Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 1: El Asesino Va De Compras

Tarte terminó de poner la mesa y se colocó detrás de mí como siempre hacía. Estoy seguro de que quería comer con nosotros, pero eso habría dado un mal ejemplo a los demás sirvientes.

Nuestro plato principal del desayuno fue una sopa de pescado seco hecha con pescado de un lago en nuestro dominio.

“Lugh, nunca había visto este tipo de pez. ¿Cómo se llama?”

“Es Runamass. Es sabroso, abundante y un plato común aquí en Tuatha Dé”.

“Huele tan bien”, admiró Dia mientras miraba el líquido y las grandes rebanadas de carne.

“Comamos. Las palabras no pueden representar con precisión el sabor de un plato”.

“Si, tienes razón. ¡Estoy emocionada de probarlo!” Dia y yo probamos algo de la cocina de Tarte.

Fue excepcional, pero eso era de esperar de Tarte. El caldo estaba lleno de abundantes porciones de pescado y verduras. En el verdadero estilo Tuatha Dé, había agregado una pequeña cantidad de jugo de limón para resaltar el sabor. Este plato era originalmente una especialidad de mamá y se lo había enseñado a Tarte.

Además de la sopa, también disfrutamos de pan cubierto con mantequilla de cabra.

También fue maravilloso. El pan de soja se había hecho con los restos de sedimentos extraídos de la soja utilizada en Tuatha Dé para crear emulsionantes, que luego se vendieron a mi marca de cosméticos Natural You. Un pan no solo era sabroso, sino que también era bueno para ti.

Como las manzanas estaban en temporada, bebimos su jugo.

El desayuno del día se preparó en su totalidad con ingredientes del dominio Tuatha Dé, lo que demuestra lo excelente que puede ser nuestra comida.

Disfruté de los suntuosos platos de la capital, pero me gustó más la modesta cocina de Tuatha Dé.

“Es delicioso y sencillo. Toda la comida aquí lo es”, felicitó Dia.

“Ese es el tipo de dominio que es Tuatha Dé. Es exactamente por eso que me gusta”, respondí. “Vivimos en armonía con la tierra y somos un dominio próspero en el sentido más estricto. No hay mejor ejemplo de eso que nuestra cocina”.

Cuando nos acercábamos al final de nuestra comida, mi padre habló y dijo: “Ahora que todos nos hemos saciado, hablemos del futuro. Continuar viviendo como Dia Viekone va a ser difícil”.

“Sí, lo entiendo. Soy una fugitiva, después de todo”, comentó Dia.

“Por eso, he preparado un nuevo nombre e identidad en el registro familiar para ti. Serás Claudia Tuatha Dé, la hermana pequeña de Lugh”.

“¡¿Qué?! ¡Pero tengo dieciséis años! No tiene ningún sentido para mí ser la hermana pequeña de Lugh”.

“Sé que eres mayor, pero es la única identidad que he preparado en el registro familiar. No sería imposible para mí crear uno nuevo, pero… las identidades que se hacen sin la preparación adecuada se exponen fácilmente. Preparé la identidad de Claudia en el registro familiar hace catorce años. Dudo que alguien pueda descubrir que es falso”.

Ese personaje de hermano menor había sido preparado como un seguro en caso de que ocurriera una situación particular.

“¿Pero no le resultará extraño a la gente si digo que tengo catorce años? Seguro que sonará sospechoso”, murmuró Dia, no a bordo con esta propuesta. Mamá le puso una mano en el hombro.

“Estará bien. Eres baja, todavía tienes cara de bebé e incluso tu pecho es diminuto. ¡Diablos, creo que doce funcionarían!”

“… Esa redacción hiere mis sentimientos. Además, ¡no quiero escuchar eso de alguien mayor de cuarenta que parece estar en sus veinte!”

“Las características juveniles se encuentran en la familia Viekone. Pero no es tan malo. Cuando alcances mi edad, la piel de tus amigos se secará y comenzarán a ceder en varios lugares, ¡pero eso no es algo de lo que debamos preocuparnos!”

