Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: ¿Solo Un Movimiento Inteligente?

Parte 2

Los hombres tuvieron una breve y brusca conversación que pasó por mi cabeza.

“¡Shinichi-kun, vuelve!”

No tiene sentido esconderse más: Minori-san salió con su arma en la mano. En el mismo momento, los hombres gritaron algo. Y un segundo después,

¡BAM! Todo el carruaje se sacudió.

“¡¿Eh?!” Desde mi lugar, no pude ver qué había sucedido exactamente, pero el yugo que sostenía el Cho ** bos, es decir, los pájaros grandes, se había soltado volando.

Me preguntaba qué pensaban que estaban haciendo, pero quedó claro un segundo después.

Una de las aves de gran tamaño vino directo hacia nosotros. “Uh…”

¿Por qué estaba pasando esto?

Todos los pájaros que tiraban de todos los carruajes en los que había montado habían sido dóciles y educados. Eran del tamaño de vacas o caballos, pero cuando pasabas suficiente tiempo alrededor de ellos, se volvían bastante entrañables, tal vez eran los cuerpos gordos y redondos.

Sin embargo, el que nos estaba haciendo ahora definitivamente no era entrañable. Claro, se parecía a cualquier otro animal, pero estaba haciendo espuma en el pico y emitía un sonido que podría describirse mejor como: “¡GYOOOO!” Siendo un pájaro, el blanco de sus ojos no era realmente visible, pero yo asumió que estaban inyectados en sangre.

Además de eso, pude ver ahora que no era solo su tamaño lo que amenazaba: el pico de este pájaro era el miedo mismo. Era tan grueso como mi muñeca y tan afilado como un pico. Si esa cosa te atravesó, serías afortunado de sobrevivir a la experiencia. Eran pájaros con la fuerza para tirar de un carruaje; ciertamente fueron capaces de asestar un golpe mortal a un ser humano.

Sin embargo, lo que más me sorprendió fue la cara del animal. Específicamente, un lugar justo entre sus ojos y un poco más arriba. Casi parecía que le estaba tocando un cuerno.

No. Eso no era un cuerno… “¡Marioneta…!”

Fue uno de los picos que Bahairam había desarrollado para controlar a los seres vivos. La última vez que vi uno había sido golpeado en un dragón, y este era mucho más pequeño, pero la forma y el efecto eran los mismos.

El pájaro estaba siendo controlado con magia de marionetas. Pero, ¿por qué se usaba la magia de Bahairamanian aquí?

BLAM.

Sonó un disparo. Provenía de la ametralladora de Minori-san.

El enorme pájaro disminuyó la velocidad y se lanzó hacia adelante. “¡¿Lo golpeaste?!”

Esa fue Minori-san para ti. Podía disparar incluso con la ametralladora de precisión relativamente baja. Por supuesto, era un gran objetivo que cargaba directamente hacia nosotros, lo que hizo que el disparo fuera relativamente fácil, pero aun así.

“Minori-san-”

Pero Minori-san solo agitó su mano en mi dirección, como si dijera: ¡Ve! Ella mantuvo sus ojos en el pájaro.

Con una sacudida, vi por qué. Sí, la bala había golpeado al pájaro. En realidad, se podía ver sangre goteando de la parte inferior de la pierna. Pero no mostró signos de dolor o miedo. De hecho, era más espeluznante y chirriante, como si dijera que ahora estaba enojado…

Luego cargó contra Minori-san.

Volvió a disparar, y esta vez el pájaro ni siquiera se detuvo.

Realmente no puedes subestimar la capacidad de un animal para sobrevivir. No conocía los detalles biológicos de esta ave, pero sí sabía que si estabas cazando grandes animales como ciervos u osos, querrías un rifle magnum de gran calibre. Una pistola de 9 mm simplemente no tenía el poder de frenado.

De hecho, existía la posibilidad de que las criaturas que se controlaban con una espiga de títeres no sintieran dolor. Las puntas en sí mismas parecían ser una especie de punto débil, pero entre la baja precisión de la ametralladora y el violento golpeteo de la cabeza del objetivo, sería difícil golpearlo directamente.

Con una exhalación aguda, Minori-san se lanzó a un lado, fuera del camino de la loca carga del pájaro. Rodó por el suelo, disparando su arma de nuevo, en modo automático, esta vez.

Brrapapapapapap!

