Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 9

Capitulo 2: Fue Mil Años Demasiado Pronto Para Actuar Como Una Pareja Casada, Incluso Después De Recorrer Tres Mil Millas Para Visitar A Mi Suegra

Parte 2

Al día siguiente, Zagan y Nephy habían sido sacudidos en un carruaje desde la mañana. No regresaron al castillo la noche anterior, sino que hicieron uso de una posada mientras se preparaban para un carruaje en Kianoides. Desplegaron una barrera poderosa específicamente para obstruir a Gremory, por lo que no pensaron que fueron descubiertos por ella.

Zagan se había quitado la túnica de su hechicero y en su lugar llevaba una camisa y pantalones de seda, un cinturón con una hebilla de latón, una corbata carmesí alrededor de su cuello y un manto negro como abrigo. Estaba vestido como un noble.

Nephy llevaba un vestido blanco y un cárdigan de lana ligeramente transparente, lo que la hacía lucir gentil. No era tan hermoso como su vestido de noche, pero le daba la sensación de una hija refinada de una familia acomodada. Sin embargo, ella naturalmente todavía tenía un collar grosero alrededor de su cuello.

Siento que estaría bien quitárselo en momentos como este… Sin embargo, Nephy se negó a ceder y enfatizó que fue hecho para esos momentos. Este collar fue lo primero en conectar a Zagan y Nephy, después de todo. Y él estaba sinceramente muy feliz de que ella lo tratara tan caro.

El carruaje en el que se encontraban era lo suficientemente grande como para seis personas, pero Zagan lo había reservado para él, por lo que eran solo ellos dos en la parte de atrás. Una voz profunda resonó a través del carruaje.

“Mi señor. Deberíamos llegar a la Ciudad Santa al anochecer a este ritmo.”

“Hmm. Eso es más rápido de lo esperado. Buen trabajo.”

El que conducía el carruaje era Rafael. También se había cambiado su armadura Valefor y ahora llevaba la armadura de un caballero normal. En esta época, la palabra caballero era en gran parte sinónimo de caballeros angelicales, pero de hecho había caballeros que no estaban afiliados a la iglesia. Sus salarios y estatus les fueron conferidos por el señor feudal, o rey, de su tierra.

Bueno, la armadura no tenía ningún hechizo y, sin embargo, no sostenía una vela para la armadura ungida. El pequeño grupo de Zagan estaba bajo la guía de una pareja noble y su escolta de caballeros.

Nephy se miró el vestido con timidez y lo levantó un poco.

“Esta es la primera vez que uso ropa como esta. Me siento algo inquieta”.

“Tienes razón. Pero usar ropa diferente a la habitual es agradable, ¿eh?”

¡Nephy es tan linda! ¿Por qué no le he comprado más ropa como esta? Manuela fue quien eligió este atuendo, como siempre. Ella jugó un poco y se burló de Nephy al contenido de su corazón como si fuera perfectamente natural, pero Zagan lo permitió esta vez. Este fue su primer viaje juntos, después de todo.

Hasta ese momento, se habían ido de viaje al lago y al fondo del océano, pero nunca habían estado solos.

Zagan echó otro vistazo a Nephy, que estaba sentado a su lado. Manuela realmente era buena escogiendo ropa. Eran elegantes y con estilo. Cualquiera que la viera quedaría encantado por su belleza.

“Me gusta bastante la ropa que tienes puesta ahora, Nephy. Incluso quiero andar buscando más por el estilo. Bueno, me abstendré si no quieres”.

“¡No hay forma de que me niegue!” Las orejas rojas de Nephy se pusieron rígidas hasta cierto punto. Luego hizo girar sus dedos mientras continuaba con timidez. “Um, en ese caso… también creo que tu ropa es… m- maravilloso, Maestro Zagan”.

¡Hnnnngh! ¡Qué cosas dices! Pensó que iba a expresar su felicidad por usar ropa tan linda, pero ella terminó contraatacando cuando menos lo esperaba. Y sin embargo, la forma en que corrige constantemente la posición de su falda y su cárdigan transmite lo contenta que estaba con ellos.

“Ya-ya veo. Entonces… ¿deberíamos buscar ropa mientras estamos en la Ciudad Santa?”

“¡S-Sí!”

Y luego silencio. Después de un rato, Nephy vacilante abrió la boca para hablar.