Fue un argumento bastante convincente, especialmente viniendo de mi mamá. Como alguien que parecía tener la mitad de su edad, era una prueba viviente. Al igual que ella, Dia probablemente nunca envejecería. En cierto modo, la juventud de mi madre fue un misterio más profundo que la magia.

“¡Todavía estoy creciendo! ¡Soy más alta que el año pasado y mi pecho también se ha agrandado!” Protestó Dia.

“Hmm-hmm-hmm, no te haría ilusiones. Me sentí de la misma manera…”, respondió mi mamá con un aire de experiencia. Evidentemente, ella entendió de dónde venía Dia.

“Ejem. ¿Podemos volver al tema que nos ocupa?” Papá se aclaró la garganta para recuperar la atención de todos.

La apariencia de mi mamá también le había causado problemas a mi papá. Suscitaban bastantes chismes cada vez que iban a fiestas u otras funciones sociales. La gente solía decirle que era demasiado mayor para ella.

“Hay una razón más por la que necesitas tener catorce años. En el Reino de Alvanian, todos los magos están obligados a asistir a una academia real para caballeros desde el verano de su decimocuarto año hasta el de su decimosexto año. La asistencia es obligatoria para los nobles, y los magos plebeyos pueden asistir mediante una solicitud”.

“¿La Real Academia de los Caballeros del Reino de Alvanian? Lo he escuchado.”

La escuela debe haber sido famosa si Dia hubiera oído hablar de ella. Hasta ayer, ella no había estado viviendo en el Reino de Alvanian.

“Así es. Como sabes, la fuerza de un ejército depende de cuántos lanzadores de hechizos tengas. Pero tener solo maná no es suficiente para que uno sea útil en la batalla. Por esa razón, los jóvenes magos de este país están entrenados en el arte de la guerra para ser llamados en tiempos de emergencia. De todos modos, ese es el supuesto propósito de la academia”.

Nadie dudaba del poder de los magos. Con solo envolverse en maná, hicieron que las espadas y flechas de los soldados ordinarios fueran completamente triviales, y ganaron la fuerza suficiente para atravesar a una persona con armadura de un solo golpe.

Los aficionados no entrenados eran incapaces de emplear ese increíble poder al máximo. Es por eso que todos los magos ahora pasan dos años entrenando.

Debido a que el Reino de Alvanian mantenía solo un pequeño ejército permanente y confiaba en sus nobles para casi toda su fuerza militar en tiempos de emergencia, tener usuarios de magia capaces era muy importante.

“¿Quieres decir que hay otra razón para la academia?” Dia preguntó.

“Así es. Los nobles de Alvanian tienen un fuerte sentido de independencia. Muchos ni siquiera se ven a sí mismos como súbditos del reino. Se ven a sí mismos como reyes de sus propios pequeños países. Ese tipo de mentalidad crea personas de mente cerrada. El reino quiere usar la escuela para expandir la visión del mundo de los miembros jóvenes de la aristocracia. Interactuar con otros nobles de su edad debería inculcarles un mayor sentido de alcance y lealtad hacia Alvanian que de otro modo no tendrían. Mi generación puede haber olvidado dónde están sus lealtades, pero la próxima generación no lo hará”.

Creo que fue principalmente por la segunda razón por la que este sistema se introdujo hace cinco años.

“Ah, entonces es por eso  que los nobles están obligados a cumplir, mientras que los plebeyos no. La razón por la que mis dieciséis años se vería mal es que la gente pensaría que me salté la asistencia obligatoria”, razonó Dia.

“Correcto. Si tienes catorce años, podrás ir a la academia este año. Quiero que vayas a estudiar con Lugh el próximo mes”.

Mi padre no mencionó que el héroe también había sido descubierto recientemente. Tenían la misma edad que yo y también habían nacido como nobles. Quienes fueran, estarían asistiendo a la academia. Fue la oportunidad perfecta para acercarme y congraciarme con ellos como amigo de la escuela.

Estos próximos dos años serían la oportunidad perfecta para estudiar al héroe tanto como quisiera. Asesinarlos seguramente sería pan comido si podía acercarme a ellos.

