Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Capitulo 25: Wonder Trio, Cazadoras Secretas

La capital del Reino de Brandel es una ciudad que alberga dos academias: Ardleigh y Eckland.

En la tarde de cierto día, en cierto lugar de la ciudad, tres chicas caminaban juntas. “Me pregunto si estará bien…”

“Estoy segura que está bien. ¿Acaso, no fuiste tú, Marcela-sama, quién una vez dijo, ‘aunque un dragón la pise, ¿nunca se va a romper’?”

“¡Es cierto! De hecho, apuesto que en este momento ha de estar en algún lugar diciendo ‘Me pregunto cómo estarán Marcela y las chicas’…”

“Puede ser… ¡No, estoy segura que es así!”

Habían pasado ocho meses desde ese fatídico día. Marcela, Mónica y Aureana eran ahora estudiantes de tercer año.

Después de la graduación, Marcela regresaría a su casa para iniciar su entrenamiento en habilidades domesticas; igualmente Mónica volvería a su hogar para ayudar con el negocio familiar, mientras buscaba alguien con potencial para esposo.

Aureana, que había recibido una beca, tendría que tomar un trabajo en una oficina pública para pagar su deuda. Tenían un año más de sus vidas como estudiantes despreocupadas.

Caminaban por una avenida bastante estrecha, a cierta distancia del centro de la ciudad. Aunque de ninguna manera se trataba de una calle abandonada, sin transitar, no pasó mucho tiempo antes de que las tres chicas encontraran su camino obstaculizado por dos hombres. Marcela miró rápidamente detrás de ellos y vio a dos hombres más parados.

Estaban rodeados.

“¿Puedo ayudarte con algo?” Preguntó Marcela, sin mostrar una pizca de miedo.

Monika y Aureana no podían hacer tal cosa. Ambas se aferraron la una con la otra, claramente asustadas.

“¿Qué? Pensamos que a ustedes, chicas, les gustaría venir a pasar un buen rato con nosotros”.

“Si deseas cortejar a una de nosotras, puedes enviar a sus representantes para que hagan una presentación formal y lo soliciten adecuadamente a nuestros padres.”

“¿Qu…?”

Naturalmente, ella no estaba hablando en serio. No había forma de que un cazador deshonesto o deshonrado solicitara formalmente reunirse con la hija de un noble. Marcela era diferente de Adele. Totalmente diferente.

“D-deja de joder, mocosa… ¡Solo ven con nosotros! ¡Hay alguien que puede hacer un buen uso de ti!”

Mientras gritaba, el hombre se acercó a Marcela. “¡Ignite!”

“¡Oww!”

Aureana lanzó uno de sus hechizos, aunque era débil pero muy útil en la vida cotidiana. El hechizo, normalmente se usa para encender un fuego, pero quemó los brazos extendidos del hombre.

“M-maldita perra! ¡Sabes, nos dijeron que solo teníamos que llevar a la hija del noble! ¡Dijeron que no importaba si las plebeyas estaban vivas o muertas! ¡Puedes arrepentirte de ese pequeño truco tuyo en el infierno!”

“¡Muereeeeeeee!”

Mientras blandía su espada, la vida de Aureana pasó ante sus ojos. Justo entonces, Marcela se lanzó entre Aureana y la espada.

“¡¿Qué…?!”

El hombre entró en pánico cuando la chica noble, a la que se le ordenó no lastimar, se había puesto delante de su espada. Apresuradamente, trató de detener su ataque, pero ya era demasiado tarde. Hubo un desafortunado sonido y un abrupto ¡ka-shunk!

Sin embargo, la espada no se había dañado en el cuerpo de la noble chica. Lo que la espada había golpeado era la masa de hielo que había aparecido repentinamente frente a ella.

“¿Qu…?”

“Ignite.”

Antes de que el hombre pudiera reaccionar, Aureana susurró la palabra estoicamente. Violentamente, el cabello del hombre se encendió.

“¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh!”

Mientras el hombre giraba, tratando de extinguir la llama sobre su cabeza, Aureana lo miró con ojos fríos. Ella estaba enojada. Increíblemente enojada.

“¡Water Ball!”

