Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 5

Interludio 1: Padre E Hija

Parte 1

 

 

Olgan se quedó mirando el imponente castillo, empapada por la lluvia que caía. No sentía nada hacia este lugar más que dolor y miseria. Si bien el castillo ya se cernía sobre cualquiera que lo contemplara, Olgan sabía muy bien lo vastas que eran las partes invisibles del castillo, que se expandían bajo tierra por más de cincuenta pisos.

La fuerza de trabajo que cavó las catacumbas expansivas estaba compuesta principalmente por Kobolds, pero incluía un número significativo de Anima esclavizados que fueron obligados a trabajar. Los enanos, que eran muy hábiles con sus manos, eran los principales objetivos de esta oración. Ningún prisionero había regresado nunca a su hogar.

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(¿Qué pensaba yo, mirándolos cuando era niña…?) Los esclavos fueron sometidos a trabajos pesados con escasa comida, condiciones miserables y sin formas de entretenimiento o tiempo libre.

Incluso el fuerte vínculo entre los Anima se derrumbó en los interminables días de desesperanza, ya que siempre comenzaban a enfrentarse entre sí. Los que gritaron en protesta, los que se defendieron y los que lloraron…

Todos cayeron uno a uno. Si no regresaron por la mañana, nunca lo hicieron. (¿No los usé para hacerme sentir mejor acerca de mi propia situación…?) Los que se encontraban en circunstancias difíciles tendían a buscar a los que estaban en peores condiciones, y siempre había alguien que lo pasaba peor.

Olgan solía mirar dentro del túnel oscuro, ver las siluetas moverse, y se dijo a sí misma que al menos lo tenía mejor que ellos, justificando su situación en el proceso. (Siempre encontré una excusa para quedarme, y nada cambió…) Cambiar el entorno requiere una gran fuerza y una decisión valiente.

“¿Por qué la cara larga, Caperucita Roja?”

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“Eres tú…” Olgan miró hacia la fuente de la voz alegre para encontrar a Akane.

Después de un segundo, apareció Mynk, saltando de cadera. “¡¿Dónde estabas, Olgan?! ¡¿Sabes cuánto tiempo estuve buscándote?!” Demandó Mynk, todavía rebotando en sus Moon Shoes.

“Siempre estás dispuesta a hacer travesuras”. Olgan pensó que se había acostumbrado a las extrañas acciones de Mynk, pero esto estaba en otro nivel. Ella soltó una risa tranquila. “Olvídate de otro nivel… Siempre estuviste en otro plano que yo”.

“¿Olgan…?” Justo cuando Mynk quedó confundida por su reacción, una revelación la golpeó. Olgan claramente había cambiado. “Estas…”

“No te preocupes. Los mantendré ocultos cuando estemos entre humanos”. Olgan dijo, antes de que Mynk tuviera la oportunidad de preguntar. Tenía un objeto mágico para ocultar y camuflar el aura de su sangre Hellion.

“Oye, oye. ¿Dónde está Hakuto? Por supuesto que va y hace fuegos artificiales cuando yo no estoy. Apuesto a que está tramando en alguna parte otra vez… ”

“Intrigante, ¿eh…? Ahora, cómo decir esto…” Olgan frunció el ceño, recordando las acciones mediocres del Señor Demonio, luego su relación con el dragón al que el Anima llamaba Gran Madre, las palabras de la Gran Sacerdotisa, el enfrentamiento aparentemente aleatorio con los híbridos de simios que se convirtió en la invasión del territorio Hellion, la noche de beber con el Enano y su grupo de Anima, así como las interacciones con la princesa de Palma y el Duque de las Tinieblas.

(Simplemente iba a la deriva como un tronco en la corriente…) En ningún momento Olgan había tomado ninguna iniciativa. El Señor Demonio había iniciado, tomado acción y hablado una y otra vez. (Y cada vez que lo hizo, nuestra situación siguió cambiando…) Y cambió, de repente y rápidamente.





