Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 13

Capitulo 3: Un Giro De Banjo

Parte 2

Yo no tenía mucha hambre todavía, así que miré alrededor de las gradas en busca de algo divertido que hacer.

“Ah, ¿qué pasa con el tiro al blanco?”

“¡Suena bien!”

Y así caminamos hacia el campo de tiro. A cien yenes el intento, era una actividad bastante barata. Dicho esto, los estantes estaban llenos de premios relativamente económicos, por lo que probablemente se equilibró al final. Tampoco había ningún gran premio llamativo que se fijara a los estantes ni nada. Ese aspecto realmente hizo que el juego fuera más agradable, lo cual fue bastante bueno.

“Rekka, ¿qué tan seguro estás de tu puntería?”

“Soy bastante bueno en el tiro al blanco”.

“Entonces tengamos otra batalla”.

“Voy a ganar esta vez seguro”.

Encendido, me incliné hacia adelante contra el mostrador para estabilizarme y apuntar… pero sentí una presión extraña en mi pecho.

“¿Hm?”

Preguntándome por qué era un poco difícil respirar, miré hacia abajo y me di cuenta de que tenía dos cosas aplastadas entre el mostrador y yo.

“¡Uwah!”

Me enderecé en un nerviosismo, lo que alivió la presión e instantáneamente facilitó la respiración. Por reflejo, comencé a poner mi mano en mi pecho y suspiré de alivio, pero me detuve en el último segundo. Eso estuvo cerca. Incómodamente cerca.

“¿Qué? ¿Por qué te detendrías ahí? Sentir tus nuevos senos está totalmente en la lista de las cinco cosas que los chicos quieren hacer cuando se convierten en chicas”.

R insultó mi moderación, pero mi corazón latía con demasiada fuerza para que pudiera siquiera escucharla correctamente.

Estos no eran mis pechos en absoluto; eran de Hibiki. No me atrevería a tocarlos sin su consentimiento. Tendría que vigilarme, aunque tengo que decir que aparentemente eran mucho más flexibles de lo que pensaba… Y cuando mis pensamientos se volvieron hacia mi pecho, no pude evitar recordar cómo Hibiki había agarrado antes.

“…!”

Podía sentir mis mejillas enrojecerse. Nunca pensé que llegaría el día en que una chica me tocara el pecho. Honesto a Dios.

“¡Argh, suficiente!”

Sacudí la cabeza con furia y por el momento saqué esos pensamientos de mi mente.

“Um… ¿Estás bien?”

El asistente del campo de tiro me llamó con voz preocupada. Podía entender por qué le preocupaba que un cliente de repente comenzara a actuar de manera extraña con una pistola cargada.

“Lo siento, dispararé ahora”.

Contuve mi sonrojo y preparé mi rifle una vez más. Esta vez, tomé una postura un poco más antinatural flotando sobre el mostrador.

“Heh heh…” Chelsea se rio divertida mientras me veía luchar.

***

Después de dejar el campo de tiro, encontramos un puesto que servía jugo recién exprimido y usamos nuestros cupones para comprar bebidas allí.

“Parece que he ganado dos veces seguidas”, se regodeó Chelsea con una sonrisa mientras tomaba un sorbo de su jugo.

“Urgh…”

Honestamente, estaba frustrado, pero se trataba más de mis… complicaciones en el pecho… que de perder ante el Chelsea. Estaba cada vez más ansioso por encontrar a Hibiki y los demás.

“Oh, Rekka, hagámoslo a continuación”.

“¿Hm?”

Chelsea estaba señalando un aparato alto con líneas graduadas marcadas arriba y abajo. Las líneas indicaban puntos, que aumentaban a medida que se elevaban hacia la parte superior de la estructura en forma de poste. En la base del poste había lo que parecía un disco redondo y plano que decía “golpea aquí”. Sentado junto a eso había un martillo gigantesco.

“El ‘desafío del martillo para dos’, ¿eh? ¿Golpeamos eso con el martillo o algo así?”

“Parece que cuanto más fuerte lo golpeas, más alto sube el pequeño dispositivo en el poste”.

“¿Así que se supone que debes golpearlo tan fuerte como puedas?”

