Otomege Sekai wa Mob (NL)

Volumen 2

Capítulo 8.1: El deseo de Anjie

Esto tuvo lugar cuando los tres estaban visitando el santuario. Esto fue durante el período de ocio de la excursión.

Sus piernas se movían hacia el santuario para casarse.

La razón por la que sus piernas la trajeron aquí fue realmente simple. Quería mejorar su torpe relación con Leon.

Los tres estaban parados uno junto al otro frente a una caja de ofrendas. Anjie pensó para sí misma.

(… Esto es incómodo. Además ¿Qué debería decir?) Ella se preocupó ya que su relación había empeorado. Ella no sabía de qué debería hablar con Leon y Livia.

Anjie estaba perpleja hacia esta experiencia sin precedentes. Los tres nacieron y se criaron en diferentes ambientes.

Entonces, Anjie confió en pedir ayuda a un dios.

—S-Se supone que debemos hacer una ofrenda ¿Verdad? ¿Cuánto cuesta? Cuando ella sacó una moneda de oro de su bolso…

—¿E-Esa cantidad?

Livia estaba completamente sorprendida. Anjie no podía entender su reacción.

—¿No es esto correcto? Esto es normal en los templos.

(Escuché que solo necesito poner una moneda ¿No es así? Pensé que incluso una moneda era muy poco, pero ¿estoy haciendo algo mal?)

Mientras Anjie pensaba que una moneda era muy poco, Livia pensaba que era demasiado.

Al lado de las dos que estaban así—

—¡He estado esperando por esto!

Allí estaba Leon, que estaba metiendo rollos de billetes, monedas de oro, monedas de plata e incluso monedas de platino en la caja de ofrendas de su bolsa, una tras otra.

Como se esperaba, incluso Anjie pensó que eso estaba mal. Después de todo, la caja de ofrendas estaba desbordada de dinero.

—O-oye ¿Estás donando tanto? Leon habló sin voltearse hacia Anjie.

—Tengo un deseo que quiero que se me conceda sin importar nada.

La cara de Anjie se sonrojó un poco al ver la cara seria de Leon desde un lado.

(Es preocupante cómo se ve galante en un momento como este, a pesar de que normalmente es frívolo.)

Entonces ella también recordó su objetivo por la cual vino aquí.

(Así es, también estoy aquí para hacer que mi deseo se haga realidad—Oh, Dios del matrimonio, por favor, escucha mi deseo.)

No puso una sola moneda de oro en la caja de ofrendas, sino todas las monedas de oro dentro de su bolso.

Su deseo era sobre la relación de los tres.

(Quiero ser como antes otra vez, con nosotros tres llevándonos bien—) Anjie quería llevarse bien con Leon y Livia.

Eran diferentes de los seguidores que habían sido preparados para ella. Ellos eran verdaderos amigos que había obtenido en la academia.

Normalmente, ella trataría de hacer algo al respecto por su propio esfuerzo, pero no entendía qué hacer, por lo que corrió a pedirle ayuda a Dios.

(—Quiero llevarme bien con Leon y Livia.)

Junto a Anjie, quien estaba haciendo su deseo con intenciones puras, un Leon emocionado dejó escapar su deseo.

—Dios, no pediré nada lujoso. ¡Así que por favor, déjame tener una esposa! ¡Por favor déjame casarme con una mujer amable con buen sentido! No quiero a una mujer que menosprecia a su esposo y haga que su esposo críe al hijo de otro hombre. ¡Por favor, dame una compañera adecuada!

Anjie pensó para sí misma después de escuchar ese deseo. (E-Entonces los chicos también lo tienen difícil.)

Incluso desde la perspectiva de Anjie, que también era una estudiante de la academia, la situación matrimonial de los chicos era algo a lo que ella no podía dejar de sentir lastima.

Pero—ella no estaba haciendo nada al respecto. No, ella no pudo hacer nada.

(Perdóname. Pero, si lo deseas, entonces puedo presentarte una esposa adecuada.)

Cuando pensó hasta ese punto, solo por un momento—Anjie sintió que era desagradable imaginar que Leon se encontraría con otra mujer.

Le dolía un poco el pecho.

Se sentía perpleja con su propia emoción al mirar el rostro desesperado de Leon.

Entonces…

—Si es posible, haz que su pecho sea grande, y una cintura estrecha también estaría bien.

—Escuchando los deseos que salían de la boca de Leon, la cara sonrojada de Anjie se puso rígida.

Incluso sus mejillas ligeramente enrojecidas se estaban recuperando a su color normal.

—¡Sería incluso mejor si ella fuera un poco juguetona! Honestamente, quiero una adulta amorosa que pueda mimarme y—

Se sentía estúpida por las diversas cosas de las que se había estado preocupando hacía poco.

(Leon—¿Estabas pensando en esas cosas con una cara seria como esa?)

Era un chico en la academia donde las condiciones con respecto al matrimonio eran duras.

Ella no daría ninguna crítica incluso si él deseara a una buena pareja. —Ella no pudo. Sin embargo, su deseo filtrándose de esta manera era inaceptable.

—¡Grandes pechos! ¡Cintura ajustada! ¡Y también una belleza, te lo suplico, dios! Sus ojos se encontraron con Livia, que estaba de pie al otro lado de Leon.

Ella inmediatamente entendió lo que Livia quería decir. (Ah, Livia—así que también lo estás pensando.)

Se sentía como si pudiera conversar con la desconcertada Livia usando su mirada. Las dos pensaron.

(Este chico no es bueno.)

El deseo de Leon no tuvo fin.

—¡Hablando sin rodeos, prefiero a alguien como la reina!

Al escuchar esas palabras, Anjie y Livia extendieron su mano hacia la oreja de Leon simultáneamente y la pellizcaron.

—¡Que d—! Ustedes dos ¿Por qué se interponen en el camino? Sin palabras, Ellos lo llevaron y arrastraron lejos del lugar de culto.

—¡Esperen! ¡aún no termino! ¡Todavía hay más que quiero decir! Tanto Anjie como Livia ignoraron su desesperada súplica.

(Tengo la sensación de que este idiota se convertirá en un bueno para nada si se lo deja solo. Que dolor—)

—Qué amigo problemático.

Cuando pensó eso, ella se sintió feliz y también un poco triste. No importaba lo lejanos que fueran, ella y Leon eran amigos. Incluso si se llevaban bien, no iría más allá de eso.

Debido a que sus estados eran diferentes, no podían convertirse en amantes y, por supuesto, no podrían casarse.

Cuando ella pensó eso—

(Si es Livia, ¿Leon podría llevarse bien con ella? Incluso si es imposible que ella se convierta en la primera esposa, si es como una amante, entonces incluso Livia—. Debería desear por el bien de los dos.)

Anjie pensó en volver más tarde por el bien de esos dos.

—¡Les estoy rogando que me dejen rezar! ¡Para mi esposaaaa!

Anjie suspiró al ver a un Leon inquebrantable—pero su cara estaba un poco roja.

—¡Sólo renuncia ya! Cielos, hablar de pechos, cintura o lo que sea.