Assassins Pride (NL)

Volumen 4

Lección 02: Viajeros Inevitables

Parte 2

No, en primer lugar, aunque tuviesen armas, no estaba determinado que ellas mismas como estudiantes pudiesen hacer algo. Los caballeros que servían como guardias del Rey sin duda eran la elite del Gremio.

¿Quiénes demonios eran esos Murciélagos Negros que habían dominado a los caballeros sin dificultad incluso sin ser Usuarios de <Mana>—?

Apuntando su espada hacia el líder de los guardias cuya nariz sangraba, el Murciélago Negro pregunto fríamente.

–Responde honestamente y sin falsedades a mis palabras—¿Tú, hasta dónde sabes?

–¿D-D-De que hablas…?

–Existe una razón para la que se te encargara la vigilancia del Rey, ¿No es así? ¿Cuánto escuchaste de ese tipo?¿Te hablo de sus propias expectativas…?

–¡¡C-Cuida tu boca, lacayo!! ¡El deseo del Rey es apartar a marginados como ustedes! ¡¡Proteger la tranquilidad de Flandor!! ¿¡Qué más puede haber fuera de eso!?

–Entonces—¿Qué hay de Primavera?

Dejando de lado al jefe de los guardias, incluso Melida y Elise fruncieron el ceño ante la pregunta del enemigo, y en ese momento—

La puerta que daba al lado posterior del tren fue volada y uno de los Murciélagos negros llego rodando mientras dispersaba fragmentos de metal. De los tres que fueron por delante, los dos que restaban también regresaron corriendo frenéticamente sosteniendo sus armas.

–¡Es el Rey! ¡Es fuerte…!

El Murciélago Negro que estaba amenazando al jefe de los guardias también dirigió rápidamente la punta de su espada hacia esa dirección.

Desde la puerta de la parte trasera que había salido volando, una sombra envuelta en ropa ceremonial mostro lentamente su figura. Al igual que cuando lo vieron a la distancia en la estación del distrito Cardinal, tenía un sombrero llamativo que casi ocultaba su rostro, sin embargo, en el instante en que mostro su figura de pie sin ninguna apertura, una sensación de realidad corto por la mente de Melida.

–Esa persona…

Sin pensarlo se giró hacia Elize e intercambio miradas con ella, quien tenía una expresión que decía que había notado ese mismo hecho.

El rey dio un par de pasos y comenzó a caminar mientras el dobladillo de su ropa ceremonial se agitaba. Los cuerpos del grupo de Murciélagos Negros se tensaron y dejaron brotar su vigor desde debajo de sus cascos.

–¡¡Uraaaaaa!!

Ambos se precipitaron haciendo temblar el piso intensamente. Su fuerza física no llegaba a la de un Usuario de

<Mana>, pero tenían sus misteriosas Espadas Mecánicas. Desde la armadura que envolvía todo su cuerpo broto un aliento como el de un dragón y el cuerpo de carne de los Murciélagos Negros se aceleró como si fuesen disparados.

Sin embargo, el Rey se movió fácilmente con una velocidad que superaba eso. Desenvainando su arma como un destello, barrio al primero con un contrataque y con su Katana que regresaba corto el brazo del segundo. El primer ataque fue hecho con el reverso de la espada.

Al parecer se estaba conteniendo para no matar a ninguno, incluyendo al enemigo que había llegado rodando hacia ellos al principio.

El Murciélago Negro que parecía el líder declaro incluso mientras retrocedía inconscientemente.

–¡M-Mantengan sus posiciones! ¡Tenemos la protección divina de <Ambrosia>!

Sin embargo, fue demasiado tarde. Al mismo tiempo que el segundo enemigo dejaba caer su arma de su mano dominante gravemente herida, la cuchilla que fue extraída de su vaina golpeo al enemigo en todas las direcciones.

Con todo su cuerpo golpeado, y sin darle tiempo de dar un respiro, el segundo enemigo se derrumbó en el piso.

La luz de las lámparas se reflejó agudamente en la Katana negro azabache que el Rey empuñaba.

–… ¡¡Monstruo!!

El Murciélago Negro líder, inmediatamente intento jugar su siguiente mano. Es decir, reconociendo que no podía hacerle frente con un método legítimo, intento tomar rehenes. Instantáneamente movió su mirada por el interior del tren e inmediatamente puso sus ojos en la cabina a su lado.

Juzgando que los niños servirían, se dirigió hacia Melida y Elise, extendiendo su brazo.