Básicamente era solo una versión de martillo del tradicional juego de saco de boxeo de golpe real.

“¡Bienvenidas, señoras! ¡Acepta el desafío del martillo!”

“A los dos nos gustaría ir”, dijo Chelsea mientras pagaba al asistente. “Está bien, entonces es otro encuentro”.

“¿Qué estás diciendo, tonta? Dice ‘para dos’, ¿no? Se supone que debemos balancear el martillo juntos”.

“¿Eh?”

“¡Vamos! ¡Date prisa!”

A instancias de Chelsea, agarré el mango del martillo con  ella. Era ridículamente grande y había suficiente espacio para cuatro manos en el mango. Ese no era el problema…

“Rekka, toma un poco de esta manera”.

“Ah, vale.”

Hice lo que me dijeron y me acerqué a Chelsea.

“¡Venga!  ¡Acércate!  De  lo  contrario,  no  podremos  ponerle  suficiente fuerza”.

“Supongo… Pero, um, ¿no es esto demasiado cerca?”

“¿A quién le importa? A mí no, y eres una chica ahora mismo de todos modos”.

“Eso puede ser cierto, pero yo…”

Traté de objetar en voz baja, pero Chelsea no pareció escucharme en absoluto. Coger el martillo juntos significaba que teníamos que estar uno al lado del otro.

Y me refiero a uno al lado del otro. Cualquier distancia entre nosotros dificultaría la unión de nuestras fuerzas. Era casi como si el juego hubiera sido diseñado solo para esto… Sin inmutarse, sin embargo, Chelsea se acercó descaradamente a mí. Se apretó contra mí, provocando que una sensación extraña recorriera mi columna. No sabía dónde buscar.

“¡Aquí vamos!”

“¡E-Está bien!”

“Listo y…”

“…!”

Cuando puse mi espalda en levantar el martillo, inadvertidamente me incliné más hacia Chelsea. La sensación indescriptible que sentí en mi columna antes ahora se disparó hasta mi cerebro. Desesperado, bajé el martillo con todas mis fuerzas.

***

Después del desafío del martillo, Chelsea y yo tomamos un respiro.

“Así que el premio fue un animal de peluche, ¿eh? Lástima que tenemos el conejo. Hubiera preferido el panda”.

“¿Te gustan los pandas, Chelsea?”

“Los amo. Ellos son tan lindos. Los pandas son en realidad mucho más feroces de lo que parecen, ya sabes”.

“…”

¿Era esa la parte que encontraba linda? Bueno, a la gente se le permite que le guste lo que quiera, así que no dije nada más al respecto mientras

nos sentamos en las escaleras junto al campo de fútbol y comimos nuestro hielo raspado. No hacía tanto calor, pero definitivamente estaba sudando después del entrenamiento que acababa de hacer. El hielo raspado fue perfecto después del desafío del martillo para dos.

“Parece que nos hemos divertido mucho, y ni siquiera hemos entrado todavía”.

“Si. Me pregunto si Hibiki y las demás estarán adentro…” murmuré mientras me volvía para mirar el edificio detrás de nosotros.

Ciertamente eran un grupo que llamaba bastante la atención, por lo que definitivamente habrían causado una conmoción si estuvieran cerca. Como no habíamos escuchado ni visto nada, solo podía asumir que estaban teniendo algún tipo de batalla feroz por mí (Hibiki) en el interior.

“Es un poco extraño escucharte decir eso con la voz de Hibiki”.

“Sí, puedo ver eso.”

“Pero nada más parece realmente tan extraño. Ustedes no suenan tan diferentes de otra manera”.

“Hibiki habla de una manera bastante masculina, supongo.” Aunque no era tan dominante como la presidenta Momone.

“Bueno, me alegro de poder pasar todo este tiempo contigo, incluso en las circunstancias divertidas. ¡Suerte la mía!” Chelsea dijo, sonriendo mientras jugaba con el conejo de peluche en sus manos.

Cuando lo dijo de esa manera… fue un poco vergonzoso. “B-Bueno, creo que ya es hora de que nos vayamos…”

Iba a decir que deberíamos ir a buscar a Hibiki, pero ni siquiera pude terminar la frase.

