Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 5

Capitulo 7: Fuerzas Colisionan

Parte 15

Por supuesto, Olgan no vio nada más que banderas rojas. “Escúchame por un minuto, Señor Demonio. ¿Seguirlo de regreso a su guarida? Eso es suicidio”.

“No te preocupes por eso. Te diriges al castillo, como estaba planeado. Akane se pondrá en contacto… Debería hacerlo, especialmente para averiguar por qué no estoy contigo. Espérame con ella”. El Señor Demonio se acercó a Allit. Escuchó a Olgan decir algo mientras lo hacía, pero no pudo entenderlo. Su corazón solo latía más fuerte, su visión se enrojecía… Como si estuviera anticipando la campana en el ring.

“He estado esperando este día… Es una agradable sorpresa que haya compartido el sentimiento”.

“¿Vamos o no?”

“Perdóname. Qué honor recibir al Dragón en mi mansión…”

Numerosos pétalos de rosas negras aparecieron alrededor de los pies de Allit, cada uno transformándose en un murciélago. Un remolino de murciélagos se elevó y envolvió a los dos, y desaparecieron.

Olgan, sola, estaba furiosa. “¡¿Qué está pensando, siguiendo al Duque de las Tinieblas hasta su mansión…?!” Obviamente era una trampa, pero el Señor Demonio no era del tipo que presta atención a los consejos no solicitados.

Olgan pensó que le había dado varias advertencias y explicaciones sobre las cosas en el transcurso de su viaje juntos, pero el Señor Demonio nunca se desvió de actuar exactamente de acuerdo con sus instintos.

A él nunca le importó lo que pensaran los demás y pisoteó cualquier cosa en su camino, trampa o no, sin dudarlo. Recuerda mucho al mítico rebelde, que luchó contra los cielos hasta que fue exiliado.

(Nunca podría ser así, no importa cuán poderosa me vuelva…) Olgan no pudo evitar comparar su estilo de vida con el de ella. Había ocultado su verdadera raza con numerosos elementos mágicos durante tanto tiempo, mezclándose con la sociedad humana.

Su vida la vivía huyendo, temiendo a los agresores de su padre. Incluso cuando había ascendido en las filas de los aventureros hasta la cima del Rango S, incluso ganando el título de Star Player, su vida en sí no había cambiado.

Siempre temió la sombra a la vuelta de la esquina, evitando cualquier contacto innecesario con los demás para proteger su identidad y viajando de una ciudad a otra, asegurándose siempre de no quedarse en el mismo lugar.

(Por supuesto, nada cambió. Nunca traté de luchar contra la raíz del problema y solo escapé…) Ella siempre le había dado la espalda a las peleas desfavorables y la realidad, dándose la excusa de que se había ‘vuelto más fuerte que antes. No había forma de que esto produjera el cambio que anhelaba. (Pero ya no…)

Había habido un cambio inconfundible dentro de ella. Se escuchó un rugido en la distancia y una tenue luz iluminó el lago oscuro por un momento. Al verse a sí misma en el reflejo, Olgan recuperó algo de confianza. No vio a Firebrand allí, sino a un diablo genuino, con cuernos siniestros y todo. (No hay más ‘algún día’…

¡Hoy es cuando le doy la vuelta!) Con firme resolución, Olgan voló directamente hacia el castillo. Un staccato de explosiones resonó en el cielo nocturno, iluminándolo ocasionalmente como ráfagas de sol.

***

——Mansión de Allit, Territorio de Hellion.

En una espesura de bosque oscuro cerca del Reino Divino se encontraba la mansión de Allit, asomándose silenciosamente. El bosque dejaba entrar muy poca luz, incluso durante el día, y ni la más simple de las Bestias del Infierno se atrevía a acercarse a él. Se les inculcó en los huesos lo aterradora que era la existencia del amo de la mansión.

(Hmph. Esto es prácticamente un viaje rápido…) El Señor Demonio abrió los ojos para encontrarse en un elegante jardín

. A pesar de la hora de la noche, el área estaba iluminada con lámparas de jardín con la Piedra Hechizada de Luz, algunas de ellas brillando con luz roja o azul. No eran glamorosas como las luces de Navidad, sino místicas y tranquilas.

“Me encantaría ofrecerte una copa de vino… ¿Seguirás cómo estás?”

“¿Cómo estoy…?”

