Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 9

Capitulo 2: Festival de Fundación

Parte 3

Los dos nos guiaron al interior del edificio.

“Dentro de este estuche está la primera poción curativa que Rimuru-sama creó. Es una extracción completa de hierbas hipokute con todas las impurezas eliminadas. Cuenta con un 99 % de pureza, y aunque no está al nivel de un Elixir de Renacimiento, sus cualidades curativas son equivalentes a una poción completa”.

Escuché a Vester hablar mientras avanzábamos. Entonces me di cuenta de que habíamos cometido un error. Vester estaba ofreciendo una guía válida y completa, sí, pero para aquellos sin conocimientos científicos, debe haber sido increíblemente aburrido. Ya podía ver a algunas personas mirando al techo.

Eso, y habíamos programado todo mal. Si realizáramos la demostración técnica por la mañana, todos estarían despiertos, renovados y tal vez más abiertos a esta visita guiada.

No pensé que tuviéramos tanta desconexión de todos modos. Pero gracias a la emoción de ese concierto matutino, todo este desorden científico debe parecer una decepción. Además, piénsalo.

Estábamos entreteniendo a gente de cortes reales y mansiones nobles. Puede que se preocupen por las cosas que producimos, pero con la mayoría de ellos, no podría importarles menos cómo se hicieron.

Vester debe haber captado esto. Y se rio un poco.

“Ah, pero veo que los estoy empantanando a todos con detalles innecesarios. Entonces, dirijamos nuestra atención a otra parte y organicemos un experimento científico”.

Intercambió una mirada con Gabiru, quien asintió en respuesta.

“En este experimento, mostraremos qué tan lejos puede llegar una poción curativa, tanto como podamos. Diluir esta poción completa al 20 % crea una poción superior, que se usa para tratar lesiones graves. Diluya esto más y creará veinte dosis de pociones simples. Eso debería mostrarte cuán efectiva puede ser una poción completa”.

Gabiru alineó las botellas de las tres pociones en una mesa. “Si alguno de nosotros está lidiando con una lesión”, dijo, “podríamos probar la efectividad de cada poción, pero sería bárbaro lastimarnos por el bien de la experimentación. Por lo tanto, se nos ha ocurrido un experimento bastante interesante”.

Mientras hablaba, Vester trajo una espada rota.

“Entonces, ¿una poción arreglará esta espada?” preguntó Gabiru. “¿Alguno de ustedes tiene la respuesta a esa pregunta?”

“¡Basura! ¡Las hierbas Hipokute solo funcionan en seres vivos!”

La respuesta a gritos vino de un hombre vestido con atuendo de mago—quizás el hechicero de la corte de un reino u otro.

Descartó totalmente la idea, y parecía que tenía la inteligencia para respaldar esa respuesta.

Gabiru se rio y asintió. “Sí, por supuesto. Por lo menos, no hay forma de que una Poción Superior o Simple pueda ser efectiva con una espada”.

Eso era obvio. No había mucha necesidad de realizar un experimento. ¿A qué se referían Gabiru—y Vester, para el caso—con esta pregunta?

“Entonces la pregunta es, ¿hasta qué punto se aplica esa regla? ¿Qué piensan todos ustedes?”

Más protestas de la multitud. Debieron haber pensado que Gabiru y Vester los estaban tratando como idiotas. Las cosas incluso se estaban poniendo un poco estridentes—sé que esto no era lo que esperaban, pero caramba, cállense.

Pero, hasta dónde podrías aplicar pociones curativas, ¿eh? Bueno, funcionaban con personas, por supuesto, así como con animales, plantas y monstruos. Entonces, ¿dónde está el umbral, el límite entre lo efectivo y lo ineficaz? Esto era realmente fascinante. ¿Estar ‘vivo’ o no es lo principal? Probablemente no. Era la presencia de una conciencia lo que probablemente marcaba la diferencia.