Una esfera de agua del tamaño de una pelota de voleibol apareció a instancias del hechizo de Monika. Voló hacia la cara del otro hombre, que estaba parado delante de ellas y se detuvo.

“¡Ugh! ¡Guhbluhbluhbluh!”

Naturalmente, el hombre, que inadvertidamente había aspirado aire, movió la cabeza violentamente para intentar quitar la esfera, pero el agua no cedió. No importa cuánto trató de sacudirlo con las manos o moverse para quitársela, el globo no se apartó de su cabeza y finalmente sus movimientos comenzaron a volverse lentos.

En el instante en que el hechizo de Aureana cansó al hombre, Marcela se dio la vuelta y comenzó un hechizo dirigido a los hombres detrás de ella.

Al igual que Mónica y Aureana, solo necesitaba decir el nombre del hechizo. Por supuesto, no necesitaban decir nada en absoluto, pero cuando tenían tiempo para decir el nombre del hechizo lo hacía mucho más eficiente.

“¡Fire Shot!”

Dos balas de fuego salieron, apuntando a los hombros derechos de los dos hombres que estaban parados detrás de ellas. Ambos cayeron rodando. Marcela tenía mucho potencial, al parecer, para apuntar adecuadamente su ataque.

En los dos años transcurridos desde que las chicas recibieron por primera vez lecciones de magia de Adele, ninguna se la había tomado a la ligera.

Habían pasado un año y dos meses de ese tiempo con Adele. Durante los ocho meses posteriores, habían sido solo ellas tres. Aun así, por el bien de sus futuros, su investigación y esfuerzos habían continuado.

Las tres chicas, que eran bastante brillantes, habían continuado investigando los principios de magia que Adele les había enseñado, negando su falta inicial de poder mágico.

Claro, no esperaban ser atacadas por hombres que intentaran secuestrarlas. Sin embargo, aunque su situación era peligrosa, no podían titubear: si iban suaves con demonios tan débiles como estos, podrían ser capturadas con facilidad.

“Bien, tal vez te importaría decirme quién te contrató…”

Mientras se paraba, pisándolo con su pie, él se lamentó haber sido engañado, de que no se les haya advertido que Marcela era una maga muy capaz, sino que solo le dijeron que era una colegiala noble estúpida. Ni siquiera sabían que sus compañeras plebeyas pudieran usar magia también.

En medio de estas quejas, algunos cazadores cercanos finalmente llegaron corriendo.

Aparentemente, los hombres serían entregados a un experto para más preguntas. Más tarde, se dirigieron al gremio de cazadores para explicar lo que había sucedido.

En el camino, Aureana, que tenía una inusualmente disgustada expresión, de repente se volvió a Marcela.

“¡¿Qué fue todo eso, Marcela-sama?!”

“¿Oh? ¿De qué hablas?”

“¡Cuando ese hombre intentó atacarme! ¿Por qué hizo algo tan peligroso? ¿No tiene miedo de morir? Su vida vale mucho más que—”

“Aureana,” interrumpió Marcela. “Por supuesto que tengo miedo de morir. Sin embargo, comparado con el miedo a perderte ante mis propios ojos, sin hacer nada para evitarlo y vivir con ese arrepentimiento por el resto de mi vida… el miedo a morir no es nada.”

Marcela sonreía mientras hablaba, pero Aureana estaba indignada.

“¡No bromee así! ¿Está diciendo que no significa nada si tengo que verla morir ante mis propios ojos— solo por protegerme? ¡No hay nada más aterrador que eso!¡¿Quiere que lleve ese peso conmigo por el resto de mi vida?!”

“Ah…”

Con su propio error claramente señalado, Marcela se congeló con la boca abierta. “Y-ya lo entiendo…”

“¡En ese caso, rezo para que no hagas nada así nunca más!”

Marcela sacudió la cabeza de un lado a otro. “No puedo prometer eso.”

“¡¿P-por qué no?!”

Marcela, perpleja por la pregunta con una respuesta tan obvia, frunció el ceño mientras respondía. “Porque eres mi preciada amiga y así es— la chica Marcela.”

“……”

No importaba lo que dijera, era inútil. Aureana estaba segura de al menos eso.