Las primas Angel al instante intentaron liberar su <Mana>, pero justo antes de eso, un vendaval negro soplo violentamente. El Rey se interpuso por el margen de un cabello y oscilo su espada como amenaza.

–No las toques.

–¡Bastardo…!

La Espada Mecánica que el Murciélago Negro oscilo por desesperación mando a volar el sombrero del Rey. Los pétalos se dispersaron, las plumas de ave se rompieron en pedazos, y el sombrero voló hacia el techo.

Frente al glamoroso cabello negro que apareció debajo, Melida grito con una mezcla de sorpresa y emoción.

–¡¡Kufa-sensei!!

Su cabello negro atrapado por el viento, se agitaba mientras teñía sus largos y estrechos ojos. Vistiendo la ropa ceremonial que daba una impresión claramente diferente a su uniforme militar habitual, Kufa centro su mirada en sus enemigos con su amada Katana negra colgando de su cintura. Mientras exponían sus Espadas Mecánicas, los Murciélagos Negros retrocedieron pareciendo estremecerse.

–¡I-Imposible! ¿¡No es Serge Shicksal…!? ¿¡Es un impostor!?

Tambaleándose aun en caos, retrocedieron varios pasos. Justo después de hacerlo, algo cayo en la parte posterior de sus cabezas.

*Bashaa* 

Junto con el sonido del agua, gotas se dispersaron por todo el cuerpo de los Murciélagos Negros.

–¡Como te atreves, a nuestro maestro…! ¡El viaje familiar que tanto nos costó, arruinado…!

Los pasajeros que derramaban sangre desde sus cabezas, arrojaron botellas de agua decididamente. Eso sin duda parecía una acción imprudente, pero los Murciélagos Negros mostraron una reacción contraria a las estimaciones de Melida.

–… ¡Mierda!

Mientras miraba todos sus cuerpos humedecidos, por alguna razón salieron corriendo como conejos escapando. Sin siquiera mirar a los lados, saltaron por la ventana y escaparon hacia el exterior del tren.

Después de verlos perpleja, Melida se aferró a la espalda frente a sus ojos.

–¡S-Sensei! ¿Por qué estás aquí? ¡Además, esa apariencia…!

Sin embargo, aún no podía estar tranquila. Justo después, un estruendo similar a un accidente por colisión resonó y un violento balanceo sacudió el interior del tren. Los pasajeros que apenas estaban poniéndose de pie cayeron al piso en conjunto.

–Ojou-samas, por favor no se muevan de aquí.

Cuando Kufa declaro tranquilamente, empujo el hombro de Melida y la regreso a su asiento. Entonces poniendo un pie en el marco de la ventana rota, salto hacia el exterior con un salto mortal hacia atrás.

Ascendiendo con un perfecto sentido del balance, Kufa aterrizo en el techo del tren en movimiento.

Al mismo tiempo que nuevamente desenfundaba su Katana negra, la franja de vapor deslumbrante lo alcanzo muchas veces desde todas las direcciones junto con el explosivo sonido.

–¿¡Ese es el Rey!? ¡Disparen! ¡Disparen!

Los Murciélagos Negros que parecían no poder reconocer su rostro, le apuntaron con sus cañones desde todas las direcciones y dispararon.

Pateando el piso perspicazmente, Kufa corrió entre la lluvia de proyectiles y oscilo su Katana con una trayectoria perfecta.

Desviando en diagonal con la cuchilla de su espada las balas que venían desde el frente, las devolvió hacia los Murciélagos Negros en la parte posterior. Una bala que reboto produciendo chispas, golpeo directamente y el enemigo cayo mientras giraba como un taladro.

–¡Mátenlo! ¡¡Acaben con él como sea!!

Tal vez porque estaba impaciento por conseguir logros, uno de los Murciélagos Negros saco una espada corta mecánica y cargo hacia adelante.

Sin embargo, era imposible que pudiera ser rival para los reflejos y velocidad de ataque de Kufa a corta distancia. El Murciélago Negro se precipito por el tren, cruzándose con Kufa sobre el techo, y después de pasar de largo—estallo en pedazos.

Dispersando partes mecánicas desde la armadura que cubría todo su cuerpo, y mientras su cuerpo era quemado por las llamas y el vapor, cayo hacia la superficie a unos 1000 metros. Los Murciélagos Negros restantes tomaron distancia.

Justo después, desde el distante cielo una sombra negra llego volando y paso justo por el lado del tren. Al mismo tiempo, se escuchó un estruendo y un impacto. Un poco después, un violento chorro de vapor cubrió la visión de Kufa.

–¡Idiotas! ¡Miren bien la manera de pelear del enemigo!

