Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 13

Capítulo 3: Prohibido Creer

Parte 5

El aire estaba tenso. Sus caras eran serias. Esta fue una batalla real, no hay duda.

“Buen trabajo, Shinichi-kun, pensando en esto en el acto”, dijo Minori-san a mi lado, donde también estaba viendo cómo se desarrollaba el concurso. Parecía medio exasperada y medio impresionada. Yo mismo estaba bastante complacido, si puedo decirlo. De repente recordé cómo mi hermana pequeña Shizuki y yo solíamos tener concursos de jugar a la cuerda cuando estábamos en la escuela primaria.

“Tenía miedo de que si volvían a comenzar a pelear seriamente, esta vez habría víctimas”, dije.

Se habían empeñado en saber cuál de ellas era la más linda. Y como no había podido dar una respuesta, habían estado a punto de comenzar otra pelea para resolver la cuestión, con lo cual se me ocurrió esta idea en estado de pánico. Pensé que estaba un poco loco, pero cualquier cosa era mejor que los gigantes puños de metal comenzaran a volar.

“¡A mí… me encantan las chicas con excelentes habilidades motoras finas!” Yo había exclamado.

Mi pensamiento era este: equipados con la armadura prohibida, Myusel y los demás tenían muchas, muchas veces su fuerza normal. Podrían moverse tan rápido que podrían dejar una imagen residual casi a voluntad: yo mismo lo había visto (o no lo había visto, según sea el caso). Mientras insistieran en una competencia física, estarían encerrados en un punto muerto eterno. Y luego vendrían los golpes.

Fue entonces cuando la idea me había golpeado. Todo el mundo sabe lo que es intentar usar un bolígrafo o un cuchillo de caja mientras usa guantes; de repente, no es tan fácil. Tienes que acostumbrarte. Cuánto más cuando ni siquiera estás usando tu propia mano, sino un brazo de metal gigantesco. Y entonces sugerí un concurso que los enfrentaría a una tarea excepcionalmente difícil. Si produjera una jerarquía obvia, mucho mejor, pero incluso si no lo hiciera, nos ganaría algo de tiempo.

“Está bien”, dijo Hikaru-san, mirándome inquisitivamente. “¿Pero cómo es eso un concurso?”

“…………………… Uhh…”

No tenía una respuesta para eso. Toda la idea del concurso de jugar a la cuerda era una que acababa de salir de mi boca, una apuesta desesperada por evitar una tragedia inminente. No era como si hubiera pensado en los detalles.

“Irresponsable…” dijo Hikaru-san, su voz cargada de críticas. “¡Vamos, no podemos dejar que empiecen a golpearse entre sí!”

“Eso no es lo que quise decir. ‘¿Amo a las chicas con excelentes habilidades motoras finas?’ Solo estás vertiendo aceite en el fuego. Un movimiento en falso y todos hemos terminado”.

“Erk…”

Bueno, él no estaba equivocado. No

Myusel y las demás podrían fácilmente hacer un desastre gigantesco de este lugar si se lo metieran en la cabeza. Y dado que las armaduras prohibidas tomaron una interpretación bastante amplia de todo lo que pasó por su cabeza, lo más pequeño podría convertirse en el mayor problema si no tuviéramos cuidado.

No sabía si esos trajes realmente estaban destinados a ayudar a soldados sin experiencia o qué, pero estaba empezando a pensar que había detectado algunos defectos en el diseño.

Normalmente, Myusel nunca en un millón de años hubiera considerado meterse en una pelea con Petralka. Elvia probablemente tampoco lo hubiera hecho. Ahora tenía que usar el tiempo que había comprado para encontrar algún tipo de solución.

“Me pregunto si Garius-san ha descubierto algo todavía…” Esperaba con todas mis fuerzas que alguien viniera a rescatarme.

“Han pasado prácticamente menos de veinticuatro horas. Realmente no esperaría que aprendieran algo nuevo. De todos modos, estoy seguro de que nos dirían de inmediato si lo hicieran”, dijo Hikaru-san.

“Blargh”, le ofrecí. Tenía razón como podía serlo.

Mientras estábamos hablando, la batalla de la cuna del gato se hizo más intensa.