“Sin implicaciones. Estás terriblemente tranquilo como estás, pero yo prefiero el rudo tú”. Allit se volvió hacia la mesa puesta en el jardín y tomó la botella de vino antes de servir una copa. Lo llenó alrededor de un tercio del camino hacia arriba, haciendo girar el vaso por todas partes. Su comportamiento, así como la vajilla y la decoración del comedor, rezumaban elegancia.

A decir verdad, el Señor Demonio se sintió intimidado. (Bueno, el hoity-toity de este tipo…) A Akira Ono no le gustaba ningún tipo de individuo o entorno tenso.

Ya podía decir que toda la decoración y los accesorios de Allit eran muy caros, lo que lo distraería de simplemente disfrutar de una bebida. (Todo está bien organizado, le daré eso…)

El Señor Demonio no pudo evitar sentirse impresionado por ese punto, al menos. La extravagante mesa de madera, las sillas profusamente decoradas, el vino obviamente raro y las copas exquisitas… la totalidad del jardín parecía encajar ante él como sirvientes obedientes.

Allit se sentó en una silla y cruzó las piernas. “Tengo algunas preguntas para ti…” comenzó, saboreando el  aroma de su copa de vino, arremolinándola. Este diablo hizo pintoresca la más pretenciosa de las escenas. “Sobre todo, tus intenciones de llamarte a ti mismo el Señor Demonio en un momento y el Dragonborn en otro.”

“No tengo idea de lo que estás hablando”. El  Señor Demonio descaradamente se arrojó sobre la otra silla y cruzó las piernas antes de encender otro cigarrillo. Los rápidos latidos de su corazón se habían calmado en algún momento.

“No hay necesidad de mantener la pretensión aquí. Los poderosos tienden a presentarse en muchas formas… No es que ninguno de ellos pueda cambiar entre vidas enteras como tú”. Allit, por ejemplo, cambió su forma según fue necesario entre su forma de vampiro, la forma voladora de un murciélago gigante y la forma de una Hellbeast de tono negro destinado a cargar. En ese sentido, entendió lo que era cambiar la apariencia de uno para la ocasión.

“No soy más que yo mismo. No sé a qué te refieres”. Aun esquivando la pregunta, el Señor Demonio probó el vaso en su mano. De él emanaba luz blanca, lo que indica que no había veneno en el líquido.

“Mi línea de sangre se remonta al Original, lo cual es raro en los vampiros. Me vuelve particularmente sensible a los olores y la energía. Además, tienes el mismo color que el dragón”.

“¿Color…?” repitió el Señor Demonio, reconociendo esa frase. Tron había dicho algo así una vez.

“En raras ocasiones, no puedo evitar obtener algunos de los poderes de aquellos de quienes me alimento. Sin embargo, lo describiría como una imitación de segunda categoría. No todos sus poderes se trasladan”.

El Señor Demonio recordó cómo Tron había descrito su poder: ver el color del alma de uno y leer sus emociones y pensamientos de ese color. Se tomó la copa de vino que Allit le había servido por la garganta, volviéndose más imprudente. “¿Entonces? ¿Qué pasa si tenemos el mismo color?” Audazmente, el Señor Demonio tomó la botella y se sirvió otro vaso. Sí recordaba cómo Allit se había alimentado de la sangre de Tron durante la batalla en la Ciudad Santa. Aparentemente, no había forma de salir de este. Hizo rodar la segunda copa de vino sobre su lengua y, desafiante, aspiró una nube de humo blanco.

“Permíteme presentarte mi hipótesis… Tú eres el otro Dragonborn, al que el Dragón le ordenó en secreto que recopile información sobre las naciones vecinas”.

“Otro, ¿eh…?” El Señor Demonio exhaló más humo sin mucha expresión. No consideraba a Zero más que un bosozoku, y mucho menos un Dragonborn.

“Vas eliminando a los Hellions con los que te encuentras, mientras te llamas Señor Demonio en otra forma para sembrar semillas de duda entre nosotros, con el fin de dividir nuestra raza. Muchos todavía anhelan el regreso de Lucifer”. Tal como había señalado Allit, el Señor de los Demonios había luchado contra los satanistas y había destruido cualquier diablo que apareciera en su camino.

