Sevens NL

Volumen 7

Capítulo 88: Capital Enloquecida

Parte 1

La nieve se estaba derritiendo.

En este período en el que pronto llegaría la primavera, un gran número de personas se reunieron de todas partes a la capital real, Centralle.

En la plaza frente al palacio real, uno ni siquiera podría estimar cuántas decenas de miles de personas estaban allí.

Escondí mi rostro con una bata con capucha y miré a la mujer que estaba a mi lado.

La mujer que ocultaba su rostro de manera similar usando la capucha era la princesa Lianne. “¿Cuál es la razón por la que me invitaste aquí deliberadamente?”

Estar en la plaza también fue por invitación de la princesa Lianne.

“¿No crees que también es bueno ver este momento histórico junto al enemigo de mi familia? Bueno, sí tengo que expresar mis verdaderos sentimientos, es porque una sensación de camaradería contigo está floreciendo dentro de mí ahora que has decidido derrotar a esa mujer.”

Esta persona se regocijó cuando escuchó que decidí derrotar a Celes. Allí no se veía la figura de una hermosa princesa.

Honestamente hablando, la princesa Lianne, que lucía una sonrisa siniestra, parecía que se estaba volviendo loca.

“No es por venganza.”

“Si la derrotas, no cuestionaré tu razón.”

La puerta del palacio fue reconstruida y se hizo allí un balcón.

Las  banderas  que  colgaban  de  allí  pertenecían  a  la  familia  real,  mientras  que  la  otra pertenecía a la Casa Walt.

El anuncio de compromiso formal entre Celes y el príncipe heredero se llevaría a cabo después de esto.

La voz del Cuarto vino de la joya.

[A pesar de que solo tienen un hijo a la mano, la casan con otra familia. ¿Qué están pensando?]

El heredero de la Casa Walt era solo Celes.

Que Celes se casara con su alteza, la familia del príncipe heredero, solo sonaba como una broma de la que no se podía reír.

Pero, cuando miré a la población a mi alrededor… “¡CELES-SAMAAAAAA!”

“¡Aaa, quiero ver la figura de Celes-sama lo más pronto posible!”

“¡Dejé el pueblo por el bien de este día!”

… Había una parte de mí que pensaba que incluso la absurda popularidad de Celes no podía evitarse en este momento.

La princesa Lianne me habló.

“Parece que después de esto te dirigirás a Beim.”

“Sí, esa es mi intención. Allí reuniré fuerzas.”

“Voy a mirar hacia el futuro. ¿Necesitarás apoyo?”

“Sobre eso. Un día, si llego a necesitarlo, te visitaré para preguntar.”

En este momento un poco de apoyo fue una propuesta encantadora para mí.

Pero quería tener conexión con la princesa Lianne. En lugar de obligarse a apoyarme, por ahora debería priorizarse a sí misma.

“Un día, ¿verdad?”

“… Sí, cuando llegue ese momento te visitaré sin falta.”

“Esperaré sin poner muchas esperanzas en ello. También obtendré más poder hasta ese momento.”

Así es. Sería conveniente para mí que esta persona obtuviera poder. Mientras hablábamos, Celes y su alteza Rufus aparecieron en el balcón.

Los vítores de los alrededores hieren mis oídos.

La princesa Lianne vio a su alteza Rufus y contuvo las lágrimas. La voz del Tercero vino de la Joya.

[… Ese príncipe llamado Rufus, se parece al bastardo de mierda. Lyle, cuando derrotes a Bahnseim, dale un fuerte golpe por mí.]

No le guardaba rencor a su alteza Rufus, por lo que esa sugerencia fue rechazada. No podía apartar los ojos de mis padres detrás de Celes.

También aparecieron su majestad el rey y su alteza la reina. El sonido de las trompetas resonó y el populacho se quedó en silencio.

Todos esperaban con impaciencia las palabras de Celes.

Celes dejó atrás a su alteza el príncipe heredero y caminó hacia adelante. Ella extendió sus manos.

“¡Todos, ¿están bien~?!”

El populacho se calentó enormemente ante ese saludo tan alegre.

Incluso solo esto ya era imposible, pero estaban sucediendo demasiadas cosas imposibles que no sabía por dónde debería comenzar a señalarlas.

La población se calló cuando Celes hizo una señal con la mano.

Estaba observando con una mirada fría pensando que estaban realmente bien entrenados. “Estoy de un gran… mal humor.”