“¡Esto no nos llevará a ninguna parte!” Elvia finalmente lloró, arrojando su cuerda al suelo.

Uh oh. Ahí está el descanso.

Bueno, si las armaduras prohibidas tenían todas las mismas capacidades, entonces Petralka o Elvia iban a estar en desventaja en una prueba de agilidad de los dedos.

La armadura en sí podría compensar las disparidades simples en el tiempo de reacción o la fuerza física. Fue tan poderoso que las diferencias individuales quedaron subsumidas.

La diferencia entre treinta y cuarenta kilogramos de fuerza de agarre, por ejemplo, fue significativa, pero cuando comenzaste a lidiar con 500 kilos y más, las diferencias sutiles comenzaron a importar mucho menos.

Sin embargo, un trabajo cercano como este era más como una extensión de las tareas diarias normales y un poco de fuerza extra del traje no importaba tanto.

Elvia era una artista, por lo que era bastante buena en los movimientos delicados de las manos, pero no era lo mismo que la agilidad requerida para la cuna del gato. Lo más parecido a eso fue el trabajo doméstico que hizo Myusel, remendar ropa y ese tipo de cosas.

En cualquier caso, esto no fue bueno. Parecía que esta competencia terminaría antes de lo que había anticipado.

“No podemos dejar que esto continúe…”

“¡Todo está bien!” Dije, deteniendo a Minori-san, que parecía lista para saltar al medio del trío mortal. “Esto es más rápido de lo que esperaba… pero pensé que esto podría suceder, así que ya tengo otro concurso en mente”.

“¿Lo tienes?” Minori-san dijo, y yo asentí con la cabeza, tratando de parecer confiada. Luego me volví hacia mi otro compañero. “¿Hikaru-san?”

“Si seguro.” Suspiró y sacó lo que me había asegurado de tener a mano, tirando de él en un carrito como el que Myusel solía usar normalmente para servir té o cenar. Hubiera sido lo más apropiado para mí presentarlo a Myusel y a las demás, pero por un exceso de preocupación de que mi presencia pudiera empeorar las cosas, Hikaru-san se había ofrecido voluntariamente para hacer el trabajo.

Empujó el carro directamente entre las tres chicas. Había seis platos, dos para cada niña, junto con dos largos trozos de madera cada uno, tres juegos de palillos. Y en los platos estaban…

“¡Prueba de agilidad, segunda ronda!” Hikaru-san declaró. Myusel, Petralka y Elvia se volvieron hacia él sorprendidos. Él continuó: “¡He aquí!

¡Ese implemento más venerable de la cultura culinaria japonesa, el palillo!

¡La primera persona en mover estos cien frijoles del plato de la derecha al de la izquierda gana el título de Yamato nadeshiko la más linda de todas!”

“Ya-”

“¿Yamato…?”

“¿Nadeshiko?”

“¿Es eso como el acorazado espacial Yamato?” No, no, no lo es.

Yamato nadeshiko era una expresión que describía a la doncella japonesa ideal, recatada y refinada, pero no lo sabían. No, pensaron en un anime clásico.

Sé que era completamente, totalmente, no remotamente uno para hablar, pero estaba empezando a pensar que tal vez había algunas dificultades para hacer del anime y el manga su primera exposición a la cultura japonesa.

Sin embargo, Hikaru-san parecía haberlos ganado por pura fuerza de voluntad, porque Myusel y los demás agarraron los palillos con las garras de su armadura prohibida.

“¡Muy bien! ¡Que sea un concurso, entonces, por la velocidad con estos palillos!” Petralka pronunciado.

“No podría haberlo dicho mejor”, respondió Myusel. Y luego se abalanzaron sobre el carro, y la batalla comenzó… más o menos.

“¡Ahh…!”

“Hrgh… ¡Esto no tiene sentido…!”

“¡Grr!”

Viniendo de un lugar que no usaba palillos chinos, nunca iban a tener un momento muy fácil de este concurso. Vieron personajes en anime y manga usando palillos todo el tiempo, por lo que tenían una idea general de cómo se suponía que debían funcionar, ¿pero hacerlo ellos mismos? Eso fue otra cosa.

