Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Por Lo Que Aspiro A Ser

Parte 1

En este día en particular, en un gran corredor del Castillo Real de Camellia, alguien tenía prisa.

Era un hombre con una túnica espléndida, el mago de la corte que había informado a Felmenia sobre los movimientos de Suimei.

Después de una reunión de emergencia en la sala de audiencias, ahora estaba en camino de regreso a sus habitaciones privadas. Su esbelta figura, que parecía que podría romperse si se movía en la dirección equivocada, se apresuraba por el pasillo con pasos ágiles. Era como si estuviera anticipando algo, o tal vez como si se sintiera drogado por una alegría incontenible, y eso lo estimuló.

“¿Hmm…?”

Mientras caminaba animado, algo llamó su atención por el rabillo del ojo. Se detuvo en medio del pasillo y luego, mientras se concentraba…

“… Reiji-sama, Mizuki. Ahora es nuestra oportunidad. Con rapidez.”

El hombre escuchó la voz de una joven familiar y centró su atención en ella. Al final del campo de entrenamiento en el borde de la pared, vio la figura de la Princesa Titania haciendo señas al héroe y a su amigo mientras mantenía sus ojos abiertos en su entorno de manera furtiva.

Era bastante sospechoso para ellos estar en un lugar así sin hacer ningún entrenamiento. Mientras el hombre se preguntaba qué estaba pasando, Reiji llegó y se paró frente a la princesa.

“¿E-Esto realmente está bien, Tia? ¿No es malo escabullirnos del castillo por nuestra cuenta…?”

Reiji preguntó a Titania en tono ansioso. Por la forma obvia en que estaba tratando de mantenerse agachado y fuera de la vista, difícilmente se parecía a la figura heroica que podía desafiar al capitán de la guardia y a los magos de la corte todos los días.

“Está bien, Reiji-sama. Después de todo, esta no sería la primera vez que salgo del castillo sin informar a nadie”.

“No, eso no es realmente lo que quiero decir. Es solo…”

“Está bien. Por favor déjamelo todo a mí. Estoy seguro de que podrá crear algunos recuerdos divertidos antes de partir. Aunque es lamentable que Suimei-sama no venga…”

Cuando Titania dijo eso, bajó los ojos con decepción. Parecía que estaban planeando escabullirse e ir a alguna parte. Desde que el héroe y sus amigos fueron convocados desde otro mundo, habían estado confinados al castillo.

Sabiendo que debían haberse sentido sofocados, lo más probable es que se tratara de un arreglo considerado de la princesa. Justo cuando el mago de la corte estaba haciendo esa deducción, Mizuki notó su presencia y se asustó un poco.

“T-Tia, eso…”

“¿Qué pasa, Mizuki? Te ves nerviosa”.

“E-Eso… Eso…”

Titania no se dio cuenta de lo que quería decir al principio, pero vio al hombre cuando Mizuki lo señaló. Reiji miró al cielo con una expresión de “oh mierda”, y la mirada de Titania comenzó a nadar erráticamente.

“Esto es, um…”

Al haber sido encontrada por alguien del castillo, estaba conmocionada e insegura de qué hacer. Normalmente él la regañaría por sus acciones, pero, para reiterarlo, en este momento, este hombre estaba realmente de buen humor. Y entonces…

“Ahora bien, pensé que escuché algo, pero ¿estaba equivocada?”

Apartando la mirada de los tres adolescentes, el hombre se preguntó en voz alta si se había imaginado toda la escena. Los dejaría ir esta vez y se hizo el tonto para su beneficio. Los tres no parecieron comprender lo que estaba pasando por un momento, pero Titania rápidamente se dio cuenta y se elevó a esa farsa de escenario.

“E-Eso es correcto. Es solo tu imaginación. No hay nadie aquí en el campo de entrenamiento”.

“Eso debe ser. No hay forma de que pueda escuchar las voces de Su Alteza Real y el Héroe-dono en el campo de entrenamiento en un día sin entrenamiento programado. Parece que es solo mi imaginación después de todo”.

Con eso, echó un rápido vistazo y pudo ver a Titania suspirando de alivio. Los otros dos también parecían complacidos. Por lo que podía decir, todos estaban bastante conmovidos por haber sido capturados y habían logrado calmarse con este giro de los acontecimientos.

“Ahora bien, vámonos mientras tengamos la oportunidad”.

“Mm, tienes razón. Vamos, Reiji-kun. ”

“Muchas gracias.”

Reiji inclinó la cabeza hacia el hombre, y los tres hicieron uso de la magia de mejora para saltar de la pared que rodeaba los campos de entrenamiento. La imagen de la princesa y las payasadas del héroe cuando se marcharon fue de lo más inusual y bastante divertida.