Antes de que ella se diera cuenta, el Señor Demonio se estaba riendo y bebiendo con el enano, quien nunca ocultó su animosidad.

Incluso había atado a los híbridos de simios contra los que había luchado. Ahora los simios estaban de su lado, destrozando el territorio de Hellion. Para colmo, la Gran Sacerdotisa casi había alentado tales acciones. Olgan sintió que la habían hechizado.


“Tienes que mantener la guardia alta, ¿sabes?” Llamó Akane. “Cada pequeña cosa que Hakuto dice o hace se mueve a lo largo de algún tipo de esquema u otro. ¿Cómo puedes lidiar con eso?” Las palabras de Akane tenían un poco de verdad.

Por supuesto, ninguna de las acciones del Señor Demonio fue premeditada, pero Olgan no pudo evitar leer sus acciones después de todo lo que había sucedido.

“Bueno, gracias a Hakuto, llegamos aquí tranquilos. No tuve que hacer paradas en vano”. Justo cuando Akane esbozó una sonrisa,  se escuchó una  explosión en  la distancia, iluminando ligeramente el área. Parece que los simios estaban trabajando duro y causaron una distracción. “Me encantaría quedarme a tomar el té, pero no puedo. Voy a ir a buscar un tesoro. Ustedes dos esperan a que Hakuto regrese”.

“¿Estás segura de que puedes ir sola?” Preguntó Olgan.

“No quedará ningún botín si sigues esperando órdenes. Cuando juegas contra Hakuto, tienes que avanzar un par de pasos y tomarlo por sorpresa”. Con un guiño, Akane corrió hacia el castillo.

Olgan y Mynk la vieron alejarse rápidamente.

“Me impresiona que hayas cabalgado esa tormenta tan lejos…”, dijo Olgan.

“No tienes ni idea… Me debes una, Olgan”, dijo Mynk, a pesar de continuar rebotando felizmente.

Olgan conscientemente se abstuvo de llamar la atención sobre el rebote, cuando Xiaoshou y Monkey Magic aparecieron, jadeando.

“¿Dónde está ese Falso Dios…?”

“¿Quién sabe? Probablemente tomando una copa,” dijo Olgan, recordando la noche en la cabaña. Ella podría haber tenido una reacción diferente si hubiera sabido que el Señor Demonio estaba, de hecho, bebiendo vino.

“Dile a ese Falso Dios que somos los que servimos a la Gran Madre. Ustedes pueden retroceder ahora”. La demanda de Monkey Magic fue satisfecha cuando Olgan volvió la cabeza en silencio. El mono la miró durante un rato antes de volverse hacia Mynk a su lado. “Humano, es mejor que… ¿Ooh-ah?”

“¡¿Q-Qué?! ¡No tienes que decírmelo dos veces para salir de aquí!” Mynk saltó alto en el aire, visiblemente en alerta.

El líder de los simios la vio saltar hacia arriba y hacia abajo. Parecía bastante rítmico y divertido. “Humano, ¿qué pasa con tus pies… zapatos?”

“No tenemos tiempo para lidiar con algún ciervo híbrido”, dijo Xiaoshou. “¿A quién llamas ciervo?” ¡Soy un humano!” Mynk protestó.

Monkey Magic se volvió a regañadientes hacia el castillo. Su distracción no duraría mucho más. Además, por alguna razón, la puerta del castillo estaba abierta. “¡Lo que sea! ¡Dile al Falso Dios que estamos robando el trueno!”

“¡Geh heh heh heh! ¡Voy a ser el primero en entrar! ”

“¡O-Oye! ¡Voy a ser el primero en entrar, Baldibald!”

“¡Es Xiaoshou!”

La pareja salió corriendo por la puerta del castillo, seguida por una horda de híbridos de simios que aparecieron de la nada. Fácilmente había 500 simios en total.

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“¿Qué debemos hacer, Olgan? La puerta está abierta y no hay monstruos. Algo está mal.”