Celes comenzó a explicar la razón frente a la multitud que murmuraba.

“Cuando dije que me convertiría en la princesa heredera, aparecieron algunos quejosos. Dijeron que provocaría una guerra con el Reino Faunbeux. Aunque amo a Rufus, son realmente horribles.”

La población estaba de acuerdo.

“¡Así es! ¡Celes-sama no se equivoca!”

“¡Haz que se callen los tontos de Faunbeux!”

“¡No perdones a los nobles que la están desafiando, Celes-sama!” Celes estaba feliz con la reacción de la población y habló en voz alta.

“¡Gracias a todos! ¡Entonces aplastemos juntos a quienes son desafiantes!”

La gente alzó la voz en voz alta de acuerdo. Se sintió como si el aire fuera sacudido por su rugido.

“Puedo estar tranquila con todos en la capital. Entonces, como recompensa, administraré este país para todos ustedes. Me convertiré en la reina de todos.”

Nadie pudo detener a Celes.

Las personas que iban en su contra fueron eliminadas. También debe haber personas que la obedecen incluso si no estaban encantadas con Celes.

La mayoría estaba encantada y toda la capital se estaba volviendo loca.

Rufus se acercó a Celes y le dio el beso que era el juramento de su compromiso. La población les envió sus bendiciones al ver eso.

Al ver eso, la princesa Lianne estaba dejando escapar grandes gotas de lágrimas y parecía que se derrumbaría y caería de rodillas.

La agarré por los hombros y la ayudé a mantenerse de pie mientras miraba hacia el balcón. Celes anunció con una amplia sonrisa.

“Primero aplastaremos a los nobles rivales dentro del país. Y luego, marcharemos fuera del país.”

La población elogiaba a Celes.

Parecía que entre ellos también había gente en su sano juicio. Estaban haciendo una mueca de incomprensión en esta escena. Pero, gradualmente fueron absorbidos por la pasión de los alrededores, se sintieron encantados y comenzaron a elogiar a Celes en voz alta.

La princesa Lianne estaba derramando lágrimas a mi lado mientras murmuraba. “Rufus-sama. ¡Rufus-sama! ¿Por qué estás con esa mujer?”

Incluso sabiendo que no fue culpa de su alteza el príncipe heredero que se volviese loco, no podía culpar a la princesa Lianne.

El Cuarto estaba bastante asustado por esta escena. [… Será difícil asumir algo como esto.]

Celes levantó la voz frente a las decenas de miles de personas del público. “¡Ahora, los tiempos divertidos acaban de comenzar!”

Parecía que incluso el infierno que comenzaría después de esto era entretenimiento para Celes.

El Quinto murmuro.

[Me pregunto, en comparación con Agrissa, ¿cuál es más horrible?] La capital ya estaba completamente enloquecida.

El Sexto me habló.

[Lyle, no olvides este día. Es desde aquí. A partir de ahora, comienza la verdadera batalla entre Celes y tú.]

La lucha con Celes que arrastraría a otras personas, a otros países y a todo el continente. No tenía ninguna intención de perder.

“Celes, prepárate.”

El Séptimo miró a su hijo y nuera que parecían felices detrás de Celes y se lamentó. [Maizel, Claire… Nunca pensé que los vería a ustedes dos de esta manera.]

Cuando nos volviéramos a ver, mis padres también se convertirían en mis enemigos.

Abracé a la princesa Lianne, quien continuó llorando cerca de mí mientras miraba hacia el balcón con una mirada fría dentro de la entusiasta audiencia.

***

Lionel se miraba a sí mismo frente a un espejo. Ese día.

El día que Lyle luchó contra Celes. Lionel estaba mirando todo.

“Mi suerte también ha hecho un giro.”

Estaba encantado con Celes que abrumaba incluso a Lyle. Persiguió el carruaje de Celes, se adelantó y pidió enérgicamente una reunión.

Lionel se promovió a sí mismo desesperadamente y parecía que a Celes le caía bien. Ella le otorgó un puesto y estatus oficial.

“Me veo realmente imponente.”

Dentro de la habitación, Lionel se miraba muchas veces frente al espejo.

El nuevo atuendo extravagante era el uniforme que usaban los caballeros. Pero este uniforme era el que usaban los Guardias de Élite Especial y Celes lo reconocía especialmente incluso entre esos caballeros.

Guardias de Élite Especiales que fueron creados por el capricho de Celes. A Celes le gustó Lionel y obtuvo un gran éxito.

