsuki renunció a tratar de entender.

“Eso es a lo que se denomina un genio”, comentó

Haruto con ironía.

***

Luego de registrarse, los tres se dirigieron rápidamente hacia las aguas termales.

“¡No puedo esperar a meterme en ese baño al aire libre!”, Setsuna exclamó en voz alta mientras se quitaba la ropa. Su cuerpo era pequeño, pero sus músculos eran flexibles y tonificados. Y cuando la mitad inferior de su cuerpo entró en la línea de visión de Haruto, éste no pudo evitar jadear un poco.

“¡Que dem—!”.

“¡Bien, chicos, los espero allí afuera!”

“Uh, claro…”

Haruto continuó mirando a Setsuna mientras él salía del vestuario, tarareando todo el camino.

“…………Oye, Itsuki.”

“…Sí”, dijo Itsuki, sabiendo muy bien lo que había

paralizado a Haruto.

“… ¿Estoy loco, o Setsuna tiene un pene enorme?”.

“… ¿Entonces tú también piensas lo mismo?”.

Itsuki había experimentado un shock idéntico la última vez que visitó con Setsuna unas aguas termales. Él no pasaba mucho tiempo mirando los penes de los demás, pero incluso en comparación con los de sus compañeros de clase en los vestuarios y de los huéspedes en vestuarios como estos, el pene de Setsuna sobresalía claramente sobre el resto.

“……”.

“……”.

Ambos se quitaron la ropa en silencio, hasta quedar en ropa interior. Entonces se detuvieron.

“…Así que, um, Itsuki, ¿qué tan grande es tu pene?”.

“Em… normal, creo”.

“Oh… El mío, em, creo que también es normal…”.

Ambos parecían tener dificultades para bajar su ropa interior, cada uno echando miradas furtivas a la entrepierna del otro.

“…Bueno, mi pene no es tan largo como el de otras personas, pero soy algo pequeño en cuerpo, así que no puedo evitarlo.”

Itsuki ya estaba dando excusas.

“Oh, no estoy de acuerdo con eso”, contestó Haruto. “¡No creo que el tamaño del pene equivalga a lo grande que eres en general! ¡Quiero decir, mira a Setsuna!”

“Urgh…”.

Volvieron a echarse miradas.

“… ¿Comprobación de pene a la tres?”.

“…Suena bien”. Itsuki asintió, preparándose mentalmente.

“¡Uno, dos—!”.

Ambos se bajaron la ropa interior a la cuenta de Haruto—e inmediatamente se midieron el uno al otro.

“……”.

“……”.

…Tras un intenso análisis de penes, ambos parecían tener más o menos el mismo tamaño.

Haruto miró a Itsuki seriamente.

“¿Qué te parece? ¿Quieres compararlos…?”.

“…Mejor no”, respondió Itsuki, igual de serio. “Sin importar quién gane, creo que después nos sentiremos vacíos”.

“Sí… No es como si fuéramos competencia para Setsuna…”.

Suspiraron al unísono, se envolvieron toallas alrededor de la cintura, y con pasos pesados se dirigieron hacia el baño al aire libre, para disfrutar del encantador manantial natural que fluía libremente mientras sus mentes permanecían atascadas en el tema de los penes.