“Heh heh… Dios mío, yo de todas las personas”.

Recordando a Titania en un completo nerviosismo, el mago de la corte soltó una risa ahogada. Debido a que algo bueno había sucedido, había perdido el enfoque y no pudo precisar sus emociones.

“Heh heh…”

Aún de buen humor, el hombre aceleró el paso una vez más. Un glorioso mago de la corte no podía permitir que nadie los viera deleitándose en un lugar así. Por lo menos, regresaría a sus habitaciones privadas antes de celebrar de verdad.

En poco tiempo, el hombre llegó a su habitación y entró, cerrando la puerta sonoramente detrás de él. Había estado usando los mismos aposentos privados en el Castillo Camelia desde que asumió un cargo aquí, y su habitación era agradable, ordenada y bien organizada.

“Ahora entonces…”

Sin embargo, por alguna razón, podía oler un aroma flotando en sus habitaciones que nunca antes había notado. Era probable que después de que una de las criadas limpiara, hubiera quemado incienso nuevo para refrescar el lugar. Incluso parecía ser un incienso de muy buena calidad.

“Debe tener buen gusto…”

Gracias a los esfuerzos de una persona desconocida, el buen humor del hombre solo  mejoró  aún  más.  Cuando  tuvo tiempo  después,  estaba pensando en  devolver el favor con un  regalo.

En cualquier caso, el agradable aroma contribuyó en gran medida a estimular su estado de ánimo. Con solo olerlo, su espíritu se elevó casi a la euforia. Sí, era como si su alegría se hubiera multiplicado varias veces.

“Heh… heh heh…”

Impulsado por el olor embriagador, el hombre ya no pudo controlar la sensación que brotaba de su interior. En el momento en que se encontró junto a la ventana, esa presa llamada autocontrol estalló, y su alegría se desbordó en un ataque de risa.

“Heh… ¡HUAHAHAHAHAHAHAHAHA! Stingray, pequeña niña estúpida, ¿aprendiste la lección? ¡Flama Blanca, mi culo! ¡No te dejes llevar solo porque una chica estúpida como tú es un poco buena con la magia! ¡Todo esto es culpa tuya por burlarte de mí delante del héroe y la princesa! ¡HAHAHAHAHA!”

Sí, la razón por la que este hombre estaba de tan buen humor era porque los magos de la corte acababan de reunirse para discutir el despido de Felmenia.

Anteriormente, cuando estaba a punto de asumir el papel de instructor de magia del héroe, Felmenia se había abalanzado para robarle el puesto y avergonzarlo.

Todo era un resentimiento mezquino e injustificado de su parte, pero ahora que había recibido buenas noticias en forma de venganza, no podía dejar de reír.

Y cuando se quedó sin oxígeno por reírse demasiado, hizo una pausa para respirar profundamente y comenzó a hablar consigo mismo una vez más.

“Hmph. Sin embargo, esa niña estúpida… Nunca hubiera imaginado que la engañarían tan fácilmente. No hay forma de que ese cobarde amigo del héroe siquiera pensaría en hacerle daño a Su Majestad. Pero pensar con una magia tan simple y un poco de halagos, terminaría haciendo exactamente lo que esperaba y dañando a esa joven … Simplemente demuestra que fue demasiado apresurado nombrar a una niña tan estúpida con cero perspicacia como mago de la corte “.

De hecho, en la superficie, todo fue tal como dijo. Fue una cita apresurada y Felmenia era simplemente demasiado inmadura para el trabajo. Eso era lo que los magos de la corte habían discutido antes en la sala de audiencias.

El rey explicó que después de ver a Suimei sin ningún interés en unirse a la misión de subyugación, Felmenia había ido a darle un poco de motivación, pero lo llevó demasiado lejos y terminó hiriéndolo.

Pero por lo que el hombre sabía de la situación real, Felmenia no había ido a motivarlo.

No, había ido a asesinar a un joven sin ningún poder debido a la magia del glamour y las mentiras que había usado para engañarla.

Sin embargo, este hombre estaba hablando bastante sobre el asunto. Era como si se viera obligado a expresar en voz alta todos sus pensamientos sobre la situación real. Él mismo no sabía por qué se había apasionado tanto con su monólogo, pero eso no lo desconcertó.

“Heh heh… Y no fue solo una reprimenda, sino una destitución total de los magos de la corte. Hubiera estado bien con solo darle una lección, pero el rey fue bastante estricto en su juicio. Él ha favorecido a esa estúpida niña Stingray hasta ahora, por lo que su indignación por su traición debe haber sido mucho mayor”.