Hubiera sido bastante difícil con sus manos reales, pero hacerlo usando las garras de un exoesqueleto motorizado era casi imposible. Se aferraron a los frijoles con los utensilios, solo para sacarlos de su agarre. Frustrados, intentaron apuñalar los frijoles, pero eran demasiado pequeños y redondos, y los palillos simplemente se los quitaron.

Era una vista extraña, tres chicas con armadura pesada se agacharon sobre cuencos de frijoles, luchando por aprender a usar los palillos.

“Tengo que dártelo”, dijo Hikaru-san, no del todo admirado, mientras volvía a nosotros. “Seguro que se te ocurrió una pérdida de tiempo real”.

“Era lo único en lo que podía pensar que podíamos juntarnos rápidamente, pero eso no causaría peleas”.

“Al menos debería comprarnos unos minutos”.

Myusel, en particular, estaba luchando poderosamente para mover los frijoles de un tazón a otro.

Ella sostenía los palillos más o menos correctamente, pero primero le puso demasiada fuerza y no pudo recoger los frijoles; luego se las arregló para recoger uno, pero lo dejó caer a medio camino, y cuando finalmente lo tuvo de nuevo, se le escapó.

Esto continuó y continuó. Incluso para los usuarios experimentados de palillos chinos, era una tarea que habría llevado unos buenos cinco minutos, por lo que supuse que consumiría mucho tiempo. Aunque si tardara demasiado, era probable que alguien volviera a romperse.

Estaba viendo cómo se desarrollaba el concurso cuando Minori-san dijo con indiferencia: “Shinichi-kun, ¿por qué no eliges una de ellas mientras todavía tenemos la oportunidad?”

“¡¿Huh…?!” Me sentí rígido.

Minori-san se inclinó hacia mí. Detrás de sus lentes, pude ver en sus ojos que esto no era una broma; ella se veía completamente seria. Uhh…¿estaba enojada?

“La razón por la que tenemos este problema es porque no haces una elección”, dijo.

“Bueno, yo…”

“Las tienes distraídas en este momento, pero la verdadera competencia aquí es sobre quién crees que es la ‘más linda’, ¿no es así, Shinichi-kun?”

“B-Bueno, yo…”

“Ella tiene razón, Shinichi-san”, interrumpió Hikaru-san. “El verdadero ‘objetivo’ de esas chicas eres tú”.

Simplemente no dije nada.

“Si eliges uno, Myusel y los demás no tienen más razones para luchar, y la armadura se desprende, ¿verdad?”

Eso ciertamente, eh, parecía una posibilidad muy plausible. Valdría la pena intentarlo… probablemente. Pensé.

“P-Pero…” Miré hacia otro lado, tratando de escapar de las miradas de Minori-san y Hikaru-san.

Sí, valdría la pena intentarlo, pero no podrías ‘intentarlo’ exactamente, ¿verdad?

Incluso cuando intenté apartar la mirada de Minori-san y Hikaru-san, me encontré mirando a las tres chicas, trabajando asiduamente en sus frijoles.

Myusel. Petralka. Elvia.

¿Cuál de ellas me pareció atractiva? Todas ellas.

Estaba Myusel: guapísima y equilibrada pero algo retraída; bajo, dulce, serio y amable, pero terco a su manera; quien me hizo sentir más relajado solo con estar con ella.

Estaba Petralka: hermosa y de carácter fuerte, aunque algo vacilante a pesar de ser el gobernante absoluto de toda una nación; quien me hizo querer abrazarla con todas mis fuerzas y mantenerla a salvo.

Estaba Elvia: hermosa y también inocente como un cachorro; un poco ajeno, pero también de corazón abierto de una manera que, para mi propia sorpresa, a veces realmente me aceleró el corazón.

Todos ellas eran muy, muy lindas. Si me pidió que los clasificara en términos de quién me gustaba más, realmente no podría. Si solo uno de ellos me hubiera confesado sus sentimientos, habría volado al cielo en ese mismo momento. Hubiera exclamado “¡Yo también te amo!” y me arrojaría sobre ella sin pensarlo dos veces. Me refiero a abrazos, besos, toda la enchilada R-18 + gal-game. No hay duda.

En realidad, espera. Primero, probablemente habría exclamado: “¿Por qué una chica tan hermosa estaría interesada en mí? ¿Es esto una trampa? ¡Tiene que ser una trampa! ¿Creías que me atraería un cebo tan obvio? ¡Piensa otra vez!” y terminé volviéndome completamente loco.