“Okay. Seré la hermana menor de Lugh. Sin embargo, es un poco desafortunado… Quería casarme con Lugh algún día”.

Mientras Dia sonreía con tristeza, mi padre inclinó la cabeza confundido. “¿Por qué ser hermano y hermana te haría renunciar al matrimonio?”

“¿Eh? ¿No es tan obvio? Porque somos hermanos. No pueden casarse”.

“¿Qué estás diciendo? Eso es normal en Alvanian”, comentó mi mamá, también pareciendo confundida.

Supongo que necesito completar Dia.

“Dia, en el Reino de Alvanian, producir magos es la primera prioridad. Supongamos que ambos padres no son magos. Entonces, las probabilidades de que su hijo tenga maná disminuyen. Los aristócratas seguramente poseen los medios para buscar una pareja adecuada, pero si no pueden encontrar una, pueden pagarle a un miembro de una familia noble menor por el servicio de ayudar a tener un hijo. Sin embargo, a veces incluso esa opción no está disponible. En tal caso, un noble puede no tener más remedio que arreglárselas con un pariente”, expliqué.

“¡¿Eh?! ¡¿Estás diciendo que la gente gasta dinero para tener hijos?! Y por ‘arreglárselas con un pariente’, ¿te refieres a hermanos?” Dijo Dia.

“Sí, es por eso que el matrimonio entre miembros de la familia está permitido en Alvanian”.

El rostro de Dia parpadeó entre un profundo tono rojo y un blanco fantasmal. “Me alegro de poder casarme con Lugh, pero puede que sea necesario un poco para aclarar cómo me siento al respecto”, admitió.

“No estamos estrechamente relacionados por sangre, por lo que debería estar bien. No es como si tuviéramos que decirle a la gente que somos parientes cuando salimos”.

Dia se quedó en silencio por un momento.

“¡Bien vale! No me preocuparé por eso. ¡Pero no esperes que me refiera a ti como mi hermano mayor!”

“¿Aunque siempre me has hecho llamarte mi hermana mayor?”

“Tengo dos años contigo, ¡así que uno tiene sentido! Además, puedes seguir llamándome así”.

Sentí que estábamos actuando un poco descuidados. Sin embargo, si Dia estaba de acuerdo con eso, eso era todo lo que importaba.

Mi papá asintió con satisfacción. “De ahora en adelante, Dia es la hermana pequeña de Lugh y mi hija. Puedes llamarme papá si quieres”.

“¡Ooh, tú también puedes llamarme mamá! ¡Siempre quise una hija!” intervino mi madre.

“De ninguna manera. Eso es demasiado extraño”, respondió Dia, inmediatamente derribando esa idea.

Desde ese momento en adelante, Dia fue mi hermana menor.

“Lugh te enseñará las formas de asesinato de nuestro clan. Como descendiente directo de la Casa Tuatha Dé, tienes derecho a ese conocimiento. Me sentiría incómodo por llevar a cabo tu entrenamiento yo mismo, ya que te vas a la academia en solo un mes. Sin embargo, con Lugh como instructor, puedes continuar tus lecciones en la escuela”.

“Entendido. Asumiré la responsabilidad de inculcar a Dia el conocimiento de nuestro clan”, dije.

Ya había estado pensando en cómo guiar a Dia. Después de todo, íbamos a ser un equipo.

… Además, los chicos de la academia iban a tener tanto control sobre sus apetitos sexuales como los monos. Tenía la intención de proteger a Dia de sus malas influencias, pero había una pequeña posibilidad de que pudiera entrar en una situación en la que tuviera que protegerse. Entrenarla la equiparía con las herramientas necesarias para garantizar su propia seguridad.

“Uh, Lugh, me estás asustando un poco con esa cara”.

“Estaba pensando en tu régimen de práctica. No tienes nada de qué preocuparte. Prometo ayudarte a hacerte más fuerte”.

“No seas demasiado duro conmigo”.

“Tendré cuidado de no trabajar demasiado”. Prometí prepararla sin presionarla demasiado.

