Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)
Volumen 2
Prologo: El Asesino Gana Un Nuevo Miembro De La Familia
Me desperté cuando llegó la mañana. Sentí algo cálido en mi brazo izquierdo y me volví para enfrentarlo.
“No, mi señor, phaaaareeeeeeee…”
Tarte estaba abrazando mi brazo y hablando en sueños.
Tarte tenía catorce años, cabello rubio suave y una figura desarrollada para su edad. Cuando era más joven, su familia la había abandonado y la había dado por muerta en las montañas. El trauma resultante le provocó ataques ocasionales de ansiedad. Cuando se volvió demasiado para ella, le permití dormir conmigo.
Es bien sabido que la calidez de otra persona puede darte una sensación de tranquilidad.
“¿Con qué demonios está soñando?”
Mirar la cara feliz dormida de Tarte me puso de buen humor.
Últimamente, compartíamos la misma cama con más frecuencia. Me preocupaba que a Tarte no le estuviera yendo bien mentalmente, pero luego me di cuenta de que solo estaba poniendo excusas para pasar más tiempo conmigo. Debería haberla reprendido, pero no vi mucho daño en ello.
Ella está haciendo todo lo posible por mí y ayer trabajó excepcionalmente duro. Puedo dejarla tener esto.
“Tarte, despierta”.
Dejé a un lado la tentación de ver su rostro dormido y sacudí sus hombros. Si no se despertaba pronto, llegaría tarde a preparar el desayuno.
Los ojos de Tarte se abrieron con pereza. Soltó mi brazo izquierdo y se sentó.
“Mi señor, te amo mu-choooooo…”, dijo con voz entrecortada mientras se inclinaba para abrazarme.
No pude evitar reconocer su cuerpo bien desarrollado a través de su fino camisón. Ella acarició con sus mejillas mi pecho mientras yo intentaba alejarme.
“Sé que me amas, pero ¿te importaría dejarme ir?”
“Vamoooooos, está bien. ¿Qué es esto comparado con lo que hicimos antes…?”
“No sé a qué te refieres”.
“Fue como un sueño, tú… ¡Owww!”
Pellizqué la mejilla de Tarte y sus ojos se llenaron de lágrimas. “¡Tarte, es hora de despertar!”
“¿Qu-Qué… eh? ¿f-fue solo un sueño?”
“Buenos días, Tarte”.
“Ah, uhhhhhh, mi señor, eso fue, um— ¡Eeeek!”
Tarte se sonrojó de un rojo intenso, se apartó y se dio la vuelta hasta que se cayó de la cama.
Evidentemente, Tarte pensó que había hecho algo bastante vergonzoso. “Um, eso no era lo que parecía. Sólo estaba…”
“No te preocupes por eso. Todavía estabas medio dormida. Pero olvídate de eso, mira la hora”.
“… ¡Ah, tengo que darme prisa!”
La cara de Tarte pasó del carmesí a la palidez. Abrió mi armario y sacó su ropa de sirvienta. Le di la espalda y empezó a cambiar. Tarte había comenzado a guardar algo de su ropa en mi armario después de que comenzamos a usar la misma cama.
“¡O-Okay, iré a preparar el desayuno! ¡Me disculparé por lo que hice esta mañana más tarde, mi señor!” Girando hacia atrás, vi que Tarte ahora estaba vestida con su traje de sirvienta. Después de inclinarse, se retiró apresuradamente.
“Esta es la primera vez que Tarte ha tenido tantos problemas para levantarse”.
Por lo general, era una persona mañanera. Quizás toda la emoción del otro día la había dejado exhausta. Realmente se había esforzado por ayudarme en mi búsqueda para salvar a Dia. Durante mi ausencia, ella se había negado a dormir.
No estaba cansado, pero eso no quería decir que no experimentara mi propio tipo de problema.
“Hombre, el razonamiento y los instintos corporales de un joven realmente pueden convertirte en una criatura completamente diferente”.
Suspiré. Ser abrazado por Tarte durante el apogeo de la pubertad mientras vestía un camisón delgado era veneno. El apetito sexual de la joven de catorce años no debía subestimarse.
Mi cuerpo tenía el hábito de responder de manera prominente, y podía sentir ese deseo brotando dentro de mí en este momento.
… Soy su maestro, y soy como un padre y un hermano mayor para ella. Necesito tener más cuidado.
Me dirigí a la sala de estar a la hora habitual. Mis padres y Dia ya estaban sentados a la mesa cuando entré.
“Buenos días, Lugh. Mira, le di a Dia mi ropa vieja. ¿No le quedan bien a ella?”
“Se ven encantadores. El blanco te sienta bien, Dia.”
Dia llevaba un delgado vestido de verano de alabastro. Combinaba excelentemente con su piel blanca y cabello plateado.
“Gracias, pero me siento un poco avergonzada de usar esto. Ha pasado un tiempo desde que me puse algo tan femenino”.
“Hmm-hmm-hmm, sabía que mi ropa sería perfecta para ti, Dia. Tarte es un poco demasiado baja, pero es su gran pecho lo que realmente la convierte en una muñeca difícil de disfrazar… Ejem. Es una lástima que no pueda jugar con ella también”.
“¿No haces ropa, madre? Te gusta hacer ropa reveladora, según recuerdo”, comentó Dia.