Si alguien llamado Señor Demonio seguía haciendo tales acciones, era natural que fuera la causa de mucha conmoción dentro del territorio de Hellion. “Greole también, supongo. Parece que jugaste con Kale el otro día… Y antes con Utopía a través de los satanistas. No sé qué pensar de tu gusto, Dragón…” Allit lucía una leve sonrisa, sorbiendo su vino. Casi quería aplaudir a su invitado por atormentar a los dos demonios a quienes consideraba desencadenados y enloquecerlo. Los demonios parecían vivir en un delicado equilibrio de poder.

“Ya basta de ladrar… ¿Qué quieres?” preguntó el Señor Demonio, echando humo y mirando hacia el jardín. No entendía nada de lo que el diablo estaba diciendo, ni tampoco quería hacerlo.

“El Dragón, empleando la fachada de Lucifer, está tratando de construir divisiones entre Hellions. Por no hablar de hacerse amigo de los humanos, de todas las especies. El Armagedón está cerca. Tus acciones hablan más fuerte que cualquier palabra”.

(¡¿Armagedón…?!)

“El Señor Demonio, o Lucifer, si lo prefieres, ha traído a humanos, Firebrands e incluso Anima al meollo, listos para acabar con uno de los Pecados Originales. Si tienes éxito, el territorio de Hellion caerá en un caos sin precedentes”. La evaluación de Allit fue precisa, hasta su predicción. Se suponía que nadie podía sacar fácilmente a un Gran Diablo, y si tal persona se llamaba a sí mismo el Señor Demonio, solo avivaría los fuegos del caos.

“Dejando a un lado su hipótesis, el Armagedón nunca sucedió”.

“Qué interesante… ¿tiempo pasado?”

“Solo para que lo sepas, en 1999…” el Señor Demonio se interrumpió al darse cuenta de que el evento histórico en la vida real no tenía nada que ver con este mundo de fantasía. A pesar de su lógica vacilación, los flashbacks inundaron su cerebro. Lluvia negra cayendo de un cielo completamente negro. Los innumerables agujeros en el suelo. Siluetas con forma humana cayendo a las colinas. Rascacielos derruidos, restos de lo que solían ser ciudades, llenos de cadáveres podridos. “Solo… todo fue una mentira… Nada de eso era real”, murmuró. Como para desafiar su afirmación, una gota de lluvia cayó sobre su mano. Luego otra gota, luego otra, hasta que la lluvia empezó a mojarle el pelo y los hombros. La expresión del Señor Demonio cambió. “¿Por qué está lloviendo ahora…?”

“Vaya, vaya. No te ves muy bien. ¿Recuerdos desagradables asociados con la lluvia…?”

“Lluvia…”

“Ahora… Esa es una mirada que quería poner en tu cara”. Los ojos de Allit gradualmente se volvieron negros  y lentamente  comenzaron  a  brillar carmesí. Esos ojos pertenecían a un vampiro que acababa de avistar una presa. “Parece que me dejé llevar por la conversación. Vayamos al grano… Mi hipótesis se desvanecerá por el viento si te mato aquí y ahora”.

“Ven y pruébalo”. El Señor Demonio rompió el carácter cuando una luz plateada salió de su cuerpo. Su alma exigía el cambio, sin que él seleccionara Cambiar personaje.

Lluvia silenciosa cayó sobre el jardín digno. Uno de ellos se movió primero, su pie envió la mesa volando por el aire, junto con los costosos utensilios y decoración del comedor.

Al mismo tiempo, sus puños se cruzaron. Ambos giraron la cabeza para esquivar el puñetazo e inmediatamente se volvieron para patear, chocando en el aire. El impacto los derribó a ambos.

“Te ves mucho mejor ahora… Dragón”.

El Señor Demonio ya se había transformado en el bosozoku con un dragón plateado gigante en la espalda. El Dragonborn se rio, abrumado por la euforia. Si fue Zero o Akira quien se rio fue otro tema de debate. “¡Qué día…! ¡Nunca pensé que alguien me volvería a invitar a una fiesta!” Su corazón latía con fuerza, su mal humor se había disipado. Zero hizo crujir los nudillos y dirigió una sonrisa salvaje a Allit. Las llamas azules calientes se elevaron de su cuerpo, lo que indica que Grudge y Mad Flurry se habían activado. “¿Quieres un combate de venganza? Dale.”

“Si. Solo imaginarme bañarme en tu sangre me llena de emoción. Por primera vez en siglos”. Con un elegante movimiento de la mano, Allit materializó tres esferas oscuras en el aire. Volaron hacia Zero con una velocidad asombrosa, pero él esquivó la primera esfera, desvió la segunda con el puño y pateó la tercera esfera de regreso a Allit.