Quien libero ese golpe como un ave de rapiña, fue un Murciélago Negro vistiendo la misma armadura voladora. Gritando a los alrededores con una voz de mujer, ascendió rápidamente mientras expulsaba una gran cantidad de vapor desde su espalda.

Paso volando y otra vez un golpe. El fuselaje del tren salto junto con un sonido metálico el fuselaje del tren. Por la fricción con el riel se dispersaron chispas que quemaban los ojos.

Después de tomar una altura suficiente, la mujer Murciélago nuevamente se precipito. Como una flecha que era lanzada desde el cielo, un destello de luz instantáneo corrió por el lado del tren.

Kufa intento contraatacar varias veces, pero sin poder capturar el tiempo correcto, tropezó un par de pasos por delante.

Después de descender y ascender rápidamente, con esa táctica de golpear y correr que no dejaba una apertura para contratacar, su precisión en la batalla área se destacaba comparada con los otros atacantes. Si seguía así, el tren dejaría de funcionar.

Con un juicio instantáneo, Kufa guardo su Katana y expulso llamas de manera explosiva.

–<Técnica de la Espada Ilusoria—>

Al mismo tiempo que desenfundaba, más de 10 cuchillas de <Mana> se dispersaron junto con el fuerte sonido de corte.

–<¡Kuusourenge>!!

Con Kufa como epicentro, las afiladas llamas azules agudamente volaron de forma radial. Mientras dibujaban una trayectoria absurda, impactaron directamente a los Murciélagos Negros que danzaban por el aire, haciendo caer a algunos de golpe.

El gigantesco fuego artificial azul se hincho, causando explosiones carmesíes encadenadas, en ese escenario—

Algunas de las cuchillas de <Mana> atacaron violentamente a la mujer Murciélago. Sin embargo, ella balanceo la Lanza Mecánica que tenía en sus manos, liberando un <Mana> a alta presión no inferior al de Kufa. Las llamas se contrarrestaron entre sí, dispersándose en el vacío.

–¡¡No estorbes, doble de cuerpo!!

La mujer Murciélago grito enojada desde debajo de sus gafas de protección, reajustando a sus subordinados que habían entrado en pánico. Era un pulido poder de liderazgo y lealtad. Desde dentro de las filas enemigas, el Murciélago Negro mojado salió mientras tomaba prestado el hombro de sus aliados. Era el único que quedaba con vida del grupo que había invadido antes el tren.

–¡Ojou-sama! Ese tipo no es Serge Shicksal, ¡¡Es un impostor!!

–¡Lo sé! ¡Retírense inmediatamente, todos!

Con la orden de la mujer, los Murciélagos Negros expulsaron vapor simultáneamente. Escapando como si se deslizaran por el aire, se marcharon volando hacia más allá de los rieles. Careciendo de un método de persecución, Kufa solo los miro irse desde arriba del tren.

La mujer Murciélago que protegía la retaguardia finalmente se giró en su dirección. Incluso desde el otro lado de las gafas protectoras lo sabía claramente, su ira que parecía arder atravesó a Kufa.

–¡Vas a lamentarlo! ¡¡No lo olvides, la justicia está con nosotros!!

Escupiendo ese aliento de dragón de frente, rápidamente voló hacia el cielo. Cuando giro sobre la cabeza del tren amenazantemente, finalmente se marchó volando hacia más allá del cielo al igual que sus subordinados.

Mirándola hasta que su figura se volvió pequeña como un grano de arroz, Kufa finalmente guardo su Katana negra.

Mirando hacia el tren cuyos paneles externos fueron severamente dañados, recordó la deplorable escena en el interior y frunció el ceño.

–… ¿Llaman justicia el involucrar a los pasajeros que no tienen culpa?

Mirando su propia Katana negra, pensó en la mucha sangre que había manchado su hoja.

–Para nosotros no existe la justicia. Solo vivir o morir.

Murmurando como si reflexionara, Kufa ondeo el dobladillo de su ropa ceremonial.

***

–¿¡Un plan de asesinato al Rey, dices…!?

Varias semanas antes. En frente del escritorio del palacio real, Serge Shicksal asintió hacia Kufa cuya expresión se derrumbó como se esperaba. Cruzando suavemente por el interior de la habitación, le hablo con su hermosa voz con la entonación de un actor de voz.

–Para ser precisos, debería decir que es mi asesinato, ¿No? Incluso hasta ahora hubo varios intentos, pero terminaron fracasando. Realmente son un grupo obstinado.