“¿Rekka?”

“…”

Ni siquiera tuve tiempo de responder a Chelsea. Estaba completa y absolutamente ocupado tratando de hacer frente al grave fenómeno que estaba sucediendo dentro de mí en este momento.

Para ser franco… tenía que irme. El sudor frío comenzó a correr por mi espalda mientras cruzaba las piernas y trataba de sujetarlo. Esto fue lo peor que pudo haber pasado.

Quiero decir, el jugo y el hielo raspado de ahora probablemente fueron una mala idea. Debería haberlo sabido mejor. Hibiki me daría tanta mierda por esto… No, probablemente me mataría. No había forma de que pudiera ir al baño con su cuerpo.

“…”

Solo imaginarlo fue suficiente para hacer que mi cerebro se sobrecaliente de vergüenza. Literalmente no pude hacerlo. Simplemente no pude cruzar esa línea.

Incluso si no me mataba, Hibiki nunca volvería a hablarme. Tendría que aguantarlo… pero ¿quién iba a saber que la necesidad de ir era tan agonizante para las mujeres? No tenía idea de que era mucho más fácil lidiar con él como hombre. Gracias, fontanería.

“Rekka…”

Estaba completamente perdido en mis pensamientos, tratando de distraerme del impulso de ir pensando en cualquier otra cosa, cuando Chelsea me sacudió por los hombros y me hizo mirarla.

“Lo siento si tengo una idea equivocada… pero ¿necesitas el baño?”

Se disculpó, pero su tono de voz dejó en claro que estaba bastante segura. “Si…”

Como no creía que pudiera ocultarlo, asentí honestamente. Chelsea se rascó la cabeza con una mueca.

“Bueno, es una función biológica natural, supongo. Vámonos.”

“No pero…”

“No es bueno retenerlo demasiado tiempo. Puedes enfermarte de esa manera”.

“Lo sé pero…”

Simplemente no podría doblarme tan fácilmente en esto. Tenía muchas ganas de mantenerme firme… pero definitivamente estaba llegando a mi límite.

Sin darme cuenta, gemí mientras cruzaba las piernas más y más fuerte. Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Chelsea dejó escapar un suspiro agónico mientras me veía sufrir.

“Es tu primera vez en el cuerpo de una chica, así que no es tu culpa si no conoces los trucos para aguantarte, Rekka”.

“Chelsea…”

“Ni siquiera se lo diré a Hibiki. Promesa. Será un secreto entre tú y yo, ¿de acuerdo?”

Chelsea se llevó el dedo a los labios y sonrió con picardía, pero honestamente me parecía una santa en este momento. Aunque realmente me sentía mal por Hibiki, me juré a mí mismo que me llevaría esto a la tumba.

“L-Lo siento, Chelsea…”

“No te preocupaciones. Dije que podías contar conmigo, ¿recuerdas? Probablemente hay muchas cosas que no sabes, así que te ayudaré”.

“Gracias… y lo siento de nuevo.”

Ya casi no podía sostenerme por mi cuenta, así que Chelsea me apoyó mientras nos dirigíamos al baño de chicas a paso de tortuga. Todo el tiempo, R siguió murmurando sus tonterías habituales.

“Bien por ti, Rekka. Este evento está entre los tres primeros”.

Si alguien me pasara un rollo de cinta adhesiva, lo usaría directamente en su boca.

Lo que pasó después fue… Bueno, tanto por mi bien como por el de Hibiki, no entraré en detalles. Digamos que le debía mucho al Chelsea.

***

Inmediatamente después de la que sería, sin duda, mi mayor crisis del día…

“¡Ah, si no son Hibiki y Chelsea! ¡Hola, ustedes dos!”

“¿Hmm?”

Justo cuando pudimos relajarnos, alguien nos llamó.

“¡Acabamos de llegar! ¡Me alegro de haberte encontrado tan rápido!”

“Kiri, mi cabeza late con fuerza después de otra noche. ¿Le importaría bajar un poco el volumen?”

“¡Por supuesto! ¡Lo siento, Directora Zeta!”