“Um, ¿está realmente bien?”

“¿Qué está bien?”

“Tengo que cuidar a Kuroka, pero dejamos el castillo…”

Zagan estaba tratando de escapar de la vigilancia de Gremory, por lo que prácticamente secuestró a Nephy y se escapó. Era natural que Nephy estuviera ansiosa.

Todavía no puedo contarle sobre Orias… Su viaje a la Ciudad Santa estaba relacionado con ella, pero él todavía no podía decirle a Nephy la verdad.

Zagan se recostó en su asiento.

“Escúchame, Nephy, eso es exactamente por qué vamos”.

“¿Qué quieres decir?”

“Mmm… sé que te sientes tensa por un asunto tan importante. Sin embargo, eso puede provocar que sus nervios se rompan en un momento crucial. Confía en mí, necesitas relajarte porque esta es una situación muy grave”.

Nephy asintió pero ladeó la cabeza.

“Sin embargo, nunca te había visto relajarte de esa manera, Maestro Zagan…”

“¿Huh? Siempre estoy menos tenso cuando estoy contigo, ¿no?”

“¿Qué? Uh, um, para ser honesto, parece que te pones más tenso a mí alrededor… ”

Zagan se puso bastante nervioso después de que le señalaran algo tan inesperado.

“Aaah, um… no te equivocas… Pero es lo mismo para ti, ¿verdad?”

“E-Eso es, eh…”

A pesar de que pasaron ocho meses desde que comenzaron a vivir juntos, los dos no parecían haber crecido en absoluto. Se pusieron tan rojos como las langostas, y Raphael los llamó con una sonrisa forzada.

“Mi señor. Mis disculpas por interrumpirte mientras te relajas, pero ¿puedo decir algo?”

“¿Qué es?”

“Es mejor si no mencionas el nombre de Zagan mientras estás en la Ciudad Santa. Estoy seguro de que no es algo a lo que le importe, pero provocará obstrucciones”.

Esto había olvidado por completo la mente de Zagan, y él volvió a asentir.

“Tienes razón. Deberíamos evitar mencionar el nombre de un Archidemonio si queremos disfrutar de un poco de turismo”.

Nephy inclinó la cabeza de manera preocupada.

“Entonces, ¿cómo debería llamarte, Maestro Zagan? ¿Quizás solo Maestro, como antes…?”

“Es una cita. No puedes simplemente llamarme Maestro”.

“Ah… ¡Una cita…!”

Aparentemente, ella no se dio cuenta de esto… O tal vez solo estaba tratando de no ser consciente de ello. Las orejas de Nephy se volvieron cada vez más rojas.

“Pero esto es un problema… nunca pensé en usar un alias”.

Zagan no quería usar un nombre pésimo si Nephy se refería a él de esa manera. Pero él ni siquiera sabía su propio nombre real. No tenía idea de qué nombre quería llamar después de todo este tiempo. Tal fue el caso, pero el conductor respondió como si la respuesta fuera perfectamente obvia.

“¿Qué estás diciendo? ¿No se resolverá todo con ‘querido’ y ‘cariño’ y cosas similares? ”

Zagan y Nephy se pusieron rígidos por completo.

Claro, ahora Nephy es mi novia, pero no es como si realmente nos hubiéramos casado. Acabamos de confirmar nuestros sentimientos el uno por el otro… ¿Cómo explico que no odio la idea, o más bien, que realmente estoy extremadamente interesada en ella, pero siento que es demasiado pronto? No, espera, ¿es realmente demasiado pronto?

Incluso el cerebro de un Archidemonio era incapaz de procesar una sugerencia tan impactante. Todo lo que Zagan pudo hacer fue reír mientras sus ojos giraban en círculos.

“¿Huh? ¿’Cariño’…? ¿No es eso… un poco demasiado audaz?”

Nephy se cubrió la cara como si no pudiera soportarlo, pero luego se asomó entre los dedos como si reuniera su coraje.

“C-Claro… ¿Q-Q-Querido…?”

“¡Hnnngh!”

Zagan se cayó de su asiento mientras agarraba su pecho, una conmoción recorrió todo su cuerpo. Seguramente habría muerto si no fuera un hechicero.