Un rugido continuo, como una máquina trabajando duro, hizo eco. Debió haber disparado al menos una docena de disparos, y aunque algunos fallaron, varios se alojaron en el gran pájaro y enviaron plumas a volar. Y aun así el animal no se inmutó. De hecho-

“Minori-san, ¡cuidado!”

Minori-san inmediatamente rodó fuera del camino. Un segundo pájaro enorme se estrelló contra el lugar donde había estado hace apenas un segundo.

Ahora eran dos contra uno, contra un par de furiosos oponentes que no parecían sentir dolor. Opositores que podrían sacar a un humano de una pelea con un buen golpe.

Tal vez incluso Minori-san no pudo salir de este. Pero justo cuando estaba empezando a preocuparme realmente…

“¡Hey…!”

Escuché a Hikaru-san hacer un sonido. Miré en su dirección, para ver el carruaje tirado por pájaros retumbando. Cuando se combina con el poder de la magia títere, aparentemente solo se necesitaron dos pájaros para tirar del carruaje. O tal vez las dos aves que habían sido puestas en Minori- san siempre habían sido pensadas para este tipo de situación.

Hikaru-san dio un chasquido de su lengua y salió corriendo.

“¡Whoa, espera!” Casi parecía que tenía la intención de coger el carruaje a pie. Es cierto, con solo dos pájaros, su velocidad se vería algo reducida. Hikaru-san abandonó la escena del crimen a un ritmo que sugería que iba a atraparlos.

Esto estuvo mal. Sería malo perder el rastro de esos tipos, pero también sería malo si Hikaru-san quedara demasiado atrapado persiguiéndolos y lo capturaran.

“¿Shinichi-kun?!” Minori-san gritó, mirando a los dos pájaros masivos. “¡Voy a recuperar a Hikaru-san!”, Le grité.

No pensé que hubiera nada que él pudiera hacer solo. Minori-san, mientras tanto, estaba atrapada por sus antagonistas aviares. Ya sea que detuviera a Hikaru-san o ayudara a Minori-san, yo era el único actualmente capaz de hacer algo.

“¡Hey…!” Minori-san llamó, palideciendo, pero no tuve tiempo de esperar. Odiaba dejarla, pero salí corriendo tras Hikaru-san.

***

Tengo que admitir que definitivamente no esperaba que Hikaru-san se fuera corriendo después de ese carruaje.

¿Por qué no? Me imaginé que no le importaría si secuestraban a un extraño. Nos había dicho con tantas palabras que era perfectamente natural que otaku cometiera crímenes, y esperaba que lo hicieran, así que lo tomé por alguien frío e insensible.

Pero aparentemente él no iba a esperar y ver a esta chica ser arrastrada. Su búsqueda no me pareció un movimiento calculado.

“Pero… incluso… así que…” murmuré, mi respiración se convirtió en jadeos desiguales. “¡¿Qué tan lejos… van a… ir…?!”

El carruaje ya nos había llevado a las afueras de la ciudad, a la entrada misma del bosque. Tal vez los Patriotas querían perdernos en el bosque. Era cierto que donde quiera que fueran en la ciudad, era probable que

hubiera testigos, tal como nos habíamos topado con ellos cometiendo su crimen. Casi no había nadie para verlos en el bosque, y los árboles bloquearían la vista de cualquiera que mirara…

“Huff… puff…”

Finalmente perdí de vista el carruaje y me detuve en los bordes exteriores de la madera.

Patético. Y también, extremadamente desagradable. Hice un bonito, dramático, ¡tengo que hacer algo! salgo, y luego me quedo sin aliento y los pierdo de vista.

Me apoyé contra el tronco de un árbol cercano e intenté recuperar el aliento.

“¿Qué estás haciendo aquí?”

Varios pasos por delante de mí, estaba Hikaru-san, también respirando con dificultad, pero sin verse peor de lo que yo estaba. Su cara estaba sudorosa y parecía completamente molesto.

“Bueno, tú… simplemente saliste corriendo… Y estabas… en peligro… solo.”

Hikaru-san frunció el ceño mientras me miraba. Finalmente, suspiró brevemente y comenzó a caminar hacia el bosque. Lo seguí, diciendo: “¿No deberíamos… volver a Minori-san… y pedir ayuda…?”

“¿Y si se escapan mientras hacemos eso?” Hikaru-san prácticamente escupió.

