Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 4

Capitulo 32: En El Bosque Una Vez Más

Parte 1

“En realidad nuestro señor feudal no es una persona tan mala. Bueno, supongo que es tan orgulloso y tan importante como cualquier otro noble, pero valora la seguridad de su gente.”

Mientras Mile escuchaba al maestro del gremio, pensó: Lo que estás diciendo es que realmente se preocupa por su ganado preciado. Luego crecerán gordas y saludables y le darán mucha leche.

Por supuesto, ella nunca diría tal cosa en voz alta.

“Por el bien de la gestión y el desarrollo de estas tierras, así como por su propia lujuria, es bastante estúpido… digo… ambicioso cuando se trata de dinero.”

Las cuatro chicas comenzaban a sospechar que el maestro del gremio no era tan indulgente con el hombre.

“De todos modos, se les solicitó personalmente para este trabajo. Ya saben dónde están los hombres bestia, ya se han infiltrado y escapado del lugar e incluso si son atacadas, tienen la fuerza suficiente para llegar a casa con vida.”

Recibir una solicitud de trabajo personal de un señor feudal era uno de los más altos honores que un cazador podría recibir. Era un reconocimiento de sus habilidades y una señal de plena confianza en su éxito. Solo una solicitud personal del rey u otro miembro de la familia real sería un honor mayor.

Si hubieran sido cazadoras normales, habrían decidido a la ligera y aceptar el trabajo sin pensarlo dos veces.

Sin embargo, no eran cazadoras normales.

“Entonces, ¿qué quiere que hagamos?” preguntó Reina fríamente.

“Él quiere que confirmen el estado de los hombres bestia, confirmen lo que están excavando y si es posible, reclamarlo.”

“…”

Las cuatro no dijeron nada. Mile finalmente rompió el silencio. “Um, ¿puedo preguntar algo?”

“Claro,” respondió el maestro del gremio.

“Creo que eso cuenta como saqueo. ¿No nos haría eso ladronas?”

“Uh…” El maestro del gremio la miró atónito. “Bueno, n-no, esa tierra es parte del territorio de nuestro país, así que…”

“Pero eso no significa que la controlemos, ¿verdad? Es solo parte del bosque. Y en general, todo lo que alguien recoge o caza por ahí le pertenece, ¿no? En ese caso, lo que sea que encuentren los hombres bestias es suyo y no nuestro, ¿verdad?”

“Obviamente, el secuestro de cazadores es un acto criminal, pero hasta que recibamos una misiva de la capital, no podemos protestar ni solicitar que las partes culpables se entreguen, ¿verdad? Y la gente bestia que se acopia no son un problema, ¿verdad? ¿No sería agarrarlos en un acto criminal de nuestra parte?”

“…”

Robar recursos subterráneos de otro país por orden de su propio país sería un problema enorme, tal vez incluso un conflicto diplomático.

Sin embargo, había pocos problemas con un grupo de ciudadanos privados que realizaban un poco de recolección a pequeña escala o buscaban tesoros por su cuenta en tierras extranjeras.

Si tal cosa estuviera prohibida—los cazadores, cuyas actividades ya cruzaban las fronteras nacionales—nunca podrían ejercer su profesión.

Si bien los hombres bestias habían comenzado algún tipo de operación a gran escala, estaban ‘cavando para encontrar algo’ y eso no contaba como una operación minera a gran escala para obtener recursos. Por lo tanto, si iban a tomar cualquier material  (probablemente  minúsculo)  que la  gente  bestia  terminara  descubriendo,

¿quién sería el verdadero villano aquí?

“S-supongo que es cierto…” Habiendo señalado esto, las palabras del maestro del gremio de repente dejaron un mal sabor de boca.

“¿Te importa si discutimos esto entre nosotras?” preguntó Mile.

El maestro del gremio dio su consentimiento y las cuatro chicas se movieron a la sala de conferencias contigua.

***

Varios minutos después, regresaron, una vez más ocupando sus asientos en la oficina del maestro del gremio.

“Lo discutimos y hemos decidido aceptar el trabajo,” dijo Mile.

