Assassins Pride (NL)

Volumen 4

Lección 03: Desde la Ventana Entre las Estrellas

Parte 2

–¡Entonces, el trabajo de un sirviente fue así de terrible…!

No tomo demasiado tiempo para que las Ojou-samas vistiendo ropas de sirvientas soltaran ese sonido. Y hacia las primas que exhaustas estaban apoyando sus manos en los reposabrazos del sofá, Kufa golpeo sus manos sin expresión.

–¿Quién les dijo que podían descansar? Deben arreglar su apariencia hasta que lleguemos a nuestro destino.

¡Entonces, una vez más!

–Sii~i…

–… Ogro.

Mientras murmuraba un insulto con una pequeña voz, Elise tomo en sus manos un delgado libro de unas 20 páginas. Colocando ese libro sobre su cabeza, levanto una bandeja desde la mesa. Sobre la bandeja había 3 copas.

En ese estado estiro su espalda, y avanzo. En el piso del salón estaban esparcidos muchos juguetes y peluches, como si dijeran por favor tropieza, esperaban a la inocente sirvienta de cabello plateado.

–No mires tus pies ni las copas. Ten cuidado para no dejar caer el libro. Vamos, no estés avanzando tan lento.—¡Estas inclinando la espalda! Con una postura como esa pondrás en ridículo a tu señor.

–Mugugu, mu… ¡Ah!

El tren se sacudió con fuerza y el libro se deslizo desde su corto cabello plateado. Antes de que cayera al suelo, la mano de Kufa lo atrapo.

Golpeando su hombro con la esquina del libro, el joven dijo solemnemente.

–Aun te falta.

–Mumumu, muguu~

–Pero sense, esto es muy difícil, ¿Sabes?

Incluso Mule y Salacha estaban intentando mantener el libro sobre sus cabezas. Sin embargo, con la sacudida del tren, el libro que había perdido su estabilidad se deslizo desde su cautivador cabello.

–¡Auu! Uuu… inconscientemente mire por encima de mi cabeza.

–Es el sentido del balance. —¿Cómo te va, Melida Ojou-sama?

Al lado de la mesa estaba la sirvienta de cabello dorado que tenía un juego de miradas con una fotografía de muestra. Estaba alineando cubiertos para 5 personas en la misma ubicación en cada una de las mesas.

Finalmente, después de compararla una última vez con la fotografía por si acaso… una sonrisa floreció en su rostro y se dio la vuelta.

–¡Sensei, pude hacerlo!

–Déjame ver…

Acercándose a Melida que estaba llena de confianza, rápidamente comprobó las ubicaciones de los cubiertos. Después de unos cuantos segundos. Dirigiéndose a la chica que tenía una expresión que decía, no se puede hacer nada si quieres alabarme, Kufa, sonrió.

–Esto ni si quiera vale la pena mencionarlo.

–¿¡Eeeeeeh!?

–Es imposible que este bien con solo asegurar el orden en que se alinean. Incluso en la imagen de muestra debería haber estado escrito cuidadosamente. Hasta la distancia de los platos, copas de vino, tenedores y cucharas debe ser perfecta…

Los brazos de Kufa reorganizaron los cubiertos con una fluidez casi mecánica. Mule quien se acercó corriendo a la mesa, y extendió una cinta métrica.

–… ¡¡Es mentira!! ¡¡Es milimétricamente perfecta!!

–Es el sentido del balance.

Elise estaba pateando el piso enojada. Para ella quien siempre estaba tranquila, ese gesto como el de un niño malcriado no era algo que se viera comúnmente.

–Esto no es un trabajo humano. Nadie puede hacer esto.

–Hmph.

Kufa bufo ostentosamente y puso sobre su cabeza el libro ilustrado. Doblándose ligeramente, tomo la bandeja de Elise y dio vuelta sobre sus talones. Extrañamente, las esquinas del libro no se sacudieron ni un poco.

Sin mirar sus pies o sus manos, estiro su cuerpo y comenzó a caminar. Las puntas de sus pies no patearon las manos de los peluches y el agua de las copas no se derramó ni una gota. Sin preocuparse por el balanceo del tren, cruzo de una punta a otra y haciendo sonar sus zapatos se dio la vuelta.

–¿Y?

–“ “ “¡¡Increíble!!” ” ”

Los ojos de Melida, Salacha y Mule estaban brillando, solo Elise inflaba sus mejillas. Con un rostro que parecía un poco orgulloso, Kufa bajo el libro de su cabeza.

–En realidad, ya que trabajaría como tutor de Ojou-sama, obtuve un certificado de mayordomo de primera clase.

–¿¡Certificado de mayordomo!?

–¡Algo como eso…!

–Es solo una cortesía.

Las emocionadas chicas dijeron al unisonó Eres increíble, Sensei~ y Kufa se sintió extrañamente orgulloso. Elise quien no podía aceptarlo en absoluto frunció el ceño más y más, hasta que finalmente y de manera repentina, empujo su dedo índice hacia el rostro del chico.

–Es injusto. Por estarnos enseñando solo a nosotras, sensei no ha podido practicar ni un poco.

–I-Incluso si no lo hago…

–Si nosotras tenemos que parecer sirvientas—

Acercando su rostro naturalmente inexpresivo, Elise declaro como un ángel de la muerte.

–Debes parecer un Goshujin-sama, Kufa-sensei.

–Uguh…

–Ara, es una muy buena idea.

Mule colocó su mano en su mejilla, y Melida también como es lógico, se inclinó hacia eso.

–Incluso si nos esforzamos, con tu actitud de siempre nos descubrirán de inmediato.

