Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 10: El Asesino Gana La Confianza Del Héroe

Después de evitar el primer ataque de Epona, miré al profesor. Efectivamente, eso no fue suficiente para que él acabara el encuentro.

Esta batalla simulada solo terminaría cuando se conectara un golpe. Evidentemente, mi cuchillo golpeando el brazo de Epona no era suficiente. Las cosas se habrían completado sin dolor si eso hubiera contado.

“¡Aquí voy!”

Epona cargó contra mí con su siguiente ataque, su rostro enrojecido por la emoción. Parecía estar disfrutando de esta pelea. Me sorprendió. No pensé que tuviera ese tipo de personalidad.

La mayor arma de Epona era su ridícula fuerza física. Eso por sí solo superó todas las habilidades que había estado desarrollando durante años.

Sin embargo, no estaba exento de debilidad. Sus movimientos preparatorios para cada ataque eran exagerados y obvios, por lo que era muy fácil saber hacia dónde apuntaba. Tampoco estaba capacitado para mover su cuerpo, por lo que le tomó un poco pasar de un ataque al siguiente.

En pocas palabras, sus ataques eran demasiado básicos.

Cuanto más hábil era un luchador, más se daba cuenta de que las peleas no siempre salían como esperaba. Por esa razón, tenías que ser capaz de leer los movimientos de tu oponente, usar fintas y ajustar tu movimiento a lo largo de la pelea.

Epona no hizo nada de eso. El cierre en todo lo que hizo fue excesiva, y cada uno de sus movimientos traicionó su intención.

Esquivé un segundo y tercer ataque, acostumbrándome cada vez más a su patrón. Ver la velocidad y los malos hábitos del héroe fueron increíblemente valioso y comencé a notar algunos puntos débiles.

La capacidad física del héroe desafiaba todas las normas y su capacidad para ver objetos en movimiento también era sobrehumana. Pero en este último punto, mis ojos de Tuatha Dé eran aún mejores. Ese fue un descubrimiento importante. Desafortunadamente, tal información sería completamente inútil si no podía sobrevivir a nuestro combate de entrenamiento.

“¡Esto es increíble! ¿Por qué no puedo golpearte? ¡Eres más lento que yo!” Exclamó Epona.

Sentí que mi cabeza se iba a partir. Mi cerebro estaba llorando por el uso excesivo. Solo había podido evadirme por lo mucho que me estaba esforzando. No iba a poder mantener esto por mucho más tiempo.

Cada vez que esquivaba un ataque letal, comenzaba a sudar y sentía que mi vida se acortaba.

El agotamiento estaba comenzando. El Rapid Recovery restauró mi resistencia y maná, pero su efecto no reponía la energía mental o la concentración.

Aun así, luché por mantener la compostura. Las decisiones apresuradas no iban a mejorar la situación. Solo le proporcionarían a Epona una ventana para atacar.

“¿Qué estás haciendo? Tienes que atacar, Lugh. Si no es así, ¡¿cómo podríamos siquiera llamar a este entrenamiento?!”

Yo sé eso. Pero en el momento en que dedico algo de mi energía a la ofensiva, mi evasión se deslizará. Si incluso un solo golpe conectaba, podría significar una lesión grave para mí, independientemente de cómo me defendiera. Mi única opción era no recibir ningún golpe.

Solo tengo que durar un poco más. Mis ojos se estaban adaptando y había memorizado el ritmo, los hábitos y el patrón de ataque de Epona.

Epona se estaba irritando. Cada uno de sus ataques se volvía más agresivo.

“¿Por qué… no puedo… yo… golpearte…?”

Su frustración estaba haciendo que intentara moverse aún más rápido y forzar más poder en sus ataques. Como resultado, sus movimientos se estaban volviendo más monótonos.

Ahora que había empujado a Epona a tal punto, estaba recurriendo a su ataque más efectivo. Era el mismo que había usado para derrotar al comandante de la Real Orden: un simple paso adelante y un gancho.

En lugar de leer su movimiento preparatorio como lo había estado haciendo, hice mi movimiento tan pronto como Epona entró en su movimiento de ataque.

Vi venir este golpe. En realidad, esa no es la forma más precisa de decirlo. Obligué a Epona a esta acción. Comprender los hábitos y el ritmo de tu oponente te permitió guiar sus acciones.

Si no hubiera pasado tanto tiempo esquivando al héroe y leyendo sus movimientos, nunca hubiera podido crear el tiempo necesario para un contador. Que este tipo de estrategia pudiera vencer a Epona era su mayor debilidad.

