Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 2

Extra 1: Solo Un Sorbo

“¿Qué es esto?”

De madrugada. Foll inclinó la cabeza hacia un lado mientras miraba una botella que había quedado en la cocina. Nephy probablemente lo había puesto allí. Foll había estado ayudando a Nephy en la cocina todos los días, pero ella nunca lo había notado hasta ahora. Y al abrirla para echarle un vistazo, un aroma dulce pero agudo llegó hasta su nariz.

“… Huele bien. ¿Una bebida?”

Un trago sonó de su garganta. La joven Foll no lo sabía, pero era un licor fuerte que podía dejar a una persona normal inconsciente con solo un vaso.

“Un sorbo debería estar bien…” Foll giró la cabeza y miró a su alrededor, y después de confirmar que no había nadie alrededor, trató de verter un poco en un vaso. El líquido dorado se parecía a la miel, haciéndolo parecer incluso dulce a los ojos.

“¿Qué es esto…? Es increíble…” Foll sacó la lengua y lamió algo del líquido, encontrándolo como una bebida inesperadamente estimulante. El área desde su garganta hasta su pecho se calentó, y se sintió como si todo su cuerpo estuviera estimulado. Y así, el vaso quedó vacío.

“Wow…” Soltó sin querer soltar un grito de asombro. Su visión temblaba y giraba alrededor. Sin embargo, extrañamente no fue una sensación desagradable. Al contrario, fue tan agradable que sintió que se echaría a reír en cualquier momento.

“Parece que algo… a mi padre le gustaría”. De repente, Foll se entristeció cuando involuntariamente pronunció esas palabras. Su padre ya no estaba cerca. Ella se convirtió en hechicera para vengarlo, pero incluso eso no fue suficiente para enterrar la tristeza que sentía. Mientras reflexionaba sobre tales pensamientos, Foll dejó el vaso y salió de la cocina. Y el lugar al que se dirigía naturalmente… era la sala del trono donde el señor del castillo, Zagan, pasaba la mayor parte de su tiempo.

“… ¿Hm? ¿Qué necesitas a esta hora, Foll?”

“No puedo dormir”.

No pudo decir que se sintió sola y se acercó. Zagan dejó escapar un pequeño vistazo al escuchar su respuesta, pero no la rechazó. Y cuando Foll se desplomó frente al trono, se apoyó en el regazo de Zagan.

“Oye, este olor… no puede ser… ¿Bebiste algo de licor?”

“¿Licor? Acabo de tomar un poco de jugo en la cocina”.

“¿Jugo, dices…? Haaah… Eso fue un buen licor, ¿sabes?” Zagan cepilló suavemente la cabeza de Foll cuando dijo eso, a pesar de su tono bastante melancólico. Y encontrando su mano agradable, los ojos de Foll naturalmente se cerraron.

“… Criar a una hija es bastante trabajo, ¿no?” Foll sintió que lo escuchó decir algo así, pero ya se había alejado a la tierra de los sueños.