Teníamos un mes antes de ir a la academia. Ese tiempo intermedio se iba a dedicar a mucho más que a la práctica del asesinato. Lo más urgente fue que Dia, Tarte y yo necesitábamos hacer algunas compras.

Los tres íbamos a ir a Milteu para hacer algunas compras esenciales. Todo lo que necesitábamos se podía encontrar allí. También tenía algunos asuntos que atender como Illig.

***

Viajábamos a Milteu en carruaje. El viaje suele durar unos días. Eso fue demasiado para mi gusto, así que utilicé algunos trucos para acelerarnos y reducir el viaje a un solo día.

“No puedo creer lo rápido que vamos. Todos los que pasamos nos miran en estado de shock”.

“Estoy usando un poco de magia médica. Lancé algunos hechizos para aumentar la capacidad física y la recuperación de la resistencia del caballo. También cambio de caballo cada vez que paramos en una ciudad. No hay límite para lo que uno puede hacer con el dinero y la magia”, declaré.

“… A veces es difícil creer que eres humano, Lugh. Ah, casi lo olvido. Vamos a tener una cita una vez que lleguemos”. Tarte miró con celos mientras Dia se acurrucaba contra mí.

Convenientemente, “Dia” funciona como un apodo para mi nueva hermana pequeña “Claudia”.

“Si está de acuerdo con que sea principalmente de compras, entonces sí, hagamos una cita. Iremos a Milteu a comprar cosas que necesitamos para la Real Academia. Leíste la carta, ¿verdad?”

“Lo hice. Sin embargo, no estoy segura de cuál es el propósito de algunos de estos elementos”, admitió Dia mientras sacaba la lista.

La escuela había enviado una misiva similar a todos los magos nobles de catorce años.

Incluía un permiso de entrada a la Real Academia y una lista de las cosas que necesitábamos llevar.

“Um, Lord Lugh. ¿Estaría bien si fuera a la academia contigo?”

“Por supuesto. Te necesito, Tarte. Te quiero a mi lado”.

“… Me alegra escucharlo. ¡Lo haré lo mejor que pueda!”

La gente común podía postularse para asistir a la academia siempre que tuvieran maná. A los estudiantes aristocráticos también se les permitió traer un anticipo. A esos sirvientes incluso se les permitió tomar clases con sus señores o damas. Tarte estaba en una posición única para postularse como maga plebeya o sirvienta, pero esto último le brindaba más flexibilidad, así que seguimos con eso.

“Vaya, así es como Lugh recoge a las chicas”, comentó Dia. “… No quise decirlo de esa manera”, le respondí.

“No estoy enojada. Me enorgullece ver que te va tan bien con las mujeres”.

Nuestro carruaje continuó moviéndose a una velocidad increíble. Recé para que nada saliera mal en Milteu.

***

Llegamos a la ciudad antes de lo previsto.

Era la primera vez que venía como Lugh. Durante mis dos años aquí, había vivido como Illig Balor de la Compañía Balor. Caminando por las calles, me crucé con mucha gente que reconocí, pero ninguno de ellos me notó. Fue un sentimiento gracioso.

“Veamos primero la ropa deportiva, ya que la confección probablemente llevará algunas horas”. Estaba hablando con Dia, pero cuando me di la vuelta, ella no estaba allí. Tarte se rio. Levantó un dedo para señalar hacia dónde se había aventurado la otra chica y me llevó allí.

“Lugh, ¿qué es esto?” Dia preguntó, fascinada por los dulces que se vendían en un carrito de comida. Se veía linda mientras babeaba.

El carrito transportaba pan horneado hecho con masa rellena de miel y mermelada de varios sabores. El olor que emanaba del carro era dulce y agradable.

“Este es un dulce popular en Milteu, llamado barta. Tú eliges la mermelada que deseas cuando realizas el pedido. Son deliciosos.”

“Tengo que probar uno… Hay tantas mermeladas, no sé cuál elegir… Está bien, lo he decidido. Iré con mermelada de níspero”.

“¿Qué tipo de relleno te gustaría, Tarte?”

“Um, me gusta el albaricoque”.