–… Aunque digan eso, ¿Que se supone que debería hacer?

–Primero sería la manera de llamarlas, ¿No es así?

Salacha dio su opinión reservadamente y encogió su cuerpo aún más ante la mirada de Kufa.

–Auu, err, creo que llamarnos “Ojou-sama”, no es como de un Rey…

–Sensei, inténtalo con nosotras. ¡Por favor intenta llamarnos informalmente!

Melida estaba a la espera con sus mejillas sonrojadas. Ya parecía que su cabeza comenzaba a dar vueltas, pero esto también era necesario para cumplir su misión sin contratiempos, para proteger la vida de Melida y su propio lugar. El Rey previamente tutor, Kufa, acepto su destino (se preparó a si mismo) y miro hacia la chica de 13 años de cabello dorado.

–…… Me-Me… Me, lida.

Al instante, todo el cuerpo de Melida tembló como si lo recorriera una corriente eléctrica de color melocotón.

— —¡¡Si, Goshujin-sama!!

–… E-Elise.

–¿Qué pasa, Goshujin-sama?

–………

Después de soportar solo 5 segundos con nervios de acero, Kufa se derrumbó.

–Por favor les pido que me reprendan…

–¿¡Por qué!?

–¡Kufa-sensei, resiste!

Los hombros del tutor perfecto que estaba inusualmente recibiendo daño, eran sacudidos por las princesas de color dorado y sakura. Mule dijo despreocupadamente mientras jugaba con su cabello de cuarzo negro.

–Lo que le falta a Kufa-sense, es el <espíritu sádico de un Goshujin-sama>.

–Espíritu sádico… ¿Dices?

–“Ustedes son mi propiedad. Sigan mis órdenes. No respondan. ¿Quién demonios piensan que soy?”—Para decirlo sin rodeos, esa es la <preparación de una persona que es servida>. Debes acostumbrarte a la posición en la que puedes usar y humillar a Melida-chan y Elise-chan.

Contraria a Kufa cuya conciencia genuinamente había volado lejos, Melida estaba en un estado en que su cuerpo temblaba más y más por la emoción.

–¡Sensei, quiero que me uses! ¡Quiero volverme tuya!

–Piénsalo nuevamente, Ojou-sama. ¡No digas cosas como esas a la ligera!

–Ah.

*Kachan*

El sonido de una copa resonó. Al darse la vuelta, vieron que Elise nuevamente estaba intentando llevar la bandeja y el sonido que escucharon fue el de la copa que se deslizo de su mano cayendo en la alfombra.

Al instante, Mule con sus ojos brillando como un diablillo, rodeo hacia la espalda de Kufa.

–Esta es una buena oportunidad, Kufa-sense. Lo que una sirvienta que falla necesita no es un sermón. ¡Sino un castigo! ¡Un Goshujin-sama tiene que castigar du~ramente a una sirvienta torpe!

–¿Yo, castigar a Elise-sama…?

–Vaya, vaya, eres una sirvienta sin remedio. Empapaste la alfombra, ¿No es así?

Repentinamente usando un tono neutral, Mule comenzó a imitar su voz. Era un acto sorprendentemente mediocre incluso para una compañía arruinada, pero lo más sorprendente seguramente sería que Elise lo creyó. Caminando hasta en frente de Kufa, inclino su cabeza.

–… Lo siento.

–Para que no cometas el mismo error una segunda vez, te daré un castigo. Primero enrolla tu falda y déjame ver tu linda ropa interior.

–……

Era una petición terrible, pero Elise no dijo nada para negarse. Hasta su gesto de vacilación era perfecto. Mientras volteaba su mirada con sus mejillas sonrojadas, levanto el dobladillo de su falda con la punta de sus dedos.

Sus muslos que parecían brillar y su ropa interior con un patrón a rayas quedaron al descubierto, su entrepierna que era mordida peligrosamente por su ropa interior estaba fuertemente apretada.

–… Pervertido.

Sus ojos llorosos que parecían un poco resentidos atravesaron el pecho de Kufa. En el momento que aparto su mirada de esa figura lasciva, una pluma de clase alta fue extendida frente a los hermosos ojos del joven.

–Muy bien, sense. Es el momento del castigo. Con esta pluma, hazle cosquillas a los lugares vergonzosos de esta sirvienta. Hasta que la devoción sea perforada en ese inocente cuerpo…

–A-Absolutamente no hay manera de que acepte.

–¡Moou! ¡Si es así, déjame mostrarte un ejemplo!

Saltando desde la espalda de Kufa pareciendo exasperada, Mule se arrodillo frente a la sirvienta con su falda levantada. Alzando la punta de la fina pluma, se lamio los labios y la arrastro lentamente por el lado interno de sus muslos. Elise mostro una notoria reacción.

–¿¡Hya…!?

Perdiendo fuerza en sus rodillas, cayo de espalda sobre la alfombra. Feliz por esto, Mule la cubrió y forzándose su pierna empujo la punta de la pluma.

Se dedico a hacerle cosquillas con delicadeza desde el lado interno de sus muslos hasta la raíz, además de la peligrosa línea entre su ropa interior. Mientras su columna saltaba, Elise dejo escapar una voz coqueta con su rostro sonrojado intensamente.

–¡¡Fuaa!! P-Perdóneme, Goshujin-sama… hyuu, a-allí… ¡Yanh!

–Vaya, vaya, esta sirvienta no está disciplinada. ¿No aprendiste la manera de hablarle a tu Amo?

Mientras su mano derecha danzaba como un pintor de la corte, con su mano izquierda Mule saco una pluma más y la deslizo por el pecho del uniforme de sirvienta.