Reporte. Las plantas también tienen conciencia. Una conciencia tiene sus raíces en el alma, una colección de partículas espirituales que forman magículas. Se cree que su presencia, o falta de ella, es la diferencia.

Cierto. Las plantas tienen voluntad—tal vez no sean completamente sensibles, pero tienen el deseo de seguir viviendo. Pero las espadas no tienen ‘alma’ y, por lo tanto, no tienen voluntad. Son solo cosas, así que obviamente…… Pero espera. Acabo de recordar algo. ¿No dijo Kaijin que las espadas tienen voluntad propia? ¡¿Me están tomando el pelo…?!

“Je-je-je… Me gustaría saberlo también. Y el deseo de saber proporciona la entrada a nuevos descubrimientos”.

“En efecto. Y créame, le ordené que no realizara este ridículo experimento al principio. Lo llamé tonto en mi mente. Pero yo era el único tonto en la habitación. Estaba tan sujeto a las leyes del sentido común, que olvidé mis impulsos originales como investigador”.

Vester sonrió cálidamente mientras rociaba un poco de poción completa sobre la espada rota. Y entonces—solo fue un poco, pero lo suficiente para que todos pudieran ver—la espada reaccionó.

“““¡¿…?!”””

“Y aquí está la respuesta. Si bien no reconstruye completamente la espada, estamos viendo claramente los primeros signos de reparación aquí”.

“R-Ridículo…”

“No puedo creerlo. ¿La poción curativa podría usarse para esto…?”

El grupo de invitados no pudo ocultar su asombro. Pude ver por qué. Volaba en contra del sentido común; te costaría mucho no sorprenderte—y eso me incluía a mí. No tenía idea de que estaban llevando a cabo estos experimentos, ni siquiera yo podía anticipar los resultados. No me dieron ningún informe sobre esto, lo que se sumó a la conmoción.

“Por supuesto, solo verás estos efectos en las armas y armaduras que maduraron más allá de cierto nivel. El arma debe estar hecha de Acero Mágico, como mínimo—y no dará una reacción a menos que su propietario la haya usado regularmente”.

¡Ah! Así que no tendría ningún efecto a menos que la espada tuviera una voluntad inculcada.

“… ¿Por qué…” Le preguntó Gazel a Gabiru en su voz baja y resonante, “… querrías saber algo así?”

“Es simple, mi señor. Me resultaba difícil creer que las plantas y la vegetación que crecen en la naturaleza tienen voluntad propia—pero después de experimentar, descubrimos que las pociones curativas funcionan perfectamente bien en ellas”.

Ahora que teníamos en marcha la fabricación en masa de Pociones Completas, había una cantidad decente con la que trabajar. Así que lo habían estado probando en todo tipo de cosas.

Ciertamente, el deseo de aprender era el primer paso hacia nuevos descubrimientos. Recordé los experimentos que hicimos en la clase de ciencias de la escuela primaria, desafiándonos a nosotros mismos a hacer cosas que parecían inútiles al principio. Gabiru tenía ese mismo espíritu—lo primero que hay que hacer, es probarlo.

Así que funcionó en las plantas, restaurando la corteza de los árboles dañada y produciendo nuevos brotes a partir de ramas rotas.

“Entonces recordé la existencia de dríades”, dijo Gabiru. “La vegetación puede tener solo una conciencia débil al principio, pero durante muchos meses y años de vida, pueden evolucionar hasta convertirse en poderosos monstruos, ¿no es así? Pero, como pensaba, esto solo puede suceder bajo ciertas condiciones”.

Alrededor de la mitad de la audiencia estaba muy interesada en esta explicación. Esperaría que los más ingeniosos se sintieran fascinados, sí. Después de todo, este era el tipo de investigación que normalmente querría mantener confidencial. ¿Debo dejar que Gabiru continúe? El pensamiento, por mezquino que se sintiera, cruzó por mi mente, pero rápidamente lo descarté mientras escuchaba.