El maestro del gremio parecía aliviado. Rechazar una solicitud personal de un señor feudal era inaudito. Esta rama se convertiría en el hazmerreír del gremio de cazadores, sin importar el golpe a la reputación y el temperamento del señor feudal.

Los rumores sobre la ‘rama incompetente y poco confiable que ni siquiera pudo convencer a un grupo de cazadoras novatas para que aceptaran la solicitud personal de un señor feudal’ comenzarían a extenderse por todas partes, desde la capital hasta los confines más lejanos de la tierra.

“Sin embargo, mientras no haya una razón suficiente para hacerlo, no reclamaremos el artículo. La solicitud original fue redactada ‘si surgiera la posibilidad’, así que no creo que sea un problema.”

Lo que contaba como ‘razón suficiente’, habían decidido las cuatro, era si el objeto resultaba ser algo peligroso o algo así para no poder permitirse que fuera entregado a los hombres bestia o sus aliados.

Mile, por supuesto, había leído muchas novelas de fantasía ya había tenido en cuenta cosas como las que podrían estar cavando con la esperanza de ‘revivir a un rey demonio’ o ‘romper el sello de la prisión de un dios malvado’. Por supuesto, también Mavis, Reina y Pauline, ya que habían escuchado las extrañas historias de Mile durante casi un año.

Parte de la razón por la que decidieron tomar el trabajo fue por los puntos que una solicitud personal de un señor feudal les daría.

Además, era demasiado tentador para su eventual promoción a rango B y sería un gran impulso para su reputación. Pero sobre todo, estaban preocupadas.

Si rechazaban el trabajo, se lo darían a otro grupo y ese grupo podría desaparecer de nuevo o llegar a los golpes con los hombres bestia. Lo que fácilmente podría resultar en un gran incidente.

Además, estaban ansiosas por recuperar el equipo confiscado de los otros cazadores y devolvérselo.

¿Estaban siendo demasiado amables? ¿O estaban subestimando el trabajo? Bueno, así era Pacto Carmesí.

“S-sí, por supuesto, eso no es un problema. Quiero decir, estoy seguro de que nuestro señor feudal realmente no creía que cuatro cazadoras novatas fueran capaces de recuperar cualquier tesoro en primer lugar. Probablemente por eso vino con la provisión de, ‘si surgiera la oportunidad’.”

El maestro del gremio se sintió aliviado de que las negociaciones se establecieran, pero de repente se dio cuenta de que había descuidado un último detalle importante.

“Ah, por cierto, la Dra. Clairia las acompañará, así que también tendré que pediros que pongan todo de su parte para protegerla.”

“¡¿Qué demonios?! ¡No dijo nada al respecto!” Reina se enfureció.

Sus tres compañeras estaban completamente tranquilas. Ya la veían venir. ¿Por qué otra razón la Dra. Clairia no volvería a la capital y, de hecho, estaría sentada en la sala en este momento? Desafortunadamente, Reina fue la única que no lo vio venir.

Después de todo, no había nada extraño en que una académica las acompañara a investigar un sitio de excavación y un artefacto.

Sin embargo, tal vez no era la mejor idea exponer a la Dra. Clairia—una elfo, una académica y muy probablemente, una persona notable—a tal peligro.

Pero, dado que ella había sido parte del equipo de investigación inicial, probablemente estaba más preocupada por la investigación y la búsqueda de los peligros que podrían venir consigo.

“El señor feudal también enviará algunos refuerzos, aunque parece que todavía está en proceso. Probablemente saldrán después de que ya se hayan ido.”

No había forma de saber si estos hombres eran refuerzos u observadores, asegurándose de que Pacto Carmesí no se llevara ningún tesoro. Las palabras ‘tropas de defensa’ flotaban en sus mentes.

“Supongo que eso podría ser útil. Entonces, ¿cuántas tropas enviará?” preguntó Reina.

El maestro del gremio respondió, amargamente, “Una.”

“¿Qué?”

“Como escuchaste solo una.”

Eso lo aclaró todo. Estas personas estarían allí como vigilantes. Podrían interponerse en el camino, pero probablemente no serían muy útiles.

