Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 13: El Asesino Realiza Cirugía

Hoy estábamos tomando un examen escrito en clase. Una vez que terminé con todos los problemas, me sumergí profundamente en mis pensamientos.

Habían pasado unos días desde que asesiné al asesino.

… No saqué mucha información de él. A través de la tortura, supe que la mente maestra era miembro de la facción noble. Le había informado de ese hallazgo tanto a mi padre como al director.

Fue un gran alivio que no fuera un miembro de la realeza quien le diera el golpe al héroe. La Casa Tuatha Dé era parte de la facción real y no podíamos permitirnos ningún conflicto interno. Sin embargo, si miras el panorama general, la mera existencia de tales células habla de luchas internas.

También supe por qué iban tras Epona. En cierto sentido, fue una razón muy respetable.

De todos modos, finalmente es el momento.

Esta noche me iba a realizar la cirugía de Tarte. Había tenido suficiente práctica y, convenientemente, teníamos unos días de vacaciones a partir del día siguiente.

Tarte iba a tener que usar parches en los ojos durante un par de días, por lo que realizar el procedimiento la noche anterior a las vacaciones era el mejor momento.

“Su tiempo se ha acabado. Ahora voy a recopilar sus hojas de respuestas”.

El profesor Dune recogió nuestros exámenes. Poco después, sonó la campana anunciando el final de la lección.

Dia y Tarte corrieron hacia mí, seguidos por una persona más que había adquirido el hábito de seguirnos últimamente.

“Lugh, esta vez lo hice muy bien en la prueba. Todo fue gracias a nuestro grupo de estudio”, dijo Epona.

Ella había entrado en esta clase significativamente por detrás de todos los demás desde el punto de vista del aprendizaje, por lo que tuve muchas oportunidades de enseñarle a estudiar. Nos reuníamos para las sesiones de estudio con frecuencia, pero debido a que tratar de establecer nuestro horario cada vez que nos reuníamos consumía mucho tiempo, decidimos establecer un horario regular para reunirnos como grupo.

Incluso Naoise y Finn se habían unido a nuestras reuniones.

“Tienes lo básico. Si sigues a este ritmo, dentro de medio año, no necesitarás nuestra ayuda en absoluto”, alabé.

“Voy a seguir trabajando duro. No puedo permitirme quedarme atrás”, declaró Epona.

“Ese es el espíritu”, dije.

Esto se está poniendo aterrador. ¿Qué tan rápido va a crecer?

Epona hizo una mueca como si quisiera decir algo, así que la insté a que lo escupiera.

“¿Por qué vas tan lejos por mí?” ella preguntó. “¿Es porque soy el héroe?” Su mirada estaba fija en el suelo.

Epona era pobre en las relaciones interpersonales. Aunque dependía de mí, su falta de confianza la hacía sentirse indigna. A su vez, eso hizo que ella se volviera desconfiada.

“Si dijera que eso no tiene nada que ver con eso, estaría mintiendo. Pero juro que esa no es la única razón. Ayudo porque disfruto pasar tiempo contigo. Soy un mal mentiroso. Me pongo de muy mal humor cuando estoy rodeado de gente que no me agrada”.

“Está bien, es bueno escuchar eso. Me preocupaba que no te gustara hacer cosas conmigo… ¡Algún día te pagaré todo lo que has hecho por mí!” Prometió Epona.

Había dicho falsedades similares muchas veces antes, pero ese engaño era necesario. Todo lo que hice fue encontrar los puntos débiles de Epona. Tuve que trabajar hacia un futuro en el que no tuviera que acabar con su vida.

“Tenemos que ir a la biblioteca, o cancelarán nuestros asientos reservados”, dijo Tarte, inquieta por la hora.

“Ah, tienes razón. La biblioteca es muy implacable. Si llegas tarde aunque sea un segundo, le darán tu silla a otra persona”, afirmó Dia.