¿Por qué las tres me tuvieron que confesarse a la vez? ¿Elige una? He jugado juegos en modo difícil, modo pesadilla y modo completamente loco,

¡pero esto era simplemente imposible!

“Creemos que es hora de que admitan la derrota”. Petralka sonaba frustrada, tal vez porque la transferencia de frijoles no iba tan bien como le hubiera gustado. “¿Qué, crees que un medio elfo y un hombre lobo pueden prevalecer contra un humano como nosotros?”

“Sí, Su Majestad. Puedes ver que tengo mejores habilidades motoras finas que tú.”

“¡¿Qué?!”

“Tenga en cuenta que no podrá intimidarnos con simples juegos mentales”.

“Grrrrr…”

“Ni siquiera has logrado un frijol, Su Majestad. ¡Ya tengo tres! ”

“¡Te maldigo…!”

Oh armadura prohibida, verdaderamente temible. Las chicas ya eran casi como personas diferentes. Para ser justos, Petralka nunca había sido la persona más paciente del mundo.

Y la armadura prohibida trajo todos tus pensamientos a la superficie, haciendo que los ánimos fueran aún más cortos.

También tenía una tendencia desconcertante a convertir los impulsos del usuario de inmediato en acción, incluidos los comentarios desagradables que considerabas dejar salir de tu boca. No debería haberme sorprendido si las chicas parecían un poco espinosas.

“¡¿Simplemente vamos a soportar un concurso como este?!” Petralka gritó de repente y luego, con un movimiento de brazos, volcó todo el carrito. Los platos salieron volando, esparciendo frijoles por todo el suelo.

“¡¿Qué estás haciendo, Su Majestad?!”

“¡No puedes hacer eso solo porque no estás ganando!”

“¡Bah! ¡Cállate, cállate, cállate, cállate!” Cuando la conversación se calentó, Petralka arremetió con sus brazos nuevamente y destrozó el carro en pedazos. “¡Esto no nos agrada! ¡Declaramos este concurso inválido! ”

Myusel y Elvia la miraron sorprendidas. La tensión entre ellos estaba fuera de las listas. Era como una bomba a punto de explotar. Sentí ese mal presentimiento familiar…

Simultáneamente, los tres tomaron posturas de lucha y se lanzaron a la acción.

***

Apunté un ataque a Su Majestad, pero ella lo esquivó fácilmente. Al mismo tiempo, sentí un impacto contundente contra los “brazos” que había cruzado frente a mí, como si hubieran sido golpeados por un martillo de metal gigante. Logré plantar mis dos piernas blindadas contra el suelo, pero no pude absorber todo el impacto; Me sentí empujado hacia atrás, arando la tierra a medida que avanzaba.

“Hrgh…” Abrí los ojos, que instintivamente cerré, y se me presentó la vista de Su Majestad. Su brazo derecho estaba extendido, como si acabara de arrojar algo, y se estaba inclinando, sugiriendo que el impacto y la reverberación que sentí fue que ella me golpeó con todas sus fuerzas.

“Daños menores. Comenzando la reparación na-no-ma-te-ri-al.”

Escuché ese susurro dentro de mi cabeza nuevamente, pero no podía prestarle atención ahora.

“Involucrando el modo de combate cuerpo a cuerpo. Campo multipropósito establecido en el patrón de asignación de modo de lucha cuerpo a cuerpo. Defensa, 55 por ciento; movilidad, 35 por ciento; mantenimiento postural,

10 por ciento. Su-per-con-du-tive-stor-age-bat-batery, bajo estado de carga, mi-cro-gas-tur-bine-en-gines una y dos operaciones que comienzan”.

Realmente no seguí lo que decía, pero la armadura prohibida claramente pensó que me estaba ayudando a pelear. Podía sentir que la “pantalla” que rodeaba mi cara y mi torso aumentaba de grosor.