Resulta que las dos voces que estábamos escuchando eran Kiri, que vestía su uniforme de secundaria, y Zeta, que se agarraba la cabeza. Al parecer, acababan de llegar al festival de Juumonji.

“Dime, Chelsea… ¿Crees que está bien dejarles enterar de lo sucedido?” Me incliné y susurré.

“Podrías, pero probablemente nos vieron salir del baño de mujeres”.

“Buen punto…”

Suspiré profundamente y pude sentir que mis hombros se hundían. Si bien sería más sencillo decirles la verdad, su sincronización fue terrible. Realmente no quería que nadie supiera que había usado el baño en el cuerpo de Hibiki. Chelsea me había hecho sentir a gusto hasta ahora, pero de ahora en adelante, tendría que estar en guardia con otras personas alrededor.

“Escucha, estaré bien. Te dije que estaba aquí para ti, y lo decía en serio. Simplemente actúa con naturalidad”.

O eso dijo Chelsea mientras me daba una palmadita comprensiva en el hombro, pero…

“…”

¿Qué diablos significaba eso ahora mismo? Seguramente tenía la intención de actuar como Hibiki, pero… ¿Cómo actuaba normalmente Hibiki? Cuanto más pensaba en ello, menos podía recordar. Me estaba quedando en blanco total en el calor del momento.

“¿Hm? ¿Qué pasa, Hibiki? Estás poniendo una cara rara”, preguntó Zeta.

“¿Qué? No estoy bien. Dale un poco de holgura a un chico, ¿quieres? Heh heh…” dije, tratando de jugar con calma.

“Psst, Rekka… Mira lo que dices”, Chelsea susurró en voz baja en mi oído. “¡Er, sí! Chica… Dale un poco de holgura a una chica”.

“Claro, si tú lo dices.”

Zeta me miró con escepticismo, pero no presionó más. Su dolor de cabeza por no dormir debe haber sido bastante fuerte. Aún tenía la mano presionada contra la frente.

“¡Hibiki, Hibiki! ¿Sabes dónde está Rekka?” Kiri se inclinó y preguntó con entusiasmo.

De hecho, estaba justo aquí, o al menos parte de mí lo estaba, pero no podía decirle eso exactamente.

“Oh, um… no estoy muy segura. Él y las demás siguieron adelante”.

“¿Y te dejaron a ti ya Chelsea atrás? Eso no es como Rekka”, dijo Kiri, ladeando con curiosidad la cabeza hacia un lado.

“Uh…”

Traté de pensar en una buena excusa, pero mi mente todavía estaba casi completamente en blanco. Agradecidamente…

“Sherlyn en realidad secuestró a Rekka y se escapó con él, y todas las demás fueron a perseguirlos”, dijo Chelsea para explicar.

“¿Sherlyn? ¿Quién es ese?”

La hábil redirección de Chelsea de la conversación me salvó. Yo también lo arruinaría…

Secretamente suspiré de alivio y agradecí a Chelsea una y otra vez internamente. Tendría que vigilarme a mí mismo de ahora en adelante, y lo primero en el expediente sería importarme cómo hablo. Mientras repasaba las cosas que decir en mi cabeza…

“¡Oh! ¡Intentémoslo!” Kiri gritó de repente, señalando una bandera con helado.

“Kiri, dije que no gritaras…”

“¡Pero el helado curará su dolor de cabeza, Directora Zeta! ¡Vamos a buscar un poco!”

“¿Qué? ¿El helado en la Tierra puede hacer eso?”

Independientemente de si  eso era cierto o no, Kiri parecía bastante decidido a comprar helado. A instancias de ella, nos dirigimos al salón de clases con el letrero afuera que mostraba helado hecho a mano.

“¡Bienvenidos!”

El aula estaba llena de mesas y sillas como las que se pueden encontrar en una bodega. También había un congelador que estaba lleno de una colorida variedad de helados.

“¡Wah! ¡Todo se ve delicioso!” Kiri gritó de nuevo con asombro, sus ojos brillaban.

Como decía el letrero de afuera, todo el helado aquí se había hecho a mano. La clase que organizó el evento había empacado tazas individuales de diferentes tipos, etiquetadas por sabor y precio.

“¡Oh, lo sé! ¡Todos deberíamos obtener diferentes sabores!”