“Las únicas cosas que reaccionan a la poción curativa son las que ya están entrelazadas con las magículas. Las cosas sin magículas, no muestran ninguna reacción en nuestras pruebas. Lo que esto significa es que las magículas albergan su propia conciencia—o, al menos, las dos están profundamente relacionadas”.

“Sí. Y cuando Gabiru-dono presentó estos datos, también me llevó a reconsiderar mis pensamientos.

Pronto, surgió una pregunta en mi mente: ¿Qué son las Magículas?”

Las magículas eran una de las sustancias únicas de este mundo, esparcidas libremente por la atmósfera como el oxígeno. Eran el motor de todo tipo de fuerzas misteriosas y, hasta cierto punto, la gente podía manejarlas para cumplir sus órdenes.

“Así que tenemos una muestra de una determinada planta aquí… Y en esta otra habitación, puedo mostrarles una imagen ampliada”.

Seguimos a Vester a otra habitación, una habitación grande y espaciosa con sillas alineadas en filas— algo así como una sala de conferencias universitaria equipada con audiovisuales.

Tenía un proyector, aún en fases de prueba, y había una sábana blanca extendida en la pared para que sirviera de pantalla. Gazel observó con curiosidad el proyector, pero permaneció cortésmente callado al respecto, dándose cuenta de que ahora no era el momento. Ese es Gazel para ti—lo suficientemente maduro como para elegir el momento y el lugar adecuados.

Una vez que todos estuvieron sentados, Gabiru encendió el proyector, un dispositivo con inscripciones mágicas basadas en luz que le permitían proyectar imágenes a color en la pantalla. Las luces de la cámara se atenuaron cuando apareció la imagen, sorprendiendo a algunos en la audiencia.

“Echen un vistazo a esta imagen”, dijo Vester, ignorando la charla. “Muestra la estructura de la muestra de la planta que vieron antes. Y esta es la estructura de un césped cualquiera, del tipo que ves creciendo en cualquier lugar…”

Colocó las imágenes ampliadas una al lado de la otra. No entendía por qué Vester estaba actuando tan arrogante aquí—‘cierta planta’ y así sucesivamente. ¿Cuál es su objetivo?

“… ¿No son iguales? No veo ninguna diferencia…”

“No, yo tampoco. ¿Por qué no son iguales?”

Las voces de la multitud se encontraron con un amplio acuerdo. Algunos de ellos no estaban tan seguros—“esa parte es diferente”; “No, esa parte es”—pero dudaba que alguno de ellos estuviera en lo cierto. Entonces, ¿cuál fue la respuesta?

“Ahora, ampliémoslas más”.

“¿Qué piensan? Se ven iguales, ¿no?”

Vester y Gabiru lanzaron sonrisas malvadas—y luego revelaron el truco.

“La planta de la primera imagen es hierba hipokute. La segunda es una hierba sencilla que recogimos del césped de la ciudad. ¿Les parecen iguales?”

La pregunta de Vester hizo que las cosas comenzaran a darse cuenta de algunos de los asistentes. Lo que vieron los puso nerviosos. Apresuradamente, hablaron.

“No son lo mismo. ¡La diferencia es clara si miras más de cerca!”

“Eso es malo de su parte, Vester-dono. ¿Cómo podemos distinguir la diferencia solo de esas imágenes?”

Hipokute era una hierba rara. Había crecido bastante en la cueva en la que Veldora estaba sellado; es famosa por ser el ingrediente principal de la poción curativa.

La mayoría asumiría que está estructurado de manera muy diferente a la hierba que pisan todos los días. Pero algunas personas, incluido yo mismo, encontraron la pregunta de Vester muy inquietante. Gazel fue uno de ellos; pude ver la sangre desaparecer de su rostro.