“No puede ser fácil… conducir un carruaje por un bosque… ya sea que lo abandonen… o simplemente lo oculten… tendría que estar cerca de su base…”

Digamos que los dos logramos rastrear a los Patriotas hasta su base. ¿Qué íbamos a hacer entonces? Ninguno de nosotros tenía un arma. Conocía magia ofensiva simple, pero nada que probablemente me ayudara contra múltiples oponentes, especialmente cuando tenían un rehén.

“Puedes regresar si quieres. Continuaré”. La caminata de Hikaru-san se convirtió en una marcha.

Ahora que no podíamos verlos, no teníamos idea de dónde podría estar la Asamblea de los Patriotas en este bosque. Lo que significaba que no sabíamos cuándo podríamos ser atacados de repente…

“Hikaru-san,” dije. Estaba agarrando su falda sobre el follaje y, en general, le costaba mucho caminar.

“¿Si qué?”

“¿Por qué ibas tras ellos así?”

Para un tipo que siempre calculaba el riesgo, parecía una probabilidad bastante larga.

Hikaru-san dejó de caminar. La expresión en su rostro, que pude ver en el perfil, sugirió que había hecho una pregunta que no quería responder.

“Lo siento. Como no sabemos qué sucederá después… me disculpo ahora”.

“¿Eh…?” Eso definitivamente no era lo que esperaba que dijera.

“Hasta que vi ese secuestro con mis propios ojos… lo estaba tomando a la ligera”.

“¿Tomando qué demasiado a la ligera?”

“Los efectos que mis acciones tendrían en el mundo real”.

No dije nada de inmediato, pero en ese momento, tenía sentido para mí.

Casi todos tienen una impresión diferente de las cosas que saben intelectualmente en comparación con las cosas que han experimentado por sí mismos.

Por ejemplo, tenemos un miedo fundamental al hecho de que la gente muere, pero cuando vemos guerras o asesinatos en la televisión o en el periódico, sinceramente, no nos parecen tan reales. Pueden involucrar a personas muertas, pero en la medida en que no percibamos esas muertes con nuestros propios sentidos, la impresión que tenemos es similar a cuando un personaje muere en la ficción.

Tal vez escuchamos sobre alguien que no conocemos muriendo en un país lejano. Podemos simpatizar, pero no nos atormentan los sentimientos de culpa o impotencia. Entendemos que realmente no tiene nada que ver con nosotros, que de alguna manera, estamos totalmente separados de eso.

A veces, en línea o en la televisión, había visto imágenes de video de guerras, pero incluso cuando supe  que mostraban algo que sucedía actualmente en algún lugar del mundo, que personas reales realmente estaban muriendo, que la comprensión intelectual nunca me hizo querer dejar todo, correr fuera a una zona de guerra e intente ayudar. Tal vez donar a organizaciones benéficas para los menos afortunados, pero eso es todo.

Pero, ¿qué pasa si alguien que conoces está en una situación así? ¿O qué pasa si parece que alguien podría ser asesinado ante tus ojos?

De repente, no puedes mirar hacia otro lado; La sombría realidad se apodera de ti. No puedes fingir que no te afecta. No tienes que ser el secuestrado para saber qué estás involucrado.

Alguien está siendo secuestrado. Dependiendo de cómo resulten las cosas, incluso podría ser asesinada.

La idea había dejado a Hikaru-san incapaz de quedarse allí parada. No se trataba de números o de compra. Era simplemente emoción, y era la verdad. Que significa…

“¿Qué pasa con la sonrisa?” Preguntó Hikaru-san, mirándome perpleja. “Nada”, dije ambiguamente, sacudiendo la cabeza.

No tenía arma.

Era completamente posible que se estuviera poniendo en peligro. Y aun así, no había podido mirar para otro lado.

Tal vez esta persona, Hikaru-san, no estaba realmente podrida hasta la médula. De hecho, sentí una punzada de afecto por él, porque me había encontrado con muchas personas como él en línea.

Era un chuunibyou total: veía el mundo de manera inclinada, bastante cínico, pero aun así, en algún lugar de su corazón, había bondad real, una verdadera creencia en lo que era correcto.

El tipo de persona que fácilmente podía decirle a las personas con las que no se llevaba bien que “simplemente muriera”, pero que tampoco podía ignorar a las personas que acudían a él en busca de ayuda.