“¡Hacer ropa desde cero requiere mucho ensayo y error! Eres mucho más fácil. ¡Puedo ponerte cualquiera de mis viejos atuendos que quiera!”
A mi mamá le gustaba Tarte y recientemente había estado cosiendo diferentes pertrechos para ella.
“Oye, Lugh. ¿Quién es Tarte?” Dia preguntó con una expresión rígida.
“Ella es mi sirvienta, aprendiz y asistente. Ella muestra un talento real y tiene una fuerte ética de trabajo. Cuando vine a salvarte, ella hizo todo lo que pudo para ayudar. Hablando del diablo, aquí está.”
Tarte entró desde la cocina para poner la mesa. Comenzó dándoles a todos sus bebidas. Hoy tomamos jugo de manzana recién licuado.
“Esta es Tarte”, anuncié.
“Ah, es cierto, ustedes dos aún no se conocen. Tarte, preséntate a Dia”, instruyó mi papá.
“O-Okay. Soy partidario de Lord Lugh. Mi nombre es Tarte”.
“Soy Dia; Encantada de conocerte. Y gracias.”
“N-No fue nada. Solo hice lo que se esperaba de mí como su criada”.
“Hmm, te gusta Lugh, ¿no?”
“¿Eh? N-No, realmente lo respeto, y lo amo, pero no de esa manera,” Tarte tartamudeó rápidamente, claramente nerviosa. Dia mantuvo la compostura.
“No tienes que ocultármelo. Lugh es un noble, después de todo. Es de esperar tener algunas amantes”. Dia, al ser un noble, entendía bien ese tipo de cosas.
Una esposa soltera era una elección arriesgada para un aristócrata. Si esa mujer no pudiera engendrar un heredero, el linaje se extinguiría. Incluso si nacía un niño, no había garantía de que viviera para llegar a la edad adulta. Entre la nobleza, tener varias esposas y herederos era solo sentido común.
“E-Eso no es necesario. Estar al lado de mi señor es suficiente para mí”.
“Debes preocuparte profundamente por él. Lugh es un tipo afortunado, siendo adorado por una chica tan linda”, dijo Dia.
“No pasa un día en el que no esté agradecido por Tarte”, admití.
“¡¿Eh?! Traeré la comida. ¡Perdóneme!” Tarte se sonrojó y corrió de regreso a la cocina.
Dia frunció el ceño mientras veía a la otra chica irse. Después de un momento, se volvió hacia mi papá.
“Cian y Lugh, gracias por prestarle a la Casa Viekone el poder de la Casa Tuatha Dé. Me temo que me trajeron aquí sin nada más que la ropa que llevo puesta, así que esto es todo lo que puedo ofrecer. Espero que sea suficiente”.
Dia extendió una mano hacia mi papá. Sentado encima de su palma había un anillo con una gran gema.
… Dia rebajó el regalo, pero el anillo parecía que podría haber sido un tesoro nacional. Venderlo seguramente le habría hecho ganar suficiente dinero que usted, sus hijos y sus nietos nunca hubieran tenido que trabajar un día en sus vidas. Esa pequeña cosa era la personificación de lo invaluable.
“No podemos aceptar esto. Es un recuerdo de tu madre, ¿verdad? No es necesario que nos des nada. El conde Viekone ya ha hecho bastante por mí. Además, Lugh es el que actuó, no yo. Dice que solo estaba cumpliendo una promesa que te había hecho”, respondió mi papá.
“Entiendo. ¿Quizás lo aceptes como pago por mis lecciones, entonces?” Dia volvió a ofrecer la invaluable banda.
“¿Qué quieres decir?” preguntó mi papá.
“Por favor enséñame a ser un asesino. Necesito el conocimiento de la Casa Tuatha Dé. Soy genial en la magia, pero ahora sé que eso no es suficiente. Así que por favor.”
Todos los problemas recientes en la finca familiar de Dia probablemente la habían obligado a darse cuenta de su propia impotencia.
Como hija de un conde, Dia recibió entrenamiento básico de combate. Sin embargo, eso ya no era suficiente para ella. Quería las habilidades y el conocimiento que solo el clan de asesinos Tuatha Dé conocía. Sin duda, esperaba ayudar a su padre. El hombre se había visto obligado a esconderse mientras ganaba fuerzas.
“Las habilidades del clan Tuatha Dé generalmente solo se confían a los descendientes directos. Sin embargo, no veo ningún problema en hacer una excepción. Después de todo, te están convirtiendo en mi hija. Hablemos de esto después del desayuno. La sopa que nos está preparando nuestra adorable criada se va a enfriar”.
Como si tuviera una orden, Tarte trajo cuencos a la habitación. Había hecho sopa de pescado, y su delicioso olor llegó hasta nosotros mientras dejaba nuestros platos en la mesa.
“Yo apoyo eso”, agregué. “Quiero disfrutar al máximo de la deliciosa cocina de Tarte”.
“Okay. Guardaremos el asunto para después de la comida”, acordó Dia.
Planeamos terminar el desayuno, y luego mi papá hablaría con Dia sobre convertirse en mi hermana pequeña. Una vez que se resolviera, nos encargaremos de todo lo demás.
Hace cinco años, en el Reino de Alvanian, había comenzado un nuevo experimento. Su objetivo era reunir a jóvenes magos de todo el país para fomentar la amistad y la competencia. Una de las razones por las que Dia estaba siendo convertida en mi hermana pequeña era para ir conmigo a ese lugar.
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