“¡No tienen suerte las dos!” Su Majestad nos gritó a mí y a Elvia-san, dándonos el resplandor de toda una vida. “¡Viviendo en la misma casa que Shinichi! ¡Cuando te despiertas, él está allí! ¡En las comidas, él come contigo! ¡Hablas con él libremente! Cuando te acuestas, ¡todavía está a unas pocas habitaciones de distancia!  ¡Puedes verlo cuando quieras! ¡Habla con él cuando quieras!” Majestad…

Era cierto que en comparación con nosotras, Su Majestad tenía mucho menos tiempo para pasar con Shinichi-sama. Yo era la primera persona que había conocido en este mundo, y ella era la segunda, pero Su Majestad probablemente no pudo pasar la mitad del tiempo con Shinichi-sama que Elvia-san y yo, viviendo en la misma casa que él.

Elvia-san dio un salto volador hacia Su Majestad. El golpe podría haber derribado un árbol o destrozado una roca, si hubiera aterrizado. Pero incluso cuando Elvia-san extendió un brazo, Su Majestad retrocedió pulcramente, justo fuera del alcance.

“¡Nos dan a entender que incluso ‘accidentalmente’ lo encuentras en el baño! ¡Conocemos ese cliché del manga! Vamos a adivinar: ¿también lo golpeaste ‘sin querer’ y pusiste su corazón a toda velocidad? ¿No tiene muchas oportunidades para lo que ellos llaman ‘Pervertido Suertudo’?”

“¿Y qué si lo hace?” Exigió Elvia-san, persiguiendo a Su Majestad. Tenía el brazo derecho hacia atrás, todo su cuerpo giraba como si estuviera a punto de dar un golpe masivo, pero luego giró con la cadera izquierda y lanzó una patada en diagonal desde el suelo. Su Majestad bloqueó esto con un brazo levantado, pero pude verla elevarse ligeramente en el aire, tal vez debido a la diferencia en su peso.

“¡Shinichi-sama me salvó la vida!” Gritó Elvia-san, y agarró el brazo de Su Majestad, tratando de arrancarlo. Un instante después, volvió a girar, esta vez lanzando una casa de máquinas con su pierna izquierda. Su Majestad lo esquivó, solo.

“¡¿Hrrf?!”

Pero… ¿qué era eso en la cara augusta de Su Majestad? ¿Una cola?

Fue solo un segundo, pero fue suficiente. Su Majestad, parcialmente cegada, quedó abierta para el siguiente movimiento de Elvia-san: continuó girando, dando la vuelta con un puño en la espalda que finalmente aterrizó. El giro, especialmente con los dos pies de Elvia-san plantados, le dio mucho poder, y esta vez Su Majestad salió volando.

“¡Hay una persona que dijo que les gustan mis orejas y mi cola! Una persona que me reconoció como artista, ¡quien dijo que mis dibujos eran buenas! ¿Sabes lo feliz que me hizo escuchar eso? ¡Y fue Shinichi-sama! ¡Nunca he conocido a nadie como él!” Elvia-san…

Comprendí cómo se sentía.

Estaba dolorosamente familiarizado con ese sentimiento. Mis orejas de medio elfo no habían sido, para mí, más que una fuente de vergüenza, una razón para que la gente me rechazara y vilipendiara. Pero no había tenido más que elogios por ellos.

Había hablado por mí, una simple doncella. Me había enseñado a leer y escribir. Shinichi- sama lo había hecho todo, sin tener en cuenta lo que podría sacar de eso. Nunca había conocido a nadie como él antes. Los recuerdos me inundaron. Sabía que este no era el momento para tales cosas, pero…

“¡¿Eek?!” Su Majestad vino cayendo hacia mí y rodamos al suelo enredados. Gracias a la armadura, no me dolió, pero pude sentir el impacto a través de mí, sacudiendo mi cerebro.

“Así que no quiero, ¡no quiero que me quiten Shinichi-sama!” Gritó Elvia- san. ¡Puede tener lo que quiera, Su Majestad! ¡Todo lo que tienes que hacer es pedirlo! ¡Así que no me quites a Shinichi-sama!”

“Esa es… mi línea…” dije, levantándome. “Incluso cuando Shinichi-sama vio mis oídos, descubrió que era una media elfa, no retrocedió ni se molestó. ¡Dijo que eran ‘moe’…!”