Si algo le sucediera a Pacto Carmesí, probablemente ni siquiera intervendrían para ayudar, simplemente informarían lo sucedido al señor feudal. Las chicas preferirían más no tenerles cerca.

Las cuatro pensaron lo misma a la vez: Vamos a perderles.

Luego,  pusieron  algunas  ideas  y  finalmente  decidieron  salir  de  inmediato.

Esperaban tener un día de descanso, pero ahora el tiempo era esencial.

Por ahora, gracias al mago, varios de los hombres bestia ya se habían recuperado lo suficiente para el combate, incluso si aún no se habían curado por completo.

Probablemente habían enviado un mensajero al sitio de excavación. Mientras tanto, en el sitio de excavación, probablemente estaban cortos de personal y vulnerables. Tal vez estaban en pánico, ya que habían sido informados que sus aliados estaban paralizados en el bosque.

Pueden estar apurados para formar un equipo de rescate. Pacto Carmesí no era lo suficientemente tonto como para pasar por alto factores tan importantes, especialmente cuando se planeaba una infiltración.

La Dra. Clairia también había anticipado esto y terminó sus preparativos la noche anterior.

Pacto Carmesí, por supuesto, siempre estaban listas para irse en cualquier momento, gracias a Mile y su ‘almacenamiento’. Dado que de todos modos tenían la intención de ir directamente a la capital, ya habían cancelado todo en la posada.

“Bueno, entonces, ¡vamos!” gritó Reina. “¡¡¡Vámonos!!!” respondieron las tres compañeras.

La Dra. Clairia estaba solo un segundo atrás. “¡Vámonos”

“Mavis, ten.” Poco después de que salieron de la ciudad, Mile extendió suavemente su mano hacia Mavis.

“¿Estas son…?”

“Suplementos como los otros. Por si acaso. Si los usas, puedo reabastecerte con más, así que no dudes en pedir. Si no lo pruebas al menos una vez, no sabrás que hacer cuando sea el momento.”

“Entendido. Me alegra hacerlo, gracias.”

Mavis sacó tres de las misteriosas cápsulas del recipiente y las guardó en su bolsillo. Ahora tenía cinco en total.

Si no se apuraba y las probaba pronto, Mile seguiría ofreciéndole más. Pronto, sus bolsillos estarían abultados. La premonición colgaba claramente en la mente de Mavis.

***

Como era ahora la norma, Mile y los demás pasaron de largo por la aldea a las afueras del bosque. Gracias a la guía de la Dra. Clairia, experta en moverse por el bosque, mantuvieron un ritmo rápido, viajando mucho más rápido de lo que lo hicieron durante su fuga.

La tarde cayó rápidamente, la luz del bosque desapareció. Una vez más, Mile colocó bloques de madera, pintados con su humilde ‘material luminiscente mágico’ en cada una de sus espaldas.

Se movieron en una sola fila, lo que en otra vida Mile habría llamado un ‘Jet Stream Attack’. Por supuesto, nadie saltaría de la cabeza de alguien más.

Mile, con su aguda visión nocturna, estaba al frente de la fila. Reina, la Dra. Clairia, Pauline y Mavis la seguían, en ese orden. Naturalmente, Clairia, su pasajera VIP, estaba en el punto muerto con Pauline, que tenía las habilidades de corto alcance más limitadas, así como la magia curativa cada vez más importante.

Mavis, por supuesto, estaba en la parte trasera, preparada para enfrentarse a cualquier cosa que pudiera provenir de la parte trasera. Los magos eran débiles contra los ataques sorpresa, después de todo.

“Si fueron rápidos, el mensajero habrá llegado al sitio de excavación ahora mismo,” calculó Mile. “O no, si se fueron hace un momento…”

Teniendo en cuenta las capacidades físicas y la experiencia de los hombres bestia que habitan en los bosques, si un mensajero se moviera a velocidades máximas, podría llegar al sitio de excavación en un día.

Pero en realidad, todo se reducía a la velocidad de recuperación mágica de ese mago, sus capacidades de curación y si el líder estaría a favor de enviar un mensaje sobre el paradero del equipo.