“Disculpe, señor, ¿podríamos tener un arándano, un níspero y un albaricoque?”

“Ya viene. Mírate, jovencito. ¿Cómo terminaste en una cita con dos bellezas?”

“Celoso, ¿verdad?” Dije, sonriendo en broma.

“Puedes apostar que lo estoy. ¡Estoy tan celoso que voy a hacer esto!” Mientras se reía alegremente,  nos dio  a todos una gran  porción de mermelada en nuestras bartas.

Fue amable de su parte tratarnos, y le di una propina en consecuencia. Una vez que estuvieron listos, les entregué a Dia y Tarte sus dulces.

“Gracias, Lugh. ¡Vaya, esto es bueno! ”

“Perdón por presionarlo para que me consiga uno, mi señor”.

“No hay necesidad de preocuparse. Estos son baratos y yo también tenía hambre”.

Mordí mi barta.

La masa rellena de miel no solo era dulce, sino que también estaba húmeda. En contraste, la mermelada tenía una acidez refrescante que la hacía parecer menos azucarada. Evitó que el sabor fuera abrumador.

La mermelada incluso se extendió sobre nuestro pan en forma de cada uno de nuestros sabores elegidos.

Podías ver muchos carritos de comida vendiendo bartas en todo Milteu, pero muy pocos eran tan buenos como este. Mi instinto de comerciante me decía que le confiara a este hombre una tienda completa.

Quizás se lo mencionaré a Balor la próxima vez que nos veamos.

“¡Esto es delicioso! Parecía mucha comida, pero no es muy abundante, así que creo que podré terminarla sin problemas”, dijo Dia.

“Yo también estoy sorprendido. Quiero saber cómo hacer esta mermelada. Esto es mucho mejor que el tipo que hago. Es un poco frustrante”, admitió Tarte.

“Esta es probablemente la mejor barta de Milteu”, comenté.

“Oye, Lugh, ¿puedo probar un bocado de tu arándano? Se ve muy bien”, pidió Dia.

“Si estamos negociando, ¡déjame entrar también!” Insistió Tarte.

Todos intercambiamos bocados de nuestros pasteles. Los de níspero y albaricoque tampoco decepcionaron.

Es cierto que compartir comida con Dia y Tarte me dio una mayor sensación de felicidad que cualquier otra golosina.

Cuando miré hacia arriba, me di cuenta de que los tres habíamos atraído mucha atención de la gente que nos rodeaba.

Comer con dos hermosas chicas evidentemente atrajo muchas miradas errantes. Las miradas estaban empezando a sentirse incómodas, y decidí que sería mejor que nos fuéramos.

***

Después de que terminamos de comer, fuimos de compras y examinamos algunos vendedores ambulantes. Pasé dos años trabajando en esta ciudad para la Compañía Balor, así que conocía bastante bien las tiendas populares.

Compramos solo productos de la más alta calidad. Ahorrar en herramientas solo volvería a molestarnos más tarde.

“El sastre debería tener nuestra ropa terminada por la noche”, dije.

“Suena bien. Pudimos comprar mejores cosas de las que esperaba”, respondió Dia.

“Me gusta lo que hemos comprado hoy, pero cuando se trata de facilidad de movimiento, mi ropa habitual es mejor”, agregó Tarte.

Ella estaba hablando de su atuendo de asesino. La lista de la academia dejaba en claro que un estudiante podía traer cualquier cosa para usar como ropa deportiva, siempre que fuera fácil mudarse. Desafortunadamente, esos atuendos de asesino se hicieron usando los secretos de la Casa Tuatha Dé. No estaba permitido llevar un material tan secreto en público.

“Esa ropa de Tuatha Dé es funcional y cómoda, pero da un poco de vergüenza. Son muy ajustados”, objetó Dia.

“No tienes nada de qué avergonzarte, Dia. Tu cuerpo es encantador y atractivo, como un hada”, aseguró Tarte.

Eso no fue un halago. El pecho de Dia era plano y no era muy alta, pero no parecía una niña. Su figura era la de una modelo delgada y su cintura era envidiable.