Demostramos que el hipokute y el césped regular estaban ambos estructurados de la misma manera— prueba de que, esencialmente, eran lo mismo. Mostrando exactamente, como se constituía una hierba rara—lo que a su vez, tenía el potencial de anular el sentido común.

Vester levantó los brazos en alto, con esa siniestra sonrisa todavía en el rostro. “¡Tranquilos! ¡Silencio por favor!”

Él y Gabiru esperaron a que las cosas se calmaran. Cuando lo hicieron, colocaron una serie de imágenes en el proyector.

“Exprimir el extracto de hipokute y combinar sus magículas crea una poción curativa. El nivel de este proceso de fusión, como todos saben, depende de las propiedades del extracto producido—y aunque no podemos entrar en detalles, hemos refinado con éxito este proceso de extracción a un nivel de pureza del 99 %. De ese modo, conseguimos una poción completa”.

A través de una variedad de imágenes—sin dejar de ocultar la tecnología central—Vester explicó el proceso de elaboración de pociones.

“Ahora pasamos a las hierbas hipokute. Moler estas hojas y combinar sus magículas produce un ungüento que puede cerrar heridas, aunque el efecto no es dramático. Esto tiene sentido, ya que estas hojas molidas son simplemente los restos del proceso de extracción”.

Una imagen de una hoja llenó la pantalla. Se mostró que la hoja se molía y luego se mezclaba con el extracto de antes para crear una pomada—el proceso básico detrás de ella. Nada antinatural. No llegué a dónde iba Vester con eso.

“Ahora, todos, miren esta imagen”.

Por un lado, tenías hojas de hierbas hipokute cultivadas en nuestra cueva; en el otro, hierba normal. Se veían totalmente diferentes. No había forma de que tuvieran la misma estructura orgánica… pero a medida que pasaban las imágenes, comenzaron a ocurrir cambios en el lado hipokute.

“¿Lo ven? Solo me di cuenta por pura coincidencia. Rimuru-sama me había ordenado trabajar en nuestro proyecto de cultivo de hipokute, pero un día me interesé por las hojas coladas de nuestro proceso de extracción. Hacer un ungüento con ellas está muy bien, pero debe mantenerse en condiciones especiales o pierde rápidamente su efecto. Además, en comparación con el extracto líquido utilizado para hacer pociones, su efecto es extremadamente débil. No lo pensé mucho, ya que teníamos otros usos para el extracto, pero si lo piensas, ¿realmente necesitamos este ungüento? Entonces, como dije, comencé a mirar las hierbas normales…”

… Y entonces Gabiru se dio cuenta de que la forma de estas hojas post-extracción, ahora libres de magículas, era diferente a la del hipokute que crecía actualmente en la cueva. Conmocionado, Gabiru decidió tomar registros más detallados, lo que resultó en las imágenes que nos estaba mostrando ahora.

“Entonces, al final de todo esto, descubrimos que, técnicamente hablando, no existe tal cosa como una hierba hipokute. Las plantas que llamamos hipokute, son en realidad mutaciones…”

“¡Sí!” exclamó Vester emocionado. “¡Y no es que el hipokute crezca en áreas ricas en magia—es la concentración de magia en sí la que causa esta mutación y crea hipokute a partir de hierba simple!”

Pude ver por qué estaba emocionado. Todos los que lo escucharon comenzaron a hablar de inmediato. “Eso… ¡Eso es un gran descubrimiento!”

“Vester-dono, ¡este no es el tipo de cosas para anunciar en un lugar como éste! Podría haber habido una ocasión más apropiada… ¡Debe ponerse en contacto con una sociedad científica o similar de inmediato y seguir el procedimiento de anuncio adecuado!”

Fue un caos dentro de la habitación. Incluso aquellos que antes no mostraban mucho interés, no podían quedarse en silencio ahora—y los miembros de la audiencia que habían estado prestando atención desde el principio, estaban aún más asombrados.