“Eso es cierto”, respondí. “Pero si la biblioteca no funciona, siempre podemos ir a nuestro apartamento. Tenemos mucho espacio ahí”.

“”NO.””

Tarte y Dia rechazaron mi sugerencia al unísono.

¿Qué tiene de malo usar nuestro apartamento? Tarte mantuvo el lugar muy limpio. Tampoco había nada condenatorio que Epona pudiera encontrar. La naturaleza de mi trabajo significaba que poseía cosas que el héroe no debería ver, pero todas estaban bien escondidas.

“Ja, ja, ja, estás completamente bajo sus pulgares, Lugh. Pero vivir bajo las garras de hierro de Dia y Tarte suena bastante agradable. ¿Qué tal si me prestas una de ellos?” Bromeó Naoise.

“En tus sueños. Ambos son compañeras importantes para mí”, le respondí.

Después de esa declaración, los rostros de Dia y Tarte se sonrojaron, y Epona murmuró: “Eso es tan lindo”, con una mirada como la de un niño codiciando un juguete.

“De todos modos, sigamos. Realmente vamos a llegar tarde si no nos vamos ahora”, insté. Recogiendo mis cosas, me levanté para irme.

***

Ahora era la noche de nuestro primer día de vacaciones. Estaba frente a Tarte, que tenía un vendaje sobre uno de sus ojos.

Anoche, completé la implantación segura de un ojo Tuatha Dé. En unos momentos sabríamos el resultado de mis esfuerzos.

“Estoy nerviosa. Espero que Tarte todavía pueda ver con ese ojo”, admitió Dia.

“Ella respondió lo suficientemente bien a la cirugía, pero todavía hay una mínima posibilidad de que haya fallado. Yo también estoy ansioso”, respondí.

Ese otro asesino había sido una buena práctica. Solo había aceptado trabajar en Tarte porque estaba completamente seguro de mí mismo.

“Ah, Lord Lugh, Lady Dia, es casi la hora”. Tarte presionó su mano contra el parche sobre su ojo derecho.

“Me voy a quitar el vendaje, pero primero quiero decir algo. No se preocupe por mis sentimientos. Sé que estarás tentada a mentir y decir que puedes ver aunque no puedas”, le dije.

“… Tienes razón…”, concedió Tarte.

Ese era el tipo de persona que era Tarte.

“Al menos prométeme que no harás eso. Si algo se siente mal, podré hacer algo al respecto si me lo dices desde el principio. Cuanto más tiempo me lo ocultes, más difícil será corregir los errores. No te preocupes por lo trivial que pueda parecer.  Si hay algo  que se  sienta extraño,  dímelo, ¿de acuerdo?”

“Está bien, lo juro”, respondió Tarte.

El ojo izquierdo descubierto de Tarte me brilló intensamente. Podía ver mi reflejo en él. Suavemente, le quité los vendajes alrededor de su ojo derecho.

La cirugía había dejado su iris luciendo un poco más oscuro. Cuando Tuatha Dé se sometió al procedimiento, sus ojos se volvieron grises. En el caso de Tarte, sin embargo, la pigmentación simplemente bajó un poco.

Su ojo derecho estaba desenfocado porque había estado cubierto durante tanto tiempo.

“Todo parece tan borroso, mi señor.”

“Eso es porque tu ojo estuvo ligado durante todo un día. Mire esto”.

Usando maná, conjuré un poco de luz. Mientras Tarte lo miraba, su ojo comenzó a enfocarse.

“Puedo ver bien ahora”, dijo después de uno o dos minutos. “Está bien, sigue adelante. Ven aquí.”

Tomé a Tarte de la mano y la llevé hasta la ventana. Después de abrirlo, señalé una montaña distante.

“Primero, mira esa montaña con tu ojo izquierdo,” le dije. “Puedo verlo claramente”, respondió Tarte.

“Bien. Ahora, mire el gran árbol en la cima. ¿Cuántas ramas se extienden desde el tronco? ¿Puedes decirme qué tipo de animales hay en esas ramas?”