“Tomemos un desvío,” dijo Mile. “Si seguimos yendo directamente hacia el sitio de excavación, podríamos encontrarnos con ese equipo o incluso con una unidad de rescate. Prefiero evitar eso. Y hay otro lugar que me gustaría mucho evitar…”

Las demás de Pacto Carmesí no sabían a qué otro lugar se refería Mile, pero como era Mile quien lo decía, dieron su consentimiento sin mucha duda.

“¡…Erk!”

Solo había pasado un día desde que entraron al bosque. Estaban muy cerca del sitio de excavación, cuando de repente, la Dra. Clairia se detuvo. Se cubrió la nariz y boca.

“¿Qué pasa? Oh no, los elfos tienen un sentido del olfato más agudo que los humanos, ¿no? ¡Todas, cambiemos de rumbo inmediatamente! ¡Este es ‘el lugar prohibido!’”

“Sospechaba algo como esto,” dijo Reina con cansancio. “Cuando nos hiciste tomar ese descanso repentino tan cerca de ese montón de estiércol, y que los hombres bestias que nos seguían fueran más lentos de lo esperado…”

Pauline y Mavis asintieron.

Aunque ya habían cambiado bastante de rumbo, el olor era tan intenso que tuvieron que desviarse aún más. Mile había tenido en cuenta que el lugar podría convertirse en una zona segura—un algún lugar donde ningún monstruo o animal salvaje podría deambular—pero ya se había vuelto tan tóxico que nadie podría refugiarse en él.

Los hombres bestias probablemente se desviarían por el lado opuesto del área. Dada la sensibilidad de sus narices, el equipo con los huesos rotos probablemente tomaría un desvío aún mayor que las chicas. No había señales de que hayan pasado por aquí, como ramas rotas, hierba doblada o huellas. Por lo que, estaban muy seguras de que usarían el otro lado.

Ahora, un día y medio desde que salieron de la capital—y un día completo desde que ingresaron al bosque—Pacto Carmesí y la Dr. Clairia llegaron al sitio de excavación de manera segura. No había ningún hombre bestia a la vista.

“Hemos estado caminando durante un día y medio con solo un breve descanso.

Vamos a tomarlo con calma y descansar un poco esta noche,” dijo Reina.

Sin nada atravesando por la magia de detección de Mile, todas asintieron. Ya estaba oscureciendo a su alrededor.

Mile recogió algo de hierba y sacó una carpa de su inventario. No una carpa doblada, sino una ya montada. Era una idea que se le haya ocurrido hace dos noches.

¿Por qué perder el tiempo armando y desarmando la tienda cuando podría esconderla completamente ensamblada? Así que la mañana anterior a la última, cuando estaban empacando para irse, guardó la tienda sin doblarla, cuando los demás no miraban.

La vista dejo a Dra. Claire sin palabras. “¿Qué..,?”

Los otras tres no le prestaron atención, haciendo sus tareas de estacar las cuatro esquinas de la tienda y cavando una zanja de drenaje alrededor de su campamento como si nada hubiera pasado. Incluso si el clima cambiara rápidamente, era poco probable que la lluvia la travesara, dada la gruesa cubierta, pero era mejor estar preparadas. Ese era el secreto de una vida larga y saludable.

“¡¿Por qué no está doblada?!” exigió la Dra. Clairia.

“¿Hm? Bueno, es molesto tener que doblarla y montarla cada vez que se usa. Es una pérdida de tiempo, ¿no crees?”

La Dra. Clairia estaba estupefacta.

Por lo general, la capacidad de almacenamiento de la magia de almacenamiento de un mago estaba limitada por el peso y el volumen. No importa cuán liviano sea un objeto, si tiene un gran volumen, el espacio de almacenamiento alcanzará su capacidad mucho más rápido.

Si un objeto fuera compacto pero denso, el almacenamiento llegaría al límite de todos modos. El límite se decidía por una combinación de estos factores, no por separado.

Era una práctica estándar almacenar solo objetos que fueran lo más pequeños y livianos posibles en el almacenamiento. Incluso cuando está dentro de los límites, cuanto más almacena un mago, más energía mágica y resistencia mental se necesita para mantener la magia.