… Si usaras esta misma táctica contra un oponente de habilidad decente, simplemente habrían cambiado a un patrón diferente. Epona no tenía la experiencia ni la sensatez para hacer eso. A pesar de que me moví antes de que él siquiera comenzara su ataque, se abalanzó imprudentemente hacia mí, balanceando su puño hacia arriba.

Apenas logré permanecer fuera del alcance de su puño, esperé a que su brazo se extendiera y luego respondí. Al comienzo del combate, solo pude hacer que Epona golpeara uno de mis cuchillos, pero esta vez, le apunté con mi arma.

La hoja hizo un sonido sordo al romperse, e inmediatamente fui expulsado del ring por la presión del aire del ataque de Epona.

Incapaz de inclinarme para un aterrizaje elegante, golpeé el suelo varias veces antes de detenerme.

… Supongo que esto es lo que sucederá si trato de golpear al héroe de frente. Salí disparado del ring a pesar de ser el que dio el golpe. Fue absurdo.

“¡Lugh gana!”

El profesor había observado de cerca y notó que había anotado un golpe válido antes de volar, por lo que me otorgó la victoria.

“¡Lord Lugh, eso fue increíble!” Tarte elogió.

“¡Vaya, no puedo creer que pudieras derrotar al héroe!” Dia estuvo de acuerdo.

“Yo ya pensaba muy bien de él, pero ni siquiera yo esperaba esto. Finn,

¿sientes que podrías hacer lo que él acaba de hacer?” Preguntó Naoise.

“No seas ridículo. No tendría confianza en mi capacidad para esquivar los ataques de Epona, y mucho menos conseguir un contraataque… Lugh Tuatha Dé tiene una visión increíble y la capacidad de leer a su oponente. Odio admitir esto, pero no tendría ninguna posibilidad de vencer al héroe, y tampoco creo que pueda vencer a Lugh. ¿Y tú, Naoise?”

“Estoy de acuerdo. Por eso lo quiero. Contigo y él a mi lado, podría lograr cualquier cosa”.

Mis compañeros de clase estaban charlando con entusiasmo sobre mi triunfo.

… De alguna manera me las arreglé para ganar mientras ocultaba exactamente lo que había permitido mi victoria. Mis ojos de Tuatha Dé mejoraron mi capacidad para ver objetos en movimiento, pero eso no era algo que un observador pudiera haber notado a distancia.

Traté de levantarme y fallé.

Mi respiración era irregular y mis piernas temblaban. El sudor me había empapado. La pelea me había quitado más de lo que esperaba. Sin embargo, estaba más agotado mentalmente que físicamente.

Solo pensar en lo que hubiera pasado si esa hubiera sido una batalla real era horrible.

Estaba completamente agotado, y el golpe que me ganó el encuentro terminó por romper un hueso en mi brazo. Todo lo que Epona tuvo que mostrar fue un leve hematoma en la frente. Habría muerto si me hubiera rozado con un solo puño, pero mi contraataque apenas lo dañó. Fue exasperante.

¿Tengo que matarlo?

Epona se acercó a mí y me tendió la mano. Lo agarré y él me levantó.

“Me alegro de haberte conocido, Lugh. Quiero pelear contigo de nuevo”, dijo Epona.

Con esas palabras, creció mi temor de que disfrutara peleando. El interés en pelear explicaba por qué Epona había dicho algo tan vagamente peligroso como: “Parece que no te lastimarás”.

“Estoy sorprendido. No te tomé por el tipo que disfruta del combate”, respondí.

“No es que me guste. Tengo que hacerme más fuerte porque soy el héroe y porque se lo prometí a Mireille. Necesito entrenar tanto como pueda para cumplir esa promesa, pero todos los que lucho salen lastimados. Quiero ser más fuerte, pero no puedo”.

No había muchas personas que pudieran enfrentarse cara a cara con Epona y sobrevivir, incluso si solo fuera un encuentro de práctica.

“He estado ansioso por no ser lo suficientemente fuerte para derrotar a los demonios. Pero como puedo confiar en que no te lastimarás, Lugh, puedo entrenar adecuadamente. Ni siquiera tendré que  contenerme cuando practiquemos. Finalmente puedo volverme más fuerte. Entonces, ¿puedes entrenar conmigo otra vez? ¡Eres todo lo que tengo, Lugh!”