El diablo se rio entre dientes y extendió sus alas, elevándose en el aire. “Tu estilo es tan poco convencional como siempre… Duerme. Encanto.” Lanzando hechizos que infligían condiciones de estado, Allit se deslizó por el aire acercándose a Zero por detrás, moviéndose para darle un golpe.

“Tú eres el que vuela a puñetazos. ¡Habla de lo poco convencional…!” Zero esquivó el golpe de Allit sin siquiera darse la vuelta y bajó su centro de gravedad. La expresión de Allit se retorció. Ya fuera un segundo o solo medio segundo, fue una apertura devastadora.

“Primera habilidad: Kung Fu”. Los puños de Zero rugieron, desatando una corriente de uno, dos, tres, cincuenta, cien golpes… Allit los esquivó todos, desviando  algunos  en  el  proceso,  esperando  una  apertura.  Pero los ataques nunca cesaron. “Segunda habilidad: Combate Cuerpo a Cuerpo”. Las patadas ahora se mezclaron con la tormenta de huelgas.

Allit no pudo evitar reír en medio de esta terrible situación. (Tu fuerza física es realmente asombrosa…) Mientras que el diablo apenas evitaba un daño tan letal, recibía más y más golpes, lo que hacía que le doliera todo el cuerpo.

Dado que el diseño de combate en el juego era activar una cadena de habilidades, era difícil escapar de un ataque una vez que el proceso había comenzado. Sin mencionar que la velocidad de Zero alcanzó 88 mientras Mad Flurry estaba activado. Teniendo en cuenta que Greole, el infame Rey de los Demonios, tenía una velocidad de 66, la velocidad de Zero era de otro mundo.

En contraste con Allit, que solo podía reírse de lo ridículamente fuerte que era Zero, la expresión de Zero se nubló cada vez más. “Tú…” gruñó, y finalmente detuvo su aluvión de ataques, mirando a los ojos de Allit. Un poco desconcertado por este repentino giro de los acontecimientos, Allit hizo algo de distancia entre ellos en preparación para el próximo ataque. “Mucho más fuerte de lo que eras la última vez. Más rápido también”.

“Mis poderes fueron restringidos por dos factores la última vez”. Allit recordó el Castillo Sagrado dentro de la Ciudad Santa, protegido por la barrera del Ángel Sabio, que había reducido drásticamente los poderes de Allit. Dado que eso también era un Doble, era similar a Allit peleando un combate de boxeo mientras estaba esposado. Aun así, si no fuera por la interrupción del Dragonborn, Allit habría causado un daño catastrófico a la Ciudad Santa.

“Entonces olvídalo”, suspiró Zero, terriblemente decepcionado.

“No seas tonto. ¡Vas a morir ahora, Dragón! Dread Node”. Un estoque de tono negro se materializó en la mano de Allit, con la punta apuntando en la dirección de Zero.

Zero esquivó los rápidos ataques de Allit saltando hacia atrás, antes de dar un paso hacia adelante de nuevo al alcance y desatar una patada circular a una velocidad cegadora.

“Habilidad de combate: ¡Golpe de Tormenta!” (Aumenta el daño de ataque según el número de muertes del enemigo, hasta 50).

“¡Grr…!” Allit logró poner su espada entre él y la patada, pero aun así fue volado. Justo cuando se preparaba para hacer otro ataque, una de sus rodillas se dobló. Si bien había bloqueado el ataque en sí, el daño generado por la habilidad de Zero había penetrado en su defensa.

“Lo sabía”, dijo Zero. “No estás curado de la última vez. De ninguna manera tomaste mi Do or Die y te alejaste de una pieza”.

“Cállate…”

“Estoy feliz de aceptar cualquier desafío para un encuentro de revancha… Pero cúrate primero, ¿sabes? Quiero que mi cara a cara sea pura, no golpear a alguien que ya está herido”.

“Orgulloso como siempre, Dragón… ¡Odio eso de ti…!” Allit se puso de pie y Zero le lanzó un puchero y una mirada furiosa. Golpear a un oponente herido nunca fue algo de lo que Zero se enorgulleciera. De hecho, eso lo dejaría decididamente cojo. Solo los perdedores no buscaban una pelea justa. “Dragón, morirás de la manera más espantosa imaginable… Beberé tu sangre seca, te desollaré y te colgaré en mi pared”.