No había nada que hacer al respecto. Miró a Marcela, una espléndida chica noble, con fuerte sentido de honor y gratitud…

“Es fue todo lo que sucedió.”

En la oficina del maestro del gremio, en el segundo piso de la sede del gremio de cazadores, las tres chicas explicaron lo sucedido.

El maestro del gremio no estaba sentado en su escritorio, sino en la mesa situada frente al escritorio. Estaba de espaldas a su escritorio y las tres chicas estaban en una fila frente a él. Un empleado, que también se desempeñaba como su secretario, se sentó en diagonal detrás de él.

“Hmm. Si algún demonio quisiera poner las manos sobre la señorita Marcela, quien es una amiga de la tercera princesa… ¿Podrían haber tenido un objetivo particular en mente? ¿Deseaban ganarse tu favor? ¿O tal vez te tenerte como rehén? Bueno, haremos que nuestros expertos investiguen algo en ese sentido. Sin embargo, para desafiar a tres magas cazadoras tan fuertes, aunque solo sean rango D, no debieron haber investigado de antemano…”

“Ahaha…”

En efecto, ahora las chicas eran cazadoras de rango D.

Al incorporar a Monika y Aureana en su “Simulador de Adele” por medio de un “sistema de conexión”, Marcela pudo formar un “Súper Simulador de Adele” para predecir las acciones de Adele. Los resultados de sus predicciones fueron algo parecido a lo siguiente:

¿Dónde estará? 

Seguirá en el país: 6% de probabilidad Salió del país: 94% de probabilidad

¿Qué podría estar haciendo?

 Escondida en la profundidad de un bosque: 5% de probabilidad Viviendo de encubierto en la casa de un noble: 4% de probabilidad Trabajando…

Como una sirvienta: 7% de probabilidad

En la tienda de algún pueblo: 9% de probabilidad

Como cazadora: 69% de probabilidad

Otros: 6% de probabilidad

Y así, por si acaso podría ayudarles, las tres habían decidido registrarse como cazadores.

Su objetivo era alcanzar un rango C para cuando se graduaran. O, al menos, un rango D.

Para cuando se graduaran, sabían que Adele definitivamente sería un rango C. También era poco probable que se convirtiera en un rango B o superior. Incluso si tuviera la oportunidad de hacerlo, querría permanecer en el rango C, donde se destacaría menos. De esto estaban muy seguras.

Afortunadamente, gracias al conocimiento impartido a ellas por Adele, Marcela tenía la fuerza mágica de un mago promedio, Monika tenía el nivel más bajo de mago y Aureana todavía estaba en la mitad.

Y gracias al hecho de que podían recitar en sus cabezas, no era el llamado ‘encantamiento silencioso’ de este mundo, sino más bien la marca especial de Adele de ‘visualizar directamente el efecto deseado, sin decir un encantamiento’ podrían hacer magia a una velocidad milagrosa.

Por supuesto, para ocultar sus talentos especiales, deliberadamente se tomaban la molestia, de decirle a la gente que aprendieron a lanzar rápidamente dentro de sus cabezas ‘practicando tan duro que hasta vomitaron sangre’.

En cualquier caso, gracias a este medio eficiente de encantamiento, las tres podrían producir una fuerza mucho mayor de lo que se esperaba, dada su aparente fuerza mágica.

De hecho, su poder mágico práctico excedía el del mago promedio. Debido a esto, cuando se registraron en el gremio, pudieron utilizar el sistema de omisión para comenzar en un rango D.

Naturalmente, lo mantuvieron en secreto de sus familias.

Las chicas realmente no tenían ninguna intención de vivir como cazadoras.

Simplemente pensaron que, si algún día quisieran volverse a encontrarse con Adele, estar registradas en el gremio haría sus opciones un poco más amplias.

Además, una vez que tuvieran las calificaciones de un cazador de rango C, no había nada que pudiera interponerse en su camino. Cuando se trataba de buscar cónyuge, no habría mayor prueba de su habilidad mágica que decir: ‘Como maga, poseo las calificaciones de una cazadora de rango C’.

No, no tenían intención de vivir como cazadoras, pero al menos por el momento, pensaron que podrían armarse con el conocimiento general y las habilidades de los mismos, por lo que se unieron temporalmente con otros grupos novatos para recolectar hierbas, así como para cazar jackalopes, goblins y similares.