¡Qué resolución! ¡Qué rápida determinación! Su novia estaba un paso por delante de él en este sentido… Bueno, ella era una que cumplía seriamente con sus vergonzosas y absurdas solicitudes todo el tiempo. Entonces, un obstáculo un poco más alto no fue tan difícil de superar para ella.

Ser incapaz de responder en especie habría herido su orgullo. Y así, Zagan reprimió su corazón que latía rápidamente y se puso de pie, reuniendo toda su fuerza de voluntad para hacerlo. Luego miró directamente a la cara cegadoramente linda de Nephy y abrió la boca.

“C-Cariño…”

“¡Eeek!”

Y en un giro inusual, Nephy dejó escapar un grito y se dejó caer al suelo. Sus orejas estaban tan rojas que parecía que estaban generando una cantidad significativa de calor, y sus ojos que miraban a través del espacio en sus dedos incluso tenían lágrimas.

Los dos estaban sin aliento como si acabaran de correr un maratón a toda velocidad y de alguna manera lograran regresar a sus asientos.

“Es necesario… acostumbrarse a esto…”, dijo Zagan.

“¿Es eso… incluso posible… me pregunto…?”, Respondió Nephy.

En cualquier caso, estaba agradecido de que Raphael lo hubiera señalado ahora y no más tarde. El mayordomo probablemente sabía que así era exactamente como resultaría.

Zagan avivó su rostro con su mano en un nerviosismo. “……”

“……”

Al darse cuenta de que ambos estaban haciendo lo mismo, Nephy y Zagan comenzaron a abanicarse espontáneamente.

E-Esto me hace feliz… Parecía que se estaba poniendo aún más caliente, pero ninguno de los dos mostró signos de detenerse.

Aproximadamente media hora después…

“Mi señor, hay personas en el camino frente a nosotros”.

“¿Hm? ¿Todo el camino hasta aquí?”

“Parece que están varados”.

Zagan abrió la ventana y se echó un vistazo. El terreno a su alrededor era un páramo vacío. No había ríos ni lagos en el área, por lo que esta región era árida. No era adecuado para la vivienda, lo que significaba que las únicas cosas que pasaban por aquí eran prácticamente solo carruajes mercantes.

Una o dos ciudades aparecerían después de unas pocas horas en carruaje, por lo que este no era un lugar al que cualquiera pudiera venir sin un caballo. Y ahora había dos personas en el medio de este páramo, de pie allí en completo aislamiento.

“Esa armadura… son Caballeros Angelicales. Supongo que sus caballos murieron mientras estaban en una misión de algún tipo.”

La armadura ungida era bastante pesada, aunque el que la llevaba no sentía esto. Espolear a un caballo con demasiada fuerza mientras usa esa armadura podría aplastarlo fácilmente. Honestamente, Zagan no quería involucrarse con los Caballeros Angelicales mientras hacía turismo con Nephy, pero…

Una mujer y un niño… La mujer llevaba puesto un casco, por lo que no podía verle la cara, pero su armadura estaba claramente formada para una mujer. El otro no llevaba casco y parecía ser un niño.

Zagan volvió a sentarse en el carruaje con una mueca.

“Detente por ellos. Se congelarán hasta la muerte si los dejamos en esta época del año”.

“¿Eso está bien?”

“Los encontramos, así que no hay otra opción”.

Era irritante que se interpusieran en su tiempo privado con Nephy, pero permanecerían en su mente si los abandonaba aquí y se iba a la Ciudad Santa. Y eso se interpondría en el camino de disfrutar su viaje. Zagan luego miró a Nephy.

“Aah, así es como es. Lo siento. Parece que tendremos algunos invitados adicionales. ¿Te importa?”

Nephy respondió con una sonrisa encantada.

“Por supuesto que no, Maestro Za… Oh…” Entonces comenzó a decir, pero se tensó y se corrigió. “Por supuesto que no, querido”.

***

“Tenemos prisa por llegar a la Ciudad Santa de Raziel. Disculpe por preguntar, pero ¿podría permitirnos subir a bordo?”

Después de detener el carruaje, el joven llamó a Zagan con voz enérgica. Al preguntarle, les informó que tenía trece años. Tenía el pelo castaño y ojos verdes. Sus rasgos daban una impresión seria y erguida, y realmente parecía que era demasiado temprano para que él usara su armadura.