“No debería haber sido tan fácil acercarse al castillo”. El ejército de Belphegor estaba estacionado en la frontera, mientras que otros monstruos corrían por todo el territorio después de la operación de distracción. Cualesquiera que fueran las intenciones de Belphegor, no podían negar que esta era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. “Mi única preocupación es el Conde Empalador…” Un dolor sombreó la expresión de Olgan al recordar al demonio mano derecha de su padre. No estaba segura de poder matar al Conde por completo, incluso si sacaba todos los trucos bajo la manga.

“¿Es ese muerto viviente con una lanza? ¿El que suena realmente condescendiente?

“Así es… ¿Te encontraste con él?”


“Akane lo acabo. Ella es tan ridícula como el Señor Demonio”.

Olgan no podría haber estado más feliz. Incluso si Akane solo hubiera acabado con un Doble, el daño habría afectado el núcleo del Conde. Ni siquiera él se recuperaría rápidamente de tal golpe. “No volveremos a tener esta oportunidad. No podemos dejar que se escape”.

“Dame un respiro…” se quejó Mynk. “El Señor Demonio y Akane van a entrar, encima de todos esos Anima. ¿Qué vamos a agregar a la mezcla?”

“Si no voy, nada cambiará. Ni siquiera podré cambiar. Si no lo hago… estaré atrapado aquí para siempre. Mynk, puedes regresar a la ciudad…”

“Yo también iré…” Mynk suspiró. “Te he seguido lo suficiente. Pero tan pronto como las cosas se pongan calientes, saldré de huyendo con estos zapatos”.

“¿Ahora qué? ¿Estás fingiendo que un Griffin o algo están sellado en las suelas de esos zapatos raros?”

“¡No! Estos zapatos, te haré saber… ”

La pareja siguió sus discusiones mientras se dirigían hacia el castillo. La puerta abierta de par en par les esperaba como si fuera la enorme papada de un carnívoro.

Una vez dentro, encontraron innumerables cadáveres de monstruos esparcidos por todo el salón de baile.

“¿Esos simios hicieron todo esto…?”

“Son formidables. Los vi luchar en el mercado de esclavos y dominaron”. Cada mono híbrido podría enfrentarse fácilmente a cinco soldados humanos. Uno solo podía imaginar una horda de 3000. Además, los simios eran aún más poderosos en número, como si su fuerza fuera impulsada por un modificador. Podrían enfrentarse cara a cara con un ejército de

30.000 humanos. Y ese es solo uno de los Animania. El hecho de que haya once más es una pesadilla”.

“Oye, Olgan… No crees que los simios cruzarán, ¿verdad?”

Cruzar a territorios humanos, quiso decir. Los Anima reservó su fuerza y se mantuvo en silencio, esperando que estallara el conflicto dentro del territorio Hellion, pero no había forma de saber cuándo mostrarían sus colmillos mortales contra los humanos.

“Ya veremos. Todo depende de él, supongo”.

“¿Él…? ¿El Señor Demonio? Lo estaban llamando un Falso Dios, o algo…”

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“Un Falso Dios… Esa es una forma de decirlo”. Olgan no pudo discutir con eso. Los cuernos en su cabeza eran un testimonio de su naturaleza.

“Ahora hay que hacer algo para que el Señor Demonio acapara todos los apodos geniales”.

“¿Geniales…?” Olgan entró más en el castillo y solo encontró cadáveres, no simios híbridos.

La única alma viva era un kappa en peligro. “¡Geh he! ¿Qué tipo de castillo es este…? Todo está vacío”.

“El castillo de aquí arriba es solo una fachada. Su corazón está bajo tierra”.

“¿Subterráneo…? ¿Los grandes demonios tienen cualidades parecidas a los de un topo?”

“No sé cómo son”, respondió Olgan. “Pero muchos demonios tienen búnkeres subterráneos para su seguridad”.

“Ese es un buen consejo. Será mejor que vaya a hablar con el líder”. Golpeando el plato en su cabeza, el kappa salió corriendo.

Olgan observó el interior del castillo una vez familiar con emociones encontradas. “Vacío, ¿eh…? Él tiene razón. No hay nada aquí.”