“No puedo ver eso. Ni siquiera puedo ver el árbol”.

Habría necesitado binoculares para detectar algo tan lejos. “Okay. Intenta hacer lo mismo con tu ojo derecho”.

“Vaya, realmente hay un gran árbol. Incluso puedo decir cuántas ramas hay. Es débil, pero no puedo creer que pueda ver algo tan lejos. Hay dieciséis ramas. ¡Dieciséis! Pero los animales pequeños en las ramas están borrosos y no puedo decir qué son”.

“Intenta verter maná en tus ojos con fortalecimiento físico. Tenga cuidado de no hacerlo demasiado rápido. Tómatelo bien y con calma”.

“Ah, puedo ver más ahora. Hay una ardilla y también tres pájaros que nunca había visto antes, y mmm… también hay un escarabajo de cuernos largos”.

Tarte pudo ver un insecto posado en una rama que estaba a kilómetros de distancia. Tal era el poder de los ojos de Tuatha Dé.

“Eso es más que suficiente. ¿Puedes ver algo más?” Yo pregunté.

“Después de fortalecer mi ojo con maná, ahora parece que hay perlas de luz brillantes a tu alrededor, Lady Dia, y alrededor de mí”, respondió Tarte.

“Lo que estás viendo es maná. Intente fortalecer un poco más tu ojo. Si haces eso, podrás ver el maná que habita en el mundo”.

“Ah, es hermoso. Este debe ser el maná de la atmósfera, el poder del mundo. Guau, es tan bonito. ¿Quién sabía que todo era tan hermoso? ¡Así es como mi señor ve las cosas!”

Con una expresión de éxtasis en su rostro, Tarte se dio la vuelta, su falda ondeando en el aire.

“No hay ningún problema con tu visión a larga distancia y tu capacidad para ver maná. Ahora para la prueba real. Lo comprobaré para probar su capacidad para ver objetos en movimiento. Tarte, acércate lo más que puedas a la pared” le ordené.

“¿Cómo esto?”

“Perfecto. Voy a lanzar una pelota y quiero que la atrapes. Por favor, vierte aún más maná en tu ojo. Hazlo mucho más fuerte”.

Saqué una de mis herramientas de asesinato. Parecía una esfera blanca, anodina, del tamaño de un puño. Después de garabatear algo en el pequeño orbe, lo sostuve en el aire.

Me fortalecí con maná. Tarte pudo ver eso, así que hizo lo mismo y vertió aún más maná en su ojo.

Después de confirmar su fortalecimiento físico, levanté la pelota por encima de mi cabeza y la lancé. Debido a que me había empoderado con maná, salió disparado de mis dedos a más de doscientos cuarenta kilómetros por hora.

Como era de esperar, Tarte lo atrapo.

Atrapar un objeto que viajaba tan rápido fue sin duda una hazaña impresionante, pero Tarte podía hacerlo incluso antes de la cirugía. Lo que quería confirmar era otra cosa.

“¡¿Vaya, vamos a celebrar?! Estoy tan feliz.”

“Bien, pasaste. Ahora tienes lo que siempre quise darte: un ojo que puede ver a altas velocidades”.

“¿Eh? Lugh, Tarte, ¿qué quieres decir con ‘celebrar’? ¡Nadie dijo nada sobre eso!” Dijo Dia, sus ojos yendo de un lado a otro entre nosotros.

“Escribí un mensaje en la pelota”, expliqué.

“Las palabras eran claras como el día para mí, a pesar de que estaban dando vueltas”, agregó Tarte.

“Esos ojos de Tuatha Dé son increíbles. No pude ver eso en absoluto”, admitió Dia.

No fue una sorpresa que Dia no pudiera leer la pelota. No solo se había movido a más de doscientos cuarenta kilómetros por hora, sino que también había girado más de cien veces por segundo. Leer un mensaje sobre algo en tal estado era imposible para ojos normales.