“Oh, no es como si no tuviera confianza en mí apariencia. Me da vergüenza que me coman con los ojos”.

“No hay nada que hacer al respecto. Tienes que hacer lo que sea necesario para garantizar la facilidad de movimiento”, declaré.

La mejor manera de garantizar la movilidad era usar ropa ajustada. Una consecuencia inevitable fue que tal atuendo mostraba los contornos de tu forma.

“Um, mi señor, ¿puedo tener un poco de tiempo más tarde para un recado personal? Hay algo que quiero comprar”, preguntó Tarte de repente.

“Claro, pero ¿qué estás buscando?” Yo consulté.

“Yo… necesito ropa interior nueva. Me he hecho más grande y es difícil encontrar ese tipo de cosas en Tuatha Dé. La calidad de estos productos también es mejor en Milteu…”

¡Ah! Entonces ella se está haciendo más grande. 

Por un momento, pensé ver una frialdad en los ojos de Dia mientras miraba a la inquieta Tarte.

Nuestra última parada del día fue en un herrero para comprar algunas espadas. Mi magia podía forjar espadas, unas que sin duda eran mejores que las que se podían encontrar en cualquier tienda de Milteu, pero no podía usarlas en público. Por esa razón, habíamos buscado al artesano más hábil de la ciudad.

Tan pronto como entramos, sentí que alguien me miraba. Casi parecía que nos estaban evaluando.

“Esta no es una tienda de juguetes para niños. Sal de… ¿Hmm? No pareces niños normales, especialmente tú, muchacho. Esa chica rubia también. Está bien. Supongo que puedes elegir algo”. El hombre que atendía la tienda parecía tener unos treinta y cinco años. Nos dio una mirada severa cuando entramos por primera vez, pero su expresión se suavizó rápidamente.

Había oído que era exigente con los clientes, pero no sabía que lo había llevado a tal extremo.

“Gracias. ¿Podemos también comprar una espada para Dia… para esta chica, por favor? La voy a estar entrenando”.

“No me importa. Parece bastante capaz. Si le vas a enseñar, entonces sin duda es digna de usar una espada mía”.

… No puedo decírselo, ¿verdad? Solo íbamos a usar las cuchillas que le compramos durante las clases. En cualquier escenario de combate real, estaríamos usando armas muy superiores. Si supiera eso, probablemente nos rechazaría.

“Gracias. Echaremos un vistazo alrededor”, dije. Luego comencé a inspeccionar las diferentes espadas que tenía en exhibición.

Al elegir una cuchilla, era primordial encontrar una que combinara con su físico y la longitud de su brazo. Escogí varias armas que me parecían adecuadas y examiné cuidadosamente su fabricación. Luego me decidí por las espadas de todos e hice que Dia y Tarte hicieran algunos golpes de prueba con las que yo había elegido para ellos.

“¡Se siente tan bien!”

“El mío también me queda bien”.

“… Hmm, en realidad, el agarre no es del todo correcto. Sería mejor si pudieras cambiar el material por algo más suave. ¿Podemos seguir adelante y conseguir estos?” Le pregunté al herrero.

“Estuve a punto de proponer lo mismo. Me hace feliz que entiendas tan bien las espadas”. Mientras tarareaba para sí mismo, el artesano desenredó la empuñadura de la empuñadura y la envolvió cuidadosa y ágilmente con un material más suave.

“Ahí tienes. El precio será… ”

El total por arma era aproximadamente el doble del de una espada típica, aunque eso parecía apropiado. No queriendo regatear, le pagué al hombre.

“Gracias. Estos son productos de alta calidad”, comenté.

“De nada. Los clientes como usted son una rara bendición. Vuelve cuando quieras. Cualquiera que entienda el manejo de la espada tan bien como tú es siempre bienvenido”.

Pensé que sabía todo lo que había que saber sobre Milteu. Después de encontrarme con el puesto de comida de antes y con este excepcional herrero, se hizo evidente que todavía quedaban muchos lugares interesantes y gente por descubrir en Milteu.

***

Después de que terminamos de tener una pequeña charla con el propietario, salimos.