–Esos asesinos, quien demonios…

–Una familia secundaria de la casa Shicksal,  me pregunto si lo entenderás si digo eso.

El joven Duque le dirigió una sonrisa cargada de pesar a Kufa quien perdió la voz sin darse cuenta.

–Los que pasan todo su tiempo en la lucha por el poder, no es solo la Casa Angel.

–… En otras palabras, ¿Al matarte a ti, quien eres la cabeza actual de la Casa Shicksal, intentan que la corona del Rey se vuelva de la casa secundaria…?

–Me pregunto si es así. Es imposible preguntarles directamente en un lugar público. Ante la actitud del Duque, Kufa soltó el aliento que había contenido.

–… Entonces, deseas que sea tu doble de cuerpo durante la peregrinación, esa es la historia, ¿Cierto?

–Esa es una buena conjetura. Así es, ese grupo ha fallado en asesinarme muchas veces hasta ahora y están perdiendo la paciencia. Saben que cuando sea coronado como Rey ya será demasiado tarde. En consecuencia, ese grupo sin falta ejecutara su último ataque durante la <Peregrinación>. Además, con un método bastante forzado—sin embargo, comparado con el futuro de la Casa Shicksal, si pensamos en el futuro de Flandor, no es una elección demasiado sabia. ¿Entiendes a lo que me refiero?

Cuando Kufa rápidamente dejo correr sus pensamientos, el Duque dijo como si tomara la delantera.

–Vampir-kun. Los Licántropos que son el enemigo natural de la humanidad también están divididos en algunas facciones, ¿Has escuchado esa historia? “Ahora vamos a destruirlos completamente”, “No, no, debemos ser prudentes”, “Para ser precisos, ¿No es mejor que queden unos pocos con vida?”, “Déjenlos, esos tipos no son más que velas frente al viento” … Incluso aunque nuestro Flandor no puede hablar de otros lugares, pero la sociedad de Licántropos tampoco es un monolito.

Hablando con un tono animado como si fuera divertido por alguna razón, el Duque sacudió su dedo índice.

–Hay muchos significados en la <Peregrinación> del Rey. Por el bien de expandir tu conocimiento, para ser reconocido por los ciudadanos, y entonces la más importante, es con el fin de hacerle saber al interior y el exterior del país, que el poder nacional de Flandor es perfecto. En el caso de que, el vital Rey sea derribado en medio de la <Peregrinación>, podríamos darle una excusa a la facción radical de los Licántropos que incluso ahora está observando por una oportunidad para invadir. … No tengo intención de hablar sobre cuál será el resultado de la batalla, pero, al menos, una vasta cantidad sacrificios saldrán entre los ciudadanos de Flandor, no hay error en eso.

Kufa asintió pesadamente. En este mundo que fue encerrado por la noche, considerando el caso en que Flandor esté siendo acorralado, no es en absoluto una situación como para estar teniendo problemas internos.

En ese punto, parece que Serge también tenía la misma opinión, y aunque levantaba sus labios como si se divirtiera, en sus ojos almendrados había una aguda luz.

–El grupo de la Casa Secundaria probablemente se están muriendo por asesinarme, pero ahora deberían rendirse. ¿Cierto?

–Entonces el remplazo…

–Es como eso. Si en primer lugar no está el objetivo a asesinar, ellos también deberían retirarse. Ante el joven Duque que sacudía sus hombros, Kufa arrojo una última aprensión.

–Sin embargo, durante la <Peregrinación> tú, quién eres el verdadero Rey, no podrá tener guardias abiertamente. No puedes decir que no hay ningún riesgo, ¿No es así?

–No te preocupes por mí. Tengo un muy excepcional <perro guardián> después de todo. Mientras evadía la pregunta con una sonrisa enigmática, dirigió su dedo índice hacia Kufa.

–El problema, como era de esperar, está en el lado de la <sombra>. Este rol no puedo dejárselo a un caballero promedio. Se necesita la fuerza para poder repeler fácilmente a los atacantes. Y también un poder de actuación que engañe a los ciudadanos. Sobre todo, si hablamos de alguien con un peso y una estatura similar a la mía, además de ser alguien en quien se puede confiar—solo pude pensar en una persona.

Serge nuevamente regreso hasta delante de Kufa y mirándolo a los ojos puso su mano en su hombro.

–Me pregunto si podemos volvernos buenos amigos. ¿Puedo contar contigo, Shinigami-kun de la noche blanca?

Mirando a Serge quien derramaba malicia como lodo desde el otro lado de su alegre sonrisa, Kufa solo tuvo una palabra que regresarle.