Por supuesto, los humanos se desanimaron por mis oídos, pero incluso los elfos parecían verlos como no “élficos”. Estaba atrapado en el medio, excluido de ambos grupos. Un paria sin hogar. Era una carga que había soportado desde el día en que nací, un hecho ineludible impuesto por los dioses. Shinichi-sama realmente había cambiado mi vida.

Recordé el primer día que nos conocimos. Cuando me había enseñado Japanese. Todas las veces había disfrutado mi cocina y me dijo lo deliciosa que estaba. Solo pensar en esas cosas fue suficiente para apretarme el pecho.

“No nos hagas reír”, dijo Su Majestad, balanceándose sobre sus pies. “Sí, somos la emperatriz. Podemos tener casi cualquier cosa que queramos. Pero sepa esto: ¡hay cosas que no podemos tener porque somos la emperatriz!”

Eso me tomó por sorpresa. Y luego lo recordé. Años atrás, los padres de Su Majestad habían muerto en una lucha por la sucesión con sus hermanos. Si no hubieran sido de sangre real, nunca habría habido una causa de enemistad tan amarga, y Su Majestad podría estar viviendo felizmente con su madre y su padre incluso ahora.

Mientras estaba allí mordiéndose el labio y mirando al suelo, Su Majestad parecía mucho más pequeña de lo habitual…

“¡Lo viste, ¿no?! ¡Escuchaste lo que pasó! ¡Todos los eventos con Zwelberich! ¡No se nos permite seguir a nuestro corazón ni siquiera a quienes amamos! No, ¡incluso eso debe estar sujeto a cálculo y estrategia!

¡Para nosotros, no hay amor sin considerar los costos y beneficios!”

Mi sensación de shock se redobló; Elvia-san debe haber sentido lo mismo, porque los dos tomamos un trago largo. Lo que decía Su Majestad era cierto.

Exactamente porque era un ‘no tengo’, nunca tuve que dudar de la verdad del afecto de Shinichi-sama. De hecho, eso fue lo que me permitió aceptar humildemente las muchas cosas que hizo por mí. Pero en cuanto a su majestad…

“¡Shinichi es el único! Él es el único que nos conoció como emperatriz,

¡pero nunca se preguntó cómo podría sacar provecho de ello! El único que pudo exclamar ‘¡¿ES ESO REALMENTE UN PERSONAJE ARQUETÍPICO

DE NIÑA?!’ en nuestra primera reunión… ¡Aunque era grosero! Pero… eso es… es exactamente…”

“Su Majestad…”

“¿Dices que tenemos todo? ¿Qué podemos obtener lo que deseamos?

¡Sin embargo, no tenemos orejas de medio elfo, ni cola de hombre lobo, para que Shinichi se vaya a la luna! No tenemos nada para provocar su afecto, para atraerlo hacia nosotros, ¡somos solo una pequeña niña humana! Y es-”

Su majestad estaba realmente gritando ahora, ¿eran esas motas de saliva que vi volar de sus labios? Elvia-san y yo solo podíamos escuchar en silencio.

“¡Y es lo mismo con nuestro pecho! ¡Usted con sus grandes dotaciones no tiene idea de cómo nos sentimos!”

“¡Pero Su Majestad, usted es como ‘anoréxicamente delgada’ o lo que sea que digan!” Elvia-san se opuso. “¡Solo el mínimo de carne en tus huesos!

¡Shinichi-sama siempre dice acerca de cómo los ‘pechos pequeños son un gran problema’ o algo así también!”.

“¡Shinichi puede decir lo que quiera, pero el testimonio de sus ojos cuando está con nosotros habla de dónde está su verdadero interés!”

Bueno… eso fue bastante cierto. A menudo lo había visto mirando el pecho muy grande de Elvia-san. Tengo que admitir que a veces me preguntaba si más grande era realmente mejor…

“¡Y luego agregas a esto tus ‘orejas de bestia’ y tu cola! ¡Todas las cosas que le gustan a Shinichi, en una chica! ¡Es injusto! ¡Injusto, decimos! ¡Ni siquiera es un concurso!”

“¡¿Pero no es lo mismo acerca de Myusel?!”

“¿Qué…?”

“Los semielfos son, como, el ‘punto más raro’ para Shinichi-sama o algo así, ¿no es así?”