“Esto me conviene. Así es, esta es la posición que realmente vale la pena para mí.”

Debido a que era miembro de la guardia de élite formada por Celes, a Lionel se le concedió el rango de Barón.

Su puesto era capitán de la Guardia de Élite Especial. Sin embargo, todavía no tenía subordinados.

Aun así, se le concedió el derecho especial de ordenar varias órdenes de caballeros. Fue tratado de una manera realmente favorablemente.

“Te hice esperar, Aria. Te recogeré.”

Lionel se llevó el pañuelo que recibió de Aria a la nariz e inhaló profundamente. Luego salió de la habitación y se dirigió a donde estaba Aria…

Se sacaron muchos muebles de la mansión de la princesa Lianne.

La mansión sería abandonada después de esto, por lo que no podría evitarse.

Reuní a todas dentro de una habitación que había sido limpiada en su mayor parte para escuchar sus decisiones.

“Es  como  dije  antes.  No  podré  garantizar  su  seguridad  si  vienen  conmigo  de  aquí  en adelante.”

Todas me miraban. Shannon murmuró.

“Aunque dijiste que nos harías felices sin importar nada.” Ella se quejó así, pero la ignoré.

“Será una batalla contra Celes. Ese día, deberías haber comprendido profundamente su verdadera fuerza. No forzaré a nadie. Si quieren dejar el quipo, dividiré los activos del grupo los repartiré. Si quieren salir de la capital, les permitiré venir con nosotros hasta Beim.”

Cuando recorrí con la mirada el rostro de todas, Aria-san se rascó el cabello. “Vaya, eso es realmente egoísta. Sabes que fui alguien comprada por ti.”

“No importa. Si quieres irte, puedes hacerlo… Siendo honesto, deseo que todas se vayan. Será un infierno de aquí en adelante. No te pediré que vengan conmigo.”

Fue mi voluntad disolver el grupo.

De aquí en adelante, ni yo ni los antepasados pudimos imaginar lo que sucedería.

“Derrotaré a Celes. Para lograrlo, será necesario un gran esfuerzo. Alguien podría caer en el medio. Además, incluso si logramos derrotar a Celes, no pueden esperar ninguna recompensa.”

Si teníamos mala suerte, después de derrotar a Celes, existía la posibilidad de que nos convirtiéramos en personas buscadas.

Después de todo, yo era de la Casa Walt como Celes. Éramos hermanos que compartíamos la misma sangre. Miranda-san se encogió de hombros.

“Eso será preocupante. Quiero que prepares una recompensa adecuada. Veamos, como tu persona, por ejemplo.”

En respuesta a la declaración de Miranda-san, Sophia-san dijo. “Eso, eso es un poco…”

Su rostro se enrojeció y trató de detener a Miranda-san.

Pero yo…

“No me importa.”

De repente el interior de la habitación se quedó en silencio. Miranda-san estaba un poco sorprendida.

“Je, entonces hablas en serio.”

Me sentí un poco incómodo después de declarar eso. En primer lugar, no sabía qué debía hacer como recompensa… ¿Me estaba apresurando demasiado?

“… Escucharé la respuesta de todas.” El Sexto ahogaba su risa.

[Lyle, te avergonzaste un poco después de que terminaste de hablar. Estás nervioso en tu corazón, eh.]

Estaba esperando  su  respuesta.  Entonces,  inesperadamente,  fue Clara-san la primera en levantar la mano.

“Iré contigo.”

“¿¡Eh!?”

Aria-san fue la sorprendida.

“¿Por qué? Porque, dijiste que habías decidido tu respuesta…”

“Es molesto cómo estás tan sorprendida. Mi respuesta se ha decidido desde el principio.” Aria-san inclinó la cabeza con perplejidad.

“¿Cuál es tu razón para venir?”

Cuando le preguntaron la razón, era algo propio de Clara-san.

“Quiero escribir los hechos que veo con mis propios ojos y dejarlos para las generaciones posteriores. Para eso, iré junto con Lyle-san.”

Clara-san me estaba mirando, así que asentí. La siguiente que levantó la mano fue Eva-san.

“Sí, yo también voy. La razón es… desafortunadamente la misma que Clara, supongo.” Clara-san hizo una expresión hosca.

Eva-san continuó.

“Quiero convertir esta historia en un cuento. Por eso, Lyle, haré que apuntes al final feliz pase lo que pase. Esa es la condición para que yo siga adelante.”

Cuento… final feliz.