“Olgan, entiendo cómo te sientes, pero… ten cuidado, ¿de acuerdo?” Mynk dijo débilmente, conociendo muy bien las circunstancias de Olgan. De hecho, había luchado contra los atacantes de Belphegor junto a Olgan antes y sabía lo formidables que eran.

“Encontré la escalera oculta que nos llevará bajo tierra, ¡geh heh heh!”

“¡Atta chico! ¡Hoy estás en racha!”

“Tengo mucha inteligencia aquí”. El kappa dio unos golpecitos en su plato con un dedo, radiante de orgullo. A decir verdad, la escalera apenas estaba oculta y había sido construida prácticamente a plena vista.

Cuando los híbridos de simios se reunieron y descendieron bajo tierra, Olgan se dirigió a una habitación completamente separada y señaló un espejo. “Mynk, estamos tomando otra ruta bajo tierra”.

“¡¿Que es esta cosa?! ¡Me asusta!” Mynk saltó al ver el espejo que llegaba hasta el suelo con una mancha de limo plateada alrededor. Se dio cuenta de que el espejo estaba maldito de inmediato e instintivamente levantó su bastón.

“Espera, no lo rompas. El limo se volverá loco si rompes el espejo. Es algo que mi padre encontró. Solo existen dos de ellos”.

“¡Entonces es un monstruo peligroso!”

“Podemos usarlo sin problema. Oye,” Olgan se volvió hacia el espejo. “Llévanos bajo tierra. Cuadragésimo más o menos”. Dio un paso, lista para caminar a través del espejo.

Mynk agarró a Olgan por los brazos y la arrastró hacia atrás, fuera de la habitación. “¡Caminar hacia el espejo, ¿estás loca?! ¡Mi ojo derecho lo rechaza!”

“Tu ‘ojo derecho’ de nuevo… ¡Espera! ¡Deja de rebotar! ¡No puedes simplemente caminar!”

“Me encantaría, ¡pero no puedo detenerlo!”

“¡Entonces quítatelos!”

“Imposible. Esta es la Ópera Oscura con el aire, mi tercera forma. Estos zapatos ya se sincronizaron con mi… ¡No me los quites!” Saltando, entraron en el espejo. El silencio regresó a los pasillos cuando el primer piso se separó de la conmoción que se produciría bajo tierra.

Después de un tiempo, un hombre entró en la habitación, lo que provocó un cambio en el espejo. Apareció una línea de texto en su superficie.

Bienvenido a casa, Creador. La línea mecánica de texto se desvaneció en un instante cuando apareció la siguiente línea. ¿Cambiar la configuración actual? SÍ / NO. Después de eso, el espejo volvió a quedarse quieto.

——B38, debajo del castillo.

Olgan y Mynk caminaban por el desalmado pasaje subterráneo. A pesar de que estaban  bajo tierra,  el lugar estaba tan iluminado como una habitación sobre el suelo durante el día, debido al uso liberal de Piedras Hechizadas de Luz. Era difícil imaginar cómo un pasadizo tan abajo era tan ancho con un techo tan alto.

“Este lugar es una locura… Me pregunto cuánto tiempo tomó construir”, murmuró Mynk, aunque con una expresión aburrida. Hasta ahora no se habían encontrado con un solo monstruo. Habían pasado junto a algunos cadáveres por el camino, pero la mayoría estaban aislados. “Algo así como una mazmorra. En términos de profundidad, estaría cerca de los ladrillos azules de rango E”.

“Cierto.” Olgan respondió, su expresión más dolorida que la de Mynk. Sabía muy bien cuánta sangre y lágrimas se derramaron para construir este lugar.

El laberinto subterráneo que estaban atravesando ahora era mucho más extenso y profundo de lo que Olgan recordaba.

(Me pregunto cuántos Anima perdieron la vida… Estoy segura de que algunos de los esclavos también eran humanos. No es que pudiera darme el lujo de sentir lástima por ninguno de ellos en el pasado.)