Tal vez, después de todo esto, resultó que realmente era un otaku. Del tipo que solo un país sumido en la paz como Japón podría haber producido: alguien igualmente susceptible a la naturaleza brutal de la realidad y al tipo de ideales imposiblemente hermosos que solo puedes encontrar en la ficción.

Hikaru-san se apartó de mí con irritación. Y luego, sin decir una palabra, comenzamos a avanzar nuevamente.

La cuestión era que no sabía si realmente íbamos en la dirección correcta, y sospechaba que Hikaru-san tampoco. Seguimos lo que parecían ser huellas de ruedas desde un carro, o fuimos a donde parecía que había suficiente espacio para que un carro pasara.

“¿Dónde están?” Murmuré en un esfuerzo por ocultar mi inquietud.

No era probable que este secuestro fuera un acto impulsivo. Los secuestradores probablemente tenían su ruta de escape preparada antes de tiempo. Sabrían la geografía del bosque.

Lo que significaba que casi con seguridad podrían atravesar el bosque y salir de nuevo mucho más rápido que un par de niños que luchaban sin rumbo entre los árboles.

Dependiendo con cuánto tiempo de anticipación habían planeado esto, incluso podrían haber cortado algunos árboles para hacer un camino que su carruaje pudiera usar.

Teníamos que encontrarlos, y pronto.

Espera… ¿Estaba seguro de que no sería mejor unirme a Minori-san nuevamente?

Hikaru-san no dijo nada, pero parecía que estaba empezando a sudar al haber perdido el rastro de los muchachos de la Asamblea de los Patriotas. Aun así, caminó con bastante autoridad. Sintiéndome nada cómodo, lo seguí.

“Espera, ¿no es esto—?” Luego se detuvo. “¿Huh?”

Mi pie se tropezó… pero no encontré el suelo.

¿Sin suelo?

……………¡¿Acantilado?!

“¡De ninguna manera!” Retrocedí lo más rápido que pude, pero Hikaru-san, que había estado medio paso delante de mí, me agarró la mano. Justo cuando me inclinaba, con la esperanza de agarrar su hombro para detenerlo…

“¡Ay!”

“¡Whoaaaa!”

No había escapatoria de la gravedad. Hikaru-san y yo fuimos cayendo.

¡Ahh! ¡Caímos!

Mientras instintivamente cerré los ojos, una oleada de pensamientos pasó por mi mente. La chica que no pudimos salvar. Minori-san, peleando con el enorme pájaro. Myusel y los demás, de vuelta en la mansión. Ese último episodio de anime. ¡Cómo mi corta vida estaba llegando a su fin, y nunca había llegado a abandonar mi virginidad…!

Bien, entonces no estoy orgulloso de todos esos arrepentimientos. Hikaru- san y yo seguimos cayendo.

¡Ruido sordo! El impacto me sacudió desde mi trasero hasta mi cerebro.

Aparentemente no habíamos caído tan lejos. Afortunadamente, quiero decir en serio, por pura y tonta suerte, me había sentado. Sentí que había recibido una fuerte patada en la espalda, pero si me hubiera inclinado un poco más cuando caí, ¿quién sabía qué podría haber pasado?

“Eeyow”, gemí, frotando mi trasero dolorido. Entonces mis ojos se abrieron de golpe. “¡¿Espera, que?!”

Hikaru-san estaba sentada a mi lado, luciendo igualmente sorprendida. “¿Eh…?”

Miré hacia abajo y, al registrar lo que había aterrizado, mis ojos se abrieron más y más.

Debajo de mí había algo cubierto de plumas.

Pude ver una cuerda conectada a un cuello grueso y una cabeza redonda. Además, había algo sobresaliendo de su cabeza…

¿Estaba, por casualidad, sentado encima de un pájaro gigante? ¿Uno con un pico clavado en la frente, nada menos?

¿Y eso no significaría…?

Presionado por un sentimiento no invitado de que las cosas no iban a nada bien, me di la vuelta.

“Hey…”

Detrás de mí vi a varios hombres muy sorprendidos y una joven secuestrada mirándome desde el interior de un carruaje.

¡Bien! ¡Es un mundo pequeño después de todo!

Aparentemente, cuando Hikaru-san y yo caímos sobre ese acantilado, tuvimos la suerte de caer sobre los muchachos de la Asamblea de los Patriotas, o mejor, sobre las aves que tiraban de su carruaje.

Espera… ¿Suerte?