La cara de la mujer todavía estaba oculta por su casco, pero tenía aproximadamente la misma altura que el niño. Tenía una complexión aún más pequeña que Nephy, y a juzgar por su postura perfectamente recta y la forma en que se sostenía, era evidente que también era bastante joven.

Sin embargo, Zagan no percibía a este joven como un aprendiz, a pesar de que su apariencia lo sugería.

Esa espada en su cintura es definitivamente una Espada Sagrada. Es la primera vez que escucho que un mocoso es un Arcángel. Zagan no sabía lo hábil que era, pero la espada significaba que el niño era un Caballero Angélico a la par con Raphael y Chastille. No parecía agradable estar acompañado de un invitado tan problemático hasta la Ciudad Santa.

Pero ya detuvo el carruaje, por lo que Zagan extendió su brazo como si no le molestara.

“No me importa. También nos encontramos camino a la Ciudad Santa. Entra y relájate.”

“Gracias. Realmente nos salvaste”.

El niño bajó la cabeza y luego se volvió hacia la mujer que estaba a su lado.

“Ven ahora, Lady Oberon”.

Zagan notó que la mujer se ponía rígida cuando la instó a seguir.

¿Hmm? ¿Esta mujer sabe quién soy? Chastille también fue un Arcángel. No era tan extraño que los Caballeros Angélicos de otras ciudades la visitaran, y Zagan no la había visitado en la iglesia una o dos veces. Era bastante probable que los caballeros angelicales que Zagan no supiera pudieran reconocer su rostro.

“… estará bien”, dijo la mujer mientras sacudía la cabeza.

“¿Qué estás diciendo? ¿Cómo planeas volver sin un carro? Por favor, adelante”.

Ella no parecía llevar una Espada Sagrada, pero el Arcángel se inclinó ante ella. Parecía que ella era alguien de estatus significativo. La mujer miró a Zagan, luego sacudió la cabeza una vez más.

¿Eh? ¿Es una señal de que no se quitará el casco? Zagan no planeaba hacer un escándalo solo porque no se quitaría el casco. Sería una tontería para un hechicero que ocultaba su identidad de una manera mucho más peligrosa quejarse de un simple casco. Y sin embargo, sentía que eso no era todo lo que había en el comportamiento de la mujer. Ladeó la cabeza hacia un lado y sus ojos se encontraron con los de la mujer detrás de su casco.

“-!”

Y Zagan lo descubrió en un instante.

No sé por qué terminó así, pero creo que lo entiendo por ahora.

Zagan abrió completamente la puerta del carruaje y los instó a los dos a entrar.

“No puedo dejar a dos Caballeros Angelicales aquí. Por favor, entren.”

“…Lo siento. Seremos intrusos”.

La mujer, que aparentemente se llamaba Oberón, exprimió esas palabras e inclinó la cabeza. Su voz sonaba joven… o más bien, infantil. También era bastante baja, dando la impresión de que era incluso más joven que Nephy.

Zagan continuó observándola y soltó una carcajada. “Nada de ese tipo. Eres más que bienvenido.”

En un giro extremadamente inusual para Zagan, extendió la mano y la acompañó a su asiento. El joven también se quitó el cinturón de la espada y subió al carruaje, pero al notar a Nephy, se detuvo y la miró maravillado.

“¿Eh…? ¿Un elfo?”

Bueno, incluso los Caballeros Angélicos no tuvieron muchas oportunidades de encontrarse con ningún elfo. Nephy sacudió la cabeza para saludarlo, y después de que los dos estuvieron a bordo, Raphael cerró la puerta e instó a los caballos a subir una vez más.

“Umm, este es un buen carro. ¿Te pertenece?”

“No, solo lo alquilamos en la ciudad. No sé nada sobre carruajes”.

“¿E-Eso es así…?”

Y luego silencio.

El niño una vez más cambió su mirada hacia el collar de Nephy. Zagan y Nephy lo trataron como un accesorio perfectamente natural del que no se avergonzaron en absoluto, pero no fue tan divertido tener una mirada tan reservada apuntando hacia él.

“¿Te molesta?”

Puede que haya sido algo mezquino, pero Zagan le preguntó al niño.

“No, no podría…” Comenzó a negarlo, pero luego sacudió la cabeza como si cambiara de opinión. “Esto puede ser bastante grosero preguntar después de que se les permita subir a su carro, pero ¿cómo se relacionan ustedes dos?”