El hombre continuó despotricando para sí mismo. Tenía dudas de por qué lo estaba haciendo, pero en comparación con la alegría que sentía, era una preocupación trivial. Nada más importaba ahora.

“¡De todos modos, nada podría haber sido mejor que esa cara que hizo en la sala de audiencias! Tal desesperación total cuando Su Majestad la despidió frente a todos los magos de la corte fue simplemente…”

“¿Fue solo qué?”

“¡Fue la mayor emoción!”

“Hahaha ¿el más grande, dices? Ella realmente se estaba dejando llevar un poco, ¿no es así?”

“¡Así es! De hecho, ‘un poco’ es ser generoso. ¡Ella se dejó llevar por completo! Pero ahora, incluso eso… Wahaha… ¡HAHAHAHAHA!”

“Vaya, parece que te estás divirtiendo.”

“¡Obviamente! Si esto no es agradable, ¡¿qué es?! ¡Esa niña descarada y estúpida de Stingray que no conocía su lugar fue derribada de su asiento como maga de la corte! ¿Ahora lo entiendes? Este sentimiento de alegría que yo… ¿Ah?”

El hombre estaba completamente absorto en su alegría. Por eso, sin más, estaba feliz de continuar la conversación como si estuviera charlando con un amigo. Sin embargo, cuando finalmente se dio cuenta de lo extraño que era estar hablando con alguien, se detuvo y se dio la vuelta con una expresión de asombro en su rostro.

Cuando lo hizo, vio a un hombre desconocido vestido con ropa negra sentado en el sofá de su oficina. Este hombre cruzó las piernas y con tono sarcástico y burlón le hizo una pregunta.

“¿Hmm? ¿No vas a continuar? Todavía tienes muchas cosas que quieres decir, ¿no? ¿Cierto?”

Habló de una manera bastante casual, primero sonando como un niño pequeño esperando con ansias la secuela de una historia, y luego como un villano astuto que había tendido una trampa ineludible. Este último demostró ser más preciso. En poco tiempo, la luz del sol que entraba por la ventana disipó la sombra que había oscurecido el rostro del hombre.

“¿Qu-Quién diablos…?”

“Vamos, no necesitas ser tan modesto, mago. ¿O debería decir el mago de la corte Sebastian Kran?”

Sí, el hombre que se dirigió a él no era otro que… “¿S-Suimei Yakagi…?”

Sebastian Kran tartamudeó su nombre mientras señalaba con un dedo tembloroso en su dirección. Siendo tan reconocido, Suimei se puso de pie e hizo una reverencia teatral ante él.

“El mismo. Es un placer conocerte. Esta sería la primera vez que hablamos cara a cara, ¿no?”

“¿Por-por qué estás…? ¿Desde cuándo estuviste ahí…? No, ¿cómo entraste?”

“No es tan emocionante. Abrí la puerta y entré normalmente. En cuanto a cuándo, creo que fue un poco antes de que entraras tú mismo. Sí, eso es correcto”.

Mientras Suimei recitaba una respuesta terriblemente casual, Sebastian recordó cuando él mismo había entrado en la habitación.

De hecho, había entrado en la habitación con pasos ligeros y estaba tan fascinado con su estado de ánimo que solo miraba hacia adelante. No se había molestado en escanear la habitación, pero aun así, ese gran sofá definitivamente habría estado en su línea de visión. Sin embargo, no importa cuántas veces pensara en ello, Sebastian no recordaba haber visto a nadie allí.

“Ridículo. Cuando entré en la habitación, no había… ”

“Alguien allí, ¿quieres decir? Estoy seguro de que pensaste eso. Lo hice para que, en cierto sentido, no me pudieras verme. De verdad, he lanzado un hechizo sobre esta habitación. No había forma de que me notaras así”.

“¿Qué… h-hechizo? No puede ser. Un bastardo como tú no puede…”

“¿Usar magia? Puedes apostar que puedo. Soy un mago, después de todo. Por cierto…”

¿Qué piensas de mi magia a base de hierbas? Bien, ¿eh? 

Suimei continuó con su pequeño programa de comedia al curvar fríamente su boca en una sonrisa y explicar qué había hecho exactamente a Sebastian tan hablador.

Fue magia a base de hierbas. En la antigüedad fue utilizado por los chamanes, y desde la Edad Media hasta la actualidad, por las brujas.

Era una forma de magia que hacía uso de los misterios escondidos dentro de las plantas, clasificados como brujería. Utilizaba magia en el aroma de las hierbas, o mistificaba las propias hierbas convirtiéndolas en talismanes.