“Poniéndote un poco espeluznante, vampiro”.

“¡Por favor, para!” gritó una voz que llamó la atención de Zero.

Se volvió para encontrar a una chica que vestía un traje de sirvienta francesa, por alguna razón. Notó que su rostro y partes de su cuerpo estaban cristalizadas. “Eesh, ¿ahora una audiencia…?” Zero se quejó, pero su expresión se volvió más emocionada. Además, parecía que la niña estaba afligida por algún tipo de maldición. “Oye, vampiro. ¿Qué le hiciste a esa chica?” preguntó, haciendo crujir los nudillos con alegría. Había encontrado una razón para volver a esta pelea.

“¡¿Qué le estás haciendo al Maestro?! ¡Eres un matón!”

“¿Eh…?” Zero se congeló, dándose cuenta de que la chica lo estaba culpando. Nunca había esperado esa respuesta, y nunca antes había sido el “chico malo” en una pelea. “Espera, yo soy…”

“¡¿Qué estás haciendo aquí…?! ¡Vuelve a la mansión! ”

“¡No! ¡No puedo simplemente ver a ese hombre malo lastimarte, Maestro…!”

La visión de Zero se nubló. Incluso en el juego, la multitud siempre había estado de su lado. Cualquier cara a cara estaba acompañada de vítores unilaterales para Zero.

Durante años, solo había perseguido a los asesinos en serie. La multitud también lo vio como una especie de evento especial.

De hecho, la opinión de los jugadores sobre la fuerza de Zero fue, en el mejor de los casos, mediocre, lo que puede haber sido todavía generoso considerando lo estrictamente que Zero se apegó a los juegos de rol.

Las habilidades de Zero, Grudge y Mad Flurry, tenían que establecerse contra objetivos de hasta tres equipos a la vez, y solo podían cambiarse hasta tres veces al día. En sus últimos años, el juego acogió a jugadores de todo el mundo, del orden de cientos a miles de equipos. Estaba tan limitado en contra de quién podía ser eficaz.

Zero se había ganado la reputación de ser extremadamente eficaz contra unos pocos selectivos, pero inútil contra cualquier otra persona.

Podría haber valido la pena mencionar que dado que Zero tenía un rencor por Satanistas y Hellions en este momento, considerando cuántos Satanistas y Hellions había por ahí, el alcance de sus objetivos era extremadamente vasto. Por ejemplo, si ponía Rencor contra Holylight, el efecto de la habilidad llegaría a todos en el país, rompiendo el efecto en este mundo de fantasía.

“¿Soy… el chico malo…?” Mientras tanto, Zero tenía la mandíbula en el suelo. Pudo escuchar su identidad derrumbarse al suelo.

“El Maestro está herido… ¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡Sal!”

Al ver llorar a la niña, Zero finalmente se dio la vuelta y echó a correr. No vio otra opción.

“¡E-Espera, Dragón…! ¡Nuestra lucha no ha terminado!” Allit giró Dread Node para quitar un trozo de tela del hombro de Zero, pero Zero ni siquiera pareció darse cuenta. Siguió corriendo hasta que desapareció de su vista. Sólo el atónito Allit y la niña llorando se quedaron solas bajo la lluvia. Se quedaron allí durante algún tiempo.

“¡Tu…! ¡¿Qué has hecho?!” Allit se enfureció con la niña, que solo seguía llorando lágrimas en el suelo del jardín.

“Lo siento… lo siento… Por favor, no te enojes…”

Allit agitó los puños y miró al cielo ante el ridículo giro de los acontecimientos. Realmente no había comprendido la situación. Probablemente nunca entendería por qué el Dragonborn huyó de una manera tan patética. Que Zero perdió de vista su identidad solo porque una chica curiosa lo llamó “malo” era difícilmente creíble. (¿Ella hizo esto? O la lluvia… Tal vez él reaccionó a la maldición del Ángel Inmóvil… ¡Maldita sea, no hay forma de saberlo!)

Entonces, Allit notó un pequeño rastro de sangre en su estoque. Su expresión se suavizó de absoluta frustración a alegría. “¡Oh…!” Sin siquiera dedicar un segundo a disfrutar de su aroma, Allit lamió la hoja y la rodeó con la boca. No quería que el aguacero creciente se llevara nada.