Parecía que el pasaje, sus paredes y su techo, estaban todos pavimentados con sangre. Olgan vio innumerables caras que aparecían en las paredes, todas gritando de lamento.

(No pediré tu perdón… Pero lo mataré.) Mientras Olgan renovó su determinación y continuó más bajo tierra, se escuchó un gran grito, seguido de gritos y el choque de espadas. Aparentemente, se estaba llevando a cabo algún combate a gran escala en este piso. La pareja corrió hacia el ruido.

“Fu fu fu… Finalmente, algunos monstruos. Pensé que todos huyeron por miedo a mi… oscuridad…” Mynk se quedó sin palabras al presenciar la carnicería. Había innumerables cuerpos esparcidos, esparcidos por una habitación que parecía demasiado grande para estar bajo tierra. Todos los cuerpos pertenecían a híbridos de simios. Algunos parecían muertos a golpes, a otros se les habían derretido partes del cuerpo y aún más eran tan delgados como la rama de un árbol, aplastados.

“Esto es lo que sucede cuando el espejo se rompe”.

“Ese limo…”

Los dos observaron la baba de color acero volar por la habitación. Pisoteó a los simios, escupiendo moco para detenerlos en seco e incluso tragándolos enteros o derritiéndolos. El limo era una fuerza brutal.

“¡Jefe! ¡La magia no funciona en esta cosa!”

“¡Tampoco es bueno cortarlo o romperlo! ¡Nada!”

El limo simplemente se volvió a unir después de ser cortado, y golpear el limo solo abolló momentáneamente su superficie, sin causar daño. Para empezar, incluso resistió la magia.

Gritó el líder de los simios, con expresión desesperada. “¡Fuera, todos! ¡Lo conseguiré con mi Jingu Bang!” Con cada golpe de Jingu Bang, el limo se deslizaba ligeramente hacia atrás. El daño de penetración del bastón parecía efectivo, incluso contra este limo.

El limo plateado se movió y se fijó en Monkey Magic. Parecía reconocer al líder de los simios como un enemigo. El limo cambió su forma en lo que parecía ser una ola, como si estuviera tratando de tragarse al mono entero.

Al ver el cambio, Olgan inmediatamente fue a disparar un poderoso hechizo. “Retrocede, Anima … Diamond Dust”. Una increíble ráfaga de frío surgió del círculo mágico que Olgan creó, cubriendo la habitación con plata reluciente. El ataque de hielo cristalizó inmediatamente la baba al contacto. “Esto es una pérdida de tiempo… Hydro Cannon”. Siguiendo con otro hechizo, un chorro de agua concentrado rompió el limo congelado en pedazos. Incluso su resistencia mágica no valía nada contra un combo como este.

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Al ver a Olgan disparar hechizos de clase 4 como si fuera una rutina, el líder de los simios se tragó la saliva. “No te lo agradeceré. Eres la hija de ese cobarde. Si no fuera por la palabra de la Gran Sacerdotisa… Si no fuera por ese Falso Dios exasperante, ya te habría matado”.

“No necesito tu agradecimiento… no tengo ninguna intención de pelear contigo o tus parientes hasta que esta pelea termine”.

Olgan y el simio miraron fijamente por un momento, pero Monkey Magic miró hacia otro lado. Había sentido una poderosa determinación en sus ojos. “Me gusta la mirada en tus ojos. Un verdadero guerrero se esfuerza por vencer a su padre, al padre de su padre y a cualquier antepasado que haya venido antes que él”.

Olgan se quedó sin palabras ante el comentario que salió de la nada. Nunca había esperado escuchar tales palabras, y mucho menos del líder de los simios. Simplemente había venido a aplastar el corazón de su padre con sus propias manos.

“Tan bullicioso como siempre. ¿Traer a casa un tesoro de monos?” Una mujer lasciva apareció al final del pasillo. La parte inferior de su cuerpo era la de un caballo, lo que significa que era un centauro.