Y por supuesto, nunca rechazaron invitaciones de grupos de chicos de rango F a D que podrían haberles pedido que se unieran a ellos. Ni una sola vez.

Por lo general, las chicas no asumían trabajos de recolectar hierbas o exterminio, lo que las convertía en un grupo bastante único. Aun así, como cazadoras de rango D, tomaron la mayoría de las otras tareas recomendadas…

Como misiones de escolta.

No protegían mercantes o nada por el estilo. Era cierto que normalmente, un grupo de rango C sería solicitado para esos trabajos, pero estudiantes como Wonder Trio no podrían tomar trabajos que tuvieran que salir por mucho tiempo.

En cambio, con frecuencia se solicitaba al Wonder Trio que escoltara a las chicas jóvenes, solo durante el día.

Cuando la hija de un noble o comerciante rico no podía salir debido a preocupaciones por su seguridad, las tres la escoltaban, actuando secretamente como guardias bajo la apariencia de hermanas, amigas o asistentes.

Como parecían ser simplemente un grupo de adorables chicas preadolescentes, podían quedarse con las niñas en el baño o en la bañera e incluso a la hora de dormir. No tenían necesidad de llevar armas y podían defenderse de un ataque sorpresa de varios atacantes—al menos, lo suficiente hasta que llegara la ayuda.

Siempre había guardias cerca, por lo que defenderse de los atacantes incluso por un corto período de tiempo era suficiente y estas chicas, que realizaban sus tareas de guardia con certeza, eran increíblemente atesoradas.

No solo tomaban estos trabajos en sus días libres, sino también entre semana, en cuyo caso convencían a la escuela para que les dejara pasar, considerando este deber como una alternativa permisible para su asistencia a clases.

Afortunadamente para ellas, había personas lo suficientemente influyentes en la academia que estaban felices de permitir esto.

Además, casi nunca eran atacadas, por lo que las chicas tenían un grado de rango A en rango A en sus informes de finalización del trabajo.

Como no solían deambular mucho en el primer piso del gremio, había muchos cazadores que ni siquiera sabían de las chicas e incluso cuando las veían de vez en cuando, con sus uniformes, sin ningún otro tipo de protección, asumían que eran clientes, invitadas del maestro del gremio o amigas de la familia de algún empleado del gremio que había venido de visita— nada más.

Por lo tanto, eran el arma secreta del gremio, un grupo de guardas especialistas que se formó hace ocho meses, las encantadoras cazadoras con uniforme, Wonder Trio.

Cuando llegaron a un descanso en la conversación, el maestro del gremio tomó una taza de té negro que estaba sobre la mesa delante de ellas y las chicas también cogieron sus tazas.

Mientras sorbía su té en silencio, Marcelo puso su vista en el escritorio detrás del gremio, donde había varios artículos.

Durante algún tiempo había sido muy consciente de los cuatro objetos colocados allí. Parecían muñecas y no parecían adecuadas para estar sobre el escritorio de un maestro del gremio.

Cuando Marcela miró más de cerca, se dio cuenta de que en realidad eran muñecas, en forma de jovencitas.

Las cuatro estaban adornados con armadura ligera, como las de un cazador. Dos de ellas equipadas con espadas, las otras dos con algo como bastones de magos. Se parecían mucho a un grupo de cazadoras.

¿Quizás pensaban usar estas muñecas de chicas cazadoras para popularizar la imagen de los cazadores y reclutar más gente joven?

Una de las chicas era una espadachina alta, con el pelo pintado de un color dorado. Otra era una maga, con cabello castaño y un pecho grande. La tercera era una maga pequeña e infantil con el pelo rojo.

Y la último tenía cabello plateado, con un semblante lindo y amable, así como una mirada bastante agradable y vacía sobre ella…

¡¡¡Pffffffffffffffffffffffffffffft!!!

 Marcela escupió todo el té que tenía en su boca, que fue a parar directamente sobre la cara del maestro del gremio, que estaba sentado ante ella. NdC: Neta banda, adoro más a estas 3 chicas que a las protagonistas <3

 Sorprendidas por esto, Monika y Aureana, que tenían sus tazas cerca de la boca ya que acababan de sorber también parte de su té, siguieron la mirada de Marcela y…

¡Pfffffffffffffft! 