“¿Maestro…? ¿Estás bien…?”

“F-Ha ha ha… ¡Ha ha ha…!” Allit miró hacia arriba, riendo. La niña miró, congelada. Nunca había visto a su amo reír así en todos los años que pasó en la mansión. “Esta curación… siento calor por todas partes… ¡Hace calor, Hahaha!” En cuestión de momentos, Allit fue sanado del daño de su Doble destruido y del daño que recibió durante su pelea. De hecho, sintió una euforia incomparable recorriéndolo. “Dragón… ¡Sí, he tomado sangre de dragón…!”

El único efecto que la niña podía ver en su amo era que ahora estaba increíblemente feliz. “Maestro…”

“Hmph,” Allit se burló sarcásticamente de la chica que miraba al suelo. Su interrupción le había ganado la sangre de dragón, después de todo. No se avergonzaría más a sí mismo regañando a la chica, a pesar de que él mismo no estaba preparado. “No te castigaré por esto”, dijo en un tono tranquilo. “No habrá una próxima vez”.

“¡S-Sí, Maestro! Oh, déjame traerte un paraguas…”

“No hay necesidad.” Allit le quitó algunas gotas de lluvia más pesadas y miró hacia el cielo desde la entrada de su mansión. Sintió un hambre y una sed poderosas. (Con sólo una gota, yo… quiero su sangre… sus ojos, su piel, sus huesos… ¡quiero cada parte de ese hombre…!).

Allit se sorprendió al descubrir lo emocionado que estaba era simplemente imaginar lo que podía hacerle al Dragonborn. Los siglos y milenios de aburrimiento que precedieron a esta noche parecían ahora insignificantes. El mundo había cambiado, como si le hubieran dado una nueva capa de pintura. (Dragón… vengo por ti. ¡Te robaré todo…!)

La niña observó nerviosamente a Allit estremecerse de emoción. Nadie sabía todavía lo que se cuajó en su corazón.

Mientras tanto, el Señor Demonio se había alejado un poco de la mansión de Allit y había encontrado refugio de la lluvia debajo de un gran árbol.

Frustrado, encendió un cigarrillo. “Ese idiota. Hizo un gran lío, luego despegó y echó a correr…” Era como un Power Ranger huyendo de la escena porque un transeúnte le había arrojado una piedra. Eso podría haber sido un incidente cómico, pero el Señor Demonio seguía siendo infeliz. La lluvia no dio señales de detenerse. “¿Por qué tiene que llover aquí…? Extraño el pueblo de Rabbi”. No escuchó ningún ruido a su alrededor, salvo el insistente aguacero.

La lluvia trajo consigo horribles recuerdos. La caída constante de las gotas de lluvia le recordó el sonido de los dedos escribiendo en los teclados.

Siempre buscas el futuro y borras el pasado.

El tiempo no espera a nadie. ¿Qué podemos hacer sino seguir avanzando hacia el futuro? El pasado se borra a sí mismo y no podemos hacer nada al respecto.

¿De verdad piensas eso? El tiempo no borrará nuestros recuerdos.

Type type type type. La sinfonía de la sala de chat. Type type type type. El teclado cantó.

Algo en las letras de la pantalla no parecía correcto, pero no podía poner el dedo en él. La conversación electrónica continuó.

Los recuerdos los comparten quienes los han vivido. Son un tesoro que nunca se pierde.

No para jugar al abogado del diablo, pero… Si todos los que vivieron un evento mueren, ¿el evento sucedió alguna vez?

Type type type type. La sinfonía de la sala de chat. Type type type type. El teclado cantó.

¿Tienes miedo de apoyarte en recuerdos vagos? ¿Tienes miedo de que la gente te olvide? ¿Tienes miedo de que, algún día, nadie se acuerde…?

¿Que nunca hubieras existido?

Yo… No entiendo lo que estás diciendo.

“Por eso te aferras al pasado, tan desesperado por recuperarlo…”

El Señor Demonio salió de ella. Frenéticamente miró de un lado a otro, pero no encontró a nadie a su alrededor. Solo la lluvia continuó cayendo del cielo, empapando el suelo debajo.

“¿Cuánto tiempo va a durar esto?” El Señor Demonio exhaló humo con irritación antes de arrojar el cigarrillo en su cenicero. Pronto, habiendo decidido que quedarse quieto era peor que no, el Señor Demonio comenzó a correr bajo la lluvia torrencial.