Entonces noté que un grupo de tres jóvenes caminaba hacia nosotros. Uno de ellos era claramente rico.

Lo sabía porque todo en él parecía gritar: “Soy una persona importante”.

Sin duda, sus dos seguidores eran guardias.

El rico ordenó en voz alta a los demás que fueran a comprarle una espada adecuada. Quizás se estaba preparando para ir a la misma academia que Dia, Tarte y yo.

Los jóvenes nobles nacidos con cucharas de plata en la boca, al igual que ese tipo, siempre eran del tipo que causaba problemas.

Después de ver a Dia y Tarte, sus ojos se iluminaron y su respiración se intensificó. Su entusiasmo incluso se manifestaba visiblemente en su entrepierna.

Cualquiera podría haber adivinado lo que probablemente sucedería a continuación. Incluso si le decía a ese advenedizo quién era yo, parecía del tipo que simplemente se burlaba de mi humilde rango de barón y trataba de llevarse a Dia y Tarte.

Usar mi posición de asesino para asustar al noble altivo obviamente no era una opción. Este tipo parecía demasiado estúpido para comprender la importancia de las conexiones que tenía como médico.

Nuestras diferencias de posición social significaban que no podía ganar en una discusión, y golpear al joven solo generaría problemas en el futuro.

¿Qué debo hacer aquí?

La respuesta fue simple. Todo lo que tenía que hacer era cortar la situación de raíz antes de que él tuviera la oportunidad de causar problemas.

Aceleré el paso y caminé delante de Tarte y Dia.

Dando grandes zancadas, pasé un paso por delante del hombre rico mientras avanzaba hacia las chicas. Unos pasos después de que nos separamos, él y su entrepierna hinchada cayeron al suelo.

Los rostros de los guardias se pusieron pálidos y corrieron a ayudarlo a levantarse.

Disparé una bala de viento a la barbilla del noble, lo que hizo que se cayera.

Usando un truco mío, escondí mi maná hasta el momento en que lancé el hechizo y lo noqueé de su punto ciego. Hacer algo así después de haber intentado agarrar a Dia y Tarte le habría dado una razón para sospechar de mí. Debido a que lo había noqueado antes de que hiciera un movimiento, sin embargo, no había nada que pudiera atarme a la caída.

Completado mi trabajo, disminuí la velocidad y me reuní con Dia y Tarte. “Ese tipo se cayó realmente de repente. ¿Qué le sucedió?” preguntó Tarte.

“Ha estado ardiendo últimamente. ¿Quizás sufrió un golpe de calor?” conjeturaba Dia.

No había necesidad de decirles que las había salvado del peligro. Eso solo arruinaría la diversión que estábamos teniendo.

“Eso es todo lo que necesitábamos comprar. ¿Qué haremos ahora?” Dia preguntó.

“Hice una reserva en una posada para nosotros. Tómate el resto del día para descansar y luego haz turismo con Tarte mañana por la mañana. Tengo algo que debo hacer, así que no me uniré a ustedes”, respondí.

“Eso es extrañamente vago. ¿Estás escondiendo algo, Lugh? Ah, ¿te vas a encontrar con una esposa local o algo así?”

“…No nada de eso. Es por trabajo”.

Dia no estaba del todo equivocado. Después de todo, estaba visitando a Maha. Sin embargo, reunirse con ella no carecía de un propósito esencial.

“Mmm. Está bien. Tarte, divirtámonos juntos mañana”. Dia pareció aceptar mi explicación.

“Sí, conozco muchas tiendas geniales que creo que le encantarán”, respondió Tarte alegremente.

“¡Genial, estoy deseando que llegue!”

Fue agradable ver a Dia y Tarte calentándose el uno al otro.

Había organizado una reunión con Maha porque recientemente me había informado que finalmente había obtenido un tesoro divino.

Si bien estaba realmente feliz de que hubiera logrado encontrar un arma poderosa, estaba más interesado en cualquier cosa que pudiera extraerse del estudio de un tesoro divino. Si lo analizaba, existía la posibilidad de que pudiera hacerlos yo mismo.