Fue más allá de todo lo que imaginaban, y el comentario de “no es el tipo de cosas para anunciar en un momento así” simbolizó lo mucho que conmovió a la multitud. Gazel también tenía los ojos bien abiertos, e incluso Elmeshia y Erald estaban discutiendo asuntos entre ellos.

Yo también me sorprendí. Nunca antes lo había pensado mucho, pero de la forma en que lo expresaron, tenía sentido. De hecho, era bastante obvio. Dudaba que Veldora estuviera encerrado en una cueva llena de hierbas hipokute. Si ese era el resultado de una mutación—o la evolución de una planta—eso era más convincente.

Y una vez que se extrajeron todas las magículas de esta planta durante el procesamiento, su forma volvía a la hierba común y llana que alguna vez fue. Las muestras secas y coladas proyectadas en la pantalla hicieron evidente que compartían la misma estructura orgánica que la hierba normal.

En cuyo caso, no era de extrañar que Gabiru pensara que las pociones podían curar espadas.

El metal podía mutar en mineral mágico, al igual que la hierba mutada en hipokute, y era ese mineral el que se procesaba para fabricar armas de Acero Mágico. Junta las piezas y cualquiera se preguntará si la poción curativa también podría funcionar con el Acero Mágico. El resultado: el experimento que vimos antes.

“Mi pregunta original”, continuó Vester, “sobre la naturaleza exacta de las magículas sigue sin respuesta. Los monstruos, y los demonios, están expuestos a los efectos de estas magículas—eso es evidente. Pero, ¿qué pasa con los semihumanos? Si sacaras todas las magículas de su cuerpo, ¿volverían a ser humanos? Tengo un sinfín de preguntas en este sentido, pero investigarlas podría resultar tremendamente difícil”.

“A pesar de esto, tenemos la intención de continuar con nuestra investigación. Y en esta tierra, donde se están reuniendo algunas de las mentes más grandes del mundo, prometemos seguir buscando las respuestas… y con eso, cerramos nuestra presentación científica”.

“A todos los que asistieron—”

““—¡Muchas gracias!””

Gabiru y Vester se inclinaron y hablaron en perfecta sincronía. Deben haber elaborado la presentación con bastante detalle; no creo que fuera la primera vez que pasaban por esta conferencia.

El contenido, sin embargo, fue excelente. Se lo dejé todo a ellos, pero realmente llamó su atención—y lo que es más, hizo correr la voz sobre grandes descubrimientos, manteniendo todas las partes clave en secreto.

Lo más importante de todo—es que no tuvimos que preocuparnos de que alguien copiara nuestra tecnología con lo que revelamos.

Cambiar la naturaleza de las plantas con magia era un gran descubrimiento, pero no era algo que otras naciones pudieran replicar fácilmente. Podían experimentar con ello, pero no les permitiría producir hipokute en masa ni nada.

Nuestra posición de superioridad se mantuvo firme—y nuestra investigación continuó. Como dijo Gabiru, aquí se estaban reuniendo grandes mentes, y pronto tendríamos más. En una tierra tan bendecida con magia como ésta, podíamos hacer toda la experimentación que quisiéramos.

En general, esta presentación científica fue un gran impacto para los asistentes. Después de una mañana disfrutando de buena música, esta tarde estimuló sus curiosidades intelectuales. Dejaría que la audiencia decida cuál fue más enriquecedor, pero dado el interés que generaron ambos eventos, definitivamente los llamaría un éxito.

Gran parte de la audiencia parecía aburrida al principio. Me preocupaba que deberíamos haber cambiado el orden, pero parece que no debí preocuparme por nada. De hecho, tal vez este fuera el orden correcto después de todo. Ciertamente cumplimos con nuestro principal objetivo de hacer que los civiles y agitadores de la audiencia se interesaran en nosotros. Internamente resolví elogiar a Gabiru y Vester la próxima vez que tuviera la oportunidad.