Los simios supervivientes estaban de guardia y Mynk adornaba su traje de ángel. El Centauro era una fuerza poderosa, a menudo considerada como la tercera más poderosa del ejército de Belphegor.

“Gretel… ¿Dónde está el Conde Empalador?”

“Se va a dar un paseo. Creo que está a punto de destrozar el bosque de unos inmundos monos”. Gretel se rio, lo que enfureció a los simios.

“No pasara.” Mynk simplemente dijo. Había visto cómo se borraba la cuenta. “Ese Muerto Viviente fue destruido no hace mucho”.

“¿Quién te crees que eres, insecto…?”

Ahora Olgan tuvo que reír. “Gretel tenía un hermano. Hansel, ¿verdad? Su hermano. También lo ha matado un bichito”.

“Debe estar bromeando, señorita. Mi hermano está lejos de ser perfecto, pero ¿un humano? Es posible que tengas que mejorar tu sentido del humor”.

“No quiero sentido del humor. Solo he dicho la verdad”.

Los ojos de Gretel se movieron ante la seriedad de Olgan. El humano que estaba a su lado con la armadura del elemento sagrado bien podría haberlo hecho. “Mataste a mi hermano”, dijo Gretel. “¡Gracias… por matar esa desgracia a nuestro clan!” Se abalanzó y blandió su espada curva hacia Mynk.

Mynk trató de esquivar el ataque, pero sus Moon Shoes rebotaron en una dirección completamente diferente, arrojándola contra la pared de cabeza.

“Owww… ¡ni siquiera sé quién es tu hermano!”

“Silencio, humano. Esa armadura tuya es perfectamente repugnante”. Gretel blandió su espada de nuevo, solo para ser detenida por la lanza del kappa.

El kappa tenía una expresión extrañamente seria. “¿Esas piernas pertenecen a un Unicornio? Esa es una criatura divina que vive junto a los lagos. Siempre limpia el agua. Para alguien como yo, son tan valiosos como cualquier dios”.

“¿Cuál es tu punto, bestia inmunda?”

“Pobre cosa. Su hermoso pelaje blanco se ha vuelto completamente gris”.

“¡Silencio! Saca esta lanza de…” Gretel trató de tirar su lanza sin éxito. Los ojos de Xiaoshou se entornaron. “Soltar-”

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La cabeza de Gretel fue arrasada. Xiaoshou había disparado desde su boca un rayo de agua similar a un láser, que atravesó el techo sobre ellos con facilidad, silenciando a los otros miembros en la habitación.

Entonces, Xiaoshou comenzó a cortar el torso de Gretel de la parte inferior de su cuerpo con su lanza, como si fuera un leñador que tala un árbol. La carne de Gretel se desgarró, sus tripas se derramaron y el sonido de huesos crujientes resonó en la habitación.

Después de aguantar un rato, Xiaoshou finalmente habló. “Uf, eso lo hace. ¡Ahora el espíritu de este Unicornio puede descansar en paz!” El kappa se secó el sudor de la frente como si acabara de terminar un buen día de trabajo. Sin embargo, ahora que estaba empapado en sangre, incluso su sonrisa parecía escalofriante.

“Me asustas, Baldibald…”

“¡¿Que se supone que significa eso?! Ese monstruo se apoderó de un Unicornio…”

“Los silenciosos son los más aterradores cuando se rompen”.

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“¡No le rompí nada! ¡Le daría a cualquiera un gran aplauso si pudieran hacerme estallar! ”

Mientras el líder de los simios y el kappa se mantenían el uno contra el otro, Olgan tiró a Mynk para que se pusiera de pie y se giró para continuar hacia abajo. Ella notó lo confiables que eran los Anima cuando estaban de su lado.

“Oye, Olgan… ¿Estás segura de que no cruzarán?”

“Ya veremos”, dijo Olgan, y esperaba que nunca lo hicieran.

La pareja descendió más abajo. Los únicos monstruos que encontraron fueron esporádicos e inofensivos. Como si algo los atrajera, siguieron descendiendo más y más en el suelo.

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