“Deberíamos ir a la capital real. Las cosas son caras allí, pero debería estar bien siempre y cuando no visitemos con demasiada frecuencia”, dije.

La capital real estaba a dos horas en carruaje de la academia. Los precios eran extremadamente altos, pero la ciudad estaba llena de productos de la más alta  calidad que puedas  imaginar, y no había mejor lugar para experimentar el lujo.

“Si, tienes razón. Lo haremos una celebración por el éxito de la cirugía de Tarte. ¡Deberíamos divertirnos!” Dijo Dia.

“Espero esta oportunidad de estudiar muchos alimentos diferentes”, comentó Tarte.

Hubiera sido bueno si Tarte pudiera simplemente olvidarse de todo y divertirse un poco por una vez, pero me gustó su lado serio.

“Lord Lugh, el procedimiento exitoso en mi ojo derecho significa que usted también me operará el ojo izquierdo, ¿verdad?” preguntó Tarte.

“Sí, pero para tener cuidado, vamos a esperar unos días. De todos modos volveremos a la escuela mañana. Deberíamos hacerlo la noche anterior a nuestro próximo descanso. Mientras tanto, quiero que te pongas esto”. Le entregué a Tarte algo que había estado guardando para este momento.

“Es tan pequeño y claro. ¿Qué es?” preguntó ella.

“Es una lente de contacto. Si lo usas en su ojo izquierdo, aparecerá del mismo color que el derecho. Todos se sorprenderían si uno de tus ojos cambiara de color de repente”, expliqué.

“Oh, es cierto. Me aseguraré de ponérmelo”, acordó Tarte.

“El entrenamiento de mañana probablemente será duro, pero haz tu mejor esfuerzo para superarlo. Una vez que te acostumbres a tus nuevos ojos, crecerás mucho más fuerte de lo que nunca antes”, dije.

“¡Entonces podré apoyarte mejor que nunca!” Tarte concluyó alegremente.

“También podrás hacer un mejor uso de la magia del viento que he hecho para ti… Necesito algún tipo de arma secreta propia. Ustedes dos me van a dejar en el polvo”, observó Dia.

Acababa de quitarle las vendas de los ojos a Tarte, así que tuve que tomármelo con calma hoy. Venga mañana, sin embargo, planeé someterla a un entrenamiento de combate que la obligaría a adaptarse a su ojo Tuatha Dé. Toda esa información sensorial adicional supondría una carga para su cerebro. Se requirió tiempo y práctica para que ella se acostumbrara.

“No te preocupes por tratar de no gastar demasiado dinero en la capital. He preparado un presupuesto especial para este viaje”, dije.

“Ooooh, entonces consigamos un poco de alcohol realmente caro”, sugirió Dia con entusiasmo.

“Pediré un poco de carne de una vaca que fue criada específicamente para comer. He escuchado rumores sobre ese tipo de ganado y he querido probar algunos al menos una vez en mi vida. Escuché que la carne de esas vacas es significativamente más suave y sabrosa que la de las que trabajan en el campo”, agregó Tarte.

Ambas sabían que reprimirse cuando les había pedido que no lo hicieran parecería grosero. Parecía que íbamos a pasar un día divertido.

Tenía que asegurarme de que no nos hubieran seguido. El hijo de un humilde barón que se da el gusto en restaurantes de clase alta en la capital real podría iniciar algunos rumores desagradables. Decidí llevar a las chicas a un buen restaurante que ofrecía habitaciones aisladas para proteger la privacidad de los clientes.

“Cambiemos todos antes de irnos. Iremos a un lugar elegante, así que tenemos que vestir a la ocasión”, dije.

“Usaré el vestido que me compraste en Milteu, mi señor”, respondió Tarte. “Oh, sí, tengo un vestido que te cautivará, Lugh”, respondió Dia.

Estoy deseando ver sus vestidos. Supongo que yo también debería cambiarme.