“Me pregunto… ¿Cómo nos vemos?”

Zagan se echó a reír, claramente divertido, y el niño se puso rojo en las mejillas con resentimiento.

“¿Podrías dejar de burlarte, hwah?”

Justo cuando trataba de ponerse de pie, la mujer a su lado sacudió su frente. Luego comenzó a hablar en un tono algo preocupado.

“… Amantes, ¿verdad? Se puede ver de un vistazo…”

La audaz expresión de Zagan se derrumbó en un instante y comenzó a sonrojarse. Nephy también se cubrió la boca por reflejo.

¡Pensar que sería tan vergonzoso que lo señalaran…! Intentó rascarse la mejilla para recuperar la compostura de un golpe tan inesperado.

“Uhh, cierto. Bueno, así es como es. No se siente bien tener miradas tan extrañas apuntadas a mi novia”.

“…Lo siento. Eso fue insensible de mi parte.”

El chico se disculpó seriamente y se inclinó ante Zagan, haciendo que la atmósfera fuera aún más incómoda.

¿Qué hacer? Esperaba usar esto como práctica para hablar con personas que podríamos conocer en la Ciudad Santa… Fue inesperado que la atmósfera hiciera que todos se sintieran incómodos.

Y el que rompió el silencio, incapaz de soportarlo más, no fue otro que Oberón.

“Pido disculpas por la descortesía de mi compañero. No me refiero a esto como una forma de compensar eso, pero ¿tiene algún interés en una prueba psicológica? ”

“¿Una prueba psicológica?”

“Es como un juego simple con palabras. Lo usan los Caballeros Angelicales para tratar de ahuyentar a los hechiceros”.

Zagan se encogió de hombros exageradamente. “Qué aterrador. ¿Acaso sospechas de nosotros?”

“Nada de ese tipo. Esto es solo para entretenimiento. Me abstendré si no te apetece”.

Zagan echó un vistazo a Nephy. Estaba algo confundida, pero sus orejas puntiagudas temblaban de interés. Entonces Zagan corrigió su postura y extendió los brazos.

“No, por favor, adelante. Suena interesante.” Oberon asintió levemente y continuó.

“Llegas a una mesa de comedor y encuentras cuatro artículos alineados frente a ti: un postre, un plato de sopa, una bebida y un plato de carne. Sin embargo, uno de estos elementos es en realidad una persona mantenida cautiva por un hechicero. ¿Cuál crees que es?”

Zagan no entendió la intención de la pregunta, pero ciertamente no sonaba como algo capaz de probar la identidad de un hechicero, por lo que respondió con honestidad.

“La sopa. Una bebida es demasiado llamativa, y los delicados sabores de un postre hacen que sea fácil darse cuenta de que algo está mal. En una línea similar, la carne tarda mucho en comer, lo que deja mucho tiempo para resolver las cosas”.

“Hmm. ¿Y, qué piensas?”

Oberon miró a Nephy y ella le devolvió el saludo.

“Veamos… también creo que es la sopa. Realmente no puedo pensar en una razón, pero eso es lo primero que se me ocurrió”.

“Está bien. Tal como dije antes, esto no es más que un simple juego. No es necesario que lo pienses demasiado”.

Y, por último, todas las miradas se reunieron en el joven.

“Creo que es el postre. Las personas se relajarán más cuando lleguen al postre”.

Oberon asintió sin mucha reacción.

“Ya veo. Esas respuestas parecen satisfacer a todos ustedes”.

“¿Y cuál es tu respuesta?”, Preguntó Zagan, pero Oberón le devolvió la sonrisa con amargura.

“Sé cómo funciona la pregunta, por lo que sería injusto responderme a mí mismo”.

“¿Así es como va…? Entonces, ¿qué significado hay detrás de la pregunta?” Preguntó Zagan cuidadosamente, y Oberon respondió con indiferencia.

“Es una prueba sobre si eres capaz de encontrar un amante”. Todos se pusieron a toser ante una respuesta tan inesperada. “¿Qué? ¿A-A-A-A-A-Amantes…? Nephy farfulló.