“¿Cuál funciona mejor para los dolores de cabeza…?”

Un Kiri entusiasta y una Zeta poco entusiasta eligieron los sabores que querían, y Chelsea y yo hicimos lo mismo. Después de salir y conseguir cucharas, los cuatro nos sentamos juntos en una mesa.

“¡Oh, Dios mío, esto se ve tan bien!”

Kiri, emocionada, se metió una cucharada de helado en la boca. “¡Oh, Dios mío, es tan bueno!”

Vaya, realmente estaba nerviosa por el helado. Supongo que eso es típico de las chicas de secundaria… En realidad, estaba a punto de descartarlo en su juventud, pero en realidad se parecía mucho a Iris en este momento. Apuesto a que ella estaría igual de emocionada con todo esto.

“Eso da en el clavo. Un poco de algo frío hace maravillas en un cerebro cansado…”

Quizás Kiri parecía más exuberante de lo habitual sentado junto a la demacrada Zeta. Espera no. Eso no fue un pase a su edad ni nada. Lo juro.

“¿No vas a comer, Hibiki?”

“Oh, eh, sí…”

“¡Date prisa antes de que se derrita!”

Kiri me animó alegremente a probar el mío, así que apresuradamente le di un mordisco.

“¿Cómo está?”

“El mío también es bastante bueno”.

“También lo es este sabor a naranja”, dijo Chelsea. “De hecho, es muy bueno para hacer a mano”.

Todo fue elogio por el helado artesanal. Mientras comía el mío, comencé a pensar que estaría dispuesto a regresar por unos segundos después de regresar a mi propio cuerpo.

“Hibiki, ¿puedo comer algo tuyo?”

“¿Mwuh?”

Me congelé con la cuchara todavía en la boca ante la repentina pregunta de Kiri. Espera, lo entiendo. Por eso sugirió que todos obtengamos diferentes sabores.

“C-Claro…”

“¡Gracias! ¡Puedes probar algunos de los míos primero!”

Con eso, Kiri tomó un poco de helado con su cuchara y me lo tendió. “Espera, ¿qué?”

“¡Abre! ¡Apúrate, antes de que caiga! ”

Había amontonado mucho en la cuchara. La bola gigante de bondad congelada estaba precariamente equilibrada cuando ella la acercó a mí.

“¡Está bien, Kiri! ¡Puedo usar mi propia cuchara! ¡Comete eso!”

“¡Nooo! Si lo muevo más, lo dejaré caer y será un desperdicio”.

Había lágrimas en sus ojos mientras me suplicaba. Incluso si le dijera que aún podía comerse mi helado después  de dejar caer el  suyo, probablemente no lo aceptaría.

Ella simplemente recogería más e intentaría esto de  nuevo. Esa  persistencia era solo una  parte de su personalidad. Sabía que este era un juego perdido, así que…

“A-Aquí vamos”. Nom.

Comí el helado de Kiri, asegurándome de tocar la menor cantidad posible de su cuchara.

“…”

Y fue tan vergonzoso como aquella vez que tuve que compartir una copa en pareja con Hibiki.

“¿Bien? ¿Qué piensas?”

“Sí, el tuyo también es bueno, Kiri.”

“¡Hurra!    ¡Entonces  déjame  probar  el  tuyo  a  continuación!”  Kiri  dijo felizmente antes de abrir la boca ampliamente.

Casi se veía como un lindo cachorrito pidiendo comida… Quizás era solo porque yo era un chico, pero alimentarnos unos a otros así era realmente vergonzoso. Por supuesto, era varios grados más fácil estar de este lado del intercambio.

“Um está bien. Toma…”

Pero justo cuando comencé a tomar un poco de mí helado…

“¡Ahí estas!”

Un intruso apareció en nuestra mesa, gritando fuerte. “¡Finalmente te encontré! ¡¿Dónde has estado?!”

Fui yo. O mejor dicho, Hibiki dentro de mi cuerpo. Parecía estar… un poco cansada.

“Dios, ¿qué te pasó?” Tuve que preguntar.

“Creo que finalmente entiendo por lo que pasas a  diario…”, dijo con bastante seriedad.