La secretaria, que había estado sentada detrás del maestro del gremio, sacó un pañuelo del bolsillo y corrió hacia él, pero el maestro del gremio la detuvo con su mano izquierda.

Después de limpiarse la cara con su propio pañuelo, lo dobló cuidadosamente y lo colocó nuevamente en el bolsillo de su pecho. No se dio cuenta de la fría mirada del empleado.

“¡L-lo sentimos mucho!”

Las tres chicas se disculparon inmediatamente— de tal manera que sus miradas nunca se movieron del escritorio.

Querían preguntar desesperadamente sobre las muñecas, pero si dejaban ver que tenían un interés tan fuerte, definitivamente les preguntarían el por qué.

Su Majestad, el Rey, no había renunciado en buscar a Adele. Las chicas no eran tan tontas como para pensar que él lo haría. ¡Ellas eran diferentes de Adele! ¡Diferentes!

Y así, dejaron el gremio. De camino a casa… “Parece que le está yendo bien.”

“Así que es una cazadora después de todo.”

“Y ya se está destacando…”

Las chicas no pudieron mantener una expresión seria. ”

“Pft…”

“Aha…”

“¡Ahahahahahaha!”

Las personas cercanas vieron con sospecha a las tres chicas, que de repente se echaron a reír, pero la risa de las chicas continuó sonando.

***

“… Y esas son todas las acciones por hoy de Marcela-sama y compañía.” Así habló el hombre al que se le asigno el deber de vigilar a las tres chicas, protegiéndolas secretamente desde las sombras. Había hecho su informe a una audiencia del Rey; el primer príncipe, Adalbert; la tercera princesa, Morena; y el segundo príncipe, Vince; junto con el primer ministro y el jefe de la guardia, Bergl.

“¡¿Por qué no interviniste para ayudar cuando la señorita Aureana y la señorita Marcela estaban en peligro?!” gritó enojada Morena, al escuchar su informe completo.

“Ah, bueno, nunca pensé en realidad que fueran a salir lastimadas o…”

“¿Qué creías que implicaba ese deber de guardia?”

“……”

“No importa. Vete.”

“Sí, señor…”

Después de que el guardia se fue, el Rey le dijo a Morena, “Elegiré a uno nuevo.”

“¡La próxima vez, elije a alguien confiable!”

“Por supuesto.”

El guardia había vigilado a las chicas desde antes de ser atacadas, hasta que llegaron al gremio. Por supuesto, no podía entrar al gremio con ellas, por lo que solo las vigiló en su camino de regreso al dormitorio y una vez que terminó su deber, regresó al palacio. Escuchando la conversación de las chicas con el pretexto de un transeúnte, solo había escuchado hasta la disputa de Aureana y Marcela.

“En cuanto a la mente maestra de esta operación…”

“¡Entendido! ¡Yo me encargo no te preocupes!”

“Hm. Pero…”

El Rey tenía un poco de miedo por Morena, que estaba muy preocupada por Marcela y las demás.

Justo entonces, el primer príncipe, Adalbert, habló. “Se interpuso en el camino de una espada, todo por el bien de una plebeya… Y luego actuó como si no fuera una gran hazaña en absoluto. Qué persona tan interesante…”

“¡La señorita Marcela es una chica maravillosa! Ella es fuerte y linda también…” Al igual que Adalbert, Vince parecía extremadamente interesado en Marcela.

“¿Qu…?”

El Rey, el primer ministro y los demás, que se habían estado preguntando cuál de los dos muchachos emparejarían con Adele una vez que la encontraran, se quedaron completamente sin palabras al ver este repentino interés de no solo Adalbert, que nunca había mostrado interés alguno en las chicas nobles que siempre acudían a su alrededor, sino también de Vince.

Morena, por supuesto, solo podía pensar: entre la señorita Adele y la señorita Marcela, me pregunto cuál se convertirá en mi cuñada mayor y cuál la más joven… 

Soñando con ese hermoso futuro, una sonrisa agradable apareció en su rostro.