Suimei usó el método anterior. Fue una trampa menor para derribar a Sebastian.

Y luego, mientras aún se levantaba de este saludo teatral, Suimei comenzó a caminar junto a la pared. Al ver a Suimei pavonearse por la habitación de otra persona como si fuera su dueño, Sebastian recordó algo que había escuchado antes.

“¡¿U-Un mago, dijiste?! ¡E-Eso no puede ser! Escuché que el mundo del héroe no tenía magia”.

“Estoy seguro de que lo hiciste. El mundo tal como lo conocen ciertamente no lo sabe”.

“¿El mundo… como lo conocen?”

“Así es. Pero ciertamente no necesitas saber más que eso”.

Mientras la oscuridad de la habitación parecía acercarse sigilosamente hacia él, un escalofrío recorrió la espalda de Sebastian. ¿Qué estaba pasando?

El héroe no había sabido nada de magia, y no había nada que sugiriera que tenía una habilidad mágica y solo estaba fingiendo ocultarla.

Fue un hombre elegido por este mundo y por su diosa para ser un héroe. Estaba rebosante de talento y sabiduría, pero no sabía nada de magia. Así que tampoco había forma de que este chico corriente supiera nada al respecto.

¿O era por eso que Felmenia había creído la historia sobre los planes de Suimei de dañar al rey tan fácilmente? ¿Porque sabía que era un mago?

“…”

El sudor frío bajó por la mejilla de Sebastian. ¿Era posible tal cosa? Esto desafió todas las expectativas. Después de que Suimei disfrutó de la vista de Sebastian temblando por un tiempo, con la espalda contra la pared, comenzó a tejer fríamente sus palabras.

“Sin embargo, gracias. Ya me di cuenta de la mayor parte al mirarlo, pero gracias a ti, ahora puedo comprender toda la verdad. Solo significa que fui utilizado como excusa para lograr tu idiota meta. Ah, y por cierto, no tiene sentido tratar de fingir que eres inocente. Su Majestad ya es plenamente consciente de que usted es realmente el que mueve los hilos”.

“E-Eso es…”

Cuando Sebastian trató de decir algo, Suimei lo interrumpió sin piedad.

“Esa cosa… El autómata que instaló Stingray. Tú fuiste quien se metió con eso, ¿no es así?”

“¿Q-Qué estás hablando?”

“Pensé haber dicho que no tenía sentido tratar de jugar a ser inocente. El que hizo la cosa fue tu querido maestro. La manipulación de Golem es tu fuerte, ¿no? Preparar un truco como ese fue muy fácil para ti, ¿eh?”

“Ugh…”

¿Cuánto más tenía en stock? Mientras Suimei continuaba apuñalando con fluidez todos sus puntos débiles, Sebastian ni siquiera pudo protestar. Suimei luego descargó otro golpe mientras se encogía de hombros.

“Dios mío, tenerlo de repente a matar de esa manera fue una forma muy desagradable de tenderle una trampa solo porque estabas enojado. Pero apuesto a que la que está más cabreada ahora es la víctima que iba a ser el remate de tu mezquino juego de venganza, ¿no crees? ¿Entonces? ¿Tienes algo que decir?”

“… ¿Qué piensas hacer conmigo?”

“No haré nada. El que actúe debería ser el que más sufrió por todo esto, ¿no?”

Sebastian se mantuvo en guardia mientras interrogaba a Suimei, pero Suimei se dio la vuelta y disparó con sus propias preguntas.

“¿Quién eres tú?”

Antes de que Sebastian pudiera terminar, la puerta de su oficina se abrió. En el otro lado estaba nada menos que…

“¿F-F-Felmenia Stingray?”

Sí, justo detrás de esa puerta estaba la joven maga de la corte que Sebastian había traído por su resentimiento, Felmenia Stingray. Su rostro hermoso y frío, que podía mantener cautivo a cualquier hombre, que incluso a las mujeres del mundo les fascinaría, se retorció con justa indignación hacia él, y una voz tensa por la rabia brotó de su boca.

“Pensar que esto fue un plan de un bastardo como tú…”

Al escucharla sisear esas odiosas palabras, Sebastian volvió a centrar su atención en Suimei, quien lo miró a los ojos con una mueca abrasadora.

“Nuestro invitado especial ha llegado. ¿No es un desarrollo bastante inteligente?”

“¡Bastardo…!”

Sebastian le disparó dagas a Suimei como si en realidad estuviera tratando de matarlo con su mirada, pero Felmenia estaba más que feliz de intervenir.