“Comencemos con ustedes dos que respondieron con sopa…” Oberón ignoró por completo la agitación de todos y cortó sin piedad. “Quienes escogen sopa son los que intentan actuar con calma frente a los demás, pero en realidad son percibidos como muy divertidos por quienes los rodean. Esto no es definitivo, pero aparentemente hay una fuerte tendencia en las personas que toman esa decisión”.

“¡E-E-E-E-E-Eso no puede ser!”

“¡C-C-C-C-Cierto!”

“Umm, está bien”, dijo el joven mientras desviaba la mirada… “Es solo un juego”.

“Ugh…”

Zagan gimió, completamente incapaz de refutarlo, y Oberon continuó sin piedad.

“Luego eres tú, quien recogió el postre”. El chico rápidamente se puso pálido.

“L-Lady Oberon, no hay necesidad de…”

“Eres del tipo que está profundamente influenciado por otros. Debes tener cuidado al elegir a tu pareja.”

“¡G-Guhhhh…!”

El niño comenzó a temblar y parecía que estaba al borde de las lágrimas.

“Esta es la primera vez que he probado tal humillación”, comentó Zagan de la nada.

“¿Te desagrada?”

“De ningún modo. Es bastante divertido. ¿Tienes más?”

“Veamos…”

Oberon parecía ser insociable al principio, pero resultó ser bastante hábil en la conversación. Ella trajo más ejemplos extraños de sus pruebas psicológicas y logró sorprender a los demás cada vez.

Antes de que lo supieran, ella también estaba sonriendo. A pesar de no poder ver su rostro, realmente emitió el sentimiento de una joven absorta en conversaciones de amor y moda bastante apropiadas para su voz juvenil.

Un rato después, el carruaje llegó a la Ciudad Santa. El sol poniente teñía el cielo de rojo. Zagan pensó que habría tomado más de un día atravesar este camino, pero llegaron antes del anochecer tal como Raphael había predicho.

Oberon luego cambió el tema como si de repente recordara algo.

“Oh sí, olvidé preguntarte antes. ¿Qué negocios tienen ustedes dos en la Ciudad Santa?”

“Nada serio. Estoy buscando algo… o alguien. También estamos aquí para disfrutar realmente de un poco de turismo”.

“¿Buscando a alguien?”

Zagan desvió su mirada hacia Nephy, cuya expresión se había suavizado por completo.

“Hay alguien a quien me gustaría que conociera, y pueden estar aquí en la ciudad. Bueno, sin embargo, la necesidad de esto puede haber desaparecido gracias a ti.”

Parecía que su objetivo principal de aliviar la tensión de Nephy ya se había logrado.

“Hmm. Te llamaré si los veo”.

“Aah, eso sería genial”.

Zagan luego respondió la pregunta.

“¿Supongo que ustedes dos están aquí por trabajo?”

No había otra razón para que los Caballeros Angélicos vinieran a la Ciudad Santa, y Oberon asintió.

“Si. Además, supongo que se puede decir que vine aquí para recuperar algo que una vez me fue confiado”.

“Ya veo. Rezo para que termine bien para ti.”

El carruaje se detuvo. Aparentemente, habían llegado a la iglesia. Nephy luego le tendió la mano a Oberon.

“Um, hablar contigo fue divertido. Muchas gracias.”

Incluso detrás de su casco, estaba claro que los ojos de Oberon se abrieron de golpe antes de estrechar la mano de Nephy.

“Yo soy quien debería agradecerte. Me agrada que nos reuniéramos.”

El chico también le tendió la mano a Zagan.

“Perdón por decir algo tan grosero al principio. Gracias a ti pude acompañar a Lady Oberon a la Ciudad Santa. Fue un viaje bastante divertido también”.

“No te preocupes por eso. También me divirtió”. Esas palabras vinieron del corazón de Zagan.

Quiero decir, ¡Nephy se divirtió y todo! Oberon y el niño desmontaron del carruaje. “Eran una pareja interesante, ¿no?”

“Sí”, dijo Nephy, luego se detuvo, ladeó la cabeza y continuó. “¿Huh? Pero ella nunca preguntó quién buscabas, maestro Zagan.”

Zagan se encogió ligeramente de hombros y le tendió la mano a Nephy. “Como sea, nuestra cita comienza ahora. Vámonos.”

Y con un leve sonrojo en sus mejillas, Nephy le tomó la mano. “Si cariño.”