“B-Bueno…”

La población de elfos era simplemente más pequeña que la de los humanos, y los semielfos eran aún menos numerosos que eso, así que supongo que se podría decir que éramos algo raro…

“Eso es cierto, Myusel, ¡tú también tienes una ventaja injusta!” De repente me encontré el objeto del ataque de Su Majestad. “¡No solo encajas con los gustos de Shinichi, sino que has ‘capturado su estómago’ con esa deliciosa cocina tuya!”

“¡Sí, es cierto! ¡Tú cocina es realmente deliciosa!”

“Dios, no…”

¡Desde el principio, no ha dicho nada más que Myusel, Myusel, Myusel!

¿Tienes algún tipo de contrato para recibir una pieza de oro cada vez que alguien dice tu nombre?

“P-Pero en casa, ¡él siempre habla de ti, Su Majestad!” Le respondí, recordando muchas conversaciones de la cena. “Siempre se preocupa por ti y se preocupa por ti. ¿Tienes idea de cómo duele tener que ver a Shinichi- sama así día tras día?”

“¡Por supuesto que no! Pero dinos, ¿es eso cierto?”

“¡¿Por qué si no hubiera inventado una canción completa y bailara sobre la creación de un cuerpo de marioneta doble para ti?!”

“¡Hrr-!”

……………Y así. Cuando no nos atacábamos con los puños, lo hacíamos con nuestras palabras. Pero aún no pudimos determinar quién era el ‘único y único’ de Shinichi-sama, la persona más especial para él. Así que nos resentimos con aquellos que tenían lo que no teníamos, quemados de celos hacia ellos, nos quejamos de las ventajas de las otras dos, afligidas, como si de alguna manera nos permitieran finalmente reclamar los sentimientos de Shinichi-sama.

“Posibilidad significativa de lograr los objetivos de la misión mediante la eliminación de obstáculos”, me susurró alguien. Tenía que pensar que Su Majestad y Elvia-san estaban escuchando lo mismo.

Ya ni siquiera entendía lo que estaba haciendo. No sabía si era yo quien hablaba o alguien más. Pero esto lo sabía: las palabras vinieron de mí.

“¡Argh, esto nunca terminará!” Su Majestad gritó y adoptó una postura de lucha.

Elvia-san y yo comenzamos a movernos en el mismo momento.

***

Mal, mal, mal. Sabía que las cosas terminarían así.

Me lancé a la mansión, gimiendo para mí misma mientras corría por el pasillo.

“Huff… Puff…”

No tuve un momento que perder. Myusel, Petralka y Elvia volvían a hacerlo en el patio delantero, de verdad. Patadas, puñetazos, lanzamientos.

Normalmente nunca verías una pelea tan escandalosa fuera de un anime o manga. Podía verlo a través de las ventanas cuando pasaba corriendo. Si un simple humano de carne y hueso intentara meterse en medio de todo eso, serían asesinados al instante. Eso dejó a Minori-san y Hikaru-san incapaces de hacer otra cosa que mirar.

¿Pero qué hay de mí? ¿Qué tengo que hacer? ¿Podría quedarme ahí parado mordiéndome las uñas?

“No, tengo que… tengo que hacer algo… ¡pero…!”

Entendí. Sabía que en el fondo, la verdadera razón por la que esas chicas estaban peleando era yo. Sí, la “armadura prohibida” había exacerbado y permitido esto, pero la verdadera fuente de su creciente frustración era mi propia actitud vacilante.

Las chicas se llevaban tan bien superficialmente que había dado por sentado la situación, sin reconocer por completo cómo se sentían realmente. Así que ahora estaba en mí hacer algo al respecto. Pero…

Como Minori-san y Hikaru-san dijeron, la solución más simple y segura sería elegir una de ellas. No necesariamente, como casarme con ellos inmediatamente, pero al menos declarar mi amor a alguien: Myusel, Petralka o Elvia. Entonces no tendrían más razones para pelear. Entonces podrían quitarse la armadura, probablemente. Tenía la esperanza.

Sin embargo, patéticamente, incluso en este momento, no era capaz de elegir ninguno de ellos. O para decirlo de otra manera, no podría derribar a dos de ellos. Recordé muy claramente cómo se sintió cuando me rechazaron.