Los movimientos de Epona probablemente eran tan poco hábiles porque nunca había podido entrenar correctamente. Había muchas cosas que solo podías aprender a través de la experiencia de batalla real, pero Epona nunca había tenido a nadie capaz de mostrarle el camino.

Evidentemente, no tenía ningún amor particular por la violencia, pero se sentía obligado a mejorar porque él era el héroe. También había mencionado un voto a una persona llamada Mireille. Si aceptaba la solicitud de Epona, me convertiría en una presencia insustituible en su vida y desarrollaríamos un vínculo profundo.

Desafortunadamente, también significó arriesgar mi vida. Si hacía este tipo de cosas repetidamente, mi cuerpo no iba a durar. Sin embargo, ¿qué otra opción tenía?

“Estaría encantado. También tengo mucho que puedo ganar”.

No había duda de que yo también me haría más fuerte a través de estas batallas que amenazaban mi vida.

Podría estudiar al héroe de cerca, me haría más fuerte y ganaría su confianza en el proceso. Valía la pena arriesgar mi vida por tales bendiciones.

“¡Está bien, entonces le pediré al profesor que te convierta en mi oponente para todos mis simulacros de batallas!” Declaró Epona.

“Ja, ja, ja, eso sería un honor. Pero sería injusto acaparar todas las oportunidades para luchar contra el héroe para mí. Todos ustedes también quieren intentar luchar contra Epona, ¿verdad?”

Miré a mis compañeros de clase en busca de ayuda, pero todos rápidamente se dieron la vuelta. Eso incluía a Tarte y Dia. Todos entendieron que incluso pelear con Epona era una lucha de vida o muerte.

“Parece que nadie tiene problemas con eso. ¡No perderé la próxima vez!” Epona dijo alegremente.

Y así, iba a estar luchando por sobrevivir todos los días. Necesitaba prepararme mentalmente para la probabilidad de sufrir una lesión grave. Tendría que tener mucho cuidado para evitar daños permanentes.

***

Más tarde ese día, después de que terminaron las clases, Epona me rogó que lo ayudara con todas las cosas que no entendía. Después de eso, dirigí el entrenamiento de Dia y Tarte y finalmente regresé al apartamento.

Mientras enseñaba a Epona, tuve la sensación de que se relajaba cada vez más a mí alrededor. Aceptar su solicitud definitivamente había sido la decisión correcta.

Después de regresar a mi habitación, envié una solicitud para investigar a la persona a la que el héroe se refería como Mireille. Mi instinto de asesino me decía que eran la mayor debilidad del héroe. Después de eso, hice que Tarte se desvistiera, verifiqué el estado de su cuerpo y luego decidí su futuro régimen de entrenamiento.

Llamaron a la puerta.

Miré a Tarte y se vistió apresuradamente y abrió la puerta. Era un chico de cabello rubio.

“Buenas noches, Lugh. Estuviste maravilloso hoy. Te traje un bocadillo para agradecerte por hacer una actuación tan deslumbrante”.

“Naoise. Estoy agotado, ¿te importaría irte? ”

“Ah-ha-ha-ha, vamos, no es necesario que me trates así. Vengo con algo más que este pequeño obsequio. Tengo la información que ha estado buscando”.

“¿Se trata de Epona?”

“Así es. Ella tiene un secreto”.

“… Dijiste ‘ella’. Entonces Epona es una chica”.

Se había informado que Epona era un niño y también había ingresado a la academia con ese disfraz.

“Suenas como si hubieras estado sospechando tanto por un tiempo”, dedujo Naoise.

“La ropa de Epona lo disfraza, pero su estructura esquelética es femenina. Tus interacciones con ella también lo delataron. He estado tratando de acercarme a Epona como un amigo e igual, pero te has estado acercando a Epona románticamente”, le dije.

“Ja, ja, ja, así que lo notaste. El amor sería la forma más fácil de agradarle. Todo lo que tienes que hacer con chicas como ella es mostrar un poco de amabilidad y se enamorarán de ti al instante”.

Tarte miró a Naoise después de que dijo eso. Tenía un corazón puro y no le gustaba escuchar ese tipo de cosas.

“Tarta, cariño, no me mires así. No solo estoy jugando con ella. Cualquier forma en que pueda ganarme al héroe me acercará más a mi objetivo. Si formamos una verdadera relación romántica, me quedaré con ella hasta el final y la amaré con todo mi corazón. Lo digo en serio, incluso si tengo un motivo oculto”, aseguró Naoise.