“¡Será mejor que vengas en silencio! ¡Un bastardo como tú que derribaría a otros por tu miserable envidia no se merece el título de mago de la corte!¡Expondré todas sus malditas intrigas ante Su Majestad el Rey!”

“¡Tch!”

Felmenia se trasladó a detener a Sebastián con su valiente declaración, pero él no tenía ninguna intención de dejar que ella se lo llevara. Saltó por encima de un escritorio y se escapó hacia la salida.

“¡Fuera del camino!”

“¡Kyah!”

Felmenia estaba de pie frente a la puerta y no parecía esperar la resistencia de Sebastian. Hizo falta todo su ingenio para evadirlo mientras él se lanzaba a su lado. Para cuando se recuperó, él ya estaba huyendo por el pasillo.

“¿H-Huh?”

Al ver a Felmenia mirando a su alrededor tratando de averiguar qué sucedió, Suimei puso su mano sobre su cabeza y la puso al día.

“¡Oye, Oye! ¿Qué demonios estás haciendo? Se escapó, ¿sabes?”

“M-Mis disculpas. Fue tan repentino… ”

“¿Repentino? ¿No eres una maga? ¿Dónde está tu magia?”

“Uh…”

“Vamos…”

En respuesta a la respuesta descarada de Felmenia, Suimei dejó escapar un suspiro exasperado. Este habría sido el momento perfecto para que ella no siguiera la rutina de cabeza hueca, y Suimei se sorprendió momentáneamente de que así fuera como habían salido las cosas. Pero luego rápidamente cambió de marcha y comenzó a moverse.

“Bueno lo que sea. Lo estamos persiguiendo”.

“Bien.”

Con un reconocimiento, Felmenia siguió a Suimei y fueron tras Sebastian juntos. Como tenía un cuerpo tan ligero, parecía ser bueno corriendo. Ya estaba fuera de su vista, pero no podía ocultar su presencia. Mientras Felmenia corría junto a Suimei, adoptó una actitud inusualmente mansa y lo llamó.

“Um…”

“¿Qué pasa?”

“Mis disculpas, Suimei-dono. Aunque fui engañada, les he causado una cantidad considerable de problemas… quiero disculparme por todo mi comportamiento descortés hasta ahora”.

“¿Hmm? Ah, realmente no hay necesidad de preocuparse por eso. De todos modos, todo se resolvió con nuestra pelea, y para empezar, fue algo malo para mí haberme escabullido en las sombras. Tampoco tienes la culpa de intentar desafiarme por eso… Bueno, déjame ponerlo de esta manera. Estoy igual en que me engañaron. Después de todo, ese hombre también me engañó espléndidamente.”

“Sea como fuere…”

A pesar de que Suimei le dijo que estaba bien, todavía parecía preocupada.

¿Era esa su disposición sincera en el trabajo? Al ver a Felmenia así, Suimei hizo una expresión muy seria.

“Lo siento. Realmente fui demasiado lejos contigo en más de un sentido”.

“¡N-No! ¡No hay nada de lo que te disculpes, Suimei! Ya perdonaste mi inexcusable alboroto, y ahora incluso has ido tan lejos como para orquestar esta oportunidad para que yo aprehenda al autor intelectual. Si además de eso te disculpas, realmente no tendré una pierna en la que apoyarme”.

“…”

En respuesta a la actitud excesivamente humilde de Felmenia, Suimei la miró como si hubiera visto algo bastante sorprendente. Al ver su expresión, Felmenia lo interrogó con un tono curioso.

“… ¿Sucede algo?”

“No, es posible que te haya entendido bastante mal”.

“¿Mal entendido… yo?”

“Si. Lo siento por eso.”

“…?”

Suimei se disculpó mientras miraba la expresión curiosa de Felmenia y pensó para sí mismo que no había leído bien sobre ella.

Nunca pensó que ella fuera una mala persona, pero si así era ella realmente, entonces la forma en que la había tratado parecía un poco malvada, incluso si hubiera sido para sellar su boca.

Pensando en ello, es posible que haya llevado demasiado lejos la expresión de su ira. Suimei se disculpó una vez más y luego centró su atención en la presencia de Sebastian.

“En realidad, ¿a dónde va ese tipo?”

“A juzgar por su ruta actual, probablemente sería el ala norte, ¿no es así?”

“… ¿No es eso básicamente un callejón sin salida?”

Cuando Suimei  recordó el  diseño del ala norte y pidió confirmación, Felmenia asintió.

“Sí, no hay salidas allí. Si hay algo importante allí, es… ”

“La habitación a la que nos invocaron, ¿eh? Ugh.”

Por alguna razón, Suimei tenía un mal presentimiento sobre esto. Gruñó para sí mismo mientras corrían.