“¿En serio?” Tarte mantuvo sus dudas.

“¿Estoy en lo correcto al asumir que la razón por la que compartes esto conmigo es que tus avances han demostrado ser difíciles?” Sondeé.

“Eso es exactamente correcto. Parece que le has robado el corazón con tu actuación anterior… Mi plan aún estaría en marcha si pudiera demostrarle que también puedo luchar con seguridad contra ella. Desafortunadamente, no soy capaz de eso. No sé cómo pudiste lidiar con su velocidad”, admitió Naoise.

“Créame, no fue fácil”, respondí.

“En cualquier caso, eso me dificultará el romance, así que he decidido que debería acercarme a ella como su amigo. Esto significa que cuanto más cercana sea su relación con ella, mejor. Ahora, para el tema principal. En cuanto a por qué fue criada de niño… ”

Escuché atentamente la explicación de Naoise. Resultó ser en gran parte lo que esperaba. Había pocas razones para criar a una niña de origen noble como hombre.

“Gracias, Naoise. Creo que podré usar esto para acercarme aún más a ella”, dije.

“Me alegro de poder ser de ayuda. Está bien, me voy. Probablemente esto sea demasiado  atrevido de  mi parte,  pero te recomiendo que no te familiarices demasiado con ella”.

“Lo tendré en mente. A diferencia de ti, no planeo acercarme a Epona románticamente”.

Mantener cierta distancia fue probablemente la mejor decisión. No quería que el héroe se apegara demasiado.

Tarte se sintió visiblemente aliviada después de que le dije que no tenía la intención de cortejar a Epona. No querer entristecerla a ella o a Dia fue una de las razones por las que no me gustó la idea.

“Naoise, ¿puedo pedirte un favor? Tenemos mañana libre. Tengo algo de lo que debo ocuparme y no estaré en la academia. ¿Puedes ver Epona por mí?” Solicité.

“¿Quieres que la vigile? Seguro. No siento la menor necesidad de mantener esa promesa, pero lo haré… A cambio, ¿puedo tomar prestada Tarte por un día? Quiero llevarla a una cita”.

“Si esa es su condición para aceptar la solicitud, entonces no”, respondí sin dudarlo. Nunca usaría Tarte de esa manera.

“Eso es decepcionante. Supongamos que estaba bromeando. Por favor, no te enojes conmigo. Solo lo mencioné porque realmente me gusta Tarte. De acuerdo, me conformaré con que me debes una. Me voy.” Con eso, Naoise hizo ademán de irse.

“Gracias. Perdón por la imposición,” dije.

El hecho de que le pidiera a Naoise que viera Epona posiblemente había revelado más de lo que me hubiera gustado.

Bajo las órdenes de mi papá, estaba cooperando con la escuela para lidiar con un asesino que apuntaba por la vida de Epona. Esto fue posible porque el duque que conocía el secreto de la Casa Tuatha Dé  hizo ciertos preparativos para nosotros. La academia probablemente también le había contado a Naoise sobre las cosas.

“Lord Lugh, um, gracias por eso… habría ido si me lo hubieras dicho. Pero lo habría odiado, así que estoy muy feliz de que lo hayas rechazado por mí”, dijo Tarte con timidez.

“Por supuesto. Eres un miembro importante de nuestra familia, Tarte”.

“…! ¡Trabajaré aún más duro para usted de ahora en adelante, mi señor!”

Tarte me miró con fuego en los ojos. Me sentí un poco incómodo, así que aparté la mirada y cambié de tema.

“Por cierto, ¿dónde está Dia? No la he visto desde el entrenamiento”, mencioné.

“Dijo que tenía algo que quería consultar en la biblioteca. Después de la práctica, se cambió y se fue directo allí”.

“La biblioteca aquí es impresionante. Está bien, está bien. Se lo diré más tarde. Tengo una solicitud para ti, Tarte. ¿Puedes preparar un almuerzo en caja para nuestro día libre mañana? Estoy pensando en salir de picnic”.

“Ah, eso suena bien. Haré algo especial para nosotros”.

La salida inocua ayudaría a Tarte y Dia a desestresarse y al mismo tiempo me permitiría probar la nueva técnica mortal en la que había estado trabajando. También esperaba usar el picnic como método para atrapar al asesino tras de Epona.

El lugar de nuestra pequeña escapada era un lugar apartado a poca distancia de una carretera principal. Allí, podría hacer todo el ruido que quisiera sin ninguna atención no deseada.